The Most Wanted
Estás cosas las publicitan muy bien los americanos. ¿Cuántas veces habremos visto en las películas de Hollywood incluir en la lista de los diez más buscados del FBI a uno de los personajes de la trama, a veces el villano, para darle más empaque como rival del protagonista, otras el propio héroe, para subrayar la injusticia de verse acusado, perseguido y acosado por un delito que no ha cometido? Esta lista con los diez más buscados por la Oficina Federal de Investigación es icónica, como llegó a serlo la baraja de naipes de la Guerra de Irak. En "The Green Zone", Matt Damon desiste al poco rato de metraje de seguir buscando armas de destrucción masiva en el entorno de Bagdag para centrarse en la captura de la jota de picas, a la que cree haber visto en el registro improvisado de una casa particular. Tiene más mística, una estética más depurada, centrar los males del mundo en personas concretas. Siempre, por supuesto, personas que no somos nostros, aunque el mal del que hablemos nos aluda, nos susurre al oído nuestro nombre. Nuestros propios pecados se explican mejor con las acciones de los demás. Buscar culpables ajenos para nuestras propias equivocaciones, recuerdo que nos decía nuestro profesor de Filosofía en BUP, es un saludable mecanismo de nuestra cerebro para aliviar el peso de la culpa, para destensar la cuerda del sentimiento de culpabilidad que a menudo amenaza con romperse. Un cabo suelto recién liberado de una tensión excesiva obra como el extremo de un látigo, se mueve demasiado deprisa y de forma impredecible y puede herir nuestra carne y nuestra autoestima.
"«Ha sido el power ranger rojo» como respuesta a todo", tuiteaba la @locaconsombrero, una de mis cuentas favoritas de Twitter. Antes de ayer la red social se colapsaba con la noticia de la condena del Power Ranger Rojo por asesinato. Aquí la inclusión del héroe en la lista de villanos más buscados hubiera estado justificada y no habría sido un simple truco de guión. Anoche era la Mano Blanca madridista la culpable de todo, de las trampas de Messi a Hacienda, de la miopía de Luis Suárez de cara a puerta, de las mentiras reiteradas de Bertomeu y Sandro Rosell. El Real Madrid es la sota de picas en la baraja del barcelonismo. Para qué seguir buscando esa estupidez de destrucción masiva enterrada en la junta directiva culé cuando en el imaginario colectivo catalán podemos convertir al Real Madrid en el general de lso ejércitos de la insurgencia españolistas. Mariano Rajoy y Florentino Pérez siempre encontrarían hueco en sus respectivas agendas, muy adelgazadas por la escasez de asuntos a los que han de pretarle atención en el día a día de la nación española y la nación blanca, para reunirse y planear formas de hacerle la puñeta al Barça. No, querido Berto, amigo Meu, la puñeta os la sabéis hacer muy bien vosotros solitos. El otro Berto, el de "En el aire", el programa de la Sexta, tiene muchísima más coherencia en sus monólogos bufos que tú en tus entrevistas televisivas. Ni el Real Madrid tiene la culpa de que los presidentes del Barça tengan la mano muy larga ni el gabinete de Moncloa de que Cataluña haya amanecido nevada. Nuñez, Rosell y ahora tú, tenéis líos con la justicia. Y fíjate bien que si Laporta, el que falta para el póker, y quién sabe si podría llegarnos a la mano tras tu descarte, tras que tú dimitas o te echen, si se ha librado ha sido por los pelos, teniendo el origen de su acoso judicial en una denuncia de la actual junta directiva del Barça que tu presides. Pero es que, aun hay más. Si el Barça se ve enfangado en ese inmenso pantano de cifras económicas y cieno periodístico en el que se ha convertido el fichaje de Neymar es por la denuncia de un socio del club, independentista para más señas. Para que van a malgastar tiempo Rajoy y Floper en idear nuevas formas de fastidiar al Barça cuando parece estar escrita en sus genes una secuencia autodestructiva, como les pasaba a los replicantes de "Blade Runner". El power ranger rojo, la mano blanca. Por lo visto va de colores. Ya lo decía Roberto Carlos en su canción, que la culpa de su melancolía la tenía el gato que estaba triste y azul. Me falta el verde para completar la cromática del parchís, porque el amarillo ya lo aporta en Sport al colorear sus titulares a toda plana.
Para que va a tener la gens del Barça sentimiento de culpa por nada de lo que haga, propósito de enmienda tras cometer errores, existiendo el Real Madrid al otro lado del puente aéreo. Que le pillan con el carrito de los helados traficando con chavalines de la cantera, pues se denuncia de eso mismo al Real Madrid ante los organismos que te investigan, como esos detenidos de las pelis americanas que se convierten en solplones en comisaría para librarse de ir al "talego". Apenas hizo falta zarandearle un poco, bastó con el poli bueno para que el Barça cantase la traviata acusando a su archienemigo. Tiene vocación de soplón este actual Barça, y siempre para denunciar al mismo, al power ranger rojo, como diría mi admirada @locaconsombrero, ya sea en televisión en horario de máxima audiencia, en la portada de un tabloide o en petit comité en los despachos de la FIFA y la UEFA. En realidad es una vocación de largo recorrido. Basta cruzar en el buscador de Google la palabra mano negra con Sport y Mundo Deportivo para que te salgan portadas como la del 7 de enero de 2010, es decir, hace ahora casi exactamente un lustro. Entonces no eran el sentimiento de culpa por los delitos fiscales cometidos por la junta directiva del Barça lo que diluía la mano negra, como quien lava con Nórit las manchas de una prenda delicada -la conciencia blaugrana es como un suéter primorosamente tricotado con lana de corderito pascual. "Agnus Dei, ora pro nobis"-, sino por los penaltis cometidos por sus jugadores. Los trapos sucios nunca se lavan a máquina, hay que hacerlo de forma manual. Y allá ellos, los lectores de la prensa deportiva blaugrana si se tragan estas bolas. A veces parecen los hipopótamos de ese juego infantil que consiste en tragarse las bolas más rápido que los rivales. A los madridistas nos cuesta más deglutir las del As y el Marca, que, además, a la hora de buscar posibles manos negras suelen mirarse primero las propias.
Portada del Sport del 7 de enero de 2010
Tampoco la portada de hoy de el Mundo Deportivo tiene desperdicio: El Barça andaría dudando entre fichar a Pogba, únicamente porque lo quiere el Real Madrid -¿Habemus el enésimo caso Karembeu? El de Neymar también comenzó de esta manera-, o a Isco, porque precisamente viste una camiseta de ese color que tanto espanta en aquellos lares. Está visto que la sensatez y el sentido del ridículo han amanecido esta mañana en Barcelona bajo una espesa capa de nieve y hielo. Hay días en que las portadas de los tabloides culés son difíciles de distinguir en el quiosco de las de El Jueves. Bueno, para qué vamos a engañarnos, es algo que pasa casi los 365 del año. Buena parte de los diálogos que rotulan en los bocadillos de Bartomeu los maquetista del Sport y el MD serían perfectamente coherentes en los de el Maqui Navaja, aquel emblemático personaje de las Ramblas, o en los de el sargento Arensibia, el líder de pelotón de "Historias de la puta mili", no alterarían para nada la trama de la historieta. Hay mucho humor involuntario disfrazado de seriedad y rigor en el periodismo culé, en el catalán en general.
Aunque quizá me esté riendo sin motivo. Lo mismo Bartomeu ya ha contactado con el entorno de Isco, esto es, con Messi. Veo perfectamente capaz a Barto, eso sí, en sus días más lúcidos únicamente, de negociar con ventaja un contrato con un perro. A eso es a lo que llaman alta ingeniería financiera. Con el padre de Neymar no salió tan bien parado, pero es porque se trata de un ser racional, al menos los días en que no está de farra a costa del erario del Barça. Si a Barto le costó solo 57 millones de euros lo que a la mano negra le hubiera costado 150, ya lo dijo Floper en Punto Pelota, es porque los del Barça son mucho más listos. Donde va a parar. A estos tíos solo les paran las manos negras. La jota de picas de la baraja del puente aéreo tiene sus días contados, ya lo tenemos en al lista de los más buscados del FBI. En la de tráfico de influencias palaciegas (Moncloa, El Pardo, Zürich), porque en la de delitos fiscales los que copan el ranking son los mandatarios blaugranas. Ya han dado orden a Tommy Lee Jones, el US Marshall, de salir en su busca, por más que Pipi Estrada se empeñe que el culpable es el médico manco, el doctor Olmo.
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