viernes, 30 de noviembre de 2012
El Fútbol y sus aledaños (44) - José Rodríguez y Mourinho
José Rodríguez y Mourinho
Leía esta mañana la última entrada en su blog de una amiga de Twitter, @elisabetRBCN, y sentía mientras lo hacía auténtica envidia. En mi descargo diré que envidia de la sana, si es que tal cosa existe. Tiene Elisabet una gran capacidad para informar, analizar y aportar datos al lector con los que éste poder establecer sus propias conclusiones, cualidades que hecho en falta en la mayoría de columnistas de la prensa deportiva, tan mediatizados hoy día por sus propias filias y fobias, y las de los medios para los que trabajan. El artículo estaba escrito a propósito del rumor que ha vuelto a propalarse acerca de la posible llegada de Neymar al Real Madrid. Fue ayer mismo por la noche cuando el programa Punto Pelota hizo saltar la liebre, lo que indica que mi amiga, además de las virtudes señaladas posee también grandes reflejos y es capaz de armar un artículo con carácter de urgencia para que encaje en la más rabiosa actualidad.
Ya se sabe que La Cruzada apuntala sus mentiras con otras. Para cuando el endeble tinglado formado se derrumba cual castillo de naipes la atención ya está depositada en otra cosa. El Kun iba a recalar en el Real Madrid si o si y la prueba del nueve era una confidencia realizada por el propietario de una compañía de vuelos charter. El bulo sobre el deseo de CR7 de marcharse del club merengue se apoyaba en el misterio en torno a las razones de su tristeza. Se echó mano de uno de los sospechosos habituales, el Paris Saint Germain. En realidad esta mentira contradecía bulos anteriores, por ejemplo, la desmedida ambición del jugador, que rozaría para algunos los delirios de grandeza, así como su obsesión por ganar trofeos colectivos y personales. Sobre todos estos últimos, y entre ellos, con especial ahinco, el Balón de Oro. Se llegó a decir que la obsesión era tal que provocaba turbulencia en su relación de pareja con Irina Shayk. Si todo eso fuera cierto, ¿creen que CR7 andaría pensando en marcharse a París?¿Para optar como mucho a ganar La Ligue 1?¿Cuando fue la última vez que a un jugador enrolado en esta liga se le concedió el Balón de Oro? Me da pereza consultar wikipedia, pero estoy casi seguro que fue hace mucho. Olvídense de Zizou y Platini, porque lo ganaron cuando ya militaban en la Juventus. En auxilio de la endeble teoría de la marcha de Ronaldo ha venido la que se baraja hace unos diez días sobre la espantada o destitución de Mourinho, que lo mismo les da que les da lo mismo a los chicos de la prensa que se suicide o le suiciden con tal de no tener que verle nunca más. Mourinho andaría barajando su marcha, pero con su jugador estrella debajo del brazo. Y como de lo que vive la prensa es en realidad de venderle ilusión al Madridismo, con mayúscula que es concepto importante, un tercer elemento vendría a encajar con los dos anteriores, para apoyarlos y crear un todo trascendente: Florentino estaría negociando con quienes corresponda la llegada de Neymar en sustitución de CR7. Hay que tener mucho talento para mentir, no es cosa de inteligencias escasas, así que no le reprochen a Pedrerol la endeblez del entramado. Para cuando se le caiga sobre la cabeza ya estaremos hablando de los disturbios en la celebración de la Liga en Canaletas. Porque con esta historia podemos estar todo lo que resta del presente ejercicio. ¿Que no? Lo del Kun aun colea de vez en cuando.
Tenía ganas de hablar algo de Fútbol y la portada de Marca me ha dado el tema. Por cierto, esta portada es otro ejemplo de la teoría que antes exponía. Truena más que nunca, según Marca, pero en un claro entre las nubes, cual rompimiento de gloria, se cuela este rayo de esperanza e ilusión que es el chaval del Castilla. ¿Qué puede haber más pipero que gozar del triunfo de la chavalería criada en Valdebebas? La eliminatoria de Copa con el Alcoyano nos ha deparado dos debuts raciales en el Real Madrid: José Rodríguez, primer gitano en hacerlo, que aunque Isidro se casara con Carmen Flores, la hermana de La Faraona, no puede ser tenido en cuenta para este cómputo; y Denis Cheryshev, primer ruso en pisar la tundra del Bernabeu, su verde hierba, vistiendo la zamarra del Real Madrid. Tenemos repertorio para unas cuantas portadas con estos dos chavales. Con tal de que no salga Ronaldo lo que sea, ¿verdad San Martín? Aunque es verdad que en la de hoy del periódico del que es subdirector don Pedro Pablo saca al jugador portugués, pero acompañado de Messi e Iniesta, y a cuenta del trofeo que concede el periódico L'Equipe, para el que vienen realizando hace meses una compaña descarada en favor del argentino. José Rodríguez es el tema que ahora quema los dedos cuando se toca. Hubo verdadera mala pata con que el chico se apellidara igual y tuviera casi idéntico nombre que la estrella mediática indiscutible del Castilla, el canario Jesé. Eso dio pie a algunas meteduras de pata antológicas, sirvio para que nos hiciéramos unas risas a costa de los expertos instantáneos en la cantera madridista cuando estalló el escándalo Toril. Pero ahora que todos estamos al cabo de la calle de quien es el chaval, que hasta podríamos distinguirlo entre los demás, apoyados sobre todo en el rasgo de su narizota aguileña, podemos hablar de él hasta aburrir al personal, incluido al paciente Job.
En el partido de ida de dieciseisavos de final de la Copa Mou le concedió al chaval los minutos finales de la segunda parte. Suficientes para que dejará con su magnífico gol su impronta en la memoria visual de periodistas y aficionados. Su nombre ya había sonado fuerte en rueda de prensa al preguntarse Mou en voz alta como era posible que un jugador de tanto talento fuese suplente en el Castilla, además de un compañero que por edad jamás podría ser ya integrante de la plantilla del primer equipo. El gol, de bellísima ejecución, nos daba las primeras pistas de que es lo que se puede esperar del José Rodríguez. Pero cabía la duda de en que medida había influido el factor suerte en la calidad del golpeo y la exactitud de la trayectoria elegida. El partido de vuelta en el Bernabeu, en el que José fue tirular y no llegó a ser sustituido, nos las disipó todas. Con tan solo 17 años el chaval exhibe una madurez impropia de esa edad. Tiene personalidad y talento a raudales, los suficientes al menos para que al verlo evolucionar nos preguntemos de quien se trata si no lo conocemos y no volvamos a sumirle en el olvido tras finalizar el partido. Sabe iniciar la jugada desde atrás, combinando o dando un primer pase en largo y al hueco para iniciar un contraataque fulminante. El plan B y el plan A del Real Madrid de Mourinho el año pasado respectivamente, y hablo del año pasado porque tengo que reconocer que en la presente temporada aun no tengo claro del todo cual que táctica tiene prioridad. También le vimos fajarse con los medios contrarios y robar bastantes balones, por lo que se le intuyen también cualidades defensivas. Algunos, los más espabilados, ya se atreven a decir que es el complemento ideal para Xabi Alonso, el Santo Grial desde que Florentino Pérez fichó al tolosarra, que ya sabemos que antes de eso la búsqueda mística atañía a los centrales.
Pero lo que realmente me interesa de todo este asunto, que ya nos dirá el tiempo que recorrido tiene el chaval en el Real Madrid, es el papel jugado por Mourinho. La noticia salto ayer: Mou habría incluido al jugador del Castilla en la convocatoria para el partido contra el Atlético de Madrid. Hemos de interpretar el dato no como un capricho del entrenador, ya que tan machaconamente se insiste en que este fin de semana se juega buena parte de su futuro. Además, José Rodríguez es el único canterano de la lista. El resto de los que participaron en la eliminatoria contra el Alcoyano, Nacho Fernández, Denis Cheryshev y Álvaro Morata, regresan al Castilla para disputar el encuentro de segunda división contra el Murcia, hoy viernes. Tampoco puede el filial distraerse más ya que ha encadenado varios malos resultados, tres derrotas seguidas en casa, en el Estadio Di Stefano, con el Sporting de Gijón, el Recreativo de Huelva y Numancia, y dos empates fuera, con el Huesca y el Mirandés, estando actualmente a solo 3 puntos de la zona de descenso en la tabla clasificatoria, cuya frontera la establece la posición del Racing de Santander con 14 puntos. Ya advirtió el portugués su intención de utilizar la cantera como recurso esta temporada, siendo la razón de haber optado por una plantilla más bien corta. Pero ese objetivo, a pesar de que guste decir lo contrario, no pasa por perjudicar al segundo equipo. Recordemos que por tratar de impedirlo ya se vio privado de Morata en el partido de Champions contra el Borussia Dortmund.
Me gustaría comparar el caso de José Rodríguez con el de dos canteranos que además son iconos del madridismo: Emilio Butragueño y Raúl González. Y no es que trate de sugerir que el primero tendrá una carrera profesional paralela a la de estos dos delanteros, que promete similares alegrías. Ojalá, pero ni mucho menos sugiero eso. Quiero centrarme única y exclusivamente en la forma en que llegaron al primer equipo para sacar algunas conclusiones. Al Buitre le hizo debutar Di Stefano en un partido contra el Cádiz, en el Ramón de Carranza, ya bien entrada la temporada, el 5 de febrero de 1984. Para entonces dos de sus compañeros de quinta, Sanchís y Martín Vázquez, eran titulares del equipo. Lo cierto es que ese debut se hizo mucho de rogar, a pesar de la indiscutible personalidad de don Alfredo. El club vivía en plena sequía de títulos bajo la dirección del hispano-argentino, que no se acabaría tampoco aquel año. En la temporada de su debut como entrenador, la de 1982-1983, a la plantilla que comandaba se la acabaría motejando como "de cine de arte y ensayo", por la abundancia de subtítulos, 5 en total, el de todas las competiciones en las que participó el Real Madrid: La Liga, que acabaría ganando el Athletic de Clemente, con paseo en Gabarra de todo el equipo por la ría de Nervión incluido; La Recopa, tras la final perdida contra el Aberdeen en Gotteburgo, en un campo que era un barrizal; La Copa del Rey y la Copa de la Liga, tras sendas finales perdidas ante un Barcelona en el que brillaba Maradona, aunque nunca llegara a ganar el torneo de la regularidad con este jugador; La Supercopa, que se llevaría a sus vitrinas el otro gran equipo vasco, La Real Sociedad. Para la campaña 1983-1984 la necesidad de ganar títulos se había convertido en urgencia tras el coitus interruptus que supuso la anterior. Don Alfredo se apoyo en la cantera en su segundo intento. Pero no dejaba de ser algo previsible ya que el Castilla, con una Quinta del Buitre deslumbrante, estaba arrasando en la Segunda División, liga que acabaría ganando. Para cuando El Buitre debutó contra el Cádiz ya era toda una estrella, la sensación de la temporada y la gran esperanza blanca para superar esos años oscuros. Sorprende por eso que encontraran hueco mucho antes que él sus dos compañeros del Castilla. Pero es que para introducir antes hay que desalojar y la delantera aquel año la formaban Juanito y Santillana, auténticas vacas sagradas. El relevo de jugadores siempre deja un poso amargo, la retirada de la zona que iluminan los focos de una estrella, grande o pequeña. En el caso de los delanteros es todo un drama. También lo sería años más tarde el de Raúl por El Buitre. Di Stefano utilizo al jugador como recurso en una situación desesperada, en mitad de un partido que se perdía por dos tantos, cuando parecía que otra campaña iva a irse por el desagüe. Entiendo que don Alfredo merece recibir su crédito, pero su acción la imponía la lógica y puede decirse que se resistió a ella en cierta medida.
El caso de Raúl se parece más al de José Rodríguez. Le hizo debutar Valdano en un partido amistoso entre semana, una década después del debut de El Buitre. Causó muy buena impresión. No llegó a marcar pero su descaro y atrevimiento sorprendieron a todo el mundo. Aquel mismo fin de semana debutaba en partido oficial de liga contra el Zaragoza. Era el 29 de octubre de 1994. Se perdió por la mínima, pero durante el partido Raúl marró varias ocasiones de gol muy claras. En la siguiente jornada armaba el taco ante el Atlético de Madrid, que se convirtió desde entonces en una de sus víctimas propiciatorias. Un Butragueño en su ocaso, bien triste gris por cierto, veía triunfar a su relevo sin un solo reproche. También las circunstancias coadyuvaron para que se produjera este debut. Se había perdido toda esperanza de volver a ver brillar al Buitre y la situación del equipo era también esta vez desesperada. Además, Raúl era un elegido para la gloria, militando en las categorías inferiores del Atlético de Madrid había pulverizado todos los records goleadores. Solo el desmantelamiento de la cantera rojiblanca por Jesús Gil y Gil permitió su llegada al Real Madrid.
El caso de José Rodríguez es bien diferente a los dos que se acaban de narrar. Se trata de un jugador marginado por su actual entrenador, Toril. Era un completo desconocido incluso para quienes solemos ver los partidos del filial. Si alguien tenía dudas del seguimiento pormenorizado del Castilla por parte de Mou el caso de José Rodríguez debería disipárselas. O bien el portugués tiene buen ojo para detectar el talento, cosa que en parte sabemos tras recomendar los fichajes de Özil, Di María y Modric, aunque es verdad que estas ya eran estrellas, o se deja asesorar bien en el tema de la cantera. Lo más probable es que sean ambas cosas. El posible debut de José Rodríguez si que iría contra la lógica, sería una prueba más de la gran personalidad de este entrenador, que sabe tomar decisiones arriesgadas, con el lógico porcentaje de errores. La baja de Essien sin final a la vista en estos momentos está complicando los planes del portugués, que tenía el el jugador de Ghana un auténtico comodín. Otras opciones no acaban de contar con el visto bueno: Özil exhibe un alarmante bajo estado de forma, situación de la que solo le redime su extraordinaria calidad; Modric sigue sin acabar de acoplarse al equipo y aun no es jugador para partidos completos. No es una situación desesperada que obligue a pensar en alternativas pero si que propicia su búsqueda. Y Mou tal vez haya encontrado una en José Rodríguez.
En la prensa ha habido amago de cargar contra el jugador, como ya se ha hecho con otros adscritos al Mourinhismo o fuertemente ligados de alguna forma a la figura de Mou, como Arbeloa, Coentrao o el propio CR7. Pero su grado de vileza actual en el trato que dispensa al Real Madrid, con ser mucho, aun no ha alcanzado cotas tan elevadas como sería el agredir a la cantera, que además últimamente ha retomado del olvido y utiliza como arma arrojadiza contra el entrenador. Con Callejón hay un respetuoso distanciamiento. Escuece recordar la imagen de Mou subido a lomos del canterano cual caballito de batalla en un momento de euforia durante un partido. Con José Rodríguez, tras un momento de duda, se ha optado por llevarlo a primer plano, incluso a las portadas. Los jugadores del Real Madrid requieren una gran fortaleza mental para superar la presión mediática. Tan destructivos pueden ser los ataques directos o encubiertos como los halagos excesivos. Y ya sabemos que la prensa no entiende de mesura ni de términos medios. Esperemos que entre unos y otros no malogren este ilusionante proyecto de gran futbolista, que ha surgido tan de repente de forma tan inopinada que algunos tenemos la sensación de haber sido premiados en la pedrea de La Lotería de Navidad.
José Rodríguez contra el Alcoyano
Jesús Álvarez Orihuela (Diario AS)
jueves, 29 de noviembre de 2012
El Fútbol y sus aledaños (43) - Alguien vendrá que bueno te hará
En el filo de la cuchilla
José Manuel Cuéllar
Blog El pato mareado / ABC - Madrid - 29/11/2012
Ya no se habla de si Mourinho va a seguir en el Madrid en junio. Lo que se pregunta la gente es si va a llegar tan lejos. No es pecata minuta el asunto. Hasta ahora se le ha aguantado por los resultados, pero estos empiezan a flojear y en la casa noble se ve con preocupación los signos que empiezan a brotar del Bernabéu. Florentino le había aguantado todo y más porque pensaba que era el que le podía dar triunfos y, de hecho, aún lo cree. Por eso le aguanta, porque cree firmemente, como muchos, que la Décima es posible. De hecho, solo está a seis partidos. Además, el Madrid suele ganar este torneo cuando va fatal en la Liga, o así fueron sus últimos precedentes.
Pero el debate no es ese. Casi todos los madridistas piensan que si Mourinho gana la Décima se irá al tener los objetivos cumplidos y, si no la gana, se irá pero por la puerta de atrás y no por la de delante. Por otra parte, resulta evidente que, digan lo que digan, los jugadores no están cómodos con la situación y algunos miran más que de reojo al entrenador (por decirlo de una manera fina).
El asunto está en saber si de aquí a marzo el madridismo va a aguantar tanto. Está a once puntos del Barcelona y hasta marzo no vuelve la Champions. Es por eso que el partido contra el Atlético se ve como una posible tormenta de arena. A Florentino solo hay una cosa que le molesta más que perder con el Barcelona, y es perder con el Atlético. Si el sábado se pierde, y se pierde mal (cosa muy poco probable), ojo, que no está el horno para bollos y puede que ni para turrones.
Alguien vendrá que bueno te hará
Lo conté una vez en algún sitio. Un día limpiando que limpiaba armarios para deshacerme de cosas viejas apareció al fondo de un estante un ejemplar de ABC del día en que murió John F. Kennedy. Desde entonces se que este diario ingresó en mi familia, a la que ha pertenecido durante dos generaciones, incluso antes que yo. Como hermano mayor tendría que considerarlo. Y no fue por casualidad. Seguramente mucha gente que no lo sabe, pero este periódico es de adscripción monárquica. Defendió siempre la institución de la Corona y durante el Franquismo la monarquía parlamentaria como modelo de estado para el día después de la salida del poder del general Franco. Mire usted por donde fueron los de esta corriente, unos pocos ilusos entre los que se encontraba mi padre, quienes se llevaron el gato al agua. En épocas hubo periódicos mejores en la competencia. El Mundo muy probablemente lo sea en estos momentos. El País tuvo su etapa gloriosa en la que, al margen de ideologías, acaparaba los mejores periodistas y columnistas. Su periodico de los domingos era una lectura apasionante e interminable, llena de reportajes periodísticos de primer nivel. Con Luis María Ansón tuvo quizás ABC su mejor momento de los últimos años. Perteneciente a ese mismo grupo minúsculo de ilusos Donjanistas, supo convertir el periódico en una amenísima y formativa lectura. Si la Tercera de ABC, su artículo de la primera página, ya era entonces la más importante institución del periodismo español por haber desfilado por ella firmas ya legendarias de varias generaciones, el resto del periódico casi estaba a su altura, no siendo raro que en un ejemplar se juntaran decenas de primeras figuras de la intelectualidad, y me refiero a la de verdad, a gente docta y no enteradillos con micrófono adosado. Parecía casi requisito obligado para dar una opinión en ABC pertenecer a alguna de las reales academias, destacando en este apartado la de La Lengua, con casi la mitad de sus miembros trabajando o colaborando con el diario. Recuerdo con especial fervor la serie de artículos "El dardo en la palabra" que Fernando Lázaro Carreter, que llegaría a director de La real Academia, escribía para La Tercera. La editorial Galaxia de Gutemberg editó una recopilación de los mismos que guardo en mi biblioteca como oro en paño. En lo que a la ideología se refiere solo diré que he llegado a conocer tanto el ABC que se cuando exagera, omite información o quiere llevarme directamente al huerto. Ya lo he dicho antes, es como si fuera un hermano del que se conocen todas sus faltas y virtudes, sus manías y los tics que lo delatan. No puede haber reproche serio si trata de convencerme de lo contrario de lo que opino, pero tampoco es fácil el engaño cuando es profundo el conocimiento mutuo.
Desde esa época de esplendor se ha ido evolucionando con el correr de los años hasta el más bien triste estado actual. No deja de haber entre sus páginas rincones para la esperanza, incluso para la ilusión, como las columnas de Ignacio Ruiz Quintano, Ignacio Camacho y Hermann Tertsch, por ejemplo, pero la mediocridad acecha cada vez desde más cerca. La sección de cultura, auténtica joya de la corona en su tiempo, se despacha hoy, sobre todo en su versión digital, con cargo a las noticias de agencias, abundando esas que se suponen sorprendentes, capaces de arrancar un ¡Oh! o una sonrisa. En otras palabras, se rellena cuando no se alcanza con noticias idiotas. La última liquidación afecta a la sección de deportes. Dirigida hace dos años por Enrique Ortego, me quejaba entonces de su excesiva objetividad. Tenía bajo su dirección dos supuestos defectos que me enojaban, pero que en realidad eran virtudes: 1) En cuanto a la información se publicaban noticias y no rumores, conjeturas o meros horóscopos, como hacen, y me refiero a lo segundo, la mayoría de diarios de deportes. Eso hacía que el ABC llegara casi siempre tarde a las exclusivas, pero a cambio alcanzara una alta credibilidad. Aquello que decía el diario era cierto, aunque pudiera haber cambios de rumbo inesperados en el tema tratado que pudieran malograr la noticia; 2) En cuanto a la opinión, ABC padecía de una aguda imparcialitis, una inflamación del sentido de la objetividad que le hacía plegarse hacia posturas contrarias a los intereses del Real Madrid si existía la más mínima duda. Ya saben, los penaltis claros cometidos sobre jugadores del equipo merengue eran discutibles para los redactores del periódico, y los dudosos sencillamente no lo eran. Eso me ponía de los nervios, te hacía sentir desamparado al día siguiente de un mal arbitraje. Ni que decir tiene que para Enrique Ortego los arbitrajes y atropellos federativos no podían ser excusa para la Casa Blanca. En todo caso para otros clubs.
Casi me siento obligado a pedirle excusas al señor Enrique Ortego. Periodista serio, comedido, muy enemigo de las estridencias, con conocimiento de la materia que trata. Porque la mayoría de periodistas tienen el cuajo de hablar, por ejemplo, de la cantera del real Madrid, tema que por cierto domina Enrique Ortego, cuando no saben que José y Jesé Rodríguez son dos futbolistas distintos y jamás han visto jugar a ninguno de ellos. Participa a veces como comentarista en partidos televisados y es de los pocos que en este cometido aporta información y opinión sin divismos y sin que provoque irritación o hilaridad el escucharle. La imparcialitis que inoculaba a la sección de deportes de ABC cuando la dirigía no dejaba de ser un mal endémico de la prensa madrileña y, aunque molesto para el madridismo, algo más digno de alabar que de echar en cara. El evitar caer en la trampa de las simpatías a la hora de juzgar suele llevar a los hombres con cierta decencia al exceso con quienes tienen afinidad, a ser injustos con ellos. Pero entre aquello y lo que hoy día hay que soportar en las páginas del diario cada día media un auténtico abismo. El escalón es tan abrupto, de bajada por supuesto, que más que nada parece precipicio por el que se despeño hace tiempo, concretamente hace dos años, el buen periodismo deportivo. Dirige hoy día la sección quien firma el artículo que abre la entrada del blog, don José Manual Cuellar, tan talibán como cualquiera y tan mediocre como el que más, muy dado a la descalificación, cuando no al insulto, a la conjetura fácil, al lugar común como dato, que de tan repetido, por él y sus colegas de oficio, parece no requerir ni pruebas que lo avalen ni explicaciones que analicen sus pormenores. En cuanto a la calidad de sus escritos, no es de los peores, lo que no es decir mucho, pero no deja de ser molesto su afición a los "latinajos" cuando no sabe escribirlos correctamente: Peccata minuta sería la forma correcta de hacerlo en el que usa en el escrito que nos sirve de ejemplo.
El ABC comete un grave error permitiendo que las entradas del blog de este periodista figuren como artículos de opinión en el diario. El Pato Mareado, que es como llama a su invento, es un compendio de todas las fobias y obsesiones de La Cruzada. Están acostumbrados sus integrantes, y el señor José Manuel Cuéllar no es excepción, a insolentarse con el entrenador o el presidente del Real Madrid, por turno o con los dos a la vez. Aquí se hace uso de la intuición y los comentarios de barra de bar con amiguetes y de Twitter con colegas de profesión como principal fuente de los datos que se aportan. Se habla en representación de colectivos con total desfachatez, en este caso el madridismo, poniendo en su boca opiniones que en realidad lo son del periodista. Como tema central se trata la posible marcha de Mourinho, que se viene anunciando todos los días desde hace dos años y medio como todos sabemos. Algún día darán en el clavo, como esos concursantes a los que se les permite dar tantas respuestas como puedan en el tiempo de que disponen. El vaticinio es claro: Acertarán todos los que sobrevivan a la marcha del portugués, ni uno más ni uno menos. Sobre este tema el periodista indica que "la gente", y bien podría estar refiriéndose a su portero, yo charlo mucho sobre Fútbol con el mío, ya no se pregunta si Mou se marchará al final de la temporada sino si lo hará antes si los resultados no acompañan. Como todo mal periodista, y en España hay unos cuantos, a estas alturas empiezo a pensar que no se libra ninguno de esta valoración, el señor José Manuel Cuellar confunde la información con los propios deseos. Y para tener una mínima coartada para su falta de objetividad, para sus fobias en realidad, se las endosa a terceros como los malos pagadores, porque además es propenso, como los malos periodistas, a presumir de falta de interés en el tema. Ellos hablan y hablan de Mourinho muy a su pesar porque el tema les aburre y lo juzga poco digno para su categoría periodística. Le diría a este tipo que "Dime de que presumes y te diré de que careces". Y no se lo escribo en Latín para no hacer el mismo ridículo que él. Madridistas Mourinhistas y periodistas con Mourinhifobia, a eso se reduce a veces el dialogo entre la prensa y aficionado.
El artículo se reduce a tres párrafos cortitos en los que se repite lo que escuchamos todos los días a los líderes de La Cruzada, en la que estoy seguro que este personaje anda como loco por entras, más incluso que Velázquez en la Orden de Santiago. Que si Mou se marcha ya, que si no lo hace ahora lo hará cuando gane la Décima. Que si los jugadores no aguantan al portugués, que si don Florentino consiente por mero interés resultadista. Lo de siempre con algunas aportaciones propias en cuanto al estilo, como decir al filo de la cuchilla en vez de navaja, como en la versión canónica que no es otra que el título de una famosa novela de Somerset Maugham. Y estoy casi persuadido que lo hace no solo para dejar su impronta en el lugar común, sino también porque en una cuchilla parece haber incluso más capacidad de daño que una navaja. Y esa mención final a los turrones que cierra el artículo como gran golpe de efecto. "Casi todos los madridistas piensan..." se permite escribir en el arranque del segundo párrafo, y me pregunto como estará tan seguro, como tendrá tan buena información de lo que opina el madridismo si en Twitter es tan aficionado a insultarnos, abroncarnos tras nuestra réplica y luego bloquearnos. Lo dicho, conjetura surgida del deseo con cabeza de turco incorporado en la misma frase. Se pregunta si el madridismo será capaz de aguantarse de aquí a marzo, y lo cierto es que yo también me lo pregunto, si habrá paciencia para soportar a tanto mediocre hablando de lo que no sabe. Que bajo ha caído el ABC con este sujeto. Lo digo con auténtica pena. A un hermano se le aguanta todo, ese es el trato. Aunque últimamente empiezo a pensar que más bien debería decir casi todo.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
El Fútbol y sus aledaños (42) - Pitos y aplausos
Pitos y aplausos
Real Madrid 3 - Alcoyano 0
Vuelta de los Dieciseisavos de Final de la Copa - 27/11/2012
¿A quien se recuerda del Real Madrid que haya triunfado y no haya sido pitado nunca? De este amargo trago ni siquiera se libró Zidane, por mucho que se brindara a su salud en la segunda primavera de Glasgow. Haría falta ser una enciclopedia para recordar la respuesta correcta a esta pregunta clásica de Quiz futbolístico. Pero yo se la doy enseguida, porque ando con prisa de entrar en materia: don Emilio Butragueño, alias El Buitre, cuyo ocaso futbolístico fue seguido desde la grada con un sobrecogedor silencio, como del funeral de estado que era. Preguntó Greta Garbo a Rouben Mamoulian que expresión debía poner en su escena más difícil de la película "La Reina Cristina de Suecia", esa en que se despide de su pueblo y su país para siempre tras renunciar a la corona para poder abrazar su nueva fe, proscrita en su tierra, el catolicismo. Le abrumaba a la actriz solo pensar que sentiría alguien en esa tesitura. De sacar a flote su intuición de actriz temía caer en el exceso. Y el director georgiano le dijo: "Pon cara de nada". Y la Garbo puso cara de nada porque su personaje se estaba mirando en ella, como en un espejo, y era imposible decidir si su alma era original o réplica. A las últimas jugadas con renta futbolística del Buitre se enfrentó el Bernabeu con cara de nada, viendo secarse el manantial sin una lágrima ni un reproche, porque a la nada parecía retornar el juego del equipo tras extinguirse su llama. Brillo poco, pero más que nadie, como una supernova visible aun de noche. La que ya acogía al Real Madrid en su último regate en un partido contra el Partizán de Belgrado.
El Bernabeu solo pita a aquellos de quienes espera mucho. A Guti no dejo de hacerlo nunca, alternando los reproches con vítores solo al alcance de los dioses cuando se descalzan para jugar al Fútbol sobre la hierba, porque de nadie espero más el madridismo y de nadie obtuvo más sin dejar por ello de sentirse defraudado. A Silva tal vez se le aplauda por justamente lo contrario, porque de él nada se espera, y se puede festejar lo que nunca llegará porque ni duele ni importa. Partiendo de estas premisas no se si José Rodríguez inicia su andadura en el Real Madrid con dirección contraria a la que debiera, con unánime reconocimiento desde la grada. En este público un gesto de cariño, una carantoña, puede ser hasta peligroso, porque su memoria es poca y su impaciencia mucha. Pero José Rodríguez tiene de su parte ser enemigo de la prensa. Ahí tiene su tabla de salvación, en ser causa de disputa entre el cadí y el canterano Toril. Algún pito escuchará desde los altavoces que el periodismo tiene instalados en la grada. Más se espera a día de hoy de Morata, por su edad, su calidad y su físico, tan parecido al del deseado Llorente, y por eso con él anda el público dividido, en guerra civil. En la nación blanca solo se discrepa en los temas que importan. Serán cosas del señorío.
Es la del Madrid una afición arisca, que no sabe expresar su cariño más que con bronca, siempre atenta más a lo que se le hurta que a lo que se le entrega, a lo que al jugador le falta para equipararse al ideal que se ha construido de él que a lo que le separa y eleva por encima de la media, de la mediocridad del resto. Si te aplauden en este estadio sin que creas merecerlo mucho vete pensando en un traspaso, porque el madridismo solo tiene misericordia con quienes considera inofensivos para el enemigo. Había mucha capacidad de daño en las botas de Benzemá y el público solo se avino a razones con el francés cuando le vió desenvainar su cimitarra, aunque solo fuera para esculpir figuritas de madera en tardes atarugadas. Como ayer justamente, en que un mínimo gesto de Karim Mustafá nos rescató de la mediocridad en la que hasta entonces transcurría todo. Cara de nada pone a veces el francés cuando festeja los goles, como si le abrumara la alegría y tuviera que interiorizarla para no sentir en exceso ante sus compatriotas futbolísticos. Ya anochecía el partido, como las tardes de invierno, con un sol que declinaba rápido y traía el frío consigo, cuando Callejón condujo un balón rodeado de contrarios hasta la frontal del área del Alcoyano. La recorrió de izquierda a derecha sin adentrarse en ella y cedió el balón a Benzemá justo en la esquina. Amagó el francés el disparo, pero a mitad de gesto prefiríó alargar aun más la jugada en sentido horizontal y centró casi sin mirar a Di María, que le doblaba por el extremo derecho del frente de ataque. Todo lo demás lo puso el Pájaro Loco que, cuando actúa con cordura, es la sensatez personificada. Encaró al portero casi sin ángulo y se sirvió del palo contrario, el izquierdo, para firmar un gol que pareció más carambola de billar que Fútbol. "La blanca en la tronera de la esquina", le oyeron anunciar a Relámpago DiMa, y tras la carámbola el Gordo de Minnesota aplaudió caballerosamente como le exigían sus valores. Los más críticos dirán que se atracó de balón y tuvo suerte. Creo más bien que se preñó de pelota y al fin la tarde noche parió algo de Fútbol. Y creo que el argentino coincidió con mi análisis porque festejó el tanto escondiendo el balón bajo su camiseta. Fútbol en estado de buena esperanza siempre tras el orgasmo.
José Rodríguez lo reconoció tras el partido. Mou había exigido a sus jugadores una victoria. No le valía con pasar la eliminatoria. La prensa desdeña lo que no entiende, y por eso cuando habla de las cualidades como psicólogo del entrenador portugués es para criticarlo o directamente para mofarse de él. A los periodistas solo les valen los entrenadores que dan buenas ruedas de prensa, calmadas, repletas de humildad enlatada y con frases canjeables por titulares. Todo lo demás lo analiza a través de las estadísticas y, como son perezosos, las más de las veces a partir del dato supremo: El resultado. Tres a cero, pues entonces el Alcoyano fue escaso rival para un Madrid insuficiente. Pero es que el Real Madrid salió voluntarioso a por la victoria exigida por su entrenador. Y si hubo desacierto fue por exceso. Modric ponía calidad en el arranque de la jugada. José Rodríguez, sin miedo escénico alguno, al menos que se notará, en poco tiempo se hizo al manejo de los mandos de la play station. Algo más arriba un Özil frustrado erraba una y otra vez cuando le tocaba dar el último pase. Tampoco andaban afortunados ni Callejón, con demasiada hambre de gol, ni Cheryishev, más trotón que otra cosa. Iba el cántaro mucho a la fuente pero para romperse en cada viaje, casi siempre a los pies del alemán. Toda la primera parte fue un despropósito, que solo la gelidez de la atmósfera evitaba que pasara a mayores. Despropósito al que se sumó el árbitro, que dio patente de corso a los defensas del Alcoyano para saquear todas las jugadas de Morata. Dos penaltis y bastantes faltas sin sancionar, así como alguna tarjeta no mostrada fue el botín que se llevaron al descanso. Los críticos con el 9 del Castilla ya le reprochan al canterano que finge demasiado en las faltas. Le diría al chaval que no desespere, que mucho se le exige porque de él mucho se espera. Yo por lo menos. Son pítos tímidos que algún día se convertirán en eufóricos aplausos y, si tiene fortuna y acierto en su carrera, acabarán siendo ese pulcro silencio con el que el madridismo entierra a sus grandes.
Tras la reanudación llegaron los cambios. Aunque no enseguida. Quizá quería Mourinho que esa victoria se fraguara con mayoría de canteranos sobre el césped. Es este un debate que a mi me aburre, en el que me sorprende que caiga el portugués. Pero entiendo que ante tanta presión, ejercida incluso desde tu bando, se acabe cediendo, se acabe tratando de tener gestos conciliadores. Es tan difícil la comunicación entre el público madridista y su equipo cuando se usa de intermediario a la prensa que a menudo parece diálogo de sordomudos. Los periodistas son malos mensajeros. Siempre abren las cartas para alterarlas y para que sean así mal interpretadas por sus destinatarios. En el minuto 61 Di María sustituyó a Cheryshev para agitar la coctelera con más energía, ya que empezaba a quedar un precipitado de insatisfacción en el fondo del vaso. Las galopadas del ruso no daban con el punto exacto para la mezcla. Completamente desligado de Callejón, Özil y Modric fueran las suyas jugadas casi todas en solitario. En el 70 Benzemá sustituyó a Morata. Guerra de guerrillas, de astutos golpes de mano, en vez que la guerra de trincheras, a la que siempre se ve abocado el canterano con el beneplácito de los árbitros con sus marcadores. Los cronistas nos advirtieron en la previa que Denis iba a ser el primer ruso en debutar con el primer equipo del Real Madrid. Franceses ya ha habido unos cuantos. Tantos que incluso alguno ha habido galo, como Kopa, aunque la mayoría hayan sido negros centroafricanos o mauritanos. A los primeros se les supone desde la prensa la fuerza bruta suficiente y las pocas luces para poder ofrecer lo que se supone que agrada al paladar de Morinho. Llevan el Mau-mau en los genes, así que yo no me recrearía mucho en las burlas ni me apoyaría tanto en las burdas simplificaciones. Los segundos, a pesar de que están a tiro de piedra del juego de palabras, les cuesta entrar en la onda portuguesa. Según dicen los escribas suelen golpear más que gratificar ese cielo de paladar, tan en consonancia con el nuestro, para rabia de La Cruzada. Recordemos que fue el entrenador portugués quien hizo despertar a Benzemá de su siesta para que hiciera la mili, porque Pellegrini sabrá ser general pero desde luego no sargento. Y tras completar la instrucción el chaval de Lyon corre exactamente lo mismo pero con mucho más tino y sentido. De Zizuo ya sabemos que su cabeza clavada al extremo de una pica adorna la entrada de Valdebebas por orden expresa del cadí de la Yihad armada.
Se completó el partido con el doblete de Callejón, que al fin pudo saciar su hambre. Dos desmarques en ruptura que fueron acompañados de sendos pases magistrales. El primero de Özil, que fue lo único bueno que hizo en todo el partido, al menos hasta ese minuto. Justamente acababa de dejar de criticarlo en mis tuits tras fallar un pase a José Rodríguez, más producto de la falta de entendimiento que de la imprecisión. Pero es que vi su cara en un primer plano y tenía una expresión de frustración y abatimiento, no la de desentendimiento del encuentro que todos le estábamos suponiendo. Está el alemán en horas bajas y aun así nos ofrece sino se le sustituye una o dos perlas blancas por encuentro. Creo que habrá que arroparle más porque su actitud es la correcta y no tengo mucha esperanza de que sepa asimilar los pitos y nutrirse con ellos tan bien como CR7. Tuvo Callejón un gesto de rabia hacia los espectadores tras la portería en la celebración de su primer gol que entiendo como un guiño a quienes son los únicos que reparten aplausos y vítores desde la grada. Al menos quienes ponen la chispa para que el ruido se propague por las tribunas, aunque bien sabe Dios que en lo que de fuego se trata el temperamento del madridista ejerce más de retardante que acelerante. El segundo pase fue de Di Maria, que con él completo una media hora primorosa. La ruptura de Callejón también se inicio cerca de la media luna, pero en vez de ser en vertical trazó el ex-españolista una ligera diagonal hacia la izquierda. Ambos goles se solventaron con remates rasos a la salida del portero Adrián Murcia, que en un cuarto de hora vió desvanecerse su sueño de completar un partido en el Bernabeu sin ser batido.
Acabado el encuentro el debate se situó no en el tema sobre el que la prensa tanto predica y hubiera sido el más pertinente, en en de la cantera, sino en el grado de afinidad entre la grada y Morunho tras el descalabro de Sevilla. Había curiosidad, por no decir morbo, por saber la respuesta del respetable, que en el Bernabeu lo suele ser por exceso. Muchos yihadistas presentes en el estadio, alguno incluso ilustre, como don Ignacio Ruiz Quintano, que seremos tropa de infantería pero también albergamos excelencia, nos advirtieron de la manipulación en ciernes. Los ultras interpretaron sus cánticos de apoyo al entrenador, segundados por muchos, existiendo una tímida protesta en algún sector de las gradas. Muchos más vítores que pitos, pero los suficientes para dar cuerpo a otro editorial de Relaño en el que se vaticina divorcio, y para que algún periodista llegara a la cama sin ganas de cumplir con la parienta. Eso si que es causa de ruptura en la pareja. El macho futbolístico hispano cuando solo disfruta con los males ajenos le cuesta llegar al segundo y rara vez corona faena con un tercero. Pocos pitos pero muy disfrutados en homilías radiofónicas y tertulias. Desde sus púlpitos los popes de la Cruzada llaman a la revuelta, y encuentran edecanes en donde menos se espera. Por ejemplo, en Poli Rincón, que en Valdano ya nos lo barruntábamos. Y poco más que decir. A Nacho ni lo he mencionado, porque su labor me pareció poco pollo para tanto arroz. Me causa sorpresa que este jugador tan romo haya dado tanto juego en el debate. Sobre la ausencia de Kaká, indicar que ayer mi amiga @blanquibg, kakista irreductible, me envió ayer un tuit en el que apuntaba una teoría que no me parece descabellada. No la respondí, y desde aquí me disculpo con ella por mi descortesía, porque andaba con el ánimo más bien distraido. Según Blanca, nombre que no se si es de guerra o de pila, pero en todo caso es una bellísima y conveniente coincidencia, Mou no habría convocado al brasileño por considerarlo importante en el derbi que se avecina. Y hasta podría serlo entrando desde el banquillo. En todo caso lo veremos. Lo veremos y lo oiremos, porque seguramente será el próximo debate en esta agria guerra, que Relaño quiere creer que es civil y, bendita ignorancia la suya, pero que yo sospecho que es más bien con la prensa.
domingo, 25 de noviembre de 2012
El Fútbol y sus aledaños (41) - Funeral vikingo
Funeral vikingo
Betis 1 - R. Madrid 0
A veces le invade a uno el fatalismo de tal manera, es tal la desesperanza, que ya no puede ver el futuro, todo él hasta donde el deseo de seguir en la brecha alcanza, más que como un largo flash-back cinematográfico. Veo el presente borroso como a través de la calima del desierto. El de ayer estaba casi borrado por una tormenta de arena de tan mala que era la calidad de la imagen en los links con los que veía el partido. Buena parte de él más que vídeo la secuencia del encuentro parecía colección de fotos, de tantas veces que la imagen quedó quieta y muda. Ni siquiera debería comentarlo, no digo ya analizarlo, pero espero que todo sea pronto cenizas de hoguera. La nave del Real Madrid arde como en un funeral vikingo, y solo podemos contemplar las llamas desde la orilla. Impotentes, aunque no en el silencio que tanta gente quisiera.
Beau Geste, la novela de P. C. Wren, lectura obligada para los niños de mi época, aunque fuera en libros ilustrados, con narraciones aligeradas de letra respecto a las originales, se inicia en la versión cinematográfica de William A. Wellman con un enigma cuya resolución se explica a partir de entonces en un flash-back que acapara casi todo el metraje restante. Un fuerte custodiado por muertos en mitad de la nada del desierto, como ayer un destacamento de fantasmas protegía la meta de Iker. Narrar el partido de anoche es como desentrañar un misterio poco creíble, casi una paradoja: Como es que el Real Madrid dejó escapar la Liga aun estando avisado de la catástrofe. Porque en estas películas siempre se advierte el desastre. Sólo los personajes que las pueblan, sus protagonistas, ignoran lo que les aguarda al final de la curva del tiempo. Un inmenso zafiro fue robado por otro y sin embargo es sobre nosotros sobre quien cae la sospecha. centinelas inmóviles en las almenas de las murallas, un enemigo que se esconde y desaparece cuando no lucha, que hasta se disfraza de amigo para poder frecuentar esta trinchera.
Echo de menos el primer Madrid de Mourinho, ese que salía a morder, que enloquecía de deseo de victoria, que la olisqueaba como un semental el sexo hasta hacerlo embrutecer. Ese Real Madrid que era menos que otros pero que trataba de crecer en la lucha cuerpo a cuerpo, que porfiaba por reducir la distancia con su enemigo para hacerla posible. Echo aun más de menos, creo que es comprensible, el segundo Madrid de Mourinho, capaz de volverse tormenta perfecta en un contraataque, sprinter y corredor de fondo, que dominaba todas las distancias en el estadio. El de este año, ya la tercera versión del entrenador portugués, plantea los partidos desde la calma, desde el control, desde una cordura que es más la monotonía de los días que el acierto de conocer el mundo que nos rodea. Imagino que es difícil abstraerse de lo que todo el mundo coincide en opinar. Vivimos en ese tramo de la Historia del Fútbol reservado para la siesta. El tiqui-taca y todas sus variantes son la primera hora de la tarde del Fútbol, su sobremesa con su cabezada inevitable. Incluso a pesar nuestro, aunque queramos aprovechar ese tiempo para otras cosas. La saciedad de los títulos conseguidos adormila a los héroees. El Real Madrid tal vez ha tratado de poner calma, templanza a su juego, y todo ha derivado en un bostezo que casi siempre es preludio del sueño. Siempre que los partidos se han mantenido en incertidumbre el Real Madrid ha tratado de matar sus ansias de victoria, justo lo que le hacia temible hace dos años y casi invencible hace uno. Si doblo la rodilla ante el Bayern en las semifinales de la Champions fue porque había malgastado todas sus fuerzas para llegar a ese recodo del camino. Ese postrarse de rodillas de Mou sobre el césped aquella noche fue al mismo tiempo un acto de búsqueda de la misericordia divina, de su sentido de la justicia, como de agotamiento por las anteriores etapas de la gesta, ya tan cerca de culminarse.
Este año el Madrid es serenata más que estruendo de batalla, y habrá melómanos que lo agradezcan, pero para quienes sentimos el equipo "[...] son música mejor aquilones, el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones". Iniciamos la singladura con problemas tanto en ataque como en defensa. La fragilidad de esta última, siempre con bajas, al inicio del curso incluso la más clave de todas, la de Pepe, propició encajar muchos goles, que eran difíciles de remontar dada la baja forma de los delanteros. Pero ayer no fue el caso. Todo se debió a la indolencia, a un ahorro en el esfuerzo mal calculado. Cuesta cambiar la mentalidad en el modo de competir cuando se alternan Liga y Champions. Pero son los equipos verdaderamente grandes los que son capaces de hacerlo. Demos al gran Barça del primer Guardiola su crédito, que supo luchar en múltiples frentes y en todos ellos con enorme acierto. Caminaba el Real Madrid hacia esa misma mentalidad y decidió pararse un momento a recobrar el aliento. Con fatales consecuencias, con los lobos acechando a ambos lados del sendero. Más que lobos perros salvajes.
Si quisiera buscar notas positivas en lo de ayer hablaría de Coentrao, el que veo crecer en los últimos encuentros, ocupar cada vez mayor porcentaje de la franja de terreno que se asigna a un lateral izquierdo. Ya no solo es capaz de sujetar el ataque contrario por su lado sino que se suma a la ofensiva con acierto. Pero esto no deja de ser el chocolate del loro si se compara con lo que gastamos ayer, con el enorme dispendio de esperanza que supuso la derrota. Podría apelar al, una vez más, mal arbitraje, pero cuando es el Real Madrid el perjudicado se dice que son excusas, y hoy me tienen comida la moral en parte. No estuvo ahí la razón de nuestra derrota, aunque bien sabemos que si es el motivo de algunas victorias de otros. Mou fue la única nota auténticamente positiva, con recorrido y calado. Su aplauso a la grada tras acabar el partido fue todo un editorial, con más alcance y verdad que cualquiera de los de Relaño. Sus reproches a los jugadores, bien merecidos, como el dirigido de forma indirecta a las gradas del Bernabeu, que seguramente se lo devolverán a la primera oportunidad que tengan. Su asumir la culpa del mal proceder en la Liga que, como siempre, otros confunden con lo que quieren ver y escuchar. Queda tiempo para analizar lo sucedido con calma. Estamos aun en noviembre cuando los títulos se deciden en marzo, todo lo más en abril o mayo. Solo queda buscar, si es que fuera necesario, que está por ver, un perro para poner a los pies del guerrero, en su funeral de fuego. La prensa es feliz barruntando la caída del gran satán, del cadí del Madrid. El caballero al que se acusó injustamente de robar el gran záfiro del señorío, cuando todos sabemos que el Real es blanco y no azul, nieve pura y no agua salada de mar. Pronto arderá la nave y solo nos urge buscar un perro que poner a los pies de Mou. Yo propongo a Diego Torres o Manolo Lama, pero acepto otras sugerencias. Y bien pudiera ser que todo esto no fuera una historia de Wren sino de Rowlings y todas las heridas recibidas pudieran curarse con una sola lágrima de Fénix. Por de pronto, noto una cierta intención de primavera a través de mi ventana esta mañana.
El Fútbol y sus aledaños (40) - Lugares comunes
La frustración de Mourinho
Diego Torres
Diario El País - Madrid - 23/11/2012
Los cinco partidos disputados por el Madrid en Champions esta temporada han contribuido al distanciamiento entre el mánager, José Mourinho, y el presidente, Florentino Pérez. El empate (1-1) en Manchester ante el City, el miércoles, certificó la clasificación del equipo para los octavos de final como segundo de grupo y evitó las dos semanas de incertidumbre que algunos directivos se temían como epílogo desesperante para este comienzo de temporada: por ahora descolgados de la Liga y arriesgando la eliminación de la máxima competición europea. Se han disipado los grandes temores. Ahora, sobre el club pesan las dudas que ha generado la gestión de Mourinho en los últimos meses.
Fue el mánager quien puso a prueba a Florentino Pérez, según fuentes del Bernabéu, cuando hace un mes, a la vuelta de la derrota en Dortmund, le elevó una petición con varios puntos que consideró de urgente cumplimiento para reforzar su poder. La negativa del presidente, hace dos semanas, provocó un persistente estado de ira en Mourinho. Según fuentes de varios estamentos del Madrid, el mánager había planteado sus exigencias como “un todo o nada”, diciendo que “esto no puede seguir así” e insinuando que si no acceden a sus deseos la temporada que viene podría dejar el club.
El primer capítulo de reclamos se resume en un respaldo institucional inequívoco de su autoridad en temas como el traspaso de Kaká o su pugna por disciplinar a Ramos y Casillas. El mánager entiende que el club ha permitido que los jugadores le falten el respeto. Solicita sanciones y quiere que se hagan públicas para evitar que el vestuario se le vaya de las manos.
El segundo punto del ultimátum tiene que ver con los próximos mercados de fichajes. Mourinho anunció que pretende fichar y dar de baja a futbolistas importantes, y que necesita que sea el club quien asuma la responsabilidad de las mismas. En este sentido, ha pedido que no se demore más la contratación de un portero joven de primer nivel mundial, listo para competir con Casillas. El mánager dijo a los dirigentes que difundan la idea de que el capitán, de 31 años, ha traspasado la edad de la plenitud física y necesita un recambio. El mánager dijo a los dirigentes que quiere un portavoz y que el club asuma bajas relevantes.
En tercer lugar, Mourinho lamentó haber recibido tan poco apoyo cuando denunció públicamente al máximo responsable de la cantera, Alberto Toril, por anteponer su beneficio personal al interés general. Por último, recordó al club que a comienzos de la temporada reclamó el fichaje de un portavoz y el club no cumplió en satisfacérselo. El mánager solicitó la incorporación de un exjugador, alguien respetado entre el madridismo que le descargara del peso de atacar a los árbitros, denunciar rivales o incluso criticar a los jugadores del Madrid si es preciso. En su día, el club le explicó que nadie había querido asumir un papel tan agresivo. Pero Mourinho ha creído que le ignoran.
El disgusto de Mourinho ante el rechazo presidencial se acentuó por el argumento que le dieron: su popularidad entre los abonados, que no los seguidores sin carné, ha disminuido. En las oficinas de Chamartín ponderan que Florentino Pérez maneja encuestas nuevas. Y que los datos reflejan que, sin el apoyo social idóneo, no conviene emprender medidas políticamente tan costosas como las que plantea el mánager. La directiva no olvida que quienes votarán en las próximas elecciones son los abonados, no los tuiteros, y que el malestar entre la grada se ha dejado sentir últimamente en partidos de Liga.
Florentino Pérez comunicó a Mourinho que a los socios madridistas, por su “idiosincrasia”, no les acaba de convencer el fútbol que practica el equipo porque predomina el aspecto defensivo sobre la organización en ataque. Y que la única forma de compensarlos, a cambio del poder que pide, sería conquistando una Liga de Campeones. Pide sanciones públicas para varios jugadores y así evitar que se le vaya de las manos el grupo.
La respuesta, una postergación tajante de cada uno de sus planteamientos, coincidió con la ausencia de Mourinho en la inauguración por parte de Florentino Pérez de una residencia para la cantera en Valdebebas y en las conferencias de prensa de hace una semana.
El partido ante el City, que Florentino Pérez presenció en el palco del Etihad, reforzó la posición de la directiva. El presidente abandonó Manchester convencido de que a Mourinho le queda mucho por demostrar antes de recibir las prerrogativas que solicita. Observan en el entorno de la dirigencia que el juego del equipo no ha mejorado en el último año. Que no basta con las goleadas de la Liga. Que esperan que, por una vez, el Madrid se muestre realmente superior a los grandes equipos de Europa. Hasta ahora, lamentan, esto no ha sucedido. Barça, Borussia, Bayern y City han revelado limitaciones asombrosas. Algo incomprensible considerando que la plantilla disponible es suficiente para dar, por fin, un golpe de autoridad. Mourinho, de momento, no ha sabido administrarla con la eficacia deseada. A la espera de una evolución en el juego, Florentino Pérez seguirá respaldando al mánager hasta el final porque no tiene otra alternativa. Este es el acuerdo unánime de la directiva. Mientras tanto, Mourinho reagrupa fuerzas, quizá resignado a que solo los éxitos le garanticen más competencias.
Lugares comunes
Este artículo, que leo con días días de retraso, apareció en la versión en papel de El País en su portada y encabeza ahora mismo la lista de entradas más visitadas de su versión digital. Esos dos datos parecen darle una trascendencia nunca antes vista en un artículo de opinión de la sección de deportes de un periódico. Por eso no se si decir que me ha desilusionado un tanto dada la relevancia que se le estaba dando. Aunque si fuera fan de Diego Torres, que no es el caso, no me habría defraudado lo más mínimo, porque contiene pasajes con casi todos los acordes clásicos del periodista. Lo cierto es que se hacen muchas aseveraciones importantes en él, muy negativas todas ellas para el Real Madrid, aunque eso lógicamente no debe sorprendernos por quien firma y por el medio en que se edita, pero también que el escrito no deja de ser un nuevo popourrí de los lugares comunes de La Cruzada. Mezclado de otra forma y con otros ejemplos en cada caso. Pero aspectos casi todos ellos, acusaciones y maledicencias, para los que estamos más que vacunados. Es más de lo mismo. Lo de siempre vestido con otras ropas más en consonancia con la más rabiosa actualidad, y nunca mejor dicho lo de rabiosa, que citado sin intención de establecer un orden de importancia sería lo siguiente:
1.- La enorme vanidad y las ansias de apropiación del club de Florentino Pérez, que organizaría la marcha del mismo a golpe de encuestas, buscando siempre tantear la opinión del aficionado y saber si cuenta con su respaldo y con que medidas podría incrementarlo. Estas encuestas serían la forma en que don Florentino, la malvada y codiciosa madrastra de la afición, tan huérfana estos años de Valdanismo y Calderonismo, preguntaría al espejito mágico quien es la más guapa del reino madridista. Tiene gracia, a mi me al menos me la hace, que al desarrollar esta idea se hable de la parte de la afición formada por tuiteros, y que se trate de contraponerla a una cierta otra provista de carnés. Imagino que el de socio del Real Madrid y no el de afiliado al PSOE, maldad mía no tan traída por los pelos si recordamos el diario para el que trabaja el señor Torres. A nadie se le escapa que los tuiteros podrán votar en las elecciones no en función de su mayor o menor participación en esta red social, sino si son socios. Yo conozco unos cuantos casos, gente a la que sigo en Twitter y que en algún momento ha aclarado en tuits, podcast o blogs que son socios del club, sin que ello pareciese suponer, al menos que yo me diera cuenta, un intento de dar una mayor relevancia a sus opiniones, un ascendente sobre las de los demás. Si que parece haber en esta referencia, al menos yo la capto, una intención por parte del periodista de restar importancia, de menospreciar incluso, a la afición madridista que suele expresarse a través de Twitter. Y la razón es clara. Silenciada ésta, desestimada su opinión, la expresada por otros canales es mucho más maleable y se puede moldear a antojo hasta lograr que se acople perfectamente a la intención de los artículos de opinión de los periodistas.
Lo he dicho muchas veces, pero no me importa repetirlo una vez más, desde la grada el vocabulario con el que puede expresarse el aficionado es muy limitado, siendo además difícil que el mensaje pueda dirigirse hacia personas concretas. El público puede expresar su apoyo o desacuerdo con el equipo propio, el contrario, los árbitros o la directiva, pero sin poder especificar las razones, salvo que se recurra a los cánticos, que son necesariamente colectivos. Normalmente no queda claro del todo quienes son los destinatarios de los pitos o los aplausos. A veces incluso se mezclan ambas cosas y no se sabe si el público desaprueba o no sea lo que sea lo que esté evaluando. Ante esta situación tan ambigua, contrasta la capacidad de los tuiteros para expresar lo que sienten con un discurso diáfano, podo lo prolijo que se quiera porque si no cabe en un tuit se pueden utilizar más ya que son gratis, a Dios gracias.
En este estado de cosas, no me extraña que el señor Torres desdeñe la opinión de los tuiteros, en su mayoría no solo contrarios a sus tesis personales sino a las que él le atribuye al madridismo, y que además es inequívoca, no se puede tergiversar. Bueno, ya sabemos que de algún modo sí, que el glorioso HashTag #PelículasConEsparadrapo se quiso vender desde algunos medios como una censura a CR7 cuando era fácil entender que la crítica implícita en su uso estaba dirigida a los periodistas. Pero esas son mentiras de corto alcance, que podrán en todo caso engañar a gente ya de por sí muy manipulable, por temperamento o por estar aislada de la información correcta. Los periodistas se llevaron la enorme sorpresa hace unos meses de que en Twitter no eran unos ídolos de masas indiscutibles entre los aficionados al fútbol. Ya es mala pata porque el contacto con el aficionado solo es posible a gran escala a través de las redes sociales, en especial Twitter, salvo que te conviertas en un asiduo a las reuniones de peñistas, como Tomás Roncero. La única opinión de la afición suficientemente representativa que los periodistas deportivos conocen es la que les llega a través de su cuenta de Twitter. Y como no les gustó un pijo la primera vez que la vieron intentaron silenciarla e ignorarla a base de bloqueos masivos. Esta táctica derivó en fracaso, por lo que ahora intentan desprestigiarla. Somos muchos y contamos en nuestras filas con algún que otro interlocutor ineludible, que participa en tertulias y su voz se considera cualificada. No hay más ciego que el que no quiere ver. En este caso leer. Pero es que el que no quiera dialogar con nosotros será ciego, sordo y mudo en lo que al madridismo se refiere. Gracias a Dios los periodistas ya no se atreven a hablar por nosotros con tanta alegría como antes. Como no encuentren o se inventen un topo para saber el resultado de las encuestas de Florentino Pérez tendrán que resignarse a preguntarnos a nosotros.
Por otro lado, por más que las hayamos visto utilizar al personaje interpretado por Martin Sheen en "El Ala Oeste de la Casa Blanca", las encuestas encargadas por Florentino Pérez tendrían un algo maléfico o, en todo caso, censurable a decir de los periodistas ya que tanto insisten en este punto. Pero es que son de lo más habitual en personas o entidades sometidas a escrutinio público. Cuando hay posibles claro. Que por ahí a lo mejor van los tiros, un intento de conseguir que Florentino Pérez caiga mal por su desahogada situación económica. Sí, es cierto, ¡qué antipáticos son los ricos! Pero que bien vienen al frente de empresas de rentabilidad dudosa. Tratar de conocer los gustos y pareceres de los madridistas para amoldar en la medida de lo posible sus decisiones a ellas es de lo más sensato. Lo que lógicamente redundaría como efecto colateral en un resultado favorable en caso de elecciones, aunque se quiera ver como principal objetivo y aunque del deseo surja el acierto.
2.- Las omnívoras ansias de poder de Mourinho, que nunca parecen saciarse por más que se haya incrementado progresivamente desde su llegada. Un entrenador con vocación de tirano, que no tolera el diálogo. Menos aún la discrepancia. Esta forma de describir a Mou sirve al mismo tiempo como tesis atemorizante que como caricatura. Por un lado, con ella se trataría de convencer del beneficio que supondría su marcha, pero no solo ya de su actual puesto de trabajo sino también del país, y hasta del planeta. Mourinho será el causante del fin del mundo vaticinado por los mayas o, en el mejor de los casos, de la tercera guerra mundial, que algún superviviente al menos dejará, muy probablemente valdanista, ya que esta corriente sobrevive a todas las catástrofes: La caísa de los dioses galácticos, los sucesos de Tenerife, la hegemonia del Barça. Otras veces, como quien trata de ridiculizar lo que más teme para ahuyentar el terror y sus consecuencias, los periodistas hacen esta descripción en clave de humor, al modo en que Chaplin, por ejemplo, hablaba de Hitler en su película "El Gran dictador". El ejemplo es harto pertinente, por otra parte, porque con este personaje se le ha querido comparar, siendo calificado de nazi por los más deslenguados y los más tenaces buscadores del aplaudo fácil. Como toda persona que es acosada, Mou suele causar animadversión en los neutrales y auténtica obsesión en los beligerantes. Es una constante que no depende de la reacción de la víctima. Si es tímida o sumisa se le acusará de falta de carácter y de facilitar la agresión de sus verdugos. Si es activa y valiente se le traspasará la culpa del conflicto, utilizando su agresividad, aunque solo sea defensiva, como prueba de que recibe justamente el trato que merece.
Por más que lo dijera en rueda de prensa, que Toril tenía plena independencia y que estaba de acuerdo con esta estrategia, se ha acusado a Mou de querer extender su poder al manejo de la cantera, defenestrando al entrenador del Castilla como paso previo para alcanzar esta meta. Sería además buen corolario a la tesis defendida meses atrás de que quería "cargarse" a Zinadine Zidane. Mou siempre anda detrás de alguien a quien eliminar. Los periodistas, tan aficionados a la caza del personaje relevante no conciben que haya quien no sea aficionado al deporte cinegético. Por no ser hábito en España quizá los periodistas no sepan que los buenos líderes delegan tareas. Es vital para la buena marcha del grupo. Mou no desea atribuirse las responsabilidades de Toril, le sobran para mantenerse muy atareado con las suyas. Así lo expreso de forma clara cuando arreciaba el "afaire" Toril, pero ya sabemos que en las ruedas de prensa los periodistas preguntan sobre todo para escucharse a sí mismos, ya que se vanaglorian de conocer las respuestas de antemano. A veces las incluyen incluso en la formulación de la pregunta. Tampoco desea Mou ser el portavoz del club, asumió esta tarea el año pasado y lo pagó caro con la persecución a la que se vio sometido, él personalmente y el club, por parte de la UEFA y la RFEF. Como en el caso de Toril, estaba en desacuerdo con la forma en que desempeñaba esta labor Jorge Valdano. Aunque con él el desencuentro era más profundo, de índole personal incluso.
Dice el señor Torres que la supuesta negativa de Florentino Pérez a las pretensiones de Mou en este y otros temas le habría provocado accesos de ira, que habría tomado represalias con el club. Que si una falta en un capichuela tras poner una primera piedra, que si una mala cara en un sarao publicitario. En términos muy dramáticos nos lo pinta el periodista, aunque quizá lo que describe en un tono inadecuado, exagerando el cuadro, es la labor de alguien tenaz que sabe lo que quiere, que suele acertar en sus decisiones y además es capaz de porfiar hasta obtener lo que persigue. En cada aspecto del club que Mou ha entrado a tratar ha han habido resultados positivos. Ha mejorado la plantilla, con fichajes que han sido criticados casi todos cuando han sido conocidos. Di Maria, Özil, Khedira y Modric ya no hay problemas en considerarlos aciertos pero tuvieron su periodo en el purgatorio. Por ese camino van los de Essien y Coentrao. La desestimación de la llegada de laterales y la utilización de Arbeloa y Marcelo algún día también se le reconocerá como acierto, si no se imponen las fobias personales, lo que quizá sea mucho esperar. También salió vencedor en la lucha por la hegemonía futbolística en España, y hay que recordar que a su llegada este logro se consideraba imposible. Aunque el señor Torres no lo crea, Mou sabe cuales son sus cometidos y en que parcelas éstos quedan lejos. Por ejemplo, en el cuidado del césped, tarea que en su día también se dijo que quería apropiarse el Hitler de Setúbal, aunque se hubiera contratado un jardinero holandes que es un figura.
3.- La desunión existente en el club a todos los niveles. En el artículo se carga las tintas sobre un posible desencuentro entre el presidente y el mánager, como le gusta llamar al señor Torres al portugués. Pero en otros momentos, este mismo periodista u otros han hablado sobre desunión entre entrenador y plantilla, en el interior de ésta última, entre el mánager del primer equipo y la dirección de la cantera. El Real Madrid vendría a ser como un picadillo de verduras troceado en taquitos para una sopa Juliana. La prensa ha ido troceando el club para poderlo hervir más rápidamente y extraer su jugo. Lo que no sabemos es si esta desunión interna, de ser cierta, sería la la lógica en un club sometido a enormes tensiones, o bien mayor o menor de lo esperado, por la sencilla razón de que este aspecto jamás se indaga en otros clubs, o al menos no se airea. Villa y Messi no discuten sino que son pareja de parchís. Bielsa no agrede verbalmente a sus jugadores, que todos lo hemos visto murmurar por lo bajo en sala de prensa como si fuera un lama tibetano. En chandal, en cuclillas, junto a la línea de cal durante un encuentro, parece la representación deprotista del Buda.
Cierto es que el señor Torres suele dibujar las líneas de fractura justo donde se centra la labor del portugués en un momento dado. Cuando trataba de hacer crecer a sus jugadores en el aspecto anímico, sacudir el complejo de inferioridad adquirido con el Barça, ahí estuvo el periodista de El País para hablarnos de trifulcas y duchas de refrescos, de represalias y jugadores intocables por su mayor fiereza que Mou. Porque el entrenador portugués es un mala bestia que según nos convenga se le puede convertir también en un pusilánime. Lo mismo fuerza las lesiones de sus jugadores que les deja campar a sus anchas porque no es capaz de sostener su mirada, como le pasaba al parecer con Lassana Diarrá. El caso es que ahora que la atención de Mou se fija también en otros lugares del entramado del club las líneas de fractura se desplazan con él. Es un hombre aislado que sin embargo es capaz acceder a todos los ámbitos, lo cual no deja de sorprenderme y admirarme.
En este orden de cosas Mou estaría cometiendo el imperdonable error de querer contratar un segundo portero de garantías, con la aviesa intención de que si Casillas faltase o declinasen sus prestaciones el Real Madrid no se viese sin un portero de nivel. Cuanta perfidia moruna del mauritano Mourinho. Si esto no es crueldad gratuita que venga Dios y lo vea. Y es que con Casillas con la santa, católica y apostólica Roja hemos topado. Iker ha de jugar si o sí, incluso aunque esté lesionado o enfermo. Y para asegurarse de esto la prensa ha ideado un magnífico plan: Vetar cualquier iniciativa que persiga la contratación de un sustituto. El mostoleño no debería ni ir a entrenar por las mañanas a Valdebebas porque el puesto es suyo por Real Decreto y buscarle competencia sería una ordinariez ahora que cuenta con dos premios Príncipe de Asturias. A mi este tema me subleva, e imagino que se me nota. La fractura entre entrenador y la capitanía del equipo, de existir, se la adjudico en todo caso a Casillas. Y me parece mucho decir, porque es verdad que al portero le gusta nadar y guardar la ropa, mojarse lo menos posible, no orillar las polémicas cuando se corre el peligro de que salpiquen, que es siempre, pero cualquier desacuerdo, por mucho que se intuya, por mucho que se asegure desde la prensa, no deja de ser mera especulación, tema de conversación entre amiguetes en la barra de bar, que ya sabemos lo aficionados que son al drinking los periodistas que son fuente de este tipo de noticias. En la foto que ilustra el artículo del señor Torres, que me he permitido utilizar para ilustrar también mi réplica, curiosamente se ve a ambos en una actitud que no denota conflicto alguno. Me ha extrañado mucho la coincidencia y lo poco que ayuda a apoyar las tesis del texto.
4.- El Real Madrid practica un fútbol feo y ajeno a los valores del club. Esto se da por supuesto. Toda la crítica y el análisis del madridismo desde que el mundo es mundo y los periódicos incluyen sección de deportes se ha basado en esta verdad incontrovertible: El Real Madrid practica un juego feo, sin clase, falto de estilo, culpa de un entrenador que no sabe rentabilizar la plantilla que se pone a su disposición, por supuesto hecha a golpe de talonario, a espaldas del entrenador cuando interesa cargar las tintas sobre la figura del presidente, o obedeciendo a sus caprichos cuando quien es blanco predilecto es aquel. Así que en este aspecto de fondo el artículo de Torres no solo redunda respecto a lo que es habitual en él sino también sobre lo que suele decir la prensa. Florentino Pérez estaría disconforme con el resultado obtenido por Mou con aquello que ha puesto ha su disposición. La pereza que siento ante la sola idea de comentar todo esto se acerca asintóticamente al infinito.
viernes, 23 de noviembre de 2012
El Fútbol y sus aledaños (39) - Yo hice a Rocchi III
Cuando Mourinho tiene razón...
Alfredo Relaño
As - Madrid - 23/11/2012
Me gustó la conferencia de prensa de Mourinho tras la exhibición de Rocchi en el Etihad. Un ejercicio de contención y de ironía. Fueran los aires de la Isla, que le apacientan, o el recuerdo de que ante la UEFA está en libertad provisional, supo decir las cosas como pienso que es mejor decirlas. Al fin y al cabo, estas cosas del gran fútbol las ve todo el mundo por todas las televisiones, basta con ponerles un poquito de música. No hay que emborronarlas con gritos, porque en tal caso lo que queda son más los gritos que los hechos. Ahora, de lo que se trata es de que no haya 'rocchis' y que si los hay no te caigan.
Y ahí es donde tiene otro frente de lucha con el club, en el que creo que lleva razón. Quiere más presencia del Madrid ante las instituciones y aboga por la contratación de Hierro para la tarea. Hierro está bien introducido en esos círculos que el Madrid ha desdeñado en este tiempo. Pero Florentino tiene una idea más 'marketiniana': Beckham. Y Mourinho contempla eso con el mismo entusiasmo con que contempla la presencia de Zidane en la cantera. Pero Florentino sufre invencible añoranza de 'Galácticos' y un guasón me decía ayer que pronto pensará en repescar a Ronaldo como nutrólogo.
El de los 'Galácticos' fue un gran tiempo (aunque fugaz), pero pasó. Recuperarles ahora es como hacer una colección de 'stradivarius' para fardar de ella y eso no coincide para nada con la visión castrense que tiene Mourinho del fútbol. Justamente su preocupación (y de ahí muchos de sus excesos, que tanto deploro) es cambiar unos hábitos que encontró a su llegada. En realidad le llamaron para eso. Le han hecho concesiones excesivas en algunos temas a cambio de esperar complacencia de él en otros. Y eso no es posible. Pretender negarle lo importante después de cederle en los caprichos es absurdo e inviable.
Yo hice a Rocchi III
No se los demás pero, lo que es yo, al leer el titular he saltado de la tapia como Hampty Dumpty, no se si por el estupor o el miedo, seguramente ambas cosas, y me he espachurrado irremisiblemente en el suelo. Y ahora mis dos yemas, porque yo tengo dos y no una como Humpty, andan esparcidas por las losetas de la acera. Hay cosas que parecen inamovibles, inalterables por su tozudez en repetirse constantemente, pero que el metal cambia o elimina. Y no me refiero al acero de la espada, sino a ese otro que la gente considera vil, aunque todos queramos ser su amigo. Billy Metal es quien nos paga las facturas cuando estamos a bien con él. Puede que las que se le acumulan a AS justifiquen algunas cosas que están ocurriendo. No echemos la culpa de todo a los mayas. Si Segurola utiliza la palabra robo para referirse al arbitraje de Rocchi en el Etihad Stadium. Si de repente para AS y Marca Mou es el mejor humorista del Club de la comedia y le ríen todas las gracias, la de la placa de la UEFA, la de la ducha con agua mineral al traductor de Manchester, la de la rotura de tibia y peroné de Pepe a Alves. Si de repente al Real Madrid le atracan constantemente, que ya lo sabíamos todos porque es el más insigne joyero del Fútbol, el custodio de casi todas las alhajas que recuerda nuestra memoria, pero que a la prensa simpre le habían parecido justas incautaciones, como las de Sánchez Gordillo a los economatos. Si hasta Relaño le da la razón a Mou y se marca un editorial bien guapo, que habrá escrito peinado y afeitado incluso, para fijar la efemérides en el calendario como se debe. Si todo eso ocurre, y más aun en el quiosco y las ondas radiofónicas, una de tres: O todos se han vuelto locos a la vez, de repente, y han decidido dar un golpe de timón en mitad de la tormenta, con mar gruesa, cuando hay olas tan altas que parecen EREs. O es cierto que llega el fin del mundo, que la cantidad de señales nos desborda y habrá que empezar a darse por aludido. O, al contrario que la primera opción, por fin sobrevino la cordura en todas las mentes del reino futbolero. Pero no cordura que le llegó a San Pablo camino de Damasco, sino esa que procura la cháchara hipnótica de Metal, Bill Metal, agente con licencia para matar conciencias, al servicio de su majestad la mentira interesada.
Dice Relaño que Mou le gustó, que los aires de La Isla le apacientan. Y en eso tiene razón, en lo segundo me refiero. La expresión de la cara que mostró en la rueda de prensa del día anterior al partido con el City, plena de relajación, sin beligerencia alguna hacia quienes tenía en frente, era bien distinta a la que suele mostrar en Valdebebas y en esos campos de la Liga BBVA tras cada encuentro. Hosca en el mejor de los casos, irónica o socarrona las más de las veces. Tenia la piel de la cara tersa, que no hay mejor lifting que la vida relajada, la comisura de los labios ligeramente alzadas esbozando un arranque de sonrisa, los ojos con la mirada limpia, como un cielo en una mañana calurosa de verano. Parecía un bebé recién acabada su siesta. Dicen los que dicen saber mucho sobre Mou que al portugués le gusta la bronca, la pelea dialéctica en el barro, y a mi se me antoja tras leer lo que dice Relaño, en lo que coincido, que Mourinho solo pelea las batallas que cree necesarias. Tal vez incluso las que le proponen desde los periódicos, emisoras y las sillas que ocupan los reporteros en la sala de prensa, cuando le parecen relevantes y que vienen a cuento. Porque todos sabemos que cuando no quiere no contesta. Que es a menudo, no nos engañemos, porque la mayoría de las preguntas que le hacen no tienen que ver con la razón de su comparecencia, ni siquiera con la actualidad del día, sino con ese mundo paralelo en el que La Cruzada lleva instalada desde hace tres años. Si por ellos fuera le seguirían preguntando por Pedro León y el resto de prisioneros de Azkaban.
Se nota que Relaño no es fan de las ruedas de prensa de Mou. Lo entiendo, es una cosa muy para yihadistas. Y de la Yihad solo es quien escucha la llamada. Y en casa del señor Relaño, conocido atlético, aunque se disfrace a veces de madridista, cualquier llamada que llegue desde el madridismo pillará el teléfono descolgado. Alguien dijo el otro día en Twitter, tras acabar el encuentro contra el Athletic, que los partidos solo son el preámbulo de lo importante: Las ruedas de prensa de Mou, con sus "zas en toda la boca" a ese rebaño de fajadores rencorosos que se le sientan enfrente, melifluos de ideas pero con ínfulas de ser buenos púgiles. Al margen de la comunicación gestual, expresiones, ademanes, no hay nada en las dos ruedas de prensa de Manchester que un asiduo a las de Mou echara de más o en falta: Su predilección por centrarse en los temas que le importan al madridismo, el sonido característico al percutir sus respuestas sobre esa gran mentira en la que está instalada el Fútbol desde que lo inventaron hace 4 ó 5 años, la seguridad en si mismo que es como un faro en los momentos de zozobra. La comparecencia que tanto ha gustado al señor Relaño es solo algo mejor que algunas y ligeramente peor que otras, porque su calidad suele ser aproximadamente la misma y el disfrute dura lo que la presencia del portugués en la sala.
Dice el señor Relaño que ahora de lo que se trata es de desaparezcan los Rocchis o, si eso es imposible, que no nos toquen, porque de repente al buen periodista le preocupa el trato que se le dispense al Real Madrid en los despachos. Y lo cierto es que su premisa es harto complicada, porque ya me parece escuchar a Platini con voz grave clamar a quien quiera escucharle: "Yo hice a Rocchi III", como a Ovrebo II y a tantos otros. Y los creó para que le tocaran a esos que siempre les tocan, al Chelsea, al Madrid, a los que molestan porque no pasan por el aro. Se agradece en todo caso la intención, aunque extrañe que no la hubiera tras lo sucedido durante aquel partido en el que Iker se acabara dando de cachetes en la cara, o tras los incidentes en el los campos del Levante y el Villarreal. En la Comunidad Valenciana siempre nos brean a hostias, físicas o arbitrales, y nunca escuché ni una palabra de apoyo por parte la prensa. Más bien todo lo contrario. Habrá que concluir que el Etihad Stadium le queda de camino a La Cruzada en su periplo actual hacia Damasco.
Coincido también con el señor Relaño, y tanta concordancia empieza a preocuparme, por si no será otra señal del inminente Armaggedon, en que Hierro podría ser una buena solución para todo esto. En vez de templar gaitas como Pardeza o Butragueño, dos benditos, estoy seguro de que Fernando Hierro les habría espetado a Muñiz o a Rocchi: "Ya no sabes como jodernos", y con el mismo tono y volumen de voz con los que se lo dijo a Gracia Redondo, el primero de todos los Rocchi, quien inicio esta franquicia con tanto éxito de crítica y público tiene, por más que a mi me parezca la saga más chusca e impostada que una película del clan de los Ozores o de Pajares y Esteso. No, no veo a Beckam en esos menesteres, y bien que me extraña que Florentino Pérez si que lo vea. Creo que esta maledicencia es al tiempo recurso literario y puyita a quien en realidad interesa descabalgar. Los nuevos tiempos exigen seguir atizando a los mismos de siempre, pero sin que se ofenda la afición o encuentre motivos para la revancha tuitera o quioquera. Es lo que Bill le ha aconsejado a La Cruzada. Y si se puede convencer pues miel sobre hojuelas.
Ronaldo de nutrólogo, profesión que no tengo claro que exista, por más que Google me proponga 173 mil entradas para el vocablo, sería tan creíble como Del Bosque en el papel de redentor del colesterol ajeno. Pero, claro, elegimos bien sobre quien hacemos los chistes, que para algo estamos en la sección de los editoriales. Y el comienzo de la veda a la caza de Del Bosque coincidió con su salida de la Casa Blanca. No sabe el señor Relaño que los Stradivarius no solo tienen fama, que existen hoy día para fardar, sino que también hay una razón que explica su extraordinaria calidad. Fueron fabricados por luthiers que usaron madera de árboles que crecieron durante el momento más álgido de la Pequeña Glaciación, en torno al siglo XVI. Con mucha menor precipitación de lluvia las cosechas eran más escasas y los anillos de crecimiento de los árboles más delgados. Y esa madera más densa, de carne más prieta, confirió a los instrumentos de cuerda una sonoridad nunca hasta entonces escuchada. Y dicho esto, que lo hago solo por fardar, le acepto el símil al señor Relaño, y también la tesis de fondo del último párrafo. Sería absurdo ir en contra de los deseos de Mou cuando se le ha traído al club para adaptarlo a los tiempos, para reestructurarlo y reformarlo de arriba a abajo. Pero, ¿sabemos lo que quiere Mourinho? El señor Relaño parece ser que cree que sí. Y es que de algunos hábitos cuesta mucho desprenderse. Y hablar por boca de Mou es uno de los más arraigados en la prensa que sufrimos todos los días. Decir para finalizar que desprovisto de mis yemas me siento casi indefenso ante estos recientes frotamientos libidinosos de la prensa con el madridismo. Más titulares así no, por favor, que me enamoro.
jueves, 22 de noviembre de 2012
El Fútbol y sus aledaños (38) - Solo podía quedar uno
Sólo podía quedar uno
(Manchester City 1 - Real Madrid 1 - Liguilla de dieciseisavos de la UEFA Champions League - 21-11-2012)
Aunque aun queda una jornada de la liguilla clasificatoria de la Champions League, la sensación ayer al finalizar el encuentro era la misma que sentía al final un trimestre lectivo en la universidad, de haber completado los exámenes parciales, por la gran cantidad de conclusiones que arrojaron los 90 minutos de encuentro, su previa y las reacciones posteriores de protagonistas, aficionados y prensa. Siempre digo que lo más importante a la hora de escribir es elegir el tono, el estado de ánimo de las palabras, la emoción principal que se quiere transmitir. Todo lo demás sale solo, casi sin querer. El tono te marca el camino, casi se convierte en los rieles de un tendido ferroviario. Épica hubo ayer también, aunque más bien burocrática. La aportada desde los despachos de la UEFA, que obligó al Real Madrid a realizar un sobreesfuerzo, que de otra manera no hubiera sido seguramente necesario, y redujo la cuantía de su premio final. Pero son tantas las lecturas que se pueden hacer del partido, tantos los aspectos que resaltar, unos buenos y otros malos, que me cuesta darle a este escrito un tono unitario, una intención literaria. Así que expondré directamente, de forma lo más ordenada posible, lo más importante entre lo que me sugirió este match en la cumbre.
1.- El Real Madrid ha eliminado a unos de los principales aspirantes al título. Y lo ha hecho en la liguilla previa, donde existe cierto margen para la corrección del rumbo si este empieza siendo errático o erróneo. A nadie se le oculta que el Manchester City posee una plantilla hecha a fuerza de talonario para ganar títulos importantes, en especial, la Copa de Europa. Exacto, aquello de la cantera y la cartera. Y la del City le ha "birlado" muchos jugadores que codiciaba al Real Madrid. Con los jeques árabes hemos topado. El tantas veces anunciado como objetivo principal del Real Madrid para solucionar de una vez por todas el problema de la banda derecha, vamos a suponer que lo hay, se enfrentaba al saco de boxeo predilecto de la prensa, es decir, Coentrao. eso para empezar. pero también estaban sobre el terreno de juego Dzeko, Koralov, el Kun y Silva. Citados in crescendo, porque el penúltimo dió para llenar portadas casi un año entero y el último es uno de los lugares comunes de La Cruzada cuando tienen ganas de atizar al Real Madrid, que es casi siempre. Mucho jugador que ha sido futurible del equipo merengue. Al menos según los Manoletes de este mundo. Mundo que no es otro que el del soplo medio inventado.
Cierto es que en esta eliminación han colaborado los otros dos equipos del grupo, un espléndido Borussia Dortmund y un Ajax con más nombre que juego, pero que no deja de ser parte de la aristocracia futbolística europea. Pero ha sido al Real Madrid a quien le ha tocado la suerte dar la puntilla al club inglés, y en dos momentos muy diferentes. En la ida, en el Bernabeu, cuando aun estaba muy por debajo de su mejor nivel, cuando aun no tenía claridad para ver el fútbol, siquiera alzándose de puntillas sobre su versión más voluntariosa. Entonces hubo que apelar a la épica, a la consecución de lo imposible cuando lo factible se había vuelto inalcanzable, remontando un tanteador en contra en el cuarto de hora final cuando el desarrollo del partido había más bien plácido. Esta vez, ayer, más avanzado en su preparación, dando una lección de Fútbol que, por lo leído en la prensa, fue impartida sin que los periodistas tomaran nota alguna.
2.- El Real Madrid ha mejorado su estado de forma física y mental. Lo acabamos de apuntar, pero es una conclusión tan importante que merece ser tratada aparte, aunque caigamos en la redundancia al exponer algunos conceptos. Este Real Madrid no tiene nada que ver con el que vimos al inicio de la temporada, con el que, lo acabamos de decir, se enfrento con el City en el partido de ida. Ha sido en el último mes, quizá en la última quincena, cuando nos han empezado a entrar dudas cuando tocaba destacar al finalizar los encuentros uno o varios jugadores. Ayer, como frente al Athletic, han sido varios los que han cuajado un gran encuentro. Debe entenderse entonces que lo visto en el encuentro contra el equipo de Bielsa no fue un espejismo. Hasta no hace mucho el Real Madrid bajaba mucho sus prestaciones en el cuarto de hora final de la primera parte y en buena parte de la segunda. Desde hace varios partidos ha dejado de ser así. Anoche se ha visto incluso a un Madrid capaz de presionar arriba con un jugador menos, capaz de contraatacar con ambición cuando recuperaba la pelota estando en desventaja numérica y de retrasar las jugadas de ataque del City que, lógicamente, adelantó sus lineas en el tramo final del encuentro porque se le iba la vida.
Únicamente podría ponerse un pero en este apartado al desempeño de Modric, que se fue diluyendo poco a poco a medida que fue avanzando el tiempo. Pero recordemos que su preparación va con retraso respecto al resto del equipo. Y mientras estuvo fresco fue capaz de aportar cosas nuevas al equipo, algo que es bastante difícil dada la concentración de talentos que hay en la plantilla. El croata cuando conduce el balón me recuerda a aquel juego clásico del Pacman, al famoso Comecocos, porque es capaz de cambiar rápidamente de dirección en su carrera buscando siempre las rutas no transitadas por los contrarios. Cuando practica el juego combinativo su velocidad de pase es vertiginosa. A veces se diría que devuelve el balón casi antes de recibirlo, siempre al primer toque y a menudo sorprendiendo en cuanto a su destinatario. Quiero destacar esto porque otros medio centros tienden a practicar un fútbol muy burocratizado, pulcro y equilibrado, eso sí, con escasa capacidad para sorprender al espectador, al menos en la zona de construcción, y pongo como ejemplo al que muchos consideran el mejor: Xavi Hernández, al que a veces denomino como funcionario o burócrata de lujo, porque esa es la sensación que tengo muchas veces al verle jugar. Entiendo que a los entrenadores les vaya más la tranquilidad que el divertimento, pero yo no soy un experto en Fútbol, solo un aficionado.
3.- El Real Madrid al fin ha conseguido que fragüe su defensa. Gran parte de la sensación de mejoría del equipo se debe a que ha adquirido al fin solidez en su defensa. Sus integrantes son los que deben ser, salvo quizá la excepción de Coentrao. Pero el valor añadido que pueda lograrse incluyendo a Marcelo en la alineación será sobre todo en la parcela de ataque. Además de esto, Arbeloa progresa en su estado de forma y al fin Iker se parece al de antaño. Y no lo digo por su prodigiosa parada en su mano a mano con el Kun, marca de la casa, muy parecida a la que permitió al Real Madrid embolsarse la Novena, desplazándose de forma felina lateralmente para poder cubrir la zona a la que intuía que iba a dirigirse el remate. Donde vi sobre todo mejoría en el portero fue en su mayor dominio del juego aéreo. Al fin le vimos salir del nido para echar a volar, abandonar la sombra del larguero. Con esta actitud más alegre, más activa y valiente no solo mejoran sus prestaciones, también lo hace la de los integrantes de su defensa, que adquieren confianza y están más centrados en sus tareas específicas.
Un factor que se viene a sumar a los anteriores es la presencia de Modric en el once inicial. En contra de lo que he venido oyendo acerca de las razones de la llegada de Modric, parece que el croata proporciona ayuda a Xabi más en su labor de construcción del juego del equipo que en el de destrucción del juego del contrario. Cada vez estoy más convencido de que Alonso padece el mismo trastorno que aquejaba a Redondo: una intensa fobia a pisar el campo contrario. Todos recordamos con simpatía como el argentino retornaba rápidamente a campo propio cuando traspasaba la línea del centro del campo, casi como un gato que hubiera metido por error los pies en el agua y retrocediese asustado. Era muy reacio a traspasar esa orilla, aunque su calidad le capacitara para pisar todas las zonas del campo, como bien demostró en Old Trafford en aquella prodigiosa jugada en la ruta que nos llevo a la consecución de la Octava. Alonso padece ese mismo mal y suele situarse detrás de otros medios centros, aunque los rebase ampliamente en calidad. Su capacidad para el pase en largo le permiten estas manías.
4.- Coentrao empieza a superar su calvario particular. No es la afición madridista muy dada a tener paciencia. Mucho menos aun la prensa afín, lo que unos llaman la Central Lechera y yo identifico con La Cruzada. Peor aun, es muy del gusto de la prensa madrileña hacer mofa de uno o varios jugadores cada temporada, de los que hace público escarnio, disfrutando de su quema en efigie, cual auto de fe, en tertulias y columnas de periódicos. A veces el motivo es la mala valoración que se hace del jugador, como podría ser el caso de Altintop, hombre que no hablaba en los medios, que nunca replicaba a lo que escuchaba, aunque fuera ofensivo para su persona. Otras veces a la poca estima del juego del futbolista se mezclan otras razones más "políticas" o de empresa, como con Arbeloa. Su adscripción sin tapujos a la causa portuguesa sobre todo. En el pobre Coentrao se junta todo. Y más, ya que pertenece a la "Cuadra de Mendes". No debió ser la temporada pasda la mejor para este jugador, la que recordará en el futuro con más cariño, pero lo cierto es que la acabóa un nivel más que aceptable. La Eurocopa fue su redención, llegando a figurar en el once del torneo. Al inicio de esta temporada se llegó a asegurar quería marcharse. Y no se lo reprocho. Como con tantos otros madridistas antes, pero con mayor intensidad en su caso, hay una sistemática falta de respeto con Coentrao. Además, la prensa tiene una enorme inercia, le cuesta cambiar de parecer. Se tardó mucho meses en reconocer la excelencia de Marcelo, uno de sus juguetes preferidos de la prensa en el pasado. Costará también mucho tiempo que veamos una valoración medianamente justa de su trabajo en el caso de Coentrao. Ayer cuajó un gran partido y sin embargo fue muy criticado en Twitter por los periodistas. A la solidez defensiva adquirida recientemente suma ahora el ser un sólido apoyo en ataque. Pero aun no es el jugador que nos prometieron, que incluso vimos a pequeñas cucharadas tras su llegada. Le falta ser resolutivo en el área contraria. Algo de lo que sabemos que es perfectamente capaz.
Quería destacarlo de forma clara porque se me olvidó hacerlo en anteriores crónicas, tenía por tanto una deuda con él, y porque se que su felicidad va en detrimento de la de los integrantes de La Cruzada. Ya imagino el desasosiego de Látigo Serrano al ver que bien pudiera ser que el lateral portugués acabara siendo un crack más de la plantilla merengue y se viese así mermada su colección de chistes y chascarrillos, en los que tanto exceso se apoya en sus intervenciones en retransmisiones o tertulias o cuando escribe para Marca.
5.- Benzemá es el jugador más en forma ahora mismo del Planeta Fútbol. Malas noticias para Higuain, pero fantásticas para el madridismo. Decía ayer en Twitter durante el partido que si no veía hueco esa tarde en la alineación para el Pipita, que no sabía donde demonios íbamos a meter a Falcao. Mucho menos a Morata, para mi una gran promesa, Llorente, el mismo tipo de jugador que el canterano, y tantos otros cuya llegada se viene barajando. Su gol al City está pleno de talento, de sutileza, de control de la jugada. Decide sobre la marcha rematar de bote pronto un balón que le llega embalado por correo aéreo, con remite de Di Maria y la banda derecha. Irrumpe en el área chica como si fuera una aparición del más allá y de forma desplicente empuja el balón a las mallas de la portería de Hart, que aun debe estar pensando quien fue el que invocó a aquel fantasma tan ducho en la marquetería. Porque toda la obra del jugador francés está llena de belleza, del uso de materiales nobles, como el pase del Fideo, y atiende hasta al más mínimo detalle, sin desdeñar nunca la hermosura de lo pequeño. Khedira y CR7 dejaron escapar vivas las suyas, pero Benzemá cazó su pieza cuando la tuvo en el punto de mira.
6.- Tal como se preveía, la vuelta de Khedira fue una bendición. Otro día grande para el Khedirismo, hoy tan nutrido, pero tan escaso de efectivos hace tan solo un año. Podría decirse de él lo mismo que del equipo en su conjunto: Pudo ser una tarde de gloria, lo mereció con creces, pero pequeños errores y detalles de fortuna se la birlaron. Cuando La Cruzada tuvo al fin que rendirse a la evidencia, la de que el jugador alemán mejora a los equipos en los que juega, aunque no supiera muy bien porqué, ya que opina sin mirar con mucha atención lo que luego critica, trató de convertir esta derrota parcial en la defensa de su ideario antimadridista en una victoria en la batalla de trincheras que mantiene contra Mou. La pregunta que inició las hostilidades fue esta: ¿Por qué Khedira rinde tanto en la Selección Alemana y tan poco en el Real Madrid? Pregunta con respuesta incluida, ya que estamos ante el pensamiento único: Porque Mou no sabe aprovechar bien el talento que tiene a su disposición. Tras el gol de Khedira en el Nou Camp el día que su equipo se jugaba la Liga pudo incluirse este frente de batalla también en el Blitzkrieg que practica Mou en las salas de prensa.
Khedira ayudo a sellar la banda derecha en defensa y se sumó con alegría al ataque. Tuvo más ocasiones claras de gol que el resto de sus compañeros juntos. Pudo marcar en la primera parte uno o dos goles, en especial en una internada en el área de Hart que le dejó solo ante él, marrando a la hora de picar el balón, con el portero ya tirado al suelo, al golpear con el pie derecho el césped en vez de la pelota. Lo intentó mientras caía con el izquierdo, pero fue inútil. Parece ser que a mucha gente la hizo mucha gracia el lance. Imagino que habrá renovado el parque de chistes de muchos periodistas de La Cruzada. Pero da igual, quien ríe el último ríe mejor, y nuestra risa será ver a Khedira convertido en goleador asiduo en cuanto deje de sufrir tantas lesiones y tenga continuidad. Tiempo al tiempo.
Ante la fortaleza del Real Madrid en el centro y la derecha, no se si en una estrategia premeditada tratando de aprovechar las debilidades teóricas del contrario y por la presencia ahí de Maicon, uno de sus referentes de ataque, o dictada por las circunstancias del momento, el City cargó su juego sobre todo por la izquierda, pudiendo concluirse que Coentrao fue quien se llevó finalmente el gato al agua.
7.- Pésimo arbitraje de Rocchi. Podríamos repartir culpas con sus linieres y el cuarto árbitro, pero aun así le tocaría una larga y humillante penitencia para poder exculpar sus culpas por lo de ayer. No obstante, al madridismo no le extraña nada lo que pasó ayer. Que Platini no hace migas con el Real Madrid es un secreto a voces. Nunca hemos sido santo de la devoción de la UEFA. A día de hoy son al menos dos las finales de la Copa de Europa a las que se nos ha impedido acceder como merecíamos por los tejemanejes de los despachos. En ambas ocasiones, mire usted por donde, quien se benefició del daño infringido al Real Madrid fue el Barça. Su suerte en las finales que les regalo el máximo organismo del fútbol europeo fue dispar, pero eso es otra historia. En todo caso ayudó a cimentar la leyenda de Pep Guardiola.
El arbitraje de ayer fue harto extraño. Se diría que Rocchi decidió a principios de la segunda parte que estaba permitido hacer faltas a CR7. Y los defensas del City tomaron buena nota y no se privaron de cometer un penalti sobre el portugués, una falta que podría haber acarreado incluso tarjeta roja, así como diversos empujones cuando no había otra forma de parar al delantero. Ronaldo acabó lógicamente desesperado, aunque más angustiado que enfadado, porque tras fallar un gol cantado se dio cuenta que el árbitro quería impedir que tuviera una segunda oportunidad. Y hablo de una decisión consciente del árbitro porque en su labor hubo siempre un tufillo a instrucciones recibidas. Solo así puede entenderse que un tropezón de Arbeloa fuese convertido en penalti y expulsión, "Rafa, no me jodas". Y que se añadiesen 5 minutos de tiempo al encuentro en el descuento cuando apenas hubo interrupciones. Había verdaderas ganas de salvar al equipo inglés, eso no nos lo tiene que decir nadie, somos expertos en estas lides.
Dicho lo anterior y admitiendo que algo huele a podrido en Nyon, tampoco puede decirse que fuese ayer el arbitraje más descarado que hayamos sufrido en los últimos años, tal como el mismo Mou se encargara de aclarar en la rueda de prensa. Entre la Yihad, mis hermanos de fe, hubo verdadera indignación. Indignación que comparto en principio, aunque a mi todo esto ya me produce hasta pereza. La sensación de indefensión que experimentamos llevó a muchos a exigir acciones concretas Florentino Pérez, en lo que ya no estoy de acuerdo. No se lo que el señor Pérez puede hacer entre bastidores, en la tranquilidad de los despachos. Lo mismo es mucho o no es absolutamente nada. Pero ese tipo de acciones que se le demandan, de cara a la opinión pública para que nos podamos enterar todos, me parece que serían un error. No creo que deba hacerlas, siquiera que esté capacitado para realizarlas. Me imagino a Florentino ante un micrófono, sacando un papel del bolsillo y desplegándolo para leer lo en él escrito, como hace siempre que tiene un acto público, y no se me ocurre peor panorama. Convertiría lo informal, que ya hace muy bien Mou en sala de prensa con sus frases directas o sus insinuaciones, en algo casi institucional, ante lo que la UEFA casi estaría obligada a responder. Como si le faltaran ganas de "crujir" al Real Madrid a Platini y sus chicos. Pero esto es solo una opinión. Si no gusta a quienes leen ahora lo mismo podría tener otra diferente mañana.
La Unión - ¿Dónde estabais (en los malos tiempos)?
8.- ¿Dónde estabais en los malos tiempos? De resultas de lo expuesto en el punto anterior me surge esta pregunta. Que se la formulo a la prensa madrileña, A la Cruzada, a La Central Lechera y a los diarios sin adscripción alguna. Hoy las portadas son un clamor. Se recalca que ayer al Madrid se le robó con nocturnidad y alevosía. Y me parece que es la primera vez en la era Mou que tal hecho ocurre. Incluso en la segunda época de Florentino. Quizá tras el patinazo de San Martín le urja a la prensa mostrar al madridismo una cara más amable, más de colega,. Han tenido otros momentos mejores para hacerlo, les hemos necesitado mucho más en otras ocasiones, ante auténticas encerronas de la RFEF y la UEFA. No es que los tiempos ahora sean buenos, pero llueve menos. Las portadas de hoy de AS y Marca me parecen un insulto a nuestra inteligencia. Allá ellos. Allá quien se deje engañar. Conmigo no lo van a conseguir. Mi perdón se cotiza mucho más caro. Sobre todo no mediando arrepentimiento. Porque todos sabemos que no lo hay. Descienden las ventas y ante eso ni la línea editorial permanece impasible.
Pero, como escribí ayer mismo, cuando te pones a régimen no adelgazas de un día para otro. El cambio de actitud podrá ser más o menos sincero y con intención de que sea firme, pero va a ser difícil evitar que los más fanáticos de La Cruzada sigan campando a sus anchas. Ayer, durante la retransmisión de la COPE, Manolo Lama volvió a insultar a un madridista, nada menos que a Arbeloa en este caso. Le llamó tonto por el penalti a el Kun que, claro está, consideraba bien sancionado por el árbitro. Aunque la mona se vista de seda mona se queda y Lama es mucho orangután para que se pueda tapar con un traje de modisto de firma, por muy grande que sea. Nos dan igual las disculpas posteriores de la cadena de radio porque llueve sobre mojado y sabemos que había intención de herir. Arbeloa es persona non grata para La Cruzada. Sirva no obstante como consuelo la respuesta del agraviado, al que muchos consideramos el capitán oficioso del Madrid. Fue magnífica, plena de inteligencia y elegancia. Y altamente lexiva para la dignidad del periodista. Eso sí, sin que se le pueda reprochar absolutamente nada. Para tonto tú, Manolo Lama.
Tuit de @aarbeloa17 editado hacia la una de la madrugada de ayer
Audio de los goles del partido en la retransmisión de la COPE
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