Barra libre
When I Look At The World
Va por usted, profesor Bishop. Música maestro. Vale, te dejo cantarla, y si lo haces bien luego Moon River. Pero no estorbes mi concentración. Un panfleto poético es más difícil de lo que la gente cree. ¿Has visto que hay Luna llena y ha llenado todo el firmamento de esquirlas de luz? Pues inspirate en eso. Yo siempre se ponerte a tono. Y esmérate que también es tu amigo. Un, dos, tres. En esté compás entro yo.
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Me obligas de nuevo a hacer mudanza y hoy quiero agradecértelo. Cargado con mis bártulos que solo trasladar poco a poco puedo, solo me queda darte las gracias. Por que bien lo saben todos que si tuviera que dormir al raso, si solo dispusiera de 5 minutos, si el camino se acabara, si ya no hubiera puentes para vadear el río, en tu entorno me verías, donde tu poblado se acaba, renovando mis propósitos, apoyado sobre el mismo suelo aunque fuera, escribiendo algún párrafo, tachando los silencios para que puedan emerger los sonidos, para comunicar los lugares remotos que somos los unos para los otros, desdeñando las distancias, evaluando los cariños. Tengo que seguir hablándote por que el agua de la corriente no se detiene, por que el camino lo hacemos nosotros mismos, los lugares pasan y los horizontes se resisten a contarnos sus secretos. Para ser libres hemos nacido, pero indefectiblemente elegimos siempre las cadenas. Allí donde impongas la Ley supongo que tarde o temprano yo acabaré apareciendo. Para un rato, para tal vez solo cinco minutos, para extraer otro párrafo más al desorden, para redactar de nuevo el futuro. Escribiré y seguiré mi camino, trazaré círculos en torno al lugar que hiere de luz las tinieblas, en torno a tu campamento de avanzada, escucharé las reglas y las acataré un tiempo. Están construyendo el puente, al camino le llegan palabras para seguir algún rumbo, que si me callo tal vez me extinga. Menos mal que la escritura permanece, menos mal que me das un lugar para que redacte mi fracaso. No hay más propósito que me escuches. La soledad cesará durante 5 minutos. Tal vez un día me entiendas, aunque yo tal vez ya esté lejos. Cinco minutos para escribirte algo y me marcho. Ya veré tu luz a lo lejos. Me guiará cuando necesite emprender el retorno. De 5 minutos dispongo.
Me la tocas otra vez si no te importa para que pueda pulir este galimatías. ¿Tal cual? ¿Que pasa, que estás cansado? Dame solo 5 minutos, ¿es que no te has enterado del estribillo del panfleto. La verdad es que no se puede contar contigo. No se que harás en las en las giras. Hace bien poco le decía a alguien que a veces uno desearía que la vida ahí fuera la virtual y la real la de aquí dentro. Pues a veces no te quiero en ninguno de los sitios. Pero que bien tocas, jodío, como diría éste.
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