viernes, 11 de enero de 2013

El Fútbol y sus aledaños (76) - La Yihad y yo


La Yihad y yo

¿La Yihad y yo? ¿Mi experiencia en La Yihad? ¿Adiós a La Yihad? ¿Cómo titular este escrito? Como siempre, empiezo por lo último, apuntando con la mirilla a un título u otro, tratando de acertar en la diana de mis intenciones, que tan poco tengo claras del todo. Lo que si tengo claro es que me desmarco de la tropa. En realidad, imagino, para hacer lo mismo que hasta ahora, lo poco o nada que he hecho por la causa hasta este momento. Mi experiencia en La Yihad es que no formo parte de ella, pero que hago bulto, ayudo con el granito de arena que supone mi existencia, mi cuenta en Twitter, a que parezca una playa de veraneo en la que simular desembarcos de infantes de marina. Que si tuviera más de una pues más contribución incluso. Aunque cero por cualquier constante da como resultado otra vez cero. No se puede decir adiós a lo que nunca has tratado, pero es por ponerme un poco melodramático, que es un poco mi estilo, ya lo sabemos. Adiós a La Yihad, que no a las armas, que conduzca una ambulancia quien le apetezca. En esta guerra de trincheras hay solados rasos y oficiales. Ellos nos sobrevuelan en aeroplano y son los únicos que podrían tener una visión de conjunto, aunque hasta de eso empiezo a dudarlo.

Es un momento de desencanto, propicio para meditar un poco las cosas, que es lo que quiero respecto a todo esto, con que armas o herramientas cuento para lograrlo. Lo que si tengo claro es que a partir de ahora la partida por el monte es de uno solo. No es serio seguir en una tropa dirigida por personajes de dibujos animados, en la que los oficiales son Pixie y Dixie. ¿De qué se podría charlar con ellos, si es que, claro, te contestaran cuando les hablas? Pues de poco. Y tengo que reconocer que las risas, el gamberreo, el carnaval y sus disfraces, martirizar al Gato Jynks o a Silvestre, todo eso es cojonudo, pero a mi empieza a provocarme rechazo porque no conduce tampoco a ninguna parte, a la casilla de salida como mucho. Rechazo o tal vez insatisfacción. Así no vamos a ninguna parte. Sí, ya lo se, ¿y lo que nos divertimos? Pero a todo esto le falta algo, no se si coherencia, seriedad, un poco menos de divismo. El Pato Lucas y Bugs Bunny peleándose por acaparar el escenario, a eso se reduce todo las más de las veces. Y, a la larga, lo tengo claro, los personajes en Matrix acaban siendo unidimensionales. El anonimato y la máscara parecen dar libertad. Una libertad extrema, sin responsabilidad alguna, para nuestros detractores, que la repudian, no siempre faltos de razón. Pero en realidad lo que hacen ambas ventajas es coartar a quienes las usan. Siempre el mismo registro, la misma pose, a veces un lenguaje unitario porque el modus operandi es imitar a un frikie de la tele o a un famosete. Imagino que quienes lo hacen tienen otras cuentas para ser ellos mismos de vez en cuando. Esto no es serio y el problema que se trata de solucionar desgraciadamente sí lo es. Ni dudéis que entre ellos se llevan a muerte, por muchas risas que compartan en vuestras TLs. La lucha de egos inflados, casi siempre ficticios, no pueden tener otro desenlace.

Lo de ayer me pareció intolerable. Se propaló el rumor de que se había informado a las redacciones de los periódicos y otros medios informativos, vía teléfónica -un whatsapp, me dijo alguien-, de que Mou se iba del Real Madrid. ¿Mañana -es decir, en este hoy en el que estoy escribiendo-? ¿Dentro de un mes? ¿A final de temporada? ¿Cuando se agote el contrato que le liga al club? Ni idea. Muchos de los que lo propagaban el impacto de la información creo que tampoco. Pero eso dio pie a un rasgarse de  vestiduras, a análisis sesudos sobre el día después, a críticas acres a Florentino Pérez, a la afición, a los cronistas de la villa y club, a la idiosincrasia española, al programa espacial de los EE.UU... Un poco de histeria y un no saber nadie de lo que se hablaba, y quien había dicho qué y por qué. Y todo eso convivía con una granizada de MDs, imagino que para explicarse la broma los unos a otros en el cuarto de oficiales, y con la lista de la compra de Mou, facilitada por gente bastante más seria, de los fichajes que ha solicitado para la próxima temporada. Mou se va pero anda en Ikea mirando los precios de los muebles para ver lo que le puede costar, más menos, remodelar por dentro la república popular de su casa, es decir, la nuestra. Todo de una coherencia apabullante. Y estaban los que creían o fingían saber que pasaba, para parecer en el ajo de los grandes divos, y los curritos de la tropa, los solados rasos, los palmeros, que no nos enterábamos de nada y a los que no se nos informaba cuando preguntábamos. Tampoco es raro, es gente que las más de las veces ni contesta, porque está muy ocupada siendo ellos mismos, esto es, el personaje que interpretan en Twitter.

Alan Alda, se hizo famoso en la serie Mash, uno de los bombazos de la televisión en los 70s en EE.UU. y en los 80s aquí en España. Imagino que el retraso se debió a que hubo que esperar a la Democracia ya que la temática era bastante subversiva. Tras abandonarla, tras muchos años de participar en ella, tuvo una etapa como director de cine. Dirigía películas de bajo presupuesto, que no solían entrar en el circuito comercial mundial. A España llegaron algunas de ellas, casi siempre en versión original. Una de estas películas, que alcanzó algo de notoriedad y hasta se pudo ver aquí doblada, fue "Dulce libertad" (Sweet Liberty, 1985). Trata sobre un director de instituto al que le sonríe la suerte. En principio. Ha escrito una obra sobre la Revolución Americana, sobre su guerra de independencia. Como profesor que es, ha tratado que el texto sea más que una simple narración de los hechos, ha querido que la obra tenga también una componente didáctica, que enseñe a descubrir a quienes la lean es espíritu de los primeros americanos. Los derechos de su obra son comprados para que pueda ser adaptada al cine. La película muestra la problemática relación, en clave de comedia, entre el profesor y la gente de Hollywood, a quienes solo interesa hacer una película que lleve a la gente a las salas de cine. Lógico, es una industria y no un instituto. Y en los años ochenta quienes iban al cine, quienes salvaron a Hollywood de la ruína que estaba suponiendo la competencia de la televisión, fueron los adolescentes. Así que el profesor contempla como su obra se va convirtiendo en una comedia bufa, en la típica película de descacharre y despipote que triunfa en esos tiempos. Como la serie Porky's, Animal House y otras por el estilo. Y, claro, hablamos de la Revolución Americana, algo sagrado en aquellos lares, donde se toman las cosas en serio, en especial aquellas que los identifican o los representan. Pocas bromas con la bandera o la Declaración de Independencia.

El personaje encarnado por Saul Rubinek le explica al profesor, que interpreta el propio Alan Alda, cuales son los secretos de aquellas películas juveniles, cuales son las tres reglas a cumplir para que puedan tener éxito. La historia narrada debe tratar sobre: 1) El desafío a la autoridad; 2) La destrucción de la propiedad; 3) Desnudos de personas. Dicho de otro modo, las películas deben ser irreverentes, mostrar como se destroza lo que no es de uno y mostrar en alguna escena a gente en pelotas. Eso es lo que quieren ver los chicos, los tres contenidos sine quanom no es posible el éxito. Porque, claro, no es lo mismo desnudar a Megan Fox que a Carmen Machi, no impacta igual deshojar una margarita que ver un accidente múltiple de tráfico o como se derrumban las Torres Gemelas. ¿Os va sonando todo esto? No es Twitter el sitio propicio para sacar provecho a los desnudos, pero todos sabemos que un avatar curruscante ayuda mucho. Todos sabemos que ellas, si prueban o solo insinúan que están "muy buenas", no tienen mayores problemas para conseguir followers a millares. El error no está en ellas sino en nosotros, así que si alguien ve crítica en lo que digo, que sí la hay, estoy hablando de mí y del resto de varones de Twitter. Pero no es el factor primordial ni tiene que ver este aspecto con lo que trato en este escrito. Son los otros principios los que se cumplen en la forma de actuar de La Yihad. Desafío a la autoridad, al cuarto poder, a la directiva del club, a los organismos deportivos, pero casi siempre desde la irreverencia. Viene a ser lo mismo cuando se habla de política, pero prefiero no mezclar los temas. Por poner un ejemplo, hoy decía alguien en Twitter que "Florentino Pérez es como esa vieja histérica...". Destrucción de la propiedad expresada en el gamberreo en las cuentas de los periodistas. Yo también lo he hecho, a veces llevado por la rabia que me daba que no me hicieran ni puto caso. Tampoco digo que yo sea perfecto. Agredir en vez de argumentar. Tratar de desacreditar en vez de tratar de convencer. Es justo lo que ellos hacen, la prensa me refiero, así qué ¿por qué no lo vamos a hacer nosotros? Pues supongo que estamos justificados, merecemos la venganza de los novatos. Además, las buenas formas rara vez tienen respuesta. Ni siquiera rentan bloqueos que exhibir como cicatrices de guerra. Siempre me ha intrigado porque los periodista contestan y toleran hasta donde el cuerpo les permite, los ataques de los oficiales de la La Yihad. ¿Cómo saben que lo son? ¿Por qué usan sus mismas mañas? ¿Por qué conocen o sospechan sus identidades? ¿Por qué ven en ellos capacidad de convocatoria, el respaldo de los mindundis, es decir, nosotros? Pues no lo se, pero es curioso contemplar el fenómeno. Lo interpreté mal en su momento, creí que era una señal de que tomaban en serio a La Yihad. En parte sí, pero suele ser a ellos con los que entablan diálogo. A los demás nos dan la callada por respuesta. Y hasta es posible que te bloqueen por secundar o reírle la gamberrada de uno de ellos, sin que a ellos les "castiguen".

Ya lo expliqué una vez, hay gente cuyo comportamiento no te gusta, que quizás no seguiría, que de hecho actúa como si no existieses, ni siquiera te responde cuando les hablas. Pero siempre están en el meollo de todos los guisos, a veces son el germen de lo que pasa. Y por eso es tontería, pura cabezonería, fingir que no les atiendes cuando casi todos los días has de bucear en sus TLs para enterarte de lo que pasa. Tampoco tengo mayor problema con ellos. A mi me gusta pensar que tras la cuentas hay una persona, notarlo de alguna forma. Detesto las cuentas temáticas y las humorísticas. Me acabo aburriendo de los discursos repetidos, de las mismas aptitudes invariables e impostadas, de la gente a la que no se la nota si está triste, alegre o cabreada. Prefiero la imperfección al personaje bien guionizado. No se, no digo que no se rebata, y hasta se arremeta contra este o aquel otro cuando se pasan de la raya, que es las más de las veces. Pero me gustaría algo más. No solo duelos de ingenio, en los que, por otra parte, pierden siempre los periodistas, porque tienen  mucho menos casi todos y van sin careta. No olvidemos esto segundo. Me gustaría que La Yihad, el mourinhismo, el madridismo activo en las redes sociales, llamadlo como queráis, aportara algo más. Irreverencia, pero proponiendo alternativas a la autoridad, en cuanto a nombres y actitudes. Destrucción de la propiedad ajena, pero también edificación, construcción de algo de lo que podamos sentirnos orgullosos. A veces mi parte paranoica me dice que La Yihad es solo algo que aprovechan algunos para tratar de desalojar a Florentino Pérez y poner a otro en su lugar. Y no hablo de kamikazes o francotiradores, sino de grupos organizados. Pero serán locuras mías.

A mí Mourinho me apasiona, hasta como entrenador. No me siento capacitado para analizar su labor en este aspecto, pero es tan bueno que es fácil advertirlo. Pasa con los grandes, como Rafael Nadal, Zinedine Zidane, Fernando Alonso. Puedes ser un analfabeto en automovilismo y, sin embargo, advertir que este último es un fuera de serie. Pero es que a veces pienso, mi lado paranoico otra vez, que Mourinho gusta tanto a algunos solo porque cumple los tres principios, incluso el tercero, con su violenta sinceridad, que es la forma más sexi del ser humano. Pero Mou es mucho más que eso. Está edificando un Real Madrid en lo deportivo que durará años. Una vez dije que si había que elegir entre Mou y las vacas sagradas del vestuario le elegía a él sin dudarlo un minuto. Pero si la alternativa es entre él y Florentino Pérez lo iba a llevar crudo. A mi no me consta que haya ruptura entre jugadores, cuerpo técnico y club. Procuro opinar de lo que veo o creo ver, que a veces uno se equivoca al analizar lo que le rodea. Lo que tengo claro es que una vieja histérica no habría mantenido dos años y medio a Mourinho como administrador del tinglado con la que le está cayendo. Mucho hablar de la ingratitud con Cristiano, pero tela también con la que ha de soportar Florentino. Decir que es un cobarde y un inútil atenzado por las dudas me parece una opinión innecesariamente irreverente y que no se sostiene ni medio minuto si se piensa con coherencia y desde el lado serio de la vida, no como si todo esto fuera solo un episodio de las series de Hanna & Barbera. Me parece genial que algunos se "partan la polla" hablando del Real Madrid y sus problemas. Me temo que yo soy demasiado mayor, demasiado cascarrabias ya, y carezco del sentido del humor suficiente como para poder convertir al club de fútbol que tanto quiero en el McGuffin de un episodio de Pixie & Dixie.

Así que, a partir de ya, será La Yihad y yo, es decir, cada uno por separado. No es que vaya a boicotear o rebatir lo que diga o lo haga. Casi todo me parecerá bien. Pero ya no me caso con nadie, ni soy la fuerza motriz de ninguno, parte del bulto en los pantalones que se logran con un conspicuo número de followers en la ficha de Twitter. ¿Que en la práctica se traducirá en que seguiré haciendo lo mismo que hasta ahora? Pues, a lo mejor, pero nunca me lo había tenido que plantear estos temas. Lo de ayer me pareció intolerable. Si se tiene una información tan importante, la marcha inmediata de Mou, se facilita sin tapujos, sin juegos, sin adivinanzas, o se la calla uno. Si somos un grupo cohesionado debería sobrar el espectáculo de la granizada de MDs para que se entere solo la mini-pandi, los allegados, esos con quienes me parto la polla y doy espectáculo a los mindundis, de cual es en realidad la información o de que todo se trata solo de una broma. Paso de círculos de poder. Ni tengo paciencia ni talento para acceder a los santa santorum. Menos si no me gusta un pijo. Fin del comunicado.



Contestación al comentario de CHJ del día 12/01/2013

Por ser mi mejor comentarista, últimamente el único en ambos blogs, te daré un anticipo de los próximos artículos, a cada cual más raro. Dos están ya escritos: "Sergio Ramos en Garellano", en el que trazo un paralelismo entre el central y cierto personaje histórico de Trujillo, Diego García de Paredes, con la polémica en torno suyo de fondo y alguna contestación a Relaño en uno de sus últimos editoriales. Lo escribí  ayer sábado, pero por razones ténicas no se cuando verá la luz. Hoy he terminado "Miré los muros...", en que la crónica del partido contra el Osasuna, en realidad muy corta, pocas ganas había, se mezcla con el comentario de texto en clave madridista del soneto de Quevedo. Por los mimos motivos que el artículo anterior, tampoco se cuando lo colgaré. Hoy he empezado una cosa que se llama "Blues para el Paneta Blanca", pura divagación, con el Real Madrid de fondo, y cierta idea que se me pasó por la cabeza. Es posible que tenga una segunda parte. La había esbozado en la cabeza, pero ya no me acuerdo. Y ahora mismo se me acaba de ocurrir el tema central para otro escrito, sin título aun, pero que podría ser "Mourinho al encuentro del Pacífico", con cierto regusto a lo Stephan Zweig. Lo se, estoy fatal.

1 comentario:

  1. Hay pasión, además de buen hacer, en tus escritos y por eso me gustan. Sigue así, con tus ideas sin casarte con nadie, seamos nosotros o ellos ese nadie. Te lo dice un yihadista que no utiliza twitter pero que defiende lo que cree que debe ser su club de viva voz o en algún que otro foro cuando le apetece y tiene ganas.

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