Di con @ebannyta por casualidad, se quejaba en Twitter de haber sido víctima de racismo. Quise saber si era en España. Tenemos una visión de nosotros mismos tan tolerante que estas acusaciones espantan. En todo caso le pedí perdón en mi nombre por cualquier afrenta que hubiera podido sufrir. Este tema me toca de cerca. No estoy en su piel ni mi piel se parece a la suya, así que sería presuntuoso y condescendiente decir que entiendo lo que siente. Lo cierto es que en absoluto, ni remotamente soy capaz de imaginarlo. Lo cierto es que he conocido en profundidad a alguna mujer negra, y en conversaciones entre amigos de verdad más de una me ha confesado haber sufrido complejo por el color de su piel en las primeras etapas de su vida. Al preguntar por los motivos no se me decían unos concretos. Creo que es una corriente de opinión generalizada, al margen casi de las conciencias de la gente, de su estado consciente y su conciencia moral, lo digo para aclarar por si surge la duda, que induce a pensar a los negros que quizás no sean como nosotros, que son menos, tal vez menos listos, o hermosos, o dignos de ser tenidos en cuenta. Lo mismo que nadie le dice a un gordo que su aspecto gusta menos, pero lo nota en los pequeños rechazos y actitudes cotidianeas, a veces sin querer, tal vez los negros reciban una lluvia fina de actitudes en los demás y en su entorno que les induzcan a pesar que son menos o que para rechazar esta idea deben hacer un esfuerzo de voluntad. Pongo un ejemplo sencillo y al tiempo contundente: es raro ver modelos negras en desfiles de moda. hay una abrumadora mayoría de mujeres blancas. Si una niña negra contempla esto no tiene nada de raro que pueda interiorizar la idea de que no es hermosa por ser negra, o que serlo es un rasgo negativo que habrá de compensar con otros que también comparten algunas blancas.
Pero en el caso de @ebannyta el problema iba más allá de sentirse vagamente menospreciada o minusvalorada por ser negra, ella dice haber sufrido vejaciones inequívocas: insultos, humillaciones, incluso golpes. El problema ya he dicho me preocupa porque en cierto modo me toca de cerca. Se que es complicado, que influyen en él la educación recibida, los valores y pensamientos colectivos, pero también los instintos. Aquellos a quienes marginamos suelen marginar a su vez a terceros. Hay un rechazo o prevención instintivos a los que no son del propio grupo. Pero me interesa poder remediar los problemas que están a mi alcance, aquellos cuya solución depende de mí, de lo que haga o diga. Al curiosear en su blog encontre el post que transcribo un poco más abajo, y decidí escribir algo en contestación. Como parece haber aceptado mis palabras con alegria las reproduzco con orgullo en mi propio blog. Me he limitado a corregir los errores de escritura cometidos por haber redactado rápido, improvisando y no haber repasado lo escrito.
@ebannyta cosasbonitas: k mi hija m regale una poesía, k @ElChojin_net, @MiriJan84 y @Rokko69_RM comenten mi post http://t.co/ES4Wnxf
@Rokko69_RM @ebannyta @ElChojin_net @MiriJan84 Un honor y una emoción grande que lo que te escriba lo sitúes a rebufo de una poesía de tu hija. Gracias
Ser mujer, ser negra, ser madre soltera, ser negra
@ebannyta en 29-4-2011
http://taconesbaberosproyectosyligueros.blogspot.com
La teoría nos muestra una y otra vez que nuestro color de piel no nos diferencia excepto en nuestro aspecto físico y su reacción a los rayos del sol. Eso dice la teoría, que nuestra sangre es del mismo color, nuestros huesos también son blancos, nuestros órganos idénticos...Pero la realidad...es otra.
La realidad, es que no somos iguales. Quieren saber como somos?, está bien a través de los ojos de algunos, no somos mas que una perversión de la raza, deficientes en todas nuestras capacidades, sólo aptos para trabajos físicos, y por mucho que nos empeñemos en demostrar lo contrario, ellos siguen empecinados en su idea de superioridad, no sólo eres un humano inferior, algunos no te consideran ni humano...
A través de los ojos de otros, eres un ciudadano de segunda.Podemos hablar, reír incluso, pero no deseo que nada tuyo se mezcle conmigo, eres inferior ( una vez más). Si eres mujer, es incluso peor: pasas a ser calificada de cualquiera, de provocadora en la mayoría de los casos, de puta en otros. Es como si tuvieran derecho a decirte burradas por la calle, a insultarte, porque eres inferior, pueden desearte, pero no esta bien, y por ello, tú eres la culpable. En el mejor de los casos, sólo oirás un " no puedo salir con una negra, no puedo presentarte a mis padres, como comprenderás, pero no es racismo" llevo oyendo estas cosas toda mi vida...en ocasiones, un excesivo celo para " no ser racista" , que hace que lo sean, pero peor: discriminación positiva; todo el mundo se acerca a atenderte de manera exagerada, te hablan lento, como si ser de otro color implicara ser sorda, o ser de un país en donde la gente no conoce la palabra hablada, intentan ensalzarte, como si de esa manera fueran a borrar todos y cada uno de los insultos que llevo grabados a fuego en mi piel...
Soportar que la policía cachee a tus hermanos, solo por ser negros, que no puedas tomarte algo con tus primos tranquila, porque la gente denuncia que estamos ..( ¿QUÉ?!) que estamos "conspirando" o algo así, y que se acerque la policía a pedirte la documentación, porque teóricamente " estáis haciendo mucho follón"... A mi, me han pegado por ser negra, me han insultado, me han curtido a cada maltrato.
Perdonad si no soy condescendiente con todos los retrógrados que se sienten identificados con estas ideas arcaicas e irracionales, pero la esclavitud quedó abolida hace mucho tiempo...
YO soy persona, YO soy mujer, no quiero que me toleres, NO lo necesito. La vida es UN DERECHO.
Y soy madre, madre negra...de una hija que es el producto de una tercera mezcla, una mezcla mal denominada " salto atrás", al igual que la mía, " mulato", dícese de la mezcla aberrante entre especies...
No quiero que mi hija tenga que escuchar lo que escuche yo, que nunca se sienta vulgar por ser quién es, que no se deje engañar, que no le afecten los comentarios... pero es inevitable, forma parte de lo que somos, de quien somos...
No quiero que negro siga siendo negativo y blanco positivo, no quiero que la gente de mi alrededor se disculpe después de decir negro, no quiero...
Por ello, seguiremos así, seguiremos SIENDO y estando orgullosos de SER, porque esa es la forma más fuerte de luchar contra todo esto, contra esta pestilente enfermedad de la era moderna.
Contestación a @ebannyta en su blog
Creo que el tercer tipo de discriminación que describes es muy común. Los españoles somos paternalistas con los negros. A veces es bien intencionado, una compasión innesaria hacia quienes creemos que tienen una tara de nacimiento, un handicap en la vida que los hace partir con desventaja, como ser cojo o sordo. A veces es ternura por infantilizar a la gente de vuestra raza, como si fuerais niños chicos que necesitaseis ayuda. Otras veces es simple cargo de conciencia o miedo a ser tachados de racistas. Se que ocurre, creo que ocurre, porque tuve una pareja negra durante 7 años, a la que sigo muy ligado y vengo a ser ahora su única familia en España. Negra sin matices, quiero decir, no mulata clara como pareces tú. Se lo que es entrar en un centro comercial y que se paralice todo por el aluvión de miradas. Se lo que es que la gente se sorprenda al oirla hablar en Español. También la ternura que despierta, que ella misma fomenta para aprovecharse zalamera con su dulzura latina con un mejor trato en un restaurante o en una oficina donde tenga que tramitar algo.
Creo que yo cometo en parte algo de esa discriminación, hacia un tipo de gente que aquí no existía cuando era pequeño. Entonces era muy común oir lo terrible que sería que tu hija se casase con un negro y tuviese hijos mulatos, si tu mismo lo hicieras con una mujer negra y tuvieras vástagos de otra raza. Ese es un dilema que aquí se abordaba viendo ciertas películas americanas. Un dilema artificial porque aquí no había más que blancos. La contestación que me di cuando la pregunta se planteo en serio fue esta: Si quieres a alguien y, por tanto, esa persona te gusta como es querrás que los hijos que tengas con ella se le parezcan lo más posible. Porque sí, yo tengo esa perversión de la que hablas, siento predilección por las negras. Creo que no tiene nada de malo. Es como sentir predilección por las altas, las rubias, las pelirrojas o las que tienen carácter dominante. Una cuestión de gustos. Es el primer impulso, que se habrá de ver refrendado por factores más profundos.
En todo caso, creo que las negras son muy diferentes a las blancas no solo en lo físico sino también en el carácter. Suelen ser más alegres y mucho más expresivas a la hora de mostrar sus estados de ánimo. Y cuando hablo de expresividad no solo me refiero a que sean más efisivas sino a que el rostro de una negra tiene mayor capacidad que una blanca para expresar lo que siente. Por supuesto es una enorme generalización. Hay muchos ecotipos de negros como los hay de blancos. Las diferencias entre un sueco y un español son muy notorias.
Me duele sin embargo que me digas que has sufrido violencia verbal y hasta física, discriminación racial en españa. Pensé sinceramento que eso no pasaba. La discriminación positiva, incluso lo que yo llamo racismo de piel, el sentir rechazo físico por otras razas si que lo conocía. Las negras toda la vida de Dios se ha dado por sentado que eran feas. Aquí el paradigma de la belleza siempre ha sido una rubia de piel blanquísima, tetona a ser posible. El canon de belleza negra estaba marginado. Por lo pronto hemos conseguido que las mulatas claras, tipo Beyoncé o Halle Berry, se acepten como mujeres bellísimas. A ver si hacemos el recorrido completo.
sábado, 30 de abril de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
El fútbol y sus aledaños (22) - El Puto Amo
El Puto Amo
A muchos periodistas, al menos a dos de PuntoPelota se lo he oido mencionar en el programa, les sorprende que la afición madridista esté abducida, como ellos lo denominan, por José Morinho. Lo voy a intentar explicar, aunque se que es un esfuerzo inútil. Esta misma mañana lo he intentado con una amiga aficionada de otro equipo, y no es la primera vez que lo intento con ella, y ha sido completamente inútil. Piensa, como la mayoría, que el Madrid, que tanto ha ganado, no debe quejarse de nada, que su propio equipo, que ha pasado por segunda división y normealmente lucha por puestos mediocres en la tabla clasificatoria, tiene muchos más duelos y quebrantos que nosotros. Planteado así ya digo que es harto difícil encontrar un cauce para el discurso, porque el que se me da es tan angosto que no me caben los argumentos. Aun así, allá vamos.
Mourinho es un hombre polémico. ¿Por qué lo ficho el Madrid entonces, si el club presume de su fair play, de su imagen inmaculada y su señorío? Es una buena pregunta. Reconocí en su día, y es posible que esté escrito en este blog, que no me parecía creible su fichaje porque sus modos y el talante de Florentino Pérez parecía inmiscibles, como el agua y el aceite. Uno entre tantos de mis juicios equivocados. Creo al presidente cuando dice que siempre fue su primera opción, porque ni tiene motivos para mentir ni es su costumbre cuando hace afirmaciones, que son muy de vez en cuando. Es persona contenida y a todos nos extraño su efusividad celebrando un gol de Benzemá en un partido de Champions este año. Pero lo que vemos de Florentino es solo el paramento de la fachada frontal, mientras que de Mourinho tenemos acceso a lugares de él que a lo mejor a veces tampoco quisieramos recorrer. Nos da más información sobre sí, sobre su modo de ser de la que quisiéramos o necesitáramos a veces.
Urge pues como cuestión previa decidir si la actitud de Mourinho es auténtica o responde a una estrategia premeditada. Hay controversia al respecto. Se ha insistido mucho en que sus explosiones verbales responden a una intención de desviar la atención y de servir de pararrayos a sus jugadores frente a los ataques externos. Si fuera así quedaría desmentido su fama de buen estratega. Lo que hace pone en el ojo del huracán al Madrid en todos sus estamentos, provoca que se hable del club hasta en el New York Times. Tal vez sea una mezcla de ambas cosas, espontaneidad calculada o dosificada. En mi opinión es un deseo de expresarlo todo, mezclado con mucha fuerza de carácter, convencimiento de las propias ideas y una nula capacidad diplomática. Poco paciente con sus enemigos, sus respuestas a menuda descalifican o humillan a quienes las formulan. Cabe la posibilidad de que Mourinho esté intentando que el madridismo se enfrente a sus propios demonios. Para mí algo o mucho de esto hay. Pero el mal carácter ya lo traía puesto cuando llego, y no tengo claro que demonios podían tener en el armarios clubs como Oporto y Chelsea, poco conflictivos que yo sepa, un recién llegado a la élite del fútbol el segundo.
Cuando recaló en el club merengue tres son los problemas que se encontró:
1.- La supremacía indiscutible del Barcelona en España y muy poco discutida fuera. Que el Inter apease al Barça en la semifinal que daba acceso al partido del Bernabeu fue casi un milagro, logrado por el propio Mourinho. Algunos dicen que fue lo que decidió a Florentino Pérez a ejecutar su fichaje. La dejo caer aquí, porque es una hipótesis muy repetida, aunque yo no la crea.
2.- Una plantilla acostumbrada a ser arrollada cuando no humillada en el terreno de juego y cerca de él por los blau-granas. El mismo Pep intentó perpetuar esta situación en la misma raya de cal en su lance con CR7. Piqué también a su modo falto de inteligencia en ese mismo partido y tras finalizar el primer clásico de la tanda en la que estamos.
3.- Una prensa malcriada a la que cada temporada traían a un entrenador para que lo usara como juguete y pudiera romperlo en la sala de juegos que son los periódicos y las emisoras de radio.
El tercer problema es irresoluble. Nos tenemos que contentar con un entrenador que no se deje pisotear como tristemente les ocurriera a Shuster, Pellegrini, Capello y tantos otros antes que ellos. Mou les dijo "cuidaico" a los chicos de la prensa y estos encontraron el motivo que anhelaban para poder aplastarlo sin compasión en defensa propia. He debido decir intentarlo, porque en lo verbal dudo mucho que puedan sentirse ganadores, y en la batalla de ideas ni siquiera tengo noticia de que hayan compadecido al cuadrilatero. Lo que se dice sobre Mourinho suele versar más que nada sobre si pone los codos o no en la mesa y sabe utilizar la paleta del pescado, cuestiones de urbanidad y educación, urbanidad que decían en el colegio que yo estudiaba de niño. Temas de etiquetas en los que ancha es Castilla y hay espacio amplio de maniobra para buscar la posición para encararle y atizarle. la sala de prensa se ha convertido en el saloon donde Mourinho se enfrenta a los pistoleros de la prensa y suele ser el más rápido en disparar. A veces lo hace sin previo aviso.
En cuanto al problema futbolístico está claro que está por resolver, aunque el primer clásico y la Final de Copa hacen entrever que hay soluciones. El tercer clásico ha permitida respirar a la prensa. Ay, que la cosa se empezaba a poner fea y las circunstancias empezaban a exigir darle la razón a ese portugués. Es curioso, bueno, en realidad es algo muy lógico tal como están planteadas las cosas, la enorme difusión y el calibre de las críticas que obtienen las palabras de Mourinho y la casi nula repercusión que han tenido, en la propia prensa insultada incluso, las injurias de Guardiola acerca de una prensa asalariada y dirigida por Florentino Pérez, y el enésimo arrebato independentista de este señor, que una vez más llama tirano al país al que pertenece sin que apenas nadie mueva un músculo.
Pero, tratabamos de explicar por qué existe ese fervor casi unánime, y digo casi porque seguro que habrá quien discrepe, por José Mourinho en el aficionado madridista. Lo crean o no los seguidores de otros equipos, estamos hartos. Y la cosa no es de ahora o de hace unos pocos añor, es una situación enquistada desde hace décadas. Es ridículo que quienes han demandado a Mourinho por cuestionar 1 Copa de Europa hayan cimentado su identidad en la negación de 6 del Madrid. La identidad de una nación, y el pequeño país culé no va a ser una excepción, se basa siempre en la oposición a adversarios externos que amenazan o cuestionan esa identidad. El Madrid ha ido siempre a lo suyo porque le iba rezanoblemente bien. Algún tropieza hubo, como la semifinal de la Copa de Europa de 1960 frente a ya saben quien. Pero fijense lo poco conocido que es aquel hecho. Ahora nos dicen los barcelonistas que después de 50 años de quejas y descalificaciones, siempre embadurnadas de política, podemos hacerlo nosotros cada vez que nos roben en el terreno de juego. Pero los robos son anteriores a la llegada de Villar a la Federación Española de Fútbol, porque ya ocurrían en las islas afortunadas en la década de los 80. Y hablamos de hechos graves y también menudos: los pequeños favores a los rivales en forma de suspensiones cautelares, malos arbitrajes que se lograban sortear gracias a la supremaciía de juego, desplantes de los comités. Son el pan nuestro de cada día desde que recuerdo. Y recuerdo mucho en longitud, anchura y calado.
Valga como ejemplo curioso el intento de José María García de instaurar un invento que el denominó "La otra Liga". Era su época divorcio con Ramón Mendoza. Tras un largo domingo de noviazgo el romance acabó muy mal. El intento de desacreditar al personaje puso por en medio al Madrid, al que el periodista gustaba patear siempre que podía. Así, se hizo necesario proceder a demostrar las ayudas arbitrales sistemáticas al Madrid. La Otra Liga no era otra cosa que un intento de reflejar como quedaría la tabla clasificatoria si pudieran ser enmendados los errores de los árbitros, siempre que supusieran merma o incremento de puntos para los equipos. Tras dos años que demostraron que el Madrid era más perjudicado que beneficiario, prefirió aparcar el proyecto a perpetuidad. Eran graciosas las discusiones con el árbitro encargado de llevar los registros porque no se avenía a las instrucciones veladas, que no eran otras que demostrar de forma fehaciente que el Madrid era un ladrón del fútbol. Reconozco que mi desinterés por José María García tiene su semilla en un día en que se le oía abatido por la radio hasta que algo provocó su euforia: el Madrid perdía contra todo pronóstico aquella jornada su primera Liga en Tenerife. Después vinieron sus acosos al equipo español de Gimnasia Rítmica, al que destrozó de arriba a abajo, a Perico Delgado, Butragueño y a algunos otros que no querían obedecer sus consignas ni comulgar con sus postulados.
Siempre que el Madrid ha recibido una afrenta se ha exigido poco menos que su silencio desde todos los ámbitos, mientras que sus supuestos agravios, reales o inventados, alcanzaban cada vez mayor difusión. Pongamos como ejemplo las palabras de Piqué en el túnel de vestuarios del Bernabeu, graves si son ciertas. Cuando eran un rumor propagado por un único periodista se reiteró que no eran creíbles, que existían intereses bastardos al difundirlos. Pero al menos era tema del que se hablaba. Desde que Casillas confirmo el rumor se han sustraido del debate. Una acusación de una actitud racista de Busquets, que viene con la prueba por delante, ha pasado al cajón de lo que no se quiere discutir y si silenciar desde el primer momento. Si, es cierto, pasan muchas cosas en los terrenos de juego, pero a los nuestros siempre se les ha mirado con lupa. Se habló mucho de las cosas que Pandiani decía que le dijo CR7. Y los periodistas se agotaron de criticar lo que Pandiani les dijo que le había dicho CR7. A las palabras de Pandiani se les dió certificado de autenticidad desde el minuto 1. Curioso, ¿no? La norma más bien. Y si recordamos la forma en que se formaron dos tarjetas amarillas en el campo del Ajax todo queda más claro. Linchamiento público de Mourinho y a través de él del Madrid. Pues no se si es más grave alargar el saque de una falta para forzar la reacción de un árbitro o mofarse de una nacionalidad o una persona de otra raza. La prensa lo tiene claro, en este caso por lo que calla no por lo que dice.
Mourinho no tiene problemas en plantear los temas, ponerlos sobre la mesa. Es un jabato herido que la prensa y los enemigos del Madrid deberían rematar cuanto antes porque nada hay más peligroso que un jabalí herido. ¿Qué si siento devoción por Mourinho?¿Qué si estoy abducido por él? Para que negarlo. Es más, quiero reconocerlo. Pocas son las veces en que he estado en desacuerdo con algo de lo que haya dicho. No me pareció bien la acusación a Preciado y pare usted de contar. Digo más, ojalá Mourinho se empape de madridismo y quiera quedarse en la Casa Blanca mucho tiempo. Para siempre si es posible, que la haga suya, como lo hicieron Zidane, Stielike, Figo y otros personajes menos notorios, pero que son parte de los ladrillos con que está edificado el templo de Concha Espina, junto a la Iglesia en que hice mi Primera Comunión. Ahí dejo el dato para acabar en Allegro con Fuoco (espiritual). #HalaMadrid.
A muchos periodistas, al menos a dos de PuntoPelota se lo he oido mencionar en el programa, les sorprende que la afición madridista esté abducida, como ellos lo denominan, por José Morinho. Lo voy a intentar explicar, aunque se que es un esfuerzo inútil. Esta misma mañana lo he intentado con una amiga aficionada de otro equipo, y no es la primera vez que lo intento con ella, y ha sido completamente inútil. Piensa, como la mayoría, que el Madrid, que tanto ha ganado, no debe quejarse de nada, que su propio equipo, que ha pasado por segunda división y normealmente lucha por puestos mediocres en la tabla clasificatoria, tiene muchos más duelos y quebrantos que nosotros. Planteado así ya digo que es harto difícil encontrar un cauce para el discurso, porque el que se me da es tan angosto que no me caben los argumentos. Aun así, allá vamos.
Mourinho es un hombre polémico. ¿Por qué lo ficho el Madrid entonces, si el club presume de su fair play, de su imagen inmaculada y su señorío? Es una buena pregunta. Reconocí en su día, y es posible que esté escrito en este blog, que no me parecía creible su fichaje porque sus modos y el talante de Florentino Pérez parecía inmiscibles, como el agua y el aceite. Uno entre tantos de mis juicios equivocados. Creo al presidente cuando dice que siempre fue su primera opción, porque ni tiene motivos para mentir ni es su costumbre cuando hace afirmaciones, que son muy de vez en cuando. Es persona contenida y a todos nos extraño su efusividad celebrando un gol de Benzemá en un partido de Champions este año. Pero lo que vemos de Florentino es solo el paramento de la fachada frontal, mientras que de Mourinho tenemos acceso a lugares de él que a lo mejor a veces tampoco quisieramos recorrer. Nos da más información sobre sí, sobre su modo de ser de la que quisiéramos o necesitáramos a veces.
Urge pues como cuestión previa decidir si la actitud de Mourinho es auténtica o responde a una estrategia premeditada. Hay controversia al respecto. Se ha insistido mucho en que sus explosiones verbales responden a una intención de desviar la atención y de servir de pararrayos a sus jugadores frente a los ataques externos. Si fuera así quedaría desmentido su fama de buen estratega. Lo que hace pone en el ojo del huracán al Madrid en todos sus estamentos, provoca que se hable del club hasta en el New York Times. Tal vez sea una mezcla de ambas cosas, espontaneidad calculada o dosificada. En mi opinión es un deseo de expresarlo todo, mezclado con mucha fuerza de carácter, convencimiento de las propias ideas y una nula capacidad diplomática. Poco paciente con sus enemigos, sus respuestas a menuda descalifican o humillan a quienes las formulan. Cabe la posibilidad de que Mourinho esté intentando que el madridismo se enfrente a sus propios demonios. Para mí algo o mucho de esto hay. Pero el mal carácter ya lo traía puesto cuando llego, y no tengo claro que demonios podían tener en el armarios clubs como Oporto y Chelsea, poco conflictivos que yo sepa, un recién llegado a la élite del fútbol el segundo.
Cuando recaló en el club merengue tres son los problemas que se encontró:
1.- La supremacía indiscutible del Barcelona en España y muy poco discutida fuera. Que el Inter apease al Barça en la semifinal que daba acceso al partido del Bernabeu fue casi un milagro, logrado por el propio Mourinho. Algunos dicen que fue lo que decidió a Florentino Pérez a ejecutar su fichaje. La dejo caer aquí, porque es una hipótesis muy repetida, aunque yo no la crea.
2.- Una plantilla acostumbrada a ser arrollada cuando no humillada en el terreno de juego y cerca de él por los blau-granas. El mismo Pep intentó perpetuar esta situación en la misma raya de cal en su lance con CR7. Piqué también a su modo falto de inteligencia en ese mismo partido y tras finalizar el primer clásico de la tanda en la que estamos.
3.- Una prensa malcriada a la que cada temporada traían a un entrenador para que lo usara como juguete y pudiera romperlo en la sala de juegos que son los periódicos y las emisoras de radio.
El tercer problema es irresoluble. Nos tenemos que contentar con un entrenador que no se deje pisotear como tristemente les ocurriera a Shuster, Pellegrini, Capello y tantos otros antes que ellos. Mou les dijo "cuidaico" a los chicos de la prensa y estos encontraron el motivo que anhelaban para poder aplastarlo sin compasión en defensa propia. He debido decir intentarlo, porque en lo verbal dudo mucho que puedan sentirse ganadores, y en la batalla de ideas ni siquiera tengo noticia de que hayan compadecido al cuadrilatero. Lo que se dice sobre Mourinho suele versar más que nada sobre si pone los codos o no en la mesa y sabe utilizar la paleta del pescado, cuestiones de urbanidad y educación, urbanidad que decían en el colegio que yo estudiaba de niño. Temas de etiquetas en los que ancha es Castilla y hay espacio amplio de maniobra para buscar la posición para encararle y atizarle. la sala de prensa se ha convertido en el saloon donde Mourinho se enfrenta a los pistoleros de la prensa y suele ser el más rápido en disparar. A veces lo hace sin previo aviso.
En cuanto al problema futbolístico está claro que está por resolver, aunque el primer clásico y la Final de Copa hacen entrever que hay soluciones. El tercer clásico ha permitida respirar a la prensa. Ay, que la cosa se empezaba a poner fea y las circunstancias empezaban a exigir darle la razón a ese portugués. Es curioso, bueno, en realidad es algo muy lógico tal como están planteadas las cosas, la enorme difusión y el calibre de las críticas que obtienen las palabras de Mourinho y la casi nula repercusión que han tenido, en la propia prensa insultada incluso, las injurias de Guardiola acerca de una prensa asalariada y dirigida por Florentino Pérez, y el enésimo arrebato independentista de este señor, que una vez más llama tirano al país al que pertenece sin que apenas nadie mueva un músculo.
Pero, tratabamos de explicar por qué existe ese fervor casi unánime, y digo casi porque seguro que habrá quien discrepe, por José Mourinho en el aficionado madridista. Lo crean o no los seguidores de otros equipos, estamos hartos. Y la cosa no es de ahora o de hace unos pocos añor, es una situación enquistada desde hace décadas. Es ridículo que quienes han demandado a Mourinho por cuestionar 1 Copa de Europa hayan cimentado su identidad en la negación de 6 del Madrid. La identidad de una nación, y el pequeño país culé no va a ser una excepción, se basa siempre en la oposición a adversarios externos que amenazan o cuestionan esa identidad. El Madrid ha ido siempre a lo suyo porque le iba rezanoblemente bien. Algún tropieza hubo, como la semifinal de la Copa de Europa de 1960 frente a ya saben quien. Pero fijense lo poco conocido que es aquel hecho. Ahora nos dicen los barcelonistas que después de 50 años de quejas y descalificaciones, siempre embadurnadas de política, podemos hacerlo nosotros cada vez que nos roben en el terreno de juego. Pero los robos son anteriores a la llegada de Villar a la Federación Española de Fútbol, porque ya ocurrían en las islas afortunadas en la década de los 80. Y hablamos de hechos graves y también menudos: los pequeños favores a los rivales en forma de suspensiones cautelares, malos arbitrajes que se lograban sortear gracias a la supremaciía de juego, desplantes de los comités. Son el pan nuestro de cada día desde que recuerdo. Y recuerdo mucho en longitud, anchura y calado.
Valga como ejemplo curioso el intento de José María García de instaurar un invento que el denominó "La otra Liga". Era su época divorcio con Ramón Mendoza. Tras un largo domingo de noviazgo el romance acabó muy mal. El intento de desacreditar al personaje puso por en medio al Madrid, al que el periodista gustaba patear siempre que podía. Así, se hizo necesario proceder a demostrar las ayudas arbitrales sistemáticas al Madrid. La Otra Liga no era otra cosa que un intento de reflejar como quedaría la tabla clasificatoria si pudieran ser enmendados los errores de los árbitros, siempre que supusieran merma o incremento de puntos para los equipos. Tras dos años que demostraron que el Madrid era más perjudicado que beneficiario, prefirió aparcar el proyecto a perpetuidad. Eran graciosas las discusiones con el árbitro encargado de llevar los registros porque no se avenía a las instrucciones veladas, que no eran otras que demostrar de forma fehaciente que el Madrid era un ladrón del fútbol. Reconozco que mi desinterés por José María García tiene su semilla en un día en que se le oía abatido por la radio hasta que algo provocó su euforia: el Madrid perdía contra todo pronóstico aquella jornada su primera Liga en Tenerife. Después vinieron sus acosos al equipo español de Gimnasia Rítmica, al que destrozó de arriba a abajo, a Perico Delgado, Butragueño y a algunos otros que no querían obedecer sus consignas ni comulgar con sus postulados.
Siempre que el Madrid ha recibido una afrenta se ha exigido poco menos que su silencio desde todos los ámbitos, mientras que sus supuestos agravios, reales o inventados, alcanzaban cada vez mayor difusión. Pongamos como ejemplo las palabras de Piqué en el túnel de vestuarios del Bernabeu, graves si son ciertas. Cuando eran un rumor propagado por un único periodista se reiteró que no eran creíbles, que existían intereses bastardos al difundirlos. Pero al menos era tema del que se hablaba. Desde que Casillas confirmo el rumor se han sustraido del debate. Una acusación de una actitud racista de Busquets, que viene con la prueba por delante, ha pasado al cajón de lo que no se quiere discutir y si silenciar desde el primer momento. Si, es cierto, pasan muchas cosas en los terrenos de juego, pero a los nuestros siempre se les ha mirado con lupa. Se habló mucho de las cosas que Pandiani decía que le dijo CR7. Y los periodistas se agotaron de criticar lo que Pandiani les dijo que le había dicho CR7. A las palabras de Pandiani se les dió certificado de autenticidad desde el minuto 1. Curioso, ¿no? La norma más bien. Y si recordamos la forma en que se formaron dos tarjetas amarillas en el campo del Ajax todo queda más claro. Linchamiento público de Mourinho y a través de él del Madrid. Pues no se si es más grave alargar el saque de una falta para forzar la reacción de un árbitro o mofarse de una nacionalidad o una persona de otra raza. La prensa lo tiene claro, en este caso por lo que calla no por lo que dice.
Mourinho no tiene problemas en plantear los temas, ponerlos sobre la mesa. Es un jabato herido que la prensa y los enemigos del Madrid deberían rematar cuanto antes porque nada hay más peligroso que un jabalí herido. ¿Qué si siento devoción por Mourinho?¿Qué si estoy abducido por él? Para que negarlo. Es más, quiero reconocerlo. Pocas son las veces en que he estado en desacuerdo con algo de lo que haya dicho. No me pareció bien la acusación a Preciado y pare usted de contar. Digo más, ojalá Mourinho se empape de madridismo y quiera quedarse en la Casa Blanca mucho tiempo. Para siempre si es posible, que la haga suya, como lo hicieron Zidane, Stielike, Figo y otros personajes menos notorios, pero que son parte de los ladrillos con que está edificado el templo de Concha Espina, junto a la Iglesia en que hice mi Primera Comunión. Ahí dejo el dato para acabar en Allegro con Fuoco (espiritual). #HalaMadrid.
miércoles, 27 de abril de 2011
El fútbol y sus aledaños (21) - El Clan del Oso Cavernario
La final del bien contra el mal
Lluís Mascaró
Diaro Sport - 20.04.2011
La final de hoy no es una final de Copa cualquiera. Es la final de Copa más importante que ha jugado el Barça en toda su historia. Ninguno de los 25 títulos conseguidos hasta ahora por el club blaugrana en los 109 años de competición han tenido tanta trascendencia deportiva y mediática como el que va a tener éste. Porque esta noche hay en juego mucho más que un trofeo. Se dirime la supremacía de un estilo, de un modo de entender el fútbol. Y, especialmente, un modelo de comportamiento dentro y fuera del campo. El Barça debe ganar esta Copa para aumentar su palmarés, para que el proyecto de Guardiola sea todavía más triunfal, para asegurarse el doblete y encaminarse hacia el triplete, para dejar al Madrid en blanco... Pero, sobre todo, para evitar que gane Mourinho, para evitar que gane la crispación, la caverna mediática, la manipulación, la mentira. La final de esta noche es la batalla final entre el bien y el mal. Entre la educación y la mezquindad. Entre el amor y el odio. Por eso, el Barça no nos puede fallar.
Una victoria blaugrana significaría, desde el punto de vista estrictamente deportivo, el triunfo de la excelencia futbolística, representada por jugadores formados en la cantera, con ADN culé, con un modelo basado en el buen trato del balón y la ambición ofensiva. El espectáculo en estado puro. El Barça ha dignificado el fútbol con las aportaciones que Guardiola ha realizado al estilo de Michels, Cruyff o Rijkaard. Pero también con el arte que imponen especialistas de este estilo como Xavi, Iniesta o Messi. La antítesis de lo que representa, en estos momentos, la propuesta que ofrece el Madrid de Mourinho. Los blancos apuestan por un fútbol ruín, defensivo, basado en el patadón a seguir, el choque y las jugadas a balón parado. Un fútbol en el que predomina la fuerza física sobre la técnica. Donde gana el que es más fuerte, más alto y más rápido, no el que es más bueno. Mourinho ha desvirtuado el fútbol hasta convertirlo en una guerra de guerrillas que se inicia en las ruedas de prensa y que no se acaba nunca. Un fútbol que busca la complicidad del entorno para desestabilizar al rival, por lo civil o por lo criminal. Y eso es lo que debe evitar el Barça con su victoria. Una victoria clara, rotunda, indiscutible.
No me quiero ni imaginar lo que significaría un Madrid campeón con Mourinho, Cristiano Ronaldo y las huestes cavernarias cabalgando por Cibeles. Nos intentarían inocular por vía intravenosa la doctrina del `nacional madridismo¿ que ellos defienden con esa vehemencia tan propia de los talibanes. Una doctrina que no rehuye el enfrentamiento y que aboga por la zafiedad y las malas maneras. Que esta doctrina se viera recompensada con una victoria en la final de la Copa sería el peor favor que se le podría hacer al fútbol. Y al sentido común.
Una Copa que vale menos que una Liga
Lluís Mascaró
Diario Sport - 22.04.2011
Las cosas en su sitio. La Copa es, sin duda, el título menos importante de los tres que se disputaban esta temporada Barça y Madrid. Que la haya ganado el equipo de Mourinho no debe servir para convertirla en un trofeo trascendental, como se está queriendo vender desde la caverna mediática. Por lo tanto, que los culés no se dejen engañar por las campañas `nacional madridistas¿ y recuerden que el torneo por excelencia, el que valora realmente la capacidad de un equipo, es la Liga. Y la Liga ya es del Barça. Matemáticamente todavía no podemos celebrarla. Pero cuando la ganemos (que será, por cierto, la tercera consecutiva) hay que hacer fiesta grande. Muy grande. Porque el Barça la habrá conquistado con una solvencia espectacular y practicando el fútbol más bonito que se ha visto nunca. Esta Liga tiene tanto valor que la Copa (aunque a todos los culés nos hubiera gustado ganarla) se queda muy pequeña su lado.
Otra cosa será la Champions. La próxima semana empieza el duelo de semifinales con el Madrid. Dos nuevos clásicos con la final de la Copa de Europa como objetivo. El Barça, fiel a su estilo, deberá mejorar algunas de sus prestaciones (velocidad y remate) para eliminar al equipo de Mourinho y clasificarse para la gran cita continental de Wembley. Lo que ha pasado en la Copa no debe tener (ni tendrá) incidencia en la Champions. Son dos partidos diferentes, con la vuelta en el Camp Nou. Y este factor debe ser decisivo.
El Clan del Oso Cavernario
¿Como abordar este doble escrito? Ya decidirse a elegir un tono cuesta los suyo. Bastaría con una hoja en blanco, sin comentario alguno para dejar que la atención del lector se centrara en los dos artículos. Sería harto elecuento, porque ¿qué es lo que se puede añadir al díptico? Forman parte ya por derecho propio de la historia del disparate periodístico. La maja vestida de trascendencia retórica y la maja desnuda de razones y fair play. La derecha que se troca en izquierda, el blanco en negro, la afirmación sin matices en negación sin resquicio para los peros.
Ya he expuesto antes esta idea, pero creo que el primero de los artículo, el de las vísperas, es un buen ejemplo de la misma, y por eso me parece pertinente repetirme. casi obligado. El Barcelona perdió la final del la Copa porque además de ganar el partido quiso demostrar algo, un teorema, un postulado, una teoría del todo, del bien y el mal nada menos. Y cuando por fin parecía que iba a lograrlo, en la primera media hora de la segunda parte del encuentro, distrajo parte de sus recursos técnicos y físicos que estaba invirtiendo en jugar al fútbol en mejorar su retórica. Los vitores toreros del públicos, los ecos de los artículos periodísticos. Quien sabe si el efecto de las soflamas de Guardiola en el descanso. Se hizo más importante desbordar con caño incluido que simplemente avanzar hacia el objetivo, la portería de Iker Casillas. Un pase más para que se escuche otro olé. Y de la fuerza del torbellino poco a poco se fue convirtiendo en un ejercicio de estilismo huero. Y, lo que es peor, practicado por un equipo agotado después de las festividades.
Está claro, y sino gafas para ver de cerca, que el partido antes de disputarse era para el señor Mascaró el más importante de los disputados por el Barcelona en sus 109 años de historia. Y sin llegar a la exageración en la que cae don Lluis, le concedo su enorme trascendencia, al menos en el tramo de historia que nos toca vivir ahora. ¿Como voy a estar a disgusto con que se exponga la tesis si es la que vengo denunciando que se viene construyendo desde el ámbiro del barcelonismo, por sus teóricos, cronistas y aficionados pata negra? Y siempre que lo hacia causaba irritación en quien charlaba conmigo. Pues he aquí la prueba. El barcelonismo, al menos su núcleo duro con ADN al dente, identifica su club con el bien y al Madrid con el mal. ¿Como no van a arrojar medio contenido de un almacén del Corte Inglés cada vez que la tribu de orcos blancos profana sus territorios sagrados con una victoria o un fichaje? El fútbol que practica el Barça es el bien absoluto y todo lo que queda fuera habita en el territorio del mal. Es la lista de Mascaró, en la que solo hay salvación para los blaugranas con la adecuada genética ideológica.
El ideario se expone en el segundo párrafo sobre todo, nos lo concemos de memoria: la cantera y sus fichajes millonarios de chicos extranjeros, entendiendo por tales los que no pertenecen al pequeño país sojuzgado; el trato del balón, de usted siempre al esférico, y con previa reverencia cuando uno se topa con él en un callejón del campo; el club sin entorno mediática (esta es muy buena), porque decididamente Lluis no existe o debería borrarse una temporada para ahorrarse el ridículo de que le reconozcan sus lectores; el club con historia, porque para los demás todas las temporadas son el año cero, la campaña de la marmota; y, por supuesto, la humildad por bandera, gritada a los 4 vientos con megáfono, hinchando el pecho para destacar entre el tumulto, serigrafiada en las camisetas para que el discurso se reproduzca hasta el infinito como un virus, como Mr. Smith en Matrix Revolutions, pero escrito a mano alzada para fingir que es un discurso improvisado.
Lluis Mascaró no quería ver a las huestes cavernarias, a los Long Raiders, a los forajidos de leyenda cabalgando por la fuente de La Cibeles. Pues ya lo siento. No quería que el nacional madridismo, tan ajeno a su espíritu libertario, viese recompensado su patadón y tente tieso con la victoria. Que parece que es lo que quita y da razones a estos adalides del fútbol, que inflan los pulmones para repetir como loros que ganar no es el objetivo último, que la victoria viene sola si se logra alcanzar la excelencia fubolística, pero que sin embargo no conciben otra forma de probar los méritos. Paradojas andantes, como escritores del Barroco Madrileño. El fulgor de la miseria, la mancha que provoca el esplendor sobre la propia vestimenta. Ojalá fuera solo fútbol, pero con todos sus contenidos, sin Teología de la liberación, sin retórica ni gramática parda. Es lo que ellos proponen para desdecirse en cada línea que escriben. Sacristanes de los de sotana que solo ven infieles, talibanes, en quienes no comulgan con sus ideas rancias y fanáticas.
El señor Mascaró apostó fuerte y alto hubiera sido el rédito obtenido si hubiera ganado el embite, su órdago a la grande. Pero Fortuna es diosa caprichosa y una sola pavesa bastó para que ardiera el infierno, para que Mestalla pareciera la guarida del Diablo, el mismisimo Santiago Bernabeu. Y mira tú, aquí viene lo grave, aunque también lo divertido, no quiso ser buen pagador tras perder la apuesta. Causa hilaridad leer que la trascendencia del choque fuera un postulado de la Caverna Mediática, porque el silogismo es claro: el fue quien formuló el postulado, así que a él le toca ser el oso cavernario. Advierte unas líneas más adelante a los culés de que no deberían hacer caso a quienes proclaman estas teorías tan extravagantes. Y estoy de acuerdo, si se leyese menos a Mascaró, al menos si se le hiciese menos caso, todo iría inevitablemente a mejor.
Lo cierto es que estoy de acuerdo con la teoría tras pasar por el quirófano del cirujano plástico, la Copa es el trofeo con menor trascendencia de los tres que se disputan a lo largo del año. Tampoco mintamos, la final es junto a la de la Champios el más hermoso de la temporada. Pero es el señor Mascaró quien lo ha revalorizado el logro hasta alcanzar valor incalculable a los ojos de los madridistas. Porque la Copa ganada el pasado miércoles vale tanto como las logradas por el Barcelona en sus 109 años. Y nos queda como resto a la hora de comparar 2 Intercontinentales, 9 Copas de Europa, 31 Ligas y 17 Copas de España. La suma de lo que acabo de enumerar es la diferencia que hay ahora mismo entre ambos clubs en cuanto a logros. Les aventajamos por 59 títulos siguiendo la doctrina Mascaró. ¿Como me podría caer mal quien repite el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, pero con los trofeos del Museo del Real Madrid? Bendito Mascaró. Que se tome algo a mi cuenta.
Lluís Mascaró
Diaro Sport - 20.04.2011
La final de hoy no es una final de Copa cualquiera. Es la final de Copa más importante que ha jugado el Barça en toda su historia. Ninguno de los 25 títulos conseguidos hasta ahora por el club blaugrana en los 109 años de competición han tenido tanta trascendencia deportiva y mediática como el que va a tener éste. Porque esta noche hay en juego mucho más que un trofeo. Se dirime la supremacía de un estilo, de un modo de entender el fútbol. Y, especialmente, un modelo de comportamiento dentro y fuera del campo. El Barça debe ganar esta Copa para aumentar su palmarés, para que el proyecto de Guardiola sea todavía más triunfal, para asegurarse el doblete y encaminarse hacia el triplete, para dejar al Madrid en blanco... Pero, sobre todo, para evitar que gane Mourinho, para evitar que gane la crispación, la caverna mediática, la manipulación, la mentira. La final de esta noche es la batalla final entre el bien y el mal. Entre la educación y la mezquindad. Entre el amor y el odio. Por eso, el Barça no nos puede fallar.
Una victoria blaugrana significaría, desde el punto de vista estrictamente deportivo, el triunfo de la excelencia futbolística, representada por jugadores formados en la cantera, con ADN culé, con un modelo basado en el buen trato del balón y la ambición ofensiva. El espectáculo en estado puro. El Barça ha dignificado el fútbol con las aportaciones que Guardiola ha realizado al estilo de Michels, Cruyff o Rijkaard. Pero también con el arte que imponen especialistas de este estilo como Xavi, Iniesta o Messi. La antítesis de lo que representa, en estos momentos, la propuesta que ofrece el Madrid de Mourinho. Los blancos apuestan por un fútbol ruín, defensivo, basado en el patadón a seguir, el choque y las jugadas a balón parado. Un fútbol en el que predomina la fuerza física sobre la técnica. Donde gana el que es más fuerte, más alto y más rápido, no el que es más bueno. Mourinho ha desvirtuado el fútbol hasta convertirlo en una guerra de guerrillas que se inicia en las ruedas de prensa y que no se acaba nunca. Un fútbol que busca la complicidad del entorno para desestabilizar al rival, por lo civil o por lo criminal. Y eso es lo que debe evitar el Barça con su victoria. Una victoria clara, rotunda, indiscutible.
No me quiero ni imaginar lo que significaría un Madrid campeón con Mourinho, Cristiano Ronaldo y las huestes cavernarias cabalgando por Cibeles. Nos intentarían inocular por vía intravenosa la doctrina del `nacional madridismo¿ que ellos defienden con esa vehemencia tan propia de los talibanes. Una doctrina que no rehuye el enfrentamiento y que aboga por la zafiedad y las malas maneras. Que esta doctrina se viera recompensada con una victoria en la final de la Copa sería el peor favor que se le podría hacer al fútbol. Y al sentido común.
Una Copa que vale menos que una Liga
Lluís Mascaró
Diario Sport - 22.04.2011
Las cosas en su sitio. La Copa es, sin duda, el título menos importante de los tres que se disputaban esta temporada Barça y Madrid. Que la haya ganado el equipo de Mourinho no debe servir para convertirla en un trofeo trascendental, como se está queriendo vender desde la caverna mediática. Por lo tanto, que los culés no se dejen engañar por las campañas `nacional madridistas¿ y recuerden que el torneo por excelencia, el que valora realmente la capacidad de un equipo, es la Liga. Y la Liga ya es del Barça. Matemáticamente todavía no podemos celebrarla. Pero cuando la ganemos (que será, por cierto, la tercera consecutiva) hay que hacer fiesta grande. Muy grande. Porque el Barça la habrá conquistado con una solvencia espectacular y practicando el fútbol más bonito que se ha visto nunca. Esta Liga tiene tanto valor que la Copa (aunque a todos los culés nos hubiera gustado ganarla) se queda muy pequeña su lado.
Otra cosa será la Champions. La próxima semana empieza el duelo de semifinales con el Madrid. Dos nuevos clásicos con la final de la Copa de Europa como objetivo. El Barça, fiel a su estilo, deberá mejorar algunas de sus prestaciones (velocidad y remate) para eliminar al equipo de Mourinho y clasificarse para la gran cita continental de Wembley. Lo que ha pasado en la Copa no debe tener (ni tendrá) incidencia en la Champions. Son dos partidos diferentes, con la vuelta en el Camp Nou. Y este factor debe ser decisivo.
El Clan del Oso Cavernario
¿Como abordar este doble escrito? Ya decidirse a elegir un tono cuesta los suyo. Bastaría con una hoja en blanco, sin comentario alguno para dejar que la atención del lector se centrara en los dos artículos. Sería harto elecuento, porque ¿qué es lo que se puede añadir al díptico? Forman parte ya por derecho propio de la historia del disparate periodístico. La maja vestida de trascendencia retórica y la maja desnuda de razones y fair play. La derecha que se troca en izquierda, el blanco en negro, la afirmación sin matices en negación sin resquicio para los peros.
Ya he expuesto antes esta idea, pero creo que el primero de los artículo, el de las vísperas, es un buen ejemplo de la misma, y por eso me parece pertinente repetirme. casi obligado. El Barcelona perdió la final del la Copa porque además de ganar el partido quiso demostrar algo, un teorema, un postulado, una teoría del todo, del bien y el mal nada menos. Y cuando por fin parecía que iba a lograrlo, en la primera media hora de la segunda parte del encuentro, distrajo parte de sus recursos técnicos y físicos que estaba invirtiendo en jugar al fútbol en mejorar su retórica. Los vitores toreros del públicos, los ecos de los artículos periodísticos. Quien sabe si el efecto de las soflamas de Guardiola en el descanso. Se hizo más importante desbordar con caño incluido que simplemente avanzar hacia el objetivo, la portería de Iker Casillas. Un pase más para que se escuche otro olé. Y de la fuerza del torbellino poco a poco se fue convirtiendo en un ejercicio de estilismo huero. Y, lo que es peor, practicado por un equipo agotado después de las festividades.
Está claro, y sino gafas para ver de cerca, que el partido antes de disputarse era para el señor Mascaró el más importante de los disputados por el Barcelona en sus 109 años de historia. Y sin llegar a la exageración en la que cae don Lluis, le concedo su enorme trascendencia, al menos en el tramo de historia que nos toca vivir ahora. ¿Como voy a estar a disgusto con que se exponga la tesis si es la que vengo denunciando que se viene construyendo desde el ámbiro del barcelonismo, por sus teóricos, cronistas y aficionados pata negra? Y siempre que lo hacia causaba irritación en quien charlaba conmigo. Pues he aquí la prueba. El barcelonismo, al menos su núcleo duro con ADN al dente, identifica su club con el bien y al Madrid con el mal. ¿Como no van a arrojar medio contenido de un almacén del Corte Inglés cada vez que la tribu de orcos blancos profana sus territorios sagrados con una victoria o un fichaje? El fútbol que practica el Barça es el bien absoluto y todo lo que queda fuera habita en el territorio del mal. Es la lista de Mascaró, en la que solo hay salvación para los blaugranas con la adecuada genética ideológica.
El ideario se expone en el segundo párrafo sobre todo, nos lo concemos de memoria: la cantera y sus fichajes millonarios de chicos extranjeros, entendiendo por tales los que no pertenecen al pequeño país sojuzgado; el trato del balón, de usted siempre al esférico, y con previa reverencia cuando uno se topa con él en un callejón del campo; el club sin entorno mediática (esta es muy buena), porque decididamente Lluis no existe o debería borrarse una temporada para ahorrarse el ridículo de que le reconozcan sus lectores; el club con historia, porque para los demás todas las temporadas son el año cero, la campaña de la marmota; y, por supuesto, la humildad por bandera, gritada a los 4 vientos con megáfono, hinchando el pecho para destacar entre el tumulto, serigrafiada en las camisetas para que el discurso se reproduzca hasta el infinito como un virus, como Mr. Smith en Matrix Revolutions, pero escrito a mano alzada para fingir que es un discurso improvisado.
Lluis Mascaró no quería ver a las huestes cavernarias, a los Long Raiders, a los forajidos de leyenda cabalgando por la fuente de La Cibeles. Pues ya lo siento. No quería que el nacional madridismo, tan ajeno a su espíritu libertario, viese recompensado su patadón y tente tieso con la victoria. Que parece que es lo que quita y da razones a estos adalides del fútbol, que inflan los pulmones para repetir como loros que ganar no es el objetivo último, que la victoria viene sola si se logra alcanzar la excelencia fubolística, pero que sin embargo no conciben otra forma de probar los méritos. Paradojas andantes, como escritores del Barroco Madrileño. El fulgor de la miseria, la mancha que provoca el esplendor sobre la propia vestimenta. Ojalá fuera solo fútbol, pero con todos sus contenidos, sin Teología de la liberación, sin retórica ni gramática parda. Es lo que ellos proponen para desdecirse en cada línea que escriben. Sacristanes de los de sotana que solo ven infieles, talibanes, en quienes no comulgan con sus ideas rancias y fanáticas.
El señor Mascaró apostó fuerte y alto hubiera sido el rédito obtenido si hubiera ganado el embite, su órdago a la grande. Pero Fortuna es diosa caprichosa y una sola pavesa bastó para que ardiera el infierno, para que Mestalla pareciera la guarida del Diablo, el mismisimo Santiago Bernabeu. Y mira tú, aquí viene lo grave, aunque también lo divertido, no quiso ser buen pagador tras perder la apuesta. Causa hilaridad leer que la trascendencia del choque fuera un postulado de la Caverna Mediática, porque el silogismo es claro: el fue quien formuló el postulado, así que a él le toca ser el oso cavernario. Advierte unas líneas más adelante a los culés de que no deberían hacer caso a quienes proclaman estas teorías tan extravagantes. Y estoy de acuerdo, si se leyese menos a Mascaró, al menos si se le hiciese menos caso, todo iría inevitablemente a mejor.
Lo cierto es que estoy de acuerdo con la teoría tras pasar por el quirófano del cirujano plástico, la Copa es el trofeo con menor trascendencia de los tres que se disputan a lo largo del año. Tampoco mintamos, la final es junto a la de la Champios el más hermoso de la temporada. Pero es el señor Mascaró quien lo ha revalorizado el logro hasta alcanzar valor incalculable a los ojos de los madridistas. Porque la Copa ganada el pasado miércoles vale tanto como las logradas por el Barcelona en sus 109 años. Y nos queda como resto a la hora de comparar 2 Intercontinentales, 9 Copas de Europa, 31 Ligas y 17 Copas de España. La suma de lo que acabo de enumerar es la diferencia que hay ahora mismo entre ambos clubs en cuanto a logros. Les aventajamos por 59 títulos siguiendo la doctrina Mascaró. ¿Como me podría caer mal quien repite el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, pero con los trofeos del Museo del Real Madrid? Bendito Mascaró. Que se tome algo a mi cuenta.
Mensaje a Dafne
Mensaje a Dafne
Habrás pensado quizás que no me importa tu sufrimiento. Me duele siquiera que te plantees esa posibilidad. Pensar que tal vez lo creas hace que enloquezca. Pero no puedo hacer nada. Es más, creo que lo justo y lo acertado es que no haga nada, que calle, que finja ser ajeno a lo que ocurre ante mí. Porque si hablara, si forzara mi entrada, si tratara de acceder a tu entorno, seguramente sería con tu disgusto y oposición, sería más dañino que beneficioso. Hay precedentes. Lo tengo que aceptar, te causo desasosiego, altero tu equilibrio, procuro tu enojo. Era curioso ver como alguien tan afable como tú era propensa a enfadarse siempre conmigo. Y no todas las veces con motivo, siquiera con excusa. No creas que resulta fácil de aceptar, que a alguien a quien aprecias tanto le causas rechazo. Y si, ya se que su también me apreciabas, pero también irrita aquello por lo que se siente simpatía, y ese era el caso.
El silencio mejor, por más que una parte de mí piense que te haría bien hablar conmigo, para cerrar temas, oy simplemente para verter tu tristeza fuera de ti. Gente de tu actual entorno se rió de mí cuando les dije que eras una bomba de relojería. Gente que cree que lo sabe todo, que no escucha, que ridiculiza todo aquello que no provenga de ellos. Pregunta tu opinión y si lo que dices les convence se lo apropian. Un día les escuchas decir que o bien son ideas suyas que tu repetiste o hace tiempo que ya lo habían concluido. Hasta ese ridículo extremo llegan las cosas. Les causas ternura por lo bobo que eres. Las cosas de Rokko, que gracia tiene. Pues mira por donde siempre que di mi opinión acabé teniendo razón.
No, tú no podías estar mal ya que eras feliz como una perdiz. Les decía que eras una persona demasiado contenida, atemorizada de tener que expresar lo que llevabas en tu interior. Y que eso que albergabas tenía más sombras que luces, que el día que saliera al exterior sería en forma de explosión. “Ya, que ridículo eres, por eso es tan feliz y no para de hacer cosas ni un momento”. Esa es otra. Les pedí que dejaran de exigirte tanto esfuerzo, que estabas al borde del agotamiento. No, claro, tú lo hacías por voluntad propia, sin que nadie te lo exigiese. Hasta un ciego veía que buscabas a cambio el cariño que te procuraba tanta palabra escrita, que no querías renunciar a tu protagonismo. Ahora sabemos por qué. Acostumbrada al rechazo, a las burlas, te sentías bien y querías más. No pienses que no lo entiendo. O te abres como una flor para recibir la luz, por poca que sea, cuando el cielo vuelve a estar despejado, fingiendo que nada ha pasado y que no ha dejado mella en tí, o te cierras como una lapa para evitar cualquier influencia externa que puede traer dolor, te vuelves en extremo precavido y receloso de cuanto te rodea. El hombre es sabio pero no ha ideado más estrategias para luchar contra, para sanar tras el rechazo generalizado cuando es injusto.
La gente que no lo ha padecido no lo sabe. Es la víctima la que genera la antipatía, no los verdugos. Algo hay en ella que despierta los instintos asesinos en su entorno. Tal vez su debilidad que propicia el ataque. Tal vez una belleza que ofende porque se envidia. Puede que el simple hecho de ser diferente, una timidez que dificulta el acceso a la manada y que se juzga de forma equivocada, como un ataque al grupo, una censura, jactancia de un sentimiento de superioridad. O simplemente nada. El objetivo último del acoso es la diversión y poder vomitar en alguien lo que te revuelve las tripas. No tiene que haber un motivo más allá de ellos necesariamente. El abuso de los chivos expiatorios tienen efectos catárticos. Hacer sufrir es divertido. Ver como los demás torturan a alguien, que además te inspira rechazo, también lo es. Y puesto que reconoces la vileza de tu actitud como cómplice pasivo deseas fervientemente que la víctima sea culpable. Y si te empeñas lo será sin duda.
Lo peor de todo es que la víctima también acaba creyéndolo, que todos no pueden estar equivocados, que la tara está en ella, que algo porta su cuerpo o su alma que ofende a los comunes. Nada tan destructor como el acoso, porque además comporta vergüenza, la de saber que careces del coraje suficiente para enfrentarte a ello. Sabes que si tu primera reacción hubiera sido más valiente o más inteligente todo lo que vino después seguramente no hubiera ocurrido, y llevas esa idea incrustada en la cabeza durante años como un estilete que altera tu comportamiento, como una lesión en el cerebro que te priva de alguna de tus facultades. Mayormente la capacidad para relacionarte con los demás de una forma sana. Tal vez reaccionaste de forma cómica ante la primera afrenta, o evidenciaste en exceso el daño que te causo. Los tiburones huelen la sangre que mana de la herida y multiplica de inmediato su agresidad, sino fuera ya poca. Y los que miran quieren sus despojos.
Esta vergüenza te impide buscar consuelo entre los que tienes pruebas de que están de tu lado. Callas ante ellos por que no quieres renunciar a su cariño, para evitar que sepan las razones que quienes te acosan tienen para causarte sufrimiento. Razones que tu compartes. Razones que te aterroriza que sepan tus aliados. Vergüenza y oprobio. Se acaban venciendo con el tiempo, porque lo que no mata engorda, créeme que si.
¿Por qué me empeño en defender al prójimo aunque no lo necesite? Yo creo que está claro. No soporto los acosos, cualquier cosa que se le parezca remotamente. Si veo a más de dos personas atacando por diversión a alguien me salgo de mis casillas. Me cuesta entrar en las bromas cuando no las tengo claras, si las realizan gente que no es de mi simpatía. Nada odio más que la agresión por mero divertimento. Me decían que era en extremo protector con las chicas. Lo cierto es que en un foro me trataba más con chicos y en el otro más con chicas. El azar o la necesidad, no se, pero no hay otro explicación. Defendía, sin necesidad si quieres, a quien de mi entorno anímico veía atacados. Vale que eso está bien cuando al que defiendes es a quien debes, porque también lo hice con algunos de tus tutores. Pero puede llegar a ser molesto cuando te arrogas la tarea de defender a quien ellos juzgan que no debes. A buen entendedor pocas palabras bastan, pero hube de elegir y ahora no me arrepiento. Por mucho que perdiera con la decisión. También gané mucho.
Me resulta extraño que quienes niegan sistemáticamente los lazos de afecto en Matrix no se les caigan de la boca las carantoñas verbales. “Haz caso a quienes te quieren”. Ojalá no lo hubieras hecho. Alguien se jactó de haber sido la persona que te convenció de que me desterrases de tu vida. Lo hizo para verme revolverme con el pullazo. ¿Cómo es posible que cuando charlas sobre un asunto con dos personas al cabo del tiempo obtengas 3 o más versiones? Pienso que es porque mentir exige un esfuerzo de memoria titánico. También puede deberse a que quienes prefieren administrarte la verdad como una medicina, en las dosis justas y con la cantidad de excipiente no activo necesaria para sus propósitos, a veces se olvidan de cotejar las versiones antes de hablar contigo.
Te veo sufrir desde hace tiempo, sin acertar con el motivo. Pensé que eran cosas de juventud, amores frustrados. No sabía la profundidad del mal. Pero ya digo que nada puedo hacer. Aquello que hicera seguramente sería contraproducente. Ahí han salido ganando, he de reconocerlo. Preocupaba mucho mi influencia sobre ciertas personas, que se me hiciera demasiado caso. Y no hablo solo de ti. El paternalismo y la teledirección ve con muy malos ojos opiniones de terceros. Ellos saben lo que le conviene a todo el mundo porque son muy listos. Pues en sus manos quedaste para su regocijo. Apoyate en los demás para encontrar las respuestas, pero procura ser tu quien las formule. Trabajar como una esclava está visto que no era la solución, por más que a ellos le pareciera tan acertada.
Te dejo, se que no debería haber escrito esto. Y, créeme, sigo valiendo más por lo que callo que por lo que digo. Pero este es mi blog y aquí impongo yo las reglas. Soy el puto amo, como diria Guardiola, el portador de las llaves, el maestro golpeador y el rey de la Cópula de Trueno al mismo tiempo. Aquí no se necesitan más héroes, como dice Tina Turner en la canción. Soy dueño absoluto de lo que escribo, no como en otros lugares en que ha pasado a ser patrimonio de otros. No hay necesidad de manipular lo que escribo para que el que modera quede como un santo varón y un campeón olímpico. Por otro lado, tampoco se quien lo va a leer, a lo mejor nadie, ni si lo van a entender, si va a importarle a alguien. Aquí queda escrito y ya se verá sepultado por posteriores entradas. Por de pronto algo de fútbol antes del partido de esta noche. Cuidate mucho. No dudes un momento de que te quiero más de lo que debo y que me importa en extremo lo que te pasa. Pero por mucho que estire la mano no podré alcanzarte. Tampoco sería buena idea, Dafne.
Adiós. Hasta pronto. Nos vemos o nos leemos, en este mundo o en cualquier otro.
martes, 26 de abril de 2011
Cine y TV (27) / Invasión a la Tierra - Battle: Los Angeles - Jonathan Liebesman - 2011
Invasión a la Tierra - Battle: Los Angeles - Jonathan Liebesman - 2011
La película es fácil de sintetizar, el resumen cabe en un tweet. Así lo hice ayer, de esta manera: “Independence Day” + “Black Hawk Down” = “Battle: Los Angeles”. En inglés, que queda más molón. A quienes les gustaran ambas películas les gustará “Invasión a la Tierra” que, por cierto, sospecho que es un título mal redactado. ¿No debería ser “Invasión de la Tierra”? Pero tampoco hagamos de asunto tan nimio tema de disputa. Digamos para aclarar, que el film ni es tan infantil como el primero de los sumandos ni tan adulto como el segundo. Es un mero vehículo de entretenimiento, hecho con generosidad de medios, 100 millones de euros es el precio de fábrica, y pienso que bastante logrado.
Ya lo he confesado varias veces, el género de Ciencia Ficción es en el que más bajo sitúo el listón de mis exigencias. Y si está hibridado con el género bélico aun serán menores. Fascinado en su momento con la imagen de los marines espaciales desplegándose en el poblado de mineros de la película Aliens, son muchos los años esperando a que el cine evolucionara técnicamente lo suficiente para que el enemigo de los cuerpos de élite del ejército pudieran ser alienígenes hostiles. Fui acompañado al cine y no puedo esgrimir como coartada a mi amiga. Vimos “Invasión a la Tierra” para satisfacer mi capricho. Como parte del trato la siguiente que veamos será muy probablemente “Thor”, salvo que a Patricia se le antoje ver otra que se estrene de aquí al próximo fin de semana.
La película tiene todos los ingredientes que cabe esperar de una película cuyo argumento se centra en la ejecución de una misión por un pelotón de marines. Exactamente los habituales, por más que sus enemigos sean en este caso seres venidos de outer space. Aunque Patricia se impacientara en los minutos iniciales, exigiendo de inmediato la acción, lo cierto es que el ritmo de la película es trepidante y el montaje evita los rodeos narrativos. El inicio se dedica a tratar de presentarnos con breves pinceladas a los protagonistas. Esfuerzo en buena medida inútil por que el grueso de la acción los vemos enfundados en sus uniformes, con el casco puesto, y el barbuquejo abrochado. A menudo es difícil distinguir quien nos está mostrando la cámara. Si a esto sumamos el uso, y hasta abuso, de la cámara nerviosa, ese diabólico invento de la televisión, concretamente de la serie “Policias de Nueva York”, la que llevara al estrellato a David Caruso, alias Horatio Kane, la confusión entre personajes es muy habitual. La técnica consiste en filmar cámara al hombro, pero no solo despreocupándose los operadores del movimiento de la imagen, sino exagerándolo, realizando encuadres imperfectos, con el fin de dar autenticidad a la escena filmada, darle una textura de documental incluso, procurándonos la sensación de que son nuestros ojos los que filman, variando de posición y punto de vista, siempre imperfecto y que ofrece una imagen sesgado de los objetos o personajes en movimiento. A mi me provoca a veces mareo este truco televisivo trasplantado al cien, y cierta frustración porque no obtengo el mejor punto de vista acerca de nada de lo que sucede ante mi.
Esta solución tiene la ventaja añadida de evitar las imágenes demasiado nítidas, eludiendo mostrar con demasiado detalle, lo que obligaría a un mayor gasto económico, elementos incluidos en un encuadre como, por ejemplo, un soldado venido del espacio, con lo que eso supone de trabajo para el departamento artístico. Curiosamente, o no tanto, las imágenes de escenarios en la películas son inmejorables. A veces sorprendentes y sobrecogedoras. Las vistas aéreas en plena batalla del entorno de Los Ángeles cuando el pelotón es trasladado hacia el frente de batalla, o la imagen nocturna de la ciudad consumida por la destrucción y las llamas son espectaculares. Imagino que los efectos logrados por ordenador sin incluir personajes son más fáciles. No se si más baratos. Pero no cabe duda que se convierten en iconos del film, imágenes a incluir en los poster de promoción.
Una vez presentados los personajes la historia se mueve en línea recta y muy aprisa hacia la acción. Entra en juego toda esa jerga militar que tan resultona suena en el cine: “Las 16 Zulú”; “Atención, enemigo a mis 8”; “Echo-Charlie-Tango para base avanzada de operaciones”; “Estableced un perímetro y un puesto de observación”. Si, la misma jerga que la utilizada por los pinguinos de Madagarcar, igual de churruscante, aunque aquí con intención de añadir tensión dramática no la de hacer reir. La situación es la siguiente: aquella misma mañana unas fuerzas de origen desconido, portando armas de las que no se tienen datos, han atacado diversas ciudades de la Costa Oeste de los Estados Unidos. El regimiento del Cuerpo Marines con base en Santa Monica, al que pertenece el pelotón que nos preocupa, es lo único que se interpone entre el ejército alienígena y su victoria inminente. Los soldados son introducidos en helicópteros Chinook y trasladados al teatro de operaciones. Lo siento, la jerga es contagiosa. A nuestro pelotón se le asigna una misión que les obliga a introducirse en una ciudad fantasma llena de elementos hostiles, como ocurría precisamente en “Black Hawk Down”.
Si no nos regodeamos en exceso quejándonos del abuso de los tópicos podremos disfrutar de la película. Si, el sargento del pelotón es un veterano de mil batallas traumado por algunas decisiones corresctas pero sangrientas que hubo de tomar en combate en un pasado reciente. Esta vez ese pasado es Irak cuando en el cine de otras épocas era Vietnam, La Guerra del Golfo o Afganistam. El teniente está recién salido de la academia y, a pesar de su aparente entereza y entusiamo por entrar en acción, se verá superado por los acontecimientos en cuanto se vea probado por la primera situación de tensión extrema. Ya tendrá tiempo de redimirse. De la forma habitual en estas películas, inmolándose por el bien de sus soldados, como ya ocurriera con el primer precedente, el teniente de Aliens, que purga sus pecados llevándose a unos cuantos bichos por delante cuando le toca su hora. Los tópicos, ya digo, pero tan molestos solo si uno se da por aludido o lo que espera es una película con ambiciones dramáticas.
Los críticos se quejan de la puerilidad de los diálogos, y me pregunto si es posible un diálogo literario en mitad de la batalla. En todo caso, los parlamentos de altura en obras de ficción son más bien escasos. El de Enrique V de Shakespeare y pocos más. Pero no veo al sargento Nantz recitando la arenga del rey jorobado previa a la batalla de San Crispín. Le queda más propio esa fórmula de los marines que se enseña en la película: “¿Retroceder?”, a lo que los hombres a su cargo contestan gritando: “Un cuerno”. Recuerdo de una famosa batalla de la Primera Guerra Mundial, se nos informa en un momento del film.
Aaron Eckhart, que encarna al sargento, es el actor relativamente conocido. Y lo es por ser un actor secundario en muchas películas, con algún que otro villano en su curriculum, como Dos Caras en The Dark Night, el que será penúltimo film de Batman dentro de poco. Su trabajo más celebrado quizás sea su protagonista en “Love happens”, comedia romántica con Jennifer Aniston de parteneire, con sus gotitas de drama para hacer llorar entre sonrisa y sonrisa, que vi en un trayecto en AVE a Barcelona y me puso en el umbral de las lágrimas cuando llegó al meollo del problema. Su trabajo en “Invasión a la Tierra” es solvente a mi modo de ver. Da a su personaje el relieve mínimo que requiere, elude pisar de lleno el territoyio del ridículo en las escenas emotivas o cargadas de patriotismo, como cuando hace del niño compungido que acaba de perder a su padre un perfecto marine a escala reducida, y luce bien cuando se quita el casco. Tampoco nos pongamos estupendos, que “En tierra hostil”, película multi escarizada, apenas tenía tres personajes, y la profundidad psicológica de cualquiera de ellos parecería el calado de la piscina para los niños con flotador si se comparase con la de nuestro sargento o cualquiera de los muchachos del pelotón. Buenos chicos todos ellos, lo mejor de la juventud de los EE.UU. Siempre es así en las películas bélicas que nos muestran soldados americanos en primer plano.
El resto de actores son o bien desconocidos o caras reconocibles por actuaciones en series televisivas. Como la aguerrida Michaelle Rodríguez (sargento Elena santos), la policía de "Lost", quizás un poco menos gallarda de lo que suele, porque se hace patente su corta estatura cuando se sitúa cerca de algunos compañeros de reparto. O Michel Peña (Joe Rincón, el padre del futuro marine), al que recuerdo como el integrante hispano del grupo de asalto de "The Shield", aquella magnifica serie de policías corruptos. O Bridget Moynaham (la veterinaria Michel), mujer de longilinea y dulce belleza, habitual en series románticas, como “Seis grados” y que se ganó el cielo con su papel de novia perdedora en Serendipity, aunque algunos la recuerden más por su aparición en “Coyote Ugly”, interpretando a la chica a la que le gusta usar los puños con los hombres de manos demasiado largas. Citar en último lugar a Jim Parrack, el novio candroso de la vampiresa adolescente de la serie True Blood.
En resumen, película entretenida, con buen ritmo narrativo, sin demasiadas pretensiones, y que no se hace larga a pesar de su excesivo metraje. 112 minutos.
El fútbol y sus aledaños (20) - ¿Arde El País? (1)
Arbeloa. Y Mayor Oreja
José María Izquierdo
El País - Madrid - 23/04/2011
Álvaro Arbeloa, salmantino, 28 años, defensa derecho del Real Madrid, representó el miércoles pasado, en el partido de la final de la Copa del Rey frente al FC Barcelona, el más llamativo aspecto del villano, ése que con tanto empeño persigue como referente, honra y prez de su concepción del fútbol, y me temo que de la vida, ese personaje abyecto que es José Mourinho, portugués de Setúbal. Con las cámaras de televisión teledirigidas a los pies de Arbeloa, se vio a la perfección cómo este agradable muchacho, de aspecto distinguido y maneras educadas, hundía con saña, a la vez que disimulaba con alevosía, los tacos de su bota en la pierna de David Villa, 29 años, para más deshonra compañero suyo en la selección nacional. ¿Obnubilación? En la segunda parte, en la línea de banda que le correspondía por alineación, golpeó en la pierna, al descubierto, al brasileño Adriano que, asombrado, vio cómo el joven Arbeloa, ya hemos dicho que distinguido y educado, subía a continuación la pierna y le propinaba una ominosa patada en salvas sean las partes. De nuevo, la televisión nos mostró la cara del agresor -"esto es la guerra", decía- y la del agredido, que apenas si podía salir del asombro que le causó el comportamiento de su contrincante.
Podríamos señalar, por el contrario, cómo el malencarado Javier Mascherano, 27 años, navajero de pro como mandan los cánones en cualquier mediocampista argentino, que ha dejado la muesca de sus tacos en media Liga inglesa, hizo en todo el partido del miércoles, 120 minutos, ¡una sola falta!, y eso que jugó de defensa central, el puesto más proclive a rebañar tibias, tobillos y lo que se tercie, como bien saben y todo el mundo reconoce, excepto los árbitros, Pepe o Sergio Ramos. Lo demagógico sería decir que un joven de buena familia y mejores sentimientos se convierte en un émulo de Hannibal Lecter porque tiene al auténtico Hannibal Lecter de entrenador, guarda de la jaula y sicólogo conductista. Alguien que le inocula ánimo de victoria, dice Lucifer, aires sanguinarios dice cualquiera con dos dedos de frente. Por contra, el sicario Mascherano, dientes y tacos afilados, se mueve desde que llegó al equipo donde ahora milita en un entorno más civilizado, donde se hacen faltas, claro, y en ocasiones horrorosas, pero que no se jalean con grandes alharacas por el jefe de la cuadrilla de la porra como demostraciones de hombría y valor. ¿Demagógico? Cierto, por lo menos, ya es.
¿Es Mourinho, ese tipo despreciable que corrompe todo lo que toca, desde el fútbol 'a la italiana' a las reacciones descontroladas de los jugadores, desde el sentido del deporte al victimismo ridículo, de la actitud chulesca e intimidante con los árbitros a las relaciones con la prensa, a la que humilla y degrada? Tal que Jaime Mayor Oreja con sus toneladas de despreciable basura en los volquetes que llena para descargarlos en los alrededores del ministro del Interior y, por extensión, en los del Gobierno en pleno. Recluido ya en los medios de extrema derecha, el exministro del Interior, tan demócrata y tan cristiano, no tiene el menor empacho en utilizar el terrorismo como arma de destrucción del enemigo. Que para él no hay adversarios.
Y si en ambos casos los ejecutores del tajo y la bazofia son quienes hemos citado con nombre y apellido, qué duda cabe, muchos les acompañan en la complacencia del silencio, cuando menos, o del apoyo más o menos directo cuando más. Florentino Pérez, Jorge Valdano o los jugadores que no recriminan a Pepe la entrada alevosa a Messi deben llevarse la parte alícuota de la vergüenza. Como Mariano Rajoy o Dolores de Cospedal, tan contentos y sonrientes de que sus licántropos les hagan el juego sucio mientras ellos fungen, o lo intentan, que ya no cuela, de amigables centristas.
Cómplice, RAE: "Participante o asociado en crimen o culpa imputable a dos o más personas".
Áspero Mundo
Juan José Millás
El País - 22/04/2011
Mourinho es a Guardiola lo que Lucifer a Dios. Quiere decirse que Mourinho es el segundo por antonomasia, signifique lo que signifique antonomasia. Por eso mismo, cada vez que pierde un partido, incluso cada vez que lo gana, vuelve a gritar non serviam, no serviré, en la rueda de prensa consiguiente. No serviré, no me humillaré, no me adaptaré al modelo de juego limpio dominante. ¿Hay otro modo de ser el primero cuando te ha tocado ser el segundo? Así como para llenar una hora es preciso vaciar cada uno de sus minutos, para alcanzar el éxito (un éxito no convencional) conviene acumular con avaricia los fracasos. Mourinho se equivocó empatando con el Madrid la semana pasada y ha vuelto a equivocarse ayer. A ver si rectifica y pierde el próximo. No se puede llenar el depósito del coche sin vaciar la cartera ni celebrar un funeral sin lamentar una desgracia. Para crear el mundo fueron necesarias dosis formidables de poder y cantidades imponentes de oligofrenia. El mundo, como el fútbol, es una mezcla alucinante de autoridad e inconsciencia. Un equipo de fútbol no es la Telefónica ni Iberia. La gente no espera en Gran Vía la llegada de César Alierta ni sus directores generales se levantan a Shakira. El fútbol tiene (aunque no para mí, que soy un deficiente) el gen del arte. En el fútbol, como en la música, no se elige el lugar del éxito: te lo proporciona el azar. Si te ha tocado ser Salieri en vez de Mozart (o Mourinho en vez de Guardiola), no tienes más remedio que cultivar una belleza áspera, rencorosa, una belleza fea. Un Mourinho amable sería tan odioso como un Luzbel beato. Mourinho debería construir un segundo capaz de convertirse en un primero alternativo. En cuanto a Guardiola, parece que se va, por aburrimiento sin duda, es decir, por las mismas razones por las que Dios abandonó a su suerte a este áspero mundo.
¿Arde El País? (1)
Lo cierto es que tenía pensado replicar solo a este ignominioso artículo del señor Izquierdo, partiendo de la base de que el suelto de Juan José Millas no pasa de ser una broma sin mucha gracia, un chascarrillo fallido, una de esas tesis que se expone con sonrisa en la boca y que si te replican te escudas denunciando la falta de sentido del humor en quien te la recrimina por excesiva. Sin embargo, parece ser que estamos en plena campaña del Grupo Prisa, en especial de su sucursal de El País, hacia el Madrid de Florentino y los agravios, a la razón y al decoro sobre todo, empiezan a acumularse. También la tarea si uno quiere reponder a quien ofende. Y digo el Madrid de Florentino porque ya sabemos que al madrid de Calderón el Imperio Polanco no le ponía peros, por mucha corrupción económica e institucional que hubiera. El que Marca destapara el escándalo de la asamblea de compromisarios, con gente que no tenía el carnet de socio, dicen que atlética para más escarnio, disfrazada de ultra para amedrentar al que si era socio, el AS lo vivió más como una afrenta personal que como un logro periodístico. Así que si trató de respaldar a quien se desmoronaba, tocaba estar en contra de sucesor, es decir, Florentino Pérez, para demostrar o bien que el remedio era peor que la enfermedad o que uno y otro presidente eran tal para cual. Quien no sepa a estas alturas que el presidente del madrid de turno es declarado como enemigo por aquel gran grupo editorial que se sienta marginado o menos favorecido que el otro, ya sea Prisa o Unidad Editorial, es que no sabe lo más elemental. Eso sumado a la necesidad de imponer sus criterios futbolísticos, a menudo desde la total ignorancia tecnica y desconocimiento de la situación interna del club, crea enormes tensiones y presiones en el entorno del equipo, procedentes en muchos casos de ambos bloques. AS y Marca rara vez coinciden. Cuando uno critica un aspecto o personaje del Madrid el otro suele alabarlo. Y normalmente es sin medir las palabras, sin la más mínima mesura. La crítica suele ser feroz y la alabanza cercana al servilismo.
Los periódicos generalistas tenían hasta hace poco una posición más neutral, más volcada a informar, tal vez a analizar. Pero nunca hasta ahora habían tratado de crear estados de opinión en sus lectores acerca de una directiva, a potenciar el malestar o rechazo respecto a un dirigente o entrenador en concreto. Tal vez sea ingenuo, lo asumo, pero nunca lo había notado hasta ahora. Tal vez sea que lo note ahora en este diario en concreto porque la avalancha de artículos en El País, hasta hace poco puntero en España, amenaza con colmar la paciencia del aficionado madridista. O bien hay una intencionalidad conjunta en la redacción deportiva , o sus integrantes padecen un brote de histeria colectiva. Una de dos, no hay otra explicación posible. Arde la redacción de El País por la pira encendida por sus santos inquisidores, que ya no hablan de fútbol sino del bien y el mal, de ángeles y demonios, de fieles y apostatas, de Lucifer y el infierno. Ya que es imposible en los tiempos que corren organizar autos de fe en la Plaza Mayor de Madrid, El País ofrece sus oficinas, su diario, para quemar en efigie, en este caso de papel, a los agentes del mal diseminados por el Bernabeu y Valdebebas. Ahora que Obama preside el Gobierno de los EE.UU. centran su fanatismo en la otra Casa Blanca.
El artículo del señor Izquierdo, por de pronto, abusa de esa manía de última hora de indicar el gentilicio de todo el mundo. Antes no existía esa necesidad de saber de donde era el prójimo para juzgarlo, siquiera para tener una primera opinión sobre él. Más aquí en Madrid, donde viviamos en la más completa ignorancia del lugar de origen de los demás, incluso de que ese fuese detalle relevante. Es en el deporte donde más se exacerba esta tendencia, porque ya se sabe que suele ser el lugar de nacimiento el que determina cada vez en mayor medida las simpatíasde los aficionados. Así vemos que Arbeloa es salmantino, e Izquierdo lo indica como si quisiera mostrar ya desde el inicio, la primera en la frente, que nos hayamos ante un puerco mesetario de esos que tan poco gustan en Barcelona. Nada más calentar la voz para entonar su cántico espiritual nos enteramos de que el salmantino es un villano como le gustan al abyecto Mourinho. Por que ese portugués, que hijoputa es. Esto último lo añado yo que ya he pillado la melodía al salmo: Loa a las fuerzas de la luz, entiéndase el Barcelona, y que esta fuerza regeneradora del fútbol acabe con las tinieblas del madridismo.
Dice el amigo Izquierdo que Arbeloa es "de aspecto distinguido y maneras educadas", porque ya sabemos que Lucifer y los suyos, Mefistófeles y demás ángeles del mal, son agradables a la vista, seductores a nuestros ojos. El mal se disfraza con el don de la belleza para reclutar seguidores. Pero, a Dios gracias, y nunca mejor dicho, esa maldad no puede ocultarse al escrutinio de los medios audiovisuales de alta tecnología. Arbeloa hunde los tacos con nocturnidad y alevosía, en la espinilla de Villa, como corresponde a un integrante de las huestes de las tinieblas, y el delantero centro culé que, que curioso oiga, carece de gentilico, sufre el tormento del acólito del mal, léase el madridismo. Villa tal vez no tenga gentilicio porque pertenece a lo celestial y no a lo terrenal, al ámbito barcelonista. En la primera campaña en can Barça dejas de tener región de origen, en la segunda te beatifican, y al correr de los años te elevan a los altores, como ya ha ocurrido con grandes prohombres dedicados solo al bien en su carrera deportiva y tras ella, como Cruyff y Stoichkov.
Lástima que esos medios audiovisuales sofisticados no sirvieran para que el ojo miope a conveniencia de Izquierdo se percatara, por ejemplo, de un empujón de Villa a Ramos propinado en el aire, que lo desequilibró en su caida y que pudo dar lugar a un incidente grave. El asturiano -y uso el gentilicio no para señalar sino como recurso en la escritura, por no repetir nombre, que si uso el David lo mismo Izquierdo lo toma como una petición de que prosiga con sus salmos en próximas ediciones del diario- aderezó su acción con una de esas actuaciones teatrales a las que son tan proclives los jugadores del Barcelona. No, su expresión no era de "esto es la guerra" sino de "tranquilo, viejo, solo es ficción". Más sabe Ramos por viejo que por Diablo, y Villa tendría claro seguramente que sabría analizar el lance, lo que había de falso y de cierto en el mismo. No se entera el señor Izquierdo de que lo único que ocurre de verdad en el mundo del espectáculo es lo que sucede en los cosos taurinos, donde el toro que se lidia muere, salvo que medie indulto. De ese que no conceden los redactores de El País a ninguna acción madridista. En los demás escenarios todo o parte es ficción. A veces se usan caretas, como gusta hacer a Busquets. Otras se acude a los autos sacramentales, como suele Guardiola en sus ruedas de prensa, salvo que haya malos presagios. Y aunque hay mucho cabestro en el mundo del fútbol, en todas partes señor Izquierdo, lo normal es que haya una parte de fingimiento en lo que les parece que ocurre a los personajes del escenario.
En su segundo párrafo dice el señor izquierdo que, a pesar de su merecida mala fama, Mascherano no cometió una sola falta en el partido de la final de Copa. Si es que cree en las estadísticas le daré una que desmonta todo su aparato argumentativo: al Real Madrid se le señalaron 26 faltas y 28 al Barcelona. Este dato corría como la polvora por Twitter como réplica a los argumentos que, como el suyo, procedían del ámbito culé. Me pareció que Mascherano cuajó un gran encuentro, y, aunque alguna falta no señalada le vi cometer, jamás le tildaría de diabólico ni amante de la guerra. A lo mejor por no hacer el ridículo como usted. Por que sí, voy avisado, se lo que quiere usted insinuar, que tras su llegada al Barcelona el argentino ha visto la luz, que subió a los cielos y ahora está sentado a la derecha del Padre, de Pep, por los siglos de los siglos, por que los logros del barcelonismo son eternos. Todos sabemos, los madridistas más que nadie, que acceder al ámbito barcelonista es la cura de todos los pecados. A veces ni siquiera hace falta traspasar las puertas del Cielo, basta con llegar a su umbral y golpear con los nudillos la puerta. Todos nos acordamos como bastó para que corriera el rumor del fichaje de CR7 por Laporta para que a ese portugués le compusiesen en la prensa catalana una copla más halagadoraque la que ahora le recitan en los estadios de fútbol.
A partir de la mitad del segundo párrafo el escrito enloquece, como un cuadro de El Bosco, y se puebla de bestias y seres mitológicos e imposibles, como licántropos y políticos. Algunas de las tesis no logro entenderlas y otras me quedan meridianamente claras. Entre las primeras, por ejemplo, no llego a saber, por más que releo lo escrito, si se arguye que la maldad de Pepe y Ramos es intrínseca a su naturaleza o se debe al influjo de Mourinho. Entre las segundas que el Madrid es de derechas, un club facha y, por tanto, despreciable.
Se pasa usted de la raya al mezclar fútbol con terrorismo, señor Izquierdo. Permítame que cambie mi modo de redactar a mitad de escrito y me dirija a usted de forma directa. Es que la broma deja de serlo cuando menciona ciertos temas que cualquier persona con dos dedos de frente, los que exige para cualquier cometido, sabría que es mejor no tratarlos en artículos sobre temas banales, como no deja de ser el fútbol. Verá, ya tengo unos años, y recuerdo perfectamente cuando a la Izquierda Española, PSOE incluido, "le molaban" los gudaris del País Vasco. Le diré que en los años setenta las discusiones políticas eran muy frecuentes, incluso entre niños, influenciados sin duda por la obsesión de sus padres. Y uno se veía con cierta frecuencia tratando de convencer a alguien de que ETA eran simple y llanamente una pandilla de asesinos, que los militares y guardias civiles eran seres humanos con derecho a la vida. Y no es que fuera muy listo, se trataba simplemente de que mis dos abuelos eran ambos militares de carrera, así que los había visto de cerca y constatado que no portaban tridente ni poseían rabo terminado en punta de lanza. Así que, se lo digo bien claro, sus líneas dedicadas a Mayor Oreja en las que se hace un uso espurio del terrorismo me ofenden profundamente. Más al ser realizadas desde un púlpito como El País, que bien tibio, por no decir otra cosa, fue y es con el asunto GAL. Dejémosnos de memeces. Seamos menos ambiciosos al formular teorías. Es usted un iluminado que irradia mucha sombra.
En fin, nada más, solo decirle que si es usted cómplice de algo lo es de la estupidez beata y santurrona que poco a poco invade el ámbito del fútbol. Y no se tampoco si esa estupidez es natural en usted o es inoculada por sus jefes en el periódico, aunque sospecho lo segundo, que al menos hay cierto deseo de quitarle su bozal de licántropo del periodismo. Pero ahí está, bien visible e inasequible al desaliento. Llevaba gestándose desde hace unos pocos años pero ya tenemos el paradigma perfectamente formulado: El Barcelona representa el Bien y el Real Madrid el Mal. Uso las mayúsculas porque el énfasis que ponen al exponer la teoría así lo exige. Deliran ustedes, y lo peligroso es que el contagio, que procede del pensamiento avanzado culé, avanzado por lo osado y falto de decoro, amenaza con extenderse a todo el Planeta Fútbol. Que Dios nos pille confesados si los redactores de deportes de los periódicos tratan ahora de convertirse en sacerdotes de la nueva fe barcelonista. Aquí un apostata, porque de niño simpatizaba con el credo, hasta que me olí la tostada. Que importaba más de donde fuera que lo que hiciera o pensara. Soy mesetario, pero no masoca.
Rescates de Twitter sobre el artículo de Izquierdo
1.- Algunos periódicos de imperios en plena decadencia rozan el ridículo en sus estrategias de buscar nuevos lectores y conquistar mercados.
2.- Coño. ¡Comparan a Mou con Mayor Oreja! ¡Como me pone! Muy halagador para ambos. Como se nota que es un artículo que chapotea en la política.
3.- ¿Seguro que no es un artículo satírico? A mi me está pareciendo muy gracioso. Se le nota al izquierdo las ganas de llamar facha al Madrid.
4.- Escribe "portugués de Setubal" como si nuestro país vecino fuese el Reino de Mordor. Este ha estado en alguna grada cantando algún slogan.
5.- Que me estoy dando cuenta que para la poca importancia que le quieren otorgar al trofeo evidencian demasiado escozor por la derrota.
6.- Izquierdo dice que Florentino Pérez y Valdano son cómplices del crimen. Se le ha olvidado encausar a Pardeza, Plácido Domingo y Milikito.
7.- A Izquierdo alguien le tendrá que explicar que en España se conduce por la derecha. Es que sino vas en contra de la lógica y lo evidente.
8.- Hay que ver el incendio periodístico que está causando el vuelo de la pavesa. ¿Arde El País? Esas parecen las órdenes dadas a la wehrmacht.
9.- Y von Choltitz en el dilema de si merece la pena destruir la clientela lograda en Madrid a costa de una satisfacción en la retaguardia culé.
10.- "¿Arde El País?", le gritan a través del teléfono al general que destruyó Sebastopol. Ojalá irrumpa rápido en la redacción la Brigada Núm. 5.
11.- Claro que hay quien utiliza el fuego propagado por la pavesa para un auto de fe. Hoy toca quemar en efigie a Arbeloa. Como ayer fue con Mou.
12.- Efigies de papel que arden para saciar las frustraciones de la fe. Se arde en los periódicos porque sobre el césped floreció la verdad.
13.- Izquierdo es un Savoranola de Semana Santa, un Choltitz pascualero. A mi cae simpático porque el ridículo ajeno a la larga despierta ternura.
14.- Y si consigue que Mayor Oreja sea TT pues mire usted que bien. Como si no hubiera más justos que Justin. Justito de años para sex simbol.
15.- Teletipo: La redacción de El País está por exigir que se excave en el césped de Mestalla para recuperar la Memoria Histórica del partido.
16.- ¿Y donde están enterrados los restos de Villa? 1 fuente fiable los localiza en el área chica de Iker. Hay orden judicial para la exhumación.
17.- Le recuerdo a Juan José Millás que en una de las versiones progres y anticlericales de la Biblia Lucifer es el moderno prometeo.
18.- Millás, me extraña que alguien del Sindicato de la Ceja, como tú, identifique a Mou con Lucifer, que tenga una visión tan papista del fútbol.
19.- Lo pregunto ya en serio, ¿Arde El País? #PelículasTwitteras #Variantes
José María Izquierdo
El País - Madrid - 23/04/2011
Álvaro Arbeloa, salmantino, 28 años, defensa derecho del Real Madrid, representó el miércoles pasado, en el partido de la final de la Copa del Rey frente al FC Barcelona, el más llamativo aspecto del villano, ése que con tanto empeño persigue como referente, honra y prez de su concepción del fútbol, y me temo que de la vida, ese personaje abyecto que es José Mourinho, portugués de Setúbal. Con las cámaras de televisión teledirigidas a los pies de Arbeloa, se vio a la perfección cómo este agradable muchacho, de aspecto distinguido y maneras educadas, hundía con saña, a la vez que disimulaba con alevosía, los tacos de su bota en la pierna de David Villa, 29 años, para más deshonra compañero suyo en la selección nacional. ¿Obnubilación? En la segunda parte, en la línea de banda que le correspondía por alineación, golpeó en la pierna, al descubierto, al brasileño Adriano que, asombrado, vio cómo el joven Arbeloa, ya hemos dicho que distinguido y educado, subía a continuación la pierna y le propinaba una ominosa patada en salvas sean las partes. De nuevo, la televisión nos mostró la cara del agresor -"esto es la guerra", decía- y la del agredido, que apenas si podía salir del asombro que le causó el comportamiento de su contrincante.
Podríamos señalar, por el contrario, cómo el malencarado Javier Mascherano, 27 años, navajero de pro como mandan los cánones en cualquier mediocampista argentino, que ha dejado la muesca de sus tacos en media Liga inglesa, hizo en todo el partido del miércoles, 120 minutos, ¡una sola falta!, y eso que jugó de defensa central, el puesto más proclive a rebañar tibias, tobillos y lo que se tercie, como bien saben y todo el mundo reconoce, excepto los árbitros, Pepe o Sergio Ramos. Lo demagógico sería decir que un joven de buena familia y mejores sentimientos se convierte en un émulo de Hannibal Lecter porque tiene al auténtico Hannibal Lecter de entrenador, guarda de la jaula y sicólogo conductista. Alguien que le inocula ánimo de victoria, dice Lucifer, aires sanguinarios dice cualquiera con dos dedos de frente. Por contra, el sicario Mascherano, dientes y tacos afilados, se mueve desde que llegó al equipo donde ahora milita en un entorno más civilizado, donde se hacen faltas, claro, y en ocasiones horrorosas, pero que no se jalean con grandes alharacas por el jefe de la cuadrilla de la porra como demostraciones de hombría y valor. ¿Demagógico? Cierto, por lo menos, ya es.
¿Es Mourinho, ese tipo despreciable que corrompe todo lo que toca, desde el fútbol 'a la italiana' a las reacciones descontroladas de los jugadores, desde el sentido del deporte al victimismo ridículo, de la actitud chulesca e intimidante con los árbitros a las relaciones con la prensa, a la que humilla y degrada? Tal que Jaime Mayor Oreja con sus toneladas de despreciable basura en los volquetes que llena para descargarlos en los alrededores del ministro del Interior y, por extensión, en los del Gobierno en pleno. Recluido ya en los medios de extrema derecha, el exministro del Interior, tan demócrata y tan cristiano, no tiene el menor empacho en utilizar el terrorismo como arma de destrucción del enemigo. Que para él no hay adversarios.
Y si en ambos casos los ejecutores del tajo y la bazofia son quienes hemos citado con nombre y apellido, qué duda cabe, muchos les acompañan en la complacencia del silencio, cuando menos, o del apoyo más o menos directo cuando más. Florentino Pérez, Jorge Valdano o los jugadores que no recriminan a Pepe la entrada alevosa a Messi deben llevarse la parte alícuota de la vergüenza. Como Mariano Rajoy o Dolores de Cospedal, tan contentos y sonrientes de que sus licántropos les hagan el juego sucio mientras ellos fungen, o lo intentan, que ya no cuela, de amigables centristas.
Cómplice, RAE: "Participante o asociado en crimen o culpa imputable a dos o más personas".
Áspero Mundo
Juan José Millás
El País - 22/04/2011
Mourinho es a Guardiola lo que Lucifer a Dios. Quiere decirse que Mourinho es el segundo por antonomasia, signifique lo que signifique antonomasia. Por eso mismo, cada vez que pierde un partido, incluso cada vez que lo gana, vuelve a gritar non serviam, no serviré, en la rueda de prensa consiguiente. No serviré, no me humillaré, no me adaptaré al modelo de juego limpio dominante. ¿Hay otro modo de ser el primero cuando te ha tocado ser el segundo? Así como para llenar una hora es preciso vaciar cada uno de sus minutos, para alcanzar el éxito (un éxito no convencional) conviene acumular con avaricia los fracasos. Mourinho se equivocó empatando con el Madrid la semana pasada y ha vuelto a equivocarse ayer. A ver si rectifica y pierde el próximo. No se puede llenar el depósito del coche sin vaciar la cartera ni celebrar un funeral sin lamentar una desgracia. Para crear el mundo fueron necesarias dosis formidables de poder y cantidades imponentes de oligofrenia. El mundo, como el fútbol, es una mezcla alucinante de autoridad e inconsciencia. Un equipo de fútbol no es la Telefónica ni Iberia. La gente no espera en Gran Vía la llegada de César Alierta ni sus directores generales se levantan a Shakira. El fútbol tiene (aunque no para mí, que soy un deficiente) el gen del arte. En el fútbol, como en la música, no se elige el lugar del éxito: te lo proporciona el azar. Si te ha tocado ser Salieri en vez de Mozart (o Mourinho en vez de Guardiola), no tienes más remedio que cultivar una belleza áspera, rencorosa, una belleza fea. Un Mourinho amable sería tan odioso como un Luzbel beato. Mourinho debería construir un segundo capaz de convertirse en un primero alternativo. En cuanto a Guardiola, parece que se va, por aburrimiento sin duda, es decir, por las mismas razones por las que Dios abandonó a su suerte a este áspero mundo.
¿Arde El País? (1)
Lo cierto es que tenía pensado replicar solo a este ignominioso artículo del señor Izquierdo, partiendo de la base de que el suelto de Juan José Millas no pasa de ser una broma sin mucha gracia, un chascarrillo fallido, una de esas tesis que se expone con sonrisa en la boca y que si te replican te escudas denunciando la falta de sentido del humor en quien te la recrimina por excesiva. Sin embargo, parece ser que estamos en plena campaña del Grupo Prisa, en especial de su sucursal de El País, hacia el Madrid de Florentino y los agravios, a la razón y al decoro sobre todo, empiezan a acumularse. También la tarea si uno quiere reponder a quien ofende. Y digo el Madrid de Florentino porque ya sabemos que al madrid de Calderón el Imperio Polanco no le ponía peros, por mucha corrupción económica e institucional que hubiera. El que Marca destapara el escándalo de la asamblea de compromisarios, con gente que no tenía el carnet de socio, dicen que atlética para más escarnio, disfrazada de ultra para amedrentar al que si era socio, el AS lo vivió más como una afrenta personal que como un logro periodístico. Así que si trató de respaldar a quien se desmoronaba, tocaba estar en contra de sucesor, es decir, Florentino Pérez, para demostrar o bien que el remedio era peor que la enfermedad o que uno y otro presidente eran tal para cual. Quien no sepa a estas alturas que el presidente del madrid de turno es declarado como enemigo por aquel gran grupo editorial que se sienta marginado o menos favorecido que el otro, ya sea Prisa o Unidad Editorial, es que no sabe lo más elemental. Eso sumado a la necesidad de imponer sus criterios futbolísticos, a menudo desde la total ignorancia tecnica y desconocimiento de la situación interna del club, crea enormes tensiones y presiones en el entorno del equipo, procedentes en muchos casos de ambos bloques. AS y Marca rara vez coinciden. Cuando uno critica un aspecto o personaje del Madrid el otro suele alabarlo. Y normalmente es sin medir las palabras, sin la más mínima mesura. La crítica suele ser feroz y la alabanza cercana al servilismo.
Los periódicos generalistas tenían hasta hace poco una posición más neutral, más volcada a informar, tal vez a analizar. Pero nunca hasta ahora habían tratado de crear estados de opinión en sus lectores acerca de una directiva, a potenciar el malestar o rechazo respecto a un dirigente o entrenador en concreto. Tal vez sea ingenuo, lo asumo, pero nunca lo había notado hasta ahora. Tal vez sea que lo note ahora en este diario en concreto porque la avalancha de artículos en El País, hasta hace poco puntero en España, amenaza con colmar la paciencia del aficionado madridista. O bien hay una intencionalidad conjunta en la redacción deportiva , o sus integrantes padecen un brote de histeria colectiva. Una de dos, no hay otra explicación posible. Arde la redacción de El País por la pira encendida por sus santos inquisidores, que ya no hablan de fútbol sino del bien y el mal, de ángeles y demonios, de fieles y apostatas, de Lucifer y el infierno. Ya que es imposible en los tiempos que corren organizar autos de fe en la Plaza Mayor de Madrid, El País ofrece sus oficinas, su diario, para quemar en efigie, en este caso de papel, a los agentes del mal diseminados por el Bernabeu y Valdebebas. Ahora que Obama preside el Gobierno de los EE.UU. centran su fanatismo en la otra Casa Blanca.
El artículo del señor Izquierdo, por de pronto, abusa de esa manía de última hora de indicar el gentilicio de todo el mundo. Antes no existía esa necesidad de saber de donde era el prójimo para juzgarlo, siquiera para tener una primera opinión sobre él. Más aquí en Madrid, donde viviamos en la más completa ignorancia del lugar de origen de los demás, incluso de que ese fuese detalle relevante. Es en el deporte donde más se exacerba esta tendencia, porque ya se sabe que suele ser el lugar de nacimiento el que determina cada vez en mayor medida las simpatíasde los aficionados. Así vemos que Arbeloa es salmantino, e Izquierdo lo indica como si quisiera mostrar ya desde el inicio, la primera en la frente, que nos hayamos ante un puerco mesetario de esos que tan poco gustan en Barcelona. Nada más calentar la voz para entonar su cántico espiritual nos enteramos de que el salmantino es un villano como le gustan al abyecto Mourinho. Por que ese portugués, que hijoputa es. Esto último lo añado yo que ya he pillado la melodía al salmo: Loa a las fuerzas de la luz, entiéndase el Barcelona, y que esta fuerza regeneradora del fútbol acabe con las tinieblas del madridismo.
Dice el amigo Izquierdo que Arbeloa es "de aspecto distinguido y maneras educadas", porque ya sabemos que Lucifer y los suyos, Mefistófeles y demás ángeles del mal, son agradables a la vista, seductores a nuestros ojos. El mal se disfraza con el don de la belleza para reclutar seguidores. Pero, a Dios gracias, y nunca mejor dicho, esa maldad no puede ocultarse al escrutinio de los medios audiovisuales de alta tecnología. Arbeloa hunde los tacos con nocturnidad y alevosía, en la espinilla de Villa, como corresponde a un integrante de las huestes de las tinieblas, y el delantero centro culé que, que curioso oiga, carece de gentilico, sufre el tormento del acólito del mal, léase el madridismo. Villa tal vez no tenga gentilicio porque pertenece a lo celestial y no a lo terrenal, al ámbito barcelonista. En la primera campaña en can Barça dejas de tener región de origen, en la segunda te beatifican, y al correr de los años te elevan a los altores, como ya ha ocurrido con grandes prohombres dedicados solo al bien en su carrera deportiva y tras ella, como Cruyff y Stoichkov.
Lástima que esos medios audiovisuales sofisticados no sirvieran para que el ojo miope a conveniencia de Izquierdo se percatara, por ejemplo, de un empujón de Villa a Ramos propinado en el aire, que lo desequilibró en su caida y que pudo dar lugar a un incidente grave. El asturiano -y uso el gentilicio no para señalar sino como recurso en la escritura, por no repetir nombre, que si uso el David lo mismo Izquierdo lo toma como una petición de que prosiga con sus salmos en próximas ediciones del diario- aderezó su acción con una de esas actuaciones teatrales a las que son tan proclives los jugadores del Barcelona. No, su expresión no era de "esto es la guerra" sino de "tranquilo, viejo, solo es ficción". Más sabe Ramos por viejo que por Diablo, y Villa tendría claro seguramente que sabría analizar el lance, lo que había de falso y de cierto en el mismo. No se entera el señor Izquierdo de que lo único que ocurre de verdad en el mundo del espectáculo es lo que sucede en los cosos taurinos, donde el toro que se lidia muere, salvo que medie indulto. De ese que no conceden los redactores de El País a ninguna acción madridista. En los demás escenarios todo o parte es ficción. A veces se usan caretas, como gusta hacer a Busquets. Otras se acude a los autos sacramentales, como suele Guardiola en sus ruedas de prensa, salvo que haya malos presagios. Y aunque hay mucho cabestro en el mundo del fútbol, en todas partes señor Izquierdo, lo normal es que haya una parte de fingimiento en lo que les parece que ocurre a los personajes del escenario.
En su segundo párrafo dice el señor izquierdo que, a pesar de su merecida mala fama, Mascherano no cometió una sola falta en el partido de la final de Copa. Si es que cree en las estadísticas le daré una que desmonta todo su aparato argumentativo: al Real Madrid se le señalaron 26 faltas y 28 al Barcelona. Este dato corría como la polvora por Twitter como réplica a los argumentos que, como el suyo, procedían del ámbito culé. Me pareció que Mascherano cuajó un gran encuentro, y, aunque alguna falta no señalada le vi cometer, jamás le tildaría de diabólico ni amante de la guerra. A lo mejor por no hacer el ridículo como usted. Por que sí, voy avisado, se lo que quiere usted insinuar, que tras su llegada al Barcelona el argentino ha visto la luz, que subió a los cielos y ahora está sentado a la derecha del Padre, de Pep, por los siglos de los siglos, por que los logros del barcelonismo son eternos. Todos sabemos, los madridistas más que nadie, que acceder al ámbito barcelonista es la cura de todos los pecados. A veces ni siquiera hace falta traspasar las puertas del Cielo, basta con llegar a su umbral y golpear con los nudillos la puerta. Todos nos acordamos como bastó para que corriera el rumor del fichaje de CR7 por Laporta para que a ese portugués le compusiesen en la prensa catalana una copla más halagadoraque la que ahora le recitan en los estadios de fútbol.
A partir de la mitad del segundo párrafo el escrito enloquece, como un cuadro de El Bosco, y se puebla de bestias y seres mitológicos e imposibles, como licántropos y políticos. Algunas de las tesis no logro entenderlas y otras me quedan meridianamente claras. Entre las primeras, por ejemplo, no llego a saber, por más que releo lo escrito, si se arguye que la maldad de Pepe y Ramos es intrínseca a su naturaleza o se debe al influjo de Mourinho. Entre las segundas que el Madrid es de derechas, un club facha y, por tanto, despreciable.
Se pasa usted de la raya al mezclar fútbol con terrorismo, señor Izquierdo. Permítame que cambie mi modo de redactar a mitad de escrito y me dirija a usted de forma directa. Es que la broma deja de serlo cuando menciona ciertos temas que cualquier persona con dos dedos de frente, los que exige para cualquier cometido, sabría que es mejor no tratarlos en artículos sobre temas banales, como no deja de ser el fútbol. Verá, ya tengo unos años, y recuerdo perfectamente cuando a la Izquierda Española, PSOE incluido, "le molaban" los gudaris del País Vasco. Le diré que en los años setenta las discusiones políticas eran muy frecuentes, incluso entre niños, influenciados sin duda por la obsesión de sus padres. Y uno se veía con cierta frecuencia tratando de convencer a alguien de que ETA eran simple y llanamente una pandilla de asesinos, que los militares y guardias civiles eran seres humanos con derecho a la vida. Y no es que fuera muy listo, se trataba simplemente de que mis dos abuelos eran ambos militares de carrera, así que los había visto de cerca y constatado que no portaban tridente ni poseían rabo terminado en punta de lanza. Así que, se lo digo bien claro, sus líneas dedicadas a Mayor Oreja en las que se hace un uso espurio del terrorismo me ofenden profundamente. Más al ser realizadas desde un púlpito como El País, que bien tibio, por no decir otra cosa, fue y es con el asunto GAL. Dejémosnos de memeces. Seamos menos ambiciosos al formular teorías. Es usted un iluminado que irradia mucha sombra.
En fin, nada más, solo decirle que si es usted cómplice de algo lo es de la estupidez beata y santurrona que poco a poco invade el ámbito del fútbol. Y no se tampoco si esa estupidez es natural en usted o es inoculada por sus jefes en el periódico, aunque sospecho lo segundo, que al menos hay cierto deseo de quitarle su bozal de licántropo del periodismo. Pero ahí está, bien visible e inasequible al desaliento. Llevaba gestándose desde hace unos pocos años pero ya tenemos el paradigma perfectamente formulado: El Barcelona representa el Bien y el Real Madrid el Mal. Uso las mayúsculas porque el énfasis que ponen al exponer la teoría así lo exige. Deliran ustedes, y lo peligroso es que el contagio, que procede del pensamiento avanzado culé, avanzado por lo osado y falto de decoro, amenaza con extenderse a todo el Planeta Fútbol. Que Dios nos pille confesados si los redactores de deportes de los periódicos tratan ahora de convertirse en sacerdotes de la nueva fe barcelonista. Aquí un apostata, porque de niño simpatizaba con el credo, hasta que me olí la tostada. Que importaba más de donde fuera que lo que hiciera o pensara. Soy mesetario, pero no masoca.
Rescates de Twitter sobre el artículo de Izquierdo
1.- Algunos periódicos de imperios en plena decadencia rozan el ridículo en sus estrategias de buscar nuevos lectores y conquistar mercados.
2.- Coño. ¡Comparan a Mou con Mayor Oreja! ¡Como me pone! Muy halagador para ambos. Como se nota que es un artículo que chapotea en la política.
3.- ¿Seguro que no es un artículo satírico? A mi me está pareciendo muy gracioso. Se le nota al izquierdo las ganas de llamar facha al Madrid.
4.- Escribe "portugués de Setubal" como si nuestro país vecino fuese el Reino de Mordor. Este ha estado en alguna grada cantando algún slogan.
5.- Que me estoy dando cuenta que para la poca importancia que le quieren otorgar al trofeo evidencian demasiado escozor por la derrota.
6.- Izquierdo dice que Florentino Pérez y Valdano son cómplices del crimen. Se le ha olvidado encausar a Pardeza, Plácido Domingo y Milikito.
7.- A Izquierdo alguien le tendrá que explicar que en España se conduce por la derecha. Es que sino vas en contra de la lógica y lo evidente.
8.- Hay que ver el incendio periodístico que está causando el vuelo de la pavesa. ¿Arde El País? Esas parecen las órdenes dadas a la wehrmacht.
9.- Y von Choltitz en el dilema de si merece la pena destruir la clientela lograda en Madrid a costa de una satisfacción en la retaguardia culé.
10.- "¿Arde El País?", le gritan a través del teléfono al general que destruyó Sebastopol. Ojalá irrumpa rápido en la redacción la Brigada Núm. 5.
11.- Claro que hay quien utiliza el fuego propagado por la pavesa para un auto de fe. Hoy toca quemar en efigie a Arbeloa. Como ayer fue con Mou.
12.- Efigies de papel que arden para saciar las frustraciones de la fe. Se arde en los periódicos porque sobre el césped floreció la verdad.
13.- Izquierdo es un Savoranola de Semana Santa, un Choltitz pascualero. A mi cae simpático porque el ridículo ajeno a la larga despierta ternura.
14.- Y si consigue que Mayor Oreja sea TT pues mire usted que bien. Como si no hubiera más justos que Justin. Justito de años para sex simbol.
15.- Teletipo: La redacción de El País está por exigir que se excave en el césped de Mestalla para recuperar la Memoria Histórica del partido.
16.- ¿Y donde están enterrados los restos de Villa? 1 fuente fiable los localiza en el área chica de Iker. Hay orden judicial para la exhumación.
17.- Le recuerdo a Juan José Millás que en una de las versiones progres y anticlericales de la Biblia Lucifer es el moderno prometeo.
18.- Millás, me extraña que alguien del Sindicato de la Ceja, como tú, identifique a Mou con Lucifer, que tenga una visión tan papista del fútbol.
19.- Lo pregunto ya en serio, ¿Arde El País? #PelículasTwitteras #Variantes
viernes, 22 de abril de 2011
Rescates de Twitter (5)
El bosque
1.- El bosque gallego se defiende con espinas agrias, rosales silvestres y genistas. En Murcia sobrevive su verdor entre los pinos carrascos.
2.- Se extiende inabarcable en Extremadura, donde transige en ser menos para ser más, en abrirse para cerrar por completo el paisaje.
3.- Cede terreno y se ausenta en los campos de La Mancha para buscar refugio en la ribera de los ríos, exhaustos de labrar el terreno llano.
4.- Montaraz, trepa en el País Vasco por laderas de pendientes imposibles donde sorprendentemente antes que él le precedieron las casas.
@rivespe de pesca (8-4-2011)
1.- El calado de la luz de Abril. Inmerso en una claridad en la que apenas hago pie, veo a través de la ventana un cielo de azoteas y nubes quietas.
2.- Cuando llegue la noche no podremos cosechar estrellas porque las de esta madrugada son todas para @rivespe
3.- Y si alguna remonta la corriente de oscuridad hasta el alba como los salmones los cauces de arriba. Incluso esas serán propiedad de @rivespe
4.- Incluso las estrellas más distantes que tiemblan cerca del lecho del Universo son patrimonio de @rivespe. En este tramo hay veda de pesca.
5.- Ya le enseñé a pescarlas usando como cebo luciernagas y nebulosas planetarias. El usufructo de esta noche es para @rivespe
Susana (8-4-2011)
1.- "Para que son los pasos sino para medir distancias y las palabras sino para nombrar los imposibles".
2.- En algún lugar hay un ejemplar de "El bosque animado" con esta dedicatoria. Un día si hay más confianza lo contaré con todos sus pormenores.
3.- ¿Que saqué a cambio? Dragones dibujados con tinta azul, cientos de mañanas para acechar la felicidad desde la margen de la fronda.
4.- El sentimiento y su costumbre, la nada y la materia pronunciadas con la misma palabra, un cobijo para el arreciar de las horas.
5.- Un lugar geometrico de los puntos, la fuente del futuro, el sumidero del pasado, todos los instantes desde entonces que siempre son entonces.
6.- Este calor me recuerda el talento que tenían las flores para ser primavera, para revivir en sus manos, para enredarse en su trenza.
Tweets de madrugada
1.- No se si quiero que amanezca. Perdido el hábito de la luz, apenas si recuerdo algún recodo de tu cuerpo. Vendrá el sol y no estarás conmigo.
2.- Prefiero la oscuridad, que no sean mis ojos quienes desvelen los acertijos. Si escojo el silencio las letras de tu nombre conservarán intacto el molde de su sonido.
Incendios blancos (22-4-2011)
1.- Enésimo intento de ser excesivo. Si me mido, si calculo la dosis, me desvirtuo, pierdo mis propiedades, me vuelvo solo excipiente
2.- Nada tan pavoroso como un incendio forestal, no se si alguna vez habeis contemplado uno, sus estragos en un monte calcinado.
3.- Contemple uno desde el cuace de la A52, de madrugada, mientras surcaba Orense, y parecía la visión del barquero en el paso de Laguna Estigia.
4.- Las llamas venían a lamer los pies de los taludes de la carretera y el mundo parecía el umbral del infierno, sordo a cualquier plegaria.
5.- El fuego se propagó salvaje e imparable durante 45 minutos hasta que los burocratas del riesgo crearon un cortafuegos a mitad de ladera.
6.- Y cuando el ardor en el suelo parecía extinguirse irremisiblemente una pavesa voló en el aire para vulnerar la línea de defensa.
7.- Roja y verde, materia vegetal incandescente a merced del viento de la historia, fue a posarse donde más seca era la fronda, ávida de arder.
8.- Ahora el incendio se propaga incontenible en la memoria. Ceniza o rescoldo que ni siquiera es capaz de apagar la lluvia de las horas.
9.- Las cenizas blancas delatan donde fue más intenso el delirio del fuego. Por eso siempre habrá rescoldos de lo que somos.
Para mi amiga (22-4-2011)
1.- #FF para @nereeaa10, tan excesiva como yo, pero tan certera, sopesada y elocuente cuando se trata de analizar lo que ha visto.
2.- La misma tristeza por palabras que sabemos que nunca serán contestadas. Si el mundo calla es por ignorancia no por desprecio.
3.- Amores que caminan sin ser advertidos como los insectos bajo la hojarasca. Pero si el bosque está vivo es por sus diminutos pasos.
4.- Algún día ardera toda esa hojarasca, verás como si, y seremos entonces fuego para calcinar rodas las cosas, porque para eso fuimos creados.
1.- El bosque gallego se defiende con espinas agrias, rosales silvestres y genistas. En Murcia sobrevive su verdor entre los pinos carrascos.
2.- Se extiende inabarcable en Extremadura, donde transige en ser menos para ser más, en abrirse para cerrar por completo el paisaje.
3.- Cede terreno y se ausenta en los campos de La Mancha para buscar refugio en la ribera de los ríos, exhaustos de labrar el terreno llano.
4.- Montaraz, trepa en el País Vasco por laderas de pendientes imposibles donde sorprendentemente antes que él le precedieron las casas.
@rivespe de pesca (8-4-2011)
1.- El calado de la luz de Abril. Inmerso en una claridad en la que apenas hago pie, veo a través de la ventana un cielo de azoteas y nubes quietas.
2.- Cuando llegue la noche no podremos cosechar estrellas porque las de esta madrugada son todas para @rivespe
3.- Y si alguna remonta la corriente de oscuridad hasta el alba como los salmones los cauces de arriba. Incluso esas serán propiedad de @rivespe
4.- Incluso las estrellas más distantes que tiemblan cerca del lecho del Universo son patrimonio de @rivespe. En este tramo hay veda de pesca.
5.- Ya le enseñé a pescarlas usando como cebo luciernagas y nebulosas planetarias. El usufructo de esta noche es para @rivespe
Susana (8-4-2011)
1.- "Para que son los pasos sino para medir distancias y las palabras sino para nombrar los imposibles".
2.- En algún lugar hay un ejemplar de "El bosque animado" con esta dedicatoria. Un día si hay más confianza lo contaré con todos sus pormenores.
3.- ¿Que saqué a cambio? Dragones dibujados con tinta azul, cientos de mañanas para acechar la felicidad desde la margen de la fronda.
4.- El sentimiento y su costumbre, la nada y la materia pronunciadas con la misma palabra, un cobijo para el arreciar de las horas.
5.- Un lugar geometrico de los puntos, la fuente del futuro, el sumidero del pasado, todos los instantes desde entonces que siempre son entonces.
6.- Este calor me recuerda el talento que tenían las flores para ser primavera, para revivir en sus manos, para enredarse en su trenza.
Tweets de madrugada
1.- No se si quiero que amanezca. Perdido el hábito de la luz, apenas si recuerdo algún recodo de tu cuerpo. Vendrá el sol y no estarás conmigo.
2.- Prefiero la oscuridad, que no sean mis ojos quienes desvelen los acertijos. Si escojo el silencio las letras de tu nombre conservarán intacto el molde de su sonido.
Incendios blancos (22-4-2011)
1.- Enésimo intento de ser excesivo. Si me mido, si calculo la dosis, me desvirtuo, pierdo mis propiedades, me vuelvo solo excipiente
2.- Nada tan pavoroso como un incendio forestal, no se si alguna vez habeis contemplado uno, sus estragos en un monte calcinado.
3.- Contemple uno desde el cuace de la A52, de madrugada, mientras surcaba Orense, y parecía la visión del barquero en el paso de Laguna Estigia.
4.- Las llamas venían a lamer los pies de los taludes de la carretera y el mundo parecía el umbral del infierno, sordo a cualquier plegaria.
5.- El fuego se propagó salvaje e imparable durante 45 minutos hasta que los burocratas del riesgo crearon un cortafuegos a mitad de ladera.
6.- Y cuando el ardor en el suelo parecía extinguirse irremisiblemente una pavesa voló en el aire para vulnerar la línea de defensa.
7.- Roja y verde, materia vegetal incandescente a merced del viento de la historia, fue a posarse donde más seca era la fronda, ávida de arder.
8.- Ahora el incendio se propaga incontenible en la memoria. Ceniza o rescoldo que ni siquiera es capaz de apagar la lluvia de las horas.
9.- Las cenizas blancas delatan donde fue más intenso el delirio del fuego. Por eso siempre habrá rescoldos de lo que somos.
Para mi amiga (22-4-2011)
1.- #FF para @nereeaa10, tan excesiva como yo, pero tan certera, sopesada y elocuente cuando se trata de analizar lo que ha visto.
2.- La misma tristeza por palabras que sabemos que nunca serán contestadas. Si el mundo calla es por ignorancia no por desprecio.
3.- Amores que caminan sin ser advertidos como los insectos bajo la hojarasca. Pero si el bosque está vivo es por sus diminutos pasos.
4.- Algún día ardera toda esa hojarasca, verás como si, y seremos entonces fuego para calcinar rodas las cosas, porque para eso fuimos creados.
jueves, 21 de abril de 2011
El fútbol y sus aledaños (19) - Batalla a las puertas de Mordor
Batalla a las puertas de Mordor
No me avergüenza decirlo. Tras ver sobrevolar Pepe el cuerpo amedrentado de Alves, tras verle hacer saltar astillas al palo izquierdo de la portería de Pinto, dejar su marca de oso en el fuste para medir su tamaño, lo di todo por perdido. El choque violento con el aluminio había sido casi por dentro, con la potencia de una violación, y el balón se alejó del entorno del portero siguiendo una trayectoria casi paralela a la raya de gol. Ante tan poderoso rival no son frecuentes las segundas oportunidades. No estaba de Dios ganar el encuentro. Así se lo hice saber a quienes veían el partido conmigo. Después de la mañana el atardecer y el ocaso. Una primera parte primorosa para dejar constancia de que una vez existimos antes de sifuminarnos en las sombras.
Todo movimiento tiende al reposo. La palabra al silencio, el fuego a la ceniza, el amor al olvido. Bendita sea por eso la palabra rescoldo. Sobre las ascuas de un sueño se edificó la victoria, en el último soplo a una hoguera que se extinguía. Ronaldo elevandose en el aire como una pavesa al filo de la madrugada. No me avergüenza tampoco decir que había necesidad de triunfo. Pequeños detalles son los que decoran la sala de entrada al Paraíso. Divago, lo se, no me centro. Solo derramo las palabras para intentar encontrar un rumbo, seguir el que me indique la orografía del sentimiento, el avance del agua de escorrentía al escurrir ladera abajo.
Sentí miedo al inicio del encuentro. Demasiada tensión. Demasiado elevada la apuesta. Un resto demasiado cuantioso sobre la mesa para una sola mano de poker. Los jugadores se zarandeaban los unos a los otros sin que Undiano Mallenco lograse imponer la paz. Si alguien duda de que en el túnel de vestuarios del Bernabeu hubo palabras y más que palabras, es por que quiere estar ciego para no ver lo evidente. El partido se inicio sumido en la locura y jamas encontró un minuto de serenidad o cordura en los 120 minutos siguientes.
Mourinho volvió a tomar la iniciativa táctica. Mantuvo a Pepe en el centro del campo para desempeñar la labor múltiple que ya le fuera encomendada en el partido de Liga. Además, incluyo a Özil en el once inicial, sacrificando a Adebayor. Se venía hablando de ello toda la semana, criticando ácidamente una alineación sin delantero centro. Quien no entiende que la lucha es necesaria cuando quien se te enfrenta es mejor que tú es que no ha aprendido nada del fútbol. Así se logró la Séptima, cavando trincheras ante un Queipo liderado por Zidane, ni más ni menos. Poetas líricos que desprecian la épica porque no están dotados para ninguna otra literatura. Si no existiera la brega, el corage, el esfuerzo, no sería necesario dirimir ningún partido. Se delegaría la decisión de quien merece el triunfo a un jurado de expertos y la contienda sería totalmente incruenta, sin amores propios heridos, sin euforias, romo el tiempo del fútbol sin esa singular belleza que rapta nuestra mirada. El segundo acto comenzó con Özil para dar cauce a la locura del contraataque, para dar un sendero entre el bosque de barcelonistas que puebla el área contraria. Sin benzemá ni Higuain aun preparados para las máximas exigencias, con un Adebayor algo lento todavía para un juego volcado en el contragolpe, no parecía una opción tan absurda o insultante como nos querían hacer creer todos los expertos de la prensa deportiva.
Las novedades no se centraron solo en este cambio de piezas. Mourinho dicidió que el equipo adelantase líneas, que esperase al Barcelona algo más adelante. No en la frontal del área como en el Bernabeu, que hacia el trayecto en las contras tan largo y fatigoso, sino en el medio campo y algo más allá de la divisoria de aguas. El Madrid no se agotó en el primer partido de la serie defendiendo, como se ha querido hacer creer, sino atacando. Suena distinto, con menos lustre, cuando en realidad en ambos casos se parte de la premisa de aceptar la superioridad del rival. Los que se tachan a si mismos de humildes curiosamente no entienden estas cosas. Por lo visto la humildad consiste en decir lo bueno que es uno, pero con la boca chica si es que se puede, para que te pidan que lo repitas con las mismas u otras palabras, para que los tuyos te hagan el eco a gritos. También se armoó un red entorno a Messi, compuesta por varios jugadores, que tuvieron que multiplicarse en el campo para estar donde estaba el argentino y también en otras partes en que era vital su concurso. Entre Pepe, Ramos, Khedira, Xabi y aquel que buenamente pasara por allí, Marcelo o Di Maria casi siempre, se logró sujetar a Leo, desactivarlo, y con él a todo el Barcelona.
Se conseguía robar balones más cerca de la portería de Pinto, que en más jugadas se llevara peligro. Hubo varias oportunidades claras. La mejor la que malograra Pepe en las posterimerías de la primera parte. Ahí es cuando lo di todo por perdido, cuando pensé que no lo merecíamos, que no estaba de Dios concedernoslo. Y el inicio de la segunda parte pareció corroborarlo. Un dominio asfisiante del Barcelona arrimó al Madrid al desastre. Por primera vez en la serie de clásicos el balón circulaba con rapidez, con ganas de herir y no solo de cansar, en zonas del juego en que era imprescindible darse por aludidos y contener el avance del Barcelona. Creo que el Barça se agotó también atacando. No lo hizo en Madrid porque su ritmo era cansino y no había tensión apenas en las jugadas. Ayer si la hubo. Se sucedieron las entradas por derecha e izquierda. Por el centro cuando era Messi el que, ya liberado de su yugo, se movía a sus anchas con el balón a los pies. Entonces por un momento pareció que la veleta señalara a otro norte, en este caso al Blau-grana. La victoria solo parecía cuestión de dejar madurar los minutos. Y en ese momento de euforia tras el susto de la primera parte el público culé se vino arriba. Se empezaron a escuchar los olés, expresión netamente española, así que hasta cierto punto se agradece. También porque supuso la condenación del Barcelona. Porque Xavi, que es quien llevaba la batuta decidio no solo jugar al fútbol sino también demostrar un torema, la superioridad manifiesta del Barcelona. Y esta multiplicidad de objetivos a la postre les trajo la derrota. Nuca he visto al medio centro del Barcelona hacer tantas cabriolas entorno al balón. Lo pisaba y reculaba a un lado, luego al otro. Daba un giro completo del cuerpo, luego amagaba con regatear a su defensa. Arabescos y florituras en quien en su día tildé de burócrata del fútbol, y no con tan mala idea como pueda parecer. Xavi hace el fútbol fácil. Logra que fluya cuando el Barcelona está en posesión del balón. Sin embargo, ayer fue quien construyó un dique cuando parecía una corriente imparable.
El Barcelona malogró sus oportunidades agotándose en la tarea de demostrar su tesis, y lo demás es historia. El balón se arrimó a los pies de Di María, que construyó una pared agónica con Marcelo. Centró en carrera desde la banda izquierda, cerca del banderín de corner. El vuelo de una pavesa para propagar el incendio que se agotaba y dos años de invierno tuvieron su primavera para sucederlo. El testarazo de CR7 cruzó el área como un misil con trayectoria guiada con láser. Hay quien perdió los papeles en ese instante. Pepe y yo mismo, sin ir más lejos. Lo demás no tengo excesivas fuerzas para contarlo. La cara de Florentino Pérez desencajada tratando de acelerar los últimos segundos de juego. Los últimos intentos de Piqué de justificar su desprecio absoluto por sus contrincantes. La lección más amarga debería ser para él, pero no las tengo todas conmigo de que sea estudiante aplicado. El terminó por despertar el orgullo de los madridistas, al igual que lo hiciera el público argentino con Fernando Verdasco en aquella final de la Copa Davis. Humillar al rival, tratar de pasarle por encima puede traer estas cosas. Hasta CR7 pareció sentirse aludido por la chanza anti-española y sus últimos minutos de encuentro los invirtió en evidenciar que ha dejado de ser atrezzo en los encuentros grandes, en mostrar su exhuberancia física. Pudo marcar un segundo gol que hubiera sido el apoteosis. Tras cebarse de balón pidió perdón a Di Maria, asu modo, por no cederle un balón para el que tenía mejor ángulo de disparo.
Cuidado ahora con la semifinal de la Champions, porque el Barcelona se ha encargado de poner al Madrid en la pugna con sus continuos errores psicológicos de bulto. Siguen sin querer entender lo que pasa, extraviados en su intento de declamar la definición del fútbol se han ausentado de la disputa. No quiero ni pensar en un fin de año con Cristiano como máximo favorito para ganar el Balón de Oro. Ya ha sido decisivo en la consecución de un trofeo, asi que ha dejado de ser un absurdo. Tendrán que buscar extrañas alianzas. ¿Qué tal una en torno a Iker, que cuando arreciaba la lluvia logró desviar las gotas que parecía que irremisiblemente iban a mojar las mallas de su portería?
La semana que viene seguirá la guerra. Disculpad mi torpeza al escribir, por empeñarme en centrame en lo que sentí y no tanto en lo que vi. Un partido memorable que sino mediaria la animadversión cercana al odio también traería gloria al derrotado. Nos veremos pronto de nuevo y glosaremos sobre lo que ocurra. Y tal vez las lágrimas al releer lo escrito sean más cercanas a la rabia que a la emoción.
Estas cuatro batallas sucesivas hay quien las vaticinaba como el fin del madridismo. Pero aquí seguimos, de pie, dando la cara a la tormenta. Podrá llegar el día que el madridismo se extinga, llegado el fin de su ciclo en la Historia del fútbol, pero no será ahora, ante este enemigo. El mal y el bien no se excluyen entre si sino que se justifican el uno al otro y se complementan. Momento para que la prensa de Barcelona medite, y si el público culé no supo guiar a su équipo hacia la victoria, para que aprenda de los errores, los rectifique y proponga una senda viable para los suyos. Se que no va a ser así. No está siendo así por lo que se viene escuchando hoy. En eso baso mi esperanza para la Décima.
Tweet de la previa
1.- Hace un año escribe en un foro que los partidos Madrid-Barcelona los planteaban los culés como si fuera la Batalla de Lepanto.
2.- Por los artículos de los imanes de la prensa no parece que andabara muy desencaminado. Esta noche les arrebatamos el Cristo de Lepanto.
3.- El cielo está empezando a fruncir el ceño. Sopla viento frío. Me podré el jersey para bajar a la calle. Odio las primaveras fallidas.
4.- Mequetrefes del Barça en la radio tratando de libar miel en las palabras de Di Steffano del otro día y solo consiguen que supure pus.
5.- Locutoras que aseguran no ir con un equipo, y cecean al decirlo pizpiretas. Ellas flirtean con todo lo que se menea, cristiano o sarraceno.
6.- Mestalla la cabeza de tanto pensar en el partido. ¿A que hora empieza? Es que no hay quien aguante esto. Venga, ya.
7.- Me enternece la gente que no quiere dar crédito a lo de Piqué, cuando tan coherente es con el personaje y el Laportismo del que procede.
8.- El que fue un canalla en el terreno de juego para muchos twitteros conviene ahora exonerarle para así no tener que discutir lo de Piqué.
9.- Sea o no cierto lo de Piqué algunos barcelonistas tendrán que asumir que su equipo es antiespañol. Se siente pero es lo que hay.
10.- Todo movimiento tiende al reposo, la palabra al silencio, el fuego a la ceniza, el amor al olvido. Bendita sea por tanto la palabra rescoldo.
11.- Ya que queda tiempo, me gustaría contar una batallita de fútbol, que demuestra lo poco que saben los periodistas sobre el Madrid.
12.- Mi padre me llevó a ver una final de la Copa de la Liga, en una situación muy parecida a la de ahora. Jugaba en el Barça un tal Maradona.
13.- Era el partido de vuelta, y el Barcelona traía ventaja. El partido fue un quiero y no puedo del Madrid. Un tanto doloroso. De adelantaron.
14.- El Madrid a base de casta logró empatar a un tanto. Entonces Maradona se metió con el balón en la portería dejando a tres sentados.
15.- El Bernabeu se levantó y aplaudió al argentino. ¿Qué hacer ante eso? Pues apretar los dientes. Se pudo empatar a 2 tras mucha porfía.
16.- Y la segunda ovación cerrada de la tarde fue esta vez para nuestro equipo. Se perdió el trofeo pero se pudo salvaguardar el orgullo.
17.- Cuando oigoo leo a estos chupatintas del análisis hablar de lo que sienten los madridistas me subo por las paredes. No tienen ni idea.
18.- Se hace lo que se puede. Y cuando es incluso más que eso, ¿como no vas a querer a tu equipo? El sábado el Madrid estubo imperial.
19.- Y el público lo sabe. Como lo sabía el día que Maradona fue aplaudido en el Bernabeu. Que aprendan un poco antes de hablar, si son capaces.
20.- Agredir a Roncero me parece una estupidez del mismo calibre que querer liarse a hostias con los de Krakovia. Pero allá cada cual.
21.- Si hay mal ambiente en Mestalla es por aquello del bien y el mal. Lo que pasa es que al final va a resultar que somos todos orcos de Mordor.
22.- Insisto que me encanta que las aficiones vayan al fútbol como quien va a la ópera. Todo lo más que la opera la pongan ellos cantando.
23.- Aquí va a caer un tormentón de órdago. Creo que es la misma nube que ha granizado sobre @rivespe. Miedo tengo y todo.
24.- Truenos, relámpagos y granizo. Es la veleta del destino que está girando para señalar otro norte. Hermanos de fe, hoy comienza el futuro.
25.- Me va a pegar pero lo voy a decir. @nereeaa10 me dijo el once del Madrid después del partido del sábado. Lo ha clavado.
26.- Hagamos del miedo un acicate, de la desventaja alzas, de las dificultades oportunidad nuevas, del sentimiento un credo único #HalaMadrid.
Tweets durante el descanso
1.- Más que un campo de fútbol parecía una discoteca. El himno a pleno pulmón de decibelios para acallar los pitidos de fondo de algunos.
2.- Cada vez que Messi coge el balón no se de donde salen, pero le enciman 3-4 jugadores. Es una auténtica locura.
3.- Lamentable que la campaña contra Pepe haya tenido efecto. El mejor del partido y van 135 minutos, y con una amarilla injusta.
4.- El Barça a tenido al Madrid a su merced y ha preferido chulearlo. Siguen sin aprender la lección que dicen traer sabida de casa: humildad.
5.- Chapeau para los tres comentaristas, los dos ex-jugadores y el speaker, que será del Barça pero lo está haciendo de lujo. Mis felicitaciones.
6.- TOMA TOMA TOMA TOMA. ESE PORTUGUÉS QUE DE PUTA MADRE ES GOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL
Tweets tras el partido
1.- Si el Barça no aprende la lección de la que se supone que es catedrático: LA HUMILDAD, lo mismo se queda sin Champions también. Ellos verán.
2.- Si, ha ganado la tortuga a la libre. La torguga, el pájaro loco y el correcaminos. Impresionante final de CR7. ¿Es ya un gran jugador?
3.- Venga, echadme de comer esas estadísticas comparadas con Pellegrini, que hoy tengo algo más de moral para soportarlas.
4.- Sigo viendo al Barcelona favorito para lo que queda. Pero tendrán que asimilar, decidir si quieren jugar al fútbol o demostrar un teorema.
5.- Detalle al final de Pique felicitando a los madridistas cuando ya tienen la Copa en el césped de Mestalla. No le hacen mucho caso.
6.- Sergio Ramos convirtió ayer la Copa en la chica de la curva de La Castellana. ¿Se nos aparecerá a los conductores nocturnos?
7.- No recuerdo ningún partido más tenso en mi vida. Creo que Piqué debería desestimar ya el argumento de "pío, pio que yo no he sido".
8.- Le podrá valer a fanáticos y practicantes del buenismo, pero está claro que para sus compañeros de Selección no. Ojo, asunto muy serio.
9.- Al final le llegó la sangre por fin al cerebro y fue a saludar a los ganadores, pero la frialdad con que le recibieron es preocupante.
10.- Feísimo detalle de Pepe tras el gol. Iba para MVP de los clásicos. Arbeloa desde la melé se percató y fue a recriminarle. Ha jodido la foto.
11.- Al contrario que a vosotros me gustan las frases de Xavi. Pensé que ayer habían entendido la lección. Parece que no. Lo mismo tenemos Décima.
12.- Nunca vi a Xavi hacer tantas cabriolas en un partido. Hubo momentos en que parecía que bailaba break-dance. Las cosas parecían irle de cara.
13.- Con el público culé gritando olés en vez de ir a por el partido prefirió sacar a bailar el fútbol. Pero ésta no es doncella que se deje.
14.- ¿Y que les diría Mou antes del partido? Yo creo que lo que el rey a sus escasas tropas a las puertas de Mordor. Podrá llegar el día...
15.- Porque eso parecían estos 4 clásicos, nuestra extinción. Pero el día de la caida del madridismo no va a ser ahora. Se siente... n, coño.
16.- Y ahora, 2 pequeños hobits van camino del monte del destino... No, espera, Lolo y Cris no son bajos. A ver si resulta que si somos los malos.
17.- Mourinho: "Soy un entrenador de título, no un entrenador de fútbol. Está bien, Me gusta". Genial, como siempre, pero no, te equivocas.
18.- Mourinho es un hombre del renacimiento. Artista, pensador, científico y, sobre todo, Condottiero. El mejor general en la batalla.
19.- Canalla como lo fue en su vida Caravaggio. Angelical como lo son las figuras de los cuadros de Corregio. Mou da Vinci, el genio.
20.- Si no ha sido excesivo me lo decís y lo vuelvo a intentar. Por Mou cualquier esfuerzo es poco.
21.- Atención a Marcelo partiéndose de risa tras decirle Ramos que se le ha caido de Copa. Vaya truhán. Quisieron demonizarlo, pero que gran tipo.
22.- A uno se le olvida como tratar a una dama en cuanto lleva 2 años sin catar #copacidio. No hay mujeres frígidas sino hombres inexpertos.
23.- No se bien que postura es esa de poner a la chica encima de la cabeza. Este se sabe el Kamasutra de pe a pa. Sergio Ramos amante bizarro.
24.- Lo ha dicho el joyero: Si a tu chica la atropella un bús yo te procuro otra. Dios las hizo tan guapas a todas para no tener que memorizarlas.
25.- Y si encima en la era Mourinho empezamos a ganar las copas de dos en dos, a ver quien nos pilla #copacidio.
26.- Quizá en vez de #copacidio fuese suicidio. ¿Había carta al juez? Toda una vida esperando a Raúl para que la plante en el altar de Cibeles.
27.- Con la de ayer son 18 las Copas de España del Real Madrid. Hemos alcanzado también la mayoría de edad en este torneo. Que vote Mou.
28.- Más perenne que el bronce, más inmortal que el tiempo, la victoria trabajada, lograda a contra corriente, remontando el río de la Historia.
No me avergüenza decirlo. Tras ver sobrevolar Pepe el cuerpo amedrentado de Alves, tras verle hacer saltar astillas al palo izquierdo de la portería de Pinto, dejar su marca de oso en el fuste para medir su tamaño, lo di todo por perdido. El choque violento con el aluminio había sido casi por dentro, con la potencia de una violación, y el balón se alejó del entorno del portero siguiendo una trayectoria casi paralela a la raya de gol. Ante tan poderoso rival no son frecuentes las segundas oportunidades. No estaba de Dios ganar el encuentro. Así se lo hice saber a quienes veían el partido conmigo. Después de la mañana el atardecer y el ocaso. Una primera parte primorosa para dejar constancia de que una vez existimos antes de sifuminarnos en las sombras.
Todo movimiento tiende al reposo. La palabra al silencio, el fuego a la ceniza, el amor al olvido. Bendita sea por eso la palabra rescoldo. Sobre las ascuas de un sueño se edificó la victoria, en el último soplo a una hoguera que se extinguía. Ronaldo elevandose en el aire como una pavesa al filo de la madrugada. No me avergüenza tampoco decir que había necesidad de triunfo. Pequeños detalles son los que decoran la sala de entrada al Paraíso. Divago, lo se, no me centro. Solo derramo las palabras para intentar encontrar un rumbo, seguir el que me indique la orografía del sentimiento, el avance del agua de escorrentía al escurrir ladera abajo.
Sentí miedo al inicio del encuentro. Demasiada tensión. Demasiado elevada la apuesta. Un resto demasiado cuantioso sobre la mesa para una sola mano de poker. Los jugadores se zarandeaban los unos a los otros sin que Undiano Mallenco lograse imponer la paz. Si alguien duda de que en el túnel de vestuarios del Bernabeu hubo palabras y más que palabras, es por que quiere estar ciego para no ver lo evidente. El partido se inicio sumido en la locura y jamas encontró un minuto de serenidad o cordura en los 120 minutos siguientes.
Mourinho volvió a tomar la iniciativa táctica. Mantuvo a Pepe en el centro del campo para desempeñar la labor múltiple que ya le fuera encomendada en el partido de Liga. Además, incluyo a Özil en el once inicial, sacrificando a Adebayor. Se venía hablando de ello toda la semana, criticando ácidamente una alineación sin delantero centro. Quien no entiende que la lucha es necesaria cuando quien se te enfrenta es mejor que tú es que no ha aprendido nada del fútbol. Así se logró la Séptima, cavando trincheras ante un Queipo liderado por Zidane, ni más ni menos. Poetas líricos que desprecian la épica porque no están dotados para ninguna otra literatura. Si no existiera la brega, el corage, el esfuerzo, no sería necesario dirimir ningún partido. Se delegaría la decisión de quien merece el triunfo a un jurado de expertos y la contienda sería totalmente incruenta, sin amores propios heridos, sin euforias, romo el tiempo del fútbol sin esa singular belleza que rapta nuestra mirada. El segundo acto comenzó con Özil para dar cauce a la locura del contraataque, para dar un sendero entre el bosque de barcelonistas que puebla el área contraria. Sin benzemá ni Higuain aun preparados para las máximas exigencias, con un Adebayor algo lento todavía para un juego volcado en el contragolpe, no parecía una opción tan absurda o insultante como nos querían hacer creer todos los expertos de la prensa deportiva.
Las novedades no se centraron solo en este cambio de piezas. Mourinho dicidió que el equipo adelantase líneas, que esperase al Barcelona algo más adelante. No en la frontal del área como en el Bernabeu, que hacia el trayecto en las contras tan largo y fatigoso, sino en el medio campo y algo más allá de la divisoria de aguas. El Madrid no se agotó en el primer partido de la serie defendiendo, como se ha querido hacer creer, sino atacando. Suena distinto, con menos lustre, cuando en realidad en ambos casos se parte de la premisa de aceptar la superioridad del rival. Los que se tachan a si mismos de humildes curiosamente no entienden estas cosas. Por lo visto la humildad consiste en decir lo bueno que es uno, pero con la boca chica si es que se puede, para que te pidan que lo repitas con las mismas u otras palabras, para que los tuyos te hagan el eco a gritos. También se armoó un red entorno a Messi, compuesta por varios jugadores, que tuvieron que multiplicarse en el campo para estar donde estaba el argentino y también en otras partes en que era vital su concurso. Entre Pepe, Ramos, Khedira, Xabi y aquel que buenamente pasara por allí, Marcelo o Di Maria casi siempre, se logró sujetar a Leo, desactivarlo, y con él a todo el Barcelona.
Se conseguía robar balones más cerca de la portería de Pinto, que en más jugadas se llevara peligro. Hubo varias oportunidades claras. La mejor la que malograra Pepe en las posterimerías de la primera parte. Ahí es cuando lo di todo por perdido, cuando pensé que no lo merecíamos, que no estaba de Dios concedernoslo. Y el inicio de la segunda parte pareció corroborarlo. Un dominio asfisiante del Barcelona arrimó al Madrid al desastre. Por primera vez en la serie de clásicos el balón circulaba con rapidez, con ganas de herir y no solo de cansar, en zonas del juego en que era imprescindible darse por aludidos y contener el avance del Barcelona. Creo que el Barça se agotó también atacando. No lo hizo en Madrid porque su ritmo era cansino y no había tensión apenas en las jugadas. Ayer si la hubo. Se sucedieron las entradas por derecha e izquierda. Por el centro cuando era Messi el que, ya liberado de su yugo, se movía a sus anchas con el balón a los pies. Entonces por un momento pareció que la veleta señalara a otro norte, en este caso al Blau-grana. La victoria solo parecía cuestión de dejar madurar los minutos. Y en ese momento de euforia tras el susto de la primera parte el público culé se vino arriba. Se empezaron a escuchar los olés, expresión netamente española, así que hasta cierto punto se agradece. También porque supuso la condenación del Barcelona. Porque Xavi, que es quien llevaba la batuta decidio no solo jugar al fútbol sino también demostrar un torema, la superioridad manifiesta del Barcelona. Y esta multiplicidad de objetivos a la postre les trajo la derrota. Nuca he visto al medio centro del Barcelona hacer tantas cabriolas entorno al balón. Lo pisaba y reculaba a un lado, luego al otro. Daba un giro completo del cuerpo, luego amagaba con regatear a su defensa. Arabescos y florituras en quien en su día tildé de burócrata del fútbol, y no con tan mala idea como pueda parecer. Xavi hace el fútbol fácil. Logra que fluya cuando el Barcelona está en posesión del balón. Sin embargo, ayer fue quien construyó un dique cuando parecía una corriente imparable.
El Barcelona malogró sus oportunidades agotándose en la tarea de demostrar su tesis, y lo demás es historia. El balón se arrimó a los pies de Di María, que construyó una pared agónica con Marcelo. Centró en carrera desde la banda izquierda, cerca del banderín de corner. El vuelo de una pavesa para propagar el incendio que se agotaba y dos años de invierno tuvieron su primavera para sucederlo. El testarazo de CR7 cruzó el área como un misil con trayectoria guiada con láser. Hay quien perdió los papeles en ese instante. Pepe y yo mismo, sin ir más lejos. Lo demás no tengo excesivas fuerzas para contarlo. La cara de Florentino Pérez desencajada tratando de acelerar los últimos segundos de juego. Los últimos intentos de Piqué de justificar su desprecio absoluto por sus contrincantes. La lección más amarga debería ser para él, pero no las tengo todas conmigo de que sea estudiante aplicado. El terminó por despertar el orgullo de los madridistas, al igual que lo hiciera el público argentino con Fernando Verdasco en aquella final de la Copa Davis. Humillar al rival, tratar de pasarle por encima puede traer estas cosas. Hasta CR7 pareció sentirse aludido por la chanza anti-española y sus últimos minutos de encuentro los invirtió en evidenciar que ha dejado de ser atrezzo en los encuentros grandes, en mostrar su exhuberancia física. Pudo marcar un segundo gol que hubiera sido el apoteosis. Tras cebarse de balón pidió perdón a Di Maria, asu modo, por no cederle un balón para el que tenía mejor ángulo de disparo.
Cuidado ahora con la semifinal de la Champions, porque el Barcelona se ha encargado de poner al Madrid en la pugna con sus continuos errores psicológicos de bulto. Siguen sin querer entender lo que pasa, extraviados en su intento de declamar la definición del fútbol se han ausentado de la disputa. No quiero ni pensar en un fin de año con Cristiano como máximo favorito para ganar el Balón de Oro. Ya ha sido decisivo en la consecución de un trofeo, asi que ha dejado de ser un absurdo. Tendrán que buscar extrañas alianzas. ¿Qué tal una en torno a Iker, que cuando arreciaba la lluvia logró desviar las gotas que parecía que irremisiblemente iban a mojar las mallas de su portería?
La semana que viene seguirá la guerra. Disculpad mi torpeza al escribir, por empeñarme en centrame en lo que sentí y no tanto en lo que vi. Un partido memorable que sino mediaria la animadversión cercana al odio también traería gloria al derrotado. Nos veremos pronto de nuevo y glosaremos sobre lo que ocurra. Y tal vez las lágrimas al releer lo escrito sean más cercanas a la rabia que a la emoción.
Estas cuatro batallas sucesivas hay quien las vaticinaba como el fin del madridismo. Pero aquí seguimos, de pie, dando la cara a la tormenta. Podrá llegar el día que el madridismo se extinga, llegado el fin de su ciclo en la Historia del fútbol, pero no será ahora, ante este enemigo. El mal y el bien no se excluyen entre si sino que se justifican el uno al otro y se complementan. Momento para que la prensa de Barcelona medite, y si el público culé no supo guiar a su équipo hacia la victoria, para que aprenda de los errores, los rectifique y proponga una senda viable para los suyos. Se que no va a ser así. No está siendo así por lo que se viene escuchando hoy. En eso baso mi esperanza para la Décima.
Tweet de la previa
1.- Hace un año escribe en un foro que los partidos Madrid-Barcelona los planteaban los culés como si fuera la Batalla de Lepanto.
2.- Por los artículos de los imanes de la prensa no parece que andabara muy desencaminado. Esta noche les arrebatamos el Cristo de Lepanto.
3.- El cielo está empezando a fruncir el ceño. Sopla viento frío. Me podré el jersey para bajar a la calle. Odio las primaveras fallidas.
4.- Mequetrefes del Barça en la radio tratando de libar miel en las palabras de Di Steffano del otro día y solo consiguen que supure pus.
5.- Locutoras que aseguran no ir con un equipo, y cecean al decirlo pizpiretas. Ellas flirtean con todo lo que se menea, cristiano o sarraceno.
6.- Mestalla la cabeza de tanto pensar en el partido. ¿A que hora empieza? Es que no hay quien aguante esto. Venga, ya.
7.- Me enternece la gente que no quiere dar crédito a lo de Piqué, cuando tan coherente es con el personaje y el Laportismo del que procede.
8.- El que fue un canalla en el terreno de juego para muchos twitteros conviene ahora exonerarle para así no tener que discutir lo de Piqué.
9.- Sea o no cierto lo de Piqué algunos barcelonistas tendrán que asumir que su equipo es antiespañol. Se siente pero es lo que hay.
10.- Todo movimiento tiende al reposo, la palabra al silencio, el fuego a la ceniza, el amor al olvido. Bendita sea por tanto la palabra rescoldo.
11.- Ya que queda tiempo, me gustaría contar una batallita de fútbol, que demuestra lo poco que saben los periodistas sobre el Madrid.
12.- Mi padre me llevó a ver una final de la Copa de la Liga, en una situación muy parecida a la de ahora. Jugaba en el Barça un tal Maradona.
13.- Era el partido de vuelta, y el Barcelona traía ventaja. El partido fue un quiero y no puedo del Madrid. Un tanto doloroso. De adelantaron.
14.- El Madrid a base de casta logró empatar a un tanto. Entonces Maradona se metió con el balón en la portería dejando a tres sentados.
15.- El Bernabeu se levantó y aplaudió al argentino. ¿Qué hacer ante eso? Pues apretar los dientes. Se pudo empatar a 2 tras mucha porfía.
16.- Y la segunda ovación cerrada de la tarde fue esta vez para nuestro equipo. Se perdió el trofeo pero se pudo salvaguardar el orgullo.
17.- Cuando oigoo leo a estos chupatintas del análisis hablar de lo que sienten los madridistas me subo por las paredes. No tienen ni idea.
18.- Se hace lo que se puede. Y cuando es incluso más que eso, ¿como no vas a querer a tu equipo? El sábado el Madrid estubo imperial.
19.- Y el público lo sabe. Como lo sabía el día que Maradona fue aplaudido en el Bernabeu. Que aprendan un poco antes de hablar, si son capaces.
20.- Agredir a Roncero me parece una estupidez del mismo calibre que querer liarse a hostias con los de Krakovia. Pero allá cada cual.
21.- Si hay mal ambiente en Mestalla es por aquello del bien y el mal. Lo que pasa es que al final va a resultar que somos todos orcos de Mordor.
22.- Insisto que me encanta que las aficiones vayan al fútbol como quien va a la ópera. Todo lo más que la opera la pongan ellos cantando.
23.- Aquí va a caer un tormentón de órdago. Creo que es la misma nube que ha granizado sobre @rivespe. Miedo tengo y todo.
24.- Truenos, relámpagos y granizo. Es la veleta del destino que está girando para señalar otro norte. Hermanos de fe, hoy comienza el futuro.
25.- Me va a pegar pero lo voy a decir. @nereeaa10 me dijo el once del Madrid después del partido del sábado. Lo ha clavado.
26.- Hagamos del miedo un acicate, de la desventaja alzas, de las dificultades oportunidad nuevas, del sentimiento un credo único #HalaMadrid.
Tweets durante el descanso
1.- Más que un campo de fútbol parecía una discoteca. El himno a pleno pulmón de decibelios para acallar los pitidos de fondo de algunos.
2.- Cada vez que Messi coge el balón no se de donde salen, pero le enciman 3-4 jugadores. Es una auténtica locura.
3.- Lamentable que la campaña contra Pepe haya tenido efecto. El mejor del partido y van 135 minutos, y con una amarilla injusta.
4.- El Barça a tenido al Madrid a su merced y ha preferido chulearlo. Siguen sin aprender la lección que dicen traer sabida de casa: humildad.
5.- Chapeau para los tres comentaristas, los dos ex-jugadores y el speaker, que será del Barça pero lo está haciendo de lujo. Mis felicitaciones.
6.- TOMA TOMA TOMA TOMA. ESE PORTUGUÉS QUE DE PUTA MADRE ES GOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL
Tweets tras el partido
1.- Si el Barça no aprende la lección de la que se supone que es catedrático: LA HUMILDAD, lo mismo se queda sin Champions también. Ellos verán.
2.- Si, ha ganado la tortuga a la libre. La torguga, el pájaro loco y el correcaminos. Impresionante final de CR7. ¿Es ya un gran jugador?
3.- Venga, echadme de comer esas estadísticas comparadas con Pellegrini, que hoy tengo algo más de moral para soportarlas.
4.- Sigo viendo al Barcelona favorito para lo que queda. Pero tendrán que asimilar, decidir si quieren jugar al fútbol o demostrar un teorema.
5.- Detalle al final de Pique felicitando a los madridistas cuando ya tienen la Copa en el césped de Mestalla. No le hacen mucho caso.
6.- Sergio Ramos convirtió ayer la Copa en la chica de la curva de La Castellana. ¿Se nos aparecerá a los conductores nocturnos?
7.- No recuerdo ningún partido más tenso en mi vida. Creo que Piqué debería desestimar ya el argumento de "pío, pio que yo no he sido".
8.- Le podrá valer a fanáticos y practicantes del buenismo, pero está claro que para sus compañeros de Selección no. Ojo, asunto muy serio.
9.- Al final le llegó la sangre por fin al cerebro y fue a saludar a los ganadores, pero la frialdad con que le recibieron es preocupante.
10.- Feísimo detalle de Pepe tras el gol. Iba para MVP de los clásicos. Arbeloa desde la melé se percató y fue a recriminarle. Ha jodido la foto.
11.- Al contrario que a vosotros me gustan las frases de Xavi. Pensé que ayer habían entendido la lección. Parece que no. Lo mismo tenemos Décima.
12.- Nunca vi a Xavi hacer tantas cabriolas en un partido. Hubo momentos en que parecía que bailaba break-dance. Las cosas parecían irle de cara.
13.- Con el público culé gritando olés en vez de ir a por el partido prefirió sacar a bailar el fútbol. Pero ésta no es doncella que se deje.
14.- ¿Y que les diría Mou antes del partido? Yo creo que lo que el rey a sus escasas tropas a las puertas de Mordor. Podrá llegar el día...
15.- Porque eso parecían estos 4 clásicos, nuestra extinción. Pero el día de la caida del madridismo no va a ser ahora. Se siente... n, coño.
16.- Y ahora, 2 pequeños hobits van camino del monte del destino... No, espera, Lolo y Cris no son bajos. A ver si resulta que si somos los malos.
17.- Mourinho: "Soy un entrenador de título, no un entrenador de fútbol. Está bien, Me gusta". Genial, como siempre, pero no, te equivocas.
18.- Mourinho es un hombre del renacimiento. Artista, pensador, científico y, sobre todo, Condottiero. El mejor general en la batalla.
19.- Canalla como lo fue en su vida Caravaggio. Angelical como lo son las figuras de los cuadros de Corregio. Mou da Vinci, el genio.
20.- Si no ha sido excesivo me lo decís y lo vuelvo a intentar. Por Mou cualquier esfuerzo es poco.
21.- Atención a Marcelo partiéndose de risa tras decirle Ramos que se le ha caido de Copa. Vaya truhán. Quisieron demonizarlo, pero que gran tipo.
22.- A uno se le olvida como tratar a una dama en cuanto lleva 2 años sin catar #copacidio. No hay mujeres frígidas sino hombres inexpertos.
23.- No se bien que postura es esa de poner a la chica encima de la cabeza. Este se sabe el Kamasutra de pe a pa. Sergio Ramos amante bizarro.
24.- Lo ha dicho el joyero: Si a tu chica la atropella un bús yo te procuro otra. Dios las hizo tan guapas a todas para no tener que memorizarlas.
25.- Y si encima en la era Mourinho empezamos a ganar las copas de dos en dos, a ver quien nos pilla #copacidio.
26.- Quizá en vez de #copacidio fuese suicidio. ¿Había carta al juez? Toda una vida esperando a Raúl para que la plante en el altar de Cibeles.
27.- Con la de ayer son 18 las Copas de España del Real Madrid. Hemos alcanzado también la mayoría de edad en este torneo. Que vote Mou.
28.- Más perenne que el bronce, más inmortal que el tiempo, la victoria trabajada, lograda a contra corriente, remontando el río de la Historia.
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