viernes, 8 de marzo de 2013

El Fútbol y sus aledaños (115) - Rebajas en la semana fantástica


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Dos triunfos de Mourinho
Diego Torres
El País - Madrid - 06/03/2013

Las decisivas actuaciones de Modric y Diego López en el encuentro de Old Trafford fortalecen el discurso del mánager portugués ante el presidente, Florentino Pérez.

El accidentado triunfo del Madrid en Manchester, encauzado por la expulsión de Nani en el minuto 56 del partido, no solo colocó al Madrid al otro lado del aro de fuego del calendario que tanto temía su directiva. Además de situar al equipo en la final de Copa y en los cuartos de la Champions, los resultados brindaron al mánager, José Mourinho, un atajo para argumentar la solidez de dos de sus más fervientes reclamos al presidente Florentino Pérez: el relevo de Iker Casillas en la portería y el fichaje de Luka Modric el pasado verano.

La actuación de Diego López resultó decisiva. El portero desbarató seis ocasiones nítidas definidas por el equipo inglés dentro del área: dos tiros de Welbeck, dos remates de Van Persie, uno de Carrick en el área pequeña, y un cabezazo de Vidic a tres metros de la raya de gol. El Madrid no gozó en los 180 minutos de eliminatoria, ni siquiera con un hombre más, de tantas ocasiones tan francas para marcar. El 1-2 de Cristiano fue la más clara junto a un disparo de Kaká al poste. Higuaín, Khedira y el propio Cristiano dispusieron de otras tres oportunidades que paró De Gea. Si finalmente el Madrid se hizo con el pase fue, entre otros motivos, por el acierto de su portero, valiente en los momentos críticos, despierto bajo palos, y atento a los rebotes.

Diego López no era la opción preferida de Mourinho en el mercado invernal pero dio su conformidad cuando el club le propuso su contratación. Old Trafford supuso la validación definitiva del fichaje y proporcionó al mánager una palanca poderosa para insistir sobre una idea que le obsesiona desde hace un año: hay que degradar a Casillas en el escalafón, si es que la política social desaconseja su venta. Florentino Pérez ha escuchado esta petición con cautela pero sin disgusto. Al presidente le preocupa la impopularidad de la medida pero al mismo tiempo advierte una oportunidad. En el club todos saben que Casillas nunca le convenció: le observó con suspicacia desde que asumió la presidencia en 2000. Si el Madrid gana la presente edición de la Champions con Diego López, la larga espera de Pérez podría fructificar. Con la Copa de Europa por delante, y siempre que el programa de las elecciones presidenciales del verano no complique los planes, Mourinho tendrá carta blanca para hacer lo que quiera con los porteros.

En el caso de Modric, el presidente y el mánager han encontrado menos puntos de coincidencia. Pérez consideró desproporcionado el pago de 40 millones de euros al Tottenham por un jugador que ni parece mejor que Kaká ni ha sido titular, y que disfruta de una de las nóminas más elevadas de la plantilla. Gana cerca de cinco millones de euros: solo Kaká, Cristiano y Casillas cobran más. Al menos hasta ayer, parecía demasiado para un recurso de banquillo y en el club había una corriente que consideraba su venta antes de julio, para evitar que se devaluase. El gol de Modric en Old Trafford puede cambiar esta perspectiva. Fue un magnífico derechazo desde 30 metros que empató la eliminatoria y contribuyó al desconcierto fatal del Manchester.

Mourinho decidió sacar a Modric apenas consumada la expulsión de Nani. “Hice entrar a Modric para que jugara junto a Kaká y ellos no consiguieron aguantar con un jugador menos. Durante diez minutos tuvieron dudas”, recordó el técnico. Fueron los diez minutos decisivos. Los diez minutos del gol de Modric y del tanto definitivo de Cristiano.

Cuando lo que restaba de temporada estaba a punto de convertirse en un largo desierto para Mourinho, los futbolistas y Florentino Pérez, esos diez minutos le dieron a los próximos meses la apariencia de un valle de brotes verdes. Por primera vez en tres años de Champions, tras perder en Dortmund y en Múnich, y empatar en Barcelona, Milán y el campo del Manchester City, el Madrid de Mourinho derrotó como visitante a uno de los actuales grandes de Europa.

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Mou se postuló para ir al United
Guillem Balagué
Diario AS - Madrid - 07/03/2013

Extrañó a todos su benevolencia con el United: "Ha perdido el mejor". Se plantea un debate: ¿Elegante en la victoria o nuevo flirteo con una audiencia que le adora?.

Mientras la reacción de los comentaristas de televisión británicos se centraba en la expulsión de Nani (tres invitados, Gareth Southgate, Roy Keane y Lee Dixon, y tres opiniones: sí era, no era y hombre, parece que sí pero podría haber sido que no) y en la justicia o no de la clasificación del Madrid, llegaron las imágenes de la brevísima entrevista que Mourinho concedió al canal tras acabar el partido. El portugués tenía claro su mensaje, que luego repitió en conferencia de prensa: "Ha perdido el mejor". De repente, la agenda periodística cambió tras el golpe de efecto. ¿Elegante en la victoria o nuevo flirteo con una audiencia que le adora? "Intenta ser humilde y no le pega", fue la reacción de Roy Keane.

Ayer por la mañana los diarios ingleses se llenaron de acusaciones de robo, pero por supuesto no pasaron por alto las palabras de Mourinho, ni tampoco los gestos hacia Sir Alex Ferguson (¿Le dijo que la expulsión no era justa cuando se le acercó en el área técnica?), ni sus comentarios sobre el estado emocional de Cristiano, afectado por los constantes elogios y cortesías procedentes de Inglaterra (y que quien conoce bien a Ferguson sabe que no son para nada inocentes: consiguió que el jugador, quizá el que más en forma está, fuera una versión menor de sí mismo).

Ferguson pudo reducir las prestaciones de Cristiano, y Mourinho, recordar a la afición del United que el Madrid dejó Old Trafford como injusto ganador: eso no se olvidará nunca. El poder de las palabras. A partir de ahí, se inician las especulaciones. Ferguson repite que, mientras el cuerpo aguante, seguirá al frente del United, así que si el destino próximo de Mourinho es el PSG o el Chelsea, dejó buenos amigos en Old Trafford para el futuro. Se sabe del deseo del portugués de reemplazar a Ferguson algún día.

Jeremy Wilson (Daily Telegraph) escribió que su "diplomacia indica claramente su deseo de que el United sea su próximo trabajo". Con el Oporto, un joven Mourinho celebró el gol que clasificaba a su equipo corriendo la banda de Old Trafford y tirándose al suelo. Ayer, se mostró tímido durante los noventa minutos, casi recogido mientras abandonaba el estadio. Tom Newton Dunn (jefe de la sección de política del Sun) describió su extraño comportamiento de este modo: "¿Hemos visto la mayor petición pública de un puesto de trabajo o qué?".

Alex Ferguson habla habitualmente con los tres principales candidatos a reemplazarle. David Moyes, Pep Guardiola y José Mourinho han conversado en los últimos meses con Ferguson en privado, aunque no especialmente de su cargo. La prensa inglesa consideró como "audición" la presencia de Mourinho en el legendario campo inglés y como tal fue juzgada por muchos. Sus palabras al final del partido "añadieron petróleo al fuego, y darán rienda suelta a los que piensan que será el hombre que sustituya a Ferguson", se lee en el Daily Mail. Mark Alford, en el mismo diario, va más allá: "¿Dónde estaba el verdadero José? Su modestia no encaja con él y su falta de entusiasmo por la victoria y sus travesuras en Old Trafford hicieron que se me revolviera el estómago". En Inglaterra lo quieren todo: el viejo José, el nuevo José, su regreso. Lo que sea mientras vuelva a su casa adoptiva.


Mourinho rompió en pseudomadridista
Alfredo Relaño
Diario AS - Madrid - 07/03/2013

Me gustó la conferencia de prensa de Mourinho, lo digo de verdad. Habló de fútbol, fue cortés con el vencido, reconoció que un error arbitral cambió el ritmo del partido, incluso la forma en que lo relacionó con lo de Pepe y Alves me pareció ajustada. Y dio mérito al portero propio, lo que no deja de ser por parte de un entrenador la confesión de que algo ha ido mal y ha tenido que remediarlo el hombre de los guantes. Se expresó como un ser civilizado, deportivo, ecuánime. Como un hombre de fútbol sereno, consciente de que a veces se gana y a veces se pierde, de que el éxito y el fracaso son dos impostores.

En fin, que ha mutado en pseudomadridista. Ser pseudomadridista, o así lo entendí yo cuando él mismo acuñó el término, sería no defender al Madrid hasta la última gota de la sinrazón, hasta el último improperio, hasta el dedo en el ojo del rival ganador. Esa tibieza se le hacía insoportable, ese era el discurso con el que inflamó a la parte más radical del madridismo ('tu dedo señala nuestro camino'), coaligada en una 'yihad' tuitera en la que se lanzan consignas stalinistas, donde circula otro neologismo para el caso: piperos. Piperos son los que van al fútbol a distraerse y comer pipas, no a vociferar.

Bueno, pues Mou, hizo 'strip tease' y se nos exhibió en desnudez pseudomadridista. ¿Influencia benéfica del frío aire de la isla que inventó el fútbol, y que tan grata le resulta? ¿O interés mal disimulado en quedar bien allí donde desea que le contraten? Algo hubo de excesivamente empalagoso en el consuelo a Nani, en la complicidad con Ferguson, en el teatral paseo con aire compungido por la banda hasta el túnel, antes del final del partido. En fin, veremos si persevera en su nueva actitud o si todo queda en un gesto oportunista, en un mensaje poco sutil de 'mi casa es esta, en el Madrid estoy de paso'.

Rebajas en la semana fantástica
(Artículo escrito con la colaboración de @DiosaMaracana)
(Artículo editado originalmente en el Blog: El Minuto 7)

Todo es aparente felicidad. "¿Qué remedio?", pensarán seguramente los responsables del Grupo PRISA, "Tampoco vamos a vender el gol de Modric como un churro". Y ganas no faltarán. Pero es demasiada empresa, incluso para Diego Torres, que con tantas, algunas ciertamente arriesgadas para el intelecto del lector, se ha atrevido. Así, el reportero de AS, Álvaro de la Rosa, nos informa en un artículo que está bastante arriba de la pantalla en la portada de la versión digital del diario AS, que el Real Madrid vuelve a ser el favorito en las casas de apuestas, que es casi como decir que de los dioses también. Que, mucho escandalizarse de que Las Vegas Sands Corporation vaya a traer sus asuntos en Madrid, que si juego, mire usted, que si pilinguis, pero qué pocos ascos se le hacen a las apuestas por Internet en la prensa deportiva. Porque traen dinerito fresco a la industria de la noticia -de manufacturarla más que de buscarla en la realidad diaria-, se conoce. Y cuando toca hacer un estudio científico de los preferidos de la fortuna, se hace un barrido por las casas de apuestas, se les toma la temperatura, se nos informa de por dónde respiran y, así, de paso, se las publicita. Imagino que cuando venga Adelson se le preguntará el primero. ¿No? Los del Grupo PRISA no creo, que están por la defensa del decoro, la decencia y la familia, cuando el peligro les llega por el flanco del PP.

El caso es que vuelve a ser un Real Madrid Imperator, marcando las reglas, las preferencias. Es curioso, lo refleja el reportero en su crónica, que "La única casa de apuestas que no da como único favorito al Madrid es Bwin. Para ellos, los madridistas comparten liderato con el Bayern". Bwin, precisamente la que paga por publicitarse en las camisetas del equipo merengue, aunque en Old Trafford fuera más bien el equipo verde Rochefort, otro tipo de postre. ¿Estarán enemistados también los directivos de la casa de apuestas con Mourinho? Todo es posible. Como bien señala de la Rosa "Las apuestas no son garantía de resultados, pero sí una buena para vara para medir sensaciones". Y las que quiere dar el diario deportivo madrileño tratan de ser excelentes para el madridismo. Al fin un oasis ante tanto desierto esta temporada, con frescas fuentes en las que saciar la sed de alegrías el lector madridista de AS. Aunque ya veremos es este artículo cómo el grupo corporativo no puede evitar dejarse llevar por la pulsión de tratar de emponzoñar esas fuentes. Porque se trata más bien de eso, de un imperativo categórico sumido en lo más profundo de su subconsciente, que le impide esbozar la sonrisa completa.

El diario de la competencia, Marca, por su parte, despliega en su portada de hoy toda la ambrosia de la que es capaz. Más de un  lector, imagino que casi todos de los llamados por la prensa “yihadistas”, se habrán sonreído al leer en los titulares que la excelencia del juego madridista en la guarida del Manchester United se debió a que practicó el tiqui-taca. Media hora de juego eléctrico y toque de balón. El Real Madrid rozó el sobresaliente durante ese rato en la medida que hizo recordar a Segurola y sus becarios a ese gran Barça, único equipo capaz de acallar la añoranza por la mejor cara del "Bielsismo", cuando éste no luce por culpa del pesetero de Llorente. No hay peros en el elogio, como sí ocurría en el caso del tema de las apuestas. Es un "Lo tomas o lo dejas", sin dobleces. "Nos avenimos a elogiar al Madrid, siempre y cuando te avengas tú a que su mejora se debe a que imita al Barcelona, y a su discípula La Roja". Vale, no es poco con lo que ha arreciado estos tres años, sobre todo este último. Pero no es oro todo lo que reluce.

Menos que un pescado fuera de la nevera dura la alegría del lector madridista, en especial si es Mourinhista, cuando ojea el AS (sobre todo sus titulares). Yo me cociné unas truchas en escabeche el martes y sé que todo lo más habrá que consumirlas antes de que empiece el "finde". Han pasado sólo dos días de la clasificación a cuartos y ya llegan las rebajas a la "Semana Fantástica Madridista". Y si fuera mal pensado -que no lo soy, salvo cuando ausculto a la prensa deportiva-, diría que es un esfuerzo coordinado de todo el grupo mediático, con reparto de tareas. A la hora de atacar al enemigo hay tanta compenetración, se conocen tantos la oficialidad de la tropa entre sí, que cada uno sabe por dónde ha de penetrar la línea del contrario. Dicen que Alejandro Magno atacaba a los contrarios al paso de carga, por el centro y en oblicuo, sin más historias, aligerando que es gerundio y con la vanguardia formando ángulo con el frente de batalla contrario para que fuera algo más amplio, no sólo un punto, el lugar de fricción entre los dos ejércitos. Lo de las huestes de PRISA es más taimado, calmado y en perpendicular a la lógica, que uno no se explica cómo ciertos argumentos no rebotan al percutir en las mentes de algunos madridistas.

Hay reparto de tareas: 1) Diego Torres se encarga de minimizar dos posibles aciertos de Mourinho, de convertirlos en hechos ominosos, que casi dan miedo que se hayan producido. Que ya se sabe lo de este hombre, "Maurinho", que cuando gana se envalentona y aumenta la presión sobre su entorno. Si ves que el portugués enfila a alguien, que trata de eliminarlo, no te quedes impasible, porque tú podrías ser el próximo; tarde o temprano te llegará el turno. Aunque seas sólo un aficionado que se limita a leer el periódico. 2) Guillem Balagué trata ese clásico de nuestra era, ese género literario en sí mismo: La marcha de Mourinho. La desafección permanente, que con todos riñe, que a todos aparta de su seno. A Tío Patinhas, a sus jugadores, al muñeco que usa para hacer sus pinitos como ventrílocuo, a la afición, al de la tienda de la esquina, que en realidad es un quiosquero. Y con ser tantos los que quiere lejos, la lógica le impone que sea él que se marche. 3) Relaño se encarga del problema. ¡Ay, si no hubiera mourinhistas en este mundo, otro gallo le cantara a la prensa! Se ocupa el director del diario de esa molesta tropa que ha obligado a los plumillas a moderar sus esfuerzos de acoso y derribo. Salvo en las tertulias, "porque a uno se le caliente la boca hablando de según que personajes", nos dicen los periodistas. "Y poco decimos para lo que podríamos. Con nazi y asesino al volante nos quedamos cortos". Relaño ataca al mourinhismo, porque ningunearlo tanto tiempo fue como practicar un torniquete y hay peligro que el miembro madridista se gangrene. El "yihadismo" es una infección que amenaza con expandirse y hay que hacerle frente, de forma explícita, de vez en cuando.

Portada de Marca del 7 de marzo de 2013

"El accidentado triunfo del Madrid en Manchester", así comienza su artículo nuestro entrañable Diego Torres. Tantas campañas en la trinchera enemiga que ya es casi como de la familia. Y la nuestra, que quede claro, sea quien sea el propietario del dedo que señale el camino, es la madridista. Prosigue: "encauzado por la expulsión de Nani", para dejar claro que no hubo mérito en los merengues. Más bien fortuna y demérito del árbitro. Es extraño, al menos a mi me lo parece, que alguien pudiera pensar, menos un profesional de la opinión futbolística, que la tarea en Manchester iba a ser fácil, sin tropiezo alguno, sin necesidad de pagar una póliza de seguros contra accidentes. Es el club que hoy lidera sir Alex Ferguson casi  seguro el tercer grande de Europa, y Old Trafford su casa. Como una pista americana para cualquier tropa que deba rendirle visita. Y aun con eso, la dificultad de la empresa y lo apurado de su logro, en un tris de no alcanzarse estuvo ciertamente, no da derecho a la alegría. La victoria ha desatado al demonio de los banquillos, que ya maquina nuevas intrigas y consolida las ya emprendidas.

El triunfo sobre el Manchester habría servido a Mou para reivindicarse ante Florentino Pérez en dos frentes por él abiertos: El relevo de Iker y el capricho de traerse al croata Modric. Curioso que al primero el periodista lo tilde como lo hace, lo juzgo un desliz estratégico. Porque si con 31 años, que tiene ya el portero mostoleño, no había nadie en el club planeando su relevo, a corto o medio plazo, sería para despedir a unos cuantos. Bien está que haya alguien en el club que se preocupe del mañana. Pero del mañana que llega realmente mañana y no un día de estos. Aunque sea uno que mentalmente esté fuera desde ayer. Desde el primer día al decir de muchos. Urgía hablar, aunque fuera de puertas para adentro y nos lo hayan revelado los topos, del relevo de Casillas. Y si el de Xabi Alonso se ha debatido con tranquilidad, no se entiende porqué con el de Iker no es posible. O quizá sí, se entiende demasiado. Tantos amigos tiene el guardameta como enemigos el entrenador. Ésta es una de las pocas reglas matemáticas que se cumplen en el mundo del fútbol, donde prima el azar y el veletismo. Un verdadero teorema. Y su corolario es las muchas filtraciones a la prensa supuestamente afín -bueno, afiín a algunos sí, desde luego-.

A pesar del retorno del ex-castillista a la disciplina blanca, Diego Torres nos aclara -siempre pensando en nosotros- que "Diego López no era la opción preferida de Mourinho". Es este tema, que se trata someramente, deja un poso amargo tras la lectura, en especial en el paladar del jugador, y se aparta y se deja en el congelador por si se puede consumir más adelante. Diego López fue decisivo en la victoria in extremis del Madrid, nos dice Torres, sin gloria, con el equipo al completo colgado del larguero. Pero esa medalla no es para Mou tampoco, la de la elección del sustituto de Casillas, porque él quería otro. Quién sabe si Coentrao para darle un puesto de titular ante el inminente retorno de Marcelo. Capaz es de argumentarlo en un próximo artículo, porque ya en 2011 nos advertía que Mou muere por los huesos de Fabio, hasta el punto de fue capaz de empeorar la lesión de Nuri Şahin para abrirle paso al portugués. Aunque el Madrid marcó dos goles y puedo hacer muchas más, para Torres fue Diego López el único argumento futbolístico.

Y ahora que ha quedado clara la valía de Diego López, Mou reabre el tema de la marcha de Casillas desde una posición de fuerza. Y como Florentino está loco por la música, lleva nada menos que trece años tratando de deshacerse del portero sin decidirse, convirtiéndole incluso en emblema del club (eso sí es síndrome de Estocolmo y no el que sufrió Patty Hearst al ser secuestrada por el grupo terrorista Baader Meinhof). Dadas las circunstancias actuales tras lo de Old Trafford, el particular estado de cosas, "Mourinho tendrá carta blanca para hacer lo que quiera con los porteros", nos dice Diego Torres. Aunque no sé para qué el empeño de querer "largar" a Casillas, o a quien sea, si vive permanentemente con las maletas hechas. Me lo expliquen, clarito y despacito, que soy lento para asimilar algunos conceptos.Y si cree que nos escandaliza que el manager general planifique según su criterio o nos toma por bobos o lo es él.

Lo de Modric para Torres es una cuestión de pesetas, del capricho que se dio Mou a costa del erario del club. Y digo pesetas en vez de euros porque noto en el periodista la misma mentalidad franquista que abunda en las distintas redacciones del Grupo PRISA, con el "Ordeno y mando", aunque parezca que sólo se sugiere. Pero los 40 millones de los que nos habla seguro que a muchos madridistas les parecen bien pagados después del trallazo al palo con epilogo goleador del pasado martes. Como en su día, tras una polémica que ahora sonroja recordarla, les parecieron bien pagados los 70 millones que supuso el fichaje de Zidane tras aquella tarde-noche en Glasgow. Sí, hay diferencias entre ambos goles, no tanto de estética como de significado y trascendencia. Pero Modric acaba de llegar y aun tiene recorrido para amortizar el gasto que supuso su llegada. El capricho de Mourinho, por de pronto, le ha dado un colofón triunfal a la Semana Fantástica del madridismo, aunque ahora nos lleguen las rebajas, y la venta de mentiras a precio de saldo

"Cuando lo que restaba de temporada estaba a punto de convertirse en un largo desierto [...] esos diez minutos", se refiere a los que mediaron entre el gol del croata y el portugués, "le dieron a los próximos meses la apariencia de un valle de brotes verdes". Brotes verdes, y no precisamente por el color de la equipación, aunque también, yo vi en el césped de Old Trafford, hasta diez; luego otros tres más tras las sustituciones. Amén del negro y fucsia del espigado Diego López, que brotaba a cada ataque del Manchester como seta tras la lluvia... de balones. Mal que le pese al periodista la temporada se ha enderezado seriamente, con una final arrebatada de las manos al Barça, donde seguro que la gente es menos caprichosa que en Concha Espina y se gastan los 40 millones en lo que realmente hace falta, no en lo que se le antoja al entrenador de turno. Como, por ejemplo, un nadador olímpico chileno, que se zambulle en la pileta de forma majestuosa, incluso aunque no haya agua. "Por primera vez en tres años de Champions, [...] el Madrid de Mourinho derrotó como visitante a uno de los actuales grandes de Europa". Pues otra cosa más a añadir al currículo de Mourinho, que es lo mismo que decir su leyenda. ¿Cuántos años hacía que el Real Madrid no ganaba a otro grande en su campo? ¿Quizá diez? ¡Oh, loa eterna a Mou que lo hizo sólo en 3! Para otros la gloria de ganar en San Siro siempre que visitan el estadio...

Etihad Stadium (Manchester City)

El título del artículo de Guillem Balagué lo deja bien claro: "Mou se postuló para ir al United". Toda su visita a la ciudad de Manchester fue un constante solicitar un puesto de trabajo en el club de los Diablos Rojos. Luego el texto que desarrolla la idea rebaja la certeza a mera impresión, que ya vemos que en esta semana que termina todo son rebajas. Y todo se derivaría de la educación y amabilidad con la que se condujo el entrenador del Real Madrid, como si la visita a las Islas Británicas no se debiera a una eliminatoria de la Champions sino a una entrevista de trabajo en la que quisiera causar buena impresión. Como si Mou estuviera en el paro. Como si no tuviera firmado un contrato hasta 2016. Como si el aquél al que opta no estuviera ya cubierto y además con carácter vitalicio. Como si el portugués necesitara la entrevista personal y hacer un test nemotécnico para que le dieran "curro" en lo suyo. Como si fuera tan tonto como para hacer una entrevista de trabajo públicamente. Pero, da igual, el mundo del periodismo es para los atrevidos. Para los osados. Que ya dicen en la acera de enfrente que lo que tenemos aquí, en Madrid, es una caverna mediática. Y el señor Guillem Balagué, cuando trabaja en este lado del puente aéreo con Barcelona y Londres, es el mismísimo oso cavernario si se lo demanda el director del diario para el que trabaja ocasionalmente como francotirador. Y parece que así ha sido.

"Ha perdido el mejor", dicha por Mou, es la frase de la discordia, la que al señor Balagué le sugiere, hasta situarse al borde de la certeza cuando titula su arículo. "Intenta ser humilde y no le pega", dice que dijo Roy Keane sobre esa frase del portugués. Sobre la misma. Y a uno le parece también mala suerte que le hagan tanto caso al ex-jugador en esto y no en lo otro, en que la roja a Nani estuvo bien mostrada. Como en las pelis de juicios, los peritos sólo para refrendar lo que decimos, para todo lo demás Mastercard... Perdón, quise decir que quedan automáticamente desacreditados. Y es que lo queremos todo, los madridistas digo, que se nos hable como adultos y sin omitir nada relevante. Y en cuanto a datos y verdades, por lo que a ellos respecta, a los periodistas del grupo PRISA al menos, fijos y eventuales, vamos a tener sólo los que ellos crean conveniente para sus intereses, que en este caso es engorrinar todas las facetas del Mourinhismo, empezando por quien lo inspira y es su causa.

Cuando Mou se acercó a su colega Fergie, en la banda, tras el lance entre Nani y Arbeloa, "¿Le dijo que la expulsión no era justa cuando se le acercó en el área técnica?", se pregunta Balagué. Lo cierto es que yo creo que sí. Esa impresión tuve en ese momento. Fue un gesto de complicidad en un momento muy inoportuno. Para otra cosa, como que no parecía apropiado, salvo para reconocer la suerte y la injusticia resultante. Entre otras cosas, porque creí que la expulsión había sido un error arbitral. Pero, tras tropecientas repeticiones vistas en la televisión se obró el efecto contrario al esperado. En vez de eliminar mis dudas, que en realidad no tenía, primero me las generó desde la nada -justo premio, el de la generación espontánea, por pesados y manipuladores, que de repeticiones de las demás jugadas polémicas, algunas más trascendentes incluso, nos quedamos a dos velas- y de ellas surgió a la postre la convicción de que la decisión de Cüneyt Çakir había sido muy acertada. ¿Podría ser que a Mou le ocurriese lo mismo que a mí?, pregunto yo a mi vez, que su primera impresión fuera negativa, que su primer impulso fuera tratar de consolar a su amigo por lo que creía una injusticia, y que ahora, tras ver la jugada en detalle y con calma, tenga la opinión contraria y lo que quisiera es felicitar al referee. ¿Una impresión mía no una certeza? ¡Pues como todos los argumentos que expone Balagué!

"Sus palabras al final del partido «añadieron petróleo al fuego»", asegura Guillem Balagué. Y, por si hace falta más, ya sabemos que algunos redactores del Grupo PRISA, por ejemplo, el propio Diego Torres, son pura yesca para lo que a la marcha de Mou se refiere. Y en todo este tinglado argumental, pienso, ¿qué impresión causó el que desestimara que el Real Madrid entrenara en Old Trafford y lo hiciera en el Etihad Stadium, el estadio del máximo rival? ¿Buena en la empresa en la que supuestamente quiere trabajar Mourinho cuando haya una vacante? ¿Les gustó a los aficionados y responsables del Manchester United que el equipo rival entrenara en el estadio de su más encarnizado enemigo? Sobre este detalle no se aportan impresiones. Pero ya sabemos cómo funcionan los periodistas deportivos, según la máxima del evangelio según san Mateo (5:29): "Si tu ojo te ofende, arráncatelo". Que, traducido al lenguaje coloquial, viene a significar: "Si un dato no encaja, si desdice tu tesis, pues lo obvias y Santaspascuas".

Velázquez - San Antonio Abad y San Pablo eremita

Esta auténtica ofensiva antimourinhista del Grupo PRISA la cierra, o la lidera más bien, Alfredo Relaño desde su editorial. Subido a los altares el bueno de Cristiano, con la necesidad de reactivar la ilusión madridista para incentivar las ventas de ejemplares del periódico y con la imposibilidad de cargar directamente contra Florentino Pérez, hay que centrarse obligatoriamente en Mourinho. Hay que ejercer toda la presión contra el actual proyecto, que excluye la alimentación de parásitos informativos, aunque nunca se darán por aludidos. Allá ellos los que le dan de comer al bicho con soplos arrancados del día a día del vestuario. Y ya sabemos que don Alfredo sabe ejercer presión con guante blanco, con elegancia. La ironía es lo suyo, vender el cambio de chaqueta, el desdecirse hoy de lo que dijo ayer, como un chiste al más puro humor inglés, sin aspavientos, sin tratar de despertar carcajadas, sólo una sonrisa cómplice. A estas alturas pocos le deben quedar en el Mourinhismo, que no hace más que extenderse, pero él no ceja en su empeño, el que le han asignado por otro lado. Hay que quitar al presidente del Real Madrid de en medio y Mou parece ser el órgano vital más fácil de acertar de un disparo.

Le gustó la conferencia de prensa de Mou tras el partido al señor Relaño. Los elogios a Diego López los traduce como una confesión del entrenador de que las cosas no fueron como debieran. "Se expresó como un ser civilizado, deportivo, ecuánime", dice Relaño. Y el respingo en la silla al leerle es casi tan acusado como el que nos provocó ese otro editorial con el que tiraba a Casillas a la basura y lo señalaba como el topo del vestuario. Como su topo, vaya. Ya que de los soplos, As se ha beneficiado como el que más, y en mayor medida que la mayoría. ¿Es este el Relaño que lleva meses, y años tal vez, poniendo "a parir" -sin comadrona, que sufra el jodío- a José Mourinho? Pues sí, y en su salsa. Cada elogio lleva su crítica implícita: Si dice que fue cortés es para señalar lo excepcional del suceso, que está lejos de ser norma. Si dice que elogia a su portero es para sugerir que su labor como entrenador fue deficiente. Si recalca que Mou aceptó la falibilidad del árbitro es precisamente para indicar que su postura habitual es la contraria. Le gustó el Mou que vio tras el encuentro porque, según él, es lo contrario a su ser real, su antítesis. De Mou solo aprecia lo que niega su alma, lo que eclipsa.

Y es que, para Relaño, así lo expone en el segundo párrafo, la actitud de Mou en Old Trafford de Mou le hace acreedor al título de pseudomadridista. No defendió al Madrid, nos dice, aunque se trajese para Madrid la victoria en la buchaca. Es de personas inteligentes emprender sólo las luchas necesarias. Pero es que Relaño mira por encima del hombro a todo el mundo, nos concede a todos los demás mortales sólo migajas del enorme intelecto que a él mismo le adorna. Cree además Relaño que el discurso en Inglaterra de Mou no está a la altura de quienes formamos su tropa, de sus camisas pardas, de "La Yihad" tuitera. Coaligada con el madridismo radical, que va a donde señala el dedo del portugués. Hay que recordar que la frase que alude estaba escrita en una pancarta, en el estadio. No fue un tweet, aunque como tal, y genial, lo consideramos muchos. Dice que los de aquí lanzamos consignas stalinistas, y eso ha causado mucho revuelo entre mis hermanos de fe. Y no estoy seguro de que hubiera intención de ofender en este caso. Basta para la duda razonable con recordar para quien escribe: un diario que en otros tiempos defendía sin rubor la existencia del Muro de Berlín, por ejemplo. Basta también para concederla con "stalkear" su cuenta en Twitter y espiar la lista de cuentas a las que sigue, gentes y colectivos en los que proliferan la hoz y el martillo, con un Soviet Catalá como principal prueba de la defensa, para no aspirar a que el improperio sea en realidad piropo. Raro sería que no hubiera utilizado jerga nazi si la intención era herir nuestros sentimientos. Las consignas stalinistas son muy del gusto de Relaño, viejo militante de izquierda, tan a la siniestra en cuanto a convicciones como haga falta. La cachetada viene al afear nuestra conducta con los piperos. Gente de bien, la que le queda en la lista de efectivos al bueno de Relaño en su lucha contra los malvados elementos subversivos que no comulgan con las ruedas de molino, las hostias ideológicas con las que el periodista quiere que entremos en comunión con el actual paradigma del fútbol. Los piperos, aquellos que van al fútbol sólo a distraerse -a ver si toma ejemplo de ellos, si tanto le gustan, y deja de tomarse este deporte tan a pecho- van a quedar bajo la tutela de don Alfredo, ya lo veremos. Esto podría explicar el que nos oculte que el término pipero ya se utilizaba en 2006, mucho antes de que Mou aterrizara en el Real Madrid; y no precisamente por los ultra sur, sino por destacadas personalidades del llamado Madridismo Underground, como lo son los que escriben en Fans del Real Madrid.

Y diréis que soy ingenuo pero, tras arrear una tunda de palos hacia el final del artículo -que el primero es claramente un adagio, el segundo un andante contabile y el tercero claramente un allegro con fuoco-, creo que Relaño deja la puerta entreabierta por si les falla la estrategia, por si Mou se queda y no hay más remedio que dorarle la píldora para sobrevivir. Como ya se hace con Cristiano tras 30 meses de batir su honor con artillería pesada. Todo por no tener que marchar a la caverna para darle otro uso, el de EREmitas sin trabajo ni quehacer en la vida. Para seguir teniendo oficio y beneficio sin tener que rectificar, que eso es de cobardes, no de osados periodistas. Le gustó la actitud de Mou, pero no se la cree. Pero si persevera, es decir, si llegan instrucciones de arriba de dejar de atizarle para convertirlo en "uno de los nuestros", que quede bien claro, "que conste en acta, su señoría, lectores que al estadio váis con la bolsa de pipas en la mano, que fue Mou quien rectificó su conducta, no AS el que tuvo que retractarse".


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