sábado, 31 de octubre de 2015

Album de fotos (4)



30 de octubre de 2015

Hoy no podré darme mi paseo vepertino. Tengo una cita. Con una amiga. Creo que he equivocado el artículo. No es "una" amiga sino "la" amiga. No tengo otra. El resto de mis amistades o caducaron o pidieron excedencia o jubilaron sus cariños. No lo digo como queja. Si hubiera que culpar a alquien tendría que ser a mi mismo. No cuidé mis realaciones. Es más, no lo hice siendo consciente de mis carencias y, hasta cierto punto, de forma deliberada. Soy uno de tantos ermitaños que viven en la en el monte de asfalto y hormigón. La ciudad para mucha gente es solo soledad compañada. Hemos quedado en la Puerta del Sol, a las cinco y media, precísamente a la hora en que empiezo a concienciarme para dar mis paseos. Mi amiga no vive en Madrid y solo la veo de Pascuas a Ramos. O, siendo más precisos, de vacaciones a Haloween. Su llegada, tan inusual como bienvenida bien merece que lo posponga todo, que haga un hueco en mi rutina para darle el tiempo que se merece. Subo hacia Bravo Murillo para coger el metro en Alvarado. Hay mucha gente joven en los pasillos, los andenes y los vagones. Chiquillería y adolescentes sobre todo, como corresponde a un viernes por la tarde. Veo más chicas que chicos y no sé si es una realidad estadística o si en el recuento mis preferecencias introducen un sesgo en las cifras. Van disfrazadas de presas propiciatorias pero también de cazadoras. En mis tiempos no había ni Dianas ni Artemisas y quizá eso explique que jamás tuviera novia a esas edades. Éramos nosotros quienes debíamos tomar la iniciativa y mi osadía siempre cupo en un dedal agujereado.

Siete estaciones hasta Sol. Llevo un libro en la mano para entretener el rato de viaje. Una novela sobre Sandro Boticelli. En relidad Boticelli su nombre real, que era bastante más eufónico: Alessandro di Mariano Filipepi. Boticelli, algo así como barrilete, era un apodo que le venía por la profesión de su hermano, que se dedicaba a fabricar barricas y toneles para almacenar vino. "Sandro y Simoneta" narra la historia de amor del pintor con su principal musa, quien le sirvió de modelo para su "Nacimiento de Venu". Esa Venus que emerge de la concha en el cuadro, surgida del esperma de Zeus al mezclarse con el mar, es Simonetta Vespuci. La narración mezcla los tiempos, con continuos saltos a un pasado más o menos reciente y a otro más lejano respecto al presente narrativo, que se corresponde con un Boticelli anciano e impedido, que solo puede andar con muletas, y que explica su hsitoria de amor desde un manicomio. Si exagerara un poco, bueno, algo más que un poco, podría ver un paralelismo entre la historia que refiere el artista y la que aquí redacto, que aun no sé si es real o inventadas, si esn producto de mi fantasía delirante o es un cuaderno de anotaciones a modo de diario. La memoria y la fantasía a veces son indistinguibles. Rocardar se parece mucho a delirar, a soñar despierto, a delirar incongruencias.



Ya estamos en el destino. El convoy se vacía casi por completo al llegar. Salgo por la boca de metro que da al puesto de loterís de Doña Manolita. Hemos quedado en la puerta de su hotel, pero no consigo encontrarlo. Camino por la Calle Preciados hasta llegar casi a Callao buscando el lugar indicado. Incluso pregunto en alguna de las tiendas, pero nadie conoce el nombre de ese hotel. Hay un auténtico gentío. Dice la leyenda urbana que la cadena Afnac encargó un estudio para localizar los lugares más transitados de Europa para abrir nuevas tiendas y que el lugar más concurrido resultó ser la travesía de Preciados. Hay variso mendigos sentaos en el pavimento. Uno de ellos, sin brazos, agarra con la boca un vaso de plástico lleno de monedas y que agita a modo de sonajero como reclamo. Otro posa la frente en el suelo y junta las manos por encima de la cabeza como un orate. Al final llamo a mi amiga. Quedamos donde antes estaba el Oso y el Madroño, que hace poco han vuelto a mover de sitio. Acabarán poniéndole un chip con GPS para vigilar los movimientos migratorios de este oso tan andariego. Mi amiga se muestra tímida al principio. Le pregunto varias veces cómo está y sus respuestas son dubitativas. ¿Noto quizá un poso de tristeza en sus ojos? No sabría decir, pero su sonrisa lo desdice. Mi amiga es soñadora. Lo que significa que anhela cosas que no comprende ni identifica, porque los sueños son borrosos y se olvidan cuando estamos despiertos. Como no me habla de ella lo hago yo de mí. Tengo el vicio de la sinceridad y una pulsión a contar mis secretos. Le hablo de Ruth y de Inma, de mis sesiones con la psicóloga, de mi depresión de hace unos meses. Como estoy inusualmente jovial doy por sentado que no voy a preocuparla. Paseamos hasta la plaza de Canalejas y ahí entramos en un VIPS a tomar algo. El tiempo pasa demasiado rápido y pronto llega la hora de despedirse. Me he sentido a gusto traicionando durante un rato mi soledad. Tiene otra cita a las siete, no sé con quien. Tampoco se lo pregunto. No por cortesía sino por falta de curiosidad. Quedamos para vernos otro rato la mañana del domingo, pero sin compromiso. Sus planes cambian sobre la marcha y se adaptan a las circunstancias. No sé si habrá continuidad en este "diario" o si lo dejaré de escribirlo dentro de unos días, pero si la hay no me extrañaría nada que éste fuese el único encuentro que narre. Y no ya por voluntad propia sino proque no tendré oportunidad de vivir otro. Es tan atípico que yo tenga una cita con alguien que me sabe a mal que haya una apenas en la cuarta entrega.

No hay casi emoción por mi parte en la despedida. En el rostro de mi amiga una bruma de pecas difumina su eterna sonrisa. En el centro del banco de niebla que la envuelve es pura emoción contenida en todo lo que hace. Cuando era joven cuando me separaba de alguien que quería, incluso aunque supiese que iba a verla al día siguiente, sentía algo parecido al dolor de una amputación. La última vez que ví a Susana fue como si perdiera un brazo, o mismamente el corazón. Aunque esto último no es tan grave porque el corazón siempre vuelve a brotar cuando nos lo arrancan, como al cola de las lagartijas. Quizá sea una víscera que regule nuestre cerebro reptiliano. A mi amiga la aprecio mucho, es mi única amistad en activo, cabe la posibilidad de que no vuelva a verla ya que vivimos en ámbitos geográficos ajenos el uno al otro y los planes del domingo podrían cancelarse. Todo eso son datos correctos y objetivos y, sin embargo, hay una total calma emoción cuando musito un adiós tras besarle protocolariamente ambas mejillas. "Hasta el domingo", le digo, y bajo las escaleras del metro sin mirar atrás. ¿Es posible que el ictus me haya dejado una cicatriz donde el cerebro procesa la emociones? Cada vez suena menos descabellada esta posibilidad. Más tarde, cuando bajo la cuesta de la calle Jaen ya cerca de casa, con la oscuridad de la noche adueñándose paulatinamente de todo, las luces de la Torre Picasso surgen en la niebla como un faro que me guiase a buen puerto.


viernes, 30 de octubre de 2015

Album de fotos (3)



29 de octubre de 2015

Tomo una de las calles con nombre de provincia que suben desde Comandante Zorita hasta Bravo Murillo. Cuando yo era niño la fisonomía del barrio cambiaba abruptamente a partir de Comandante Zorita e Infanta Mercedes. Lo que era una zona residencial a medio urbanizar, con descampados alternándose con manzanas con edificios de viviendas recién construidos, de repente se convertía en un pueblo, en un espacio con sabor rural. A veces, cuando volvía del colegio al caer el sol y decendía por al calle Jaen desde la boca de metro de Alvarado, en Bravo Murillo, hasta mi casa, era fácil que viera con las últimas lumbres del sol a ancianas enlutadas sentadas en sillas plegables de madera, las mismas que se utilizaban para ir a misa, a la puerta de las casas, formando corrillos en los que conversaban mientras unas cosían y otras pelaban guisantes o elegían lentejas. Una estampa tan de pueblo juro por Dios que la he visto cuando era niño a cinco minutos de mi casa. El barrio de Tetuán se formó a partir del poblado que creció en torno al acuartelamiento de tropas destinadas a la guerra de Marruecos, de ahí su nombre, allá por los inicios del siglo XX. El barrio creció sin demasiado control urbanístico, abundando las cosas construidas por los propietarios con sus propias manos. Normal que un siglo después muchas de ellas amenazaran ruína y que fuera corriente ver fachadas apuntaladas para evitar que se derrumbaran. Casi parece lógico que cuando se produjo aquella avalancha de inmigrantes, sobre todo de magrebís y sudamericanos, mi barrio se inundara con ellos más allá de Comandante Zorita, para habitar esas casas destartaladas con precios de alquiler reducidos, donde lo mismo se hacinan cinco que cincuenta. Casas que la población española iba abandonando a medida que el barrio se teñía de color extranjero. El otro margen de la calle Comadante Zorita comenzó a urbanizarse a mediados del siglo XX, y ahí solo se ven sedamericanos sirviendo como niñeras o acompañantes de ancianos, o de paso hacia las discotecas latinas de la calle Orense. Mi zona, que estaba poblada en los años 60s y 70s por matrimonios jóvenes que estrenaban casa, mis padres por ejemplo, ha envejecido notablemente y ahora se ven deambular en ella por sus aceras aquellos jóvenes convertidos en viejos, cuyos hijos ya solo vienen de visita con los nietos, y que caminan ensimismados por la calle casi siempre escoltados por alguna mujer dominicana que les sirve de báculo, aistente y celadora. todo al tiempo.


Paso al lado de un locutorio, uno de los pocos que van quedando después de que proliferaran como setas tras las primeras lluvias de otoño con la avalancha de ecuatorianos, colombianos y dominicanos. Desde una de sus cabinas de este mismo chiringuito llamaba a Patricia las veces que retornaba a su hogar paterno en Medellín. Recuerdo la desesperación de tenerla lejos, ese descontar los días hasta la fecha de su anunciado retorno, las conversaciones trabadas porque era una llamada diaria y lo poco que había que contar ya se ha dicho reiteradas veces. Eran llamadas solo para oir su voz ante la imposibilidad del contacto físico. Al llegar a Bravo Murillo viro a la izquierda, hacia el sur, como dirían en las películas americanas, y encamino mis pasos hacia la Plaza de Cuatro Caminos. Una vez le dije a una de las amigas de Patricia que la calle Bravo Murillo me recordaba al Malecón de La Habana. "¿Has estado en Cuba?", me preguntó suspicaz, y le tuve que confesar que no. Me sintí muy estúpiso. Lo que había querido decir es que aquella era una calle llena de colorido racial, que me gustaba pasear solo por ver las mulatas. Me gusta la variedad en las gentes y adoro lo exótico en la mujer. Las dominicanas son risueñas y decaradas y jamas se avergüenzan de sus cuerpos, aunque estén muy entradas en carnes. En todo periplo por el malecón en torno a Cuatro Caminos nunca falta la big mother que enseña con orgullo el ombligo y lleva una camiseta muy apretada que a duras penas contiene sus formas femeninas. La de estas mujeres es una exhuberancia y una voluptuosidad que a mucha gente le parecen vulgares pero que a mi me fascina. Para mí hubiese querido cuando era jovencito esa seguridad en mi capacidad de seducción, aunque no hubiera tenido ningún fundamento. La alegría que por lo general destilan las negras y las mulatas está basada en un amor propio bien entendido.



En Cuatro Caminos coinciden muchas épocas de mi vida. En el mercado que hay en el arranque de la calle Reina Victoria antes había una tienda de discos de segunda mano en donde mi amigo José Luis y yo nos surtíamos de vinilos y cintas de casete para nuestras fonotecas privadas. Los CDs entonces no era siquiera un delirio de la Ciencia Ficción. Los primeros LPs de Supertramp y Queen los compré en aquella tienda. Años después, era bajo el Scalectrix, el paso elevado sobre la plaza ya desaparecido, donde los universitarios cogíamos el autobús para poder llegar al campus de la Complutense cada mañana. Con el tiempo me aficioné a ir andando, con un walkman colgado del cinturón y los cascos insonorizando la vida real, en los que sonaban a pleno opulmón Men at Work, U2 y Sade Adu principalmente. La ciudad con banda sonora es una auténtico espectáculo. Echo de menos aquellos conciertos urbanos de buena mañana. Tardaba unos 45 minutos en llegar a la Escuela de Ingenieros de Montes, mi alma mater, por la ruta más corta, que fuí perfeccionando con los sucesivos cursos. Con una cadencia de paso acelerado por mor de la música, que cuando oía el Who can it be now? del grupo de rock australiano se convertía casi en marcha olímpica. Cierto, la mayor parte del camino era cuesta abajo. Menos lobos, dir´n algunos. Más recientemente en el tiempo, el ámbito de Cuatro Caminos era uno de los más frecuentados por Patricia. Con su piel morena y reluciente y su sonrisa amplia, siempre a flor de labios, se camuflaba perfectamente con las dominicanos, que tenían aquí entonces, e imagino que aun hoy en día, su zona de la ciudad predilecta. Era asidua a las peluquerías latinas, los locutorios y los bares sudamericanos. El mismo día de conocerla le dije que parecía una negrita del Congo y ella se rió con ganas, como hacía siempre, aunque le molestase le que escuchara. Gracias a Dios no sabía que la República del Congo está África, porque luego supe que nada le molestaba más que la confundieran con una africana. Algo que ocurría con demasiada frecuencia. ya digo que a mi me pasó. Mucha gente se quedaba de piedra al oirla hablar en ese Castellano florido que gastan en Colombia, porque por su aspecto parecía más esoo que eufemísticamente denominan en los telediarios subsahariana antes que latina. Una amiga senegalesa que tuve años después me explicó la forma de distinguir a una negra de Sudamérica de una de aquellas latitudes: por la forma de la nariz. La de Patricia, pequeñita y deshuesada, igual que la de un koala de peluche, era completamente hispánica.

En la plaza me he detienido unos instantes a hacer algunas fotos de la rotonda, también de la calle Artistas, donde estaba el locutorio a través del cual le enviaba dinero a Patricia a Colombia y el barecito donde tomábamos pica-pollo con patacones mientras escuchábamos bachata y otros ritmos dominicanos. Me gusta como tañen la guitarra española esas gentes. Luego he seguido por Santa Engracia camino de Ríos Rosas. He esquivado la calle Maudes como gato que huye del agua cambiándome de acera. Luego he pasado junto al Cine Conde Duque, la última sala de exhibición cinematográfica que queda en mi barrio, un auténtico relicto de los tiempos en que el cine se veía fuera de casa, y al fin he llegado hasta mi destino: La Escuela de Ingenieros de Minas. El edificio es una belleza. En su puerta principal, a la que se accede a través de unas escalinatas que parten de la acera de la calle, hay dos laureles arbóreos. Solo he visto esta especie en Madrid en este lugar. Quería hacerles una foto pero no he encontrado el ángulo adecuado. Me he ontentado con fotografiar el laterl del edificio, recreándome en el friso del muro y en los ornamento de ls fachadas. Me he asomado al interior de la escula un momento. pero me he retenido en el umbral de la puerta acristalada. Los recuerdos me han llegado en oleada, como un tsunami, y he preferido posponer la tarea para un posterior paseo. Habían pasado exactamente 60 minutos desde mi partida de casa cuando he saludo a mi portero.


jueves, 29 de octubre de 2015

Album de fotos (2)




28 de octubre de 2015

La psicóloga que me está tratando me lo explicó de forma gráfica. En un folio dibujó varios círculos concéntricos con el mismo bolígrafo con el que toma notas sin descanso mientras le hablo. Desde el perímetro del más grande, el exterior, trazó una flecha que con trayectoria en espiral que apuntaba al centro común. "Podemos proceder poco a poco", me dijo, "avanzando hacia el interior por ninguna ruta en especial, siguiendo un derrotero aleatorio, mezclando asuntos, pero profundizando progresivamente". Alzó los ojos del papel y me miró para ver si daba muestras de haber comprendido. "La otra alterntiva", añadió, "es buscar una ruta directa, por un asunto en concreto muy significativo para tí, siempre que tu estés dispuesto a hacer el esfuerzo", y trazó uno de los infinitos radios posibles para los círculos. "Es la forma más rápida, pero no siempre es posible". Esto ocurrió en la primera o segunda sesión, al final del verano, en septiembre. En la última consulta me propuso que para la siguiente, la que tendrá lugar a inicios de noviembre, trazáramos uno de esos radios en la figura geométrica que he resultado ser yo, o mi psiquis -al menos soy reondo para alguien-, pues creía haber encontrado un atajo para llegar al meollo de la cuestión.


Este viaje fotográfico con rumbo aun por decidir y que inicié ayer, obra de forma contraria. Debo alejarme paulatinamente del mi centro. Porque en los paseos de lo que se trata es de salir de mí, de mi encierro personal, literal y figurado. Mi mente a veces funciona como una cárcel para mis pensamientos, que rebotan en las paredes de hueso que delimitan la celda sin poder salir. Se trata de liberarme de la condena de estar a solas conmigo mismo, no de explorar mi interior. Se trata de trazar una ruta en espiral que me permita explorar mi exterior de forma ordenada. Debería de haber haber comenzado fotografiando mi portal, por ejemplo, incluso mi casa o mi propia cama, para poder explicarme desde los mismísimos cimientos, en este caso los geográficos. Quizá más adelante lo haga. Mi cama flota sobre un mar de papel, de pilas de libros en la que hace años no navego e imagino que ha criado una capa de polvo que ya equivale a varios estratos geológicos. Sería una imagen muy informtiva de lo que soy yo. Lo bueno de todo esto es que no hay reglas y, como dice la física, donde no hay leyes todo es posible. En estos viajes físicos, que no astrales, y, por qué no, también literarios, me voy a convertir en una singularidad, en un punto geométrico no sujeto a ley alguna, como una estrella que hubiera colapsado en un agujero negro. Lo cierto es que ninguna luz irradia desde mí superficie desde hace algunos años. Aunque carezco de horizonte de sucesos.



La primera parada en mi itinerario de hoy ha sido para poder fotografíar el plátano de sombre que hay en la esquina de la calle Infanta Mercedes con la calle Oviedo -la prolongaciónde la Avenida del General perón hacia Bravo Murillo-. Ese árbol le fascina a mi madre. Siempre que paseamos, casi siempre de camino a la papatería a comprar chuches -para ella las aceitunas de Camporreal o los pepinillos en vinagre- lo señala con su bastón y confiesa su admiración por su enorme envergadura. En su tercera edad, que en realidad es una segunda infancia, siente una fascinación reverencial por los árboles. Me pregunta por la espacie de alguno y yo le contesto: "Otro cedro, mamá, como el de hace un rato". Su mala memoria, la incapacidad para grabar en su disco duro los datos del momento, mantiene virgen su asombro. He esperado apcientemente a que no hubiera coches en la línea de tiro del objetivo de la cámara y a que alguien pasara junto al plátano para que surviera de referencia visual. Sólo puedes hacerte a la idea del tamaño de algo si tu tiene algo conocido con que compararlo. Luego he progresado por Infanta Mercedes hacia Sor Ángela de la Cruz, camino del VIPS que hay por aquellos lares, donde en otros tiempos compraba libros de saldo. Colecciones enteras de mi biblioteca particular tienen su procedencia en las rebajas de invierno de los VIPS. Por ejemplo, la colección de narrativa de la extinta editorial Debate. Más de una veintena de volúmenes de esa colccción los adquirí en unos pocos días de las Navidades de hace ya unos cuantos años. Libros que fue haciendo entrar en mi casa de contrabando para que nadie lo advirtiese, camuflados bajo el abrigo, escondidos en un ABC plegado, en la bolsa de la compra si me habían enviado al supermercado.

Al detenerme a mirar la embocadura del subterráneo de la calle Sor Ángela de la Cruz y, algo después, en el acceso al subterráneo de AZCA desde la Avenida del General Perón, se me ha ocurrido pensar que quizá mi psicóloga estaba obviando otras opciones. Las dos rutas que me ha explicado son trazos bidimensionales sobre la superficie plana de una mesa, no deambulan más allá y más aca respecto al plano de la cuartilla. Ha sido pensarlo e imaginarme a Carl Sagan en su serie Cosmos doblando un folio de papel ante la cámara para explicar lo que es un agujero de gusano: un pliegue del espacio tiempo gracias a la existencia de una quinta dimensión adicional que no somos capaces de advertir y que conecta dos puntos del universo tetradimensional que parecen enormemente distantes desde nuestra limitada percepción. En el brumoso espacio de la consciencia esa dimensión adicional yo creo que es la memoria, que nos permite contemplar todo lo que nos sucede y lo que nos ha sucedido proyectado sobre un mismo plano de representación emocional, conectando todo lo que somos y fuimos alguna vez en una misma figura geométrica. La memoria nos hace creer  que los sentimientos que exprimentamos hace solo unos días son idénticos y tienen las mismas causas que otros que vivimos hace muchos años, que ambas emociones son notas de una misma melodía momentáneamente interrumpida en el tiempo, que lo que nos sucedió hace varias décadas puede explicar una reacción que acabamos de tener hace un instante. La memoria es una forma de dibujarnos sobre la hoja de papel que nos permite encontrar atajos hacia nuestro interior. Seguramente esto que digo suena muy confuso. Supongo que el bueno de Sagan sabría hacerse entender mejor que yo. Habían pasado exactamente setenta minutos desde mi salida cuando retorné a casa. Antes de acceder al portal me despedí de un cielo es color zafiro, con vetas blancas donde el viento estiraba las nubes hasta casi romperlas.

Album de fotos (1)


27 de octubre de 2015

Cuando era niño el mundo parecía más grande, más abigarrado, más lleno de cosas incomprensibles y sorprendentes. Y, sin embargo, el mundo era más pequeño. La ciudad acababa en la Plaza de Castilla y ninguna preocupación sobrevivía a un periodo nocturno repleto de sueños. Todas las mañanas eran vibrantes y con cada amanecer había cielos inéditos para poder estrenarlos. Esos cielos de Madrid que nunca se parecen los unos a los otros, en los que la luz improvisa y experimenta con colores nuevos en cuanto el sol declina y comienza a contagiar con su frente febril al horizonte. Fue paradójicamente la civilización la que trajo los árboles a la ciudad. parques lineales en las aceras como los bosques en galería de los ríos comenzaron a crecer en ambas orillas de las calles recién urbanizadas, y el páramo manchego que comenzaba donde la ciudad empezaba a ralear tras donde ahora se alzan las Torres Kio se pobló de plátanos de sombra, acacias y cedros del Himalaya. Mi barrio comenzó a trazarse en los años 50s y 60s del pasado siglo. El estadio Bernabéu era como el último fortín antes de traspasar las imaginarias murallas que rodeaban la urbe y adentrarse en territorio ajeno. Durante mi niñez el complejo AZCA no era más que un inmenso agujero en el que hormigueaban las excavadoras, el palacio del barro en las épocas de lluvias. Primero comenzó a crecer hacia abajo, en un laberinto de autopistas subterráneas, y luego hacia arriba en los primeros rascacielos modernos que tuvo Madrid. Mientras duró la construcción de la Torre Picasso no se dejaron de ver día y noche los chisporroteos de los soldadores, que poblaban la madrugada de lúdicos fuegos artificiales.
 

Me he propuesto volver a cuidar mi salud física y mental y eso pasa por recuperar los paseos diarios que me prescribieron tras sufrir el ictus. Ya hay poco que me motive a traspasar la puerta de mi casa para ganar la calle y por eso desde ayer mismo salgo con una cámara digital, con la que ensayo encuadres y recorto fotos en el paisaje urbano. Por darle un contenido a mis caminatas vespertinas. Está bien porque buscar el encuadre perfecto te obliga a mirar con más detalle. Te preguntas si aquel que mire la imagen entenderá lo que hay dentro de los márgenes de la foto, su intención y su significado, y eso te obliga a tratar de entenderlo tu primero, a fijarte en cada uno de los elementos que la componen. Explicarle la lección a otro es la mejor forma de estudiar una materia porque solo llega a entenderse lo que puede explicarse. Mi padre decía que para comprender algo has de saber dibujarlo. Mires donde mires en mi barrio los árboles son los protagonistas, han conquistado el perfil de hormigón y ladrillo de la ciudad desde sus diminutos alcorques. En mi paseo de hoy he descubierto una estatua de Ghandi en la explanada junto el Palacio de Congresos de la Evenida del General Perón en la que nunca me había fijado. Con la espalda, como si portara un fardo, el bastón en la mano, su zancada amplia y su aire adormilado parece un sherpa. Mientras le fotografío no puedo dejar de pensar que tal vez esa fuese la intención del autor de la obra. La búsqueda de la paz es la prolongada y difícil escalada a un macizo cuya cúspide acaricia los cielos. Al arrebol de los últimos minutos del día comienzo el retorno a casa. El cielo comienza a poblarse de nubes que por occidente se tiñen de rojo. Han pasado unos 85 minutos desde que salí de casa cuando entro en el portal.

sábado, 17 de octubre de 2015

Invasión del blog de @jorgeneo

Blog Acordesydesacuerdos de @jorgeneo

El origen de la Grada de Animación (contado por un US)

Recuerdo perfectamente aquel día. 1998. Eran mis primeras semifinales de Champions en el campo. Y antes de que empezara el partido, justo cuando los jugadores salieron a calentar, una serie de integrantes de Ultras Sur se suben a la valla (antiguamente era una imagen bastante habitual) con la mala suerte de que en esta ocasión se cae y arrastra a la portería del fondo sur.

La imagen de desorganización que se pudo ver después (hasta entonces ningún club había reparado en tener una portería de repuesto) hizo inevitable que aquel grupo de aficionados fuera la cabeza de turco perfecta.

El incidente de la portería fue, para muchos, la gota que colmó el vaso. Y Lorenzo Sanz aprovechó la remodelación del Bernabeu para alejar a US de su lugar habitual y desplazarles hasta el tercer anfiteatro. El marcaje al grupo cada vez fue más cercano y fue en esa época donde los integrantes de US empezaron a firmar los primeros contratos de acceso al estadio con unas condiciones muy restrictivas (sí, antes también había que firmar para ir a animar)

Es, curiosamente, Florentino Pérez el que al año siguiente de llegar a la presidencia devuelve a US su sitio histórico detrás de la portería, habilitando una zona para ellos con una capacidad de hasta 1000 asientos. Este movimiento provocó que el grupo volviera a crecer de nuevo (tras los incidentes de la portería y la reubicación de asientos se produjeron muchas bajas) y además, como era de esperar, también provocó que gran parte de la prensa y aficionados criticaran dicha decisión a Florentino. Contaban por aquel entonces que el club nunca había tenido tan a mano disolver US en un momento de horas bajas para ellos.

Sin embargo, Florentino, conocedor de “los silencios del Bernabeu” negoció con ellos nuevas condiciones. El estadio necesitaba animación y que mejor que ellos para tenerla. A cambio de devolverles a su lugar original, debían comprometerse a eliminar cualquier rastro de simbología política en sus banderas y pancartas y a no ser partícipes de ningún incidente violento.
Dicha promesa no es cumplida por la totalidad del grupo. Celebres fueron algunos altercados de aquellos años. El que más recuerdo fue aquel que coincidió con un atentado de ETA en Madrid (1 de mayo de 2002) que acabó con un periodista apaleado por varios integrantes del grupo en pleno cordón policial de seguridad cerca del atentado.

Sin embargo, nada de esto fue suficiente para que el club tomara ninguna decisión al respecto. Hasta el 2013. Concretamente hasta el 9 de noviembre del 2013. Fue a partir de ese día cuando el club se replanteó realmente disolver al grupo US y crear una nueva grada. Fue realmente ese día cuando el club decidió pedir el DNI a cada integrante de US antes de acceder al estadio (lo que redujo su asistencia drásticamente, ya que parte de la financiación del grupo pasaba por la cesión de dichos abonos)
A Florentino se le criticó en 2001 “volver a dar vida” a dicho grupo. Años después se le critica por lo contrario. Mucho se ha hablado sobre el origen de la nueva grada de animación. La frase más repetida suele ser: aquellos que renunciaron a su madridismo y libertad, pueden hoy a animar a su equipo.
Pero la realidad, contada por integrantes del propio US, es bien distinta: aquellos que pusieron su madridismo por encima de la pertenencia a dicho grupo, hoy pueden seguir animando.

El relato que viene ahora está contado por un integrante de US que vivió aquello que ocurrió en la Calle Marceliano Santamaría el 9 de noviembre del 2003. Como ocurrió con el relato del Desplazamiento al Calderón (que también podeis leer aquí), el que lo escribe (en boca de otros muchos) también prefiere guardar su anonimato.

No he cambiado ni una coma. Juzguen ustedes mismos.
la realidad, contada por integrantes del propio US, es bien distinta: aquellos que pusieron su madridismo por encima de la pertenencia a dicho grupo, hoy pueden seguir animando.
NUESTRA HISTORIA

Lo que ahora voy a relatar lo hago en nombre de muchas personas que decidieron asumir el riesgo de decidir por ellos mismos y han tenido que soportar amenazas, mentiras, calumnias y difamaciones por el hecho de querer animar al Real Madrid.

He sido miembro de US y puedo contar por décadas mis vivencias en el fondo sur del Santiago Bernabéu, en donde he animado con pasión al Madrid y he seguido al equipo tanto en España como en Europa, siendo un modo de vida para mí y una forma distinta de vivir el fútbol y de apoyar al Madrid, en el que además pude compartir mi sentimiento con más personas que a lo largo del tiempo se convirtieron no sólo en compañeros de grada, sino en mis amigos.

Se han contado muchas cosas y se han vertido muchas mentiras, y sobre todo se ha difamado contra personas a las que considero mis amigos a los cuales se ha amenazado y calumniado por el simple hecho de haber tomado su propio camino, y hartos ya de tanta infamia quiero poner relato a todo lo que hemos vivido y a todo lo que le pasó al grupo del que una vez formamos parte.

Todo empezó un 9 de Noviembre en la calle Marceliano Santamaría en el que la facción más política de Ultras Sur, Madrid City Firm, decidió tomar el poder del grupo de forma violenta. Un golpe de estado en toda regla. Pero lo que aún es más lamentable es que dijeran que lo hacían en nombre de todos, cuando es totalmente mentira que todos les apoyaran, y que su decisión fue suya propia y sin contar con nadie. Lo que pasa es que cuando uno hace un acto y la caga, en vez de asumir la culpa como hubiese sido lo lógico, optaron por decir que actuaban en nombre de todos y así limpiarse las manos. Sin embargo, no imaginaban lo que su estupidez provocaría.

El grupo antes del maldito día mencionado estaba dirigido por Álvaro Cadenas, quien conseguía que todo estuviese controlado, y al Club le gustaba como llevaba el grupo porque evitaba que hubiese peleas y estaba contento con el grupo, pero todo eso acabó ese fatídico día y los que llevaban el grupo tuvieron que marcharse. Al principio nadie apoyaba a los que provocaron la batalla campal en Marceliano pero por miedo, y a raíz de una paliza a un miembro del grupo de Paracuellos, muchos se unieron a ellos para no terminar igual. Las amenazas por salir del grupo o pensar diferente se hicieron muy comunes.

Ante tal situación y viendo el panorama que provocaron unos cuantos, el Club reacciona y expulsa a US del Bernabéu y decide formar la Grada Joven con varias peñas madridistas, entre ellas Primavera Blanca y La Clásica, y en contra de lo que muchos piensan, logran que readmitieran a una buena parte de US. Pero una vez más los que en ese momento eran los actuales jefes del grupo (ahora presos), tuvieron la genial idea de hacer un pasillo para increpar e insultar a sus nuevos compañeros ( y al segundo partido ídem) cosa que resultaba bastante extraña cuando luego en sus comunicados no se cansaban de decir que ellos quieren animar, que tienden la mano y que sólo quieren animar junto con otros madridistas.
Las amenazas por salir del grupo o pensar diferente se hicieron muy comunes.
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El grupo en ese momento está fracturado con gente fuera del Bernabéu y con otra nuevamente readmitida, y es cuando muchos como yo decidimos adaptarnos al momento y colaborar con la grada para que así con buen comportamiento volviesen todos y estar así en una grada más ampliada, pero la estupidez de unos hace que nuestros intentos se vean boicoteados por gente de nuestro propio grupo que no hacía otra cosa que tirarse piedras contra su propio tejado, como empujar a gente de la grada joven que no era del grupo, cantar canciones en las que se había acordado en reuniones con el club que no se cantarían (dando su palabra e incumpliéndola después) o negarse a participar en el tifo del 23 de marzo contra el Barcelona, rompiéndolo incluso, en el que además llegaron a agredir a un par de personas y realizar insultos contra todo el mundo.

Eran acciones que muchos de nosotros veíamos que no iban a ningún lado y que para nada iban para el bien del grupo, pero aún así hubo buena predisposición del Club dando 200 entradas al grupo para la Final de Copa del Rey en Valencia, en la que los que ahora dirigían el grupo cobraron un sobrecoste a su propia gente para adquirir una entrada, pidiendo 20 euros de más, siendo una práctica que al final de temporada volvieron a realizar cobrando a cada niño 50 euros para tener la oportunidad de entrar en la grada, dinero que aún a muchos no se lo han devuelto.

Muchos de nosotros abrimos los ojos y los que optamos por colaborar con la Grada Joven hicimos todo lo posible para llevarnos bien con el resto de la gente de la grada que no era del grupo y que hubiese buen ambiente y sobre todo una buena animación en la grada, por lo que nuestra colaboración fue siempre sincera y puedo asegurar que en varios partidos se pudo conseguir a pesar de la nula implicación de los que intentaban boicotear cualquier acto que se hiciese en la grada.
Era tan dantesca la situación que nos instaban a no colaborar con la grada, que eran unos “okupas” y “enchufados” cuando nosotros veíamos que era gente que quería animar al Madrid y que nosotros con mucho gusto queríamos hacer lo que veníamos haciendo desde hace varias décadas, que es apoyar y animar al Real Madrid y que era lo que mejor sabíamos hacer. Pero cuando uno se cree más que los demás y se piensa que son los únicos legitimados para animar. Y es esto lo que explica que pasasen esas cosas en la grada y que la convivencia fuese difícil, y a pesar de nuestros esfuerzos para que hubiese buen rollo en la grada y que nuestro fin era que volviesen todos los miembros de nuestro grupo al fondo, veíamos como eran nuestros propios compañeros de grupo quienes se encargaban de volatilizar todos nuestros esfuerzos.

Se han dicho y escrito muchas mentiras, todas ellas para justificar la estupidez de algunos y no reconocer y asumir las culpas por unos actos que se cometieron, queriendo otorgar la culpa a otros cuando puedo asegurar y muchos lo pensamos así, que US está donde está por su propia culpa, que los que dirigieron el grupo a partir del 9 de noviembre con su torpe estrategia y nula capacidad de ver la realidad de las cosas fueron quienes llevaron al grupo donde está ahora y que ellos son los únicos responsables de su actual situación, y que en vez de contar con la opinión de muchos de nosotros decidieron de manera unilateral tomar una serie de decisiones que hundieron definitivamente al grupo.
Unos pocos no íbamos a renunciar a nuestra pasión de animar al Real Madrid y que nada ni nadie estaba por encima del Club
Ahora las únicas noticias de Ultras Sur que hay ya no son los tifos, ahora sólo se leen detenciones, peleas con otras aficiones y escándalos varios, y aún así intentan justificar lo que hacen a día de hoy sacando noticias de hace casi dos décadas, lo que es muy triste para los que hemos pasado muchas décadas llevando el nombre Ultras Sur por España y Europa y que se haya convertido en lo que es ahora.

Debido a muchos factores, muchos de nosotros tuvimos que tomar una decisión con todas sus consecuencias y sabiendo los riesgos que conllevaba. Y con todo el dolor del mundo llegamos a la conclusión de que unos pocos habían jodido la ilusión de muchos y que era el momento de cerrar una etapa y comenzar otra nueva. Que unos pocos se habían encargado de matar al grupo del que durante muchas temporadas formamos parte y que por culpa de unos pocos no íbamos a renunciar a nuestra pasión de animar al Real Madrid y que nada ni nadie estaba por encima del Club que siempre habíamos defendido, y que por hacer lo que siempre hemos hecho nos llaman traidores cuando los verdaderos traidores son los que se cargaron el grupo.

Así que llegó el momento de no sólo decir con palabras sino de demostrar con hechos que ese lema que tanto nos orgullecía que era “Nada ni nadie por encima del Real Madrid” también había que hacerlo valer, porque aquí no nos había fallado el Madrid sino la gente que se encargó de destrozarlo todo y que a día de hoy siguen sin hacer autocrítica, y es más, atacan a eso que tantos y tantos amamos, al Real Madrid Club de Fútbol. Siempre Fieles.

Hasta la fecha,el club ha recibido 3 denuncias por expulsión ilegal del estadio. En todas ellas, la justicia le ha dado la razón al club.

Contestación a @jorgeneo

Estimado amigo Jorge:

He leído con suma atención tu artículo, incluso las contestaciones de los lectores que, como era de esperar, ya son numerosas. Es un tema candente y cualquier nuevo foro improvisado que surge para discutir sobre el asunto es aprovechado por los de siempre para decir las mismas cosas que ya se han dicho hasta la saciedad. Mentiras casi siempre. Medias verdades en el mejor de los casos.

No me sorprende tu postura, ya la has manifestado otras veces en Twitter, donde hay menor holgura para explicarse y el poco espacio para argumentar a veces juega malas pasadas, aunque básicamente todo lo que has expuesto en el escrito ya te lo había leído antes. Tú punto de vista me parece legítimo y tus conclusiones coherentes, razonables al menos. Aunque sumamente incompletas. En este debate tan maniqueo de tener que decidir quiénes son los buenos y quienes los malos entre los ultrasures y los primaveros, te reconozco ser maniqueo al cuadrado, porque ambos colectivos me parecen nocivos para el Real Madrid. Todos tenemos claro el concepto de ultra, no sé si tanto el de primavero, que podríamos equiparar al de un trepa y sinvergüenza, sin capacidad empática, que solo ve en los demás una herramienta para la obtención de unos fines a través del engaño y la manipulación. Me refiero a los actuales dirigentes de la asociación, que en realidad lo han sido siempre, aunque antes lo eran en la sombra, a espaldas de los legítimos directivos.

Inicias tu artículo con un sucedido personal, lo cual es sumamente inteligente, porque te implica emocionalmente en la discusión, al tiempo que te muestra como espectador en primera fila en las consecuencias de lo que se discute. Una forma brillante de defender una postura en cualquier debate. Así lo hacen los contendientes en las ligas de debate de las universidades americanas. Haré yo lo propio, y pondré dos ejemplos, uno antiguo y otro relativamente reciente. Cuando yo era niño hice un trato con mi padre según el cual me invitaba a los partidos de semifinales de cualquier competición que se jugase por eliminatorias. Esos partidos eran seguros, aparte de los que él decidiese que viéramos también por añadidura. En una de las dos semifinales de la Copa de la UEFA que el Real Madrid acabó ganando, no recuerdo si la primera o la segunda, porque ambas fueron remontadas gloriosas y se me mezclan los recuerdos, nos enfrentamos al Inter de Milán y se acabó remontando un dos a cero que traía el equipo italiano como renta. Recuerdo vivamente dos momentos de aquella tarde-noche. El primero se refiere a un gol de falta de Míchel, con trayectoria curva de fuera hacia adentro para poder sortear la barrera por un lateral, no por arriba, y acabar entrando en la portería junto al palo que no defendía el portero. El balón pareció discurrir sobre raíles, como si hubiera un carril invisible en el aire. Fue un momento mágico. El segundo es más triste. Tuvo lugar a la salida del estadio. Un grupo muy numeroso de energúmenos, unos 20, rodeó a un señor que llevaba de la mano un niño que vestía la camiseta negra y azul del Inter. Mi para alejarnos y no pude ver el altercado pero el asunto había adquirido un cariz muy inquietante desde el principio. ¿Qué sentido tenía amedrentar a la afición rival tras un encuentro que se había ganado? ¿Qué sentido tiene la violencia en cualquier situación? Yo nunca me he pegado con nadie, ni siquiera en el colegio, no sé si por cobardía o por incapacidad para ejercer la violencia física. El otro recuerdo es de hace apenas un par de años. La trifulca en Marceliano Santamaría la que se alude en el testimonio del ultrasur arrepentido. Me pilló apenas a diez metros de donde estaba. No me acuerdo en que previa se produjo pero si el trasiego de antidisturbios arriba y debajo de la calle que a punto estuvo de dejarnos aislados en medio de la violencia a mis amigos y a mí.

No me gustan los ultras del fútbol. Tampoco los entiendo. ¿Qué sentido tiene abrirle la cabeza a la gente del equipo rival contrario, no digamos ya si es un chaval de ocho años y va cogido de la mano de su padre? ¿Lo tendría abrírsela a un gruppie de Mat Damon en un multicine a la entrada de la sala donde proyectan una peli de Tom Cruise? Me parece fenomenal que se barra de los estadios a los violentos. Ni siquiera comparto esa pasión por la algarabía durante los partidos. Yo soy uno de esos vilipendiados que prefieren que el Bernabéu se parezca al Teatro Real un día de estreno de una ópera de Verdi antes que a un campo de batalla en las guerras napoleónicas, con cargas de caballería pesada policial y avances de infantería ligera ultra. Vale que en la virtud está el término medio, pero en caso de tener que elegir prefiero ver el fútbol tranquilo a que me rodee el caos. No digamos ya a que ir a un estadio de fútbol suponga jugarse el físico. Bien porque Ultar Sur ya no esté en el Bernabéu, pero con matices.

El primer matiz a discutir es el de averiguar quién se ha de apuntar el mérito. En tu escrito me parece leer entre líneas, aunque puede que me equivoque, que adjudicas el mérito exclusivamente al Real Madrid, a Florentino Pérez. En el testimonio anónimo ese mérito parece repartirse con los actuales dirigentes de la grada, que se asimilan a una especie de mártires evangélicos que tienen que penar a diario por su osadía de enfrentarse a la fuerzas maléficas ultrasures. No, a ver, esto no fue así. Se ha repetido hasta la saciedad. Hasta se han aportado pruebas: Primavera Blanca pactó con Ultras Sur realizar acciones conjuntas en el Bernabéu. Los segundos fueron quienes dieron a conocer a primeros en el estadio cuando solo eran una asociación como tantas otras de las que pululaban por el universo virtual de internet. Ultras Sur le puso voz a un colectivo de gente al que hasta entonces solo habíamos podido “escuchar” por escrito en Twitter y en algunos blogs. Y me da igual si fue a cambio de algo o de nada. Allá ellos con sus tratos. Ultras Sur, por ejemplo, canturreo durante los partidos aquello de “Las manos de la prensa fuera del Madrid” y desplegó pancartas de Primavera Blanca y realizó encuestas para ellos por la sencilla razón de que no tenían mano de obra dentro del coliseo. Los ultrasures hicieron de sherpas a los primaveros y estos últimos acabaron coronando el Everest en solitario. Te confesaré que este contubernio evidente entre ambos, esa luna de miel que vivieron en Twitter, me llegó a preocupar. No me cabe ninguna duda de que el don Manuel no habría tenido escrúpulos en utilizar a los ultrasures como fuerza de choque en internet o en la vida real, porque esa actitud macarra y amenazante de la que acusas a los ultrasures ha sido también practicada por los primaveros desde sus inicios. También se han podido leer en Twitter amenazas por quienes ahora van de víctimas desvalidas. Don Manuel tildaba al grupo de personas que nos oponíamos a sus proclamas en internet de vírgenes violadas porque no nos gustaran las alusiones personales de las huestes a su servicio. Aquella pasión por los nicks derivados del apellido Corleone no era casual. Primavera Blanca se sabía una mafia y s gustaba como tal. El amedrentamiento a tuiteros, en especial periodistas, era su marca de fábrica. Quien a hierro mata a hierro muere, dice el refrán.

Trataré de ser claro y preciso. Salvo en un determinado ecosistema: Un callejón mal iluminado en una madrugada sin luna, me daría más miedo coincidir en algún momento de mi vida con un primavero (uno de sus dirigentes) que con un ultrasur. Cuando empecé a oponerme a ellos más de una persona y de dos me hizo saber que eran gente que daba miedo si eran tratados de cerca. Las advertencias no han cesado desde entonces. Mucha gente me ha aconsejado que los deje en paz por mi bien. Gente muy conocida en Twitter y gente anónima. Aquí lo verdaderamente preocupante es que esta gente haya podido hundir sus pezuñas en el club, que Florentino Pérez lo haya permitido cuando me consta que está avisado, que sabe quiénes son y cómo se las gastan. Florentino Pérez está al cabo de la calle de cómo era insultado en Twitter y en los diversos blogs que manejaban estos señores (los de ahora tienen un barniz de respetabilidad que nos hace sonreír a quienes recordamos los modos de antaño. El cinismo de don Manuel y su capacidad de hipocresía tienen dimensiones bíblicas). Y no solo él, también su difunta esposa. Que la conveniencia les haya vuelto ahora florentinistas no desdice su pasado, más bien es un indicio del grado de cinismo con el que se conducen. Les ocurre lo mismo que a Zapata y al resto de concejales bocazas del ayuntamiento de Madrid, que tienen las hemerotecas y los bancos de memoria de Twitter en su contra.

¿Y por qué Florentino Pérez ha permitido que entren en el organigrama del Real Madrid? Esa es la pregunta del millón. Quizá porque es de la opinión de que para barrer la basura hace falta gente acostumbrada a caminar sobre ella. Cualquiera sabe. Creo que el señor presidente es de la opinión de que a la gente que conviene vigilar es mejor tenerla cerca y con un quehacer en el club por el que deban sentirse agradecida. Buena parte de las iras de Ultras Sur por su salida del estadio, por la pérdida de las prebendas de las que ahora gozan otros, se ha focalizado en Primavera Blanca por que han sido traicionados por ella, así de claro. Que no nos vendan historias. No hace falta ser Walt Disney para explicar lo sucedido: PB pidió ayuda a US para crecer ante los aficionados, para hacerse visibles, y ésta, en vez de devolver el favor le asestó una puñalada trapera en su momento de mayor necesidad por verse acosada por el club. Así se las gastan estos señores. Y no es necesario que el callejón esté en penumbra para que te rajen la ingle, metafóricamente hablando.

Que se nos quiera vender a Cadenas como un valiente e imprescindible domador de fieras que evitaba que las cosas no se desmandasen me parece de un cinismo intolerable, y me alegro de que al menos hayas tenido la decencia de no decirlo tú mismo si no por voz interpuesta, a través de un testimonio anónimo, que en ese punto en particular no refrendas. Quien dirigía US cuando sucedió aquello que tanta marca te dejó en la memoria, la caída d la portería, era Cadenas. Entre la tropa de ambas asociaciones, US y PB, imagino que habrá de todo, que abundará la buena gente incluso. Y estoy dispuesto a aceptar que esa abundancia sea mayor en PB por aquello de que a US se le presupone un modo de pensar y de actuar determinado, que quizá sea más leyenda que realidad. Ni lo sé ni mi importa. Las culpas, si las hay, en cualquiera de las dos asociaciones son imputables sólo a sus dirigentes, y da la casualidad que los integrantes de ambas directivas dirigen ahora en comandita la grada de animación. Esa es la realidad. Aquí no han vencido unos y han logrado echar a los otros, ambas directivas conviven ahora tan ricamente en el fondo sur gozando de esas prebendas que en vez de negarnos que existan se nos argumenta que son tan antiguas como el Viejo Testamento y que si gozaban desde los tiempos de Moisés no es justo denunciarlas ahora. A ver, no, si antes se producían y ahora continúan es entonces peor el pecado, no menos grave. Reincidir en el error, que hay alcanzado cierta solera, no hace que deje de ser aconsejable subsanarlo. Las corruptelas de ahora no se justifican con las de antaño. Vamos, digo yo.
La conclusión de que quien se opone a Primavera Blanca es favorable a Ultras Sur y, por tanto, proclive a la violencia, así como su afirmación gemela de que quien comulga con sus postulados es un hombre (o mujer) valiente, sin tacha y con la fuerza moral de enfrentarse a los neonazis, mire usted, es sumamente emocionante y aleccionador de escuchar, pero es un argumento rotundamente falso desde su primer eslabón. Primavera Blanca fue amiguísima de Ultras Su cuando lo convino. Y es porque así se conduce esta gente, que no es que ya solo vulnere los principios éticos más elementales sino que vulnera los suyos propios. En nuestros oídos resuena (es un decir, porque lo leímos, no lo escuchamos) las palabras de Hernández Coronado, alias de Manuel Matamoros en un determinado conciliábulo de internet, en las que decía que había que pactar con el Diablo para poder ser escuchados en el Bernabéu. Pero, una vez se renegó de ese pacto, a Mefistófeles, esto es, a Cadenas, se le apunto en la lista de directivos de la grada de animación. Creo que Fausto no es el más indicado para dar lecciones de moral. Esa es mi opinión.

En resumen: US, no gracias. Pero menos aun PB y, si me apuras, menos que cualesquiera otros los Matamoros y toda su parentela por lazos de consanguinidad o conveniencia.

Rokko 69

 Replica de un tal Borja:

Oye colega, yo sigo sin ver qué puñalada trapera asestó PB a US cuando ambas se beneficiaron mutuamente, PB pudo extender su mensaje y US volver a recuperar un poco popularidad que había perdido en el Bernabéu, y no sé a qué puñalada te refieres cuando en el artículo se cuenta que PB y La Clásica gestionaron para que gente de US fuese readmitida.

A mi PB me la suda y ni me parecen los tipos grotescos que muchos pintan, hasta más bien me parecen un poco infantiles al leer sus comunicados, pero me imagino que tendrás tus razones, además que me hace gracia que hables de Álvaro como si ahora fuese directivo de la GA actual, lo que demuestra que no tienes puta ni idea en ese sentido, aunque ya te digo yo que no era un santo.

Ahora eso sí, parece que la culpa de la salida de US fue de PB, vamos no me toques los cojones, yo vi lo que pasó en aquel momento y sé muy bien quiénes fueron los culpables de todo aquello, y PB poco podía hacer para ayudarles caundo fue una movida interna de US, así que ya me dirás tú.

Si vas a hacer creer a la gente que esta grada es igual que la anterior, tú mismo, pero ambas no tienen nada que ver en cuanto a funcionamiento ni estructura, y te lo digo yo que lo sé de buena fe cómo era la anterior y cómo es la de ahora.

Por cierto, Álvaro está fuera de escena y no forma parte de la GA actual, lo que mientes descaradamente o te han informado mal.

Otra cosa que se me olvidaba, a saber qué habrás interpretado, pero en ese artículo no veo lo que tú dices, se habla que los propios amenzados eran los US que querian animar, por lo que no pillo qué imagen crees que se pretende mostrar, quizás sea una obsesión tuya, pero se hablaba de la vivencia de uno que fue de US y no de uno de PB, y en la grada joven había también gente de la Clásica y US.

Replica de @Jorgeneo:

Gracias Luis por tu comentario. Sin embargo he de decirte que,como ha ocurrido con varios comentarios de aquí y en algunas respuestas recibidas en twitter, mezclamos acontecimientos. El espacio-tiempo al que se hace referencia en este artículo arranca, a mi parecer, una noche de 1998, y termina otra noche, en 2013, con lo ocurrido en calle Marceliano. El autor del artículo (lo mío es sólo la intro) relata en primera persona (y en boca de otros muchos que así también lo vivieron) lo que ocurrió a partir de ese 9 de noviembre. Y una de las cosas que quedan claras es que PB junto con La Clásica, fueron dos de las peñas que más hicieron por mantener al núcleo antiguo de US en la grada. Por tanto, la incongruencia de defender y apoyarse primero en US para darle la puñalada después no considero que hasta ese momento se de. Lo que tú vienes a reflejar son hechos que no entran dentro del mensaje de este artículo. Artículo que por otra parte, y ya te lo digo porque esa era mi intención, viene a defender la postura del club y no la de ningún otro participante en la creación de la grada. Participantes que ni conozco ni sé bajo qué criterio fueron elegidos. US ha permanecido en esa grada durante muchos años y durante muchos presidentes. Entonces ¿podriamos interpretar por tu comentario que ha estado equivocado el club manteniendoles ahí toda la vida? ¿Es criticable que Florentino decidiera disolver el grupo en una epoca en la que se estaban dando cambios peligrosos en la dirección del mismo? ¿Es coherente criticar a Florentino en su decisión de reubicarles pero también por su decisión de disolverles? ¿De qué depende el cambio de opinión de esa gente que le criticó primero lo uno y lo otro después?

Se han dado casos de gente que en 2014 apoyaba esta decisión de Florentino y hoy en 2015 no. El objetivo de este artículo era contar cómo y porqué se produjo el cambio en la grada. Y sobre todo desmentir que aquello fuera un simple capricho de Florentino.

Mi contraréplica a Ruben:

A lo mejor a quien le han informado mal es a tí. A Cadenas le hicieron un lavado de cara los medios de comunicación afines al Real Madrid, que son unos cuantos, con periodistas en nómina, que luego fueron premiados con encargos improtantes. Y todo porque el club era consciente de que ponerlo al timón, junto con otros, de la GdeA era un cantazo.

La puñalada trapera fue, hasta donde yo alcanzo, porque no fui testigo de las conversaciones secretas entre US y PB, aunque te reuerdo que el presidente entonces dimitió entre otras causas porque se produjeron contra su voluntad, utilizar su aparato mediático, que es abundante, entonces hegemónico en Twitter, al servicio de la propaganda adversa contar US, cuando meses antes eran unos benditos. Pasaron de ser compadres a peligrosos delincuentes en sus explicaciojnes, y en el momento enq ue el club tomó al decisión de desalojarla de la grada y dársela a PB. No sé a tí pero a mi me parece que los ucedido apesta a traición.

Yo no te quiero hacer creer nada. Tampoco intentéis hacermelo creer a mí. Sólo te digo que me preocupa más que la mala gente frecuente los despachos de la T4 que las gradas del estadio. Y si es para ocupar despachos directivos pues aun más.

Nueva aportación de @jorgeneo:

Confundes a Cadenas con Ochaita. Revisa tu informacion de nuevo que igual te están confundiendo también.

Mi contraréplica a @Jorgeneo y Ruben sobre Cadenas y Ochaíta:

Tenéis razón, he confundido a Cadenas con Ochaíta. Para mí son solo nombres, no suelo frecuentar a gente que es habitual de las comisarías. Leer el nombre del primero en el testimonio me ha inducido al error. Me ha parecido que asistíamos a un capítulo más del vergonzante lavado de imagen del segundo, ese que llevamos padeciendo desde que se creo la grada jovén. Es verdad que a veces me falta comprensión lectora. Ha sido una mentira por despiste más que otra cosa.

Mi contraréplica a @Jorgeneo
 
Trataré de ser claro, Jorge. Otra cosa es que lo consiga. Parece que los tiempos demandan otra forma de relación entre el equipo y la gente de la grada. Los violentos por vocación, que es a lo que se asimila al esterotipo de los ultras del fútbol, cada vez tienen menos sentido en los estadios. Tarde o temprano tendrán que desaparecer de las hinchadas los que gozan con al violencia, quienes la planean, y llevarse sus ganas de bronca a otros lugares. Seguro que los encuentran. Esto llevará aparejado menos pasión en las gradas. Insisto, a mí el negocio me parece rentable. Es bonito ver una grada bullendo durante un partido. Si eso a cambio supone dar un lugar donde puedan medrar los violentos, me parece menos bonito y deseable. Ver el fútbol tranquilo es al menos tan respetable como hacerlo cargado de alcohol hasta las cejas. Pero bueno, ese es otro debate. Seguramente son compatibles la algarabía con la educación y las buenas formas. Este ya lo hemos debatido muchas veces y hemos coincidido. El problema son las conclusiones que tu extraes de ello. Oponerse a PB para tí es estar a favor de los violentos, lo has dicho con todas las letras en Twitter. Es algo que lleva afirmando la propia PB desde hace más de un año y no deja de ser un disparate. Por las razones que se vienen apuntando desde que se planteó: 1) Porque es una memez malintencionada con el único propósito de desprestigiar a los que discrepan con PB; 2) Porque la propia PB no tuvo ningún empacho en aliarse con los que califica como violentos para medrar en el estadio.

Ahora bien. ¿Son violentos todos los que han militado alguna vez en US? Es evidente que no. ¿Han sido readmitidos todos los integrantes que no tienen antecedentes de violencia? Igualmente es evidente que no. También existen muchos testimoniso al respecto, de gente que se ha sentido perseguida por el club, a veces por simple proximidad geográfica, es decir, por tener su abono en el fondo sur sin ser de US. Ha habido una purga en el estadio.

¿Quien es el principal culpable de esto? Hay quien ha apuntado que PB. No sé si es cierto, pero sabemos que esta gente le gusta confeccionar listas negras. Yo mismo he sido uno de los primeros en ingresar en ellas. Cuando accedí a su foro de debate (público, dijeron cuando no les quedó más remedio. Mienten más que hablan) me llevé la enorme sorpresa de descubrir que uno de los hilos de discusión llevaba mi nombre y que en él se discutía como anularme en Twitter. Por cierto, lo había abierto una amiga mía. Años después, un deliz de esta amiga mía y de Richard Dees sacó a la luz la existencia de un archivo con expedientes de tuiteros “díscolos”. Así, que, perdóname si le doy ciertos visos de verosimilitud a la tesis apuntada. PB es un cáncer dentro del Real Madrid. Hoy está alojado en un órgano que no es vital dentro del club: La grada. Tiene su guasa que gente que se ha hecho conocida dentro del madridismo menspreciando e insultando a jugadores del equipo sea la encargada de dirigir la tropa que se ocupa ahora de animarlos. Si yo fuera alguno de ciertos jugadores me callaría por el bien del Real Madrid pero por dentro estaría bastante cabreado.
Más aun. Tras la instauración de la grada, que es de lo que se habla en este post, ocurrieron cosas muy raras durante los primeros partidos:

1) “Directores de orquesta” de al grada, los que cogen el micrófono para entendernos, extrañamente animados en exceso. Dejémoslo en el solapado eufemismo, aunque creo que se me entiende. No merece la pena una demanda judicial por decir algo que todo el mundo sabe pero todo el mundo calla, incluido tú, Jorge, que eres consciente de que quienes dirigen la grada son gente que deja mucho que desear por sus comportamientos. Por cierto, uno que hizo de director de orquesta en los primeros partidos, animadísimo hasta extremos de dar vergüenza ajena, y lo puedo afirmar porque estaba en el estadio aquella tarde, tuvo que darse de baja de la directiva de PB cuando la gente prestó excesiva atención a su blog, donde se vertían opiniones de sesgo claramente racistas. A lo mejor unos cardan la lana y otros llevan la fama. Que PB afee la ideología de los demás me parece bastante cínico. El blog de este señor era uno de los principales semilleros de ideas de los que se nutría PB en sus comienzos. Estoy por decir que era su principal ideólogo. ¿Quiero decir con esto que los primaveros sean todos unos racistas? No, solo que antes de acusar a lso demás d falta de higiene te cerciores de que no tienes repleto de pelusa tu propio ombligo.

2) Purgas en mitad de los partidos, con desalojo de integrantes de la grada por la policía. Los extraños sucesos ocurridos aquellos días también se han narrado en diversos testimonios, algunos incluso por primaveros.

No seamos hipócritas. Si PB intentó que se readmiriese a ultrasures es porque la grada sin ellos era un fiasco. Lo fue durante todo el priemr año. Esta temporada no lo sé porque ya no voy al Bernabéu. Los ultrasures son gente acostumbrada a animar durante todo el partido y perfectamente organizada. Sin ellos los primeros días el fuelle de la grada duraba apenas un cuarto de hora. Pero esa readmisión la quisieron hacer con sumo cuidado. Seguramente eso daría lugar a muchas injusticias. Excudarse en que son todos unos nazis, o casi todos, ponle el matiz que quieras a la afirmación, para sacarlos del estadio, es un argumento que se pega de tortas con el sibilino intento de nutrir y fortalecer la voz de la grada rearmitiendo sus gargantas, y más todavía con poner entre los principales respondables de la grada a señalados ultrasures desde hace muchas décadas con respondabuilidades directas en lso desmanes históricos que se les achacan. Llámeseles Cadenas u Ochaíta. Insisto, para mí son meros nombres. Gracias a Diso es gente con al que no me trato.

Me parece fenomenal el testimonio del ultrasur arrepentido que nos faciloitas y tu introducción, pero omitir parte de la verdad proque desdice la veracidad de la parte que se expone es una forma como otra cualquiera de mentir a sabiendas. Si se trata de contar las cosas por compartimentos temporales, a ver si por fin dedicas alguna tarde a exponer los pecados de PB, que te consta que son muchos. No te obceques con US que ya son historia. Loq ue nos debe preocupar ahora es PB, que son estricta actualidad. Y a ver si me das el alegrón de darte de baja en el blog patrocinado por ellos. Este post jamás lo habrías editado en tu blog si no te hubieras contaminado con su trato. Antes te interesaban otras cosas, el fútbol más que nada, no la “política”, y eras bastante más ecuánime en tus juicios. No lo achaco a que seas un hipócrita. Me consta que no lo eres. Me pareces un tipo íntegro, con la cabeza muy bien amueblada y con una notoria capacidad opara exponer lo que piensas d forma persuasiva. No, más bien lo achaco a que por ósmosis están calando en tu cerebro las mentiras de esta gente. Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de al misma condición. Este post encaja perfectamente en las maniqueas teorías de PB. Que en este caso concreto se resumen en dos premisas:

– US = nazis violentos
– PB = víctima de la violenta US

y dos conclusiones:

+ PB = mártir del madiridismo
+ Opositores de PB = simpatizantes de US & amantes de la violencia

Ahórrame el bochorno de tener que leer que estás de acuerdo con esta mamarrachada de teoría con la que nos llevan borbardeando en Twitter desde hace un año.

De nuevo @Jorgeneo

Luis, concuerdo en gran parte de las cosas que dices. Sabes que he sigo desde hace tiempo tu blog (es más, así lo he hecho ver desde el principio en “blogs a los que sigo”) y se perfectamente de todo lo que hablas. Hacer un artículo sobre lo que pasó en su momento cuando tu tienes un serial donde cuentas con pelos y señales todo lo que pasó no tendría sentido.

Como ya te he dicho muchas veces, a mí no me vas a encontrar cuando hagas algo criticando a PB. A mí me encuentras cuando algo salpica al club y lo considero injusto.
Al club se le ha acusado de cargarse a US para montarse su grada y no me parece que esa sea la conclusión de todo lo que pasó.


US, como grupo, debió desmarcarse de los violentos que actuaban en su nombre. Y entiendo, por lo que cuenta el autor de este escrito, que aquellos que sí lo hicieron están hoy dentro de la grada. Que hay muchos fuera que no son violentos y consideran injusto este trato? pues no te puedo negar que efectivamente será así. Pero como cuenta este exUS, desmarcarse de ellos no fue tarea fácil. Que hoy no haya más US dentro de la grada creo que responde más a eso que a una decisión del club de tabla rasa. (de ser así, insisto, no habría nadie)


Yo lo que no termino de entender es una cosa: Cadenas y Ochaita han dirigido la grada durante años y con varios presidentes. Y con detenciones a sus espaldas. De todo esto ninguno de nosotros dos ( y muchos de los que ahora nos leen) eramos ajenos. Pero si entonces no salimos corriendo a escribir un post pidiendo su expulsión del Bernabeu, ¿por qué ahora tanta prisa en echar a los actuales?


Vivimos en una época donde se ha endurecido la vigilancia de los grupos ultra en los estadios. Y el Real Madrid bastante ha tardado en tomar ejemplo del Barça en esto. ¿Fué tibio Florentino en no seguir la estela de Laporta? Quizá. Pero si le criticamos eso no podemos hacer ahora lo contrario. El club quiere controlar esa grada de nuevo. Y se dió cuenta que había un grupo que podría ser beligerante con él a corto plazo. La Grada actual es el resultado final de una jugada maestra del club que consigue frenar posibles voces discrepantes a la vez que se quita un marrón de encima con US. ¿Qué hubiese ocurrido sin los hechos del 9 de noviembre? Pues nunca lo sabremos, pero no me queda ninguna duda que aquello fue el origen de lo que tenemos ahora. Y exactamente de eso hablaba el artículo.



Y una última cosa: te reto a que saques un artículo sobre Primavera Blanca o la grada en el supuesto blog oficial de PB. Me siento bastante orgulloso de colaborar en un proyecto de una persona que sí conocí personalmente y que me contó sus objetivos. Y si te fijas en mis artículos allí publicados, no he cambiado ni un ápice la linea que he seguido siempre en mi blog. Precisamente decidí incluir estos articulos en el mío porque no quiero que se asocie estos temas con La Galerna. Y sobre todo por una cosa importante: La Galerna pretende ser un punto de encuentro de aficionados y socios madridistas. Aficionados que en muchos casos no residen ni en madrid ni en España. Aficionados a los que este tema les resbala bastante y lo consideran localista. Aficionados a los que si nunca les ha importado como era el que dirigía el fondo sur, hoy en día tampoco.


¿Mi última aportación?

Tenía pensado no seguir con este debate, que imagino que aburrirá a la mayoría, y que no lleva a ninguna parte. Nos movemos en círculos. Aunque, curiosamente, yo me acerco paulatinamente al núcleo de las cosas que a tí te imporan -oficialmente-, cedo en mi postura, y tú te mantienes en la periferia de las que me improtan a mi, te mantienes aséptico respecto a  ellas y sin ceder un milímetro en tu postura. Ya tienes mi condena explícita a US, mi felicitación porque sean parte del pasado del club en lo que al estadio se refiere. En realidad la has tenido siempre, aunque lo que no hay que perder de vista es que lo que nos espanta de US en su trayectoria tiene que ver casi exclusivamente con Cadenas, Ochaíta y los que ahora se nos quieren hacer ver como aon unos santos varones y unos mártires de la nueva hornada aun más violenta que ellos. La trayectoria de US sin los veteranos equivale apenas a un ratito en la historia de esta asociación. Además a un ratito ajeno completamente a lo que ocurre en el Santiago Bernabéu, mira tu por donde. De lo que haya que decir del expediente histórico de US, caída de porterías en partidos de Champions incluídas, no culpemos ni al Niño, ni a los que tengas las mismas pintas ni a los que se reúnen en Marceliono Santaría a lamer las heridas por haber sido expulsados.

Eras hábil en la confrontación dialéctica, Jorge, mucho más que yo. No soy más que un principiante a tu lado. Dices que estás en parte de acuerdo conmigo. ¿En qué partes, Jorge? Decir eso y no decir nada son la misma cosa. Además, suena condescendiente. ¿Sigues mi blog? Pues será que te centras en los escritos literarios, en lso sonetos, o en los artículos de cine o los de pintura, porque si has leído los de fútbol no te habrías embarcado en una aventura bloguera con un compinche de Primavera Blanca. El serial que estaba escribiendo sobre ellos lo aborté cuando llegaba a lo verdaderamente sustancial. Lo pensé mucho y decidí que era mejor no levantar ampollas en gente que una vez fue amiga mía, aunque ya no me hable. Implicar a terceras personas. Sí, soy muy pesado en todo lo que concierne esta gente. Es obvio que es algo que ha descndido a lo eprsonal. También por su parte. Pero, a pesar de las amenazas veladas de que iba a ser denundiado ante los juzgados, hasta ahora no se me ha desmentido. Me gustaría no tener que repetir contigo el "ya te lo dije", como me ha pasado con otras personas. En todo este asunto siento que parezco el síndrome de Casandra que, por cierto, iba a ser el título del siguiente capítulo del serial. A una persona que apreciaba y admiraba mucho del universo Twitter le advertí de como eran en realidad y no me hizo caso. Bueno, siendo más preciso, sí me lo hizo en parte, pero pensó que podría manejar al Diablo en su beneficio si sabía jugar sus cartas y no se arrimaba demasiado. Y al final salió escaldada. Concretamente se vio acosada en Twitter y a través de su móvil por no querer ir a cenar con uno de los líderes de Primavera Blanca, con uno de los que interviene en su celebérrimo foro de debate, ese mismo que puede leerse en est mismo blog. Como es valiente no se quedó callada y logró que dicha persona fuera expulsada de la asociación por su presidente, ese que luego no tuvo más remedio que dimitir cuando se enteró de lo que se cocinaba a sus espaldas.

Dices que no te tendré cuando critique algo de PB, que solo cuando se trate de asuntos que salpiquen al club y me pregunto si es que no te has enterado de la misa la media o si también tu piensas que se puede flirtear con el Diablo, que el riesgo es ínfimo comparado con lo que se puede obtener a cambio: familla en Twitter y en bloguilandia y todas esas cositas. Que La Galerna no forma parte del entramado de PB... Ay. Pregunta a nuestros amigos de El Contraataque y de Madridismo Subversivo. Ellos también se pensaban que eran independientes, pero cuando dejaron de seguir a rajatabla la línea editorial que les quería imponer PB se desató la caja de los truenos sobre sus cabezas. E iban avisados. por mí, concretamnte, la pesada Casandra. Mientras digáis lo que ellos quieren oir, que coincide estrictamnte con lo que les convine, ahora pelotear a Florentino Pérez, antaño insultarle, os ira muy bien, os harán propaganda y se ofrecerán a participar. Aunue,s emaos francos, tampoco preveo grandes problemas ya que tu jefe es un convencido o está en el ajo. No sé cual de las dos cosas y, sinceramente, me da igual.

¿Tanto te cuesta decir lo que realmente piensas de PB en público? Yo lo he hecho con US. Por eso digo que en esta confrontación dialéctica me estás ganando por goleada ¿Tantas ganas tienes de familla en Twitter? La familla, si es que llega, es efímera. Yo la tuve también aunque ahora suene a chiste decirlo. Pero caducó muy rápido, y atmpoco fue para tanto. Mientras, ellos seguían ascendiendo poco a poco en el escalafón del club, a pesar de que todo el mundo me decía que su caída estaba muy próxima. Incluido Florentino Pérez. Me parece un escándalo que la grada de animación la dirijan quienes la dirigen: El integrante más famoso de US en toda su historia, el que más incidentes violentos acumula en su expediente vital y policial; Un tipo como Carlos Clara..., y ahí lo dejo, en los puntos suspensivos, porque paso de que me denuncien por decir lo obvio y que todo el mundo sabe, aunque recordaré la famosa anécdota de la señora que denunció a la policía el secuestro de su marido por US, y que a la mañana siguiente se enteró de que había estado de parranda toda la madrugada -esto parece el club d al comedia-; Y mi querido amigo Coronado, que me dedicó un semblanza en ZoomNews un día de Navidad. ¿Esta gente no salpica la dignidad del club con su presencia en la grada? A mi me parece que sí.

haces juicios de intenciones y eso no te lo permito. A mi no me han asaltado de repente las ganas de escribir sobre Ochaíta y Cadenas. La respusta es mucho más sencilla. No comocía a esta gente ni siquiera de nombre hasta que se zumbaron a hostias con quienes querían heredar su trono. Solo digo que si tan terrible es y, sobre todo, ha sido en el pasado, fuera y dentro del estadio, la gente de US ¿qué hacen dos de sus máximos dirigentes históricos dirigiendo la grada de animación? Creo que lo ue digo es de sentido común. ¿Andamos cortos de gente responsable y sin antecedentes penales? ¿De verdad el Real Madrid no tiene a otras personas de las que echar mano? ¿Si tanta necesidad hay de borrar todo rastro de US del campo que hasta se está persiguiendo a socios cuyo único pecado es haber tenido abono alguna vez en el Fondo Sur, que hacen esos dos señores todavía en el Bernabéu, además con responsabilidades organizativas? ¿De verdad te parece tan improcedentes estas preguntas, que no tienen que ver con cosas que salpican al club?

Jorge, has cambiado. Ni hablas de los mismos temas ni con la msima franqueza. Ojalá hayas acertado con la decisión que has tomado, con la elección de la gente a la que te has arrimado, te lo digo de corazón. Y no tengo nada más que decir.

PD: Publico esta réplica únicamente en el blog, dejo de dar la lata en el tuyo.

jueves, 8 de octubre de 2015

Retorno al Prado (15) - El Prado en el exilio (6) - "Los amores de Júpiter" de Correggio (2) - "El rapto de Gamímedes"

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"El rapto de Ganimedes" de Correggio (Kunsthistorisches Museum, Viena) 

Retorno al Prado (15) - El Prado en el exilio (6) - "Los amores de Júpiter" de Correggio (2) - "El rapto de Gamímedes"

La noche del 7 de enero de 1610 fue la primera vez que Galileo avistó los satélites de Júpiter a través de su telescopio. En realidad la primera vez que lo hizo un ser humano. Cuatro cuerpos celestes sin luz propia que orbitaban en torno al gigante gaseoso. No se estrujó mucho el cerebro a la hora de darles nombre. Le asignó un número a cada uno, de forma ordenada, en función de su cercanía al planeta. Será Simón Marius, un astrónomo alemán, años después, quien en su obra "El mensajero sideral" los bautizará con los nombres con los que hoy los conocemos, echando mano para ello del populoso plantel de amantes de Júpiter. Así, los cuatro satélites pasan a conocerse a partir de entonces como Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Sólo Calisto estaba más alejado de Júpiter que Ganímedes. Éste último era tan solo el número tres en la lista de Galileo. Sin embargo tiene dos cualidades que le hacían destacar del resto de sus hermanos: En primer lugar, es el satélite más grande, no solo del harén de Júpiter, sino también entre todos los que hay en el sistema solar; En segundo lugar, y quizá como explicación de lo anterior, es el único varón entre la pléyade de féminas que orbitan alrededor de Júpiter.

Tanto la serie de poesías de Tiziano como la de amores de Júpiter de Correggio contienen obras dedicadas a personajes mitológicos utilizados para nombrar los satélites galileanos. Por si alguien se lo pregunta, también Leda tiene su homónima en la cohorte celestial del planeta Júpiter, un pequeño satélite descubierto en 1974 por los astrónomos del observatorio de Monte Palomar. Pero no así Danae, que se vio relegada a la tarea con mucho menos brillo de bautizar los minúsculos pedruscos espaciales que componen el cinturón de asteroides, ese estéril anillo de rocas que orbita entre Marte y Júpiter.

Nos cuenta Ovidio en su poema las "Metamorfosis" que el día que Júpiter vio por primera vez al joven Ganímedes, un simple pastor troyano, aunque que linaje real, ardió de amor, como si el deseo fuera una hoguera que amenazara con consumirle y convertirle en pecho en cenizas. Jamás había visto un hombre tan hermoso, y estaba además en esa edad en que en la sociedad griega estaba considerado de buen gusto que los varones intimaran con individuos de su mismo sexo. Esto que digo es un eufemismo que da a entender que aun no era un hombre del todo. La relación de amantes entre un joven efebo y un hombre maduro, que además podía ser su mentor, eran algo habitual en la Grecia Clásica. Un ejemplo bien conocido, porque se nos relata en "El banquete" de Platón, es el de Sócrates y Alcibiades. Un ejemplo bien conocido, porque se nos relata en "El banquete" de Platón, es el de Sócrates y Alcibiades. En ese caso era el joven Alcibiades, el hombre joven, protegido de Pericles, quien se consumía por culpa de su pasión por el provecto Sócrates. Así que nada tenía de extraño, aunque hoy en día nos choque, que Júpiter se fijara en un mozo recién llegado a la pubertad, por más que la lista de amantes femeninas fuese autenticamente torrencial. El amor entre hombres se consideraba más espiritual que el habido entre un hombre y una mujer, que era de índole más carnal, más biología que sentimiento, según la opinión de las gentes en aquella época y latitud.

Hebe era la diosa de la Juventud para los romanos. Hija primogénita de Júpiter y Juno, se vio abocada a tener que encargarse de las tareas del hogar en el Monte del Olimpo. Eso sí, unas tares muy sui géneris, ya que consistían básicamente en atender a su hermano pequeño Ares, que imagino que sería lo que más guerra le daría, así como en preparar cada mañana el carruaje de caballos alados de cascos de bronce y áureas crines para su madre Juno y en estar atenta a que la copa de néctar de ambrosía de su padre estuviera siempre llena. Camarera, caballeriza mayor y babysitter, esos eran los quehaceres habituales de Hebe en el palacio de los dioses. Su tiempo libre lo ocupa en danzar con las Gracias y en cantar con las Musas al son de la lira de Apolo, así como en otros pasatiempos considerados propios de chicas en un imaginario colectivo tan machista con el de la sociedad de la antigua Roma o el de mi infancia en el tardo-franquismo. Una mañana, Júpiter aprovechó una distracción de su mujer y su hija para burlar la vigilancia de ésta y coger prestado el carruaje de aquella. Sabía muy bien a donde quería dirigirse: a los campos de Troya. Llevaba tiempo rondando por aquellos lares y cada vez que volvía a poner los ojos en Ganímedes después de haber estado un tiempo lejos de él el deseo colmaba su pecho y su mirada. Su paciencia tenía un límite. No estaba acostumbrado a verse privado de aquello de lo que se encaprichaba. Dejó el carro oculto en un banco de niebla que el mismo generó con su aliento y se apostó detrás de un arbusto para poder espiar sin ser visto. Esperó el momento propicio, aquel en que al rayar el alba un todavía somnoliento Ganímedes sacaba las ovejas del aprisco, y raptó al muchacho tras transformarse en un águila de enormes garras.

Me temo que en este cuentecillo mitológico nos movemos en el escurridizo terreno de la agresión sexual, en la enojosa situación de tener que dilucidar si se debe o no calificar como tal. Si es que nos asaltan las ganas de hacer juicios morales. Que a mí casi que sí. Porque que el lance fuese a plena satisfacción de los dos principales implicados, incluso de los indirectamente afectados, no sé si diluye la culpa. Me refiero a una culpabilidad vista a ojos de terceros, esto es, en el juicio que podemos hacer del hecho quienes no nos vimos involucrados y somos solo meros espectadores, oyentes del poeta que declama la historia, ya sea Ovidio o algún otro autor griego o romano, porque lo que está claro es que Júpiter jamás sintió el más mínimo remordimiento por lo que había hecho y Ganímedes era solo un muchacho totalmente ignorante hasta entonces de lo que era el sexo. Es más, tras saciar su sed de carne joven con el pastorcillo frigio, Júpiter se llevó a Ganímedes consigo de vuelta al Olimpo, convirtiéndolo en su copero para poder tenerlo ya siempre cerca, a mano de sus caricias, en caso de que se le volviera a juntar el hambre. El padre del muchacho, que dicen las crónicas que lloraba desconsolado la ausencia de su primogénito desde la misma mañana del rapto, fue obsequiado por el raptor con dos yeguas blancas, tan veloces que eran capaces de galopar sobre las aguas, más por no tener que escuchar sus súplicas que por los remordimientos. Y el regalo surtió el efecto esperado: Las lágrimas se le secaron en los ojos y regaron de sonrisas sus labios. La niña Hebe se vio más libre de sus tareas y con más tiempo que poder dedicarle a bailar con sus amigas el chunda-chunda que tañía Apolo con su lira. Y en cuanto a Ganímedes, cada vez que su mirada se cruzaba con la del señor de los dioses había guiños, risas cómplices y palabras mudas entre ellos. Estaba siempre presto a llenar de ambrosía su copa y, cuando era requerido para ello, también su cama, sin que Juno llegara a percatarse nunca. Imagino que sería completamente ajena a que su esposo tocaba todos los palos, porque hace falta ser despistada, por no decir otra cosa, para no darse cuenta de las infidelidades de tu compañero cuando tiene el amante metida en casa. Mejor así, sobre todo para Ganímedes, porque la diosa madre no perdonaba ni una y sus castigos eran siempre en extremo severos. Así pues, todo resultó a plena satisfacción de todos los implicados. Hasta para Juno, que se pudo contentar con un ojos que no ven corazón que no siente.

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No, no hay miedo en los ojos del Ganímedes que pinta Correggio. El muchacho se aferra al águila para no caerse, no para forcejear con ella y tratar de zafarse. No hay lucha, solo movimiento ascendente, subrayado por el gesto del perro pastor, que ladra y brinca como queriendo atrapar con sus fauces un talón del muchacho y así poder retenerlo consigo. Ciertamente el perro es el único que parece rebelarse contra lo que está aconteciendo. Tampoco Ganímedes está tan alto como para temer la caída. Si estirase las piernas que tiene ahora flexionadas quizás podría asentar las plantas de los pies sobre el tocón de árbol que hay en mitad de la escena. Es más, se diría que flexiona levemente las rodillas para facilitar el vuelo conjunto con Júpiter.

Todo está planeado para acentuar la sensación de verticalidad y movimiento ascendente: El propio formato alargado del cuadro, tipo poster, para entendernos; El brinco del perro pastor que conecta con su esfuerzo cielo y tierra; El tocón de árbol, que proporciona a Ganímedes un posible punto de apoyo. De resultas del esfuerzo tractor de las guarras del águila al intentar sujetar y elevar al muchacho la ropa de éste es estirada hacia arriba destapándole las nalgas. La imagen me recuerda a aquel antiquísimo anuncio del bronceador Coppertone que protagonizara una jovencísima Jodie Foster, que supongo que debió de ser algo así como un oasis para los pederastas en aquellos tiempos, los años 50 y 60, en que la sociedad había retornado a la inocencia y parecía haber olvidado incluso la existencia de esa desviación sexual. En la edad clásica el rapto de Ganímedes era un tema recurrente, habitualmente abordado por los artistas, por ser del gusto de una porción apreciable de su clientela. Tenía un carácter reivindicatico: Si hasta el jefe de los dioses santificaba el sexo entre varones, incluso el sexo con imberbes mozalbetes, quien podía reprochárselo entonces a quienes se deleitaban con cualquiera de ambas prácticas. En la Edad Media el mito fue eliminado de los asuntos habitualmente representados. La Iglesia tenía una opinión inequívocamente desfavorable sobre este embarazoso asunto. Pero en el Renacimiento volvió a ser frecuentado por los artistas, lo cual no sé si implica que la práctica volvió a aflorar a la luz desde el secretismo en que se había visto sumido duarente siglos o que surgieron nuevas lecturas del mito. En todo caso, al revival contribuyó el carácter netamente privado de los encargos de algunos mecenas como, por ejemplo, el de Felipe II a Tiziano o el de Federico I Gonzaga a Correggio. Estas obras que caminaban por la cuerda floja de la ética eran creadas para ser exhibidas en estudiolos con una acceso muy restringido. Las poesías de Felipe II eran solo para sus ojos.

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"El rapto de Ganímedes" de Pedro Pablo Rubes (Palacio Schwarzenberg, Viena)


¿Cabe hacer un juicio moral a una obra de arte? Cuesta ser tajante en la respuesta. Los límites de lo admisible se difuminan por ser imposibles de cartografiar. Las fronteras, no solo las geográficas, se modifican con el paso de los siglos. Además, si no se anda con el suficiente tiento se corre el peligro de acabar como Luis I de Orleans, acuchillando una obra maestra de la pintura en el Palais Royal de París, o como los talibanes, dinamitando budas gigantes en las montañas de Afganistán. En un esfuerzo de reconciliación con el mito de Ganimedes se buscaron lecturas en clave cristiana. Así, se quiso ver en el águila una alusión al evangelista San Juan, apodado el águila de Patmos, y cuyo icono es precisamente un águila. También se quiso ver en el rapto del pastorcillo troyano una alegoría del tránsito del alma hacia el cielo, arrebatada por Dios a este mundo y en la que predomina el vértigo de los que son llamados a asu presencia. En una versión de la historia de Pedro Pablo Rubens que hoy día cuelga en el Palacio Schwarzenberg de Viena la lectura del mito es esta misma. Ya en el Olimpo, Ganímedes está cómodamente sentado sobre el hombro del águila, como si fuera el sofá de su casa. Hebe le tiende la copa de Júpiter, como si se estuviera escenificando un traspaso de poderes. Al fondo se ve un banquete. Los dioses siempre andaban de parranda por lo visto. El de copero era por tanto un puesto de responsabilidad. A pesar de la algarada del fondo, la escena tiene un cierto aire solemne, carente de drama o movimiento, elementos característicos de las composiciones de Rubens. Se ha propuesto la hipótesis de que la obra sea un homenaje encubierto a su hijo, muerto de forma prematura en 1611, poco antes de pintarse el cuadro, significando lo representado una alegoría del tránsito de su alma hacia los cielos.

Veinticinco años después de pintar este Ganimedes, probablemente para la corte de Viena, Rubens pintó una nueva versión del mito más acorde con la historia estándar. Formaba parte de la decoración, supervisada por Velázquez, de la Torre de la Parada en el Palacio del Pardo. En esta relectura de la historia se hace patente la violencia. El águila forcejea con el pastor y hasta un rayo ilumina los nimbos de tormenta que hay en el cielo tras los dos personajes. Ganimedes porta un carcaj, quizá por tratarse las habitaciones que adornaban dependencias destinadas a la práctica de la caza en los bosques de encinas que se extendían al norte de Madrid.

 
"El rapto de Ganimedes" de Pedro Pablo Rubens (Museo del Prado)

Más dramática y ácida aun es el punto de vista de Rembrandt. Ya no es un muchacho lo que rapta Júpiter sino un niño, prácticamente un bebé que llora desconsolado y hasta se orina como consecuencia del miedo. Es fácil ver la censura en el cuadro del holandés, que elimina cualquier coartada a la práctica de la pedrastia. El águila tiene ojos fieros llenos de violencia. También las nalgas de Ganímedes se desnudan por culpa del esfuerzo tractor de Júpiter, pero en este caso solo un enfermo podría ver un sesgo erótico en la escena, parece que nos dice Rembrandt, que quiere recordarnos la parte más tenebrosa del mito y mostrarla en toda su crudeza.

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"El rapto de Ganimedes" de Rembrandt (Gemäldegalerie de Desde)

No es extraño que quienes abordaron la historia de Ganímedes procuraran ser poco explícitos, en imágenes e intenciones. En este territorio de lo ambiguo se mueve el soneto del poeta sevillano del Siglo de Oro Juan de Arguijo. No sabemos si sus versos esconden una exaltación del amor homosexual, que en nuestros tiempos ha adquirido un rango de normalidad, aunque en el suyo fuera considerado un crimen merecedor de la pena de muerte, o si vuelve a ser una parábola del tipo de la primera versión de Rubens de la historia. Así, durante el Barroco el mito de Ganímedes adquiere una connotación de resistencia ante la intolerancia. Resistencia que solo es posible fomentando esa ambigüedad de la que hablamos, ya que lo explícito podría ser demasiado expuesto y peligroso.
No temas, o bellísimo troyano,
viendo que arrebatado en nuevo vuelo
con corvas uñas te levanta al cielo
la feroz ave por el aire vano.
¿Nunca has oído el nombre soberano
del alto Olimpo, la piedad y el celo
de Júpiter, que da la pluvia al suelo
y arma con rayos la tonante mano;
A cuyas sacras aras humillado
gruesos toros ofrece el Teucro en Ida,
implorando remedio a sus querellas?
El mismo soy. No a l'águila eres dado
en despojo; mi amor te trae. Olvida
tu amada Troya y sube a las estrellas.
Al igual que "Leda y el cisne", "El Rapto de Ganímedes" fue un encargo de Federico II Gonzaga a Corregggio para la decoración del Palacio del Te, edificio situado extramuros de la ciudad de Mantua, formando parte de la serie "Los amores de Júpiter". Las cuatro obras que la componían eran las dos ya mencionadas, además de "Júpiter e Ío" y "Leda y el cisne". Todas fueron regaladas por el Duque de Mantua a su señor el emperador Carlos V. A partir de ahí los caminos se bifurcan y las trayectorias vitales de los cuadros divergen. Se sabe que el Ganímedes de Correggio formaba parte de la colección de Antonio Pérez, el secretario universal de Felipe II, y he aquí un primer misterio. ¿Heredó parte de la serie Anatonio Pérez y la otra parte Felipe II?¿Era mencionado Antonio Pérez en el testamento de Carlos V? ¿Las dos obras de la serie que llegaron a sus manos fueron un regalo del rey y no del emperador? Pero, ¿quién era Antonio Pérez?

Podemos decir que Antonio Pérez procedía de un linaje de secretarios. Su padre, Gonzalo Pérez, lo fue de Carlos V primero y después de su hijo Felipe II. La identidad de la madre de Antonio siempre fue un asunto enigmático. La vocación de Gonzalo siempre fue ser eclesiástico, y no pudo ordenarse hasta estar crecido Antonio. Sus contemporáneos especularon, y hoy día muchos historiadores creen en esta hipótesis, que Antonio Pérez era hijo natural del Ruy Gómez, Príncipe de Éboli, probablemente el mejor amigo que nunca tuvo Felipe II y algo así como el líder del ala liberal del gobierno de España, enfrentado siempre al III Duque de Alba, que podría ser considerado como el líder del ala conservadora. El partido liderado por Ruy Gómez, marido de la famosísima Ana de Mendoza, la divina tuerta -aunque se dice que el parche que cubría un ojo era en realidad un alarde de coquetería, para darse misterio y cubrir de paso un leve bizquera-, era propenso al pacto, a primar el negocio sobre los demás aspectos de un problema, mientras que el partido liderado por el Duque de Alba prefería dirimir en el campo de batalla todos los asuntos que amenazaban con enquistarse. Explicado así, de forma tan esquemática, tampoco tenemos tiempo para más, parece mucho fácil empatizar con el primer grupo. Pero mientras el duque era un hombre de una integridad y lealtad que no admitía discusión, Ruy Gómez y la gente bajo su tutela tendían a confundir sus propios intereses con los generales del reino, siendo fácil que primaran los primeros sobre los segundos la hora de tomar decisiones.

Antonio Pérez quedó bajo la tutela de Ruy Gómez una vez acabó su infancia, razón por la cual parece extraño que pudiera ser su hijo natural. Parece poco verosímil que el Príncipe de Éboli metiera en la casa conyugal un hijo habido fuera del matrimonio, en especial si había sido criado en sus primeros años por otra persona para evitar un escándalo que podía implicarle. El caso es que con ese padrinazgo Antonio Pérez prosperó en la corte de forma fulminante. Era tratado en casa de los Príncipes de Éboli como un hijo más y eso alimentó todo tipo de rumores, incluido un supuesto romance con la Princesa de Éboli. También era tratado con un enorme afecto y confianza por el rey, que lo acabó nombrando secretario universal, algo así como un primer ministro. De facto fue el primer valido de la dinastía de los Austrias. En su momento de mayor esplendor nadie tenía más poder en España que Antonio Pérez, aparte claro está de Felipe II, y en cierto modo ni siquiera él puesto que para que la información que requería el rey para poder tomar decisiones llegaba hasta él teniendo que pasar previamente por el tamiz de su secretario universal.

Hace algunos años encontré enterrado en mitad de una pila de libros de un anaquel de una librería un volumen que me llamó poderosamente la atención y que versaba precísamente sobre Antonio Pérez. Era algo así como una biografía heterodoxa del personaje. Editado en 2006 por JJB Editorial con el título "Antonio Pérez. ¿El hermanísimo?", su autor, José María Torres Pladellorens, lanzaba una sugerente hipótesis según la cual el secretario universal habría sido en realidad un hermano natural de Felipe II. Uno más, ya que se le conocen al menos dos más: Don Juan de Austria y Margarita de Parma. Estaba acostumbrado Felipe II a tener que vérselas con los bastardos de su padre, que fueron reconocidos sin excesivos problemas y tratados como integrantes de la familia real una vez muerta la esposa del emperador, Isabel de Portugal. Por eso se plantea el problema de explicar por qué no lo fue también Antonio Pérez, por qué surgieron dificultades en su caso. A eso responde José María Torres de forma hábil. A diferencia de sus otros dos hermanos ilegítimos, Antonio Pérez habría nacido de una relación adúltera estando aun viva la emperatriz Isabel. El emperador tenía a gala haberle sido siempre extremadamente fiel a su mujer, fidelidad que había convertido en una especie de blasón. Tanto Juan como Margarita eran hijos nacidos en plena viudedaz, por lo que no estaba dispuesto a reconocer aquel otro desliz que suponía una mancha en su honor y hacer añicos su blasón. Bastaba con hacer cuentas -fecha de nacimiento de Antonio Pérez, momento del deceso de Isabel de Portugal...- para demostrar la infidelidad a la añorada Isabel.

De ser cierta la hipótesis de José María Torres tendría quizás explicación que Antonio Pérez llegase a ser propietario de dos cuadros de Correggio tan significados que habían pertenecido a su padre. O bien los podría haber heredado o haber sido un regalo de su afectuoso hermano. Felipe II trataba a Antonio Pérez con la familiaridad y afectuosidad que dispensaba a todos los miembros de su familia. Tendría sentido también que le hubiera encumbrado al puesto de máxima responsabilidad y poder de su entramado político. ¿De quién te puedes fiar más que de tu propia sangre, de un hermano? Sin embargo, la generosidad del rey no se vio recompensada. El hermanísimo de Felipe, era un hombre muy capaz, inteligente, culto y sumamente ambicioso. Seguramente en algún momento del camino se extravió su buen juicio, se le subió el cargo a la cabeza, y llegó a pensar que podría incluso a suplir a su medio hermano en el tono. En un momento dado, en torno al año 1980 se produjo una curiosa situación: Los tres medio hermanos llegaron a conspirar los unos contra los otros. Don Juan de Austria se convirtió con el correr de los años en una auténtica mosca cojonera que solo sabía pedir una corona para su testa. Pidió ser rey de Argel, de Escocia, de Flandes, de algún dominio que le ofreció el papa tras su exitosa campaña de Lepanto y un largo etcétera. Antonio Pérez convenció a Felipe II de que Don Juan de Austria empezaba a aspirar también a la corona de España, es decir, a quitarle de en medio y que esa loca idea era alimentada por su secretario Juan de Escobedo. Ya no era que quisiera una porción de la tarta sino que la quería toda por entero. Era difícil rebatir a Antonio Pérez porque era muy persuasivo y porque su red de espías era la mejor informada y la más densa de Europa. Hay quien cree, los más, que jugaba a dos barajas fingiendo complicidad con sus dos hermanos por separado, pero tratando de enfrentarlos con sus intrigas para facilitar su propia llegada al poder supremo. Esta rocambolesca situación tuvo muy mal arreglo. Juan de Escobedo se personó en Madrid para pedir en nombre de su señor recursos para intentar la invasión de Inglaterra, quimérica empresa que según él reportaría la vuelta al redil del catolicismo de los herejes anglicanos, amén de la tan ansiada corona para su cabea por la vía del matrimonio con María Estuardo, reina de Escocia y prisionera de su prima la Isabel I de Inglaterra. Años llevaba carteándose con la cautiva y planeando su rescate como si fuera un paladín de cuento de hadas en el que la reina virgen le correspondía el papel del dragón carcelero de la inocente doncella de la historia. Don Juan de Austria era un tipo cargante pero había que quererle. Fue un cabeza de chorlito pero un héroe de manual, para algunos el más grande que haya tenido jamás Europa en toda su historia.

Aprovechando la estancia de Escobedo en Madrid por unos días, Felipe II dio luz verde a la propuesta de Antonio Pérez de quitarle de en medio. El asesinato fue ejecutado por la gente del secretario universal del rey. Poco después moriría también el propio Don Juan. La causa oficial fue una epidemia de peste, aunque corrieron rumores, que aun no han parado, de que fue envenenado por orden de su hermano. Por alguno de los dos. Quién sabe si de ambos.

Pronto Felipe II se arrepintió de su decisión, culpando a Antonio Pérez de haberle convencido de lo que no era cierto: La traición de don Juan de Austria. Lo destituyó de sud cargos en el gobierno y como éste se revolvió le acabó acusando de haber instigado el asesinato de Escobedo. A partir de ahí se organizó un auténtico guirigay con acusaciones cruzadas, juicios inquisitoriales y torturas. Antonio Pérez logró escapar de la prisión en la que fue recluido y marchar a Aragón, de donde era natural y sobre la que los tribunales de la corona castellana no tenían jurisdicción alguna. Sublevó el reino contra Felipe II y antes de que las huestes castellanas arrasaran a las aragonesas en el campo de batalla acabó huyendo a Francia. Durante su exilio los infundios y las indiscreciones -no todo las acusaciones que hizo tuvieron que ser necesariamente mentira, pero en el mejor de los casos reveló secretos de estado y cometió traición al estado- que propaló sobre su país y su rey pusieron la simiente, en un terreno fértil por el odio hacia lo español, de lo que se ha venido a denominar como Leyenda Negra.

La apasionante historia del asesinato de Escobedo me gustaría tratarla algún día en la serie Madrid Sub Rosa, pero lo que ahora importa es saber que parte de los bienes que atesoraba Antonio Pérez en España revertieron a la corona y que parte fue subastada. Según todas las fuentes, los dos Correggios de la serie que estaban en su poder fueron comprados por el escultor Pompeo Leoni, el mismo que adquiriese de los herederos de Leonardo su colección de manuscritos. Era un ávido y refinado coleccionista de arte. Pero en algún momento decidió deshacerse de parte de su colección. Eso explica la presencia de dos códices de Da Vinci en los fondos de la Biblioteca Nacional, que fueron vendidos a Juan de Espina, curioso personaje que ya fue mencionado en el post dedicado a la leyenda del Conde de Villamediana, y que los dos Correggios que pertenecieron a Antonio Pérez estén ahora en el Kunsthistorisches Museum de Viena, por haber sido vendidos en 1603 al embajador de Austria en España, el conde de Kevenhiller.

Todo parece bien explicado, sin embargo existe un segundo problema aun más difícil de resolver que el del paso de los dos Correggios por la colección de Antonio Pérez: La existencia de una copia en el Museo del Prado de Antonio Cajés, al igual que hay una de la Leda. Si la salida de España del cuadro se produjo en los inicios del reinado de Felipe III, y ya no pertenecía a las colecciones reales, ¿cómo se explica esa copia? ¿Se solicitó permiso para efectuarla a Pompeo Leoni o a su excelencia el embajador? Si fue así, ¿por qué no se hizo copias del resto de obras de la serie? Para mí algunas piezas del curriculum vitae de la obra no acaban de encajar del todo.


 
"El rapto de Ganimedes" de Eugenio Cajés.
Copia de un original de Correggio (Museo del Prado)