Soneto Nueve
Luna (primer aviso del alba)
Por alcanzar, Luna, las más altas cotas
en el espejo de la noche reflejas
rojos tonales de espirales complejas
que se van tiñiendo de tinieblas rotas.
En un alud de mansos destellos brotas,
para pasar del alba sus frías rejas,
para andar las sendas que corren parejas
y poblar el día de grises gaviotas.
Ya no sabes que es real y que imaginado
en ese cielo que a despertar empieza,
en esa luz que el horizonte ha inventado.
Presa en la cárcel cruel de tus soledades,
en un pozo de penumbra y de tristeza
ves morir una a una mil terenidades.
1,4 y 5 de octubre de 1984
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