sábado, 3 de septiembre de 2011

Cine y TV (39) - Falling Skies - Temporada 1 - Episodios 1-5

Falling Skies - Temporada 1 - Episodios 1-5

La SF es el género con el que soy menos exigente. Hay que dar por sentado que la imaginación será uno de los componentes principales de lo que sea que nos cuenten y que abundarán los improbables. Y que algunos de esos improbables nos parecerán absurdos. Pero es que me curtí como lector con este genero. Pasé directamente de los comics, principalmente de super héroes (Marvel y DC), a las novelas y relatos de Ciencia Ficción. Brillaba con luz propia en aquellos tiempos la Revista Nueva Dimensión, auténtica precursora del género en España desde su cuartel general en Barcelona.

Falling Skies - Banda sonora - See What I' ve Become - Zack Hemsey

Decir que Spielberg, productor y guionista de la serie, con "Encuentros en la tercera fase", así como Kubrick con "2001, Una Odisea en el espacio" dignificaron el género, frase que he escuchado no pocas veces, es una irritante falsedad, porque el género siempre fue digno, cumplió su función de entretener y generó un pequeño caudal de obras maestras tanto en el Cine como en la Literatura a lo largo de los años. Y ese caudal fluía desde mucho antes de que ninguno de estos directores comenzaran sus respectivas carreras cinematográficas. Pero es interesante fijarse en el director californiano porque su labor dentro del género ejemplifica perfectamente las tres etapas que pueden observarse con el paso de los años en las películas centradas en la idea del contacto con vida extraterrestre, a veces solapadas entre sí y con vuelta atrás en determinadas épocas. Podríamos decir que más que etapas son enfoques, que han ido apareciendo con los años y siendo alternativa a los ya existentes. En la primera ese contacto con civilizaciones o individuos de otros mundos era abordada desde la incertidumbre y la extrañeza, desde el miedo podríamos decir, asumiendo de antemano que estaba abocado al fracaso, producto de la incomprensión entre razas que nada tienen en común y por esa evidencia que nos deja la Historia de la Humanidad de que todo contacto entre civilizaciones con desarrollo tecnológico dispar deriva inevitablemente en la conquista de la menos avanzada por la que lo está más.

Con "Encuentros en la tercera fase" precisamente, y poco después con "ET", empezó a imponerse la doctrina de que el miedo a los extraterrestres forma parte de nuestras imperfecciones, de nuestra tendencia al uso de la violencia. Una sociedad más desarrollada ha de ser necesariamente más justa. Alguien capaz de viajar entre estrellas ha de haber encontrado mejores vías para solucionar las divergencias con sus semejantes que el tratar de machacarle el cráneo. Es curioso observar como en la primera época de Star Trek podría inscribirse sin problemas en la primera etapa propuesta mientras que la segunda, la de la Nueva generación, con el Capitán Picard, encajaría en la segunda, con ese mensaje claramente mesiánico que poco a poco fueron adquiriendo los episodios televisivos y, sobre todo, las películas del capitán Kirk.

La tercera etapa se deja de disquisiciones y no intenta analizar el hecho en sí. El contacto con extraterrestres es una idea que ya no provoca excesiva extrañeza y es tratada sin excesivos problemas como cine de género. Abundan de un tiempo a esta parte las películas en que el encuentro con extraterrestres es abordado como cine bélico o de terror, como mero entretenimiento. "Independence Day" fue quizás la precursora hace unos años, pero recientemente hemos visto "Invasión a la Tierra", en la que los marines ya no se enfrentan a asiáticos o islámicos, sino a tropas venidas del espacio exterior que atentan contra la Tierra, que ya se sabe que es una responsabilidad americana. "Invasión a la Tierra" narraba los sucesos del día de la invasión, dando a entender que ésta era frenada por el ejército. Falling Skies, en buena medida heredera de esta película en cuanto a su forma de abordar  el problema y al estilo visual narraría las semanas posteriores, una vez las fuerzas armadas se han visto desbordadas y superadas por el invasor. Ya no existe un ejército regular. Quienes luchan son tropas cuyos efectivos son casi todos civiles. Integran grupos de acción cada vez más pequeños, apenas coordinados entre sí. Uno de estos gropúsculos de resistencia, el Segundo Batallón de Massachusetts, es el que centra la atención de la serie.

La serie cuenta con recursos de producción y en conjunto ofrece un aspecto visual más que digno, aunque algunos detalles dejan mucho que desear, como el acabado de los extraterrestres, que tienen un aspecto de muñecos de plástico que tiran para atrás, o los paisajes, supuestamente post-apocalípticos, pero que más bien parecen una barriada del extrarradio de cualquier ciudad grande. Hay profusión de personajes y un uso abundante de extras. También es un acierto el que exista una progresión en la trama y que en esta no haya trucos o giros a conveniencia, como pasa en "V", la serie rival en estos momentos, con la que tenemos la sensación de que se nos hace trampa constantemente. Algunas series no avanzan por mucho que corran, como los personajes de dibujos animados que dan zancadas frenéticas sin moverse del sitio. Se trata de mantener de esa forma la fórmula inicial en la que se supone que reside su éxito. Un clásico en este sentido es la tensión sexual entre protagonistas, que siempre concita nuestro interés, sabiendo los responsables de las series que una vez se establezca un vínculo amoroso claro entre ellos se perderá para los espectadores buena parte del incentivo para verlas. ¿Hay alguien que no se haya hartado a estas alturas de las perpetuas dudas en las parejas protagonistas de "Anatomía de Grey" y "Bones"? Yo desde luego que sí. El continuo "si, pero no" que Grey ofrece como respuesta al doctor macizo cada vez que éste le pregunta si quiere ser su pareja me parece más que nada sadismo.




Trailer de Falling Skies subtitulado en Castellano



El punto de vista elegido en la serie tiene sus pros y sus contras. Se ha optado por narrar la lucha desde la óptica de una determinada familia, la, Tom Mason (Noah Wyle), segundo al mando del batallón. Esto permite profundizar el su psicología de los personajes, que éstos tengan un mínimo calado para poder ser atractivos, aunque sin alardes. Pero nos hurta una visión global de la guerra entre humanos y extraterrestres, que siempre vemos de forma sesgada, sin una perspectiva global, tal como la ven los protegonistas. Por otro lado, no se pierde de vista nunca que se trata de narrar una guerra, con sucesos bélicos. No estamos ante ese supuesta partida de ajedrez entre inteligencias, las de los alienígenas y la resistencia, que viene a ser lo que se nos pretende hacer creer que es "V". Juego estratégico que de tan simplón a veces más bien parece parchís. Por si no se ha quedado claro ya, detesto esta serie, de la que solo salvaría a Brenda Baccarin, que compone una malvada a la que me resiste a odiar. Está más hermosa incluso que en Firefly. Me costó reconocerla con el pelo tan corto y la sonrisa perenne, aunque tan solo insinuada con un gesto suave de la comisura de los labios. Elegante y encantadora, a veces me entran tentaciones de pasarme al bando de los lagartos.

Falling Skies cuenta en su primera temporada con solo 10 episodios. Y no hay preámbulos. La guerra se instala en la pantalla del televisor desde el minuto 1. De hecho los títulos de crédito del primer episodio son utilizados para ponernos en antecedentes. Los extraterrestres han llegado y han arrasado las ciudades. Los pocos humanos que han sobrevivido a la primera oleada tratan ahora de sobrevivir. Sin llegar a la excelencia, la calidad de la serie la considero suficiente como para que merezca al menos una segunda temporada, en la que espero que si contiene más episodios no empiecen a proliferar los de relleno, como pasa en tantas series, algunas magníficas, como por ejemplo en Fringe.