Mi participación en el II Concurso de Microrrelatos convocado por la Editorial SM ha resultado ser un rotundo fracaso. Cuatro cuentos de los que ninguno superó los 3 votos y uno de ellos se quedó en blanco. Los rescato no obstante por que no me disgustan del todo, en especial el primero y el último. Ambos son en cierto modo autobiográficos. Noche y día está inspirado en mi negrita, Patricia, alguien que ha sido y es aun muy importante en mi vida. El silencio también se debe al recuerdo de alguien seguramente.
Noche y día: Hace tiempo encontré... un amor. tenía la noche tatuada en la piel y el atardecer en la mirada. Yo era su sombra blanca y su negativo. El día pasó a ser nuestro desde el amanecer al ocaso.
Noche y día: Hace tiempo encontré... un amor. tenía la noche tatuada en la piel y el atardecer en la mirada. Yo era su sombra blanca y su negativo. El día pasó a ser nuestro desde el amanecer al ocaso.
Relojes detenidos: Hace tiempo encontré... un reloj sin cuerda marcando las horas varadas. No se entonces como pude llegar hasta este momento en el futuro. Tal vez los sueños caminen al margen del tiempo.
La orilla: Hace tiempo encontré... un sendero entre los brezos y las genistas. Caminé despacio para no ahuyentar al río. Y bajé el talud hasta alcanzar su orilla para saciar mi sed de vida.
El silencio: Hace tiempo encontré... el silencio que exigías para estar conmigo. Callar mi sentimiento, no resonar en tu vida. Y después olvidarme por un instante sonoto que abarcó toda tu memoria.
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