martes, 8 de enero de 2013

El Fútbol y sus aledaños (74) - Lo que va de ayer a hoy

Lo que va de ayer a hoy

El artículo de hoy de Alfredo Relaño, el que incluyo a continuación, son unos meros apuntes del periodista para mostrar su conformidad con los ganadores del Balón de Oro. Aprovecha, claro está, la cabra siempre tira al monte, para hacernos saber cuales son sus fobias, sus nuevas filias, que antes engrosaran la lista de fobias, y esos lugares comunes que vienen a ser como las huellas dactilares del periodismo. Me sorprendió nada más leerlo, y mira que se lo he visto hacer muchas veces a los periodistas, ese reproche al prójimo de ciertos pecados propios. Lo comenté en Twitter, y el maestro @iruizquintano me facilitó la clave para abrir la cueva de Alibabá, concretamente tres links con artículos antiguos del diario AS, dos escritos por el propio Relaño, que le dejan en una posición bastante desairada, uno de los cuales vamos a utilizar para desarrollar este escrito. Y otro más de Tomás Gasch, de cuando militaba en la tropa del Grupo PRISA -que aquí son mercenarios todos menos ellos, por lo visto-, que sencillamente le deja con las vergüenzas al aire. Ante un virtuoso de la hemeroteca la prensa sólo puede pedir la clemencia del silencio, pero su soberbia se lo impide. Gracias a Dios, que tampoco quiere hacer daño a nadie, su desvergüenza tampoco les hace sufrir mucho a estas criaturillas cuando les pillas en pleno renuncio.

Messi, Del Bosque, Casillas y Mourinho
Alfredo Relaño
Diario AS - Madrid - 08/01/2013

Messi.- Mejor jugador del mundo por cuarta vez consecutiva. Ninguno lo había logrado antes, nadie puede asegurar que el récord acabará aquí. Hace dos años, cuando el Mundial, me pareció discutible su elección. Este año no, a pesar de la Eurocopa, en la que otros hicieron méritos y él no participó. Sus 91 goles en un año natural son una barbaridad y además ratifican una línea ascendente. Desde que le conocemos, cada año juega mejor, cada año marca más goles. Nunca vi jugador con ese poder. Le falta estética, pero le sobra de todo lo demás. Cuatro y los que vengan. No hubo otro igual.

Del Bosque.- La Eurocopa, estirando en el tiempo el magnífico equipo que pergeñó Luis Aragonés. El premio a la ciencia sin petulancia. Me pregunto qué pensaría Florentino, que asistió al acto. Por muchas veces que pudiera reencarnarse, no creo que incurriera en cebollinada igual como la que fue sacar a este hombre del club de toda su vida. "Tenemos un taxista conduciendo un Ferrari", fue el slogan para desacreditarle. El Ferrari acabó en manos de cualquiera, de mano en mano, como la falsa moneda, hasta morir en el desguace. Hoy el taxista es Marqués, campeón de Europa y del Mundo y Balón de Oro.

Casillas.- También el mejor portero del mundo para la Academia, que así cabe calificar a los que dan este premio. Mourinho se habrá tapado los oídos y cerrado los ojos. Él no lo vio. No fue. Tenía que preparar el partido del Celta. Sí fue cuando se lo dieron a él, aunque aquella semana tenía también partido de Copa contra el Atlético. Ahora no ha ido y le ha faltado gallardía para decir la verdad: que no ha ido porque no le ha dado la gana. Ha preferido una excusa hipócrita, el trabajo, y se ha ido a ver entrenar a su hijo. Sí fue Florentino, al que ya toma por el pito del sereno. Por cierto, bonita esa foto con Guardiola.

Este es el artículo de marras, muy poco novedoso, escrito más bien con desgana, con la intención de cubrir expediente, con refritos propios, frases ya utilizadas en otros escritos, barajadas quizá y dispuestas por tanto de otra manera, pero sin introducir excesivas novedades. Su opinión sobre Messi no me ofende en absoluto. Bromas aparte, y sin olvidar a Cristiano, no tengo ningún problema en reconocerle como el mejor jugador del mundo. O, mejor, como el más decisivo, porque Cristiano me parece más completo, superior en algunos aspectos. Tampoco estoy en desacuerdo con ninguno de los balones de oro ganados en los tres años anteriores. Ni siquiera con el que le disputó a sus compañeros de plantilla. Es más me sobraban ambos en la terna final. Es cierto que Iniesta había anotado un gol que había significado la consecución de un mundial, y de los dos españoles es el que menos discuto, pero había estado lesionado más de la mitad de la campaña, y en el propio mundial su concurso fue pobre, salvo en el tramo final de los dos últimos partidos. Xavi había hecho un mundial tirando a mediocre. La media española se había sostenido en un nivel de excelencia menor que en la Eurocopa de Luis Aragonés, pero no había fracasado por el trabajo y el talento de Alonso y Busquets. Se quería premiar la trayectoria profesional del jugador de Tarrasa, y eso está fuera de lugar en el premio, que recompensa lo hecho en un año solo, hasta que le favorezca a Messi al menos. Nada que objetar a que se conceda otro Balón de Oro al conjunto de una vida profesional, pero tal galardón no existe todavía. Es en este año donde surgen mis discrepancias con el resultado de las votaciones. Creo más que evidente que el merecedor del premio es Ronaldo. Pero entiendo que no es descabellado la victoria de Messi. Injusta sí, más que nada por ser el resultado de una campaña mediática de la propia prensa española, entre ella la de adscripción teórica madridista. Pero no está en el primer apunte el meollo del artículo.

Está sobre todo en el segundo párrafo. Es curioso como se le acaban al señor Relaño enseguida las ganas de elogiar a Del Bosque. No llegan a dos líneas el espacio destinado para ello, y la mayor parte de lo escrito se refiere más a Luis Aragonés que a don Vicente. Parece querer proponer como co-vencedor del premio otorgado ayer al sabio de Hortaleza, con mayor porcentaje incluso que al salmantino. Al que solo dedica una frase de compromiso: "El premio a la ciencia sin petulancia". No tengo noticia de que la petulancia esté reñida ni con la ciencia ni con el fútbol. Petulante era Cruyff, al que se quiere convertir en oráculo en esas crisis que se producen todos los años a uno u otro lado del puente aéreo. También Valdano, especie de gran asesor de la prensa en asuntos madridistas. Además, el uso del término "ciencia" casi me parece un lapsus del subconsciente del señor Relaño, al que se le ha colado en la frase el espectro del que llaman "sabio". Una vez cubierto el expediente, el periodista se dedica a lanzar puyas a Florentino, que empieza a convertirse en objeto de ataques explícitos estos días, ya no encubiertos, indirectos o con persona interpuesta. Como "cebollinada" considera la decisión de sacar del club a Del Bosque, cuando todos sabemos que lo que pasó es que no quiso aceptar la renovación que se le ofrecía por considerarla insuficiente. No hay más, y conviene recordarlo de nuevo, por la reiteración de la mentira. Tenemos que impedir que ciertas trolas se acaben teniendo por verdades solo por las muchas veces que se repiten. Seamos pesados nosotros también, que nos asiste la razón además.

Atribuye Relaño a Florentino, lo insinúa más bien, un menosprecio hacia la persona de Del Bosque. Aquí es donde el artículo acaba convirtiéndose en un lodazal. Porque la que menospreciaba a Del Bosque era la prensa. Los madridistas más jóvenes probablemente no lo hayan vivido, por eso conviene explicarles que también se acosaba al Real Madrid de Del Bosque, también se mofaban del entrenador en esa época. Les importaba una higa su supuesta falta de petulancia, que se le estuviera poniendo ya cara de marqués. Fueron a degüello a por él, y cuando lo vieron fuera no le lloraron. Fue cuando descubrieron su talento para criticar al Real Madrid, su club de toda la vida, cuando se reconciliaron con el personaje, más bien crearon uno nuevo para poder utilizarlo en su propio beneficio. En aquellos tiempos oir la radio, la única opción en casi todos los partidos, ya era complicada. El nivel de beligerancia con el club, con todo lo que oliese a merengue, no alcanzaba por supuesto los niveles actuales, pero ya era bastante molesto. Solía escuchar Onda Madrid por ser la cadena más afín, y aun en esa se pedía de forma explícita la destitución de Del Bosque. Pero si alguien quiere pruebas de lo que digo, doy como muestra tres botones. Dos hay que agradecérselos a Ruiz Quintano y el tercero a @tosepower, que me facilitó un enlace a su blog, a una entrada en la que hay una declaración de Del Bosque muy sorprendente.

Del Bosque no cuaja
Tomás Guasch
Diario AS - Madrid - 07/03/2002

El día que el Real Madrid cumplía 100 años, el Deportivo ganó el partido de su vida. Ganar la Copa en el Bernabéu y al considerado favorito supone la reválida definitiva y la entrada en el club de los Grandes de Europa para los de Irureta. El único equipo de fútbol que pisó el Bernabéu fue el Depor. Desde el portero al maravilloso Diego Tristán, todos los de blanquiazul supieron qué debían hacer en cada momento. La certeza de que el gallego es un bloque que se mueve quedó patente desde el primer minuto y el gol de Sergio le reafirmó en sus convicciones, mientras elevaba las dudas del Madrid hasta el infinito.

El señor entrenador del Real Madrid, que de pronto se sacó de la manga el cambio de portero, debería explicar si sabrá o no hacer que el Madrid juegue como un equipo y no como un conjunto de individualidades, que ahora se mueve al compás de Solari y, dentro de un mes, no se sabe en función de qué. Del Bosque no ha sabido hacer un bloque y ensamblar esa tropa de excelentes jugadores que el club ha puesto en sus manos. La sensación de que el Madrid más que un entrenador tiene un alineador se hizo anoche más patente que nunca.

Ni está trabajado el Madrid en lo defensivo, pues cualquier equipo que toque como tocaron Valerón, Sergio y compañía, le hace un siete, ni está trabajado en el medio del campo, donde la mayoría corre sin ton ni son, ni es capaz, por tanto, de sacar petróleo de pozos como Raúl y Morientes. Fue el triunfo de un equipo contra un grupo de trabajadores. Del Bosque no ha dado con la solución.

Todo el segundo párrafo es una crítica a la labor de Del Bosque en el Real Madrid de "Los Galácticos", y la frase que he subrayado es demoledora, ataca directamente a su aptitud como entrenador, y tiene un aire a la frase ingeniosilla, tampoco mucho, que utiliza Relaño en su artículo de hoy. Un alineador en vez de entrenador con una plantilla de campanillas. Un taxista conduciendo un Ferrari, frase con idéntica intención, pero que me parece fallida, porque un taxista es un profesional de la conducción y se supone que es más probable que sepa manejar con mayor pericia que un particular cualquier automóvil, incluso un Ferrari. Me parece más una frase clasista que otra cosa, mientras que la de Guasch habla sobre la capacidad profesional.

Del Bosque se le atraganta Zidane
Alfredo Relaño
Diario AS - Madrid - 09/09/2001

A Del Bosque se le está atragantando Zidane. Comenzó poniéndolo bastante arriba, con un solo hombre por delante, y la cosa no funcionó. Luego lo echó un poquito más atrás, con las espaldas bien blindadas con Flavio y Makelele, a costa de prescindir de un jugador en la banda izquierda, y tampoco está funcionando. A pesar de que Roberto Carlos se multiplica, el modelo deja muchas posibilidades de juego en esa zona al rival (Gerardo se hinchó ayer) y encima tampoco sirve para que Zidane entre en juego con la frecuencia apetecible a sus condiciones.

Quizá porque hay en todo el equipo un gran despiste, una duda que recorre a todo el mundo, un cierto sentido de que se está haciendo algo demasiado antinatural. Dos escoltas para el canalizador de juego, tan descomprometido de tareas de quite y pelea, tan bwana con dos porteadores a su servicio, que parece como si no fuera uno más del equipo, sino una estrella invitada, un orfebre llamado a intervenir cada mucho. El problema quizá sea, más que el modelo, que los jugadores no se lo creen. Empezando por Zidane. Y si no hay convicción no hay equipo.

Y los rivales juegan. Jugó el Valencia y jugó el Málaga, que todo el partido estuvo buscándole las cosquillas al Madrid con intención. Y, por cierto, el Madrid sólo achuchó cuando se vio con el empate en el marcador. Hasta entonces le sobró calma y le faltó ambición. El Málaga, bien reconstruido por Peiró tras perder todo su medio campo, tuvo lo que el Madrid añora: equipo, seguridad en su modelo. Del Bosque, de tierra taurina, conocerá este dicho: "Los buenos toros descubren a los malos toreros". Él tiene un buen toro delante. Tiene que apretar, no se lo echen al corral.

Decir, antes que nada, que siento envidia por los lectores de entonces, de hace doce años, porque aun veían argumentos futbolísticos en los escritos de los periódicos. Todo el primer párrafo es un intento de analizar el funcionamiento del Real Madrid, concretamente del engranaje de Zidane en el grupo, y hasta resulta extraño y sorprendente leerlo en estos tiempos en que los @Forjanes, Meanas y demás fulleros del periodismo, se han adueñado del espacio de los periódicos y el tiempo de emisión en las cadenas de radio. No voy a discutirle al señor Relaño su análisis, aunque creo recordar que Zidane operaba en la Juventus -y ya conocemos ese dicho creado para intentar agraviar al Real Madrid: "El mejor Zidane fue el de la Juventus"-, con dos guardaespaldas muy corajudos, Didier Deschamps y Edgar Davids. Pero esto no es lo relevante. Aceptemos barco como animal de compañía, ya que lo hacemos sin plantear objeciones con @Forjanes, y el nombre del bicho empieza por la letra @. Lo sorprendente es que Relaño le discuta también a Del Bosque sus aptitudes como entrenador, a pesar de su ciencia sin petulancia, y que utilice una frase para resumirlo que roce la mofa: "Los buenos toros descubren a los malos toreros", y con idéntico espíritu que la frase del taxista. Que no me extrañaría nada que fuera de la propia cosecha del director de AS. Así se las gasta este tipo. A cuajo no le gana ni @Forjanes.

Pero la sorpresa final, que casi es escenografía de fuegos artificiales para colofón de este artículo, es la que rescata @tosepower del baúl de los recuerdos, unas declaraciones del propio Del Bosque, que denuncia lo que Relaño no solo niega, sino que implíctamente trata de disfrazar con su contrario, proponíéndonos un pasado, una etapa delbosquiana del Real Madrid, toda luz y color, propia de Walt Disney, incluso en el apartado de la relación con los medios. Agárrense fuerte a la silla, que les va a hacer falta con la sacudida:

Del Bosque: “Hay una campaña antimadridista. Son pequeñas cosas. No sé si es de forma voluntaria o involuntaria, pero nos atacan con virulencia desde muchos frentes. Quiero hacer un llamamiento al madridismo de a pie para que cierre filas en torno al equipo, que esté muy unido a nosotros”.

Y si picamos en el enlace que nos facilita @tosepower, llegamos a un artículo del diario Mundo Deportivo que, por estas mismas palabras, lleva por título: "Y del Bosque ve fantasmas". ¿A que es divertido todo esto? ¿Cómo que sí? La respuesta es no. Suspendidos todos. El nivel de hipocresía de la prensa deportiva es intolerable, pero en el estricto sentido de la palabra, impide respirar, ahoga los argumentos futbolísticos, y, como hemos visto, va a más con el tiempo, amenaza con quebrar cualquier posibilidad de entendimiento con ella. Tenía razón @RichardDees: Mienten, y lo hacen a sabiendas, y no les importa que sus mentiras sean evidentes. Las dejan detrás de sí, como el rastro de babas de un caracol, y se desentienden de ellas, las dejan en las hemerotecas, a las que algún día prenderán fuego para extirpar sus culpas. El que de ellos tenga un rastro de conciencia.

El tercer y último párrafo alude a Casillas, su premio, y ahonda en el tema tratado en mi anterior entrada del blog, la de esta mañana, al asunto que alguien en Twitter le ha dado el título de "Canillasgate", y que a estas alturas del día, mejor dicho, de la noche, ya huele. Hoy la prensa deportiva ha quedado retratada. Nuevamente, empieza a ser frase recurrente.

Enlace al artículo de Tomás Gasch en AS del día 07/03/2002

Enlace al artículo de Alfredo Relaño en As del 9/9/2001

Enlace al artículo del blog de @tosepower del 9/10/2011


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