viernes, 13 de diciembre de 2019

La noche en la piel

Tiene la noche tatuada en la piel, el frescor de una madrugada  de verano en el vergel ajardinado de su tacto, fronda perenne de magnolios en flor, y manzanos cuajados como nieve de pétalos.  Tiene los labios timbrados en rubor de amanecer. El horizonte curvado de su sonrisa, una promesa de felicidad que tremola en la brisa de su mirada como enseñas desplegadas en plazas que aún no han sido conquistadas. Si la transito con las manos adivinó el día en el momento justo después de mi llegada.  Soles morenos en la redondez de sus mejillas. Cometas estrellados sus cejas en el firmamento de su cara, coloreada con carboncillo de dibujante de sueños