domingo, 23 de septiembre de 2018

Carta para Emma 6

Carta para Emma 6

Anoche te escribí una parrafada en la que me intentaba defender de tu “acusación” (lo pongo entre comillas porque sé que tiene una componente de juego, aunque también que no acabas de creerme del todo). Cuando la releí después de enviártela vi que me había comido una frase al escribir según me dictaba la cabeza. Copié el texto para poder reescribirlo y corregirlo en otro mensaje. Borré el antiguo. Y mientras ultimaba el nuevo cliqué por error en la carita de los emogis y mi PC se quedó como alelado. Le pasa a veces. Me dio tanta rabia que di por perdido el texto y te escribí un mensaje mucho más corto de buenas noches. El caso es que creo que aunque borre mensajes en tu pantalla de MDs persisten. Los que tú borras para ocultar tu rastro de miradas terceros aquí siguen. Si es así, si has podido leer la parrafada, tengo que desdecirme. Creía lo que decía según lo escribía, pero me engañaba a mí mismo. Lo he estado pensando esta noche y tienes parte de razón. La parte esencial. Escribí el hilo para que supieras que me gustabas. Lo hice sin esperar reacción alguna por tu parte, más bien temiendo que la hubiera. El amor se me da fatal y siempre acabo sufriendo, lo anhelo pero le tengo mucho miedo. No era tirar la caña porque daba por sentado que no ibas a picar, sí quizás querrías tener una relación de amistad. Creo que ya te expliqué una vez, que para mí decirle a una mujer que me gusta es algo embriagador, resultado de tantos años de amar a más de una mujer y tener que callarlo. No se lo digo a todas, y procuro ser lo menos invasivo y ofensivo posible cuando lo hago, sólo a las que me parecen extraordinarias. Me dijiste una vez, muy al principio, que me inflamaba rápidamente, y tienes razón. En mi estrategia contigo no era explícito, era un mensaje en una botella. Tu pensarías, “Mira, un hilo de ahuehuetes, qué coincidencia, justamente el otro día hablamos de eso. Y si me estaba tratando de decir…”•. Pues sí. Alguna vez he dicho que gracias a Dios mi éxito con las mujeres es ínfimo porque muy seguramente sería sin poder evitarlo, con muchos remordimientos también, un hombre infiel con mis parejas. En realidad lo he sido, a grandes rasgos, con las que he tenido. Nunca he amado a dos mujeres a la vez, aunque han habido otras que me atraían mientras he tenido pareja. ¿Mi fidelidad se ha debido a mi escaso éxito? Tal vez. Quiero pensar que no y casi me convenzo. Soy muy dado a los gestos románticos de renuncia. En realidad no hay una componente sexual en este juego, lo cual a lo mejor lo hace más grave. Adoro como me hacen sentir las mujeres que me gustan y hacérselo saber es una tentación, parte dl gozo. Me encantan las mujeres. En algunas de mis fantasías soy el dueño de un pequeño harén y estoy enamorado de todas. Tiene que ser pequeño porque tengo que poder individualizarlas en mi fantasía, se trata de estar en compañía nutrida de almas no de cuerpos, aunque también esto último, ya que la belleza física lo hace todo más fácil. Sé que es un disparate, pero quiero ser sincero, esa fantasía existe. Y hay una variante muy perversa: Me encantan las negras y alguna vez he fantaseado con que soy el dueño de una plantación de algodón con acceso ilimitado a las esclavas, a las que libero a todas y cada una y acabo honrando como merecen. Se trata de que me amen no de que hagan el amor gratis y da forma sumisa. La mía es una sed de sentimientos no de sexo, aunque use a los primeros para satisfacer mis necesidades de lo segundo en mis secesiones a solas. Gracias a Dios nunca ha podido dejar de ser una fantasía, ni siquiera con solo dos mujeres. Creo, y desgraciadamente los hechos me dan la razón, que los hombres son (qué curioso, he escrito son y no somos, me doy cuenta al releer para corregir, como si me sintiera excluido y al margen del colectivo. Algo hay de eso) más o menos infieles, al menos de pensamiento, en la medida en que tienen éxito con las mujeres. Piensa en un hombre conocido que sea especialmente seductor y lo más probable es que haya tenido un historial de infidelidades que haya destrozado su vida o la haya puesto patas arriba en algún momento. En realidad es una maldición, aunque sea muy divertido a corto plazo, se acabo convirtiéndose en tragedia a medio plazo, si es que hay conciencia. No, no eres la primera a la que le digo que es linda ni serás la última. No sé si decir que lo pienso de veras, que eres magnífica, que no bromeo cuando digo que me derrito cuando te oigo hablar en francés o italiano, y que ni siquiera tiene que ser a mí, porque no eres algo que quiera poseer sino disfrutar, sirve de disculpa. Pero lo importante, yo al menos lo veo así, es que llega un momento en que esa persona con la que juegas, en el sentido más inocente del término, como si fuérais dos niños fingiendo ser mayores, te llega a importar y tratas de ser honesto con ella y tratas de protegerla de todo, incluso de ti mismo. Principalmente de ti mismo. No, lo más peligroso de mí no es que sea un hombre potencialmente infiel o un mujeriego (esto último es un contradiós pero, como tu sueles decir, vamos a aceptar pulpo…), sino que tengo muy poco que ofrecer. Hasta hace unos años al menos algo de juventud, ahora ni eso. Te puedo querer hasta lo indecible, pero no te podré dar otra cosa. Si eso no es suficiente, y sé que no lo es, te acabaré decepcionando o aburriendo con el tiempo. No serías la primera que me apartaría de su lado tras un principio prometedor. A lo concreto: ¿Tiré la caña? La respuesta es sí. Me cuesta admitirlo pero sí. No pude evitarlo. Esa prestancia, esa distinción, ese savoir faire (¿lo he escrito bien?). Eras demasiada tentación. Tiré la caña, lo admito, aunque no como algo planeado y, desde luego, jamás pensé que fuera a pescar un pez espada tan magnífico en un simple riachuelo de montaña. Tu eres una criatura marina, las aguas continentales se te hacen demasiado estrechas para tanto como te gusta nadar.

Phileas Fogg
23 de septiembre de 2018

Posdata: Lo sé, no te gustan los párrafos demasiado largos y densos. El problema es que a mí sí y soy yo quien escribe. Chincha rabiña.

1 comentario:

  1. Vaaaaleee. Aceptamos 🐙 y tu stream of consciousness sin respirar....
    Pero solo xq me interesa lo q me dices...
    Yo te doy consejos de lectora, y de profe, luego tú ya pasa de mí...q ya me veré la película!

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