Atención, tuit-poema. No, a ver, me interesa que se dé cuenta ella. Que a los demás se os pase por alto como que me trae al pairo. Chist, preciosa, lee esto. Y dice así:
1.- Tal vez seamos dioses después de todo y nuestra historia ya la haya narrado Ovidio en sus Metamorfosis. Tal vez no fueran instantes sino siglos y nos hayamos amado desde siempre aunque acabemos de conocernos.
2.- ¿Mi subconsciente? ¿Te he reconocido en un cuadro pintado en Venecia hace medio milenio porque una vez me susurraste al oído en italiano? ¿Serás entonces también Aline a la Orilla del río porque sé que has leído a Camus en su propio idioma?
¿Habrás de ser Ofelia en un soneto de Shakespeare porque me fascina imaginarte nadando a espaldas en la piscina con tu bikini a topos? No, demasiado rebuscado, mi amor. Es mucho más fácil que seamos dioses, y ya sabes que soy un acérrimo partidario de la navaja de Ockham.
4.- Te he reconocido en los rasgos de Afrodita tal como te imaginara Verones. Tú mismo pelo rojo, el mismo rubor tiñiendo sus mejillas después del coito. Desnuda en medio del bosque, solo adorna tu cuerpo un collar cuyas de cuentas están hechas con los huesos de mis palabras.
5.- El mundo arde y es la sombra de un ahuehuete lo que impide que abrase la pureza nívea de tus hombros el sol de la alborada. Te agradezco que me abaniques, pero si vistieras más recatada tal vez no haría falta.
6.- He amanecido dormido en tu regazo, agotado después de perseguirte toda la noche por los bosques de Chipre. Dile a Cupido que no insista, que ya saldré a cazar libros mañana por la tarde si es que escampa este chaparrón de fuego.
7.- No hay equivocación. Somos nosotros. Nos seguiremos amando cuando llegue el fin de los tiempos y volvamos a crearlo todo desde la nada para encontrar otro rincón entre la floresta en el que poder escondernos.
Posdata: Qué suerte que no te espante que sea tan cursi y escriba coito en vez de polvo, que te pueda decir que te amaré para siempre en vez de que pienso partirte por la mitad la próxima vez que te embista. Sino lo mismo no habría encontrado la rima.
Por cierto, ¿Quieres coincidencias? ¿Acaso quieres que te diga una? Tú no sabrías encajar una coincidencia… No, perdona, estoy imitando sin querer al coronel Nathan Jessep y no procede… Hay que ver lo que me altera tu presencia.
Fíjate en este dato: Hoy me he comprado el último número o de la revista “Claves de razón práctica” en el quiosco y este bimestre el tema monográfico es el sexo. Con lo puritanos que son los filósofos.
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