lunes, 14 de octubre de 2013

El Fútbol y sus aledaños (143) - Brownie, el Monstruo de las Galletas


PUEDE JUGAR POR AHORA, PERO EXISTE LA AMENAZA DEL QUIRÓFANO
Bale tiene una hernia discal
Miguel A. García
Diario Marca - Madrid - 12/10/2013

Los médicos se la detectaron el día de su presentación, en el reconocimiento · Además, sufre una protrusión en otras dos vértebras · No siente dolor y podrá jugar... por ahora

Gareth Bale tiene una hernia discal en las vértebras L5-S1 y una protrusión en otras dos. Una lesión importante que, por ahora, no le está dando problemas y que no le va a impedir jugar en un corto plazo de tiempo, pero que en el futuro sí que puede obligarle a parar, e incluso a pasar por el quirófano si la evolución no es positiva.

Los servicios médicos del Real Madrid le detectaron la lesión el pasado 2 de septiembre, el día del reconocimiento oficial. La resonancia magnética no ofrecía lugar a dudas: una hernia discal en las vértebras L5-S1 y una protusión, que es el inicio de otra, en la L4-L5.

La lesión hizo saltar todas las alarmas en la clínica Sanitas La Moraleja, desde donde se informó a Florentino Pérez de la lesión que escondía el ex jugador del Tottenham en la espalda.

El futbolista, sin embargo, frío como el hielo, aseguraba que no sentía la más mínima molestia en la espalda y que nunca había tenido problema alguno en esa zona a lo largo de su carrera.

El fichaje ya está cerrado, no hay marcha atrás

El fichaje, sin embargo, no tenía marcha atrás. El acuerdo estaba totalmente cerrado y Florentino Pérez, al tanto del secreto de Bale, no puso ni un solo problema al respecto. La operación del verano, por 91 millones de euros, tenía que seguir su curso natural y nada ni nadie podía impedir que Bale saltara al césped del Santiago Bernabéu para la presentación. Allí esperaban casi 40.000 personas.

Como el jugador no sentía molestia alguna, la lesión pasaba a un segundo plano en los despachos del Santiago Bernabéu. Pero los que pudieron ver esa resonancia magnética saben que en cualquier momento se les puede venir encima un serio problema con el jugador galés.

Una bomba de relojería para los doctores

Con esa hernia discal, los servicios médicos tienen que andar con pies de plomo. El hueco que existe entre las vértebras L5 y S1 y la fuerte musculatura de Bale, tanto en la zona abdominal como en la espalda, permiten que por ahora no tenga molestias, pero en el Madrid trabajan meticulosamente con el jugador para que la lesión no se agrave y termine llevándole al quirófano.

Y es que, en el caso de que la hernia evolucione negativamente, existen muchas opciones de que tenga que operarse. Altintop e Higuaín son los dos últimos casos en el Real Madrid de lesiones de este tipo y los dos tuvieron que someterse a sendas intervenciones quirúrgicas.

¿Cuánto tiempo puede aguantar así?

Es la pregunta del millón. Meses, años, toda su carrera... Ahora mismo es imposible aventurar cómo va a evolucionar la lesión de Gareth Bale.

En el Real Madrid esperan que esta hernia no le dé problemas y que pueda tener una satisfactoria aventura en el equipo blanco. Pero también son conscientes de que es complicado que el jugador no se resienta en un futuro, debido a la gran carga de partidos que tiene el Real Madrid a lo largo del año. Jugando dos partidos por semana, parece complicado que una hernia y una protusión como la que tiene Bale no le den problemas.

Trabajo de prevención diario para evitar el K.O.

El jugador, que ya es consciente de su lesión, sabe que tiene que seguir trabajando la zona abdominal y la dorsal al máximo si quiere retrasar la aparición del dolor. Gareth va a ser objeto de un control exhaustivo por parte de los servicios médicos del Real Madrid para evitar que termine cediendo ante esa hernia L5-S1 y esa protusión que tantos problemas pueden darle.

Objetivo: estar a tope ante el Barcelona

La hernia discal, sin embargo, no parece que le vaya a impedir a Bale regresar a los terrenos de juego la próxima semana. El jugador sigue poniéndose en forma en Valdebebas para jugar ante el Málaga el próximo sábado, y su único objetivo ahora es recuperarse de sus molestias en el muslo izquierdo y recuperar el tono físico.

Ancelotti está muy pendiente del trabajo que está realizando el jugador galés durante esta semana y no duda de que podrá contar con él ante el Málaga y, sobre todo, ante el Barcelona el próximo 26 de octubre. Los problemas de espalda no preocupan por ahora al entrenador, que confía plenamente en Bale para mejorar el juego del equipo y derrotar al Barça en el Camp Nou.

Otra cosa es lo que tienen los fisioterapeutas y los médicos del equipo blanco entre manos. Un jugador al que deben mimar al máximo si quieren evitar que el último fichaje de Florentino Pérez no se convierta en una de las peores inversiones del Real Madrid a lo largo de su historia. Los casi 100 millones de euros que costó su fichaje son una losa para el presidente, para Bale y para los encargados de cuidarle.

Un inicio accidentado

Lo que está claro es que Gareth Bale no ha tenido en el Real Madrid el inicio que soñaba cuando en el mes de agosto se estaban cerrando los últimos flecos de su fichaje. El jugador debutó sin pretemporada ante el Villarreal y jugó 20 minutos ante el Galatasaray en la Liga de Campeones. Pero su calvario de verdad empezó el 22 de septiembre, el día de su debut en el Bernabéu, ante el Getafe.

El galés tuvo que retirarse del calentamiento por unas molestias en el muslo de la pierna izquierda y se quedó sin su ansiado estreno. Era sólo el primer problema.

Tras una semana de reposo, reapareció en el derbi, jugando 45 minutos, pero volvió a resentirse de sus problemas físicos y se cayó del equipo ante el Copenhague y el Levante. El Madrid decidió entonces frenar al jugador para que regresara tras el parón internacional en perfecto estado de revista.

Bale no había tenido apenas pretemporada y el cuerpo técnico se dio cuenta de que había forzado en exceso a un jugador con un físico aparentemente espectacular, pero en esencia tan vulnerable como el de la mayoría.

Bale tiene una hernia discal

Comunicado oficial: Bale
Real Madrid - 12/10/2013

Ante la información que hoy publica el diario Marca sobre el jugador Gareth Bale, el Real Madrid quiere manifestar lo siguiente:

1. Es rotundamente falsa la información publicada, según la cual el jugador tiene una hernia discal en las vértebras L5-S1 y una protrusión en otras dos.

2. El jugador no padece por tanto ninguna hernia discal, tal como los servicios médicos del club precisaron con claridad a este diario antes de la publicación de la información. Sorprendentemente, la versión que los médicos ofrecieron a este medio de comunicación el pasado jueves 10 de octubre se ha omitido.

3. El jugador Gareth Bale tiene una pequeña protrusión discal crónica, que es sumamente frecuente entre los jugadores de fútbol y que no impide en ningún caso el normal desarrollo de su actividad profesional.

Escudo real madrid

Bale y la hernia de las palabras
Ignacio Romo
Blog "Ciencia y Medallas" - Diario AS - 12/10/2013

El Real Madrid ha entrado hoy en la guerra del diccionario. "Gareth Bale tiene una pequeña protrusión discal crónica", esa es la noticia del día, firmada por el club blanco en su comunicado. Es decir, uno de los discos intervertebrales del galés, se sale de su posición normal por efecto de aplastamiento entre las vértebras. Si viéramos las vértebras como una torre de galletas con mermelada entre ellas, la mermelada (el disco intervertebral) se desborda y se sale de las galletas. Así es como se explica una protrusión discal.

Toda hernia es una protrusión pero no toda protrusión es una hernia. Esta aclaración semántica es fundamental para entender el jaleo montado hoy entre el Real Madrid y el diario MARCA. Para hablar de hernia discal es necesario que ese disco intervertebral que se ha salido de su lugar (protrusión) haga contacto con el tejido nervioso de la médula espinal. Así aparece dolor.

Lo que queda claro es que Bale tiene un problema vertebral, llegue o no a la condición de hernia. No es infrecuente en futbolistas, especialmente en los explosivos, en los muy musculados y en los que se entrenan con pesas (las tres cosas son ciertas en el dorsal 11 del Madrid). Y lo que es más cierto es que todos los problemas del galés desde que está en Madrid (contracturas y sobrecargas musculares en la región alta del muslo) son compatibles con un problema discal, más o menos severo.

He conversado esta mañana con un traumatólogo. "Aquí hay dos posibilidades: los problemas de Bale pueden ser consecuencia de una patología discal, perfectamente, o simplemente de su falta de pretemporada". Aquí yo me pregunto. ¿Su falta de pretemporada no será consecuencia precisamente de su problema discal?

En el organismo todo va unido. Un problema en la columna vertebral, en el 'tendido eléctrico' de la médula espinal, determina que aparezcan contracturas, porque el impulso eléctrico, la estimulación neuronal, ya no es la correcta. Ahí sufre toda la musculatura.

Me viene a la cabeza el 'caso Higuaín'. Aquella mañana en que el argentino despertó en Barcelona con enormes dolores de espalda. El quirófano estaba al fondo del túnel. Sí o sí. ¿Protrusión? ¿Hernia? Me parece que estamos ante un debate semántico. Las palabras también se pueden herniar.

Lapsus: "No es lo mismo médicamente una hernia que una Protrusión que a vosotros os interesa vender periódicos y teneis que contar historias para no dormir. Que ahora no hay noticias y necesitáis noticias la que sea que hay que vender, pero no, no es lo mismo una protusión que una hernia ni tienen las mismas consecuencias"

Dalemolino: "O sea, que es perfectamente posible que otros jugadores tengan protrusiones y ni se comente. Que es perfectamente posible que la de Bale no le impida hacer nada en mucho tiempo, o que nunca le dé problemas. Pero claro, llamarla hernia vende más. Lo que está herniado desde hace tiempo es el periodismo".



Brownie, el Monstruo de las Galletas

¿Quien no recuerda aquel celebérrimo momento de Barrio Sésamo? Si hay alguien que no yo les refresco la memoria o se las lleno de información. Epi regaña a Blas por comer galletas en la cama. "¿No se puede?". "No se debe, es malo. Llenarás las sábanas de migas y luego no podrás dormir". Blas piensa, oímos funcionar la maquinaria de trapo de su cabeza mientras se rasca pensativo una de las sienes, y tras un gesto triunfal todo sonrisa -¡Lo ha entendido!-, se levanta de su cama y se dirige a la de Blas para dar cuenta de las galletas que aun le quedan. Epi es ese héroe que un carácter avinagrado y continuo gesto hosco le impiden alcanzar el estrellato. Blas el primer supervillano con el que han de lidiar los niños en sus primeras clases de ética como quien no quiere la cosa. Comparado con Blas el mutante Magneto si que es un peluche. Lobezno es más fiero que Epi, el si que araña con sus uñas de adamantium, pero con su sex-appeal logra que se lo perdonen todo.

Pero, al margen de ese sketch musical con todos los monstruos del programa infantil cantando la canción "Soy peludo y azul", quizá el momento estelar que corona el ranking de instantes felices de Barrio Sésamo sea el experimento al que Kermit, la Rana Gustavo en la versión española del programa, somete a Brownie. Le muestra una urna que encierra una galleta. El monstruo apenas si puede contenerse cuando la ve. "Tranquilo. Podrá ser tuya si haces lo correcto". Y Brownie atiende a la explicación con paciencia. Está dispuesto incluso a ir a clase si obtiene al final de la lección su galleta. Ese si que es un programa de incentivos acertado. En ele exterior de la urna hay tres botones. Cada uno produce una reacción. El primero hace salir un martillo de madera como un resorte que se dedica a machacar de forma inmisericorde la galleta. "¡Basta, basta. Pobre galleta!", exclama Brownie y vuelve a pulsar el botón para parar el mecanismo. El segundo provoca que un reguero de agua moje la galleta. Brownie vuelve a sufrir al ver lo que pasa y quejoso pulsa de nuevo para que ces la tortura de aquello que codicia. El tercer botón es el que abre la urna. La rana cree que ya conoce el desenlace pero, ante su estupor, ve como Brownie vuelve a encerrar la galleta. No da crédito a lo que ve. Nosotros tampoco. Nos esperábamos ese momento que todos los niños sabíamos imitar tan bien. "¡Galleta, galleta, güena, güena, güena!" - algo así como un hermano gemelo de aquel que bebía Mirindas-, era el grito de guerra del personaje, que pronunciaba con una voz en la que se mezclaban la pasión y el frenesí, mientras veíamos una catarata da las migas volando, saliendo disparadas en todas direcciones desde la boca azul del monstruo, impulsadas por sus manos temblorosas por la emoción. Pero Brownie en vez de dejarse arrastrar por su pasión de repente adquiere cordura y pula el tercer botón para que la caja transparente se cierre. La rana hace un mohín de incredulidad arrugando el hocico. No puedo dar crédito: El monstruo primero machaca la galleta, luego la moja y solo después vuelve a abrir de nuevo la urna y recoge la tinaja donde han ido a parar las migas mojadas mientras exclama: "¡Hum. Sopa de galleta, güena, güena, güena!".

Barrio Sésamo - "Yo soy peludo y azul"

Este momento casi olvidado de la infancia me ha venido a la memoria al leer el artículo del blog del doctor Ignacio Romo. Para él las vértebras son como " [...] una torre de galletas con mermelada entre ellas". Si un golpe provoca que un disco vertebral se salga de su lugar, por ejemplo, porque Brownie acciona el primer botón, "la mermelada (el disco intervertebral) se desborda y se sale de las galletas". De forma tan efectiva y divertida, digna del programa Barrio Sésamo, es como el señor Romo explica la protusión vertebral. Para que tenga lugar la hernia la mermelada ha de entrar en contacto con el cordón nervioso que recorre la médula espinal y aparecer el dolor. ¿Quien no ha lamido alguna vez la mermelada que rebosaba d un emparedado de galletas antes de mojarla en la leche? No sé si don Ignacio es también peludo y azul, pero se merece aparecer en el sketch musical al menos tanto como Frazel, el monstruo naranja, cuya entrada, bastón en mano, remata el número de varietés.

El doctor Romo habla de una hernia en el discurso de palabras, con la mermelada de significados rebosando y provocando dolor al madridismo al entrar en contacto con el cordón de mentiras que recorre la espina dorsal de la prensa escrita madrileña, de una posible confusión o mezcla, fusión parcial o hibridación, de los términos protusión y hernia. Pero el arranque del artículo de Miguel Ángel García en Marca, y que inició la tormenta en Twitter, es muy claro, casi un resumen de los párrafos que llegan a continuación: "Los médicos se la detectaron el día de su presentación, en el reconocimiento [se refiere a la hernia que se denuncia en la portada del siario]· Además, sufre una protrusión en otras dos vértebras · No siente dolor y podrá jugar... por ahora". No hay hernia de palabras que valga. Para Marca Bale sufre una hernia discal, además de una protusión vertebral, y se trata dr un suma y sigue, un por ahora. Luego se aportan los detalles, el informe médico: la hernia discal es "en las vértebras L5-S1" y la protusión vertebral en "el inicio de otra, en la L4-L5". Imagino que el redactor de Marca ha debido tener acceso al informe médico del reconocimiento del jugador, a los resultados de la resonancia magnética nuclear practicada, para ser tan categórico y preciso en su afirmación. A ver quien se atreve a rebatirlo. Yo ni sabía que las vertebras se las asignaban letras y números para identificarlas. Da reparo llevarle la contraria. Pues el Real Madrid lo ha hecho en un comunicado oficial, bastante rotundo, y que deja al periódico madrileño por los suelos. De anatomía humana andarán sobrados, pero de ética no dan ni para un aprobado raspado. En el primer punto de este comunicado se desmiente la información del diario. Y en el segundo se indica que Marca no solo no atiende a la verdad si no que miente a sabiendas. Es más, se denuncia que la información fue rebatida al ponerse el periodista que la firma en contacto con los servicios médicos del Real Madrid, y que no incluyó la versión del club en el artículo, lo que es algo a lo que obliga la ética periodística.

Pero la cosa no se queda ahí, no solo se denuncia la lesión del jugador, también la negligencia colectiva en el funcionamiento del Real Madrid. "Los servicios médicos del Real Madrid le detectaron la lesión el pasado 2 de septiembre, el día del reconocimiento oficial", indica el redactor, haciendo ver que al menos los servicios médicos funcionaron para lo que han sido contratados: para evaluar de forma correcta el estado de salud de los jugadores. La pelota de la responsabilidad la sitúa Migual Ángel García claramente en el tejado de la planta noble del Bernabeu, sobre el techo del ático: "La lesión hizo saltar todas las alarmas en la clínica Sanitas La Moraleja, desde donde se informó a Florentino Pérez de la lesión que escondía el ex jugador". ¿Y por qué tanto despropósito? ¿Por qué el presidente estaba dispuesto a hacerse el harakiri sin rechistar, después de que los servicios médicos le informaran del estado de la espalda de Bale, de que le pasaran el puñal afilado. Dos son las razones que aduce el redactor para justificar este acto suicida:

1) El traspaso ya estaba hecho y no había posible vuelta atrás: "El acuerdo estaba totalmente cerrado". Se conoce que los reconocimientos médicos no sirven para nada. Imagino que existirán cláusulas que eviten la compra de un jugador suyo estado de salud le impida la práctica del fútbol, que es lo que se insinúa de fondo en el artículo de Marca, con ese "... por ahora". Llegarán los dolores y con ellos la hernia y el jugador tendrá que pasar por quirófano, y ya veremos si volverá a ser el mismo, el jugador por el que se abonaron 91 millones de euros o tendrá, incluso, que abandonar la práctica de su profesión. En el escrito se va allanando claramente el camino para futuras portadas más impactantes. Pero cuidado con que las galletas no se las coma la competencia. Diría que eso es lo que ya ha ocurrido, aunque cometa pecado de spoiler, porque es tema que me gustaría tratar en otro articulillo.

2) El aparato mediático, ese que tanto le gusta engrasar a Floper, ya estaba en marcha. "Nada ni nadie podía impedir que Bale saltara al césped del Santiago Bernabéu para la presentación. Allí esperaban casi 40.000 personas". El redactor indica que podía llevarse a cabo, el sarao de bienvenida al galés, porque "el jugador no sentía molestia alguna". Y aquí me entran dudas sobre si habré estado atento a la explicación de la Rana Kermit. ¿No habíamos quedado en que no había hernia sin dolor, que la mermelada en vez de endulzar el nervio lo punza y provoca dolor, que es mermelada de naranja amarga? ¿Si no hay dolor no podríamos dejar el diagnóstico del jugador en protusión? Ya, el diccionario de la redacción de Marca está herniado. Las mentiras y, sobre todo, las intenciones al proferirlas, son calvas y verdes, eso si me queda claro.


Pero lo peor está por llegar. Bale es "una bomba de relojería para los doctores", nos dice Miguel A. García. Por ahora el precario entramado de la anatomía del jugador se sostiene pendiendo de un hilo: "la fuerte musculatura de Bale, tanto en la zona abdominal como en la espalda", que consiguen "que por ahora no tenga molestias", es decir, que no haya hernia en la espalda, aunque sí en el diccionario. Así, "en el Madrid trabajan meticulosamente con el jugador para que la lesión no se agrave y termine llevándole al quirófano". Pero ya pueden ir rezándole a San Isidro con asiduidad, como cuando se ganó la Séptima, porque "existen muchas opciones de que tenga que operarse. Altintop e Higuaín son los dos últimos casos en el Real Madrid de lesiones de este tipo y los dos tuvieron que someterse a sendas intervenciones quirúrgicas."

¿Cuánto tiempo permanecerá el hilo, la fibra muscular, intacta sin romperse. El redactor no tiene la respuesta: "Es la pregunta del millón. Meses, años, toda su carrera... Ahora mismo es imposible aventurar cómo va a evolucionar la lesión de Gareth Bale". No tenemos ni idea pero lo llevamos a la portada y omitimos la información de los propios médicos y la versión del club. Salvo que nos estén insinuando que tenemos también un "Topo, el topor, el topor" en el vestuario de Sanitas y que vamos a escuchar en lo sucesivo a algún que otro médico vestido con la bata blanca rapeando al modo de Duro. Esa sensación es la que subyace tras leer el artículo. Tanta osadía, atrevimiento, desfachatez al aportar datos que parecen exactos, arrogancia al obviar la versión del club, solo se explica con la existencia de un topo. Esperemos que no sea la señora de la limpieza de la clínica, que sea alguien que tenga nociones de medicina o que, al menos, que fuera público fiel de Barrio Sésamo y sepa zamparse unas galletas sin esparcir mucha migas.

"Es complicado que el jugador no se resienta en un futuro, debido a la gran carga de partidos que tiene el Real Madrid", Dice Miguel Ángel García, y al leerlo casi dan ganas de pedirle al presidente que renuncie a jugar la copa de Europa este año. Que es la Décima comparada con la sopa de galletas. ¿Es Brownie madridista? Ya lo dudo con la que está liando. Y el Barça al fondo a la derecha en el pasillo del tiempo para darle más morbo a la noticia: "Ancelotti está muy pendiente del trabajo que está realizando el jugador galés durante esta semana y no duda de que podrá contar con él ante el Málaga y, sobre todo, ante el Barcelona el próximo 26 de octubre. Los problemas de espalda no preocupan por ahora al entrenador", con Ancelotti haciendo de don Tancredo. Esto queda así: A Carleto le da igual la hernia de Bale, a los médicos de Sanitas no les deja dormir y Floper no sabe o no contesta, solo quiere que nada interrumpa la fiesta del madridismo. Loable pero suicida propósito. No hacer caso al peligro, que Marca asegura que es seguro que ocasione daño, a medio o largo plazo -¿Quien puede responder a la pregunta del millón? Tal vez a Bale le comiencen los dolores cuando esté ya en el asilo de ancianos o puede que siga siendo cuando llegue a octogenario un auténtico cachas- no lo evita como riesgo, siendo además más que probable que se materialice como daño. No va a ver galletas suficientes para tanta mermelada. Va a ver que cocinar algo de sopa para que también se nutra la competencia. Que si Marca miente con maestría y ganas, hay otros ASes de la mentira en la prensa madrileña.

¿Es suficiente como reacción tras producirse la noticia el comunicado oficial del Real Madrid? Para pararla está claro que no, para evitar el daño desde luego que tampoco, y me refiero a daño en la afición, no en la espalda de Bale, que está claro que en la redacción del periódico lo esperan con ganas, alargar la lengua para poder lamer la mermelada. Esta si que es la pregunta del millón. El cuerpo me pide contestar que no. Me gustan, como a todos, las reacciones desmesuradas, épicas, que devuelvan el daño con creces, pero me gustaría pensar que quien rige los destinos del Real Madrid es alguien con más templanza, raciocinio y nervio que yo. El comunicado deja literalmente en pelotas a Marca. Otra cosa es que el diario sea peludo y azul y la profusa pelambrera inguinal le oculte las vergüenzas. Pero es que no hablamos de un jugador cualquiera, además de su importancia deportiva tiene una enorme trascendencia económica. Son 91 millones de inversión estratégica. La noticia pretende devaluar esta inversión, dañar su credibilidad, limitar su alcance, su efecto positivo en el devenir del club. En el tono de la redacción de la noticia se aprecian claramente estas intenciones. Creo que podría aventurarse un cálculo de una posible repercusión económica de la mentira vertida, además a sabiendas, eludiendo la correcta práctica del periodismo. Quizá es hora de llevar al diario a los tribunales, porque además es reincidente. Marca cifra su propia dignidad, su derecho al honor, muy por encima de los del club, ya lo demostró en su día llevando a portada unos ridículos "guachaps". Tal vez requiera un escarmiento. Reconozco que no lo sé, me pasa como a Miguel Ángel García, que planteo la pregunta y, aunque muestro claramente mis deseos -en su caso que Bale e hernie, en el mío que se hernie Marca, y no solo en el diccionario, también en la caja de caudales-, no sé contestarme con rotundidad. Esta prensa es mala, muy mala, más que Blas y Magneto juntos, pero no sé si quiero una prensa que sea justo lo contrario, amaestrada, cómo al de Barcelona, o liderada por algún imán de Twitter, como proponen algunos.


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