A propósito del podcast-entrevista a @DarkkoVikingo en el blog @ElDiariodeMou
Imagino que esta acotación es un ejemplo más de mi inveterada manía de meterme en camisa de once varas, de ir a donde no me llaman a buscarme líos gratuitos. O a lo mejor no es para tanto, que parece que @DarkkoVikingo es un tipo, al menos esa es al iamgen que intenta transmitir, por lo menos en la entrevista que suscita estas líneas, que se habla con cualquiera, que se tomaría con gusto unas cañas con el mismísimo Diablo después de que le rajara la cara con su tridente. Tampoco es el caso. Soy más inofensivo que un calendario de bolsillo con fotito de minínos copando una cesta de mimbre. Como Darkko no tiene problemas en citar nombres y explicar con detalle, desde su propia óptica, claro está, sucedidos que piensa que ilustran de forma diáfana el modo en que él ve las cosas, me permito hacer lo mismo y citarle a al narrar una anécdota en la que está implicado, mínima e intrascendente pero que para mí es muy ilustrativa de como funsionaban las cosas en el tiempo de los pioneros de las webs madridistas y sus podcast correspondientes..
Aboga @DarkkoVikingo por el entendimeinto entre madridistas, y me parece loable y acertado su empeño. ¿Quién en su sano juicio iría en contra de esta máxima? Pues a lo mejor yo, que precisamente vengo ahora de la consulta del psiquiatra. Se pone a si mismo como ejemplo de tuitero conciliador, que siempre ha buscado el entendimiento con todo el mundo, que dice haber publitado en la red del trabajo trabajo ajeno, incluso de quien le ha perjudicado o ninguneado. Dice que no tiene problemas en escuchar los podcast o atender al trabajo de las webs de aquellos a los que no traga o no le tragan a él, de reconocer públicamente que le gusta o le divierte lo que hacen. Y eso esta muy bien. Suena razonable "que te cagas". ¿A quién le importa que Quevedo fuese un cabronazo o Velázquez fuese un trepa y un arribista de manual a la hora de admirar sus respectivas obras? A mi no, desde luego. Pero cuando él cita ejemplos no habla precísamnte de genios universales ni tampoco de gente a la que podemos evitar tratar en esta vida y en la virtual porque hace tiempo que murieron.
Cita a @RichardDees y me viene al pelo. Cuando ingresé en Twitter y superé esa fase inicial en la que no me enteraba de nada y parecía que nada sucedía, que todo estaba congelado, o más bien era yo mismo quien parecía petrificado en mi tímido andar por la red social porque mis pasos no parcían tenía ningún eco en los demás, cuando empecé a desenvolverme y a abrir los ojos enseguida incurrí en dos debilidades. Una la descubrí por mi mismo, y era precisamente @RichardDees. La otra persona fue una recomendación y me enganchó enseguida, a pesar de que nunca hablaba de fútbol. Los temas que trataba eran otros. Hablo de @AlexCibernetica. Cualquier cosa que dijeran cualquiera de los dos para mí iban a misa. Me parecía el de Bilbao un ejemplo de honestidad y me hartaba de reir y de instruirme con sus celebérrimos podcast de El Radio. Instruir deleitando es una máima que le viene al pelo. He charlado con mucha gente sobre su programa y me sorprendió escuchar que hay quien se aburre con él. No lo entiendo. Cierto es que tiende a la reiteración. Pero como cualquiera. Lo que hacemos está lastrado por nuestras rutinas mentales y es casi imposible no repetirse en una actividad concreta cuando se dilata demasiado en el tiempo. Un podcat de @RichardDees se parece a cualquier otro de los suyos en la medida que un tema de Supertramp se evoca a cualquier otro de este grupo de rock sinfónico, o que un cuadro de Velázquez, ya que lo hemos citado antes, encuentra ecos en cuanto a estilo, temática o lenguaje en cualquier otro del pintor. Quizá el sevillano, que era sabio a su manera, tendía a no repetir temas, al modo de Kubrick quien, salvo que me falle la memoria, no llegó a dirigir en toda su carrera dos películas del mismo género. Por cierto, el director británico acabó loco de remate y absorbido por su trabajo hasta el punto de renunciar a relacionarse con su propia familia. No tenía tiempo para otra cosa que para prepararse para el siguiente proyecto y tan embebido estaba por lo que tenía entre manos, tal era su afán de alcanzar la perfección, que a menudo dejaba los proyectos a medias tras dedicarles años de trabajo. La originalidad, reiventarse, es una quimera cuya persecución acarrea peligros.
Yo hace tiempo que no escucho los podcast de @RicharDees por mera higiene mental y moral. Tampoco viene al caso entrar en promenores de por qué ocurre esto, aunque tampoco tengo especial problema en hacerlo si a alguien le interesa. Si son seguidores de mi blogs sobraran explicaciones. Tampoco quiero divagar en exceso. Me gusta pero se que canso cuando lo hago. En cuanto a @AlexCibernética hace unos meses me bloqueó por tercera vez desde que nos tratamos en Twitter y me da pereza iniciar la cuenta atrás para una cuarta. He de reconocer, eso sí, que siempre que me ha mandado a freir espárragos ha tenido sobrados motivos, casi siempre. Está claro que a la larga tendemos a llevarnos mal, auqnue parezca que existe cierta simpatía mutua. Por mi parte mucha, ya que ya he confesado que era una de mis debilidades tuiteras. Por la suya la suficiente al menos como para que mantuviéramos un diálogo intrascendental pero muy fluido y seguido por canales privados. En mis tiempos de tuitero tóxico había quien solo me hablaba en emedés. En realidad creo que me podría llevar de lujo con ella, pero con sus novios se ve que es imposible. Tiendo a sacarlos de quicio y ellos a mí. La última cosa que le dije a @AlexCibernética es que daba la sensación de que se buscaba novios cortitos y lógicamente me mandó a recoger amapolas donde Guti, muy educadamente, eso sí, porque ella es así, cordial y elegante incluso cuandoa grede. Me sentí en un deja vú, pero lo entendí.
Pero a lo que vamos, que no concreto. Dice @DarkkoVikingo que ha hecho lo imposible por intentar que la gente que medra dentro del madridismo tuitero se lleve bien, y no tengo claro del todo cuando lo dice que no se esté poniendo medallas que no le corresponden. Le habla a su entrevistador con una condescendencia y paternalismo que me hace gracia. "Los que llegamos primero os abrimos camino" le dice al miembro de @ElDiariodeMou que le interpela y le cuenta batallitas de la yihad madridista -así se nos conocía hasta que PB vetó la dnominación- de principios de esta década, como quien le explica a un imberbe que aun no está en edad de hacer la mili lo mal que se pasaba en el Valle de Da Nang durante la guerra de Vietnam. Recuerdo haber escuchado hace ahora aproximadamente un lustro uno de sus primeros podcast de Darkko y haberle tuiteado con toda la inocencia del mundo un halago. Acto seguido me lo agredeció y me devolvió el follow que le había hecho. O quizá lo hizo antes, sin necesidad de que le hiciera la pelota de rigor, que da la sensación, ciertamente, de no ser un adicto al estrellato. La chica que compartía micrófono con él en los audios también me hizo follow. Y yo tan feliz. ¡Joder! ¡Me seguían dos tuitstar de Twitter! No sé si llegué a hablar con alguno de los dos alguna vez. Pudiera ser. Aunque no creo, porque soy de natural tímido. Me cuesta hacer halagos. Tanto que no sirvo para congeniar con mi prójimo en Twitter. Y que me los hagan a mí sencillamente me descompone. Cuando tenía 20 años hasta montaba en cólera cuando los escuchaba. Pero ese es otro tema que ya contaré a quien corresponde, esto es, a mi psiquiatra. El caso es que a veces no controlo la red y me pierdo. Hubo un tiempo en que confundí a Darkko con el otro Vikingo célebre de Twitter, con Brus, y hasta creo haberle reprochado, comportándome como un completo cretino, a uno de ellos ciertas culpas que en realidad atribuía al otro. Es lo que tiene el no ponerle cara a la gente: que se te difumina en la memoria. Y si te tratas con medio millar de personas a la vez, sin rostro ni timbre de voz, además en conversaciones trasegadas a sorbitos de 140 caracteres, la empanada mental puede llegar a ser severa. Pero mi corta relación tuitera con Darkko la tengo clara.
El caso es que el programa de @DarkkoVikingo alcanzó tanta repercusión que su excelencia en persona, el papa blanco, decidió incluir su podcast en una de sus giras ecuménicas. Eran los tiempos en que Primavera Blanca difundía su palabra a través de las webs madridistas, que usaba como9 púlpito para sus fines y que trató de convertir en sus secuaces. Y como eran los capos del barrio madridista de Twitter y, además, daban mucha audiendia -Bien sabe Tele 5 lo que renta tener un Matamoros en pantalla- iban a donde querían, y cuidadito con hacerles esperar o ponerles trabas. Desde muy pronto adquirieron el capo de tuti capi y su lugarteniente manías de divos. Algunas anécdotas me han contado pero no me corresponde a mí difundirlas. El caso es que inmersa Primavera Blanca en plena operación de borrado de la realidad virtual de este su humilde servidor, quien estas líneas escribe, uno de los do jefes supremos, no sé si @RicharDees por mor de la proximidad geográfica, o el mismo Coronado en persona, no recuerdo cual de los dos, se coló en uno de los podcast de @DarkkoVikingo y un día después me llegaron los unfollows de las dos personas que me seguían de la web El debate blanco. Tampoco lo reprocho, al menos a título personal. Adquirí en aquellos tiempos una condición de apestado en los circulos madridistas de Twitter. Una condición que asumí si no con gusto si al menos conscientemente. Esa y no otra fue la razón por la que dejé de escribir para las tres webs madridistas en las que colaboraba, y a pleno rendimiento, que soy muy prolífico cuando me pongo. Hasta tres y cuatro artículos me ventilaba por semana. En este mismo blog pueden leerse. Y no eran precisamente webs desconocidas. Cualquiera de ellas tenía más epso en al opinión madridista que la de Darkko. Sabía que me enfrentaba a la mafia que dominaba la red y no quería perjudicar a terceros. Supongo que suena a falso peroe s cierto. Yo también se colgarme medallas y postularme para el Nobel de la Paz, amigo Darkko. Dices que has hecho lo imposible por buscar un entente en el madirismo tuitero y lo cierto es que fuiste secuaz de la tiranía eistente entonces, sumándote a los ajustes de cuentas del poder con los díscolos primero, cuando el poder era aun indiscutible, y callándote luego sus vergüenzas, cabalgando sus contradicciones, si seguimos la terminología de Iglesias, cuando empezaban a encontrar respuesta, en gente que tenía mucho menos capacidad de difusión que ellos, aunque mucha más razón y, sobre todo, mucha más decencia. No creo que sea menester explicar esto último que digo. Está sobradamente explicado en mil sitios y de forma muy clara. Lo que te reprochaban los subversivos es que te declararases neutral en una guerra desigual e injusta, y que lo hicieses solo por mantener a salvo tu plato de lentejas, para no perder esos followers y esas descargas que dices constantemente que no te importan. No me cabe ninguna duda de que eres un tipo excelente. En la entrevista lo subrayas de forma tan reiterada y con Stabilo de color fosforito tan llamatico que se hace difícil no coscarse de esa realidad enseguida. Eras un tipo cojonudo pero, como dice el refrán, para que el mal triunfe solo hace falta que los buenos no hagan nada. Y esas estamos. Mejor dicho, en esas estuvimos. Cuando aun me hablaba con @AlexCibernética esa era la idea que me transmitía de tí, que eras capaz de cruzar un lodazal a nado y salir por la orilla opuesta sin una sola mancha. Ser amiguete de Primavera Blanca solo te costó dos unfollows, el tuyo y el de tu compañera, además a un tipo que lo más seguro es que a estas alturas ni siquiera recuerdes. Yo si qu puedo decir que soy el mayor pagafantas de Twitter sin pecar de falsa modetia. Pero, creéme, lo entiendo. Muchos hicieron como tú y salieron de todo aquello radiantes y espléndidos como el payaso que lava su ropa con Micolor. No, vamos a ver, lo que a tí te reprochaba Toni Montana no era que escuchases El Radio, ni que le hicieras erretés a los links de @RochardDees, no tomes a la gente por tonta. Lo que te echaban en cara cara es que no te atrevieses a denunciar en voz alta las mentiras y los dislates de Primavera Blanca, algunos de índole personal de gente que se supone que era tu amiga. Hombre no, si sabes de una amiga a la que le han acosado en la red no te haces el amiguete del acosador, pongo por caso. Vamos, digo yo, por muy enfilado que veas el Premio Nobel de la Paz. Nunca he entendido a aquellos que se atreven a poner en solfa a los jugadores del equipo, ponerles finos filipinos y luego no se atreven con los que tienen voz y mando en Twitter. O quizá lo entiendo perfecatmente. Meterse con canelita o Topor no repercute en las descargas y los follows, en todo caso lo hace para bien. Pero meterse con Matamoros... Cuidao. Pero, bueno, allá cada cual. Por cierto, me ha gustado muchísimo la entrevista. Lo mismo sigo tu consejo, hago de tripas corazón, o más bien al revés, y vuelvo a escucharte en tus podcast.
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