Los Pistoleros Solitarios
¿Quién no recuerda a los Pistoleros Solitarios de la serie "Expediente X"?. Vale, tú no, pues te lo cuento: Los Pistoleros Solitarios eran un trío de frikis conspiranoicos que ayudaban a Fox Mulder en sus pesquisas, que generalmente le proporcionaban ese dato escurridizo que a veces se le resistía, vital para pillar in fraganti a los marcianitos compadreando con El Fumador y el resto de los hombres de negro. Mezcla de bufones y genios, estos tres personajes a menudo aportaban la clave principal al episodio en que aparecían. Eran el comodín de la llamada para Fox cuando se veía en serios apuros y no lograba profundizar en sus investigaciones. Tuvieron hasta su serie propia, que no duró mucho porque los tres estaban incapacitados para el romance, y ¿qué es una serie televisiva sin él? Hasta Scally les tenía repelús, aun acostumbrada como estaba a lidiar con los peores engendros. Que el monstruo contra el que luchaban en un episodio se personase de madrugada en su casa poco antes del desenlace era un clásico, un truco recurrente de guión para acabar en crescendo, en allegro molto vivace. Raro es que no se le malograra el embarazo durante aquella temporada de "The X-Files" que filmó al completo en estado de buena esperanza, embutida en una gabardina para disimular la barriga, incipiente primero y luego desbordaba. Ahora que caigo, a lo mejor el embarazo se debió... bueno, mejor lo dejamos.
El caso es que a veces me he sentido como un integrante más de los Pistolero Solitarios. Solterón, conspiranoico, entre friki y Valdemoro. Equiparme con sujetos de su laya fue la baza que utilizó Manuel Matamoros para desacreditarme, mostrándome como un ser grotesco de imaginación delirante. Ya conté aquello de que Mr. Jones bromeaba con que se me iba a conceder el primer premio en el concurso de narrativa de ficción que concedía la asociación por mi captura del foro de debate de Primavera Blanca. Yo era un friki de tantos, un Lone Gunmen, un tarado de las redes sociales al que era difícil sobrevivir cuando eras una persona seria y con responsabilidades. Y el abogado las tenía. Pero, a lo que iba, esta mañana leyendo la prensa y brujuleando por Twitter se me ha reproducido la paranoia que presiona sobre mi cerebelo y me hace ver conspiraciones gubernamentales por todas partes. La última en detectar mi imaginación delirante sería la inconveniente relación entre el Real Madrid y algunos medios de comunicación.
A ver, que yo me explique. Antes se decía, yo entre otros, y sigo creyendo que al menos entonces era cierto, que la mayoría de los medios de comunicación, grosso modo, eran antimadridistas, antimourinhistas o antiflorentinistas, cuando no una mezcla explosiva de las tres cosas. Eso era entonces, pero en el ahora creo que las cosas han cambiado sustancialmente. No soy experto en casi ningún diario, salvo en lo que se refiere al ABC. Alguna vez he comentado que este periódico es como de mi familia, un integrante más de la misma. Y por jerarquía, por orden de preferencia, digamos, por ejemplo, a la hora de ser servido en la mesa, se situaría por delante mío. Mi padre ya lo compraba antes de nacer yo, el diario me precedió en algunos años en el orden de aparición en el seno familiar y no ha faltado ni un solo día desde entonces en la mesa camilla del cuarto de estar. A mi padre le gustaba por su adscripción monárquica. Ideología en el que militaba cuando ser monárquico estaba mal visto, porque el titular de la institución, don Juan, se suponía que era un borracho y un tarado de entonces al que el país difícilmente podría sobrevivir. Así lo dibujaba la prensa del régimen. Y es que los integrantes de esta opción política se postulaban por algo tan estrambótico como la monarquía parlamentaria en democracia. Se ve que la imaginación delirante es algo que me viene en los genes. Tanta convivencia con el ABC ha procurado que no tenga secretos para mí. Sé cuando me habla desde la convicción y cuando quiere llevarme al huerto. Y tan amigos. Nos peleamos, nos reconciliamos, a veces compartimos juegos, como lo harían dos hermanos pequeños en su cuarto. Él el mayor de los dos.
En los tiempos de antaño de los que antes hablaba, el ABC era decididamente antimourinhista, y como yo era un fan más del portugués, creo que era lo que tocaba entonces, a menudo nos peleábamos. Tuve incluso un encontronazo con el redactor principal del periódico, José Manuel Cuéllar, al que no le gustó algo que le dije en Twitter y me recomendó que me suicidara primero y luego me deseo la muerte. ¿O fue al revés? La verdad es que ya no me acuerdo. Simbólicamente, en lo virtual me refiero, se salió con la suya, porque estoy bloqueado por él desde entonces. En aquellos días cada jornada matutina había alguna soflama contra Mourinho en las páginas del ABC, generalmente escrita por este periodista, y los varios mourinhistas, algunos confesos, que había en la redacción vivían arrinconados. No sé si sería casualidad pero la columna de Ignacio Ruiz Quintano, de lo mejorcito del rotativo, compartía pliego en el diario con el crucigrama, el problema de ajedrez y la lista de farmacias de guardia. Una vez le pregunté en Twitter por este asunto y escurrió muy elegantemente el bulto. Hace unos meses cambió todo. Al maestro le dieron el sitio que se merece, la contraportada del pliego de deportes de los lunes, le adjudicaron el puesto de cronista a Hugues, también mourinhista, no sé si confeso, pero tuvo trayectoria en "Fans del Madrid", y de mi amigo Cuéllar nunca más se supo. O se supo poco. De vez en cuando le dejan escribir algo, pero sus soflamas son ahora menos ardientes y sólo llegan cuando procede, que con Mou en el Chelsea es casi nunca. Lo mismo acaba compartiendo pliego con el damero maldito o los anuncios por palabras.
Si todo aquel flujo de redactores de unas secciones a otras fue llamativo, aun lo fue más el giro argumental de la sección de deportes. El ABC nunca ha sido un periódico que diera exclusivas. De una seriedad plúmbea, se limitaba a dar su opinión sobre hechos consumados, sobre noticias acaecidas, no por ocurrir. Nada de chivatazos, salvo que estuvieran muy contrastados. Y no era mala política. Cuando el ABC decía que iba a venir fulanito o a marcharse menganito sabías que era verdad. Al menos que no te mentían, como suele hacer demasiado a menudo la prensa deportiva. Pues de aquello de sr un diario circunspecto a ser el primero en anunciar la renovación de Xabi Alonso hubo una fugaz transición sin solución de continuidad. Cuando colgué el artículo de marras, porque entonces había mucha inquietud por la posible marcha d Xabi rumbo al Chelsea -¡ay, que inocentes somos!-, no faltó quien me preguntó de forma condescendiente: "¿En el ABC dices? Venga, hombre, la página deportiva del ABC solo sirve para envolver las lubinas en la pescadería". Aquello ya denotó cierta solvencia en la capacidad de captar noticias relevantes, con la suficiente anticipación como para convertirse en exclusivas. La verdadera virguería vino cuando pude leer antes que nadie, salvo los followers del Sisón, toda la información en directo sobre el fichaje de JJJames. El mismo sorprendente dato sobre el número de habitación del jugador Colombiano en la residencia de Valdebebas, más un alarde para exhibir musculatura informativa que dato relevante, la dio El Sisón en su cuenta primero y al día siguiente el diario. Ambos "medios de comunicación", porque para mí la cuenta de Twitter que menciono es eso mismo, recabaron información en la misma fuente. Los datos eran idénticos, el momento de revelarlos prácticamente el mismo. So se adelantó el tuitero fue porque las redes sociales son un vehículo más ágil y celérico, aunque también pudo influir la mayor cercanía y familiaridad con el topo con corbata. ¿Cómo se pagaron los privilegios informativos? A saber. El Sisón quizá con una corbata de regalo en Navidades en la cena familiar. Pero lo que está claro es que el ABC participó en la campaña de autobombo del Real Madrid al desalojar a los ultras del Fondo Sur. Que sí los que ya no están son malísima gente, que si los que se han quedado son gente que se ha reformado. Cadenas y Ochaíta están a garrotazo limpio disputándose el título honorífico de nuevo Lute del Bernabéu. Las informaciones que publica ABC se adhieren tanto a las tesis del club que se dirían su segunda piel, son un traje de neopreno con el que poder bucear en el proceloso mar de las revelaciones interesadas. Pero siempre sin perder las formas. Para eso está La Sexta, pero sobre todo El Sisón. Hoy, por supuesto, el diario estaba al cabo de la calle de la santiaguina de Florentino a la plantilla para hacerla reaccionar tras el varapalo en el Manzanares. Incluso se publicó en la vrsión digital para que no se les adelantara nadie. Ya habría sido escandaloso que hubieran difundido la noticia antes de producirse. Aunque habrían podido si se hubieran empeñado.
Sobre La Sexta no creo que hagan falta muchas explicaciones. Madridista, florentinista y mourinhista, no sé en qué orden de preferencia, Josep Pedrerol ha monopolizado estos años la información interna del Real Madrid, la que solo proporcionan los topos con corbata más acreditados. Y eso a cambio de bien poco, de atizar sobre todo a Ramos y Casillas cuando era menester y se solicitaba desde la T4 y poder dar la versión del club siempre que este ha querido darla a conocer. Claro está que una entrevista a Floper más que pago parece también cobro. Recientemente el "Chiringuito de Neox" se ha hecho cargo de filtrar al madridismo los supuestos tejemanejes del central sevillano para forzar a al alza su renovación. De la famosa reunión en privado entre el camero y Floper lo sabía todo Nacho Peña. ¿Estaba bajo al mesa ante la que se reunieron? ¿Colgado de unalámpara? ¿O simplemente al otro lado del teléfono cuando Florentino Pérez llamó a los medios de comunicación afines? A lo mejor quien larga no es el entorno del jugador sino el del club. Y ni siquiera el entorno. El epicentro.
Pero como se necesitan tres patas para un banco ha habido que reclutar al universo Marca. Con La Sexta, Marca y ABC tocamos todos los palos: La prensa seria -permítaseme la carantoña a mi hermano mayor-, la deportiva y la tele. Incluso la radio. Al programa de García Caridad acudió Manuel Matamoros para explicar las bondades de la nueva grada de animación, el compromiso del club en la lucha contra la violencia en los estadios de fútbol y nos aguantamos la risa como pudimos. No porque se trate de un tema jocoso, todo lo contrario, sino porque Caridad ha sido durante años uno de los muñequitos del pim-pam-pum a los que más le gustaba atizar el mourinhismo. Movimiento en el que no solo militaba Primavera Blanca sino que aspiraba a liderarlo. Por una de estas casualidades de la vida me ocurrió algo curioso durante la temporada pasada. Acudía al estadio invitado por un amigo. Eran los tiempos en que Ultra Sur prestaba sus gargantas a Primavera Blanca para cantar "Las manos de la prensa fuera del Madrid". ¿Os acordáis? Bueno, pues el encargado de negociar las promociones del Real Madrid se sentaba a mi izquierda, al otro lado de mi amigo. Lo que charlaban durante el encuentro luego me lo contaba a mí. Por muy guerrillero que se mostrase el Real Madrid con al prensa nunca se demolieron los puentes. Las negociaciones para retomar la alianza entre la plataforma informativa y el club estaban a pleno rendimiento. Y debieron fructificar en un buen acuerdo para ambas partes a tenor de lo que vemos hoy. La plataforma Marca dio amplia cobertura al Real Madrid en su campaña de imagen en el tema de la violencia en los estadios. Ayer mismo aparecía Florentino Pérez casi como un súper héroe en su portada. De la debacle en el Manzanares emergía él como adalid de la remontada. Ya no estamos en los tiempos de tocarle la hernia a Bale como quien le toca los güevos al club y a sus dirigente. Creo que hay que estar muy ciego para verlo. Con el añadido de que en éste entente cordial hay un tercero perjudicado: El Grupo Prisa. Es curioso como en Twitter los ataques de los madridistas la plataforma Marca se han atenuado mientras que los que se dirigen al Grupo PRISA siguen igual sino se han intensificado. Desde luego los que proceden de los asalariados del club siguen a rajatabla esta tendencia.
Hay que alabarle a Florentino la capacidad para crear una esplendorosa cohorte mediática en medio de un páramo desolado, donde no había más que hostilidad hacia su persona y su proyecto. Es lícito que lo haya hecho y comprendo sus motivos. Lo que deberíamos es tenerlo en cuenta cuando suenan las cornetas para que nos lancemos a la carga contra algunos jugadores de la plantilla. Me parece lícito defender al postura del club, difundirla por los medios que estén al alcance: voceros paniaguados y asalariados, pero cuando la otra parte en conflicto es alguien de los nuestros, eso que los mourinhistas denominan uno di noi, creo que se sobrepasan las líneas rojas. Más si se pierden las formas, como hace siempre El Sisón, o se roza lo obsesivo, como parece ocurrirle a Pedrerol con Ramos y Casillas. Pero no me hagáis caso, será mi paranoia, yo solo soy un pistolero solitario. Manteneros a la escucha, si queréis, que tampoco es tan difícil sobrevivirme. Mi nombre es John Connor y, si me estás escuchando, tú también eres la resistencia.
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