sábado, 29 de septiembre de 2018

Carta a Emma 7

Carta a Emma 7


Vaya por delante que no pretendo darte una solución, porque no creo que esté a mi alcance, sino ayudarte a pensar, darte tal vez elementos de reflexión en los que no hayas reparado por tu cuenta, así como modos de ver los que sí has sopesado desde ángulos y puntos de vista alternativos a los que tú has utilizado para abordarlos.

No saber decir que no: No quiero que te enfades contigo misma por esto. Es un defecto que yo también tengo. Pero no es porque coincidamos en padecerlo por lo que no creo que sea censurable en tu caso. A mí no me gustan mis defectos y, si ya estamos, tampoco buena parte de mis virtudes. ¡Y lo digo como si fueran muchas! No, a ver, creo que la raíz del problema es distinta en cada uno de los dos. En el mío nace de la cobardía, de no saber enfrentarme a los demás, de temer su juicio, de no querer cargar con su disgusto. Supongo que sería capaz de decir que no a quien me desagrada si no fuera tan tímido. Cuando tengo confianza es querer ganarme su gratitud, comprar su aprecio, corregir la opinión que creo que tienen de mí, lo que hace que abrace al sí. Sin embargo, yo creo en ti si hay afán de servicio, que te comprometes con lo que crees, que eres genuinamente generosa. A veces se diría que no lo crees porque lo eres también contigo misma y piensas que eso es egoísmo, y está claro que te equivocas. Si es cierto que para querer a los demás hay que saber quererse a uno mismo, como dice el topicazo del anuncio, la generosidad bien entendida empieza por uno mismo. Haces disfrutar a los demás con tu compañía porque tú misma estás a gusto en tu piel. Tu generosidad nace en que tienes cosas que aportar. La generosidad basada en la pobreza interior ni tiene sentido ni es posible aunque lo tuviera. Compartimos la misma flaqueza. Yo no la supe decir que no a mi pareja y arruiné mi futuro y el suyo. Tampoco es que crea que sea tan grave aquello a lo que tú te enfrentas. Tampoco quiero que entre esos elementos para la reflexión que te aporten estas líneas esté el que debas preocuparte más de lo que ya estás, sólo digo que podría agriarte la existencia en lo que viene y no quiero que te roben ni un ápice de tu alegría. Es lo más bonito de ti. Ellos mismos tienen que ser conscientes que si te proponen lo que te proponen por tus cualidades éstas van a estar en riesgo si aceptas.

¿Puedes decir que no?: Responder a esta pregunta es esencial. Queremos que te atrevas a decir que no pero ¿realmente te conviene? ¿Estás en disposición de poder hacerlo? Sé que adoras tu trabajo. No creo que soportases perderlo. Cada día me cuentas hechos mágicos que suceden durante tu jornada laboral. Vives cantando y a veces pareces Julie Andrews en “Sonrisas y lágrimas”. Tu vida parece un musical a partir de que fichas en el trabajo. Eres alegre porque sabes extraer alegría de lo que te rodea y te sucede. Tú sí que estás en comunicación con el mundo y, sobre todo, con su lado luminoso. Eso te permite, además, estarlo con la gente, porque les atrae tanto la luz que reflejas como la que surge de tu interior. Pero, tratando de no ser tan pesimistas, tal vez un no no te lleve al paro, pero puede que si haga que se resientan las condiciones en las que llevas a cabo tu trabajo. Que sé yo, en el modo en que te traten tus jefes, en las libertades que te permiten, en las prebendas intangibles que recibas, esas que no se cuantifican e incluso es difícil de explicar n qué consisten o porque las quieres. ¿Te merece la pena un no? ¿Estás en disposición de elegirlo? Yo creo que sí, pero eres tú quien puede juzgar y quien debe decidir que contestas a la propuesta.

¿Cómo decimos que no?: Sólo hay dos vías y, bueno, claro está, la mezcla a diferentes porcentajes de ambas, es decir, las soluciones intermedias: 1) Ser sincera, para lo que tendrás que adivinar si quieren escuchar tu verdad y si la van a valorar. Yo suelo optar por esta vía y casi nunca me funciona. Creo que la verdad está sobrevalorada. La gente la aprecia en los demás pero no la práctica, porque le gusta jugar con ventaja, en el lado de la cancha que se inclina hacia la portería contraria. Sirve a veces para que te aprecien más pero no necesariamente para resolver problemas cuando al otro le importan muy poco tus sentimientos o tus intereses; 2) Mentir como una bellaca, para lo que cualquier excusa te será válida, incluso una que dé el cante. A menudo la gente prefiere enfrentarse a una mentira evidente pero incontrovertible que a una verdad que propicie el debate. Si dices “no quiero”, te van a intentar convencer de que en realidad sí, o que lo querrás en cuanto lo pruebes. Si dices “no soy capaz”, les darás pie para que te doren la píldora y el debate se te pondrá muy cuesta arriba. ¿Cómo se lleva la contraria a un jefe te elogia? ¿Es algo prudente?. Si dices “no puedo”, abortas toda discusión. A mi se me ocurrió ayer una posibilidad de excusa en cinco minutos: No tienes hijos pero si sobrinos, ergo tu hermano te va a necesitar mucho en el futuro para que le cuides de su niña. En el no es vital que hagas ver que es una cuestión de tiempo. Por supuesto que eres capaz y estás motivada pero, ¡ay!, te faltan horas en el reloj, lo sientes mucho.

Negociar el sí: Llegamos a la parte farragosa del asunto. Si llegas a la conclusión de que no puedes negarte habrás de negociar condiciones para tratar de minimizar el impacto del sí. Supongo que tus jefes y tus compañeros querrán que sigas siendo esa tú que aprecian y valoran. Si el proponerte para el cargo es algo sincero, nacido de la admiración y el cariño que sienten por ti y no un burdo intento de escurrir el burdo -“que lo haga ella que siempre está dispuesta y nunca pierde la sonrisa”-, vamos a fijarnos en el lado luminoso de las cosas, como haces tú, y a pensar que sí, les has de hacer ver que consentir en lo que te piden puede hacer que cambies, es decir, que dejes de ser tan competente para la tarea, que es la razón que se supone que propicia tu elección. Así que negociar el sí les conviene también a ellos.

Los niños: Hay cosas que no tienen sentido en lo que te piden y esta es una de ellas. Si, por ejemplo, Romeo 12 tuviese un problema, o los ocasionase en el colegio, y alguien tuviese que tomar cartas en el asunto, ¿tendría sentido que fuera un profesor que no le da clases? Es más, ¿querrías tú? Lo lógico, quizá no lo agradable para ti, aunque pienso que también, es que lo hicieses tú, que has logrado crear un vínculo con él, tanto afectivo como profesional, y probablemente te hará más caso que a cualquier otro. Es un contradiós que los alumnos salgan de la jurisdicción de sus propios profesores, salvo que sea para que más altas instancias se comprometan en las a soluciones, aunque mucho me temo que uno de los hechos que propician la propuesta infernal son las ganas de delegar de tus jefes, es decir, de quitarse tareas potencialmente desagradables. Que sonrías no significa que no te duelan las cosas, sólo que sabes compartimentalizar, aislar lo bueno de lo malo y marginar lo segundo a la hora de hacer balance. Lo suyo es que cada profesor se ocupe de sus propios alumnos. Otra cosa no tiene sentido ni creo que funcione. En el mejor de los casos podrías ser una figura consultiva no ejecutiva. A lo mejor hasta te gustara, ayudar a resolver problemas desde la opinión, sin que te robe excesivo tiempo y sin tener que arremangarte para bajar al lodazal. Aunque pienso que eso sería simplemente hacer el trabajo que les corresponde a tus jefes y que parece que no están dispuestos a realizar. En esto no deberías transigir. Además esta tarea es un paquete bomba cuya potencia explosiva no vas a poder evaluar en detalle hasta que no te explote en la cara. El niño autista te preocupa, y mientras esté en tu clase es justo que así sea, aunque deben darte las herramientas que necesitas para enfrentarte a ese reto. Pero no sabemos que más quebraderos de cabeza puede traerte el volverte responsable de la disciplina de todo el alumnado del colegio. Parece que pretenden que te conviertas en Atlas para que soportes todo el peso del orbe. Vale, yo sé que mi niña puede, pero quiero que sigas siendo mi cascabel y mi linterna. Atlas no lo pasaba excesivamente bien haciendo de viga de carga del todo el edificio de la creación. De hecho la tarea se la encomendaron como castigo, no como premio, y su humor no era precisamente bueno que digamos mientras la desempeñaba. ¿Ayudar a elaborar un manual de conducta? Pues vale. Pero, ojo, con la participación de todos. Que todos colaboren con sus sugerencias y tu ya le darás la forma definitiva. Hasta te ayudo si quieres. Pero ¿ser la policía del centro encargada de que se cumpla? Oiga, mire, no. Para eso que contraten a los Swat o que a tus jefes les den un curso de supervivencia en Quantico.

Tus compañeros: Aquí solo se me ocurre una cosa. Que debes dejar claro que no quieres que de todo esto se puedan derivar conflictos personales en los que puedas verte involucrada. Esto lo debes dejar muy claro y añadir que mientras no haya garantías de que no se vayan a producir que te plantas. Además, que quieres todo el apoyo en caso de que se generen. Es decir, y perdóname la gorrinada, que si se produce mierda que esta flote hacia arriba, hacia tus jefes.

Phileas Fogg
29 de septiembre de 2018

Posdata: Dos besazos, en la frente, y perdona por el rollo. Ah, y por no haber estado en línea mientras escribía.








miércoles, 26 de septiembre de 2018

Rescate de Twitter (51) - Tres horas en el Museo del Pradro

Tres horas en el Museo del Prado

1.- Mañana en el Prado. Tres horas exactas, como marcan los cánones, es decir, Eugenio d’Ors. Y me ha salido natural. Debe ser cosa de mis biorritmos, que se habrán acompasado a los del edificio Villanueva. Fresquito en la cola para las taquillas. El otoño se cuela por las rendijas.

2.- A la ida, en el 27, voy leyendo acerca de las veces que Eneas fue salvado de una muerte segura por Afrodita durante la Guerra de Troya. Hasta cuatro, dice Alexander. Hay mucho cuadro en el museo de asunto mitológico y hay que ir ambientándose.


3.- Una vez dentro la primera parada es ante “Niña con paloma” de Vouet. Me cautiva el buen humor del personaje. Sonríe por tener un ser vivo entre las manos y sus ojos achinados por la risa y su propensión a la alegría hacen que me acuerde de alguien.


4.- Con esta el Prado inaugura una nueva estrategia para la adquisición de obras: El micromecenazgo, que consiste básicamente en que si eres pobre o rácano también puedas permitirte donar sin que se te ría en la cara al gente bien.

5.- 70 mil dólares llevan recaudados en menos de una semana, leo en un periódico. Parecía una tontería y lo mismo es una idea que ni las mejores de Thomas Alba Edison o Pdr Snchz. Sí, se la hemos plagiado a otros grandes museos.

6.- Un ratito ante el “Autorretrato con guantes” de Durero. Es una de las razones que me convocan al Prado. En el lago que se divisa en el paisaje que enmarca la ventana, hay un frente de ola partido en dos que bate las aguas. Anoto el dato.


7.- La primera línea de árboles del bosque más allá de la orilla es como un eco, una reverberación de la propia onda, pero sin discontinuidades. Pero yo sé que la perturbación que agita las aguas antes ha perturbado toda la tierra.


8.- El tercer momento es en la exposición recién inaugurada “Doce fotógrafos en el Museo del Prado”, la segunda razón de mi visita. La primera sorpresa grata es el espacio expositivo: un pasillo angosto que antes era la consigna en el acceso por la puerta de Velázquez.

9.- Poco a poco se va colmando el museo de arte. Cualquier sitio es bueno por angosto o a trasmano que quede. En el caso que nos ocupa es complicado dar con él. El metro cuadrado de pared expositiva vale su superficie en oro.

10.- No sé una palabra sobre fotografía, me encuentro completamente indefenso ante lo que veo, sin otras armas que las propias cartelas explicativas. Pero mi impresión general de la muestra no puede ser mejor.

11.- Quitando a algunos autores, pocos, que parecen no haber invertido mucho tiempo en pensar sus obras, todo lo demás es solomillo. El reclamo elegido, y creo que es un acierto, es una pieza sin título de Alberto García-Alix, un superviviente de la Movida.


12.- La obra que la inspira, “El descendimiento” de van der Weyden, es una de mis favoritas. No sólo del Prado sino de todo el orbe. Bueno, a lo mejor estoy siendo redundante, ya que vienen a ser una misma cosa.


13.- No sé si García-Alix es conocedor de que los elementos que ha elegido para su montaje son notas de un Stabat Mater Dolorosa si se superpusiesen las líneas de un pentagrama sobre la imagen del cuadro. Imagino que sí.

14.- Mi foto preferida es de Bleda & Rosa, “Colina de Albuch”. Ya el título me apasiona. Es un topónimo que todo español debería conocer, como todo americano Normandía, todo francés Poitiers o todo inglés Trafalgar y Waterloo.


15.- La imagen capta muy bien lo que es el museo, donde a veces una obra maestra se nos cuela y encuadra perfectamente en nuestro campo de visión en un auténtico juego de malabares con los espacios expositivos y los obstáculos visuales que los separan.

16.- Pilar Pequeño ha compuesto un pequeño bodegón, “Copa de agua y un clavel” en el que hay reminiscencias del “Aguador de Sevilla” de Velázquez. El vaso lo ha tomado prestado del ajuar de mesa del sevillano de su casa en el Alcázar.


17.- La obra no está en el museo pero debería. Es carne de cañón para mi serie “El Prado en el exilio”. En realidad todo lo que de Velázquez no está en el Prado. No concibo otro sitio más acorde con la obra del maestro de maestros.


18.- El título de la obra de Isabel Muñoz, “San Hermenegildo”, es un spoiler, por si alguien quería jugar al juego de los parecidos. Está tomada dentro del agua, en pleno buceo y capta la levitación de los personajes de los cuadros del barroco madrileño.


19.- La importancia de la obra de Francisco Herrero el Mozo, “El triunfo de san Hermenegildo” nos lo indica el que una vez estuvo frente a frente con “Las Meninas”, en la galería central de la planta primera, un lugar de privilegio en el santuario madrileño.


20.- Para que nos entendamos, ese lugar lo ocupa actualmente “Carlos V a caballo en Mühlberg”, uno de los retratos ecuestres más famosos del mundo, precisamente la otra obra que evocan Bleda & Rosa. ¿Casualidad o premonición?


21.- El apelativo el Mozo se debe a que hay un Francisco Herrera el Viejo, su padre, que también fue su primer maestro, y el de Velázquez. Un tipo iracundo propenso al maltrato físico de sus semejantes. Aquel calvario común unió a ambos pintores de por vida.

22.- Aprovecho para recabar datos de mi nueva sala preferida. Es la 56 B y, a pesar de que le han birlado el Mantegna y un Fra Angélico, para sendas exposiciones temporales, sigue impactando y brillando a todo poder.

23.- En el eje de simetría de la estancia está la última gran obra maestra en incorporarse al Prado, “La Virgen de la Granada”, también del fraile angelical, comprada a la Casa de Alba, la joya del Palacio de Liria hasta hace muy pocos meses.


24.- Buen momento para jugar al síndrome de Anibal Lecter. Elementos iconográficos que preconizan el calvario en el cuadro: El rojo en los vestidos de madre e hijo; el fruto que la primera ofrece al segundo; ¿el lazo en forma de cruz?

25.- Aquí una digresión (lo siento @EmmaFogg7): La Granada simboliza la muerte y resurrección de Cristo. Evoca lo funerario desde tiempos de griegos y romanos. Símbolo que se incorporó a la iconografía cristiana en la Florencia renacentista.

26.- La raíz del símbolo se encuentra en la historia de Hades y Perséfone. El dios del inframundo, un tipo solitario, porque a la fuerza ahorcan, se encaprichó de su sobrina, la hija de sus hermanos Zeus y Deméter. ¿No queríamos incesto? Pues dos tazas.

27.- Un día que la muchacha recogía flores en un prado se le acercó de improviso, la agarró y arrambló con ella hasta los infiernos. Allá la convirtió en la reina del inframundo para que calentara su cama, le diera descendencia y hasta palique en las horas muertas

28.- Deméter, la atribulada madre, además de diosa de la tierra, dejó de dar cosecha por el disgusto y la hambruna sobrevino sobre los hombres. Intentando paliar el desastre, Zeus envió a Hermes, su chico de los recados, a negociar un rescate.

29.- La condición que puso Hades para liberar a la moza es que no probase bocado en todo el trayecto de vuelta a la superficie. Pero le oculto entre los pliegues de la túnica una granada. No pudo resistirse a un tentempié y se comió cuatro granos.

30.- Por el desliz Perséfone se vio obligada a vivir cuatro meses al año con su marido. El mismo número de meses en los que la tierra se apaga y no da fruto. Los meses de invierno en que Démeter llora y se vuelve infértil.

31.- El ciclo de las estaciones, de la muerte de los campos en otoño y de su resurrección en primavera se explicaba para los clásicos con esta historia de idilios, tretas de enamorados y suegros ariscos de los que quieren ver a su yerno ni en pintura.

32.- Como me veo con tiempo me dirijo a ver una exposición que lleva meses en marcha, pero a la que nunca hago caso: “Pinturas religiosas” de Antonio María Esquivel. Esta junto a la tienda de libros, un lugar de paso obligado para mí.

33.- Viendo “La caída de Luzbel” caigo, yo también, en la cuenta de algo que siempre había pasado por alto: ¿Por qué la figura del diablo es masculina? ¿No habíamos quedado en que es esta sociedad ha sido machista desde sus albores?


34.- ¿Por qué no una diabla, una Belcebuza, una demonia? Si era el ángel más hermoso de todos con más razón todavía. Yo he conocido unas cuantas que aportarían el prototipo sin excesivos problemas y podrían posar para Esquivel.

35.- En la obra que nos ocupa, el arcángel san Miguel, el general de los ejércitos celestiales, adquiere rasgos andróginos pero con una clara tendencia hacia lo femenino. Sin la panoplia militar (arma, escudo, armadura) es más fácil verlo.

36.- Su rostro ofrece dudas razonables, pero sus caderas anchas yo creo que las resuelven. Sin embargo Luzbel, que también es un ángel, y debería ser por tanto andrógino, es inequívocamente masculino.

37.- La lucha entre el bien y el mal tiene perfectamente delimitada la cuestión de los sexos para Antonio María Esquivel. Puedo razonar con tranquilidad, y hasta desbarrar, porque nadie más hay en la sala. Y eso que es un día con mucho tráfico humano en el museo.

38.- ”La Virgen, el niño Jesús, el Espíritu Santo con ángeles en el fondo” ofrece una nueva oportunidad para jugar al síndrome de Aníbal Lécter. Es fácil: el vestido rojo de la madre y la crucecita de madera que blande con orgullo el niño.


39.- La cartela del tercer cuadro de la mini exposición propone un juego a los visitantes. “El Salvador” es el cuadro que pinta Esquivel, en la ficción claro, en su obra más famosa: “Lectura de poema en el estudio del artista”, que está en una sala próxima.


40.- No sé yo. He debido entenderlo mal. Esta obra es un auténtico Who is Who del mundo del arte y la literatura en tiempos de Esquivel. No falta nadie, pero al Salvador no lo veo por ninguna parte. Juego a dónde está Wally hasta que me canso.


41.- Cuando enfilo la puerta de salida me acuerdo a tiempo de la principal razón que me trajo al Prado: un itinerario organizado por el museo por algunas de sus principales obras. Cuando acaba la exposición he cubierto el cupo fijado por d’Ors.

42.- En el viaje de vuelta en el 27 leo acerca del momento de la súplica de Andrómaca a Héctor con el hijo de ambos en brazos: deja la guerra a otros. Momento supremo de la “Iliada” y de la película “Troya”, la de Wolfgang Petersen, Brad Pitt y Eric Bana.

43.- Para los que han tenido la santa paciencia de leer el hilo hasta el final, un dato con el que poder lucirse con los amigos o la novia si un día caéis por el museo. Nunca es tarde si no ha ocurrido nunca. Volvamos al “Retrato con guantes” de Durero.

44.- Lo que se ve en el paisaje de la ventana es un lago de los Alpes. Dentro de él hay una ola. ¿Se produce oleaje en los lagos? No. Ese es el tema. Se cree que Durero refleja en ese detalle los efectos de un temblor de tierra del que fue testigo.

45.- Debió de ver el fenómeno cuando visitó Italia y quiso reflejarlo en su obra. Era una especie de Plinio El Viejo, un cronista de viajes con vocación científica y sociocultural, pero en versión gráfica en vez de literaria.

46.- Un aporte final, que siempre me callo porque aquí sois casi todos ricos y famosos, gente de nivel. Al Prado se puede acceder gratis acreditando que estás en el paro. Los muy canallas se lo callan pero sí. A cualquier exposición de titularidad estatal.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Rescates de Twitter (50) - El increíble caso de las hormigas yonquis

El increíble caso de las hormigas yonquis

1.- He blasfemado contra los toros. Y como penitencia me han impuesto editar cinco tuits sobre la protección de los animales. Es por ello que llega hasta sus TLs el increíble caso de las hormigas yonquis, otra producción de Stefano Mancuso.

2.- Es cosa sabida desde hace mucho que las plantas establecen alianzas con los animales en busca del beneficio mutuo. Es el mutualismo o simbiosis. Acuerdos en que ambas partes se consideran la parte contratante de la primara parte.

3.- Uno de los aportes más habituales, y celebrados, de las plantas al contrato que se establece son los nectarios, glándulas que segregan azúcares muy apreciados por insectos, reptiles y pájaros, sobre todo, aunque también por otros grupos de animales.

4.- Uno de los servicios más buscados por las plantas de los que les pueden ofrecer los animales (no solo insectos. Reptiles y pájaros también) es la polinización, por lo que suelen instalar dispensadores de néctar en las flores, para que durante el trasiego se embadurnen de polen.


5.- El otro es el de la paquetería de la semilla. Las plantas utilizan a los animales (incluido el hombre) como furgonetas de reparto de su simiente. En este caso, si hay recompensa (no siempre son agradecidas) es con los frutos.

6.- Ocurrió que hace un par de siglos los botánicos descubrieron que había plantas que tenían nectarios extraflorales, por ejemplo, en las axilas de las hojas, o en el tallo u otras partes de su anatomía. ¿Con qué propósito?


7.- Charles Darwin y Federico Delpino, un botánico italiano casi olvidado, debatieron durante años sobre el asunto. Su discusión epistolar revela su pasión por conocer, por encontrar respuestas y por convencer al que discrepa.

8.- Tenían posturas diametralmente opuestas. Opinaba Darwin, y hoy sabemos que no tenía razón, que los nectarios eran simplemente órganos excretores de sustancias de desecho o de eliminación de excesos de producción en las plantas.

9.- Según esta tesis, los nectarios florales habrían sido el resultado de la evolución de unos órganos secretores primitivos, aprovechando las plantas para camelar a sus potenciales socios con algo que ya no les servía.

10.- Opinaba Delpino que pensar que las plantas malgastaran tanta energía en fabricar sustancias tan ricas en azúcares, nutrientes y componentes químicos complejos para deshacerse de ellas era un absoluto disparate.

11.- La naturaleza obra siempre desde la regla del ahorro. El néctar, rico el sacáridos y en otras sustancias más complejas y sofisticadas, no podía ser el material sobrante o de desecho de las plantas, sino un producto manufacturado de forma deliberada y con un propósito siempre.

12.- Dedicó Delpino su vida profesional a descubrir los beneficiaros de los nectarios extraflorales, y encontró uno: Las hormigas. Las plantas con necatrios específicos para las hormigas se acabaron llamando mirmecófilas (murmex = hormiga; philos = amigo).

13.- ¿Para que disponen algunas plantas dispensadores de néctar para consumo de las hormigas? Para reclutarlas como servicio de seguridad privada, para propiciar su fidelidad con una soldada ajustada a sus ambiciones.

14.- Las hormigas enroladas en estos ejércitos privados “apatrullan” troncos, ramas y frondas y atacan con saña a los intrusos. Su pasión por el néctar puede hacer que luchen con tanta furia que hagan retroceder hasta a elefantes y jirafas.

15.- Algunas acacias proporcionan a las hormigas que enrolan bebida, sino también comida y hasta un lugar de residencia, unos pisitos preciosos. Así no hay hervíboro que se acerque a la planta. Es su hogar y su mercado de abastos y lo defienden a machete.

16.- Un ejemplo es la Pseudomyrmex ferruginea, una hormiga que vive en las espinas de la Acacia cornigera en América central. El pisito es de diseño, espacioso y con vistas al sotobosque. El árbol a sustituido la defensa pasiva por colectivos armados.


17.- Pero, aún hay más. El néctar, además de azúcares, contiene muchos otros compuestos químicos, algunos muy insólitos. El ácido Ɣ-aminobutírico (GABA). Es un neurotransmisor capaz de alterar el comportamiento de vertebraos e invertebrados.

18.- Se ha descubierto recientemente que las plantas reclutadoras de hormigas son capaces de alterar la composición del néctar que sintetizan para modificar a conveniencia el comportamiento de sus ejércitos. Por ejemplo, para hacerlos más aguerridos y agresivos.

19.- Son como el protagonista de “Breaking Bad”: Donde todos ven un inofensivo profesor de química de instituto acaba habiendo un experto cocinero de droga. El mejor alucinógeno de la frontera sur. Todo por asegurar la prosperidad de la descendencia.


20.- Es escribir esto y acordarme también de “La escalera de Jacob”, mi película preferida de Adrian Lyne, el director de “Atracción fatal”, “Flashdance” y “Una proposición indecente”. Un pelotón en la guerra de Vietnam es sometido a un experimento para hacerlos más feroces.


21.- El film roza el género de terror y es puro desasosiego. La sustancia que altera el comportamiento es suministrada a través de los porros que fuman los soldados. Mira tú por donde este argumento ya se les había ocurrido a las acacias.

22.- La pregunta que hay que hacerse es la siguiente: ¿Nos sigue pareciendo simbiosis o la relación la etiquetaríamos tal vez como de amo-esclavo? Por si alguien duda todavía de cual es la respuesta correcta ahí va otro tuit:

23.- Las plantas son capaces de incorporar a la receta del néctar sustancias que provocan dependencia en los consumidores. Las hormigas se convierten en peligrosas yonquis que van asaltando a los paseantes que caminan por las plantas para poder costearse otra dosis.

24.- ¿Deberían los defensores de los animales ponerse a segar los campos y talar los bosques? Yo mejor no doy ideas que esta gente a veces es muy radical. Me limito a cumplir mi penitencia. Tú dirás si me das el visto bueno. ¿Uno de cinco?

Carta para Emma 6

Carta para Emma 6

Anoche te escribí una parrafada en la que me intentaba defender de tu “acusación” (lo pongo entre comillas porque sé que tiene una componente de juego, aunque también que no acabas de creerme del todo). Cuando la releí después de enviártela vi que me había comido una frase al escribir según me dictaba la cabeza. Copié el texto para poder reescribirlo y corregirlo en otro mensaje. Borré el antiguo. Y mientras ultimaba el nuevo cliqué por error en la carita de los emogis y mi PC se quedó como alelado. Le pasa a veces. Me dio tanta rabia que di por perdido el texto y te escribí un mensaje mucho más corto de buenas noches. El caso es que creo que aunque borre mensajes en tu pantalla de MDs persisten. Los que tú borras para ocultar tu rastro de miradas terceros aquí siguen. Si es así, si has podido leer la parrafada, tengo que desdecirme. Creía lo que decía según lo escribía, pero me engañaba a mí mismo. Lo he estado pensando esta noche y tienes parte de razón. La parte esencial. Escribí el hilo para que supieras que me gustabas. Lo hice sin esperar reacción alguna por tu parte, más bien temiendo que la hubiera. El amor se me da fatal y siempre acabo sufriendo, lo anhelo pero le tengo mucho miedo. No era tirar la caña porque daba por sentado que no ibas a picar, sí quizás querrías tener una relación de amistad. Creo que ya te expliqué una vez, que para mí decirle a una mujer que me gusta es algo embriagador, resultado de tantos años de amar a más de una mujer y tener que callarlo. No se lo digo a todas, y procuro ser lo menos invasivo y ofensivo posible cuando lo hago, sólo a las que me parecen extraordinarias. Me dijiste una vez, muy al principio, que me inflamaba rápidamente, y tienes razón. En mi estrategia contigo no era explícito, era un mensaje en una botella. Tu pensarías, “Mira, un hilo de ahuehuetes, qué coincidencia, justamente el otro día hablamos de eso. Y si me estaba tratando de decir…”•. Pues sí. Alguna vez he dicho que gracias a Dios mi éxito con las mujeres es ínfimo porque muy seguramente sería sin poder evitarlo, con muchos remordimientos también, un hombre infiel con mis parejas. En realidad lo he sido, a grandes rasgos, con las que he tenido. Nunca he amado a dos mujeres a la vez, aunque han habido otras que me atraían mientras he tenido pareja. ¿Mi fidelidad se ha debido a mi escaso éxito? Tal vez. Quiero pensar que no y casi me convenzo. Soy muy dado a los gestos románticos de renuncia. En realidad no hay una componente sexual en este juego, lo cual a lo mejor lo hace más grave. Adoro como me hacen sentir las mujeres que me gustan y hacérselo saber es una tentación, parte dl gozo. Me encantan las mujeres. En algunas de mis fantasías soy el dueño de un pequeño harén y estoy enamorado de todas. Tiene que ser pequeño porque tengo que poder individualizarlas en mi fantasía, se trata de estar en compañía nutrida de almas no de cuerpos, aunque también esto último, ya que la belleza física lo hace todo más fácil. Sé que es un disparate, pero quiero ser sincero, esa fantasía existe. Y hay una variante muy perversa: Me encantan las negras y alguna vez he fantaseado con que soy el dueño de una plantación de algodón con acceso ilimitado a las esclavas, a las que libero a todas y cada una y acabo honrando como merecen. Se trata de que me amen no de que hagan el amor gratis y da forma sumisa. La mía es una sed de sentimientos no de sexo, aunque use a los primeros para satisfacer mis necesidades de lo segundo en mis secesiones a solas. Gracias a Dios nunca ha podido dejar de ser una fantasía, ni siquiera con solo dos mujeres. Creo, y desgraciadamente los hechos me dan la razón, que los hombres son (qué curioso, he escrito son y no somos, me doy cuenta al releer para corregir, como si me sintiera excluido y al margen del colectivo. Algo hay de eso) más o menos infieles, al menos de pensamiento, en la medida en que tienen éxito con las mujeres. Piensa en un hombre conocido que sea especialmente seductor y lo más probable es que haya tenido un historial de infidelidades que haya destrozado su vida o la haya puesto patas arriba en algún momento. En realidad es una maldición, aunque sea muy divertido a corto plazo, se acabo convirtiéndose en tragedia a medio plazo, si es que hay conciencia. No, no eres la primera a la que le digo que es linda ni serás la última. No sé si decir que lo pienso de veras, que eres magnífica, que no bromeo cuando digo que me derrito cuando te oigo hablar en francés o italiano, y que ni siquiera tiene que ser a mí, porque no eres algo que quiera poseer sino disfrutar, sirve de disculpa. Pero lo importante, yo al menos lo veo así, es que llega un momento en que esa persona con la que juegas, en el sentido más inocente del término, como si fuérais dos niños fingiendo ser mayores, te llega a importar y tratas de ser honesto con ella y tratas de protegerla de todo, incluso de ti mismo. Principalmente de ti mismo. No, lo más peligroso de mí no es que sea un hombre potencialmente infiel o un mujeriego (esto último es un contradiós pero, como tu sueles decir, vamos a aceptar pulpo…), sino que tengo muy poco que ofrecer. Hasta hace unos años al menos algo de juventud, ahora ni eso. Te puedo querer hasta lo indecible, pero no te podré dar otra cosa. Si eso no es suficiente, y sé que no lo es, te acabaré decepcionando o aburriendo con el tiempo. No serías la primera que me apartaría de su lado tras un principio prometedor. A lo concreto: ¿Tiré la caña? La respuesta es sí. Me cuesta admitirlo pero sí. No pude evitarlo. Esa prestancia, esa distinción, ese savoir faire (¿lo he escrito bien?). Eras demasiada tentación. Tiré la caña, lo admito, aunque no como algo planeado y, desde luego, jamás pensé que fuera a pescar un pez espada tan magnífico en un simple riachuelo de montaña. Tu eres una criatura marina, las aguas continentales se te hacen demasiado estrechas para tanto como te gusta nadar.

Phileas Fogg
23 de septiembre de 2018

Posdata: Lo sé, no te gustan los párrafos demasiado largos y densos. El problema es que a mí sí y soy yo quien escribe. Chincha rabiña.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Rescates de Twitter (49) - El subsuelo de Madrid

El subsuelo de Madrid

0.- A continuación va un hilo. Me podéis hacer unfollow porque va a ser largo. Se lo dedico a alguien que no se cree que escriba hilos pensando en ella. Creo que le va a a gustar. Así que, va por tí, esta vez de forma oficial.

1.- Supongo que conocéis la anécdota. En la gira de promoción de una de sus películas, no recuerdo cual, si dirigía o actuaba, a su paso por Madrid le preguntaron su opinión sobre la ciudad.

2.- Danny de Vito no tuvo que dejar de sonreír para sonar demoledor. Los puñetazos que más duelen son los que te propinan con una sonrisa: "Espero que algún día encontréis el tesoro. Siempre que vengo estáis cavando en algún sitio".

3.- Hay una versión aún más ingeniosa de la frase, más contundente pero al mismo tiempo con un resquicio por el que poder colar una disculpa. No recuerdo su autor: "Preguntadme cuando la hayáis terminado".

4.- ¡Ay, las obras en Madrid! ¿Son para enmendar la fealdad? ¿Una consecuencia del afán de mejorar? Lo cierto es que los más ingeniosos llegaron a proponer la caminata por una acera de Madrid como disciplina olímpica, y razón no les faltaba.

5.- Lo cierto es que a Madrid siempre le ha faltado quien le haga piropos. La tacañería en este apartado de quienes han opinado sobre ella es proverbial. Aunque, reconozcámoslo, no es la ciudad más resultona del mundo, ni siquiera cuando las obras dan tregua.

6.- Y sin embargo, como intuía Danny, Madrid tiene tesoros ocultos en su subsuelo. Así es como titulé una serie de mi blog hace muchos años, con la idea de dárselos a conocer al señor de vito y resto de escépticos. Me quedé en la tercera entrega porque uno se cansa de usar la pala.

7.- Si hubiera proseguido con la serie habría terminado hablando del "Puteal de la Moncloa". Jajaja, no, no va de eso. Resulta que la mejor copia de los frisos del Partenón de Atenas está en Madrid. ¿Cómo lo veis?

8.- ¿Y qué narran los relieves del Partenón? Lógicamente, la génesis de la ciudad es uno de los temas principales, y el advenimiento de la propia Atenea, diosa protectora de Atenas, está íntimamente relacionado con ella.

9.- Zeus era el rey del Olimpo porque había liderado con éxito la rebelión de la tercera generación de dioses frente a la segunda, la de los titanes, que lideraba Cronos, su padre.

10.- Cronos también había alcanzado el poder tras someter a su padre, el abuelo de Zeus. Tuvo que planearlo con minuciosidad y astucia, porque Urano, el firmamento, era un tipo iracundo y poderoso. Era vencer o morir.

11.- El mal carácter de Urano fue una de las razones de su caída. Gea, la tierra, estaba harta de sus maltratos. Cada noche bajaba del cielo para violarla y engendrar a un nuevo titán o a algún ser monstruoso: cíclopes, centímanos (seres con cien brazos), etc.

12.- Urano era un tipo duro de pelar, en sentido estricto. Pero Gea le dio a Cronos el arma perfecta: una hoz de adamantium. Si no os suena el metal que sepáis que tenéis un cero en conocimiento Marvel.

13.- Una noche que Urano bajó a yacer con su esposa, Cronos aprovechó el momento de esplendor genital de su padre para cercenar sus atributos varoniles. El reguero de sangre y semen que bañó la tierra engendró en ella nuevos seres de pesadilla. Pero iban a ser los últimos.

14.- Con el serio déficit infligido en su nivel de testosterona, Urano dejó de ser una alternativa seria en la lucha del poder. Titanes y cíclopes se convirtieron en la nueva mafia que lideraba el cotarro. El don, por supuesto, iba a ser Cronos.

15.- Cronos se casó con su hermana Rea, otra titana, y la historia amenazó con repetirse en bucle. Pero, como no hay lecciones más fáciles de aprender que las que uno mismos e imparte, Cronos decidió comerse a sus propios hijos nada más eran engendrados. Ni un tictac de segundero.

16.- Fue con Zeus, el benjamín de la estirpe de los dioses del Olimpo, con quien se paró el reloj. Su madre Gea, sustituyó a su hijo por una piedra nada más parirlo, que dio a comer a su esposo para que distrajera su hambre de poder.

17.- Zeus fue criado por su abuela Gea en una caverna de las Montañas del Ida, en la isla de Creta, a salvo de la ira de su padre. Cuando creció declaró la segunda guerra civil en los cielos, de la que salió victorioso y dueño y señor de cuanto existe.

18.- ¿Era posible un tercer ciclo de la historia? Ciertamente. Pero Zeus era más reflexivo que su padre y que su abuelo. En cuanto a apetito sexual andaba como poco a la par. Y bien está que fuera así porque si no los artistas habrían tenido la mitad de temas para inspirar sus obras.

19.- Un comité de adivinos y expertos, liderados por su madre y su abuela, informaban a Zeus acerca de con quién no debía fornicar si es que no quería engendrar un hijo más poderoso que él que pudiera destronarle.

20.- Sobre Metis, una ninfa marina que se convirtió en su primera esposa, o sea, la hembra con la que primero empezó a repetir fornicio, le advirtieron que estaba destinada a parir un coloso, así que cuento la dejó encinta le dio matarile. No se privó de catarla.

21.- Como Conocemos los gustos de Zeus ya nos hacemos cargo de que era hermosa. Pero es que además era la persona más inteligente que existía. Además, era bondadosa y valiente. Había secundado a Zeus en su revelación. Normal que tuviera querencia por su cama.

22.- Con todo y con eso, nada iba a salvar a Metis. Zeus refinó la crueldad de su padre: en vez de esperar a que la amenaza fuera parida para poder engullirla, decidió tragarse enterita a la madre embarazada. Aníbal Lecter haría un guiso prodigioso inspirándose en esta historia.

23.- Al poco de engullirla Zeus empezó a sentir un dolor de cabeza insoportable. Su cerebro era incapaz de digerir la superior inteligencia de su amada. Le estallaba el cráneo, que de repente parecía demasiado angosto para tanta sabiduría nueva.

24.- Chillando de dolor llamó a su hijo Hefesto (Vulcano), el chapuzas del Olimpo, que siempre llevaba consigo un hacha. "Ábreme un tajo en la cabeza, que no puedo soportar lo que tengo dentro".

25.- Aunque temblaba de miedo al hacerlo, obedeció a su padre. Y del agujero en el hueso surgió Atenea, como si de un truco de magia se tratase, imponente, completamente armada con armadura, casco y lanza. Bella e inaccesible desde el minuto cero de su existencia.

26.- El pobre Hefesto, taciturno, feo y cojitranco, cual marqués de Bradomín, se enamoró de su hermana nada más verla. Venga, vamos, a estas alturas ya sabemos que el incesto no era un tabú de mucho uso en el Olimpo.

27.- "Entrégamela" le rogó a Zeus. Éste sonrió enigmático, porque sabía de antemano el desenlace, y le contestó: "Que ella decida". ¡Por fin una mujer a la que le dan alternativas! La que eligió ella fue ser virgen por siempre jamás, porque los hombres damos mucha lata.

28.- Hefesto, avergonzado, no pudo reprimir su excitación. Aquella mujer daba casi más miedo que placer al contemplarla. Mientras su padre chorreaba sangre desde el cuero cabelludo que salpicaba la tierra a su alrededor, él chorreaba semen desde su miembro, erecto en vano.

29.- O quizá no. Gea, siempre presta a engendrar vida de todo aquello derramado sobre ella, engendró con el semen de Hefesto a Erecteo (atención al nombre), el primer rey de Atenas, cuya primera piedra debió situarse en el mismo lugar de los hechos.

30.- Todo esto está narrado en los frisos del Partenón, junto a otras historias, que tal vez den para otro hilo cualquier otro día. La copia más hermosa de este fragmento está labrada en una piedra cilíndrica, "El puteal de la Moncloa", un hallazgo arqueológico madrileño.



31.- Se trata del pretil de un pozo que actualmente se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional, en la mismísima Castellana, a medio camino del Prado al Bernabéu. Si hay una calle con poderío es esta. Mira, ya me he venido arriba como madrileño.


32.- "Cusha", Danny. Para conocer los frisos del Partenón no tienes que viajar a Atenas. Ni siquiera a Londres. Te basta con darte un voltio por los madriles, aunque tengas que sortear zanjas. Cavamos y, a veces, encontramos tesoros. Qué razón tenías, bribón.

33.- Y tú, no vuelvas a decir que es mentira que escriba hilos para que tus los leas. Ahora tengo 1110 testigos que pueden corroborarlo en sede judicial. Lo que yo digo va a misa. Otra cosa es que Pdr Snchz tenga a bien televisarlo.

34.- Si alguien está interesado en tener algo más de información sobre el “Puteal de la Moncloa” o la historia que narra su relieve, le remito a mi blog: http://rokko69varikyno.blogspot.com/2017/10/retorno-al-prado-19-el-prado-en-el.html


Rescates de Twitter (48) - Sofonisba Anguissola

Sofonisba Anguissola

1.- Un detalle insignificante de la biografía de Leonardo que he leído hace poco, la de Walter Isaacson, que me llamó poderosamente la atención al saberlo es que Cecilia Gallerani, la famosa dama del armiño de Leonardo, va vestida a la española.


2.- Sabía que España fue una vez el país más influyente de Europa, el que imponía los cánones, imponía las modas, el idioma que había que hablar, pero no que los había sido tan pronto como en la última década del siglo XV.

3.- Una generación después, Felipe II, siendo aún príncipe, el soltero más cotizado del continente, desembarcó con su séquito en Inglaterra para desposarse con María Estuardo, a la que la propaganda anglicana apodó Mary la sanguinaria.

4.- Los cortesanos ingleses, que se veían invadidos por aquellos tipos hoscos y orgullosos, también encontraron un apodo despectivo para los españoles. Les llamaban la bandada de cuervos porque iban vestidos a la española, completamente de negro.

5.- Quizá el retrato más famoso de un "cuervo" sea el del propio Felipe II, ya viudo de Blody Mary y de las otras dos esposas que la sucedieron en el trono. Completamente de negro, la única nota de color en su indumentaria es el Toisón de Oro que cuelga de su cuello.


6.- Es un retrato que rompe moldes. Ni un solo detalle acerca de quién es el retratado, de cuál es su poder, sus capacidades o sus logros. Que Felipe II era el dueño del mundo era algo que todo el mundo ya sabía y no necesitaba pregonarlo a través de la propaganda del arte.

7.- Durante siglos se creyó, seguramente por un olvido intencionado, que esta maravilla era obra del principal retratista de Felipe II, Alonso Sánchez Coello. Costó recordar la verdad de su autoría: Sofonisba Anguissola, la pintora de Cremona.

8.- Un siglo, o así, lleva Sofonisba reclamando a grandes maestros la autoría de cuadros. La próxima obra maestra que recuperará para su currículo será la otra dama del armiño (en realidad un lince) de la historia de la pintura, la que extrañamente se atribuye a El Greco.


9.- El arte en general, y El Prado en particular, le debe un homenaje a esta mujer. El País Semanal le dedicó el pasado domingo este artículo. Poquito a poco vamos progresando. https://elpais.com/elpais/2018/08/14/eps/1534258273_152802.html

10.- Por cierto, hablando de Leonardo, del Prado y de marginación. El año que viene se cumplirá el quinto centenario de la muerte de Da Vinci. Otro detalle curioso de la biografía de Isaacson: califica a la Gioconda del Prado como la mejor copia de La Mona Lisa.

11.- Después de que la restauraran la versión del Prado ha pasado de ser una obra intrascendente, una curiosidad friki, a aspirante a obra maestra. ¿Seguro que es una copia? Cómo me gustaría que el regalo del Prado a Da Vinci el año que viene fuese un zasca en los morros al Louvre.

Rescates de Twitter (47) - El Prado disperso

La Generalitat ‘devuelve’ al Prado siete cuadros
El País / Carles Geli / 20-7-2018

Como no hay dinero para conservarlos, devuelvo los cuadros. Eso es lo que ha comunicado la Generalitat al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), al que ha hecho saber que, por motivos económicos, no puede asumir las condiciones de conservación y de seguridad de los siete lienzos que la institución judicial tiene en depósito en su sede, cedidos por su propietario, el Museo del Prado, desde hace más de un siglo, por lo que va a solicitar la remoción de las obras.

El episodio arrancó cuando la pinacoteca estatal remitió recientemente una carta a cerca de 400 instituciones para comunicarles que debían cumplir unas “especificaciones técnicas” en el cuidado de sus obras cedidas, referentes, entre otros aspectos, a las condiciones de humedad y luz. Según fuentes judiciales, el Servicio de Museos y Protección de Bienes Muebles del Departamento de Cultura de la Generalitat aseguró que las condiciones de conservación que exigía el Prado no podían ser asumidas, en tanto el Palacio de Justicia no reunía las condiciones de un edificio destinado a funciones museísticas.

Al no poder costear los requisitos técnicos solicitados, la Generalitat, a través de la secretaría general del Departamento de Justicia, hizo saber el pasado 13 de junio al TSJC que pediría el levantamiento de dicha cesión.

Ante ello, el alto tribunal catalán solicitó el pasado día 3 al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que estudiara asumir el depósito de esos cuadros para poder seguir manteniéndolos en su sede, de cuyas paredes cuelgan desde, al menos, 1907, e iniciara conversaciones con la pinacoteca en esa línea.

“Las condiciones que impone el Prado no son muy distintas de las que gozan actualmente los lienzos, ni éstos han sido trasladados o se han visto afectados por obras en el edificio”, aseguraba ayer a este diario una portavoz del TSJC, que sostiene que las “condiciones lumínicas y ambientales durante todo ese tiempo no han generado, al menos, deterioro alguno visible. También descarta riesgos de sustracción ya que casi todos ellos están en dependencias “permanentemente vigiladas” y con medidas de seguridad, amén de que, mayormente, están alejadas al tránsito de público.

La portavoz afirmó que desconocía la cuantía del gasto que implicaba la conservación de los cuadros en tanto “eso lo ha pagado siempre la Generalitat”. Este diario no pudo recabar ayer información al respecto del Departamento de Justicia.

Cedidos desde 1866

Los siete lienzos de titularidad del Museo del Prado que alberga el Palacio de Justicia de Barcelona en su sede del paseo Lluis Companys son Camino de Los Villares, de Enrique Romero de Torres; Esperando la consulta, de Rafael García Guijo; Isabel la Católica presidiendo la educación de sus hijos, de Isidoro Lozano; Lago de Como, de Eliseo Meifrén; El primer balazo, de Enrique Esteban; San Esteban, después de su martirio, en las catacumbas, de Eduardo Soler, y Vuelta del asistente de un oficial muerto en la guerra de África, de Carlos María Esquivel.

Las telas llegaron a Cataluña cedidas por el Prado en dos entregas: la primera, en abril de 1866, con destino inicial a la Real Academia de Bellas Artes de San Jorge, de donde pasaron en un momento determinado a la Audiencia; la segunda, en enero de 1907. En realidad, la pinacoteca estatal tiene cedidas a cerca de 600 instituciones de todo el territorio español más de 3.000 piezas, 267 de las cuales están en Cataluña, repartidas entre 23 instituciones. La supervisión técnica de las mismas está en manos del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).


Entre aquellas dos entregas, los cuadros cedidos fueron 10. También estaban La vuelta de las hadas al lago, de Dioscoro Teófilo Puebla y Tolín; La heroína de Peralada, de Antonio Caba, y La muerte de la virgen, de Antonio Palomar. Esta última es la única que no está localizada. Ninguna de las tres estaría, en principio, en la sede del TSJC. El CGPJ ha pedido al tribunal que le informe de la posible existencia de obras, y sus condiciones jurídicas, en otras dependencias judiciales.

El Prado disperso

1.- A mí me hacen feliz. Un problema menos cuando llegue la independencia.

2.- Hace años el Prado organizó una exposición sobre la familia Bassano, pintores venecianos del renacimiento. La joya de la muestra era un cuadro del patricarca, una fragua de vulcano. Un primor de cuadro.


3.- Lo acababan de descubrir en el rectorado de una universidad de Barcelona. Pertenecía a eso que llaman el Prado disperso, préstamos, muchos realizados hace décadas o siglos, algunos traspapelados.

4.- Hete aquí que el Prado tenía una obra maestra de Bassano y nadie lo sabía. Le pidieron al rectorado que les devolvieran el préstamo para unas pocas semanas, por favor y sin alzar mucho la voz, pero la obra jamás volvió al principado.

5.- Hace un par de décadas o así, el Prado se embarcó en un proyecto de proporciones casi bíblicas: averiguar exactamente qué es lo que tenía prestado por toda España. El esfuerzo no ha parado de dar sorpresas desde entonces.

6.- Pone los pelos de punta ponerse a pensar la cantidad de obras maestras del Prado que se han perdido porque nadie sabía dónde estaban o, peor aún, porque ni siquiera había recuerdo ya de su existencia.

7.- ¿Y si una institución se niega a devolver un cuadro? Pues el algo que nadie tiene claro. Es un melón que el estado no quiere abrir por nada del mundo.

8.- Por eso es para felicitarse que a la Generalitat el odio a España les nuble tanto las meninges como para que se avengan a devolverle cuadros al Prado sin presentar si quiera batalla.

Rescates de Twitter (46) - Las mimosas

Las mimosas


1.- Estoy en la biblioteca. No he podido resistir la tentación. He pillado la biografía de Estambul de la que hablé ayer. También un libro de Stefano Mancuso: "El futuro es vegetal" (Galaxia Gutemberg. 2017).

2.- Mancuso está considerado como la máxima autoridad mundial en el campo de la neurobiología vegetal. ¿Y eso que es? Pues, más o menos, el equivalente a la etología (ciencia que estudia el comportamiento de los animales) dentro del ámbito de la botánica.

3.- ¿Estoy diciendo que hay gente por ahí, en su sano juicio, que cree que las plantas piensan? Como sé que la pregunta está hecha con malicia, no siento remordimientos al responder con un sí, y añadir que además tienen pruebas.

4.- Es más, no solo piensan sino que además padecen. Cómo se enteren los animalistas veo a la humanidad en un par de generaciones teniéndose que alimentar de las piedras. Habrá que recortar los gatos de investigación en el campo de la geología, por mero afán de supervivencia.

5.- Últimamente me ha dado por leer libros sobre botánica y ecología. Mancuso es solo la máxima vedette mundial actual en ese campo. Si abres cualquier libro reciente sobre esas materias, no solo los de Mancuso, lo más probable es que el autor te acabe hablando de las mimosas púdicas.

6.- La Mimosa pudica es una plantita prima hermana de las acacias que adornan las calles de Madrid que causa sensación en los jardines botánicos. Hace algo increíble: reacciona cuando se la toca.



7.- Por una de esas casualidades de la vida yo las he visto en su hábitat natural, en Ceilán. Era como uno de esos hierbajos que aquí crecen en las cunetas de los caminos. Las veías entre los campos anegados para el cultivo de arroz. A veces un buey llegaba y se las comía.

8.- Lo cierto es que tocarlas crea adicción, por más que te digan que no sigas haciéndolo no puedes evitarlo. Acostumbrado a que el universo ni se inmute por tu existencia es perturbador que una planta te diga: "Sé que estás ahí, y que sepas que estás siendo impertinente, so sobón".

9.- A una profesora de la universidad australiana se le ocurrió experimentar con la mimosa púdica. Sometió a varios ejemplares a situaciones que las causaran estrés. Dejarlas caer, golpearlas, y perrerías así. Sin dañarlas, claro, somos ecologistas.

10.- Después de repetir el experimento varias veces, algunos ejemplares (¿las más listas?) dejaban de reaccionar al comprobar que aquello que les hacían podía provocar canguelo pero no traía consecuencia. Al final ninguna replegaba las hojas. Hasta las más torpes aprendían.

11.- Decir que las plantas aprenden solo por ese experimento quizá sería ir demasiado lejos, pero parece ser que es algo que está bastante contrastado. Quizá hasta comprobado. Demostrado no porque las demostraciones son solo posibles en matemáticas.

12.- Nuestra amiga, la botánica australiana, sometió a las simpáticas mimosas a los mismos experimentos y otros diferentes al cabo de un tiempo. Seguían sin reaccionar a los que ya conocían. ¿Eso significa que tienen memoria? ¿Pues qué sino?

13.- Quien sea veterano de los reportajes de La 2 sabrá que las acacias de las sabanas africanas se comunican entre sí. Cuando una de ellas está siendo ramoneada por una jirafa emite sustancias químicas al aire para avisar a sus congéneres de que hay un herbívoro en la zona.

14.- Inmediatamente las acacias cercanas al captar el mensaje químico sintetizan venenos que acumulan en las hojas más tiernas. Resistencia pasiva grupal. No les queda otra.

15.- Si esto no fuera Twitter, si me pudiera explayar todo el día sobre un asunto, si no hubiera gente ahora mismo haciéndome unfollow como cada vez que me pongo pesado con un hilo, os hablaría del tipo que descubrió que el césped chilla cuando lo están segando.

16.- Pero vayamos a lo mollar: ¿Con que órgano piensan las plantas, donde almacenan la información, como la procesan, por qué se deciden por una estrategia determinada tras recibir un estímulo? A responder eso es a lo que se dedican Mancuso y sus colegas.

17.- A Konrad Lorenz, Niko Timbergen y Karl von Frisch les concedieron un Nóbel por parir la ciencia de la etología. ¿Son Mancuso y el resto de neurobiólogos vegetales señeros futuros premios Nóbel? A mí no me extrañaría nada.

18.- Ahora es cuando releo lo que he escrito de forma compulsiva y se me llevan los demonios ante tanto error ortográfico y tipográfico.


Rescates de twitter (45) - El pino de Platero

El pino de Platero

1.- En lugares muy marginales de los periódicos de estos días se ha hablado de la finca de Fuentepiña, en Moguer (Huelva). Sus actuales propietarios la han puesto a la venta con un precio de millón y medio de euros y la Junta de Andalucía se ha echado las manos a la cabeza.

2.- ¿Y qué le va a la Junta en el asunto? ¿Qué tiene Fuentepiña que merezca su atención (en realidad la de todos)? Fácil, en ella Juan Ramón Jiménez se recuperaba de sus depresiones y ansiedades. Durante una de sus convalecencias en ella dice la tradición que escribió "Platero y yo".

3.- La leyenda añade otro dato espectacular (al menos para mí): al pie de uno de los pinos piñoneros que pueblan el predio, el Nóbel enterró con sus propias manos al burrito que protagoniza su poema.


4.- Ninguna guía de árboles singulares de España que se precie de ser rigurosa puede dejar de incluir al pino de Platero. Sin ser extraordinarios, los datos biométricos del árbol son notables: bicentenario; 19 m de talla, 27 m de envergadura de copa, 3,6 m de perímetro de tronco.

5.- Si se bucea en las crónicas se averigua enseguida que muy cerquita de allí existía hasta hace pocos años un pino mucho más grande, de envergadura tan sobresaliente que los marineros de la zona lo utilizaban como faro viviente, para saber la ubicación de la costa.

6.- Dice la Junta que 1,5 millones es un precio fuera del mercado, pero cualquiera que haya estudiado algo de valoración forestal y, mire usted por donde, yo lo he hecho, sabe que el factor más determinante en el precio de venta de una finca es el aprecio del dueño y el comprador.

7.- ¿Está enterrado Platero al pie del pino? Quizá bastaría con cavar para averiguarlo. Los que saben del asunto dicen que, como poco, es una afirmación verosímil. Parece ser que Platero no fue un solo burro sino varios que acompañaron las soledades de Juan Ramón en Fuentepiña.

8.- No quiero ser grosero (O quizá sí, porque el tema me cabrea un poco), pero más se ha gastado la Junta en surtir de coca y putas a sus ahijados políticos. Es loable que sea rácana con el dinero público. Pero debería serlo en todos los apartados, también en el de festejos privados.

9.- La suerte que tenemos en este asunto es que Fuentepiña no es como un cuadro, un elemento arqueológico, etc., que se pueda transportar a través de la aduana empobreciendo el patrimonio cultural de España, algo bastante más habitual de lo que nos dicen.

10.- Aunque tampoco demos ideas. En Nueva York están los dos claustros románicos españoles completitos que se llevó el ciudadano Kane de Orson Welles porque aquí no había nadie que los apreciara tanto como él.

11.- Luego si Fuentepiña la compra un guiri, o algún español no tan respetuoso con el legado de Juan Ramón, y hace lo que se suele hacer con la propiedad, lo que a uno le dé la gana, tampoco nos quejemos.

Propina: Cuando pensaba que ya no quedaban primaveras, llegaste tú, con orquídeas enredadas en el pelo y tus sandalias de lluvia como calzado. Y si septiembre se va vistiendo de octubre mientras recorre el calendario, es mayo quien me acompaña en mi paseo bajo los arces #TuitPoemaEnObras

Alternativa: Cuando pensaba que ya no quedaban primaveras llegaste tú, con orquídeas enredadas en el pelo y sandalias de lluvia como calzado. Y si septiembre se va vistiendo de octubre al recorrer el calendario, es mayo y no otoño lo que tiñe de rojo la fronda de los melojos #TuitPoemaEnObras

Carta a Emma 3

Carta a Emma 3

Son las cuatro de la madrugada y estoy escribiendo a mano con un boli bic en un cuaderno espiral tamaño cuartilla, a la lumbre de una lámpara a cuyo cobijo de la penumbra escribía también mi padre. Es su mesa de despacho. El salón está en silencio, sólo hablan los recuerdos de la gente que ha vivido aquí y los de tu existencia espectral en mi cabeza. Alzo la mirada del papel para poder describirte lo que me rodea y ésta se tropieza con una fotografía n marco de plata de mis abuelos. Ella es una señora que va de negro, como las mujeres de los pueblos en el NODO, y él un militar con estrellas de general en las hombreras de la casaca. Justo al lado hay una foto de mi madre sosteniendo en brazos a mi hermano cuando aún no tenía ni dos años. Bueno, en realidad el marco está vacío, pero esa es la foto que debería haber dentro. Se mezcla con el presente los recuerdos del pasado de los inquilinos del inmueble y las acechanzas del futuro, haces de humo que ahora mismo se arremolinan en torno a la idea que de ti tengo. No recuerdo cuando ni por qué se suprimió aquella foto tan bella de la mesa de mi padre, pero la tengo memorizada. En algún lugar de la casa andará. Alguien la habrá birlado quizá para hacerse un rosario de momentos vividos.

Hoy me he despertado otra vez en mitad de la oscuridad a pesar de la ventana abierta. Pero esta vez no estabas ahí. Quiero decir que no estaba pensando en ti cuando se ha concretado la primera idea en mi cerebro. He sentido que se me agarrotaba el gemelo de la pierna izquierda. ¿El inicio de un calambre? Duermo sobre las sábanas, no bajo ellas y los amaneceres empiezan a ser frescos. Justo cuando acudía el dolor en estampida, como un rebaño de toros bravos en un encierro para embestir y cornear la carne humana, la imagen de tu cara ha venido en mi socorro, tu rostro sonriente ha permitido que el músculo se relajase. Cómo no s si este escrito va de incitar a que se humedezcan tus ojos o a que te humedezcas a secas, valga la paradoja verbal y conceptual, no sé si decírtelo. Sea: Una parte de mí ha perdido la rigidez y otra la ha adquirido ipso facto. En la fantasía que ha llegado en tropel tras recordar tu rostro, y que imagino que se ha escurrido hacia la consciencia desde sueño que debía estar teniendo, tenía una mano en cada una de tus nalgas, tersas redondas y sonrientes, y botaban contra mi pubis como dos pelotas de baloncesto contra el parquet. ¿Qué malabarismo de Globbertroter es éste? Ale, preciosa, a machacársela otra vez como estrategia para paliar tu ausencia. Esto es un sin vivir, no te haces. O quizás es justo lo contrario, un vivir a todas horas hasta la extenuación. Para estar contigo (es un decir) hay que ser un atleta de la palabra, la emoción y la calistenia. Y, digo yo, ¿no te da rabia que si pienso en tu carita no sea en tu carita en lo que pienso? Tú ya me entiendes. No estoy tratando de redactar frases capicúas sino de escribir con eufemismos por si hay moros n la costa en la playa de tu lectura. ¿No te molesta que si un rostro sonriente con dos mofletes rotundos me rescata del pozo del dolor no sea exactamente del todo el tuyo? ¿Qué podríamos hacer para remediarlo? Ni lo formulo ni reitero la petición para que te enfurruñes. Supongo y espero que hayas comprendido mis sobreentendidos y, por el contrario, espero también que no todos estos señores que viajan de polizones en esta carta. En resumen, ha habido sexo en singularidad hibridado con extrañas reflexiones. Y para hacerlo todo más rocambolesco, he empezado a narrarte una historia para entretener a tu doble con cuerpo espiritual que yacía junto a mi cuerpo, que era n un 95% tan solo carne. Tenemos que debatir la conveniencia de igualar porcentajes en la próxima reunión vecinal de propietarios de mis sentimientos.

Aún son las cinco y media y tal vez me dé tiempo a volver a contártela. Ocurrió cuando estaba en quinto de carrera. Bueno, más o menos, todos repetimos montones de asignaturas y era bastante frecuente que estuviéramos matriculados en un mismo año en hasta en asignaturas de tres cursos diferentes. Yo entonces purgaba el recuerdo de Susana, mi primer gran amor, la primera propietaria del apartamento que tú ahora ocupas. Penaba por los pasillos de la escuela por su ausencia (dejó la carrara cuando estaba en segundo de segundo) y en mi ir y venir me tropezaba constantemente con una morenita que parecía un ratoncillo. Victoria. No, que digo que ese era su nombre. Era pequeñita y adorable. Inquieta, siempre celérica y en movimiento. Cuando ya fuimos novios teníamos una broma privada. Si quedábamos y la estaba esperando en algún sitio concertado, cuando la veía venir hacia mí ya en el último trecho de su caminata, lo hacía tan deprisa que parecía que iba a pasar de largo. Entonces, al llegar hasta donde yo estaba yo improvisaba alguna payasada, escenificar una pisada de freno como si fuera un mimo conduciendo, darle un capotazo de toreo y luego citarla de nuevo cuando me había sobrepasado unos metros, colisionar con ella hombro contra hombro como los jugadores de baloncesto mientras una gran jugada. Verla llegar era dudar de que yo fuera su meta. Cualquiera diría que n o iba a parar porque aun le quedaba una vuelta más al estadio. Por otra parte, era más lista que los ratones. De biblioteca, porque siempre estaba en ella estudiando cuando no tenía clase. Si al perdías de vista podías apostar fuerte con bastantes garantís de que ibas a encontrártela allí. Me hacía mucha gracia: Apenas nos hablábamos, y las pocas veces que lo hacíamos se le empañaban las gafas. Tardé un año en averiguar el por qué. Yo la ponía nerviosa. Otro año adicional me costó verbalizar que el verbo poner nervioso era sinónimo de gustar.

Victoria tenía novio. No, no me lo estoy inventando. Son los guionistas que carecen de imaginación y repiten los argumentos en todas las películas, el viejecillo del piano, al que le gusto en ese papel. Algún día te hablaré del símil. Venga, lo haré ahora, no tengo mejor cosa que hacer. Bueno, sí, dormir, pero no puedo. Pero luego te quejarás de que divago. Vivimos, y mientras lo hacemos un pianista que lleva amenizando la función con su música desde el principio de los tiempos, le pone la banda sonora. La idea del símil la saqué viendo “Ragtime”, la película de Milos Forman. La trama del film languidece o se acelera al ritmo de las piezas que interpreta al piano un James Cagney muy entrado en años. Fue su último papel, creo.

Te decía que Victoria tenía novio y lo he expresado de forma incompleta. Ellos eran LOS NOVIOS, así, en mayúsculas, de la Escuela de Montes. Se habían conocido y enamorado en primero de primero y aun estaban juntos en quinto curso, y ya te he dicho que no había una correlación contable muy exacta en mi carrera entre cursos aprobados y años invertidos para conseguirlo. Eran los novios por antonomasia y también por excelencia, pues hacían lo que se les suponía a los novios que estaban muy enamorados. Eran una inspiración para aquellos que buscaban y no encontraban y empezaban a desesperar pensando que hallar era una quimera. Llegaban a primera hora cogiditos de la mano antes de empezar las clases, y salían rumbo a casa de la misma guisa cuando finalizaban. Entre ambos sucesos apenas se veían porque coincidían poco en cuanto a las asignaturas que cursaban. El estaba algo más rezagado. Pensarás que soy un cerdo destroza parejas y te equivocarás. No sucedió así. Victoria me seguía a todas partes como un perrillo faldero. Como hace tu gato contigo. Se me situaba en el alfeizar de una ventana, por ejemplo, entre clases, al rato aparecía ella. De hecho uno de nuestros primeros juegos era que yo escenifica irritación que me causaba su marcaje y ella exhibía una fortaleza pasivo agresiva soportando todas mis caras de enojo (algunas veces reales porque a había días en que me pillaba de bajón si estaba en una fase d remembranzas de Susana) sin perder la sonrisa y exhibiendo una inocencia impostada de novicia de convento. Me cambiaba de lugar y ella venía detrás. Repetíamos la jugada en otro sitio y a la tercera o cuarta vez nos mirábamos y nos reíamos como locos. Hubo complicidad entre nosotros desde mucho antes incluso de ser amigos. El inicio de una nueva clase venía en nuestro rescate evitando la posibilidad de tener que discutir que estaba ocurriendo. Siempre he sido un tipo gris y tristón, pero he tenido la suerte de saber hacer reí a las mujeres que he querido. Y lo fui perfeccionando. Con Patricia, mi negrita, ni siquiera tenía que currármelo. Me miraba y se mondaba de risa, como si yo fuera un chiste viviente. Bueno, algo así, pero no como para justificar tantas carcajadas. El caso es que me enamoré de ella precisamente por eso. ¿Por qué soy un vago? Yo que sé. Mujer, su físico ayudó un poco, todo hay que decirlo, pero fue su alegría desbordante sobre todo. Su risa no ofendía. Te limpiaba el alma. Te la dejaba reluciente, como un coche tras pasar por el túnel de lavado.

¿Qué si quería a Victoria? Me enternecía. Ya te he dicho que era como un ratoncillo. Pero a mí me gustaba otra. No recuerdo su nombre y mira que llevo días tratando de hacerlo. Está en algún cajón de la memoria que no se abre. Se habrá atorado la madera con la humedad. Me has hecho recordar no sólo a las titulares sino también a las suplentes convocadas y que pueblan el banquillo. Era un bellezón, un mujerón. Alta, escultural (eufemismo de vaya pecho y menudas piernas. Bueno, menudas no eran). Además, era simpática y enloquecedoramente accesible. Amable, simpática, de conversación siempre amena. Cómo me gustaba aquella mujer. Sentarme a su lado era una bendición porque su melena, larga y castaña, con tonalidades cobrizas, olía siempre a limpio. Y el caso es que era un placer del que gozaba a menudo porque siempre se sentaba a mi lado. Siempre achaqué aquella querencia a motivos lectivos, a que le gustaba como cogía los apuntes y que al acabar la clase más a mano para pedirme los de alguna clase a la que hubiera faltado o para rellenar algún hueco causado por alguna distracción Tardé años en proponerme alternativas para tratar de explicarme mi aparente buena suerte. Para entonces ya no estaba en mi vida, solo era un recuerdo dorado. Nunca sabremos si tuve alguna posibilidad. Un dato: su novio era tan insignificante como yo. También a él le sacaba media cabeza. Me lo presentó un día en el ocaso del último curso, donde se vendían los pinos de Navidad para costear el viaje fin de carrera. Ví que estábamos en el mismo orden de magnitud. Y el caso es que yo la había conocido soltera, o eso creo. No sé si entera, porque oportunidades no debían faltarle a aquella mujer. ¿Pude haber sido yo la elección si hubiera tenido arrestos para arrimarme a su mundo más junto? Como no rebobinemos con la máquina de H. G. Wells y volvamos a darle al play con otra actitud…

Recapitulemos: Dos mujeres me perseguían por las aulas de la Escuela de Montes mientras cursaba quinto. No está mal para un tipo tan feo como yo, y una de ellas era Miss Promoción del 95. Una vez le pregunté a un compañero con el que tenía confianza y que la había conocido a los tiernos 18, si aquella chica había sido siempre tan hermosa. Supongo que se lo expresé en términos algo más vulgares. Me miró extrañado. La conocía desde primer curso y entonces tenía granos en la cara. Hasta tenía un apodo alusivo. Era una flor de verano, de eclosión tardía, y eso había moldeado para bien su carácter, haciéndola modesta y amable con todos, empática con el dolor de los gnomos. Estas cosas se las contaba a Victoria porque era mi confidente. Y me imagino que sería una fuente inagotable de risas. Mis desdichas eran una parte importante del guión cómico. Los mejores gags tenían que ver con mis tropiezos, como en una película de cine mudo. Mi actuación estelar era la del hombre enfadado, irritado con su propio sino. Los días que estaba deprimido por el recuerdo de Susana, que ya empezaba a ser sólo jirones de niebla, lo exageraba y trufaba de ceños fruncidos y frases lapidarias dirigidas contra mi mismo para provocar su regocijo. Ella hacía las veces de enfermera del alma y así la pasábamos mis días nublados, entre juegos inocentes, bromas chuscas y veras desconchadas, hasta que llegaba su novio, al cogía de la mano y caía sobre nuestras cabezas un silencio aterrador. Venían y se marchaban juntos y a solas. Nadie podía compartir esos momentos con ellos. Yo les contemplaba en la distancia y advertía que apenas se hablaban. Lo achaqué a que en el paraíso la falta de oxígeno impedía la vibración sonora de la voz humana. Mejor la telepatía. Más eficaz.

Un año después, el último suyo y el penúltimo mío (ella era mucho más inteligente que yo), me di cuenta de que estaba enamorado de ella. Me ha ocurrido que siempre ha sido de mujeres vetadas. Supongo que soy carne de psiquiatra. Me atraen las imposibles porque facilitan la renuncia pero, aún así, caigo. Era un problema que no verbalizábamos pero que apenas entorpecía nuestros juegos. Un día como otros tantos me declaré. Necesité horas para decir algo que ambos sabíamos. Con Susana nunca pude. El día que se marchaba de la escuela lo compartió íntegro conmigo. Llovía, eso lo recuerdo. Tengo algo muy abstracto en el blog que rememora aquella jornada. ¿O no lluvia pero yo lo quiero recordar así? Quizá todo se lo haya llevado ya el olvido. El caso es que era mi última oportunidad. Sabía que tenía que decírselo, porque ni siquiera era un secreto. Todos nuestros amigos comunes estaban al cabo de la calle. Pero no me era fácil. Estaba en mi carácter. Además, ella estaba involucrada en un supernoviazgo. Se trataba de decirle a La luna que te gustaba y que querías caminarla sin que aún no hubiera llegado 1969. Caminamos durante horas por el campus de la Complutense y la Ciudad Universitaria. Nos dirigíamos al Paraninfo. De allí a la sede del Instituto Meteorológico. Luego de vuelta a nuestra escuela para poder repetir ciclo o ensayar otro bucle distinto, pero cosido en el mismo punto. No llegué a encontrar el momento, pero al menos le pude narrar “Doctor Zhivago”, escena por escena y en plan cineforum. Dura tres horas pero a mí me cundió más. Fue mi forma de decirle que la amaba en menaje cifrado, la única forma en que fui capaz, porque esa película narra la más grande historia de amor del cine. Este blog se llama como se llama en homenaje a mi derrota más gloriosa. Aquel fue mi Rocroi particular. Dicen que cuando en Duque de Enghien, el vencedor de la jornada, recorría el campo de batalla tras la derrota española, teniendo que sortear su caballo los innumerables cadáveres, más de franceses que compatriotas, se topó con un soldado moribundo de los tercios. Descabalgó, se le acercó y le susurró una pregunta: “¿Cómo pusisteis resistir tanto? ¿Cuántos érais?”. El otro respondió lacónico: “Contad los muertos”.

Victoria me dijo que teníamos que dejar de vernos. Acabó la carrera, y en la entrega d diplomas fui a verla. No nos hablamos. La contemplé desde el patio de butacas de la sala de conferencias donde se celebraba la ceremonia con cada promoción. Estaba hermosa vestida para la ocasión. Hacia el final de aquel verano me llamó por teléfono. Me dijo que tenía algo importante que decirme. Quedamos, no recuerdo dónde. Me dijo que la estaba tratando en doctor Vallejo Nájera de una depresión. Su consulta, en los aledaños del Bernabéu, quedaba cerca de nuestras casas, no sé si te he dicho que vivíamos a unas cuantas manzanas el uno del otro. Casi éramos vecinos. Necesitaba un amigo más que nunca. Había roto con su novio y estaba hundida. Me dijo también que una relación entre los dos seguía siendo algo imposible. Apelaba sólo a nuestra amistad, que debería ser el cimiento de toda pareja. Jamás me han pedido nada más difícil pero ni por un instante se me pasó por la cabeza decirle que no. Quizás piensas que trataba de jugar mis cartas de la manera más inteligente. Si es así es porque me sobreestimas y porque no sabes lo mal que lo pasé. No alcanzar el paraíso cuando lo has visto con tus propios ojos, como san Esteban, es duro, pero rondar su umbral es ciertamente un suplicio. Si he sido tierno con alguien, y generoso, que supongo que no ha sido a menudo, aquellos días se llevaron la palma. Y nunca mejor dicho lo de la palma, porque parecía estar opositando para mártir. Hacer reír a alguien que llora por dentro y al que en realidad te gustaría secundarle en sus lágrimas es todo un reto para un clown. Pero lo conseguí. Un día, quizás un mes después, justo cuando yo iba a iniciar las clases de mi último año en la escuela, fuimos al Thyssen. Me dijo que me quería justo en la sala de los Canaletos. Ella llevaba un vestido lapislázuli, el color del cielo según los pintores de temas religiosos. Se acercó a uno de aquellos dos cuadros, el que muestra la plaza de san Marcos de Venecia y me lo dijo. La celadora vino a regañarla porque se había acercado tanto al lienzo que casi parecía que se lo había dicho a los Canals en vez de a mí. Tras nuestras risas comenzó nuestro noviazgo.

Phileas Fog
12 de Septiembre de 2018

 Posdata (de cuando paso a limpio el texto): ¿Mi apellido es con f o con ph? Mira que no saber la ortografía de mi propio nombre. Menos mal que me debes estar leyendo en modo profe.