Taller de lectura - El Guardián entre el centeno - The Catcher in the Rye - J.D. Salinger
Esto es así, de repente he sentido la curiosidad por saber si alguien de aquí ha leido este libro. La novela, la única públicada por su autor y que le llevó a la fama, no solo literaria sino también mediática, a convertirlo en una celebrity sin quererlo, es uno de los iconos del siglo XX, la novela más vendida en el mundo, la que puedes comprar de madrugada si te acercas a tomar algo a un VIPS, a comprar el periódico del día siguiente mientras matas el rato para que amanezca por fin otro domingo de fútbol. Es citada constantemente en una gran diversidad de ámbitos. En Conspiración este título era la palabra clave que activaba a Mel Gibson, lo que hacia emerger aquello que le habían implantado en el subconsciente, y que le obligaba a matar. La repercusión de esta obra es abrumadora. También su influencia sobre mucha gente. En especial sobre los adolescentes y de aquellos que rondan la veintena por arriba o por abajo.
Para los que no la hayan leido trataré de esbozarla a grandes rasgos. Siempre que me piden sugerencias la menciono junto a "El bosque animado" y los cuentos de Oscar Wilde. Con el libro de Wenceslao Fernández Flórez a veces tengo éxito. La recopilación de cuentos de Wilde entiendo que cause recelos. Pero es algo que siempre se que va a suceder que la gente rechace la lectura de la novela de Salinger en cuanto "suelto" el slogan que me inventé para ella. Ahí va: "no paras de reirte un momento, página tras página, hasta que la risa se te congela en la cara". ¿Tan mal publicidad es? Quiere decir que es divertida. Facil de leer. Enormemente entretenida. Pero que tiene otras cosas. En fin, descartemos el dedicarnos a ser publicitarios en lo que viene.
Holden Caufield es un muchacho de Nueva York. Vive en el internado de un instituto. Como siempre, este fin de semana que hoy comienza ha de pasarlo catigado en el colegio sin poder ir a casa de visita. Pero ha planeado fugarse. Y nos quiere contar sus aventuras, su escapada. La novela es en sí la parrafada de un muchacho gravada en un magnetofón y transcrita al papel. Esta llena de latiguillos y de frases repetidas. Y no paras de reir un momento. Al menos yo. Desde la primera frase. Por que el chico es un genio. Por que parece odiar a todo el mundo. Y es capaz de destripar en un par de frases la dignidad de cualquiera. Solo dos personas parecen concitar el cariño de Houlden. Un viejo profesor al que visita en el primer capítulo, antes de emprender la escapada. Y su hermana pequeña. Ella es quien le tutela. La niña pelirroja es la única capaz de procurarle equilibrio. Escapa para ver a su hermana. Por que intuye que va a hacer una locura y su capacidad de razonamiento esta en buena medida depositada en la cabeza de su hermana.
Holden no tiene propósitos en la vida por que no los quiere. Está impaciente por que su futuro se acabe. Tal vez una escapada de fin de semana sea una forma de gastar más rápido el tiempo del que dispone. Todos quieren que empiece a construir, que fije metas. Pero el solo quiere ser el guardián entre el centeno. Vigilar a los niños mientras juegan. El cereal está alto e impide ver lo que está a lo lejos. Hay un precipicio en el linde más lejano. Alguien tiene que estar al tanto. Esa es su meta. Su hermana ha tenido que madurar demasiado rápido por cuasa de las locuras de su hermano. Sino sería la primera persona a su cargo. Tal vez lo fuera en el pasado, y gracias a su vigilancia fuera posible ese ser hermoso que es su hermana pequeña. Abruma escucharla hablar de forma tan sensata a pesar de sus pocos años. Las conversaciones entre ellos dos son una de las mejores cosas de la novela. Qué fue lo que marchito las ilusiones de Holden es algo que yo no se. Que tal vez me obstine en no saber para que el instante en que se me congele la risa en la cara cuando releo la obra no llegue antes de tiempo. Pero se que algo se dice en la novela. En un recodo de la narración esta se vuelve seria y parece ser que podemos encontrar pistas.
Hace bien poco que murió Salinger, personaje de leyenda en el mundillo de la literatura, por la escasez de sus escritos, por su repercusión y su calidad literaria, por su capacidad para conectar con tantas gentes. En "Buscando a Forrester" el era el profesor que interpretaba Sean Connery. Tras escribir el Guardián entre el centeno alzó muros para aislarse del mundo. Saber de él se convirtió entonces en uno de los mayores pasatiempos de los norteamericanos. Sus guerras con la prensa han llenado páginas y páginas de periódicos y revistas literarias. Algunas de las batallas son legendarias. Nunca le dieron el Nobel por que se daba por descontado que jamás iria a recogerlo, por que había miedo de que se convirtiera en un descrédito para el premio. Pero es que había escusa. Publico tan poco. Y entre sus escasas obras esta novela, la única que edito, es su obra maestra, uno de esos pocos tiros certeros de la historia de la literatura. Certero por que apunta directamente, con precisión, a lo que somos, sobre todo cuando aun tenemos edad para indagar en nosotros. Luego se acaba, te conformas con lo que tienes y hasta aprendes a apreciarlo.
Se bien poco inglés, pero aun así me gusta fijarme en los títulos originales de los libros y las películas. A veces revelan información que la traducción oculta. Catcher entiendo que es quien está encargado de agarrar al vuelo lo que está en movimiento. Los niños corren despreocupados junto al precipio y alguien tiene que vigilarlos por si alguno sigue una trayectoria arriesgada, cazarlos en plena carrera. Esa es la tarea que Holden quiere que le asigne la vida. Pero mientras lo averiguamos no paramos de reir un momento.
Y si alguien tiene alguna información sobre este asunto me encantaría que me la aportase. Un saludo a todos. Ahora me voy a trabajar. Seguramente acabaré a eso de las 7. Hasta entonces si puedo volver.
PD: Mira tú, Wikipedia al rescate. Para que luego todo el mundo despotrique de ella.
(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura.
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