viernes, 30 de noviembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (44) - José Rodríguez y Mourinho



José Rodríguez y Mourinho

Leía esta mañana la última entrada en su blog de una amiga de Twitter, @elisabetRBCN, y sentía mientras lo hacía auténtica envidia. En mi descargo diré que envidia de la sana, si es que tal cosa existe. Tiene Elisabet una gran capacidad para informar, analizar y aportar datos al lector con los que éste poder establecer sus propias conclusiones, cualidades que hecho en falta en la mayoría de columnistas de la prensa deportiva, tan mediatizados hoy día por sus propias filias y fobias, y las de los medios para los que trabajan. El artículo estaba escrito a propósito del rumor que ha vuelto a propalarse acerca de la posible llegada de Neymar al Real Madrid. Fue ayer mismo por la noche cuando el programa Punto Pelota hizo saltar la liebre, lo que indica que mi amiga, además de las virtudes señaladas posee también grandes reflejos y es capaz de armar un artículo con carácter de urgencia para que encaje en la más rabiosa actualidad.

Ya se sabe que La Cruzada apuntala sus mentiras con otras. Para cuando el endeble tinglado formado se derrumba cual castillo de naipes la atención ya está depositada en otra cosa. El Kun iba a recalar en el Real Madrid si o si y la prueba del nueve era una confidencia realizada por el propietario de una compañía de vuelos charter. El bulo sobre el deseo de CR7 de marcharse del club merengue se apoyaba en el misterio en torno a las razones de su tristeza. Se echó mano de uno de los sospechosos habituales, el Paris Saint Germain. En realidad esta mentira contradecía bulos anteriores, por ejemplo, la desmedida ambición del jugador, que rozaría para algunos los delirios de grandeza, así como su obsesión por ganar trofeos colectivos y personales. Sobre todos estos últimos, y entre ellos, con especial ahinco, el Balón de Oro. Se llegó a decir que la obsesión era tal que provocaba turbulencia en su relación de pareja con Irina Shayk. Si todo eso fuera cierto, ¿creen que CR7 andaría pensando en marcharse a París?¿Para optar como mucho a ganar La Ligue 1?¿Cuando fue la última vez que a un jugador enrolado en esta liga se le concedió el Balón de Oro? Me da pereza consultar wikipedia, pero estoy casi seguro que fue hace mucho. Olvídense de Zizou y Platini, porque lo ganaron cuando ya militaban en la Juventus. En auxilio de la endeble teoría de la marcha de Ronaldo ha venido la que se baraja hace unos diez días sobre la espantada o destitución de Mourinho, que lo mismo les da que les da lo mismo a los chicos de la prensa que se suicide o le suiciden con tal de no tener que verle nunca más. Mourinho andaría barajando su marcha, pero con su jugador estrella debajo del brazo. Y como de lo que vive la prensa es en realidad de venderle ilusión al Madridismo, con mayúscula que es concepto importante, un tercer elemento vendría a encajar con los dos anteriores, para apoyarlos y crear un todo trascendente: Florentino estaría negociando con quienes corresponda la llegada de Neymar en sustitución de CR7. Hay que tener mucho talento para mentir, no es cosa de inteligencias escasas, así que no le reprochen a Pedrerol la endeblez del entramado. Para cuando se le caiga sobre la cabeza ya estaremos hablando de los disturbios en la celebración de la Liga en Canaletas. Porque con esta historia podemos estar todo lo que resta del presente ejercicio. ¿Que no? Lo del Kun aun colea de vez en cuando.

Tenía ganas de hablar algo de Fútbol y la portada de Marca me ha dado el tema. Por cierto, esta portada es otro ejemplo de la teoría que antes exponía. Truena más que nunca, según Marca, pero en un claro entre las nubes, cual rompimiento de gloria, se cuela este rayo de esperanza e ilusión que es el chaval del Castilla. ¿Qué puede haber más pipero que gozar del triunfo de la chavalería criada en Valdebebas? La eliminatoria de Copa con el Alcoyano nos ha deparado dos debuts raciales en el Real Madrid: José Rodríguez, primer gitano en hacerlo, que aunque Isidro se casara con Carmen Flores, la hermana de La Faraona,  no puede ser tenido en cuenta para este cómputo; y Denis Cheryshev, primer ruso en pisar la tundra del Bernabeu, su verde hierba, vistiendo la zamarra del Real Madrid. Tenemos repertorio para unas cuantas portadas con estos dos chavales. Con tal de que no salga Ronaldo lo que sea, ¿verdad San Martín? Aunque es verdad que en la de hoy del periódico del que es subdirector don Pedro Pablo saca al jugador portugués, pero acompañado de Messi e Iniesta, y a cuenta del trofeo que concede el periódico L'Equipe, para el que vienen realizando hace meses una compaña descarada en favor del argentino. José Rodríguez es el tema que ahora quema los dedos cuando se toca. Hubo verdadera mala pata con que el chico se apellidara igual y tuviera casi idéntico nombre que la estrella mediática indiscutible del Castilla, el canario Jesé. Eso dio pie a algunas meteduras de pata antológicas, sirvio para que nos hiciéramos unas risas a costa de los expertos instantáneos en la cantera madridista cuando estalló el escándalo Toril. Pero ahora que todos estamos al cabo de la calle de quien es el chaval, que hasta podríamos distinguirlo entre los demás, apoyados sobre todo en el rasgo de su narizota aguileña, podemos hablar de él hasta aburrir al personal, incluido al paciente Job.

En el partido de ida de dieciseisavos de final de la Copa Mou le concedió al chaval los minutos finales de la segunda parte. Suficientes para que dejará con su magnífico gol su impronta en la memoria visual de periodistas y aficionados. Su nombre ya había sonado fuerte en rueda de prensa al preguntarse Mou en voz alta como era posible que un jugador de tanto talento fuese suplente en el Castilla, además de un compañero que por edad jamás podría ser ya integrante de la plantilla del primer equipo. El gol, de bellísima ejecución, nos daba las primeras pistas de que es lo que se puede esperar del José Rodríguez. Pero cabía la duda de en que medida había influido el factor suerte en la calidad del golpeo y la exactitud de la trayectoria elegida. El partido de vuelta en el Bernabeu, en el que José fue tirular y no llegó a ser sustituido, nos las disipó todas. Con tan solo 17 años el chaval exhibe una madurez impropia de esa edad. Tiene personalidad y talento a raudales, los suficientes al menos para que al verlo evolucionar nos preguntemos de quien se trata si no lo conocemos y no volvamos a sumirle en el olvido tras finalizar el partido. Sabe iniciar la jugada desde atrás, combinando o dando un primer pase en largo y al hueco para iniciar un contraataque fulminante. El plan B y el plan A del Real Madrid de Mourinho el año pasado respectivamente, y hablo del año pasado porque tengo que reconocer que en la presente temporada aun no tengo claro del todo cual que táctica tiene prioridad. También le vimos fajarse con los medios contrarios y robar bastantes balones, por lo que se le intuyen también cualidades defensivas. Algunos, los más espabilados, ya se atreven a decir que es el complemento ideal para Xabi Alonso, el Santo Grial desde que Florentino Pérez fichó al tolosarra, que ya sabemos que antes de eso la búsqueda mística atañía a los centrales.

Pero lo que realmente me interesa de todo este asunto, que ya nos dirá el tiempo que recorrido tiene el chaval en el Real Madrid, es el papel jugado por Mourinho. La noticia salto ayer: Mou habría incluido al jugador del Castilla en la convocatoria para el partido contra el Atlético de Madrid. Hemos de interpretar el dato no como un capricho del entrenador, ya que tan machaconamente se insiste en que este fin de semana se juega buena parte de su futuro. Además, José Rodríguez es el único canterano de la lista. El resto de los que participaron en la eliminatoria contra el Alcoyano, Nacho Fernández, Denis Cheryshev y Álvaro Morata, regresan al Castilla para disputar el encuentro de segunda división contra el Murcia, hoy viernes. Tampoco puede el filial distraerse más ya que ha encadenado varios malos resultados, tres derrotas seguidas en casa, en el Estadio Di Stefano, con el Sporting de Gijón, el Recreativo de Huelva y Numancia, y dos empates fuera, con el Huesca y el Mirandés, estando actualmente a solo 3 puntos de la zona de descenso en la tabla clasificatoria, cuya frontera la establece la posición del Racing de Santander con 14 puntos. Ya advirtió el portugués su intención de utilizar la cantera como recurso esta temporada, siendo la razón de haber optado por una plantilla más bien corta. Pero ese objetivo, a pesar de que guste decir lo contrario, no pasa por perjudicar al segundo equipo. Recordemos que por tratar de impedirlo ya se vio privado de Morata en el partido de Champions contra el Borussia Dortmund.

Me gustaría comparar el caso de José Rodríguez con el de dos canteranos que además son iconos del madridismo: Emilio Butragueño y Raúl González. Y no es que trate de sugerir que el primero tendrá una carrera profesional paralela a la de estos dos delanteros, que promete similares alegrías. Ojalá, pero ni mucho menos sugiero eso. Quiero centrarme única y exclusivamente en la forma en que llegaron al primer equipo para sacar algunas conclusiones. Al Buitre le hizo debutar Di Stefano en un partido contra el Cádiz, en el Ramón de Carranza, ya bien entrada la temporada, el 5 de febrero de 1984. Para entonces dos de sus compañeros de quinta, Sanchís y Martín Vázquez, eran titulares del equipo. Lo cierto es que ese debut se hizo mucho de rogar, a pesar de la indiscutible personalidad de don Alfredo. El club vivía en plena sequía de títulos bajo la dirección del hispano-argentino, que no se acabaría tampoco aquel año. En la temporada de su debut como entrenador, la de 1982-1983, a la plantilla que comandaba se la acabaría motejando como "de cine de arte y ensayo", por la abundancia de subtítulos, 5 en total, el de todas las competiciones en las que participó el Real Madrid: La Liga, que acabaría ganando el Athletic de Clemente, con paseo en Gabarra de todo el equipo por la ría de Nervión incluido; La Recopa, tras la final perdida contra el Aberdeen en Gotteburgo, en un campo que era un barrizal; La Copa del Rey y la Copa de la Liga, tras sendas finales perdidas ante un Barcelona en el que brillaba Maradona, aunque nunca llegara a ganar el torneo de la regularidad con este jugador; La Supercopa, que se llevaría a sus vitrinas el otro gran equipo vasco, La Real Sociedad. Para la campaña 1983-1984 la necesidad de ganar títulos se había convertido en urgencia tras el coitus interruptus que supuso la anterior. Don Alfredo se apoyo en la cantera en su segundo intento. Pero no dejaba de ser algo previsible ya que el Castilla, con una Quinta del Buitre deslumbrante, estaba arrasando en la Segunda División, liga que acabaría ganando. Para cuando El Buitre debutó contra el Cádiz ya era toda una estrella, la sensación de la temporada y la gran esperanza blanca para superar esos años oscuros. Sorprende por eso que encontraran hueco mucho antes que él sus dos compañeros del Castilla. Pero es que para introducir antes hay que desalojar y la delantera aquel año la formaban Juanito y Santillana, auténticas vacas sagradas. El relevo de jugadores siempre deja un poso amargo, la retirada de la zona que iluminan los focos de una estrella, grande o pequeña. En el caso de los delanteros es todo un drama. También lo sería años más tarde el de Raúl por El Buitre. Di Stefano utilizo al jugador como recurso en una situación desesperada, en mitad de un partido que se perdía por dos tantos, cuando parecía que otra campaña iva a irse por el desagüe. Entiendo que don Alfredo merece recibir su crédito, pero su acción la imponía la lógica y puede decirse que se resistió a ella en cierta medida.

El caso de Raúl se parece más al de José Rodríguez. Le hizo debutar Valdano en un partido amistoso entre semana, una década después del debut de El Buitre. Causó muy buena impresión. No llegó a marcar pero su descaro y atrevimiento sorprendieron a todo el mundo. Aquel mismo fin de semana debutaba en partido oficial de liga contra el Zaragoza. Era el 29 de octubre de 1994. Se perdió por la mínima, pero durante el partido Raúl marró varias ocasiones de gol muy claras. En la siguiente jornada armaba el taco ante el Atlético de Madrid, que se convirtió desde entonces en una de sus víctimas propiciatorias. Un Butragueño en su ocaso, bien triste gris por cierto, veía triunfar a su relevo sin un solo reproche. También las circunstancias coadyuvaron para que se produjera este debut. Se había perdido toda esperanza de volver a ver brillar al Buitre y la situación del equipo era también esta vez desesperada. Además, Raúl era un elegido para la gloria, militando en las categorías inferiores del Atlético de Madrid había pulverizado todos los records goleadores. Solo el desmantelamiento de la cantera rojiblanca por Jesús Gil y Gil permitió su llegada al Real Madrid.

El caso de José Rodríguez es bien diferente a los dos que se acaban de narrar. Se trata de un jugador marginado por su actual entrenador, Toril. Era un completo desconocido incluso para quienes solemos ver los partidos del filial. Si alguien tenía dudas del seguimiento pormenorizado del Castilla por parte de Mou el caso de José Rodríguez debería disipárselas. O bien el portugués tiene buen ojo para detectar el talento, cosa que en parte sabemos tras recomendar los fichajes de Özil, Di María y Modric, aunque es verdad que estas ya eran estrellas, o se deja asesorar bien en el tema de la cantera. Lo más probable es que sean ambas cosas. El posible debut de José Rodríguez si que iría contra la lógica, sería una prueba más de la gran personalidad de este entrenador, que sabe tomar decisiones arriesgadas, con el lógico porcentaje de errores. La baja de Essien sin final a la vista en estos momentos está complicando los planes del portugués, que tenía el el jugador de Ghana un auténtico comodín. Otras opciones no acaban de contar con el visto bueno: Özil exhibe un alarmante bajo estado de forma, situación de la que solo le redime su extraordinaria calidad; Modric sigue sin acabar de acoplarse al equipo y aun no es jugador para partidos completos. No es una situación desesperada que obligue a pensar en alternativas pero si que propicia su búsqueda. Y Mou tal vez haya encontrado una en José Rodríguez.

En la prensa ha habido amago de cargar contra el jugador, como ya se ha hecho con otros adscritos al Mourinhismo o fuertemente ligados de alguna forma a la figura de Mou, como Arbeloa, Coentrao o el propio CR7. Pero su grado de vileza actual en el trato que dispensa al Real Madrid, con ser mucho, aun no ha alcanzado cotas tan elevadas como sería el agredir a la cantera, que además últimamente ha retomado del olvido y utiliza como arma arrojadiza contra el entrenador. Con Callejón hay un respetuoso distanciamiento. Escuece recordar la imagen de Mou subido a lomos del canterano cual caballito de batalla en un momento de euforia durante un partido. Con José Rodríguez, tras un momento de duda, se ha optado por llevarlo a primer plano, incluso a las portadas. Los jugadores del Real Madrid requieren una gran fortaleza mental para superar la presión mediática. Tan destructivos pueden ser los ataques directos o encubiertos como los halagos excesivos. Y ya sabemos que la prensa no entiende de mesura ni de términos medios. Esperemos que entre unos y otros no malogren este ilusionante proyecto de gran futbolista, que ha surgido tan de repente de forma tan inopinada que algunos tenemos la sensación de haber sido premiados en la pedrea de La Lotería de Navidad.

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José Rodríguez contra el Alcoyano
Jesús Álvarez Orihuela (Diario AS)

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