Una de la mili
Y sigo con ganas de escribir esa crónica sobre el partido en Estambul, se lo he prometido además a una amiga. He encontrado el hilo argumental incluso, deslumbrante, basado en Zweig, con Varane como estribillo del relato. Pero estoy viendo que va a ser imposible, que será un proyecto al que se la pasará la fecha, como el escrito que pensaba titular "Sir Alex Ferguson en Cannas" o esa trilogía sobre el mourinhismo y Lilliam Hellman. Old Trafford quedó muy atrás, dentro de poco ni siquiera será la penúltima estación. No tengo tiempo para buscar en Internet la novela "Pentimento", ni su versión cinematográfica de Fred Zinnemann, "Julia". Cada vez me veo más metido en todo esto. Os voy a tratar de explicar de que va. Creo que muchos lo vais a entender. A algunos no os va a gustar saberlo. La tesis de fondo es esta: Twitter es un ámbito tutelado. Algunos, os lo he leido, vinísteis a parar a Twitter porque acabásteis hartos de otros rincones de Matrix donde no había libertad, solo luchas de poder. Ese fue el motivo de mi llegada. A mi ni siquiera me gustaba Twitter. Me decían mis amigos que iba a ser incapaz de adaptarme a las reglas que impone. Que 140 caracteres sólo era como pedirme que me cercenara una mano, la de escribir, con un tajo de hacha. Y la idea cuajó en mi mente hasta hacer incluso que aumentara mi desagrado por esta red social. Hasta que caí en la cuenta que editar tuits es como escribir poemas, que es como redactar versos ateniéndose a una rima y a una métrica.
Por si no lo sabéis, en un foro manda siempre alguien. Un foro, te dicen, es de todos los que participan en él, pero la libertad está tutelada, es decir, impera la tiranía. Algunos interiorizan tanto la idea de que el foro es de todos que hasta puede que traten de arrebatar el poder a quienes lo detentan. Y cuando eso sucede siempre se termina entrando en uno de los bandos. A veces es por afinidad afectiva, otras porque la idea que propone uno de los grupos contendientes te parece que es la que debería aplicarse. Incluso si tratas de desentenderte de la lucha tomas parte, porque después de que termine todo es necesario desacreditar a los perdedores. Un foro es un universo a escala, minúsculo, donde es fácil darle al botón de reinicio. Y quienes mandan siempre lo encuentran aconsejable. Borrón y cuenta nueva. No importa lo grave que sea lo que haya pasado, la necesidad que haya de que lo sepa todo el mundo para estar informada y obrar en consecuencia, será borrado como si nunca hubiera existido para dar una imagen idílica de la pequeña comunidad campestre. Un foro hay que defenderlo siempre, estar alerta, porque siempre es madrugada en Matrix. Es lo primero que supe cuando accedí a internet. La mayoría de las veces no sabes con quien hablas, incluso cuando llevas años haciéndolo e incluso te has acercado a su ámbito más íntimo y te ha contado cosas que jamás le ha dicho a nadie. También hay botón de borrado en el resto de Matrix y se puede eliminar de tus relaciones a quien lleva años en tu corazón. Pasa todos los días. Muchas de las tristezas de que nos habla la gente en sus tuits se deben a eso, gente que estaba, que parecía sólida y se esfumó como si fueran fantasmas. En Matrix la intimidad es absoluta al tiempo que es casi ilimitada la posibilidad de engaño. Todas las aberraciones que se os ocurran las he visto en los foros: Gente que tiene cuentas alternativas para apoyar sus propias propuestas y dar sensación de que es una corriente de opinión; gente que discute consigo misma, a veces con propósitos que, ademas de locos, son coherentes; personalidades creadas es proceso en la que se miente acerca de lo que uno es, a la comunidad o a una determinada persona; topos infiltrados en el enemigo que capturan datos; datos que se filtran al que se considera un bocazas para que lleguen al enemigo y obligarle a tomar una decisión que va en su contra. En Matrix vivimos entre la niebla y ni tanteando con las manos, como los ciegos, podemos estar seguros de que los rasgos del otro son los que percibimos. ¡Mentir es tan fácil! ¡Hay gente que disfruta tanto haciéndolo, practicando este juego de sombras proyectadas, encamisadas, duelos de pluma, añagazas y emboscadas, de miradas de poker y alianzas con el enemigo para volcar la situación en el tablero de juego!
Creí que había dejado todo eso atrás, el que se me utilizase, por unos y por otros, los buenos y los malos... Los fines siempre lo justifican todo. Y me lo encuentro otra vez aquí. Y mi primera reacción es apartarme. Y no me dejan. Quiero salirme del sitio en el que quieren estar todos y eso escama mucho. No soy buen ejemplo. ¿Qué es lo que sé y, sobre todo, quien me lo ha dicho? La paranoia es imprescindible para sobrevivir en una batalla que se libra a ciegas. ¿Habrá un topo en la asociación? No lo sé pero, por lo que he visto en el pasado en los foros, en Matrix, sería insensato descartarlo. Mi primera preocupación fue borrar de la cabeza de quienes vivieron a convencerme de que Disneyland solo pernoctaba el Mickey Mouse y Pluto - ni siquiera el cascarrabias del Pato Donald está admitido-, de que no tenía confidentes. Sólo lo que había intuido, lo que había visto de la superficie era suficiente para quererme ir. Me preocupaba mucho, ingenuo de mí, quien resultaba principal sospechoso de mi deserción de Shangrilá. Luego descubrí que los sospechosos eran más de uno, ¿tal vez de dos? Pero el caso es que yo no sabía nada, o muy poco, migajas de realidad. El problema era que mi firma y mi número de DNI estaba ahí, en una lista, para poder ser utilizados por una gente que ni me consultaba ni me daba explicaciones. Ni siquiera sabemos quienes son. ¿Y eso por qué? ¿Quizás para no dañar la imagen de la asociación, pulcra, inmaculada? Esa puerta que reluce, que siempre está cerrada, esconde detrás de sí invierno, no primavera. Algunos os querríais ir si supiérais quienes son. Una cosa es reirles las gracias en Twitter y otra bien distintas que esta gente decida por nosotros, por el madridismo. Mis objeciones empezaron al averiguar la identidad de uno de ellos, que contradecía todo lo que "venden" y dicen apoyar, no sólo en cuanto a objetivos sino también a las reglas del juego. Pero "aguante el tirón". Fue la famosa cena en La Latina la que me convenció de que en esa asociación yo no pintaba nada, ni siquiera haciendo bulto, que es lo que hacen quienes no deciden, o sea, todos vosotros. Les importa sólo cuantos seáis, el número, para exhibirlo, no lo que pensáis ni lo que hacéis. Que diga esto es bueno porque os harán mucho la pelota en los próximos días. Pero lo cierto es que les importa poco lo que hagáis, salvo que les permita medrar, como grupo de poder o les perjudique la imagen.
Una cena que se negó primero, luego se admitió, pero sin indicar quienes la organizaron o participaron en ella, y finalmente se vendió como un acto privado, de determinada gente que, quizá, accidentalmente pertenecía a la asociación. ¿Se creen que somos tontos, como Relaño? ¿El rey deja de ser rey cuando por la noche se pone el pijama? Pero es que no se trata de eso. El problema no es que hacen, que a lo mejor podría ser acertado, a pesar de que abundan los torpes entre ellos. El problema es el secretismo con el que funciona todo. Se crean falsos canales de debate, para mejorar la imagen sobre todo, pero nadie de los que han dado su firma decidirán o sabrán siquiera que es lo que se hace tras la puerta, que motivo hacer lo que se hizo o que resulta dió al ponerlo en práctica. ¿Por qué nadie nos cuenta como fue la cena en La Latina? A lo mejor fue una idea cojonudísima. El nivel de transparencia es aproximadamente el de un agujero negro. El horizonte de sucesos, como lo denominan los astrofísicos, es la puerta de la asociación. Detrás de ella no se decide que es lo mejor para el madridismo. No, que va, se decide qué conviene para que la asociación prospere o no se vea perjudicada por los acontecimientos del día. Si a alguien se le ocurre organizar una manifestación para apoyar a Mourinho lo primero que hacen es cagarse de miedo, porque no saben que puede surgir de todo eso, hasta que punto les puede perjudicar, restar gente que hace bulto, quitarle brillo a la fachada. Y si la decisión respecto a lo que hay que hacer no es unánime o no está clara, se dan largas, se tutela a los promotores para que hagan lo que conviene, para frenarlos mientras ellos deciden. Lo que conviene a la asociación, claro está, que a veces es concurrente con lo que conviene al Real Madrid, otras es al menos discutible y otras es divergente. Nunca les gustó la "manifa" porque a Toñín le consideran un friki que no casa con la blancura que da el Ariel que ellos utilizan. Siento decirlo, pero es lo que hay. Siempre se vio con malos ojos, pero no tenían claro si convenía apoyar o reventarla. Si oponerse les iba a perjudicar, si debías dar imagen de enrollados, de sensatos. No solo se trata de tomar decisiones sino de mantener una imagen duramente trabajada. Eso es lo que quiero que quede claro: No priman los intereses del Real Madrid sino los de la propia asociación.
Y muchos de los que están ahí dentro pensarán que obran de buena fé, que interesa medrar porque el proyecto es beneficioso a la larga, que lo bueno es enemigo de lo mejor, y que si Toñín e Ismael, por muy madridistas que sean, por muy acertada que sea su idea, pueden perjudicar a la asociación, se convierten en el enemigo coyuntural. Y si no acatan órdenes en enemigo permanente. Es lo mismo que en los foros. A muchos no les tengo que explicar como funciona todo esto. Pero no todo el mundo tiene disculpa. Hay también gente que recela del éxito de los demás, o que quiere apropiárselo. A liderar las iniciativas que prosperan, a ponerse en cabeza de la manifestación para que se nos vea. Esa es la consigna. Hay tanta gente engañada. Hay tanta gente disfrutando del engaño aunque lo intuya, que a veces me da rabia. ¿Necesitamos que nos digan lo que tenemos que hacer o pensar? ¿Realmente lo necesitamos? Quien diga que sí que me explique porque las decisiones se han de tomar en más absoluto de los secretos en cuanto a su génesis, motivaciones y resultado. Ni siquiera sabemos quienes las toman. A lo mejor alguno de ellos es ese tuitero que detestamos porque ni siquiera nos contesta cuando le hablamos, que alabamos para que se nos vea cerca de los que marcan tendencia, pero a los que en MDs ponemos a parir. ¿Queremos que esa gente decida, negocie con la plantilla nuestras líneas de acción, le diga a Toñín lo que debe hacer? Para mi la respuesta es clara. "Polladas", llamará a todo lo que he escrito, de un tirón -que editaré sin repasar por la enorme repugnancia que siento por todo esto-, alguno de los secuaces de la Iniciativa Dharma. Pues, por mí, genial. La anterior entrada ya la han leído más de 250 personas tras darme publicidad los chicos de San Ildefonso, y a alguno me consta que le ha abierto los ojos. Me habéis metido en vuestro puto juego, porque abunda la gente torpe entre vosotros. Lo habéis convertido hasta en algo personal, porque pensáis con la polla, efectivamente. ¿Queréis que haya una tercera parte de la serie? Yo prefiero escribir sobre Estambul y Varane, pero si queréis otra entrega probar a tocarme las narices.
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