jueves, 7 de marzo de 2019

El Fútbol y sus aledaños (207) - Aquí mi fusil, aquí mi pistola



El fin de un ciclo llamado Cristiano Ronaldo
Alfredo Relaño /Diario AS / 7 de marzo de 2019

Tras el 1-4 ante el Ajax, primera caída del Madrid en la Champions tras 1.011 días como campeón, corrió una sentencia bien traída: fin de ciclo. El fin de un equipo que ganó tres Champions seguidas, cuatro en cinco años, algo sólo superado por el propio Madrid, en los lejanos años de Di Stéfano, que lideró cinco títulos consecutivos. Sí, se acaba el ciclo. Pero para mí se acabó, así lo presentí, cuando Florentino prescindió de Cristiano en su deseo de ahorrar para el tuneado del Bernabéu, su capricho otoñal, y desde su ilusa convicción de que 'sus' Benzema y Bale valdrían para hacer lo que hizo Cristiano Ronaldo, al que nunca sintió. Se lo encontró ya fichado por la directiva anterior.

Hoy presentamos un informe de cómo el Madrid ha sido el club número diecisiete en inversión en plantilla en estos años. Muy lejos del Barça y del Atlético, pero también de muchos otros. Ha comprado, pero ha vendido, entre otros, a Cristiano, y por un precio menor, a cambio de ahorrarse su sueldo. Y lo que ha comprado no le está sirviendo. El último fichaje lustroso de Florentino, otrora un Rey Midas que lo mismo traía a Figo que a Zidane que a Ronaldo o a Beckham, fue James. Ahora trae jugadores de tipo medio, como Vallejo, Theo, Ceballos, Odriozola, Mariano, de ida y vuelta, Brahim, o algunos más prometedores, como Isco, Asensio y Vinicius. Anteayer sólo fue titular éste. Varios estuvieron en la grada.

También fue titular Courtois, que va por otro renglón, el de la inexplicada desconfianza de Florentino hacia Keylor. No fue De Gea, por el fax, no fue Kepa, por Zidane, al final fue Courtois. En fin, esto ha sido la demolición de un doble buen equipo de hace dos años, cuando la 'Unidad B', ¿recuerdan? goleaba por toda España. Desde ese cenit ha habido un proceso de estropicio cuyo principal hito fue largar a Cristiano sin reparación ni aproximada. Lo importante es hacer del Bernabéu una especie de arca de Noé futurista, en la que un día puedan huir de este planeta acosado por el cambio climático los aporófobos del palco de Florentino, con sus mayordomos y allegados, que hay muchos.



Uno da tiros, la otra consuela

La portada de hoy de AS me ha hecho rejuvenecer 5 años, me ha hecho recordar los tiempos en que yo también protegía el muro, cuando escribir sobre el Madrid tenía un propósito. La columna de Relaño me ha transportado directamente a las junglas de Nam, cuando todo lo que teníamos era lo que compartíamos con el camarada en la trinchera, cuando cada madrugada cavábamos para construir una línea de defensa con la que contener los ataques matutinos de las primeras ediciones de los periódicos. Puede que sea el estrés post-traumático, pero desde entonces solo me he sentido seguro cuando he notado el tacto de mi cetme en las manos. “Aquí mi fúsil, aquí mi pistola”, bramaba el sargento de instrucción de “Full metal Jacket”, y ya sabéis como se remataba la coplilla. Ah, entonces éramos la Yihad madridista y bajábamos de las colinas para proteger al club de la cruzada antimadridista, salíamos de la selva, como toda guerrilla que se precie para hostigar a la autoridad en los poblados y asaltar convoys de suministros. Pero luego los primaveros nos explicaron que era mucho más noble, y también políticamente más correcto, apodarse como aquellos esclavistas, machistas, militaristas y genocidas del Peloponeso, como postulaba Arbeloa desde su Twitter, y la cosa dejó de tener gracias, incluso de tener sentido.

Todo pajas mentales, lo reconozco. Pero el titular del diario deportivo de Prisa me ha retrotraído a tiempos más apremiantes, pero también más felices. Le ha hecho perder arrugas a mi pensamiento. Me he visto como D'Artagnan en “20 años después”, con los años encima pero las inquietudes y el compromiso intactos. Aun te queda brío en el brazo, me he dicho, para manejar con destreza y firmeza el florete. Que tenga cuidadito conmigo en Conde de Rochefort y la guardia del cardenal, que hoy me bato junto a los Carmelitas Descalzos con quien sea menester por defender la honra madridista, con extraños o con propios, no hago remilgos. Aporófobos, dices, Relaño, pensando que ningún analfabeto de los que te lee va a entenderte. ¡Cómo si no existiera Wikipedia! Esas tretas cuando solo existían los carruajes de caballos para viajar y había que cagar en un escusado situado fuera de casa. Salvo si eras rey y podías hacerlo en palacio, es decir, en la tercera de tu periódico. ¡Esa lengua viperina, Relaño! Dan ganas de pedirte que te descubras el inicio de la espalda para ver si llevas el tattoo de la flor de Lys, como Milady de Winter. Qué hermosa, pero que venenosa es tu prosa. Tantas ganas tengo de darle uso a las escalinatas de los Carmelitas Descalzos para practicar la esgrima que hasta me atrevo a cruzar aceros con una dama. No hay cuidado, ¿acaso no es el son los tiempos? ¡Paridad también en los duelos, pardiez!

Lo primero que sorprende es que Relaño lleve la cuenta exacta de los días que lleva siendo el Madrid campeón de Europa, 1012 mientras escribo esto. O quizá no. Debe doler cuando eres anti. Como las almorronas. Sobre todo cuando defecas en la hoja de periódico. Creo que el procedimiento es justo el contrario, pero cada maestrillo con su librillo. Debe ser difícil de sobrellevar, hacerte sentir como un galeote en su jaula que va marcando palotes en una pared con un guijarro con punta para saber cuántos días de suplicio lleva y cuantos le quedan de en el penal. Peor, porque la de que el Madrid campeonara era una condena permanente revisable hasta hace apenas dos días. Qué alivio para los pobres de espíritu que Ajax lave más blanco que ningún otro detergente. Todas las manchas del payaso Micolor han sido borradas sin que se estropee el estampado y con un simple prelavado con agua fría. Un cubo entero, en mi caso, aunque reconozco que ya me barruntaba el drama que estaba por llegar desde mucho antes de que los tenderetes de pancartas, bufandas y chuches se instalaran en los aledaños del Bernie. El caso es que el bufón de Prisa, el que más gracia tiene al menos, eso hay que reconocérselo, vuelve a lucir impoluto el traje de cuadros y la flor surtidora en el ojal para quien se atreva a arrimarse para olerla. Cuanto candor y cuanta jovialidad en estas mañanas de lluvias y nubes con la panza oscura que a otros se nos están atragantando tanto. La risa va por barrios, y en la ratonera de Prisa están de guateque ahora que el gatazo de la Champions no está en casa. Por si hay a quien le de pereza trastear en Google, lo aclaro ya: Aaporófobo es aquel que tiene fobia a los pobres. Si la palabreja la incluyes en un artículo en el que se habla de “tunear el Barnabéu” y también de palcos y de dineros para fichajes, lo que tenemos es plutofobia manifiesta, esto es, fobia a los ricos, tan clara en los síntomas que ni a House necesitamos para diagnosticarla. No, no es Lupus, ni algo autoinmune. Es plutofobia de pega, porque ni el Madrid fue nunca el equipo de los ricos, aunque la sala de trofeos parezca Tiffany’s en la Quinta Avenida, ni en Prisa se han saltado una comida desde que Polanco fundó la empresa. No hay más que ver la barriga de Relaño para comprobarlo.

Lo he explicado mil veces (perdonadme la frase manida, pero me mola fingir a que soy columnista de éxito) pero, por lo visto, no estará de más que lo haga otra vez: El Madrid de las 6 copas de Europa, (en blanco y negro, lo que quieras, pero el color plata luce genial con la gama de los grises) se cimenta sobre una idea feliz de don Santiago: Llevar al fútbol a gente dispuesta a verlo de pie. Si el Madrid comenzó a ganar ligas y orejonas fue por lo mismo que La India tiene un programa espacial, porque en la largueza de los números también hay poderío y riqueza. Hasta 130 mil espectadores llegaban a juntarse las tardes de domingo en el templo. Quizá 150 mil los días grandes cuando aún no funcionaban los tornos y era fácil colarse. No sé de ricos que prefieran estar de pie a cómodamente sentados en butacas. Cuando mi padre empezó a llevarme al fútbol las gradas preferentes eran unos poyetes de cemento cuya severidad paliaban, aunque solo muy parcialment,e unas almohadillas, que más perecían hechas para descalabrar árbitros desafectos con la causa que para mullir nalgas. No, a ver, los ricos siempre habían sido los de la otra orilla del Manzanares, ¿me explico? O los que tenían tratos con el caudillo. A Franco le molaban mucho más los usuarios del Tibidabo y avanzar en Diagonal, y también el Atleti, que por algo era un club surgido del seno del ejército. ¿Qué pasó cuando prohibieron las localidades de a pie los aporófobos antimadridistas? Que el Bernie perdió más de la mitad de su aforo, que hubo que fichar a Lamela para improvisar un parche en forma de grada supletoria. Los tópicos, cuando además son falsos, señor Relaño, son doblemente aburridos. Si además se usan con malicia suponen un insulto a la inteligencia por partida triple. Ahora resulta que gastar en fichar era bueno, que ahorrar a la hora de confeccionar la plantilla invirtiendo en I+D+I, algo que asegura prosperidad en el futuro, es algo pecaminoso. Y lo dice alguien que fue plutófobo de conveniencia mientras CR7 estaba en tránsito de venir a los predios de Cocha Espina. A otro perro con ese hueso, mister Relaño, you are lost un traslation in this cueston, ¿You know?

¿Qué Isco, Asensio y Viniscius son prometedores? Pero que ternura da el payaso Micolor. Dele usted tiempo al tiempo, ahora que ha salido al fin del trullo. Lo que yo le diga: La columna vertebral de la selección española y la brasileña si le sumamos al trío Rodrygo y logramos el póker en la mano de cartas. No le digo yo ya si también se vienen M’bappé y Hazard. Acaba usted en el corredor de la muerte de algún penal tejano. No, quite usted, mejor que Floper invierta solo en tunear el Bernie, para que nos quede cuco y hasta los del fondo sur coman canapés en los descansos, para que podamos viajar en la nave espacial a algún planeta donde los aporófobos no se disfracen de plutófobos para disimular la envidia canina por lo que el vecino se gana con el sudor de su frente. Menos mal que solo rompe usted el diccionario buscando palabros con estas columnas matutinas, y que solo han sido 5 años de mala suerte, además con un intermedio para tomar aire nada más empezar el trecho de buceo. Porque si se le ocurre a usted romper un espejo, si las matemáticas no me engañan, que yo también se contar, nos plantamos en la vigésima sin anestesia ni nada. Cuidado con como cierra usted el armarito del cuarto de baño. Mida la fuerza. Tampoco le haga muecas cuando marque Bale, que lo mismo se asusta con su rabia y se nos hace añicos. Para mí que lo de mejorar el estadio, lo cual no es la primera vez que se hace en el Florentinato, es otra idea feliz, pero ya habrá tiempo de comprobarlo. Con Valdebebas, la D y la segunda I del I+D+I, a pleno rendimiento, toca acometer de una vez por todas el asunto de lograr una sede potente para el fútbol, que además permita diversificar ingresos. Son cosas nuestras de los pobres, que miramos la pela por la cruz y la cara sin ser capaces de apartar la mirada.

En fin, que casi se le agradezco esas líneas tan cariñosas a todos los madridistas en su periódico, la portada molona con la yaya Carmena y hasta el informe financiero, porque siempre es una garantía que la auditoria nos la haga el AS. Me estaba enmoheciendo esto de no calentar garita en el muro. Sin el uniforme de camuflaje no era nada. Llegan las hordas tártaras a este desierto de Buzzati que es un Madrid sin objeticos y es pecado no volver a patrullar en la raya. Hasta las pajas en el catre las echaba de menos, mire lo que le digo. Otro día hablamos de Keylor y de CR7, si le parece, que ya tiene gracias que ahora sea usted el abogado de la defensa de uno y otro. Pero “Cosas veredes, amigo sancho, que farán fablar las piedras”, como al As exigiendo fichajes caros y al grupo PRISA criticando las inversiones en infraestructuras. A esta modesta piedra le ha bastado y le sobrado para un escrito con tiros y con consuelo.


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