jueves, 26 de mayo de 2011

Cine y TV (29) / Serenity - Firefly - Joss Whedon - 2005



Serenity - Firefly - Joss Whedon - 2005

En un universo, el de Firefly, donde la palabra, los diálogos, son el esqueleto de la narración, matizando siempre la acción que vemos, comentándola y extrayendo su bis cómica o dramática a través de las frases de los personajes, está claro que la figura principal del equipo creativo de la película tenía que ser un guinista. Joss Whedon en este caso. Conocido sobre todo por su trabajo en la creación de otro universo de ficción, el de "Buffy, la cazavampiros", en el que se enmarca también la serie Ángel, en 2003 ideó una serie de presupuesto bastante modesto, que no logró alcanzar el éxito comercial, pero que con el correr de los años se ha convertido en una serie de culto, es decir, que ha procuparado una enorme satisfacción y ha causado gran impacto en aquellos que tuvieron la suerte de verla. Una minoría hablando en términos de cuotas de pantalla, pero que se extiende poco a poco como una mancha de aceite entre los amantes de las series televisivas. Más despacio en España al no haber sido traducida ni emitida por ninguna cadena de TV. Hablo de Firefly, pequeña obra maestra de la televisión, cuyos responsables y creativos intentaron ahorrar dinero en otros apartados con el fin de invertirlos en la mejora de la idea narrativa que alienta la serie.

http://www.youtube.com/watch?v=LrAS20mNZUE Firefly Credits

Los actores no eran conocidos entonces. Alguno ahora sí tras el correr de los años. Podemos reconocer en la serie al actual protagonista de "Casttle" o a la ciborg de "Las Crónicas de Sarah Connor". Algunos es difícil rastrearlos en el presente. Como, por ejemplo, Morena Baccarin, mujer de fascinante belleza cuyo escasa repercusión en el mundo del cine apenas se comprende. Todo en ella parece perfecto, hasta su voz cálida, que es uno de lo pocos regalos de quienes tuvimos que resignarnos a ver la serie en versión original con subtítulos en Español. Y no es que reniegue de entrada por esta opción, aunque siempre prefiero la versión doblada, es que lo mejor de las narraciones, insisto, son sus diálogos, ágiles, incisivos y certeros en las réplicas, y a menudo no da tiempo a leerlo todo. Ojalá el Espíritu santo me concediese el don de lenguas. Mientras ese milagro sucede seguiré viendo las películas en su versión Española. Que quizás no sea propio de puristas, pero es que tampoco aspiro a serlo. En todo caso aquellas películas de diálogos lacónicos o ya conocidas y examinadas a fondo podrían ser objeto de revisiones en versiones originales.


Firefly es una clase de nave estelar de carga. Modelo casi obsoleto, sigue dando un rendimiento aceptable a quienes se atreven a utilizarlo a pesar de haber pasado hace tiempo su momento de esplendor, si es que lo tuvo. El nombre de este tipo de naves, que además da nombre a la serie, se convierte en una metáfora de lo que los guionistas quieren exponer. Los protagonistas, aquellos que forman la tripulación de la nave Firafly, son un punto de luz vacilante, apenas nada en el dominio de las tinieblas, en un Universo oscurecido por la tiranía de La Alianza y de la amenaza surgida de sus confines: los Reavers. Pero una gota de luz, aunque sea por su mera discrepancia con el fondo negro de la noche que le rodea, supone un punto de ruptura con el implacable presente y de esperanza en el futuro. La nave y sus tripulantes son una luciérnaga que viaje de planeta en planeta aportando algo de luz allá donde arriben.

Serenity es el nombre propio de la nave, porque la máquina forma parte del contingente dirigido por el capitán Malcolm Reynolds. La idea es similar a la que alienta al Halcón Milenario en la saga Star Wars. Una nave cuya vulnerabilidad en su mecánica, su antigüedad, le da un toque casi humano al ingenio al mostrar flaquezas y defectos. La tendencia a sufrir fallos en los momentos más inoportunos es un factor con múltiples usos narrativos, casi un as en la manga de los guinistas, y es fuente además de gags de comicidad asegurada. Tanto el Halcón Milenario como La Serenity suplen su tendencia a convertirse en chatarra con unas extrañas y magníficas prestaciones que parecen en desacuerdo con lo que se supone que son, reliquias del pasado. Al final, gracias a la pericia para añadir un parche más al artefacto de la oficial mecánico, Kaywinnit Frye, conocida por todos como Kaylee, como a la habilidad en su manejo del piloto Hoban Washburne, Wash para sus camaradas, sumado a la capacidad de superación de la propia nave, podrán escapar del peligro que se cierne sobre ellos. Porque escapar es por ahora a lo más que pueden aspirar. Fugitivos en un escenario inmenso que se hace pequeño ante tantas amenazas y tantos cazadores detrás de sus pellejos.

En el valle de Serenity se desarrolló la última batalla de la Guerra de la Unificación entre la Alianza, que es quien gobierna el Universo en el momento presente, y los rebeldes, los Casacas Marrones, que querían salvaguardar la libertad de los muchos mundos colonizados por los humanos. del grupo que comandaba el sargento Reynolds y que prolongó la defensa del último enclave rebelde hasta más allá de lo que el deber exige, solo sobrevivieron el propio Reynolds y su entonces mano derecha, Zoë Alleyne, la mujer de Wash. La compenetración y lealtad mutua entre los dos ex-militares es tal que el piloto no tendrá claro con quien de los dos, con él o su capitán, es con quien está casada su esposa. El jamás consigue que haga nada de lo que le ordena, y habrá situaciones cómicas en que se sacara partido a la perplejidad de Wash ante la obediencia que muestra ante su superior en el mando. "Hey, ¿como consigues que te haga caso?" le oiremos decir a Malcolm en alguna ocasión. Zöe es una mujer guerrera de armas tomar. Y como tal la veremos empuñar siempre el rifle de mayor calibre del grupo. Lealtad ciega basada en el respeto mutuo. Mal y Zöe son capaces de mantener conversaciones sin palabras basadas en la evaluación de la mirada del otro y en las experiencias compartidas.

tengo la sensación de no descubrir nada especialmente secreto si digo que en la idea de llamarlos Casacas Marrones está la intención de que el público americano los identifique con el ejercito perdedor en la Guerra de Secesión Americana. Los escenarios recreados para la serie parecen calcados de las películas del oeste. Mal va armado con un pistolón de proporciones interesantes, un Colt 45 supongo, que maneja como un pistolero en un Saloon, fiando su vida a su rapidez en sacarlo de la cartuchera y encañonar a su rival de turno. Ciertamente un poblado del oeste es más barato de recrear que un escenario futurista. Pero lo menos importante en la serie es su formato visual, que lógicamente se mejora en su versión para el cine. Sus hallazgos residen en los diálogos, como ya se mencionó anteriormente, en la perfecta descripción de los personajes, así como en la complejidad de las relaciones que se establecen entre ellos. Hay una tensión subyacente en la mayoría de las interacciones, a veces de índole sexual, pero no siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=gUn-eN8mkDw&feature=related Mal's Song

Mal está enamorado de la pasajera principal de la nave, la prostituta Inara Serra, profesión que aunque cuenta con enorme prestigio en la sociedad en que trascurre la narración, con componente incluso religioso-trascendente en su tarea, es desaprobada por el capitán de la nave. Sus discrepancias y discusiones serán una constante de la serie, obligando a su separación al final de la misma. Mal se aferra a sus códigos de honor, no siempre compartidos por los demás por demasiado austeros y exigentes. Inara trata de conseguir que la vida de Mal, electrizada por la sensación de fracaso en el cometido que le fue asignado durante la guerra, adquiera una temperatura más cálida, tenga un rumbo liberado de las urgencias que le atormentan. Pero todo es en vano. Mal es un hombre con una misión. Peor aun, un hombre que ya fracaso y que ahora trata de compensarlo.

En la película Inara envía una onda, como así denominan a las transmisiones interestelares, a la Serenity para que sea contestada por mal en su camarote privado. Mantienen una conversación en la que se adivina el pudor a desvelar sentimientos. Repleta de frases comunes y expresiones en sus caras que tratan de ser anodinas para no sobrecargar de información unas palabras ya de por si aligeradas en todo lo posible de significado, acordaran que el acudirá al planeta en el que habita para rendir un servicio remunerado. La tripulación casi al completo cotillea esta conversación desde la sala de mando de la nave. Cuando acaba Mal se reúne con ellos. Fingen no haber oído y le preguntan. Irán a reunirse con ella. "Pero puede ser una trampa", le reprocha alguien. "Sin duda es una trampa", replica Malm. "¿Entonces, quieres meternos en la boca del lobo?". "Inara jamás nos traicionaría y si es una trampa es porque está atrapada en ella. Nos necesita, así que iremos". Entonces es Kaylee quien toma el relevo en la disputa verbal: "¿Por qué siempre piensas lo peor de cada situación?¿No puede ser simplemente que esté deseando verte?". La mecánico siente una devoción tan grande por su capitán que odia aquellos rasgos que considera defectos y trata de corregirlos. Ay de quien te quiera tanto como para intentar que dejes de ser quien eres. "Supongo que habeis visto la conversación". Hay miradas incómodas como única respuesta a la pregunta de Malm. Kaylee asiente para permitir que prosiga con su argumento. "¿Nos hemos peleado?". Kaylee niega con la cabeza. "¿Cuando hemos podido mantener una conversación sin acabar peleando?". Nadie lo verbaliza pero la respuesta de todos es: "Nunca". "Trampa" remata Malm con tono victorioso a la vez que burlón mientras sale la sala de mando dejando a sus espaldas a todo el mundo atónito.

Me gusta esta escena que acabo de relatar porque es ejemplo de muchos de los valores que trata de poner en valor el relato. Por un lado está esta agilidad en los diálogos, siempre afilados, con réplicas casi perfectas, plenas de comicidad incluso en muchos momentos tensos. la escena también alude a la lealtad entre los personajes, aprueba de todo. Nadie que pertenezca a la tripulación quedará rezagado, por muy complicadas que parezcan las cosas. Y luego está esa corriente subterránea que es el motor de la serie, la pasión entre sus dos protagonistas, que solo es capaz de plasmarse, de aflorar desde el subsuelo a la superficie en forma de una interminable disputa.

Mucha gente ha sido de la opinión de que la película, Serenity, traiciona el espíritu de la serie, que es solo un episodio más, y de los peores. No estoy de acuerdo. Se dice que la ambientación es diferente. En eso estamos de acuerdo, aunque no comparto que sea en detrimento de la calidad de la saga. Al manejar un presupuesto más holgado el formato visual mejora notablemente, y creo que es una virtud, no un defecto. En la serie a menudo las ambientaciones "cantaban", con exhibición del cartón piedra, la chapa de latón y el conglomerado. Existía un sensación de racanería en las inversiones en decorados y atrezzo. Me parece absurdo quejarse de la resolución de un problema. El encanto de la serie se derivaba del atractivo de la historia y los diálogos, y del uso racional de los dineros, por supuesto. Pero hasta cierto punto, porque en la serie en muchos momentos la ambientación del oeste nos hace olvidar que nos están narrando historias del Siglo XVI, y cualquiera diría que la sociedad que nos muestran por el estadio de desarrollo tecnológico en que se encuentran es incapaz de realizar viajes interestelares.

En la película mueren dos personajes de la serie, a mi entender de forma innecesaria. Lógicamente se logra aportar una mayor carga dramática a la narración, pero yo creo que aquellos que acudieron al cine a ver la película lo hicieron con un primer objetivo claro: volver a contactar con unos personajes que les eran muy queridos y con la secreta esperanza de que la película en sí fuese un signo de una posible reanudación de la serie. La muerte del Reverendo, perosnaje enigmático al que se le intuye un pasado ligado a las altas esferas de La Alianza quizás sea hasta asumible, pero la de Wash, un personaje con tanto juego, capaz de exprimir el absurdo para encontrar una forma de hacer que nos riamos, me parece un duro golpe para hipotéticos guiones futuros de esta franquicia. En un momento dado Malm acude a la sala de mando y Wash le dice que tienen problemas. "¿Qué clase de problemas?", le pregunta Malm. A lo que el piloto responde burlón con otra pregunta: "¿Dios mio, Dios mío, vamos a estrellarnos?", tratando de saber si esta categoría de problemas es capaz de concitar toda la atención de su capitán. Con la eliminación de Wash se elimina la posibilidad de que los guionistas sigan jugando al billar con el atípico triángulo compuesto por Malm, Zoe y el piloto, que siempre se siente excluido cuando los dos ex-militares hablan entre sí en su extraña jerga privada preñada de vivencias comunes.

Como compensación la película nos aporta un nuevo personaje, un villano de los mejores que ha dado el cine, capaz de vestir su crueldad de elocuencia y ética. El Operativo es el apelativo que recibe este personaje sin nombre, tan hábil matando como justificando los cadáveres que deja como rastro de su paso. Entre él y Malm se establece un duelo de voluntades en el que ambos se acercan más de lo que quisieran para quedar manchados mutuamente en su fuero interno con la forma de pensar del otro. La derrota ya se produjo en el pasado, así que Malm ya no teme al fracaso, y con este arma definitiva será capaz de afrontar hasta el reto más exigente y, lo que es más extraordinario, convencer a su tripulación para que le respalden en la expresa. incluso a Jayne, del tipo que todos fingen recelar por traicionero y egoísta y que, sin embargo, no tienen reparo en que sea quien cubra su retaguardia. Las dobles lecturas son una constante. Y la síntesis más acertada que se me ocurre del ideario de Malm y, por tanto, de la serie, ya que se le puede considerar a efectos prácticos como su conciencia, es la siguiente: "Lo juzgo imposible, lo juzgo absurdo en este mundo tan descreído, por lo que jamás dejaré de intentarlo".
Palabras que son como la luz de una luciérnaga, quebrando la oscuridad de un Universo cruel y falto de empatía.

http://www.youtube.com/watch?v=gwPtZHhwJmw&feature=fvwrel Music of Serenity/Firefly

1 comentario:

  1. La película me gustó bastante, y aunque en tu otro post decías que prescindir de dos personajes es imperdonable, era casi necesario. Quiero decir, que tarde o temprano tenía que pasar. Nadie se cree que nunca vaya a pasarles nada, que todo les pueda salir bien... No, no les dejan. Y si algo se saca en claro de las series-ideas-guiones de Joss Whedon es que siempre pasa eso: cuando crees que no se muere nadie, ¡bam! y encima alguien que ni te creías ni te esperabas. Como si él supiera que eso va a fastidiarte todavía más.

    Reconozco que ahora, que han pasado tantos años, sigo dándoles oportunidades a todas las series en las que salen los protagonistas de Firefly, aunque con pésimos resultados. A Morena Baccarin la vi en 'V' y pese a ella y a un montón de gente buena y conocida, no aguanté ni 2capítulos, de 'Castle' me cansé y con 'Chuck' no pude ni desde el primer momento (y eso que Jayne me gustaba muchísimo!)

    Siempre me llamó la atención que en esta serie, y también en la peli, todo era un universo muy muy moderno pero con toques incluso medievales. Me hace gracia también que hablasen en chino, especialmente para insultar a alguien y para enfadarse (especialmente Wash) porque desde la primera vez que vi Blade Runner siempre tuve muy claro que serían ellos, y los norteamericanos con sus triquiñuelas, los que seguirían vivos al final de todo esto. Se ha visto en muchíiiiisimos ejemplos (para qué los voy a decir, fijo que a ti se te ocurren así de repente 10 y no eran los 10 que yo tenía)pero me sigue sorprendiendo que parezca que todo el mundo lo tenga tan claro.

    Me gusta la imagen que dan los componentes de Serenity, especialmente Zoe y Mal, que no se ven como los 'eternos derrotados' (que lo son, a los ojos de toda la gente que sale en la serie y no viaja con ellos) sino como los 'luchadores incansables' que siguen sin aceptar lo que está establecido aunque hayan perdido una y otra vez, una y otra vez y vuelvan a hacerlo sin cansarse.

    Algunos capítulos, o más bien algunas partes de ellos, me molestaban con todas las paranoias de River y su hermano hiperprotector que no hacía más que liar la madeja. Ese puede que sea el personaje que menos me gustase, porque para locuras ya teníamos bastantes, pero en la película alguien se debió de dar cuenta de que teníamos que tener una respuesta en condiciones y bueno, la mejoría fue brutal.

    Pese a todo, no tengo ni un pero para esta serie. Siempre me encantará y siempre la consideraré como lo que es, de culto :)

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