domingo, 24 de octubre de 2010

Maratón conmemora hoy los 2.500 años de la mítica batalla para salvar el lugar

 
Maratón conmemora hoy los 2.500 años de la mítica batalla para salvar el lugar
Begoña Castiella
Fuente: http://www.abc.es/ / 10-09-2010

Los especialistas están de acuerdo: la fecha de la famosa batalla de Maratón es el 12 de septiembre del 490 antes de Cristo. Ese día, las tropas de los atenienses y sus aliados, dirigidos por el general Milcíades, ganaron una dura batalla a las persas del rey Darío I, que querían conquistar Atenas. Al final de la batalla, pendía sobre Atenas el ataque de los persas por mar. Entonces, Milciades envió a su soldado más rápido, Filípides, a que diera la noticia de la victoria a los atenienses. Y el soldado corrió como nadie la distancia de Maratón a la capital: 42 kilómetros. Nada más llegar, solo le quedo aliento para decir: «Hemos vencido», y murió.

La carrera del Maratón es ahora un deporte olímpico y su trayecto incluye 195 metros más (que se añadieron en los Juegos Olímpicos de Londres para llegar a la tribuna real). La batalla de Maratón tiene tambien carácter simbólico: no solo marcó una victoria ateniense, sino que consiguió dar de nuevo confianza a sus tropas. Representa la primera derrota en batalla de los persas y el principio de una serie de contratiempos para su imperio durante muchos años.

Ruta cultural

Pero Maratón es ahora una pequeña ciudad anónima con un único monumento recordando la batalla, en forma de columna con capitel jónico. Y la famosa «tumba». Hoy, el Ayuntamiento de Maratón y la Sociedad Helénica para la Proteccion del Medio Ambiente y del Patrimonio Cultural, conocida como «Ellinikí Etería», han organizado conjuntamente una serie de actos para conmemorar esta fecha y para salvar el lugar de la batalla.

Para esta tarde se ha convocado un paseo público y gratuito en el lugar de la batalla y hacia el monte donde se encuentra la tumba, con el acompañamiento de flautas. Varios actores griegos muy conocidos (Lydia Koniordu, Constantinos Markulakis y Lefteris Voyatzis) leerán el relato de la batalla según el historiador Herodoto, con música antigua e instrumentos de la época. La intención de la «Ellinikí Etería» es conseguir implantar una serie de rutas en la zona, que llaman «paseos culturales», que permitirán al visitante recorrer el campo de batalla, la Iglesia de Mesosporitissa, el templo de los dioses egipcios, un manantial, el bosque de pinos y las canteras.
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A ver, Begoña, ya se que no es importante tampoco, que así el artículo te queda más bonito, en la versión en papel del diario incluso magnífico, pero es que no es cierto la historieta del tío que se murió tras anunciar el triunfo en la batalla. La leyenda es hermosa, pero la realidad yo creo que la supera en belleza. Por de pronto no muere nadie.

Cuando los Atenienses tuvieron noticia de la llegada de la flota Persa mandaron a su infanteria al lugar del probable desembarco. La idea era impedir que los persas consiguieran una posición firme en el Ática, el itsmo donde se sitúa la ciudad de Atenas. Lo que en las películas de la Segunda Guerra Mundial llaman lograr una cabeza de playa. Si no desalojas hacia el mar al enemigo que te invade antes de que se haga fuerte estás perdido. Para ello tenían que atacarlos en la misma costa. La infanteria ateniense, la griega en general, no tenía rival en la persa, por que mientras esta era ligera la primera era pesada, con armas contundentes, practicamente acorazada y con tácticas de combate colectivas muy bien elaboradas. Así que el triunfo era más que probable se se lograba entablar batalla en un lugar angosto.

El caso es que entre Atenas y el lugar donde luego se produjo la batalla había una distancia de unos 42 kilómetros. ¿Lo vamos pillando? El lugar se llamaba Maratón, y para alcanzarlo antes de que los persas se hicieran fuertes en el interior tuvieron que recorrer esa distancia en un tiempo récord. Los expertos en Historia Militar consideran este logro una proeza, a la altura de las marchas de la infanteria británica en tiempos de las guerras napoleónicas. Los atenienses estaban casi más orgullosos por esto logro que por el resultado de la batalla.

Mira, Begoña, yo apenas he leido dos o tres libros sobre la Grecia Clásica. Si quieres, para no discutir, te digo una docena. Entonces, ¿como es que yo se esto y todos los periodistas lo ignorais? En fin, perdona si he sido brusco pero es que este error tan reiterado me puede, llevo años oyendo en las olimpiadas y mundiales de atletismo esta cantinela. Estais muy pesaditos con el tema. Que no se murió nadie despues de la marcha forzada, leñe. Bueno, si, unos cuantos persas.

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