sábado, 30 de octubre de 2010

Inspiración

Coldplay - Clocks




Inspiración

Lo se por que ahora mismo camino por su misma senda, lo se por que presiento las palabras, por que oigo su murmullo, por que me abro paso entre la selva muda a punto de expresar su angustia y su triunfo, su agradecimiento y su queja. De un momento a otro podré ver el mundo a través del ala reticulada de una libélula, podre caminar por la cara oculta de Luna, recorrer los senderos del agua desde el mismo momento del deshielo. Gota a gota, vocablo a vocablo. Deslizarme ladera abajo es fácil si tu voz es líquida y el sentimiento es una vertiente empinada. Nada es si no se nombra como corresponde, ni tus manos pequeñas resguardadas entre las mias, ni el haz de tu mirada, ni tus ojos verdes como la savia. Punto de fuga de la perspectiva con la que se representa el dibujo de la noche.

Las palabras aguardan al final del sendero. Las tomaré prestadas para decirte una vez más que te quiero, para tener voz, para aquietarme entre la letra escrita, para capapultarme hacia la voz de la madrugada, por que el sentimiento es como un caballito del diablo que rectifica su trayectoria a cada momento y se burla de mi conocimiento. La sentencia de un tartamudo, la silueta de un insecto, un latido y su corolario. De un momento a otro estaré en disposición de decirte aquello que siento, con el alma emancipada de la lógica y arrimada al esqueleto de ese dinosaurio llamada el por que de las cosas. No quiero explicarlo, por que de un momento a otro no habrá significados, si renuncio a comprender y conspiro contra el reinado de la coherencia para solo sentir el frío en los dedos al rozar con la yema de mis dedos tu mejilla helada por aire de otoño, que lo resume todo y al mismo tiempo expande su significado. Solo tus mejillas colaradas por la temperatura de la noche, nada más tiene importancia y cierro los ojos para no distraerme con lo que no importa.

Caminar contigo, compartir el viaje, pasear bajo los plátanos resucitados, mientras cae sobre nosotros una lluvia de hojas pardas y quebradizas. El humus del verano cuando tus mejillas arderan sin escrúpulos por hacerme habitar sus cenizas. No hace falta que hablemos. Las palabras vendrán luego, encriptadas en el rubor de las cosas, en la vibración de los átomos, en el batir de alas de la libélula de alas. Ventana reticulada al mundo que cierro para abrir paso a mi mirada. Rozó tu mejilla y el frío de tu piel me hace notar la totalidad del universo en un diminuto contacto. Por que estoy ávido de conocer pero carezco de palabras. Flores de hielo que carecen de nombre y que tu señalas mientras sonries, tu alegria es la definición de todas las cosas. El verbo fácil de la alegría. La piedra Roseta. Ries, y tu risa y mi ese sentimiento que pulsa adentro se convierten en vasos comunicantes.

Camino la senda contigo por que la música me guia y tambien la imagen de tu recuerdo. Un recuerdo del futuro, que a medida que suceden los instantes voy olvidando, tal vez para vivirlo como tiempo presente por primera vez. No puedo explicarlo aun, pero las palabras están cerca, lo podré hacer de un momento a otro. Tal vez tras el próxido latido, tras un batir de alas reticuladas. Vuelo hacia las palabras como un insecto hacia la luz por más que pueda abrasarme.

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