domingo, 10 de octubre de 2010

Panfletos poéticos (1) - Algunos días son mejores que otros

U2 - Some Days Are Better Than Others



Panfletos poéticos (I)por Rokko69 el Dom Mayo 09, 2010 8:40 pm
(Lugar: Versión 1.3)


Algunos días son mejores que otros
(Día después al R. Madrid 0 - Barcelona 2)

A decir verdad el comportamiento del foro, considerado como un ente vivo (frase que me gusta, y como se que hay a quien le descoloca. Pues eso, la primera y en la frente), ha sido ejemplar ayer, dentro de lo que cabe. Inevitables los novísimos que huelen a rancio, los dos o tres que no dan más de sí y la cofradía de los antis (Un subforo para ellos ya. Convoco manifestación frente a las oficinas de Moderación esta tarde). Pero, por lo demás, solo puedo decir que el foro mejora y que compararlo con lo que era antaño casi da vértigo. Ayer, cuando tuve que retirarme a mis aposentos, la mocedad madridista estaba pasando un mal momento. Trataba de animarles sin demasiado éxito. Don Pepé y yo, vaya dos para que se nos encomiende la tarea de crear "sprit du corps". Justo cuando tuve que apagar el PC por motivos ajenos a mis deseos alguien confesaba que al final del partido le habían brotado las lágrimas. Estaba escribiendo algo para consolarla cuando tuve que evaporarme y buscar una cabina de teléfono para salir de Matrix. Hoy me ha despertado otra llamada, concretamente a las 6 de la madrugada. Mientras abría los ojos y me ubicaba, mientras tanteaba en la oscuridad buscando el móvil, estaba convencido de que era una de mis tres jefas. Dicen que vivimos en un mundo desigual para los géneros. Pues yo tengo tres jefas, lo digo para que conste en acta. Claro, no era ninguna de ellas, estamos a domingo. Alguien me pedía que fuera a buscarla para llevarla a su casa, mi cuarta jefa. Los latinos suelen remojar sus fiestas en alcohol y no todas acaban como debieran. No lo voy a explicar que es complicado. Bueno, directamente incomprensible.

Mientras conducía camino de Esteruelas por la A-2, con la canción de U2 "Some days are better tan others" sonando un par de decibelios por encima de lo necesario, trataba de redactar las palabras que le hubiera dicho anoche a la madridista desconsolada. Estaba amaneciendo, una a una se estaban apagando las estrellas y había una rodaja de Luna en el noreste del cielo. Ver amanecer es un proceso de purificación, de renovación. Es como volver a poner el cuentakilómetros a cero, como correr hacia donde rompen las olas el primer día de veraneo, como saltar la tapia para poder recorrer territorios que estaban acotados. Una rodaja de Luna. Si seguís ahí retened ese dato.

A la altura de san Fernando de Henares me acorde de aquella nefasta noche en Eindhoven, cuando mandamos o los nuestros a conquistar un puente demasiado lejano. Abrieron camino, no digo que no, hasta merecieron caminar por el tablero del puente, pero el objetivo no pudo ser conquistado hasta la década siguiente, una generación después. Vi aquel partido en casa de mi amigo José Luis. (Tranquilo, Oliver, que este conocimiento es muy anterior a mi etapa universitaria). Fuimos enemigos formales durante dos o tres cursos. Perteneciamos a mesnadas diferentes. Cuando había gresca siempre estabamos en trincheras opuestas. Ni él ni yo fuimos nunca caudillos, así que solo hacíamos bulto en algunas escaramuzas. Una tarde, durante una clase de matemáticas, me vio escribir algo entre las líneas de apuntes, se dio cuenta que aprovechaba el espacio entre las ecuaciones para escribir oraciones cortas. En un receso de la clase alguien me quitó la cuartilla y se la paso a él que estaba tres pupitres más atrás. Cuando el profesor retomó la lección me devolvieron mi hoja. Había un mensaje que decía: yo también escribo poemas. Quien lo hubiera dicho de aquel ca.brón. Entiendo que no os impresione pero este que acabo de narrar es uno de los momentos culminantes de mi vida. Vida pobre pero llena de rima y de sonetos. A partir de la clase siguiente empezamos a pasarnos nuestros escritos. Primero en cuartillas sueltas, luego en libretas específicas para este cometido. En su poder obran, esté donde esté, varias libretas repletas hasta los bordes de escritos, con un denominador común: solo hay dos tipos de caligrafía. Esta historia tiene un epílogo futbolero muchos años después, por que José Luis trabó amistad con Paco Buyo, y gracias a eso pude ver el último regate de Butragueño en el estadio. Pero esa es otra historia. Que tal vez cuente si sigo por aquí, que supongo que sí, y si hay interés en el público, que supongo que no.

Vi aquel partido de Eindhoven en casa de mi amigo José Luis. No se si estaba Juan también o si formamos el trío años después. Quienes si estaban eran su madre y su hermana, que se reían de nosotros cada vez que nos dolíamos por una ocasión desperdiciada, y aquel caniche tan cascarrabias. Al acabar el partido e iniciar el retorno a casa, con el animo caído a la altura de los tobillos como unos calcetines viejos, al abrir el portal y salir a la calle ella estaba esperándome, una Luna plena. Soy cáncer y por eso tengo tratos con la Luna. Relación esquiva, como si tuviéramos cosas que decirnos y no nos atreviéramos, mensajes siempre cifrados, y que cuando oigo los suyos siempre me hacen girarme y mirar detrás de mí, por que nunca he tenido del todo claro si soy yo el destinatario. Aquella noche estuvo consolándome durante todo el camino de regreso, casi podría jurarlo. Creo que fue en el coche de Juan. Si señor, fue en el asiento de copiloto, más callado que en un día de duelo. Por que aquella noche murió una esperanza. Diagnóstico que se confirmó en la libreta de apuntes de Arrigo Sacci. Hora de la muerte: aquella tarde en Eindhoven. A pesar de que el coche cambiaba de dirección constantemente, al callejear por Madrid, ella siempre quedaba frente a nosotros. Luna plena por que era mucha la necesidad de consuelo.

Esta mañana era solo una rodaja. Sabe que me he vuelto mayor, que tengo el pellejo más duro, que los tragos los bebo más rápido y que el corazón me late más lento. Apenas una rodaja. Es curioso pensarlo. Entre aquella luna y esta tres copas de Europa y un sinfín de regates de Butragueño, los controles de Zidane en carrera y sin dejarla caer al piso, la locura de la Séptima con Madrid en la calle viendo pasar el autobús que traía compañía a las seis veteranas. Entre una y otra mil ratos de tortura y tal vez una docena de momentos en sincronía con la vida. Esta mañana, mientras se apagaban una a una las estrellas y aquella rodaja de limón le daba sabor a mis pensamientos, redactaba en mi cabeza un mensaje para el foro, sobre todo para la mocedad madridista, aunque se que solo algunos veteranos tendrán la paciencia suficiente para llegar al segundo párrafo. De todas maneras, ¿como les explico que las certezas que tenía cuando salí a la calle aquella noche de Luna llena resultaron todas erróneas? A mi, que apenas si me entiende, que tanta fatiga causa el leerme habitualmente, ¿como puede ocurrírseme la forma de transmitir este mensaje tan importante? No lo se. A la altura del desvío a Esteruelas ya había una franja de claridad en la parte baja del cielo. Paré en la cuneta de la carretera que conduce al pueblo. La jefa ya había encontrado trasporte para volver a casa. "Hola". "Tranquilo, ya estoy casi de vuelta, he encontrado alguien para que me traiga". "Ay, no". "¿Donde estás?". "En el pueblo". "Lo siento". "Tsk". 10 minutos después la he vuelto a llamar. "Perdóname. La próxima vez me lo pienso (esta es la enésima, así que poca esperanza). Te dije que te durmieras un rato y vinieras por mí a pimera hora". "¿Estás loca o que? ¿Me llamas a las 6 de la madrugada medio llorando y te piensas que después de colgar me voy a echar a dormir?". "¿Donde estás?". "En 15 mintos otra vez en la cama".

Pero ya no he podido conciliar de nuevo el sueño. Así que me he levantado y me he puesto a teclear. Escribir es lo que más me gusta. Probablemente de fútbol de lo que menos, que apenas si se gran cosa. Hay días que son mejores que otros. Y si lo dice Bono... El Bono correcto, digo... Este es hermoso y lo llevo viviendo desde el momento justo en que se ha iniciado. A lo mejor esta tarde voy al cine. Echaré un ojo a ver que recomendais. Madrid es impecable de noche y durante el amanecer es un cuento de hadas.
Vie Ago 27, 2010 5:08 pm

No hay comentarios:

Publicar un comentario