Tío Patinhas
Qué imagen aquella del Tío Gilito lanzándose en plancha desde un trampolín a una piscina llena de dinero en vez de agua, dentro de un edificio o bunker con forma de titánica caja fuerte. Creo que muchos niños en vez de captar el mensaje correcto lanzado por el guionista de La Disney Factory y sentir cierta ojeriza por el personaje, censurarlo al menos por su desmedida codicia, esta imagen nos inculcó la idea de que el dinero procura diversión y seguridad al mismo tiempo; un hedonismo con base en el dinero, en conseguirlo para amontonarlo y que haga bulto más que para gastarlo. El dinero llama a dinero y se procrea él sólo, como esas mosquitas de las que me hablaban en Zoología que eran partenegenéticas. Qué nos importaban a nosotros, a nuestra edad, los Golfos Apandadores, que eran más simpáticos que nada. ¿Alguien recordaba que hubieran herido a algún personaje en alguna historieta? Ese discreto encanto del dinero cuando es mucho y se vuelve fluído, y permite usarlo como líquido para llenar una pileta olímpica, en eso era en lo que nos fijábamos cuando Donald visitaba a su tío. Tío Patinhas es como llamaban en un tebeo brasileño que compré una vez en un veraneo en Troia, una alargada península frente al Atlántico, cerca de Setúbal, mire usted por dónde. Porque este artículo en algún momento empezará a tratar del Real Madrid, Florentino y, cómo no, Mourinho.
Cuando escribía en los foros de debate de Fútbol me gustaba apodar a Florentino Pérez como Tío Patinhas. Nadie me secundaba en la idea, así que más bien me reía solo. Tampoco es que le recuerde con patillas en ninguna época, a don Florentino me refiero, porque al monigote millonario alguno de los dibujantes en nómina de La Disney le exageraba en exceso la mata de pelo, de pluma más bien, en torno a las orejas. Pero es que la gracia del mote no estaba en la semejanza física. Porque, a ver, ¿quién de ustedes se parece a un pato? En los andares como mucho. La Pfeiffer tenía boquita de patito, pero son cosas distintas. No, el chiste estaba en la semejanza de sus fortunas personales y en las que manejaban de terceros, en su fortaleza económica, en su capacidad para adquirir cualquier cosa que se le antojara, un fin de semana en la Riviera para departir con Berlusconi y Agnelli, un bimotor para volar a Tahiti o Sri Lanka en busca de patoaventuras, un jugador mítico de la Juventus que abarrotara las vitrinas de trofeos. Lo que quisiera uno u otro o le pidieran sus sobrinitos nietos, Jorgito, Juanito y Jaimito, los nombres que en otros tiempos más se repetían entre la mimada afición blanca. El apodo, una vez explicado, gustaba sobre todo a los culés del foro, que se burlaban de las compras millonarias de jugadores sin resultado positivo. En aquellos foros se podía participar tan ricamente siempre y cuando interiorizaras, y dejarás traslucir que lo habías hecho, que el Real Madrid era el "Walk on the wild side" y el Barça la verdad del Fútbol revelada a los profetas del Antiguo Testamento, Cruyff mayormente. Y entre risa y risa, entre codazo y codazo cómplice con aquellos resalados barcelonistas, entre desastre deportivo y desastre deportivo, alcorconazos para enterrar a Raúl en vida y lionesas de desayuno, veía crecer en fortaleza al Real Madrid desde la anoréxica situación institucional y económica en que lo dejaron Ramón Mendoza y Lorenzo Sanz. Siempre les decía a estos simpáticos señores, y a mis hermanos de fe también, que Florentino Pérez era la senda correcta, aunque en su mandato no se ganara título alguno. Que cuando se marchara dejaría el club niquelado, alicatado hasta el techo, presto para que otro sinvergüenza con suerte ganara otras dos Copas de Europa y un chorreo de trofeos nacionales. Siempre lo vi así. Siempre di por bien empleados todos los errores deportivos de don Florentino. Y a lo mejor me equivoqué. Aunque estoy muy lejos de reconocer tal cosa. Porque creo que lo que afirmo es una verdad evidente.
Y todo esto viene a cuenta del agrio debate que se está planteando alrededor de la figura del presidente. La lucha entre yihadistas y cruzados a veces provoca bajas por fuego amigo. La prensa ataca a Florentino a través de Mourinho y nosotros a veces contrarrestamos esta táctica con su imagen especular, defendiendo a Mourinho usando como escudo al presidente o culpándolo de lo malo que pasa. Para mí es un inmenso error. De las mentiras de la prensa creemos estar espurgando toda la paja aceptando únicamente como ciertas las censuras y críticas al señor Pérez, personaje mucho menos simpático que Mourinho en estos tiempos de contienda por parecer menos aguerrido, peor preparado para el combate verbal cuerpo a cuerpo. Lo conté en su día en aquellos foros de dios: En su momento, durante las primeras elecciones a las que se presentó Tío Patinhas, mi favorito fue siempre Lorenzo Sanz, más simpaticorro, más echado "palante", capaz de "clavar" todas las preguntas del quiz que le propusieron los de la tele. El pobre Floren no acertó ni una. "Vaya payaso", nos dijimos todos, "¿Será infeliz? Ni siquiera se sabe los nombres de la plantilla que ganó la Séptima". Pero es que al pobre le pilló de improviso el cuestionario, y entre la falta de reflejos, su nula capacidad para dominar las cámaras y el escenario, su aparente falta de carisma, escoró a babor y se vino a pique en vivo y en directo. Entonces, creo, éramos una afición un tanto infantil, huérfana relativamente reciente de Bernabéu y sus albaceas, Luis de Carlos y Ramón Mendoza. Era demasiado pronto para que nos hablaran de proyectos. Lo que nos molaba eran las promesas de fichajes. Lo entendió perfectamente Tío Patinhas, que en sus siguientes elecciones cargó colina arriba contra el enemigo con Figo a cuestas. E importó poco que don Lorenzo lo hiciera desde la vertiente contraria con los dos brazos ocupados en portar sendas Copas de Europa, que se llevó incluso, una debajo de cada sobaco, a la carpa donde estaban las urnas el día de las elecciones. La verdad para entonces ya había calado, urgía cambiar algunas cosas, modos de hacer, y el caramelito del jugador portugués fue la puntilla para el antiguo régimen. Llegó primero a la cima, Tío Patinhas, y extrajo sin aparente esfuerzo Excalibur de la roca.
Tuvimos un arranque de mandato exultante. A Figo le siguió al año siguiente Zidane. Dicen por ahí que todo aquello fue el esplendor de la miseria, pero yo recuerdo una misa solemne, un gloria in excelsis Deo -al del Fútbol me refiero, al que tanto mentan en vano en Barcelona- cantado por el coro en la catedral de Glasgow una noche de mayo. Pero de los imperios solemos recordar sólo sus decadencias, las descargas de mosquete desde los flancos de sus ejércitos en perpetua retirada. Cualquier recuerdo de aquellos tiempos es turbio después de tantos editoriales y columnas de opinión de los periódicos. La prensa hizo bien dura aquella retirada, ese anábasis interminable en busca del origen, de un modelo impostado de madridismo que rimara con los modos de Bernabéu. Florentino es fan acérrimo de los slogans, pero tiene poca gracia al pronunciarlos en público. Echar a Del Bosque fue su mayor error a la larga. Fue como tener al General Invierno apostado en cada paso de montaña en la retirada de la Gran Armée. Aplaudida la no renovación del salmantino cuando aun calentaba el sol de estío, todavía después cuando aun se recordaban sus rayos en pleno otoño, con los primeros copos de nieve empezó a ser salvajemente criticada desde los medios supuestamente afines que antes le habían dado el visto bueno. Y Florentino, mi tío Patinhas, hay que reconocerlo, dista mucho de tener la calidad literaria de un Jenofonte o la oratoria de un Napoleón, jamás ha sabido contrarrestar las letras de los demás con sus propias letras. Desde lo alto del Bernabéu, desde donde están apostados los mástiles de las banderas, un siglo de imperio ya nos contempla, pero don Florentino nunca supo encaramarse al estrado para soltar unas cuantas frases y arengar a las tropas. Ni creo que aprenda. Tampoco le hubiera valido de mucho seguramente. El País y su nave nodriza, el Grupo PRISA, eran muy poderosos entonces. La situación se volvió insoportable y, tras su renuncia a la presidencia, y el paréntesis de Boluda, que tanto le gusta rememorar a Pipi Estrada para poder hacer el ridículo, sobrevinieron los tiempos de Calderón, de los autos sacramentales en el AS, del honor y la honra de papel de periódico, de las asambleas trucadas y las vueltas al ruedo triunfales presidenciales con el toro aun vivito y coleando. Florentino nos había salvado de la ruina económica, nos había procurado incluso buena salud en este apartado, pero a nadie le importan las pesetas cuando no se ganan campeonatos. Más aun, esa salud hizo posible que la "tostada" de don Ramón aguantara todo lo que le pusieron encima, como se decía en aquel anuncio de pan tostado de paquete, al menos durante un tiempo. Los Ramones siempre nos han salido todos unos pícaros redomados, aunque Mendoza al menos tuviera también algo de caballero.
En su segunda etapa, Tío Patinhas ha procurado aplicar todo lo aprendido durante su desastrosa retirada durante la primera. Nadie escarmienta en cabeza ajena. Por eso traía la lección muy bien aprendida:
1.- No mimar a los futbolistas. Quizá fue por eso por lo que les quitó de en medio al yayo a la primera ocasión que tuvo, porque los malcriaba y les consentía todo. Como hace ahora en La Roja desteñida, que hasta Xavi se auto-sustituye durante los partidos cuando le viene en gana o tiene una rabieta. Que tampoco es que quiera hablar mal del señor Hernández, que es el suyo todo un detalle al comentarle en cada partido a su entrenador primero cuál va a ser la alineación de partida. Pero las cosas son como son, y tal como eran en el Madrid de los Galácticos lo son ahora en la Roja de los Humildes: Mucho talento acumulado y un director de orquesta, devenido en encargado o sobrecargo de la nave, que procura estorbar lo menos posible para que dicho talento se exprese. Ronaldo fue a quejarse a su oficina hace unos meses y dicen que dijo, cuando CR7 amagó con marcharse, que antes de hacerlo trajese el dinero para fichar a Messi. Debía de estar Diego Torres encaramado a la lámpara. Puede que a un simple aplique, que su tamaño como periodista es más bien menudo.
2.- Anteponer figuras de ejecutivos con cargos de nombre rimbonbante entre él y los problemas que puedan desgastarle. A veces no ha acertado con la persona. A veces ha errado por mucho. Pero la idea no es mala. Como en el ajedrez, es la figura del rey la que hace mortal y vulnerable al conjunto. Y creo que ahora no acertamos a saber a veces, o queremos confundirnos nosotros solos, qué figura del tablero ostenta la cruz sobre la testa. El rey no es Mourinho sino Florentino, aunque a muchos les parezca mal y quisieran derrocar al segundo en favor del primero. No le veo al portugués vocación de realeza, quizá si de permanencia si el General Invierno no le abate en alguna hondonada del camino. El fuego nutrido de los francotiradores, de los Torres, Segurolas y Relaños empieza a ser preocupante. Si nosotros lo secundamos desde la retaguardia tratando de abatir a Florentino vamos directos al desastre.
3.- Delegar decisiones en gente competente. Fichar a los mejores y darles los medios para que desarrollen su trabajo. Se acabó lo de fichar atendiendo a los gustos propios. Dudo mucho que Tío Patinhas supiera antes que nosotros quiénes eran Di María, Özil o Modric. Su último capricho fue fichar a Kaka, porque la contratación de CR7 era obligada desde el punto de vista económico por culpa de Calderón y su barca que a la deriva nos llevaba. Fue un golpe de efecto muy similar al de Figo. Con resultado final muy dispar. Desde hace más de dos años ya no ficha Florentino, y se agradece. Tampoco es que se pueda decir que haya errado siempre. Benzemá ha terminado siendo un acierto pleno. Y se lo adjudico a él porque ni le veo a Pellegrini personalidad suficiente para solicitar nada extravagante ni a Valdano ciencia o intuición suficientes para detectar la perla con la concha cerrada. Pero podría equivocarme y tratarse de un fichaje de la portera.
En la ya clásica disyuntiva entre cantera y cartera, me decanto decididamente por lo segundo. Habrá seguramente soluciones mixtas, pero si las tuviéramos en cuenta no tendría gracia la frase. Y si me decanto por la cartera es por una mera cuestión sentimental. Mi padre era abogado y asocio su imagen a la de un hombre siempre trajeado y encorbatado, que si salía por la puerta de casa sabías que iba al trabajo si le veías portar un portafolio muy elegante en la mano. Luego, cuando me ha tocado a mí utilizarlos los he encontrado incómodos y poco prácticos, me he decantado siempre que he podido por las mochilas a la espalda, como si en vez de un ingeniero de montes fuera un de esos ecologetas del enemigo. Pero es que la elegancia por desgracia es cosa que no he heredado. En todo caso, si el Barça tiene actualmente mejor cantera es porque desde hace unos años utiliza con ella más cartera que nadie. El tridente canterano que asombró a todo el mundo en la gala del Balón de Oro de hace dos años, que encumbró a la Massía, estaba formada por un charnego -con el apellido aun por domesticar-, un argentino -en una tierra en que se prefiere la inmigración pakistaní antes que la sudamericana, por aquello de que estos últimos traen agarrado el Castellano a sus costumbres como una lapa- y un mesetario -además de Albacete, que es donde más plana se muestra Castilla para vértigo de los que necesitan colinas y quebradas por todas partes para complicar el paisaje. La cantera del Barça es sobre todo el torneo de Brunete, y similares, a donde hay que acudir para extraer la piedra con un tipo que porte cartera y que además tenga poderes para firmar contratos. No soy fan entusiasta de los clanes cerrados, de la consanguineidad, del culto a la propia estirpe. Si tan buena fuera la pureza de raza, Harper Lee le habría dado otro final a su novela "Matar a un ruiseñor", Aticus Finch no habría tenido éxito en su defensa del acusado, que habrían acabado linchando sólo por ser negro. Lo normal es que el jurado de la prensa se decante por esta drástica solución cuando el reo es de esa raza. Así pueden venir todos los Lasses, Adebayores y Essienes que se nos ocurran, que siempre los encontraran culpables a todos de mal juego, sean cuales sean los eximentes, atenuantes o pruebas en contra. Y con más razón aun si se atreven a llamar papaíto al de Setubal. ¡En English! ¿Será posible? Como si ellos, los periodistas, no fueran gente culta, que maneja idiomas, que tiene estudios, y se les fuera a pasar por alto la carantoña.
Y si hablo de la cantera es porque estoy seguro que es uno de los temas que Mou y Tío Patinhas han hablado en sus reuniones. Yo sí me creo lo que dice el portugués, que es muy muy de Florentino. Lo creo porque a Mou nunca le he pillado en un renuncio. Y por eso trato de estar atento a lo que dice para poder descifrarlo cuando viene en clave. Mourinho tiene un interés real en quedarse, en hacer del Real Madrid su casa, desde este año. Por eso le interesa súbitamente la cantera. No como folclore sino como recurso. Quiere una cantera útil y por eso lleva un tiempo arreando con el pico y la pala a ver qué puede extraer de ella. Usar la cartera con la cantera es igual de fácil que hacerlo con la primera plantilla, se invierte a más largo plazo pero te llevas el gato al agua en la adquisición del producto, más chico si se quiere, por la misma causa, por tener un montón más grande de monedas que los otros pujadores. De estas y otras cosas por el estilo Tío Patinhas solo habla con Mourinho. Es su apuesta personal. Arriesgada, ya se ha visto, porque antes de aterrizar en Barajas ya se le estaba arreando a la borrica para que volviera por donde aun no había llegado. Y lo ha mantenido dos años. Bien duros los dos. Más aun que el primero, el de los alcorconazos y las lionesas. Obras son amores y no buenas razones. Mantener contra viento y marea a Mou ya es suficiente refrendo. Para mi es bagaje suficiente para afirmar que Florentino Pérez sí que defiende al entrenador del equipo. No, hablar en los medios no es lo suyo, es víctima fácil de los cuestionarios y los Manolos de este mundo. Y si no lo hace él ni nadie de la directiva da con el tono, habrá que buscar a alguien para que lo haga. Pero no confundamos lo sustancial con lo accesorio. Importa lo que se haga mucho más que lo que se diga. Si fuera al revés nos tendríamos que creer todo lo que dice la prensa, cuyo acierto al predecir acontecimiento es aproximadamente el mismo que Aramís Fuster o Rappel.
Que nadie dude que todos los golpes que recibe Mourinho vayan dirigidos a Florentino. Incluso los que se lanzan contra el clan de los portugueses, cuyo daño se quiere que repercuta sobre el máximo mandatario, como las fichas de dominó que se empujan unas a otras cuando caen. El recorrido de un presidente, es ley de vida, tiene un plazo más largo que el de un entrenador. Y quien estorba es Tío Patinhas. Molesta su cartera, la de negocios sobre todo, y molesta su intento de cambiar el status quo existente hasta su llegada en la relación del club con los medios. Si cargamos contra el presidente, como quiere la prensa, si minamos el terreno bajo sus pies, acabaremos hundiendo también al entrenador, que entiendo que sea a quien se prefiera. Tío Patinhas tiene sus cosas, pero no hemos tenido mejor presidente desde don Santiago. Lo que está haciendo por el club perdurará tras su marcha: El saneamiento económico, la ciudad deportiva de Valdebebas, la mejora del estadio, la resurrección de la sección de Basket. Son muchas cosas positivas, mejores incluso que uno o dos títulos, que los gana cualquier sinvergüenza, a las pruebas me remito, si cuenta con una plantilla de jabatos vestidos de blanco.
Dedicado a @DiosaMaracana,
créanme si les digo que se lo merece con creces
Que conste que estoy de acuerdo contigo en la sensación de orfandad que a veces nos trasmite el club. Incluso a los tuiteros, a los que no nos ha reconocido ningún esfuerzo. Ni siquiera parece haberse dado por aludido de que existimos. Y hubo un momento la temporada pasada en que la dignidad del club de sostenía casi exclusivamente con lo que se decía en Twitter. No se por qué ese silencio prolongado de Florentino, solo roto aquella vez que dijo eso de que "Mou nos ha enseñado que señorío es también no quedarse callado ante las injusticias". Yo también me siento frustrado.créanme si les digo que se lo merece con creces
Contestación al comentario de @inmabenito el 3-12-2012
Pienso que Florentino ni sabe ni quiere entrar en esas guerras dialécticas barriobajeras. Y tal vez se equivoque. Tampoco creo que Villar o la prensa fuera a cambiar el trato que nos dispensa si entrara en el cuadrilátero. Son otro tipo de acciones las que hacen falta, y quizá ahora sean imposibles. Lo malo es que el portavoz perfecto era Valdano. Siempre pongo el ejemplo de como hizo callar a Del Bosque, que llevaba dos años mandando puyitas desde la tele al madridismo con chiste y medio. Esas cosas las bordaba Valdano. Lo malo es que para lo demás es un negado y, además, ha resultado no ser trigo limpio. Hay demasiado señorío en quienes hablan a los medios, al margen de Mou, lógicamente. Butragueño y Pardeza son dos angelotes de terracota que no tengo muy claro a que se dedican.
En cuanto a ese plan maestro de Florentino, creo que ya lo ha esbozado muchas veces: Mejorar la capacidad económica del club, que es la clave y armar un proyecto en torno a Mourinho. Que tal vez se marche harto de todo, pero que no creo que sea con el beneplácito del club. El Barça tiene un grandísimo equipo, y cuando le fallan las fuerzas recibe ayudas de todo tipo: arbitrales, institucionales, periodísticas. Los contrarios incluso se dejan gustosos que les roben. Es una situación de locos en la que nuestras únicas armas son el equipazo que tenemos y, sobre todo, el entrenador. Ningún otro le habría arrancado trofeos torneos al barcelonismo en plena pax guardiolista. Y si no nos hubieran robado casi habría sido un baño: 1 Champions, 2 copas, 1 Liga y 2 Supercopas. Y no tengo claro que la primera liga de Mou no la hubiese ganado con arbitrajes normales. Esto lo ha interiorizado Florentino.
Todo eso de las elecciones tampoco lo tengo claro. ¿Qué quiere volver a salir elegido?, seguro. ¿Qué hará todo lo posible por lograrlo, haciendo uso de alguna artimaña quizá no muy elegante incluso?, pues probablemente. ¿Qué sea por afán de poder o notoriedad?, ahí ya me peirdo. Notoriedad seguro que no. Esta claro que no le gusta, ni le conviene para sus negocios mucha de la que le procura el Madrid. Pienso que Florentino se cree a sí mismo cuando dice que si opta a la presidencia es por sus ganas de mejorar el club, que lo ve vulnerable. Volvió muy a regañadientes en una situación de alerta roja, con el Barça humillándonos constantemente y el club patas arriba. Mira, eso se me ha olvidado mencionarlo en el escrito. Además, con la oposición de su familia. Ahora que es viudo probablemente hayan cambiado los planteamientos, se vea menos atado por lo personal y hasta más invulnerable con según que cosas.
Casi todo lo que dice la prensa sabemos que es mentira: Ni la afición está contra Mou, ni Florentino está reñido con Mou; Ni CR7 se quiere marchar; Ni hay camarillas en el vestuario. Habrán habido calentones o desencuentros, como en todos los sitios. Esto es una guerra de nervios en la que la prensa está perdiendo todas las batallas: 1) Perdieron la dialéctica con Mou; 2) Luego la deportiva, porque fue capaz de lograr títulos, algo impensable; 3) Ahora está perdiendo la de la afición, que se suponía en contra de Mou y no es cierto, más bien lo contrario. En el Bernabéu han pitado a todo el mundo. A veces los pitos no quieren decir mucho. He oído pitar a Roberto Carlos, Del Bosque, como jugador y entrenador, Zidane. A veces es simplemente para tratar de espabilar a alguien o intentar que no se suba a la parra, sin que se pierda el cariño. A Del Bosque se le pitaba porque era más lento decidiendo que elc aballo del malo, pero se le reconocía la calidad. No es nada tan dramático escuchar pitos. Menos en el Bernabéu.
Todo esto es duro y va a ir a peor, ya lo verás. Y puede que al final perdamos la batalla final, porque a veces no se entiende como aguantan unos y otros tanta presión. Ayer AS traía una entrevista con un reportero que ha escrito un libro sobre Enke, un portero que fichó el Barça y acabó suicidándose porque no asimiló el fracaso. Cualquier día se irá Mou y la prensa sacará pecho. Pero recordemos que a Shuster y Capello los despacharon en una temporada aun habiendo ganado la liga. A Capello en dos ocasiones diferentes. Entonces, cuando se vaya Mou, si que habrá orfandad real, no solo la sensación. Pero nos tendremos que hacer chicarrones grandes.
Quizás el Tio Patinhas no sea el mas adecuado para "hablar", quizás aun no seamos capaces de ver sus "obras", pero reconoce que el club, el equipo, y no solo el entrenador, parecen pobres huérfanos abandonados. Y conste que soy florentinista, creo que después de Don Santiago es lo mejor que nos ha pasado, pero ya se ríe del Real Madrid hasta el Levante... Tal vez sea el momento de dejarnos vislumbrar su plan maestro, o al menos una parte, esa en la que pone en su lugar a los perioflautas y adláteres, y a las vetustas pseudoinstituciones futbolisticas, para devolver al Madrid al lugar que le corresponde y nunca debió abandonar.
ResponderEliminarEspero que por ganar unas elecciones no pierda a la aficion ;-)