La depresión de Adán
Diego Torres
El País - Madrid - 17/02/2013
Bajo la lluvia y con gesto de abatimiento, Adán ejerció de rematador, o de centrador, durante el calentamiento de porteros madridistas previo al encuentro con el Rayo. Un asistente más para que Diego López, el titular, y Jesús Fernández, el segundo meta del Castilla, se preparasen para el partido. Tras la tarea, Adán se duchó y subió a la grada. En un mes y medio, había pasado de reemplazar al mejor portero del mundo a hundirse en una depresión y, finalmente, a sentarse en la tribuna por decisión técnica. Así lo dispuso José Mourinho, el mánager del Madrid, dándole otra vuelta de tuerca a la retorcida gestión de sus porteros.
Faltaban dos días para la Navidad cuando Mourinho resolvió mandar al banquillo a Iker Casillas. Para degradar al capitán, al hombre que la FIFA considera el mejor portero del mundo, el mánager se valió de la figura de Antonio Adán. El segundo portero de la plantilla no se había visto en otra. A sus 25 años, ya maduro para el oficio, su experiencia desde las categorías inferiores no le animaba al optimismo: siempre hubo porteros mejor considerados que él. Mourinho pareció cambiar la tendencia cuando antes de jugar en Málaga le comunicó que sería titular entre promesas de respaldo inquebrantable. Debió resultar persuasivo porque los compañeros observaron que Adán se comportaba de un modo extraño. De pronto, le vieron adherirse al grupo de los portugueses como uno más. Quizá temeroso de parecer insumiso, de un día para otro guardó las distancias con todos aquellos a quienes Mourinho no considera sus más leales. Incluido Casillas.
Los compañeros vieron a Adán repetir los discursos que le mandaba Mourinho. «Me han faltado el respeto», declaró, para lamentar las críticas que recibió por su actuación en Málaga. La sumisión no surtió efecto. El técnico tardó dos partidos en prescindir de Adán, que no regresó a la portería ni cuando Casillas se lesionó de gravedad. El fichaje de López zanjó el debate en el clásico en Granada, en donde Adán descubrió que su jefe ya no contaba con él. Durante las dos semanas siguientes, la plantilla tuvo dificultades para coincidir con Adán en Valdebebas antes y después de los entrenamientos. Le veían hundido, eludiendo encuentros, avergonzado y solo. “Lo utilizaron”, comentó un compañero la semana pasada, “a Mourinho nunca le gustó realmente”. El estado anímico afectó a su trabajo en las últimas semanas. Casi dos meses después de desafiar al mejor portero del mundo vio el Madrid-Rayo sentado en la tribuna.
Preguntado por la postergación de Adán, el auxiliar del mánager, Aitor Karanka, fue sumario y expeditivo: “La convocatoria se hace pensando en los 18 jugadores que mejor están y es una decisión que se toma como otra cualquiera”.
Diego Torres
El País - Madrid - 6/01/2013
Antonio Adán circuló entre las cámaras con aparente calma, el pelo negro cortado al cepillo, la sudadera gris de algodón bien ceñida al pecho, y la voz algo temblorosa después de una tarde desafortunada y ruidosa. "Es una lástima que te expulsen a los cinco minutos pero son cosas que pasan", dijo el portero del Madrid. "Pudo salir un partido perfecto pero salió el partido que salió, y hay que asumirlo con responsabilidad. Es una jugada desafortunada y hay que tirar hacia adelante. Lo que me ha traído hasta aquí es el trabajo y el trabajo es lo que me mantendrá".
El mánager, José Mourinho, decidió darle la titularidad a Adán ayer por la mañana en el hotel de concentración, después de una semana de cavilaciones y dudas. Pero el portero fue expulsado a los seis minutos por derribar a Vela en el área y Casillas recuperó el puesto que perdió en Málaga. Lo hizo en medio de una ovación estruendosa. El público idolatró a Casillas mientras se vendaba y se ajustaba los guantes al borde del campo. Adán se marchó abatido. "He oído que la gente gritaba '¡Iker, Iker…!'", recordó el expulsado. "Pero es normal. Él se lo ha ganado. Lleva muchos años siendo el mejor".
A sus 25 años, Adán está viviendo sus primeras experiencias en Primera División como un trauma inevitable. Porque es inevitable que reemplazar al mejor portero español de la historia resulte dramático, sobre todo cuando el hombre en cuestión está en plenitud de facultades esperando su turno en el banquillo de suplentes del club en el que ha hecho historia. "Yo lo estoy viviendo con mucha tranquilidad", dijo Adán. "Me he mantenido al margen de todo. No me he metido en absolutamente nada y he oído lo menos posible. Las únicas opiniones que importan son las del entrenador y los compañeros, y esas han sido todas buenas".
Adán se convirtió en una víctima colateral del duelo psicológico que libra Mourinho con Casillas. El mánager no tuvo reparos en utilizar al canterano para saldar viejas cuentas pendientes con el capitán y los resultados han sido desastrosos en todos los aspectos. Mourinho, sin embargo, eludió responsabilidades después del partido señalando que los culpables son quienes faltaron el respeto a Adán, sin aclarar quiénes han sido los irrespetuosos ni por qué han cometido sus faltas.
"A Adán", dijo el técnico, desenroscando un discurso críptico y tenebroso, "le he dicho antes del partido, contra la Real y en Málaga también, que los pitos que pueda escuchar no van para él. Pienso que la afición no tiene problemas con Adán y pienso que la prensa no tiene problemas con Adán. Tienen problemas conmigo por mi decisión y Antonio acaba por sentir esa presión. Esto solo es un problema en España. ¡En ningún otro lado esto es un problema! Pero, si es un problema, es un problema solamente conmigo. Mi opinión es que se ha faltado mucho al respeto a Adán. ¡Mucho! Porque él lleva 16 años en el Madrid, se ha formado en el Madrid, es de Madrid, es madridista, es un chico de la casa… ¿Por qué razón no puede tener derecho también a ser feliz? Vosotros habéis transformado un problema de ataque a José Mourinho en un problema de falta de respeto para un chico que merece respeto".
Quizá sugestionado por su jefe, Adán confesó que había oído voces que le difamaban: "He oído opiniones de todo tipo de personas que apenas habían seguido mi trayectoria y seguramente alguno me faltó al respeto. Pero sabía a lo que me exponía cuando el míster decidió ponerme en la portería. Sé lo que conlleva sustituir a Iker Casillas y sé lo que conlleva jugar en la portería del Real Madrid. No me sorprende nada. Estoy aquí para hacerlo lo mejor posible".
Para terminar, el portero tuvo palabras de agradecimiento hacia su compañero: "Iker me ha dado todo su apoyo antes de salir al campo y después me ha poyado como capitán. Creo que es un ejemplo como capitán del Madrid. Se ha portado fenomenal".
El madridismo no tiene quien le escriba
(Artículo escrito con la colaboración de @DiosaMaracana)
(Artículo editado originalmente en el Blog: Madridis Mosubversivo)
Me dice mi amiga @Anavikinga que hay muchos madridistas que no tienen quien les escriba, e inmediatamente me pregunto qué puedo hacer yo. Porque estuve muy atento al discurso de investidura de John F. Kennedy y porque hace tiempo que se que la prensa deportiva no piensa hacer nada por mí. Ni tampoco por @Anavikinga, que sé conformaría con un poco de equidad, incluso de mesura en la opinión aunque sea negativa. "No hay un solo medio TV, radio, prensa", me dice "que no sea beligerante con el actual RM". Y lo cierto que es hasta benévola con su queja, porque nunca hubo tregua con el Madrid en los medios; pero también es verdad que nunca hasta ahora hubo barra libre para convertir a los madridistas, tanto a directivos, técnicos, jugadores y aficionados, en una cuerda de presos, en delincuentes condenados a trabajos forzados, que es en lo que se convierte la lectura, audición o visión de la mayoría de las programas, crónicas y columnas de opinión de la prensa deportiva hoy en día. Por cada uno que discrepa de la verdad oficial hay veinte o treinta que se pone firmes en las prietas filas antimadridistas. Le llegan refuerzos al ABC a José Manuel Cuéllar, para que raje entre amigos, Paco González y Manolo Lama, nada menos, que más que tropa son del escalafón de jefes. Pedro Jota recluta hasta antropólogos para que refuercen las tesis de la fiscalía con pruebas científicas. PRISA estruja sus limones, léase Torres y Relaño, fiel a la máxima de que si la vida es amarga, debes hacerte un zumo. Y todo es tristeza y espanto para cualquier madridista. Ni ser "pipero" te salva del sufrimiento, al saber por la prensa que Iker y Ramos están presos en Guantánamo.
El madridismo no tiene quien le escriba. Y quien dice madridismo o @Anavikinga, dice Mourinho. Que ya tiene gracia que vaya para tres años los del calvario del portugués, el que sufre día sí y día también, que ni a Canillas puede ir tranquilo a ver entrenar a su hijo, sin que le insulte la prensa, el Forjanes de turno. Y se le sigue considerando un merceneario. Y Pellegrini, el último juguete roto, tras cinco meses de luna de miel con la prensa en la Costa del Sol, media prensa lo ponga en el Chelsea, aun con media temporada por disputar, sin que nadie le afee la conducta. Y todo producto de las prisas, del no saber lo que quieren -juguetes nuevos cada año para poder romperlos en todo caso-. Que al tiempo que tienen prisa por situar lo antes posible a Mou en la Premier, ya sea en el City, el United o el Chelsea londinense, también se les antoja verlo relegado en cada posible destino por el primero que se les ocurre, ya sea Guardiola, Benítez o ahora Pellegrini. No se puede estar a todo. O quizá es que la palabra mercenario sólo puede aplicarse cuando nos adentramos en el ámbito del madridismo, como si el Málaga no fuera un club de fútbol y aspirase al mismo nivel de exigencia que se pregona para el club blanco, y más ahora con su excelente debut en Champions.
El tema de moda para la prensa es el puesto de portero. Tiene mucha erótica para ellos. "Portero de noche" es el título de una famosa película erótica, del que poco puedo decir porque en los tiempos en que se emitía en televisión aun operaba en sistema de los rombos y se le hacía caso. Pero algunas miradas furtivas cuando se suponía que no debía estar ante el televisor, lecturas en revistas y noticias transmitidas por vía oral, me informaron de que se trataba de una historia de nazis encubiertos, de pasiones reprimidas, de sado-masoquismo, de dominio de voluntades. Creo que en esta estética e ideas de esta película se han inspirado buena parte de los periodistas actuales que tratan el "asunto Mourinho". Quizá, algo más jóvenes que yo, si que les dejaran sus padres ver el film por carecer de rombos, o haberse evaporado ya la mística que éstos traían desde la época de la televisión franquista. Es la historia de la portería madridista un asunto turbio que excita a sus memorias, que les retrotrae a un pasado del que no saben si se avergüenzan o quieren dar cuenta. Buena parte del subconsciente colectivo del reporterismo patrio está dominado por imágenes de un Mou con gorra militar y tirantes. La masculinización de lo femenino, objeto de deseo que poder torturar, porque no saben amar el fútbol, sólo torturarlo, el juego en sí, quienes lo hacen posible y quienes queremos disfrutar de él a plena luz del día, sin llamados a la conciencia, a la expiación de culpas. No nos avergüenza ser madridistas por más que nos quieran inculcar esta nueva noción de pecado, la de adscripción al equipo equivocado, del que reniega la retórica buenista y humildista, dopada hasta las cejas de valores.
Decía Woody Allen a quien le quisiera escuchar, poco después de rodar "Stardust Memories", que Charlotte Rampling, su partenaire en el film, era las sobras del pollo más sexis que jamás había visto. La actriz por entonces era puro huesos, sin apenas formas, que podía tapar con las manos, como en el cartel de la película de Liliana Cavani, pero con un rostro sereno y bellísimo. La erótica de la compasión, que a primera vista parece seducir a Diego Torres al titular su artículo de ayer "La depresión de Adán", como si le preocupara el estado de ánimo del muchacho, como si le torturara saber si come o no tras perder la titularidad en beneficio de Diego López, y temiera verle en los huesos. Pero no hay un ápice de simpatía en esas líneas, menos de las habituales, tal vez empieza a cansarse del personaje o a dudar de que tenga valor alguno en su campaña de descrédito del entrenador. "Bajo la lluvia y con gesto de abatimiento", comienza su escrito, dibujando una imagen que recuerda al gato de "Desayuno con diamantes", ese que se cuela entre los pies de los protagonistas mientras se dan el beso final, como símbolo del amor que surge del desamparo, del intento de ser refugio del otro, como queriendo suscitar nuestro amor por el canterano, gato mojado, a la intemperie, como Rocío Dúrcal en esa maravillosa ranchera que le compusiera Manuel Alejandro. Y, a continuación añade, "Adán ejerció de rematador, o de centrador, durante el calentamiento de porteros madridistas previo al encuentro con el Rayo", se diría que para movilizar también los corazones menos accesibles por la vía de las razones y no de los impulsos emotivos. ¿Qué puede haber más descorazonador que un portero ejerciendo de jugador de campo, más aun incluso si pensamos que estamos en los dominios de Casillas?
Pero es trabajo en balde, o mera cortina de humo. En las líneas de Diego Torres, como en las de la mayoría de los periodistas que militan en La Cruzada, ningún madridista está a salvo. Todo lo más Casillas, que uno no sabe ya si es líder de un sector de la prensa o su burrito de carga, en cuyas alforjas cargan los odios contra el entrenador y el presidente. Así, se nos muestra poco después a Adán como un pusilánime lameculos, de quien supuestamente le humilla y agrede. No hay la más mínima compasión, esa que por un momento pensamos que se nos exigía a nosotros, en la descripción del día a día del portero: "... los compañeros observaron que Adán se comportaba de un modo extraño. De pronto, le vieron adherirse al grupo de los portugueses como uno más. Quizá temeroso de parecer insumiso, de un día para otro guardó las distancias con todos aquellos a quienes Mourinho no considera sus más leales. Incluido Casillas". Si todos los caminos conducen a Roma, decía el viejo adagio, en el moderno periodismo deportivo todos los párrafos conducen a Iker. Con el arquero mostoleño, que nos tiene a Mou como un San Sebastián, acaba el tercero de su escrito el periodista a sueldo de PRISA. ¿Los años en El País le habrán hecho sentir la camiseta del grupo mediático polanquista al bueno de Diego? Hay que reconocer que si no siente el escudo, que está por ver, tampoco no se nota en exceso, porque su trabajo, quizá carente de calidad, está sobrado de esfuerzo, cual Khedira deambulando por una crónica de Juanma Trueba o Segurola. Es Adán para Diego Torres un pelota de tirano, que se arrima a sus secuaces y se aparta de los hombres libres, mártires de los tiempos airados. Es estética de portero de noche, la víctima que trata de seducir a su verdugo y acaba enredado en su propio juego, sin discernir ya lo que siente con el paso del tiempo, que nada cura, que sólo cristaliza las dudas, las heridas de la conciencia.
"Los compañeros vieron a Adán repetir los discursos que le mandaba Mourinho. «Me han faltado el respeto», declaró, para lamentar las críticas que recibió por su actuación en Málaga". De esta forma tan alambicada, poniendo en boca de Adán un comentario, que en realidad el reportero atribuye a Mourinho, sobre lo que él y la gente de su gremio habían dicho del portero, es como Diego Torres se lava las manos. Pilatos que se absuelve a sí mismo por medio de la condena de otro cuya autoridad moral niega. Y lo hace antes incluso de cometer el pecado, de tan poderosa que cree la invocación a Mourinho, porque enseguida añade: "La sumisión no surtió efecto. El técnico tardó dos partidos en prescindir de Adán". Antonio, reo de nocturnidad, ve en su pecado su propia penitencia. La sumisión, todo ese renegar de los justos y adherirse a los secuaces del mal y al propio Diablo, son premiados por éste con el desprecio, con el territorio de la grada, que es como el Purgatorio de los futbolistas, un lugar gris que no es ni el cielo verde del campo ni el infierno azul del banquillo. Y todo lo que sigue es patetismo, pero no para que nos compadezcamos de Adán, sino para que odiemos a Mourinho: "Le veían hundido, eludiendo encuentros, avergonzado y solo. «Lo utilizaron», comentó un compañero la semana pasada, «a Mourinho nunca le gustó realmente»". Compañeros, en plural mayestático a veces, como el que utilizaba Induráín, o en singular pero aludiendo a la tercera persona, es como Torres llama a su propia imaginación. Los compañeros vieron, los compañeros bromeaban, un compañero comentó... Y en la imaginación de Torres hay un Adán compungido, que llora después de renegar por tres veces del casillismo militante antes de cantar el gallo. Un Adán al que ni sus lágrimas podrán redimir, como a San Pedro. Es ese Adán en el paralelo 90, pero en clave religiosa, en términos de culpa y perdón, que es como a la prensa le gusta tratar los asuntos del fútbol si se refieren al Real Madrid.
Manolo Lama, por su parte, elude la temática religiosa en el escrito de ayer lunes. Quizá esté temeroso de la acogida en un periódico tan respetuoso con lo eclesiástico. COPE primero y ahora ABC. Extraño final de periplo para quien venía de tierras anticlericales. Es buen intento el del reportero tratando de ligar a Mou también con la estética nazi, a través esta vez de los Ultra Sur, pero se equivoca en el argumentario. Si bien se puede aceptar la figura literaria de los ultras destrozando la portería -que en realidad no era su propósito, más bien el de divertirse de modo poco civilizado, pero sin hacer peligrar el inicio del encuentro, menos la victoria del Real Madrid, que en un tris estuvo de ser descalificado de la competición-, la labor que Mourinho ha emprendido este año ha sido de reconstrucción del puesto, que vivía sus peores momentos desde que el propio Casillas fue la solución. Entonces solución, y hoy problema; cabría hacer infinidad de literatura y refranero de este hecho. Es ley de vida, nada tiene que ver con el bien y el mal, todo lo más con la biología y la merma en la capacidad de los cuerpos y las mentes. Sabido es que en la juventud se alcanza el cénit del potencial físico y mental, incluso antes para lo segundo. Luego todo es declive, cuyo amargor endulza, dicen, el aumento de la experiencia, pero que a muchos, a mí entre ellos, me parece sólo sacarina, sucedáneo con regusto extraño. y a ese problema en que se ha convertido Casillas parece que podría darle solución quien, paradojas del destino, siempre se pensó que algún día sería su sucesor y que se había tragado la tierra.
Nos dice Lama que Mou "Ha conseguido que esto sea un caso de psiquiatra", y con "ésto" se refiere al tema de la portería. Y tiene razón, lo que era un grave problema futbolístico para el madridismo se ha convertido en un agudo trauma mental para la prensa, que ya todo tratamiento parece quedarse corto por tantas cosas que se les escucha a los que se suponía mesurados periodistas. Sin acudir a los juegos de espejos y con una prosa mucho más farragosa, eso sí, más literatura de macho, con redaños, sin escudarse en "Los compañeros" para decir lo que piensa -que es poco pero contundente-, también Lama carga la culpa de las faltas de respeto de la prensa hacia Adán en el haber de Mourinho. Y ni de letras ni de ciencias, se le ve poco avezado en matemáticas al decir que "... si ahora se recuperara, Iker sería el cuarto portero del Madrid". Y eso por haber relegado Adán a Iker a la suplencia, y López al primero. Así que no me salen las cuentas, salvo que vea tan acertado el fichaje de Diego como a buena parte de los madridistas y le valga por dos. Con el ex-sevillista se acabaron bastantes de los titubeos a balón parado, aunque sigue siendo víctima frecuente del fuego amigo, el remate en propia meta de Cristiano en el segundo gol, y el fallo de marca de Sergio en el tercero. Ayer pudo mantener el casillero del Rayo a cero, e imagino que en parte fue el aumento de la compenetración con su defensa, y también por su propio acierto. Sí, se que Lama nos quiere colar a Jesús, que fue el portero suplente ante el Rayo Vallecano, al hacer la cuenta de la vieja. Pero es artimaña de mal fullero, que el mismo sabe que es trampa, pero que le evita tener que enfrentarse a la parte de culpa que le toca.
Quizá el bueno de Adán ha llegado a creerse, más bien creo que no, el que ha sido utilizado como conejillo de indias, según expresión de Lama, o como arma homicida, como nos quiere "vender" Diego Torres. Lo que muchos consideraron como "marrón", tener una oportunidad para ser titular, al final no llegó a buen puerto. Parece que si la ha sabido aprovechar Diego López. Tal vez porque está más maduro, siguiendo las obsesiones del periodista argentino, que tanto recalca su edad. Quizá ya había amainado en parte la tormenta periodística, y el ruido mediático, mucho menor que el soportado por Adán, y le distrajo bastante menos de que se traía entre manos. Quizá cuenta con un sólido apoyo en su propio hogar, en su mujer. Alguien que le ayuda a mantener la ilusión en el fútbol aun a sus 31 años. Porque está claro que las mujeres de los porteros están jugando un papel destacado en todo este asunto.
Se pregunta Lama si volverá a jugar Casillas cuando se recupere de su lesión, porque es eso lo que le importa, que los periodistas no pierdan sus peones dentro del vestuario. Alguna que otra en su propio dormitorio, que eso quisieran ellos que fuera el vestuario merengue, una cama redonda de titulares del equipo y reporteros, sin secretos, sin pudores. No le preocupa en absoluto el puesto de portero, por más que denuncie que otros quieran destrozarlo. Más bien contribuye en lo que puede, como buen Ultra de la prensa que es, a que la portería se venga abajo. Se cuelga del larguero con la esperanza, el sí, que lo suyo no es juego con el que entretener el rato mientras espera a que comience el encuentro, sino el puro ejercicio de su profesión, siguiendo de forma rigurosa la línea editorial impuesta, de que todo se vuelva astillas. Viven de los escombros del Real Madrid, del huroneo, de la chatarra que ellos mismos crean. Lo que a los amdridistas nos importa es que el puesto esté bien cubierto, y el mismo dice al respecto: "Diego López está cumpliendo y se ha ganando el puesto". Pues, entonces, ¿para qué más? Son ganas de amargarse la vida, de emperrarse en hacer zumo de limón cuando la vida te acaba de dar melocotones de la huerta murciana, o un porterazo bien plantado en el área y bien casado, que en este caso vendría a ser lo mismo. Afortunadamente para nosotros, esto sólo puede empeorar si esos EREs no hacen limpieza en las redacciones de los periódicos. Sino el madridismo, que es como decir Mourinho o mi amiga @Anavikinga, cada vez que abran un diario tendrán la madre de todos los problemas.
Lo realmente grave no es lo que digan estos fabricantes de basura, sino los aficionados que degluten toda la que les mandan sin ánimo ni intención de seleccionar. Hace poco, un compañero, madridista él -o eso, al menos, dice- menospreciaba mi opinión acerca de que Casillas estaba siendo un lastre para el equipo con el argumento de que yo era mourinhista.Sin nada más, sin exponer alguna actuación relevante del portero para argumentar su opinión. Incluso creyó que con ese calificativo me sentiriía menospreciado....
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