viernes, 25 de febrero de 2011

Cine y TV (22) - Contestación al comentario de ainhop sobre Valor de Ley

Te contesto por aquí puesto que en 140 caracteres no me entraría ni la mitad de lo que quiero decir. Me gustó mucho la película y he de decir que el de Jeff Bridges me pareció un trabajo sensacional, no tanto el de Matt Damon. La niña ha sido una gran sorpresa (no la había visto en nada y no sé si ha hecho algo más, previamente) y su papel sólo se entiende (al menos yo)si te paras a pensar en que esa sangre fría sólo aparece cuando la razón no tiene espacio, o cuando no te has dado opción a pensar-asimilar lo que ha pasado. De los Coen... no puedo decir que sea 'fan'. He visto sus obras maestras y me han gustado muchísimas de sus películas, pero siempre hay 'algo' en sus personajes que me perturba y me produce una sensación demasiado extraña. Llámalo melancolía, llámalo miedo... Me sucedió con 'A serious man" y con esta nuevamente. Un dato: esta escena que mencionas en los primeros párrafos sí que es extraña. Recuerdo que la 'padecí' mientras pensaba '¿de qué coño va todo esto?' (disculpa el tono) hasta que me di cuenta de lo que realmente querían mostrar-demostrar. Luego paré la película y volví a verla. Curioso, ¿verdad? Repasar una escena que acaba de acabar y justo mientras la estabas viendo no te convencía. Me pareció casi de lo mejor de la película. El personaje de Josh Brolin podría haber estado mejor, pero a mi él me gusta muchísimo. Le veo muy capaz de casi todo, y me convence. Ya digo, repito, que Matt Damon aquí es el más flojo del reparto. Mi escena favorita, o trama, sub-trama como se quiera llamar (a pesar de que reconozco la importancia de la que había mencionado antes) es la de los caballos, cuando va a luchar por lo que es suyo y al final termina liando al profesional del tema. El problema con 'True grit' es que la vi el mismo día que 'Winters bone' y los temas son parecidos aunque alejados... Demasiada melancolía para una misma tarde. Saludos!

Contestación al comentario de  sobre Valor de Ley

La niña, Hailee Steinfeld, es, con permiso de Jeff Bridges, lo mejor de la película que, además, en el apartado de actuaciones, alcanza alta calidad. Consultando un poco su biografía me he llevado la sorpresa de que está nominada por su interpretación de Mattie Ross en la categoría de "Actriz de Reparto", lo que me parece un auténtico despropósito, siendo su personaje el eje conductor de la historia, quien pone el punto de vista en la narración, el mejor definido y con mayor intervención en el fin. Lo que les sucede a los demás personajes se nos cuenta si concierne a la chica y está presente. Más protagonismo imposible.

En la historia se nos insinúa que esa frialdad, más bien control de las situaciones, claridad de objetivos y determinación, son caracteres heredados de su padre, quizás acentuados en ella y con la necesidad de ponerlos en valor al ser asesinado su padre y ante la incapacidad de su madre para la toma de decisiones adecuadas. No tendría nada de particular porque los caracteres débiles suelen buscar el cobijo de los fuertes, y una pareja formada por personas tan dispares queda dentro de la lógica humana. Recuerdo haber oido alguna vez a mi padre hablar de la tiranía de los caracteres débiles, que al final esclavizan a los fuertes que tienen más próximos, obligándolos a hacer las labores de caballo de tiro para quienes les cuesta avanzar en la vida. Mattie se ve obligada, ya que la lógica a si se lo dice, a hacerse cargo de los asuntos de la familia, no solo porque se considera apta para resolverlos adecuadamente, sino además por que considera que su madre no es una alternativa. Creo que la madurez de la chica es real. En determinadas escenas de la película en las que están juntos los tres protagonistas de la pe´lícula, es evidente que la única persona adulta es ella.

En la primera versión de la película se ahonda en un aspecto que en la versión de los Coen apenas se insinúa, casi diría que se suprime, la atracción que siente por el ranger de Texas, del que se prenda, ante los celos más que evidentes de Rooster Cogburn, que considera a su compañero de expedición más fachada que edificio, alguien que se pavonea sin tener de qué. Es cierto que el atolondramiento de la Mattie de la primera versión, encarnada por una actriz más mayor además, no hubiera casado quizás excesivamente con el dibujo de la Mattie de los Coen, mucho más contenida en sus afectos. Solo asistimos a un momento de debilidad en este sentido mientras es conducida por el Marshall al médico, mientras delira por la fiebre, y se compadece de su caballo Negrillo. Aquello que alberga el corazón de la chica está hundido en el fondo del mismo y rara vez fluye a la superficie. El viaje iniciativo que constituye la historia que se nos narra no solo le supone la pérdida de un brazo, también la posibilidad de acceder a ese fondo a partir de entonces. La Mattie adulta es una mujer amargada. No sabemos si también por experiencias ocurridas después de su aventura con Cogburn, pero es claro que lo sucedido junto a él la mutila no solo físicamente, sino también desde un punto de vista emocional.

Tampoco yo soy fan de los Coen. Cierto que he renunciado a ver muchas de sus películas. Y la razón es la sobreabundancia de personajes idiotas en sus films. En algunos no hay un solo personaje "normal". Particularmente molesta por este motivo me resultó "Crueldad intolerable". Su afición a este tipo de perfiles puede justificar el personaje que interpreta Josh Brolin. ¿Por qué el asesino del padre de Mattie ha de ser un lelo? Es un elemento innecesario y que parece contradecirse con la trama, ya que no parece casar bien con la idea de que haya podido engañar al padre de Mattie y que haya podido huir con éxito a través de medio país. Tampoco me gustan ciertos detalles que tratan de aflorar un cierto feismo en sus pelñiculas, como esa escena en que el jefe de la banda de forajidos tiene sujeta en el suelo a Mattie plantándole un pie encima, mientras charla a gritos con Cogburn. Le vemos desde el punto de vista de la niña, desde abajo, en un contrapicado, y asistimos a planos muy cercanos de su dentadura, bastante deteriorada, y de los escupitajos involuntarios que hace al gritar. Entiendo que en el siglo XIX, más en un  territorio donde la civilización acaba de llegar, el desarrollo de la odontología debía ser precario, pero no entiendo la necesidad de prolongar el efecto tantos minutos. Toda la conversación entre forajido y Marshall está adereza con los salivazos del primero. Sin embargo, este feismo se compensa con momentos visualmente muy bellos, entre los que se lleva la palma la cabalgada final de Rooster y Mattie a lomos de Negrillo, en que los copos de nieve y las estrellas se solapan en un determinado momento. Cosa que sabemos que es una contradicción, porque un cielo nocturno solo puede ser estrellado si carace de nubes, y si no hay nubes no hay posibilidad de que nieve. Entendemos que el aspecto visual de la escena tiene que ver más con los delirios de Mattie que con lo que nos mostraria una cámara con un punto de vista objetivo.

En fin. Ésta es una de esas películas que parecen crecer en la memoria a medida que meditas sobre ella. Algún día entrará en el circuito televisivo y de DVDs y se podrá analizar con mayor tranquilidad.

Muchas gracias por tu comentario. Eres la primera, Dios quiera que no la última, que realiza uno en este blog, por lo que pasan automáticamente a formar parte de su libro de honor. Muchísimas gracias. Días atrás estuve sopesando la idea de abandonar ambos blogs. A veces uno no tiene ni idea si lo que escribe le interesa a alguien. creo saber que a alguna poca gente, pero incluso eso es una conjetura. Tú has conseguido volver a llenar el depósito de la ilusión. Tengo ahora combustible para algunos trayectos más. Un saludo y muchísimas gracias.

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