martes, 2 de agosto de 2011

Cine y TV (34) / Contestación a los comentarios de @ainhop y @GirlFLebanon sobre Gattaca

Contestación a los comentarios de @ainhop y @GirlFLebanon sobre Gattaca

@ainhop

Gran análisis y, como siempre, excelente entrada (que me llevó leer la mitad del camino a la playa. Menos mal que la tenía en papel!!!!).

Se hace raro comentar algo otra vez de una película que has usado para un trabajo de la Universidad. Creo que llegué a comentártelo: en el año Erasmus teníamos una asignatura en la que nos dedicábamos a ver películas sobre el futuro, el impacto de las sociedades y la narrativa. Dirás que qué tiene que ver con el periodismo y supongo que no mucho, pero creo recordar que era una asignatura troncal de la gente que allí arriba (en Suecia) estudiaba comunicación, media y film studies.

Apasionante película que refleja una sociedad ¿que no existe? Le he visto ocho veces (claro, muchas para aquel trabajo) y me sé muchísimas partes de memoria. Y es la primera película que sólo he visto en inglés. Nunca nunca nunca he visto ni escuchado ni medio segundo de la versión doblada (no digo que sea mala, pero no quiero que pierda la magia).

Me encantó, me quedé con el mal cuerpo de los personajes a los que veo en otras partes y relaciono con esta historia (principalmente Elias Koteas, qué ignorancia y a la vez qué impotencia y qué todo!) y siempre me ha parecido una gran historia. He de reconocer que antes de esta película ni Ethan Hawke ni Uma Thurman me gustaban mucho, y que después sólo logré que me convenciesen ambos en un par de cositas más.

Vincent es un personaje fantástico que, como es inferior e imperfecto se rodea, sin saberlo, de gente que es todavía más imperfecta e inferior que él precisamente porque no son perfectos aunque debiesen: Eugene, Irene, el médico, su hermano, sus padres... Lo del médico es una puta genialidad, cuando gana la carrera es una maravilla, esa casa en la que se ve, se siente y se huele la sal de la playa es algo con lo que siempre soñaba un gran amigo mío...

Y me encanta ese final tan abierto que te obliga a sacar tus propias conclusiones: ¿es la humanidad lo que lo soluciona todo? ¿acaso la perfección no es lo más importante si no se tienen dos dedos de frente, hay una responsabilidad para con los demás y se tiene compasión y solidaridad? Siempre me ha parecido brillante. Y me encantaba todas las dudas que me planteaba, siempre, en cada revisión.

Hace quizá dos años que no veo la peli, quizá sea hora de verla otra vez.


Cierto, el personaje que interpreta Elias Koteas, el padre de Vincent, no sabes si compadecerlo u odiarlo. Está claro que es alguien superado por las circunstancias. Siente que su hijo es un ser fallido. Cuando es su único hijo lo ama sin ningún tipo de matizaciones. Cuando el genetista intenta venderles a él y su mujer "el paquete" de mejoras, duda de si será bueno para su actual hijo, aunque le tiene en cuenta. Pero cuando su segundo hijo le colma todas sus espectativas se olvida de su primogénito. Deja de contar para él. Parece cruel, y lo es, claro, pero a otra escala, creo que los padres hasta cierto punto piensan así. De niño tenía un defecto que mi padre no visualizaba. Mi madre sí. Mi padre no entendía los problemas que me generaba ese defecto. Imagino que pensaría que no justificaban ciertas actitudes, renuncias. Mi madre en cambio solo pensaba en términos de sufrimiento. Me veía mal y quería solucionarlo. Y le echaba la culpa a mi padre por no darle remedio. Lo cual incrementaba su incomodidad ante el asunto. En realidad no se equivocaba. Ningún handicap es excusa para no intentar alcanzar lo que deseas. Pero eso lo entiendes con los años. A veces cuando es demasiado tarde. Ojalá hubiera tenido el coraje de Vincent para afrontar esa tara que yo veía como tan terrible, tan decisiva para diseñar mi futuro, para moldear mis espectativas. Me deshice de ella con 22 años, pero mi conducta ya se había amoldado a esa circunstancia, como un muñón que tu cerebro visualiza como un miembro fantasma. Además, los complejos se reproducen. Cuando superas uno tiende a formarse uno que lo sustituye.

Esta película me toca más de cerca de lo que yo pensaba. Creo que su grandeza está en el aluvión de sugerencias, de temas que propone, a pesar de esa aparente frialdad. ¿Es lícito llevar la mejora genética hasta el extremo de tratar de fabricar hombres perfectos?¿A que llamamos perfección?¿Puede mejorarse la bondad de las personas alterando su ADN? En Formspring pregunté a aquellos que sigo que es lo que prefieren en los demás inteligencia o bondad. No es que tenga una respuesta que quiera cotejar con la opinión de los demás, es una pregunta que llevo años tratando de contestarme a mi mismo. No es que me canse de la inteligencia. A pesar de que haya quien desde un punto de vista cargado de cinismo discrepe, creo que en el mundo sobra inteligencia y hay un claro déficit de bondad.

Por otro lado, es una película agridulce. Vincent alcanza su meta gracias a su coraje. Esta cualidad le es necesaria para ganarle la partida a la vida. Pero ni mucho menos es suficiente. Hay mucha gente que le ayuda a lograr su objetivo. El médico, por supuesto. Sin él no hubiera durado ni un cuarto de hora en Gattaca. Por supuesto su amigo Eugene, que le encuentra un pasajero objetivo a su vida ayudando a Vincent. Se realiza a través de él. Su propio hermano, que acepta la derrota, aunque sea a regañadientes. De repente se encuentra de bruces con la verdad de que el inferior de los dos hermanos es él. Y aunque tiene un feo gesto al no ayudarlo a entrar en la nave, pienso que es solo una componenda del guión, un trueque, añadir algo que chirría a costa de una idea que va a mejorar sustancialmente la película. Porque el final, los minutos que preceden al último parlamento, son sublimes. Debajo de ese mundo gélido, geométrico y hermoso como los copos de nieve, late una intensa emoción humana que las reglas establecidas han barrido debajo de la alfombra. Mira, según digo esto caigo en la cuenta de algo. Todas esas escenas, que a veces parecen calcos unas de otras, de operarios aspirando pelos y piel de personas, no es sino una muestra de la tarea titánica que supone borrar la humanidad de una sociedad. La policía, las autoridades de Gattaca, dedican más tiempo a eliminar las evidencias de que el edificio ha sido habitado por personas durante el día que a hacer averiguaciones o a dirigir el complejo. Deshumanizar a las personas es una tarea esclava y de todos los días, en la que no se puede cesar en los esfuerzos porque los sentimientos acabarían por abrirse camino.

En manos de Dios o en manos de los hombres, ¿donde estaremos más seguros, más a salvo, más felices? Por más que lo medito no logro encontrar una respuesta concluyente. Y menos viendo la película, en la que la solidaridad permanece agazapada. Ese plano final en el que vemos tres rostros de belleza casi sublime, que dan paso a un primer plano de Vincent es un prodigio, como una nueva variante del "Patito feo". Al final logra expresar su propia belleza. Lejos. Aunque en el que ya reconoce como su hogar queda gente que va a añorarle.

@GirlFLebanon

Me ha encantado...


No soy capaz de hacer un análisis tan profundo como tu, se me agolpan los pensamientos, y no se convierten en palabras, pero lo que me ha provocado es miedo...miedo a esa busqueda de la perfección hacia la que tendemos, la selección genética como cura de enfermedades es una bendición, pero como se plantea en esta película es...abominable...no quiero ser como los demás, a pesar de todo, no quiero, quiero mis imperfecciones, y mis limitaciones...aunque admiro el tesón, y la fuerza de voluntad de Vincent...su determinación para luchar por lo que quiere...eso si que lo envidio...


Una escenografía genial, una banda sonora genial, y unos buenos actores...gran recomendación...tendré que seguir fiandome de tu gusto :)


Bss!!

En cierto modo esa tendencia a marginar la gente imperfecta ya se está notando, aunque los recursos de los que se echen mano para mejorar a las personas sean rudimentarios. Me refiero a la cirugía estética y otros tratamientos de belleza. Los cuerpos imperfectos cada vez ocasionan más problemas psicológicos a quienes los tienen. Hay algo que me tiene impresionado al respecto. Casi todas las mujeres que he conocido en profundidad tenían desórdenes relacionados con la comida, más o menos acusados. Tengo la sensación de que es un problema más acusado de lo que se dice. Cierta persona me confesó tras años de tratarla que la práctica del vómito forzado era algo habitual en ella. El caso es que tiene un estómago débil, no se si por esa causa, pero comer demasiado o demorarse en hacerlo cuando tiene hambre le provoca desordenes que al final pueden traducirse en vómitos espontáneos. Me parece que tras todo esto hay mucho sufrimiento. Algún día la mejora genética será posible y no creo que cuando lo sea nadie pueda ponerle freno. Algunos países legislarán favoreciéndola. Y sino serán los particulares. Llegaremos a lo que se cuenta en la película, aunque no se, supongo que no, con las consecuencias que en ella se describen. es de suponer también que en el mundo que nos describen lo lógico es que los "Hijos de Dios" tendieran a desaparecer. Pero, aunque solo se insinúa, la necesidad de mano de obra para tareas que requieren poca cualificación, ha procurado la existencia de personas inferiores. De esclavos en definitiva. Los de hoy en día se encuentran en el grupo de los inmigrantes.

Me gustaría que comentases cualquier cosa que se te ocurra sobre los temas tratados en cualquier post, siempre que te apetezca, al margen de lo qué haya escrito yo o en que modo. Es que sino a lo mejor jamás podremos tener una conversación ni fuera ni dentro del blog. Y si lo que te digo te parece desacertado, pedante o excesivo no te cortes. (Ya te lo haré pagar de algún modo, pero vamos a fingir que acepto de buen grado las críticas o las mofas. No obstante, los besos te los devuelvo).

@ainhop

No sé si yo tengo tan claro que uno o es inteligente o es bondadoso. Quiero decir, que si tienes inteligencia inmediatamente posees esa capacidad para saber cuándo debes romper una lanza en favor de alguien, ponerte en su lugar, ayudarle sin que lo pida... Quizá es más de la educación católica que me dieron en el colegio (que sí, que eran monjas y tal y cual. Pero yo, desde la distancia, sólo saqué cosas buenas de aquel colegio).

Esta película siempre me llamó la atención pero nunca me sentí demasiado identificada con esta superación que debe acometer Vincent y todo eso que tú cuentas. Lástima que tuviese que ser así también en tu caso, pero me alegro de que ya haga mucho tiempo que se quedó atrás. En nuestra casa, cómo sólo contábamos con una que hacía el papel de dos, todo eran apoyos, hasta si hubiésemos querido ir a la luna. Curioso.

Lo que me cuentas de desumanizar (siempre he querido uno de esos chismes para el teclado de mi ordenador, especialmente porque en todos mis trabajos tenía que sentarme en sitios que no eran los míos hasta poder conseguir el que me correspondía por derecho. Ahora en este último todavía sigo en danza, pero agosto es mes vacacional) es cierto, pero yo lo entiendo. Si eliminas sentimientos y te dedicas a un objetivo racional, todo es más fácil. Y tú eres mejor.

Creo que siempre he entendido muy bien a la gente de Gattaca. No sé si siempre más que a Vincent, que lucha desde su imperfección. Pero sé que ha habido veces, igual demasiadas, en las que yo preferiría parecerme a ellos, meros robots seleccionados, antes que al humano Vincent.


Es curioso que, según dicen, que el cerebro de los predadores se desarrollo más que el de sus presas para poder manejar la información visual, auditiva, etc., durante la caza, y me imagino que también por lógica, para poder atrapar a la comida. Si el filete que te quieres comer es más listo que tu va a ser difícil que lo puedas capturar para que pase por la sartén. Y no creo que lo vaya a hacer por voluntad propia tras convencerle en un intercambio de opiniones. Con eso quiero decir que tal vez si que haya una relación inversamente proporcional entre la inteligencia de las personas y su bondad con nuestros semejantes. Aunque en otros aspectos puede que la potencie. Cuanto más inteligente más útil eres para los demás, con mayor facilidad podrás ver sus problemas y acertar con sus posibles soluciones. Pero lo cierto es que la gente menos inteligente por lo general es más bondadosa, y quienes sobresalen en este apartado suelen emplear sus dotes en mejorar su situación personal, en pertrecharse y armarse mejor en la competencia diaria con los demás.

respecto a la Educación Católica suelo decir algo que últimamente escandaliza a mucha gente. Las probabilidades de que una persona sea buena aumentan si pertenece a la Iglesia. Yo lo tengo clarísimo, por más que me lo rebatan indignados la mayoría de quienes me lo escuchan decir. No se en otras épocas, pero en la actual hay pocos alicientes para ser miembro de la Iglesia salvo el de que aumenten las posibilidades de ayudar a los demás, material o espiritualmente. Porque hay que entender que la prédica de sus creencias ellos lo consideran un acto bueno y necesario. Si la Iglesia se opone a cualquier manipulación genética es para evitar escenarios parecidos al que se describe en la película. No digo que sea una postura acertada. En otros ámbitos de la Ciencia su postura es caprichosa o infantil. Por ejemplo, en lo que se refiere a la Cosmología.

Respecto a quienes son preferibles, con que sector de esa sociedad uno de puede o debe identificar más, hay que reconocer que el argumento es quizá sea un poco tramposo. Vemos pocos gestos humanos en las personas mejoradas. Suelen ser frías y diría que poco imaginativas. El detective de más edad, que creo que es un "Hijo de Dios", aunque no se dice nada al respecto, parece estar a años luz en cuanto a iniciativa y capacidad de elaborar planes que su superior, el hermano de Vincent. hay un cierto hastío en áquel al verse sometido a la tutela del muchacho al que lleva muchos años y que no parece hacer nada especialmente de provecho para que la investigación que tienen entre manos avance.

Los dos únicos personajes que parecen tener sentimientos entre los mejorados que conocemos son Irene (Umma Thurman) y Jerome (Jud Law). La primera sufre al sentirse inferior entre los superiores. El segundo vive atormentado por saberse una persona sin coraje, justo lo que le sobra a Vincent. No se si es algo premeditado cuando se escribió el guión o mera casualidad, pero el caso es que estoy muy de acuerdo con lo que parece entreverse de todo esto. Creo que el sufrimiento mejora a las personas y las vuelve más empáticas, más capaces de conectar con el sufrimiento ajeno, para entenderlo y compartirlo. Quien ha sufrido  a manos de los demás puede tomar dos posibles caminos, infringir un daño similar en las personas que le rodean, como venganza con el mundo y quienes le hicieron sufrir, o desarrollar una hipersensibilidad hacia ese tipo de comportamientos. Asimismo, quienes sufren por ser conscientes de sus taras físicas suelen ser gente con la humanidad más a flor de piel, puesta en marcha, por así decir. Es algo que también tengo muy claro, aunque en este caso no tengo muy claro la opinión de los demás. En la película hay en cierto modo un ejemplo de esto. Es tras la segunda derrota en la carrera ante su hermano cuando Anton parece desarrollar ciertos rasgos de humanidad, aunque tibios, que descongelan su personalidad. Sentirse inferior ante su hermano es una humillación que le hace progresar como persona. esta idea es solo un esbozo en la película. y puede que sea más producto de mi imaginación que de la de Andrew Niccol.

1 comentario:

  1. No sé si yo tengo tan claro que uno o es inteligente o es bondadoso. Quiero decir, que si tienes inteligencia inmediatamente posees esa capacidad para saber cuándo debes romper una lanza en favor de alguien, ponerte en su lugar, ayudarle sin que lo pida... Quizá es más de la educación católica que me dieron en el colegio (que sí, que eran monjas y tal y cual. Pero yo, desde la distancia, sólo saqué cosas buenas de aquel colegio).

    Esta película siempre me llamó la atención pero nunca me sentí demasiado identificada con esta superación que debe acometer Vincent y todo eso que tú cuentas. Lástima que tuviese que ser así también en tu caso, pero me alegro de que ya haga mucho tiempo que se quedó atrás. En nuestra casa, cómo sólo contábamos con una que hacía el papel de dos, todo eran apoyos, hasta si hubiésemos querido ir a la luna. Curioso.

    Lo que me cuentas de desumanizar (siempre he querido uno de esos chismes para el teclado de mi ordenador, especialmente porque en todos mis trabajos tenía que sentarme en sitios que no eran los míos hasta poder conseguir el que me correspondía por derecho. Ahora en este último todavía sigo en danza, pero agosto es mes vacacional) es cierto, pero yo lo entiendo. Si eliminas sentimientos y te dedicas a un objetivo racional, todo es más fácil. Y tú eres mejor.

    Creo que siempre he entendido muy bien a la gente de Gattaca. No sé si siempre más que a Vincent, que lucha desde su imperfección. Pero sé que ha habido veces, igual demasiadas, en las que yo preferiría parecerme a ellos, meros robots seleccionados, antes que al humano Vincent.

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