El Madridismo Wonderground
Había acariciado la idea de escribir un artículo en plan epopeya, aprovechando otra de las piezas históricas de Stephen Zweig recopiladas en "Momentos estelares de la humanidad". La toma de Bizancio, la actual Estambul, por Mehmet II es uno de mis relatos preferidos, de las cosas más hermosas que haya leído jamás. Y hoy era pertinente por la magnitud y la ubicación de la batalla. La caída de Constantinopla, imperio de los mil años, marca el paso a la Era Moderna en muchos libros de historia, como en otros el hito histórico que marca la frontera en el tiempo es el descubrimiento de América. Pero esta atmósfera casi gélida previa al partido, con informativos que ya hablan del sorteo para determinar los emparejamientos de semifinales, la sensación de estar todo el pescado vendido y a bajo precio, le restan al choque cualquier atisbo de convertirse en epopeya. De serlo los derrotados seríamos nosotros, y en vez de cambiar de manos Estambul y el Hagia Sofia, permanecerían en las que llevan medio milenio.
Pero, seamos sinceros, no es solo eso, la falta de carga emotiva que trae el día de hoy, es también cierto desencanto, el empezar a ver el río pasar desde la orilla y no gustarme comprobar todo lo que arrastra. Empiezo a ver grietas en el sueño. Pecados que veo cometer a otros, hago memoria y me doy cuenta que yo también los he cometido. No todo son luces en el Madridismo Yihadista, al que se le ha quitado hasta el nombre para aspirar a la santidad. Quizás el nuevo Papa, que dicen que es futbolero, que al ser argentino probablemente sienta simpatía por las barras bravas, nos eche una mano en el proceso. El Yihadismo, el madridismo mourinhista de Twitter, ya tiene un recorrido, el suficiente para empezar a evaluarlo, para que haya quien quiera dirigirlo, aleccionarlo, homogeneizarlo como la leche que se adquiere en los supermercados. La que tomaba yo de niño en la sierra de Madrid producía un centímetro de nata al hervirla, llegaba directa de unas vacas que veíamos pastar en el prado de al lado en Torrelodones. La de hoy, mucho más sana, infinitamente menos problemática, sabe a eso: A sanidad y a química convenientemente neutra, pero no a leche de vaca. Ha habido que aplicar cirugía reconstructiva para extirparle lo feo al madridismo mourinhista de Twitter y el resultado es un rostro al que se le nota el paso del bisturí. En cierto podcast reciente, de muy amplia difusión, se exaltaba la diversidad del madridismo, convenientemente representado en la grabación, su heterogeneidad, el ancho de banda cubierto entre todos y, curiosamente todos decían lo mismo, se les veía sufrir a los contertulios para decir algo con cierto atisbo de ser novedoso respecto a lo dicho por los que habían hablado antes. Hubo hasta felicitaciones para quienes habían limado sus colmillos para parecerse al resto de los mortales. "¡Os habéis moderado! Ahora sois buenos chicos (risas y algarabía general)" . Loados sean los cielos. A moderarse la tropa, que la libertad es sólo para las élites.
Aquel madridismo tuitero de la temporada pasada ya es historia. Nadie coordinaba y las cosas sin embargo salían mejor. Había más solidaridad entre hermanos de fe, no había problemas porque del esfuerzo propio se aprovechara otro. O esa sensación tengo. Quizá aun no había abierto los ojos. Pero ya entonces cometíamos errores de bulto, que obviábamos por cierta sensación de urgencia, de estar en zona de guerra. Con el Madrid en emergencia nacional primaba la contundencia sobre todo lo demás, hasta el buen juicio. Pero cuando habla el corazón pocas veces uno se equivoca. Y cuando lo hace es disculpable. Cuando habla el interés rara vez se hace lo que se debe, al menos para el colectivo. Daba gusto como las mentiras de la prensa eran siempre desenmascaradas por alguien, sin que hubiera muchos problemas en cuanto a quien y en que rincón de Twitter. A veces en más de uno a la vez. Hoy ya tenemos nuestros héroes oficiales, de amplias pecheras en los que colgar una gran colección de medallas. Que son, curiosamente, los que no se han tenido que limarse los dientes, no solo para evitar ser expulsados del madridismo mourinhista de Twitter, sino que además lo dirigen, lo pastorean, a gusto de quienes tratan de dirigirlo. He descubierto desde que soy persona non grata, convenientemente ignorada por los superegos, que otros ya discreparon antes que yo, y han corrido la suerte que era de esperar, la de tener que discutir agriamente después de exponer sus ideas, sufrir la marginalidad, ver como se obvia su labor porque hace el colectivo menos homogéneo. Pero pasemos a lo concreto. ¿Cuales son los errores del Madridismo Wonderground, a pesar de que sus dirigentes limpian, fijan y dan esplendor como descosidos, incluso supervisando nuestro lenguaje?
1.- La falta absoluta de atención a la verdad que ofende a los postulados de partida o entorpece los argumentos. En la reciente polémica sobre Casillas... Seré preciso, porque si no será imposible que se me entienda... La polémica de ayer, esa no. Tampoco la que a buen seguro habrá traído el día de hoy, y de la que aun no me he enterado. Me refiero a la del sábado por la noche y todo el domingo, al supuesto desaire de Casillas a Diego López. Quien dude de mi postura respecto al capitán del equipo, que se lea primero los cien artículos que preceden a este y me "estalkee" la cuenta de Twitter. Pero es tan absurdo y, sobre todo, tan sospechoso, discutir sobre las intenciones de Iker en el túnel de vestuarios a la hora de saludarse con sus compañeros, como las Pepe cuando comete una falta. Discusión capciosa donde las haya, y en Twitter hay muchas. Iker sabrá, y solo él, que paso por su cabeza cuando pasó junto a López. A mi me convence la teoría de que lo vió y paso de él. Incluso me seduce la idea de que fuera tan efusivo con Pepe, el que estaba despues en la fila, por cierto cargo de conciencia, para disimular o incluso remarcar su desaire. ¿Y qué? ¿Tenemos derecho a decirle a Iker con quien se tiene que llevar bien? Ah, ya, por el bien del equipo. Argumento fariseo, digno del sanedrín de la SER. Es más: ¿tenemos derecho a mirar con lupa todos los gestos personales que realiza Iker como si fuéramos censores de la moral?
Puse un contraejemplo, de la misma índole, pero infinitamente más grave. He visto la secuencia de la lesión de Iker tantas veces, ayer noche en Punto Pelota la repitieron otras 40 veces, que me la se de memoria. Arbeloa trata de impactar con su pie el balón para despejarlo, y se da cuenta de que ha golpeado a alguien. Mira de soslayo, ya que su postura es forzada, y cuando se da cuenta de que el golpeado es Iker Casillas hace mutis por el foro. "Espartanos, ¿cual es nuestro oficio?". "War, war, war". Pues este espartano en concreto cuando ve posible trifulca con su compañero se dice "Pies, ¿para que os quiero?". Y a medida que la lesión va confirmándose, la soledad en la banda de casillas es cada vez más vergonzosa. Ni un compañero se acerca para interesarse. Ni siquiera ese gesto protocolario, que tendrían con Messi, Alves o Stoivkov, si llegara a entrenador del Barça y se resbalase sin querer en la banda al tratar de pisar la cabeza del linier. A Iker no se le deja pasar un beso de siete que no dió en el relato que nos hace la cámara de la Sexta en la previa del partido y a todos sus compañeros se les perdona un gesto que se tendría hasta con un perro al que se acaba de atropellar. Pedí a cierta persona que hiciera un análisis atendiendo al lenguaje no verbal del lance, y logicamente pasó de mí. Porque la verdad ofende, es incómoda, no casa con las leyes que se han escrito en las tablas de la Ley y nos han bajado hace unos meses del Sinaí. Iker es una rata y ha de morir a escobazos. Mal asunto a la larga. es pan para hoy y hambre para mañana. De grandeza. Pero a eso me referiré enseguida.
2.- Se desmitifican a unos para deidificar a otros. Se desnudan unos santos para vestir a otros, y fingimos que la procesión transcurre como todos los años. Mitificar es malo pero deidificar no. Resulta curioso observar que los errores que se señalaban hace unos años, y con acierto, respecto a jugadores que lo han sido todo, los cometen esos mismos que los denunciaban con jugadores de mucho menor peso. Raúl y Hierro se fueron por su mochila repleta de recriminaciones de la afición más crítica, y creo que acertadas, pero ya estamos baulificando a los nuestros. En este caso Xabi Alonso y Arbeloa. El primero es un jugador imprescindible, pero en absoluto dotado para ser capitán. Para ser voz autorizada sí, entre otras cosas por que la gasta poco y la usa solo si es pertinente. El segundo no es más que un buen jugador de equipo, un suplente de lujo si la plantilla estuviera más equilibrada. Y si a alguien le ofende lo que digo, pues lo siento, porque lo cierto es que lo hago con pesar, entre otras cosas porque si que veo en Arbeloa el capitán perfecto, demostrado muchísimas veces, y sin embargo su estatus deportivo se lo impide.
3.- Tenemos una malísima relación con todos los ex-jugadores, peor cuanta más personalidad tienen o más han contribuido a los logros de los que tanto nos vanagloriamos. Raúl, Hierro, Míchel, Butragüeño, Pardeza, Martín Vázquez... No sigo, que si no no acabo nunca. La lista de jugadores tachados de la memoria colectiva duele sobremanera. Algunos sois muy jóvenes y os da más o menos lo mismo hacer sorna de Míchel o Butragueño, pero resulta que son mis ídolos. A Butragüeño si que se le ningunea. Es probablemente el jugador con más talento que ha pisado el césped Bernabeu. Pisarlo, no sólo corretear por él vestido de blanco. Y hoy es otro chiste más con el que exhibimos la bis cómica. Tiramos por los suelos nuestro patrimonio histórico humano para deidificar a Arbeloa o el que nos baile el agua, que no es mejor lateral que lo era Quique Sánchez Flores, que solo duro un año. Pero es que Arbeloa es muy amigo de quien conviene en el Madridsmo Wonderground y toca censurar todas las críticas. Pero, no, no estamos aborregados, no tenemos pastores. Que va.
4.- Hemos convertido al periodista en nuestro enemigo. He descubierto con sorpresa que las cabezas más equilibradas y ecuánimes dentro de nuestras filas suelen ser periodistas enrolados en la causa, muchas veces por hallarse en paro. Sin embargo, aun no hemos cambiado la línea oficial que señala que el único periodista bueno es el que ha sufrido en sus carnes un ERE. No doy ejemplos para no hacer saltar la presa, tan golosa para esos que no tienen que acatar las normas porque las escriben y suelen ensañarse con las personas y no con las ideas. Algo que le decía muy a menudo a mis rivales en los foros de fútbol es que hay que rebatir ideas y no a personas. Y era porque a menudo oía esta frase: "¿Sabes cual es tu problema?". Y por supuesto que me lo decían. Y a veces incluso acertaban. Y lo mismo que no entiendo que hace dos días el debate sobre Arbeloa diera pie a que alguien sacara a colación problemas personales mío que cree conocer, tampoco entiendo esas razzias en los territorios donde acampan los periodistas, ataques personales, a veces muy duros, que ni siquiera encuentro productivos, no digamos ya necesarios. A Relaño, el líder ideológico de la tropa periodística, se le puede rebatir sin faltarle al respeto, teniéndoselo incluso. Es incluso más divertido. Yo me lo he pasado bomba aquí contestando a algunos de sus editoriales del diario AS.
5.- Perdemos la diversidad a pasos agigantados. Apartando a un lado a los que discrepan y mandando al dentista a los que tienen los colmillos demasiado largos, estamos logrando que el madridismo mourinhista de Twitter se esté convirtiendo en pienso para el ganado. todos decimos lo mismo para que nadie se moleste, para que lleguen esos retuit de los que todos reniegan, para que lleguen las palmaditas en la espalda de los próceres. Esas que tampoco necesitamos, pero que hacen que nuestro blog lo lea hasta el enemigo. Madridismo ejercido por incentivos. "Háblame bien de Arbeloa y mal de Iker que verás que bien". Por lo que oí el otro día en el podcast de moda es lo que se desea, todos a una para que la cosecha se la lleven quienes dirigen la "cosa".
Lo dicho. Me gustaba más todo esto cuando nos llamabamos Yihad y cada uno hacía lo que le daba la gana, como en un país libre. Tonto de mí que pensaba que Twitter no era un ámbito tutelado. Venga, a disfrutar del partido y #HalaMadrid. Otro día sigo con todo esto, porque me he dejado muchas cosas en el tintero y, desde luego, la cosa va a ir a peor. Mucho mejor para unos pocos, eso sí.
Contestación al comentario de Ismael del 19 de abril de 2013
Hola, Ismael. tendría que haberte contestado antes, pero es que llevo unos días apretados y queriendo desconectar de esta movida sin poder. Luego hablamos en Twitter y la conversación fue sorprendente. En medio de un silencio atronador de la gente. Me resulta muy curioso, aunque no me sorprenda por el nivel de miedo/pereza/auto engaño del madridismo tuitero. El escrito habría pasado sin pena ni gloria si la fuerza de choque de Fans del Madrid no me hubiera querido abordar con sus infantilidades. Por iniciativa propia seguramente, porque entiendo que la gente que dirige el cotarro es más inteligente. Ni esta ni la que he escrito hoy han sido entradas del blog meditadas. Sinceramente, en lo que a ésta en concreto respecta, no entiendo el enfado, cuando en realidad digo entre poco y nada. Por lo pronto ha servido para que la gente sepa que página web está ligada a qué asociación. La información llega casi sin querer, basta querer tener los ojos abiertos. Lo único que pido en que me dejen ser madridista sin estar tutelado. Twitter es enorme, me puedo dirigir a un rincón en el que ni siquiera se me escuche en el que actualmente ocupo. Tratar de dominarlo es como querer poner puertas al campo. Pero es un asunto goloso. Y siempre hay alguien para que haga el trabajo sucio, para que te diga que lo que escribs son "polladas", mientras que los que mandan piden educadamente al común de los madridistas que seamos respetuosos con Relaño. Es increíble el nivel de hipocresía con el que maneja todo. Lo he dicho en el post de hoy. Vuestra "mani" les daba más miedo que otra cosa: Que fuera un éxito al que ellos no se apuntaran, o un fracaso al que les ligaran y dañara su imagen. Que no se produjera les ha aliviado muchísimo. Y se que recibísteis presiones para abandonar el proyecto al final. Es que es de locos. Que sepas que a la próxima, si la hay, a lo mejor me apunto. El Real Madrid tiene dueños, los socios. Pero el madridismo no debería tener ninguno. Un saludo, a tí y a Toñín de mi parte. Y que no se enfade conmigo si lee algo que no le gusta. Que me perdone, por favor.
Contestación al comentario de Charlie Allnut del 19 de abril de 2013
Totalmente de acuerdo con lo que dices en el punto (1). Y añado más cosas. Con el paso del tiempo nos vamos radicalizando. Yo también. Gente que hace dos años jamás decía nada inconveniente, que se molestaba en argumentar en un tuit, ves que descalifica y a otra cosa. Algunos casos son muy llamativos, porque es gente que uno admiraba por su autocontrol y por lo eficaz que eran sus intervenciones gracias a él. Es por un fenómeno de contagio colectivo. Con esto no quiero decir ni que no tengamos razón ni que la prensa sea víctima de nada. Ellos son tan faltones o más que nosotros. Pero quizá convenga parar un momento y reflexionar. Respecto a los tabúes, alguien me hizo unfollow el día que edité esto por decir cosas molestas sobre Arbeloa, que ahora mismo es el máximo tabú del mourinhismo del que me quiero desmarcar. Hace año y medio postulaba a este jugador para la capitanía. No seré el primero, pero tampoco andaré lejos de los que primero llegaron a esa conclusión y la expusieron. Ahora Casillas es enemigo público número 1 del Mourinhismo Wonerground y hay carteles de "Wanted Dead or Alive" en todas las comisarías y páginas web, pero cuando dije que no me parecía un buen capitán no era así. Seguramente he contribuido con mi pequeño granito de arena a que se tenga esta opinión. Y no me desdigo. Aquí a veces te venden cierta mercancia, casi te obligan a hacerlo, y a lo mejor formas parte de la empresa suministradora. Pero, como bien dices, no es lo mismo que lo diga Rokko que alguno de los Tuistar que confeccionan los carteles de reclamo. Las jerarquías existen y la gente los acata con sumisión porque, "oiga, yo entro a Twitter a pasar el rato, no a pelearme".
Respecto al punto (2), pues otra vez me parece impecable tu exposición. ¿Por qué somos tan acres con nuestros ex-jugadores, sobre todo con los más destacados? Hay excepciones, claro. Zidane y alguno más. Pero si un día mean fuera del tiesto, a nuestro criterio, les recordaremos sus errores y haremos muñecotes de papel que se les parezcan para hacerles vudú o quemarlos en efigie, como hacía el Santo Oficio con quienes se escapan a su justicia. La respuesta a mi propia pregunta no la sé. Quizá, sea fácilmente explicable. La fidelidad a los grupos se suele probar buscando traidores. El ejemplo del santo Oficio me viene fenomenal otra vez. La Inquisición Española la fundaron sobre todo judíos conversos que no querían que se dudara de su cristianismo, que odiaban a los criptojudíos, como suelen odiar todos los conversos a sus antiguos correligionarios. Estoy de acuerdo con las críticas a Valdano, por ejemplo. Se mueve por oros intereses que no parecen ser los del madridismo. Pero Pardeza, Míchel o Butragueño creo que como mucho pecan de torpes en según que cuestiones concretas. Una cosa es criticar y otra explanar y asfaltar la parcela dentro de la historia del madridismo que ocupan algunos jugadores. En fin. Te apeas del tren y empiezas a ver lo absurdo que has sido al tomarlo, cuando en realidad el destino que querías era uno bien distinto. Casillas será mejor o peor capitán, será más o menos contraproducente para el proyecto, pero es una persona. Se le parten una mano sin querer, que menos que acercarte a ver que le pasa. Y si has sido tu el culpable sin querer, no sé como puede disculparse. Puse este ejemplo, del que no se habla, porque opera uno de esos tabús de los que hablas, para mostrar lo absurda que es la polémica acerca del saludo entre Casilla y Diego López que no se produjo.
Respecto a lo que dices en (3) y (4): Yo tampoco entraría en el tema de qué pasó en el momento de la lesión, pero me escama que unas cosas las juzguemos con la lupa y sobre otras pasemos por encima tratando de no dejar huellas. Me niego a creer que sea el único que piensa que la actitud de todo el equipo fue vergonzosa. Es algo que advertí hace bastante tiempo y me callé, pero que no he podido reprimir cuando se le ha querido linchar a Casillas por algo que de ser cierto era una memez. Las verdades a medias, las pequeñitas que se agrandan para tapar otras más importantes, son también mentiras. Exigimos cosas a la prensa, con razón, que nosotros mismos no cumplimos a veces. Claro que tienes razón en que es mejor no entrar a juzgar que vemos desde la distancia, que hacerlo basándose solo en imágenes es arriesgado. Pero si se hace, que se haga con honradez. Si se hace con lo más tonto me parece vergonzoso abstenerse en lo realmente importante.
Respecto al punto (5) creo que no he sabido explicarme bien. La actitud de la prensa con el Madrid es lamentable. Hasta en los que parecen de nuestra parte notas que tienen topes en cuanto a donde están dispuestos a llegar para defender al Real Madrid. Lo que digo es que entre nuestras filas hay muchos periodistas, en paro o no. No voy a dar ejemplos, aunque se me ocurren decenas. gente que mañana. Dios lo quiera, serán contratados por algún medio de comunicación. ¿Pasarán a ser indeseables entonces?
Nunca pensé que lo íba a decir pero estoy contigo en casi todo. Este texto tienes q hacerlo llegar a todos sino quedará en agua de borrajas, te aseguro q te contestarán. Conmigo lo hicieron. Soy independiente y no tolero que me intenten guiar. Suerte.
ResponderEliminarMe han gustado mucho tus comentarios -esté o no de acuerdo con todos ellos- porque, como ya te he dicho alguna vez en twitter, creo que eres honesto. Voy a tratar de contestarte:
ResponderEliminar1. Me preocupa el intento de homogeneizar al grupo. Yo soy muy aficionado al fútbol y al Madrid y tengo muchos amigos y familiares socios. Sin embargo, yo no lo soy. He notado que en este grupo de mourinhistas hay jerarquías y hasta tabúes y coincido contigo en que no me gustan. Creo que hay que respetar a quien piensa distinto y a todos los aficionados.
2. Dentro de esa visión homogénea del madridismo y del intento de imponer una visión del club, tengo mi opinión sobre el Buitre, Chendo, Míchel, Sanchís, Del Bosque, Hierro, Raúl, Salgado... y tantos otros. Unos me caen mejor y otros peor, pero pienso que todos ellos forman parte del madridismo. No considero –ni de coña- que yo encarne el madridismo mejor que ellos y no creo ser quién para aplicar una vara de medir que les expulse del funcionamiento del club. En la mayoría de los casos veo a gente que ha cometido errores y aciertos y también creo que tienen –o pueden tener- un valor para el club que puede ser aprovechado. Les juzgaré el día de mañana por lo que vea que hagan, teniendo también en cuenta los antecedentes. Tengo como criterio personal no caer en el juicio personal definitivo "para los restos" que inhabilite a nadie y pienso que esos juicios entran en otra dinámica distinta: la del poder. Todos ellos han dado mucho al club.
3. Íker es un caso distinto por ser un caso actual que afecta a la estabilidad de un proyecto que puede ser muy importante. No me gusta nada lo que está haciendo y hay que decirlo bien alto. Lo peor es que pienso que está siendo utilizado. ¿Se da cuenta? ¿Utiliza él a la gente y no es tan pardillo como pienso yo? No lo sé. En cuanto al gesto con Diego López de este fin de semana, comprendo tus críticas y pienso que puedes tener razón. Si denunciamos la manipulación de muchos periodistas a la hora de malinterpretar palabras y gestos de Mourinho no deberíamos caer nosotros en malinterpretar un gesto de Casillas, que tal vez no tenga importancia. Si los malvados periodistas caen enseguida en el marujeo y en un periodismo ridículo y de bajo nivel, no vamos nosotros a copiarles.
4. Si aplicamos ese criterio de seriedad –y presunción de inocencia- con Casillas, ¿por qué exigimos a Arbeloa (y al resto de compañeros que estaban en el campo) una reacción concreta cuando Casillas recibe la patada y se lesiona? Yo en ese tema no entraría. Es más, muchas veces yo he criticado que los periodistas juzgan con demasiada ligereza unos gestos puntuales que hace Mourinho en el campo, obviando y silenciando lo que debería ser el verdadero objeto de juicio personal: el día a día del entrenador con sus jugadores y las manifestaciones de ese trabajo. El debate periodístico es falso e interesado en el momento en que se analizan esos gestos puntuales y no que quienes trabajan a diario con Mourinho le alaban en el plano personal y profesional. Los periodistas hacen una peli a base de repetir mil veces 4 fotogramas. Lo mismo pasa con Arbeloa (y el resto de la plantilla) el día que se lesiona Casillas y pienso que no es correcto quedarse sólo con esa “escena”. Si acaso, esa escena, si manifestase algo que no nos gusta, deberíamos entrar a valorar qué razones preceden a ese “desaire”.
5. En cuanto a los periodistas, de acuerdo en que no todos los periodistas son iguales. Este tema da para un debate mucho más largo y ya me ha salido una buena longaniza. El problema del periodismo es que te encuentras gente que actúa de buena fe, gente que recibe malas influencias, gente que recibe órdenes, luchas de poder, intereses bastardos, gente cabezona que no cambia de criterio, gente endiosada que se cree por encima de entrenadores y jugadores, otros que se dejan llevar por filias y fobias. Cada periodista es distinto, aunque hay grupos mediáticos que actúan como auténticas sectas.
He visto el post con retraso, pero no pierdo la ocasión de comentarlo. Me parece muy interesante y sustancioso todo lo que dices. La diversidad de matices dentro de nuestra "yihad" no solo es conveniente, sino necesaria. De lo contrario perderá lo más importante, y lo que más preocupa a sus enemigos: la REPRESENTATIVIDAD del madridismo. El madridismo es enorme, multiforme, inabarcable, no se ciñe a patrones. Los primeros intentos por desacreditar a la yihad se basaban en que eran "unos pocos seguidores radicales perfectamente organizados" (Carmen Colino dixit); posteriormente Segurola utilizó el calificativo "falange", con muy claras connotaciones; en cualquier caso, una única formación, bajo un único mando. Y no. La legitimación de la yihad se basa en que hay mucha gente distinta y discrepante con pensamientos independientes, que abarca un amplio espectro del madridismo.
ResponderEliminarNo hay que tener miedo de discrepar, es más, es necesario. El otro día con el caso del presunto no-saludo de Casillas, por suerte, hubo numerosas discrepancias. Lo curioso es que quien soltó la liebre no fue ningún "yihadista", sino el propio comentarista de la Sexta Deportes que hizo su propia valoración: "fíjense en lo que hace Casillas". Claro, había mucha gente deseando entrar al trapo, y lo hizo antes siquiera de ver las imágenes. Yo dije de entrada que el asunto me ponía de mal humor, pero que necesitaba verlo. Después de verlo, estaba claro que ahí no había nada de nada. Pero muchos se tiraron a la piscina únicamente por lo que comentaban los demás. Y no, no se trata de eso, porque precisamente la crítica facilona e interesada es lo que hacen casi siempre los periodistas; y que hagamos lo mismo en el bando contrario es el mayor favor que les podemos hacer.
Un comentario respecto a la capitanía: Para mí Alonso sí es un capitán ideal, en especial sobre el campo, por varias razones: aparte de ser un tío suficientemente inteligente, habla inglés sin problemas tras sus 4 años en Liverpool, y ocupa una posición en el campo privilegiada para hablar con el árbitro.
ResponderEliminarEs absurdo y una desventaja enorme en partidos internacionales tener de capitán a un portero, o en su defecto a un tipo que felicita las pascuas con lo del "Morri Crisma", mientras por ejemplo el Barsa y el Bayern tienen a Xavi y Schweinsteiger, respectivamente, comiéndole la oreja al árbitro dos segundos después de cada jugada. Y llegados a este punto, me da igual que Casillas y Ramos sean los más antiguos o se lleven bien o mal con el entrenador. Desde un punto de vista práctico, NO pueden ser capitanes en un equipo que se juega millones de euros en función de su éxito en Champions.