Mecánica Cuántica
1.- Ayer, mientras venía para acá, hacia la biblioteca, me crucé con dos tipos en el arranque de la cuesta de la calle Jaén. Vestían chillabas verdes, esa prenda con capucha que visten algunos personajes de los cuadros de Mariano Fortuny.
2.- Ambos parecían moros y andar bastante necesitados de una ducha, un recorte en las luengas barbas y una comida caliente. Lucían sendos colgantes en el pecho rematados con una cocha de viera.
3.- La resolución del enigma me pareció paradójica a la par que estimulante. Ambos portaban en la mano bastones nudosos para caminar largas distancias. “¿Están buscando el Camino de Santiago?”.
4.- Se lo pregunté al que estaba solo, un par de pasos apartado de su compañero, que tenía desplegado un callejero de la ciudad y parlamentaba con un transeúnte, al parecer sin llegar al fruto de un entendimiento.
5.- Asintió con la cabeza y empecé a dar instrucciones. Curiosamente, hace unos pocos días leí en algún sitio que la señalización del ramal de Madrid se inicia en la Plaza de Castilla, a un tiro de piedra, o de ballesta, de donde estábamos
6.- En un castellano muy pobre, nutrido más con gestos que con vocablos me hizo saber que su amigo ya se ocupaba, que él no era el encargado de hablar con los nativos. Me sentí frustrado.
7.- Cuando veo a alguien por la calle con expresión de andar extraviado me digo: “Veras como me pregunta a mí”, y acierto nueve veces de cada diez. Debo tener cara de saber o de panel informativo.
8.- ¿Es un engorro? No sé. Puede que sí si te pilla con prisa. Pero te aseguro que cuando te lo quitan jode. Me fui rumiando el cabreo y trate enseguida de borrar el incidente de la cabeza obligándome a pensar en otras cosas.
9.- Hoy, mientras transitaba a mitad de la cuesta, he oído que alguien decía: “Oiga, señor”. Sabía que era a mí y he girado 360 grados, como una antena buscando una señal en el espacio profundo. Soy sordo de un oído y no distingo la dirección del sonido.
10.- Era un tipo al volante de un coche detenido junto a la acera. Estiraba el cuerpo para poder hablar por la ventanilla del copiloto. “Por favor, ¿el ambulatorio de Infanta Mercedes?”. La súplica de sus ojos era demasiada recompensa
11.- Ni que decir tiene que he bordado las instrucciones. Tan en racha me he sentido que he estado por explicarle también como se usan los parquímetros de la ORA y cuál es la especialidad culinaria de la tasca que hay al lado de la clínica.
12.- Ya retomado el camino me he sentido feliz al saber que hay alguien que vela por mis necesidades. Llámalo Dios. Lámalo guionista de la Marvel. Pero sin especificar identidad. No mentes al nombre de Stan Lee en vano
13.- Llámalo caos si prefieres y visualiza la mano de la Mecánica Cuántica arrojando los dados donde no se ven, pero entiende la lección. El azar será ciego pero tiene propósito
14.- Hay un plan, aunque se nos haga incomprensible, aunque contenga capítulos erróneos, como que el Atleti gane un partido de ida de octavos y nos den la tabarra dos días seguidos como si hubieran ganado la Champions.
15.- (Bravo, Cristiano, por sosegarles la erección. La próxima vez que ganen en el Wanda, aunque sea a un segunda con un gol de penalti, lo mismo Simeone eyacula encarando el fondo norte. El ensayo general ya lo hizo antesdeayer)
16.- Pero ten seguro que hay un plan. No te quepa la menor duda. Y hasta contempla los más mínimos pormenores. Cómo como calmar mis neuras con solo 24 horas de demora. Ni en el 112 solucionan los problemas tan rápido.
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