lunes, 31 de diciembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (66) - Las últimas Navidades blancas de Ronaldo

Portada de AS del 27 de diciembre   
Portada del diario AS del 27 de diciembre de 2012

Cristiano no aceptará la oferta de renovación del Real Madrid
Manu Sainz 
Diario As - Madrid - 27/12/2012

El club debe decidir si venderle o esperar a que se vaya libre en 2015. Ronaldo le ha dicho al Madrid que su felicidad no depende de ganar más. Quieren hacerle cambiar de opinión.

Cristiano no va a aceptar la propuesta de renovación que le va a ofrecer el Madrid a final de temporada. El astro portugués ha decidido cumplir los dos años que aún le quedan de contrato y posteriormente abandonar el club blanco. Cristiano confesó el pasado 2 de septiembre, tras el encuentro contra el Granada, que estaba "triste" en el Madrid y esa situación no ha cambiado.

De hecho, Cristiano ya es consciente de que el club no hará nada para tratar de que recupere la alegría, salvo ofrecerle más dinero. El problema con el que se va a encontrar el Madrid es que el estado de ánimo del crack no depende de temas económicos, de ganar más o menos, sino de cuestiones emocionales. De hecho, el jugador ya le ha comunicado a la entidad que no quiere ganar más y que su "tristeza" no se soluciona con dinero. La mejor muestra de ello es que va a rechazar la mejora de contrato que el Madrid está preparando para el próximo verano.

Cristiano esperaba que después de hacer público su malestar, el Madrid tomara cartas en el asunto para darle la protección y el respaldo mediático que se merece, puesto que entiende que su imagen ha empeorado desde que llegó a España y que por culpa de ello sus opciones de ganar el Balón de Oro se han visto reducidas considerablemente, pese al extraordinario rendimiento (169 goles) en sus cuatro temporadas de blanco. Sin embargo, casi tres meses después de aquella declaración pública, nada de eso se ha solucionado y todo sigue igual.

El club, sin embargo, espera convencerle con un suculento aumento de la ficha. No en vano, pretende ampliarle el contrato hasta 2018 y que pase a cobrar de 10 millones netos anuales a 15. Además, le ha declarado intransferible y no está dispuesto a escuchar ofertas. Sin embargo, las intenciones del Madrid chocan frontalmente con los deseos de Cristiano. A priori, la postura inflexible del portugués provocará que el club tenga que replantearse la situación. De tal modo que, ante la negativa del crack, el Madrid tendrá que decidir si acepta alguna de las propuestas que hay por el delantero o, si por el contrario, le mantiene las dos temporadas que le restan de contrato y permite que se vaya libre en 2015. En la primera de las opciones, el Paris Saint-Germain se presenta como el club mejor posicionado para hacerse con los servicios de Cristiano. No en vano, el pasado 18 de diciembre, el jeque Saund Bin Abdulrahman Al-Thani, Secretario General del Comité Olímpico de Catar y mano derecha del propietario del club galo, declaró en Canal+ Francia que "Cristiano y Mourinho son objetivos del Paris Saint-Germain".

En el caso de que el Madrid prefiera agotar el contrato de Cristiano, el Manchester United se presenta como la primera opción para el crack de Madeira.

Elogios. Cristiano es todo un ídolo en Old Trafford y en las últimas fechas le han llovido alabanzas desde allí. El primero en mostrarle su admiración fue el propio Álex Ferguson, quien está convencido de que en el enfrentamiento de octavos de la Champions "recibirá un gran y merecido recibimiento en Old Trafford". Más rotundo fue el defensa Evra: "Mantengo el contacto con Cristiano y hablamos muchas veces. Quiere al United y lo echa de menos. Ha hecho cosas increíbles en el Madrid y ha roto todos los récords posibles, pero allí no le han mostrado todo el respeto que merece...".

Las últimas Navidades blancas de Ronaldo

Este escrito empezó siendo un comentario a un artículo aparecido en un blog madridista. Me apetecía matar el rato, y es práctica usual en mi replicar a lo que dicen otros como si mi opinión le importara a alguien. Es entretenido e inflo un poco el ego. Lo justo para sentir que te inmiscuyes de alguna manera en el caminar del mundo. En otro tiempo saqueaba los blog de mis amigos como los vikingos el sur de Europa, con ánimo invasor principalmente, aunque sin voluntad consciente de exterminio. Pero mi escritura es un circo al que con frecuencia le crecen los enanos, y lo que iba para mero apunte, casi un saludo al autor del post, empezó a convertirse en soliloquio teatral de entreactos tras iniciar el tercer párrafo. No tiene sentido que el comentario supere en extensión al escrito que lo suscita. Salvo cuando quien lo hace tiene incontinencia verbal y abusa de la retórica. Y eso no sería stricto sensu tener sentido sino poder ser explicado. Ese es mi estilo, con el que más me divierte, el que me hace más bien alma, porque, repito una vez más, yo escribo como terapia, para sanar de mis neuras y mis soledades. También se hacerlo de otra manera. Se redactar telegramas, listas de la compra y hasta informes de oficina. No lo saben ustedes, ni creo que jamás tengan constancia palpable, pero soy el creador de algunos formatos de informes medioambientales de uso muy extendido en la burocracia administrativa. Llegué a crear escuela en su tiempo por el método del recorta-pega, que es el de más rápido y fácil contagio. Olvídense de derechos de autor. Eso solo le funciona a los de la troupe de La Ceja. En fin, que esto iba para cuatro líneas y ya se me desmanda. Así que aquí lo cuelgo antes de que se me muera definitivamente de palabritis.

El día 27 de este mes que hoy se acaba, al mismo tiempo que el año, que tanta paz lleve como paz deja con su marcha, AS nos regalaba al madridismo la portada que abre la página, por nuestros pecados. Cristiano se nos iba, y esta vez por voluntad propia. Cuajaban las tristezas en intenciones contractuales. Impacto bajo la línea de flotación en un barco que amenazaba venirse a pique. O al menos eso creían las mesnadas de Relaño. Ya se habían otras variantes con idéntico desenlace: Florentino no se habla con CR7; el Madrid estudia no renovar a Ronaldo; el presidente del club merengue quiere ampliar contrato a CR7 y solo recibe "largas". Todo con tal de magullar la moral de la tropa blanca, ya bastante abollada a estas alturas porque tiene un contrato a terceros con la prensa, no a todo riesgo, como los culés con la prensa catalana. Dicen que los peces tiene una memoria efímera, y una de este tipo haría falta para no recordar los precedentes contradictorios, en este mismo diario y en los de la competencia, aunque ahora hermanada en La Cruzada. Imagino que la del madridista medio responderá a ese modelo, sino no tendría sentido la jugada. Pero La Yihad hace tiempo que evolucionó y desarrolló patas para salir del océano primigenio, es un madridismo que ya no está a remojo en el cálido baño que quiere darnos la prensa para amodorrarnos y entorpecernos. Al contrario que le pasaba a Obelix en "Astérix gladiador", el paso por las termas tiene la virtud de volvernos más aguerridos, de despertar nuestros instintos guerreros y poner en alerta nuestros reflejos. Puede que sea la temperatura del agua, últimamente demasiado elevada, que no relaja sino que escalda, con noticias que siempre traen bronca, motivo para la tristeza.

"Cristiano no va a aceptar la propuesta de renovación que le va a ofrecer el Madrid a final de temporada", decía Manu Sainz en un artículo para el diario AS del 27 de diciembre. Su tristeza, la que tanto indignara a la sociedad y hasta fuera motivo de reproche por parte de Pipi Estrada, referente moral de la prensa madrileña, no se habría disipado, por lo que habría decidido cumplir su contrato actual con el Real Madrid sin ampliarlo. "Cristiano ya es consciente de que el club no hará nada para tratar de que recupere la alegría, salvo ofrecerle más dinero". Pérfido madridismo que no quiere la felicidad de los suyos. Groseros mercaderes que confunden valor y precio, sueldo con cariño. Pero, me pregunto yo, ¿es posible que la prensa, Manu Sainz por lo menos, haya descubierto que a CR7 no le mueve el dinero, sino otros aspectos que atañen a valores humanos o deportivos? Sigamos leyendo y no nos hagamos pajas mentales: "Cristiano esperaba que [...] el Madrid tomara cartas en el asunto para darle la protección y el respaldo mediático que se merece [...] entiende que su imagen ha empeorado desde que llegó a España y que [...] sus opciones de ganar el Balón de Oro se han visto reducidas considerablemente". Ay, era eso, la vanidad y la búsqueda de honores personales. Por un momento llegué a creer que Ronaldo podría ser una buena persona, con valores, los que convienen, según la prensa. No volverá a ganar trofeo personal alguno, como si de una maldición se tratase, por su desmedida soberbia, su falta de humildad y su envidia obsesiva a ese rival que siempre le gana. Jugar en el Madrid tiene esas consecuencias, la pérdida de la simpatía de la gente corriente, si es que por tal se entiende a Platini, Blatter y Villar. Jugar en el Madrid es el descrédito, y por eso quiere emigrar a París o retornar a casa, donde se le elogia. Y nada que reprochar al señor Sainz en su planteamiento... Bueno, en realidad sí, muchas cosas, pero voy a la principal: El déficit de elogios, que lo hay, no es culpa del club, ni de sus compañeros. Siquiera de la afición, a pesar de lo frío que es a veces el Bernabéu. Sino de la prensa. Pregúntele, señor Sainz, al subdirector de su periódico, Pedro Pablo San Martín, por qué no lo pone más en portada, que lo mismo a las horas que se emite Punto pelota está ya usted durmiendo. Luego, después de la bofetada, en ejemplares del diario de días posteriores, se volvió a hablar del jugador en clave de futuro, no de pasado. La portada de tres días después tan solo era buen ejemplo, con la mención de la ansiada Décima ligada a CR7. La foto me suena en exceso. O es la misma, o una muy parecida hace unos años ofrecía esa misma perspectiva desde la Torre Europa, en la esquina del complejo AZCA de la Plaza Santiago Bernabéu, con el estadio en segundo término. Un refrito quizás, un collage on cosas de archivo con el que poder lanzar un mensaje subliminal: "La afición quiere que Ronaldo siga y la torpeza del presidente está a punto de conseguir que el pájaro vuele, hacia donde está el dinero o el prestigio que el club merengue no puede darle".

Decía el autor del escrito del blog, al que antes me refería, que la noticia  de Ronaldo tenía su razón de ser en lo mucho que "vende" el personaje, que la polémica en torno suyo, que traza círculos alrededor de su persona, hace negocio, crea movimiento en la caja registradora. Sin discutirlo, porque es evidente, aunque no me cabe en la cabeza que la gente compre diarios deportivos para encabronarse, por mi parte creo que la supuesta primicia, además de intentar enturbiar el ambiente, para quitarnos resuello y reducir la visibilidad donde operan sus mentiras, tenía como principal objetivo desprestigiar al jugador ante su afición. Pienso que son capaces de eso y de mucho más. La prensa ansía escuchar pitos en las gradas, hacia Mou, CR7 o cualquier otro que se sume a la entente portuguesa, ya sean Arbeloas o Karankas. Y eso para poder convertir las cañas en lanzas, es decir, los silbidos en pañuelos al aire ondeando hacia el palco de autoridades. Pero es que entre todos los tipos de pitos, distinguiéndolos éstos por sus destinatarios, los dedicados a CR7 son los que tienen más utilidades:

1) Para ensalzar, por contraste, a Messi, para azuzar la batalla dialéctica entre los supuestos defensores del fútbol ego y el fútbol espiritual, entre los teóricos del fútbol sin señorío que, huelga decirlo, sería el nuestro, y los que defienden el fútbol que solo tiene virtudes, tanto tácticas como espirituales. Cuanto más rubio y de piel clara el ángel más rojo y cornudo el demonio, y viceversa. Cuanto más evidentes las cualidades del uno más conspicuas las de su contrario. Cuanto más pitos al portugués, más si vienen de los suyos, más palmas al discípulo aventajado de Maradona. O eso quisieran ellos, que últimamente nos han llegado por fin la letras de las coplas que le cantan en los estadios al argentino y, no, no son canciones del repertorio de Mocedades.

2) Para resucitar la vieja polémica cantera versus cartera, que si los mercenarios por aquí, que si el amor a los colores por allá. Porque Messi seguiría en el Barça aunque no le incrementasen el sueldo cada fin de semana. Y la tristeza de Ronaldo a la salida del despacho de Florentino es el grito rapeado de Rod Tidwell a Jerry Maguire del: "Enséñame la pasta". Ronaldo quiere que la tesorería del club sea su embajador del Quan. Del cuanto y cuantos plazos. Mientras que Messi ya se ofrece como embajador de buena voluntad del Catalán en todo el orbe blaugrana, y sin esperar nada a cambio. Sólo que no le obliguen a que escolarice a su hermana en un instituto de la ciudad Condal con inmersión linguística.

3) Para poder criticar al presidente por no saber tratar a sus estrellas. Ya se nos ha olvidado lo mucho que criticamos también los excesivos mimos al otro Ronaldo, a Jumanji en estampida. La espantada de Camacho cuando asomó los hocicos por el vestuario merengue no nos hizo reflexionar ni un poquito, más que nada porque el damnificado hubiera sido el señor Marqués de La Roja y del brindis de fin de año. A Messi se le saca a la sillita de la reina del césped si tiene pupa y se le renueva al alza a su guardia pretoriana, y ya sabemos que lo que se hace allí se convierte en modelo. Así que a CR7 habría que mejorarle la ficha sin que lo pida, para consolar tristezas y porque es ahora Messi quien marca la pauta. Y un Florentino mirando en exceso cada peseta que gasta, además de franquista, es una blasfemia futbolística cuando mandan los cariños comprados.

4) Para poder criticar la política de fichajes. El Barça ficha sólo jugadores con la cabeza bien equilibrada y amueblada, que se ajustan a los valores del club, los de la Tabla Redonda del rey Laporta, que en vez de brindar con Ginebra se baña en Champagne en sus madrugadas alocadas con secretaria. Ahí están los Ibracadabra. Otoo y Song pegándose entre ellos para quedarse con el papel de sir Lancelot en el cuento de Camelot, que el de sir Galahad ya se lo apropio el discípulo de Chitalú, aunque no encontrara finalmente el Santo Grial del récord homologado. Mientras, el Madrid ficha solo las estrellitas caprichosas que se le antojan al presidente. Un mensaje para que el club blanco de la Villa y corte, se decida de una vez por todas a fichar a salto de Mata y se traiga a Silva en verso o en prosa. Llorente no. Solo porque es el más probable y no le gusta a Santi, y con la iglesia hemos topado.

Y lo grande de todo es que todas estas utilidades, las mismas en cantidad, o más incluso, que las de una navaja suiza, -a mi se me han ocurrido cuatro del tirón, pero puede que algún lector se le ocurran otras-, pueden ser aprovechadas a la vez, unas en portada, otras en noticias de agencia o en crónicas de reportero, y el resto en las columnas de opinión de los pesos pesados fichados a la competencia o compartidos con ella. Pesadísimos, porque siempre nos cuentan las mismas cosas. Apenas se que jugadores son diestros, zurdos o medio pensionistas en la plantilla, pero estoy al tanto, informado al minuto, de todas las tentativas de espantada de los portugueses, así como de todas las trifulcas en el vestuario. La pena para la prensa, su talón de Aquiles ahora mismo, es que el Piperío es voluble, hoy aclama a Ronaldo y mañana lo pita. Pero los terroristas de internet, La Yihad, somos de ideas fijas, cerriles como fanáticos que somos. Hay que convencernos para que las cambiemos. Y ellos carecen de credibilidad después de tanta mentira interesada y, por supuesto, les falta talento para la persuasión.

Esto de los pitos y los vítores tuvo ayer su epílogo en la jornada de puertas abiertas en Valdebebas. Esperaba la prensa el linchamiento público de Mourinho, sin caer en la cuenta de que la mayoría de los visitantes eran padres dándole a sus hijos un regalo anticipado de Reyes Magos. No era el día ayer para montar un Motín de Esquilache en la ciudad deportiva por el largo de la capa o las atribuciones del entrenador de Setúbal. Nuestros niños madridistas, al menos no todavía, no son los de "El Señor de las Moscas", aun tienen un trecho largo de infancia por delante. Tuvieron que contentarse con la vuelta al ruedo de Casillas. Vítores equivalentes a una puntuación de 3 ases, al parecer, porque "Iker, Iker, Iker" fue el titular más repetido en la prensa. Pero es que también se aclamó a Mou, al señor presidente y, si hubieran estado, a Mickey y Minie. Que, no en balde, la casa del Real Madrid es la Disneylandia de los madrileños más menudos. Otro plebiscito improvisado en el que los antis han salido derrotados al no obtener mayoría absoluta con la que poder formar gobierno en las oficinas del club. Tendrán que pactar con la actual directiva si quieren obtener alguna cartera, que se les tolere algún tipo de mangoneo. Eso o seguir en la oposición que, al contrario que en política, desgasta más que a quien rige los destinos de la entidad. Salvo que unos resultados deportivos catastróficos digan lo contrario. Por de pronto, también hoy, la prensa ha decidido liberar al rehén que tenía secuestrado desde el inicio de temporada: El baloncesto.

  Portada de AS del 30 de diciembre
Portada del diario AS del 30 de diciembre de 2012


Portada del diario Marca del 31 de diciembre de 2012

domingo, 30 de diciembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (65) - Señor natural



La misteriosa madre que parió a Mourinho
Virginia López
El Mundo - Madrid - 30/12/2012

Hija ilegítima, criada por un tío abuelo millonario, es la mujer que más marcó su personalidad. En plena crisis del Madrid, «Mou» pasó la Nochebuena con ella. La localizamos en Setúbal

Camina con paso tranquilo y elegante. Luce zapatos de tacón y pantalones negros de vestir. Lleva el pelo rubio y arreglado. El maquillaje, aunque discreto, denota una mujer coqueta y cuidadosa. Detrás de sus gafas, típicas de profesora, se esconden unos ojos observadores. Son igualitos a los del hijo que parió hace casi medio siglo: el admirado y detestado José Mourinho. Nadie ha marcado tanto el carácter del entrenador del Real Madrid como la misteriosa Maria Júlia, a quien Mourinho tiene prohibido conceder entrevistas. «Yo no hablo con periodistas», corrobora ella cuando Crónica la aborda el jueves en su casa de Setúbal, 50 kilómetros al sureste de Lisboa. Su biografía está tan llena de intrigas como sus silencios: pocos saben que es una hija ilegítima que se crió en la mansión de su tío abuelo, un rico empresario.

Sin la disciplina y rigor de Maria Júlia, jamás se habría convertido en The Special One. De chaval, ella le dejaba jugar al fútbol con su padre, siempre que no descuidara sus estudios. «Las ganas de ganar títulos y dinero le vienen de su madre», ha sentenciado Joel Neto, autor de una exitosa biografía sobre Mou.

Esta semana, el portugués volvió a casa por Navidad. Su madre le aguardaba en el peor momento de su carrera: a 16 puntos del Barça en la Liga y con el vestuario incendiado por su decisión de sentar en el banquillo al capitanísimo, Iker Casillas. Quizás aprovechara la cena de Nochebuena para contar sus penas a la mujer que tanto le inspiró. Seguro que ella le tenía preparada una bandeja de coscoroes de boniato, el dulce favorito del entrenador, que nunca falta en casa de los Mourinho por Navidad. Maria Júlia sigue viviendo con su marido, Félix Mourinho, en su casa de toda la vida. Se trata de un segundo piso en una callejuela apretada de modestos edificios en Setúbal. Desde las traseras del bloque se divisa el Estadio del Bonfim, la cuna del Vitória de Setúbal, el equipo de la ciudad. Allí fue donde José Mourinho aprendió todo lo que sabe de fútbol.

Al tocar el timbre de casa, Maria Júlia, profesora jubilada de 73 años, abre la puerta. Pregunta «¿quién es?» con semblante severo. Aunque, acostumbrada a la fama de su hijo, ya intuya que se encuentra ante una reportera. Tan educada como reservada, de su boca sólo salen las cinco palabras con las que rechaza las solicitudes de entrevistas: «Yo no hablo con periodistas».

No habla más por dos razones. La primera, porque siempre ha sido discreta y comedida, como confirman sus amigos. Y, la segunda, por la estricta omertà que ha dictado el propio Mou a toda su familia.

Dicen que en 2003, cuando el Oporto ganó la Copa de la Uefa, el pujante entrenador quitó todas las fotografías íntimas de las paredes de casa de sus padres para evitar que salieran publicadas en la prensa. Cuanto menos se supiera de sus orígenes familiares, mejor. Así, Mourinho ha logrado que la apasionante historia de su madre haya pasado desapercibida.

Nacida fuera del matrimonio en 1939, la pequeña Maria Júlia fue una niña ilegítima para el régimen de António Salazar. Así, creció bajo la custodia de su tío paterno, Mario Ledo. Se trataba de un rico industrial que hizo fortuna con una empresa de conservas de sardinas durante la dictadura.

Maria Júlia se crió en una mansión, rodeada de sirvientes e intrigas políticas. Además de presidir la patronal de conserveros, su tío Mario construyó el estadio del Vitoria de Setúbal, donde décadas después corretearía Mou. Tras la caída de Salazar, en 1974, la familia perdió gran parte de sus posesiones, aunque mantuvo su mansión. Mourinho suele negarse a hablar de este periodo de su historia familiar. Tampoco aborda la influencia de su madre en su sed de éxitos. «Creo que siempre he sido competitivo...», ha dicho en alguna ocasión. «No se lo atribuyo a ninguna rama de mi familia».

Maria Júlia conoció muy joven a Félix, su futuro marido. Fue en la fábrica de sardinas de su potentado tío abuelo. «Ella era una señora, era de los ricos, no tenía que trabajar», recuerda un viejo amigo, Vítor. «Pero se enamoró de Félix y no me extraña, porque era muy elegante y atractivo, mucho más que su hijo... Ella también lo era, más atractiva que guapa, y muy cautivadora».

Fue casi un amor a primera vista. Daba igual que ella fuera la sobrina privilegiada y él uno de los empleados de su tío. Félix, que llegó a Setúbal procedente del Algarve, al sur de Portugal, trabajaba como conserje. Se conocieron, surgió el amor y se casaron un 21 de diciembre en la iglesia de San Juliao, en el centro de Setúbal. Poco tiempo después, en 1962, Maria Júlia ya estaba embarazada de Zé Mário, como conocen en la familia a Mou.

Todavía quedaba mucho para que aquel bebé se convirtiera en una estrella global. Pero ya desde el parto, según su madre, José Mourinho dio señales de ser «un chico muy voluntarioso». Aquella madrugada llovía a raudales, pero eso no impidió el nacimiento del futuro entrenador. Y eso que los médicos habían asegurado a su madre que su bebé no nacería hasta el día siguiente.

Tras una noche entera de parto, José Mário, como le bautizaron, venía al mundo el 26 de enero de 1963, a las siete de la mañana. Nació en casa de sus padres, prácticamente sin ayuda: sólo tuvo que intervenir una matrona porque traía el brazo mal colocado. Ese día, su padre, futbolista profesional, tenía partido. Quizá en ese momento ya naciera en Mou la pasión que, medio siglo después, le ha convertido en uno de los mejores -y más polémicos- entrenadores del mundo.

Y eso que su madre siempre prefería que José -o Mário como le llama ella siempre- se dedicase más a los estudios que al fútbol. Aunque al chaval siempre le tirara más el deporte que los libros de texto. No pasaba un año sin que Papa Noel le trajera una pelota. Para él, un regalo sólo era un regalo si se trataba de un balón de fútbol. También tenía perros, a los que bautizaba con el nombre de futbolistas extranjeros. Uno de ellos, al parecer, se llamaba Gullit.

A los 23 años, ya estaba claro que la carrera futbolística de Zé Mário estaba destinada al fracaso. Así que, según su biógrafo, la madre le apuntó a una escuela de negocios. Pero el joven Mou sólo acudió a clase un día: poco después, se apuntó al Instituto Superior de Educación Física de Lisboa. «Creo que ese fue el momento más significativo de su vida», ha dicho Joel Neto. «Ese fue el día que se dijo a sí mismo: "Voy a demostrar a mi madre que puedo ganarme la vida con el fútbol"». Hasta la fecha, se ha cumplido este propósito con creces. Aunque, estas Navidades, atraviese el momento más amargo de su carrera de entrenador. Con la Liga casi perdida, se da por descontada su salida del Real Madrid este verano, tras su enfrentamiento con Casillas. Pero, a su llegada a Portugal, Mou se mostró sereno: «Hago lo mejor para el equipo o al menos lo intento... Viene bien perder para saber lo que otros sienten».

En Setúbal, su tierra natal, le aguardaba, como cada Navidad, su madre, la mujer de la que ha heredado su disciplina y su carácter. Desde que se jubiló, Maria Júlia Mourinho se dedica a tiempo completo a cuidar a su familia. Estas fechas son sagradas para el clan, que hace lo posible por reunirse por Navidad. No celebran las fiestas en la casa en la que vivió de niño el entrenador merengue, sino en una vivienda, mucho más lujosa, a las afueras de Setúbal.

Cada año, la madre lo recibe con los brazos abiertos y la mesa puesta. Aunque lo suyo nunca ha sido la cocina. «Desde que me jubilé dejé de hacer lo que me gusta [dar clase] para pasar a hacer lo que no me gusta», confesó una vez Maria Júlia, que aún así sigue haciendo de anfitriona para su hijo, nuera y nietos. [Su hija Teresa, hermana de Mou, falleció de septicemia en 1997, a los 37 años].

Como buena familia portuguesa, el bacalao no puede faltar en la casa de los Mourinho. La receta tradicional en Nochebuena es cocido con verduras. No es el plato favorito de Maria Júlia, pero lo prepara porque sabe que a su marido le gusta mantener la tradición. Con la carne, la matriarca ya se permite más licencias y no tiene problemas a la hora de sustituir el tradicional pavo por pato, porque le resulta menos seco.

Tampoco faltan en la mesa de los Mourinho los dulces navideños caseros, que Maria Júlia prepara con ayuda de una empleada. Siempre hay azevias, un postre hecho a base de harina que la madre de Mou cocina siguiendo la receta de su abuela. Tampoco el tradicional bolo rei, una especie de roscón de reyes que en Portugal se come en Navidad y que ella compra cada año en la misma pastelería. Y, por supuesto, los coscoroes de boniato, que tanto gustan al rey de la casa.

De hecho, los padres de Mou son personas de hábitos fijos. Félix, antiguo portero del Vitória de Setúbal, sigue yendo al Estadio do Bonfim a menudo, para beber un café y convivir con antiguos amigos y compañeros de equipo. Es de los pocos sitios a los que no le acompaña Maria Júlia, que nunca ha sentido la pasión que su marido y su hijo sienten por el fútbol. El resto del tiempo, marido y mujer lo pasan juntos y muchas veces se les ve por el Mercado do Livramento, a donde van a comprar los fines de semana.

Estos días, su plácida rutina de jubilados se ha visto interrumpida por la fugaz visita de su hijo, quien dos días después de Nochebuena ya estaba rumbo a Dubai. Quizá Papa Noel no le haya regalado un esférico, como en sus años de infancia. Pero sí la tranquilidad de unos días en su casa materna que, últimamente, no disfruta en el banquillo merengue.

Señor natural
Artículo también editado en el blog: El Minuto 7

Me lo advertía hoy en Twitter el maestro Ruiz Quintano, "El País señaló el camino del Señorío sacando [¿en procesión?] el padre muerto de Cristiano". Habla don Ignacio del Señorío periodístico de quienes exigen pulcritud y sacralidad de Virgen María en las formas al club de Concha Espina, pero que luego proponen que le sean filtradas noticias desde la propia zona noble del Bernabéu a cambio de exabruptos. Que si fuera otro el trueque propuesto lo mismo elegíamos trato en vez de truco y se acababa esta guerra con los medios. Exabruptos para todos, jugadores, técnicos y presidentes. Salvo para Casillas y Ramos, que ya no va a los toros y tiene más tiempo para dedicar a sus amigos plumillas. Mundialistas a los que ponen siempre cuatro ases en las crónicas y ochos en las encuestas a aficionados en recuerdo de tantas madrugadas de ronda por mesones y tascas y algún gol que otro de Iniesta. Senda del Señorío. abierta por El País, y que ahora parece que empieza a recorrer El Mundo, con más de año y medio de retraso respecto a La Cruzada. Pero nunca es tarde si la dicha del anti, el pseudo o del disfrazado es buena. Nunca es demasiado veterano un medio para peregrinar a los Santos Lugares si es con empeño de conquista. Para recuperar a los infieles que antes regalaban primicias Valdebebas, así como Chamartín, la fortaleza de Acre recuerdo para los blaugranas enrolados en la causa del Papa Villar, del gran Maestre del Temple, -o más bien sopor por la digestión de las comilonas con copa y puro en el Ritz-, maese Platini, del caudillo Laporta, que tuvo de cofrades a los dos anteriores en la hermandad de la tarjeta visa oro del Barça. Esta noche la libertad, y mientras tanto a seguir hundiendo reputaciones con los periódicos comprados con capital de La Caixa o que han desertado al enemigo.

"Pocos saben que es hija ilegítima", y por eso lo cuentan antes que nada, añado yo, que tratar de ofender es lo suyo. Y por si el artículo cae ante los ojos de algún lector de columnas surfero, de esos que leen pasajes al azar o solo los titulares, lo destacan lo primero de todo en la entradilla resumen que hay bajo el título. Hija ilegítima y viviendo de chica en casa de hombre con fortuna, para tocar todos los palos del odio al prójimo. Maricona no, que sería harto enrevesado desarrollar como argumento esta propuesta. Pero no lo descartemos como dato insinuado si también toca mañana hablar de un tío que lo conociera de chico y nos pudiera facilitar un cuadro de su educación con evocaciones a la cultura clásica griega. Quizá pudiéramos argumentar, con un poco de imaginación e ingeniería literaria, que la semilla de la fortaleza defensiva de los equipos que entrena, de su pasión por el juego construido sobre una retaguardia sólida y una portería bien guarnecida, pudiera tener la misma raíz que la impenetrabilidad de la falange tebana, en el amor apasionado de los novios del mismo sexo. Le ofrezco la idea a los redactores de El Mundo con sumo gusto, como regalo, que se que el señor Ramírez es harto exigente como patrón. Tiene buen paladar y sabe lo que quiere cuando confecciona una portada.

La manía de despreciar a los bastardos para mi que es una costumbre importada, como lo fue el tener esclavos u otras casi tan nefandas. Bastardo era el linaje de los Trastámara, que culminó en Isabel la Católica, que además heredó la corona de Castilla de un medio hermano. Casi se podría contar la historia de España a través de sus bastardos, o hijos de bastardos, más ilustres. Los Borbones engendraron muchos, pero siempre trataron de apartarlos de la vida pública, cuando no había Tombolas y Slavames de Luxe, siquiera teles. Su ascendencia francesa así s elo dictaba. País, Francia, que siempre se nos vende como el paradigma de la liberalidad en la moral y en las formas, y que tan pacato resulta cuando se lee su Historia más de cerca. Los Austrias, en cambio, jamás se avergonzaron de los suyos. Bastardo era don Juan de Austria, uno de los dos grandes héroes que ha engendrado la cultura española, junto al ingenioso hidalgo de La Mancha. Y aquel completamente histórico, no literario. Hijo de una mujer alemana de vida licenciosa, más boba que guapa, fuente de vergüenza para quienes la rodeaban. Tanto es así que se la pagaba generosamente para que mantuviera la boca cerrada. Pero al final no hubo más remedio que quitarle su hijo, fruto de una noche de lujuria de Carlos I de camino a alguna de sus numerosas campañas militares. Su educación y reputación peligraban con semejante madre. Fue educado en un pueblo del extrarradio de Madrid, en Leganés, por tutores catalanes. Y, llegado el momento, reconocido por su hermano, el emperador, concediéndosele todos los honores posibles, menos poder heredar la corona. Mucho tuvo que aguantarle Felipe II a su medio hermano, y siempre con suma paciencia, una de sus mejores virtudes, porque una vez supo su auténtico linaje, la vida del bastardo se convirtió en la búsqueda incesante de una corona propia. Intrigó hasta el último día para conseguirla, cuando murió en Flandes, víctima de la peste, cuando se disponía a tomar el mando de los tercios de veteranos para sofocar la enésima revuelta en los Países Bajos. Hay quien dice que tras este deceso tan inoportuno se esconde la mano de su hermano, que no en balde la guerra bacteriológica lleva muchos siglos inventada. Pero es muy improbable. Felipe II quería a su hermano a pesar de todo, de su origen y de lo pelma que era, y lo convirtió en señor natural de sus propios súbditos, de sus huestes militares, parafraseando el hermoso título de la biografía novelada del héroe de Lepanto que escribiera el húngaro Laszlo Pasuth.

Hijo de bastarda, como Mourinho, mire usted, era Alejandro Farnesio, el más grande de los generales españoles habidos. Italiano de origen, pero cuando prácticamente la bota entera que patea Sicilia, así como la propia isla, eran posesiones españolas, en cuerpo y también en espíritu, aunque no en cultura. Alejandro y don Juan se criaron juntos en El escorial, con el propio hijo de Felipe II, legítimo pero mucho peor dotado. Ningún reparo tuvo el rey en juntar a su hijo con un bastardo de su padre y el hijo de otra bastarda, su media hermana. Todo lo contrario, siempre tuvo esperanza de que las virtudes evidentes de su hermano y su sobrino enderezaran el carácter de don Carlos, que era un saco de vicios en un cuerpo deforme. Bastardo fue también la última oportunidad de los Austrias de sobrevivir en la historia, el hijo de Felipe IV y La Calderona, la reina de los escenarios de la capital mundial del teatro, Madrid, en tiempos de Lope, Tirso de Molina, Calderón y Shakespeare. Si en vez de Carlos II hubiera reinado don Juan José de Austria quizá nos habríamos ahorrado los Borbones, la leyenda negra y un sinfín de sinsabores y humillaciones, más literarias que históricas, que ya sabemos que nuestra historia la escribieron nuestros enemigos. Bastardos por doquier en la historia de aquestos reinos, de los que ahora nos avergonzamos influidos por modos de pensar foráneos. Linaje bastardo también en Mourinho, y escandalice quien quiera, a mi me parece dato marginal de difusión innecesaria, pero la mala baba del diario El Mundo queda bien probada.

Dice el periodista que Mou es "admirado y detestado", y bien claro queda con eso que su escrito es para los envidiosos que no lo conocen, porque no tenemos noticia de nadie que haya estado en su círculo más cercano o le haya conocido y tratado en persona durante largo tiempo, por ejemplo, sus propios jugadores, que tenga malas palabras al hablar sobre él. Ni siquiera Gaspart, para quien tan fácil es convertir sus labios en pelotón de fusilamiento cuando se trata de hablar de madridistas, se atrevió a ofrecer una descripción negativa de Mourinho cuando se le acercó un micrófono con esta vana esperanza. El ex-mandatario culé se acordó del amigo, no del personaje inventado, en parte por Mourinho, pero sobre todo por sus detractores, y ahí se acabó la fiesta periodística que con tanto esmero se había preparado. Sus ex-jugadores lo adoran, y cualquier comparación que se les proponga a aquellos que también han estado a las órdenes de su antítesis, el pensador renacentista de Santpedor, puede destilar puro veneno, palabras blasfemas para la doctrina que instaurara en tierras costeras el profeta Lluis Mascaró, en la víspera de la madre de todas las batallas, pero que ya han creado doctrina en la meseta. El bien y el mal, el cielo y el infierno, tienen ya sus sitios fijados en el cosmos futbolístico, que, bien lo sabemos todos, se creó desde la nada anterior al cruyffismo tras una violenta explosión de juego del tiqui-taca, y que desde entonces crece de forma exponencial, sobre todo en las mentes adoctrinas de las redacciones de los periódicos. Separó Guardiola lo que era Pelé de lo que era Maradona y con ello creó a Messi, y se sintió satisfecho porque vio que era bueno. Creó el fútbol en seis finales, y destinó la séptima para descansar en Nueva York, porque se le vino encima el mourinhismo y aquel golazo de Ronaldo de cabeza en la ciudad de Valencia. me refiero a la city, a la capital del reino moro de levante, no al circo romano erigido para que el populacho asista a luchas sangrientas de gladiadores a codazos.

Parece ser, esa impresión tiene la autora del artículo, cuyo nombre se omite de Orbyt, pero me informan que se llama Virginia, que la ambición de Mou, así como el tesón y la fuerza de carácter para darle satisfacción, le vienen de doña María Julia, de la disciplina que aplicara en la crianza de su hijo. Y no se por qué creo entender que insinúa no se que amargura en la señora madre de Mourinho por su condición de bastarda, que su cochina riqueza de potentada, exenta de trabajar, no habría logrado sofocar del todo. Riqueza basada en la fabricación de sardinas, que suena a exótica industria en mis oídos. Serán cosas mías que leo con malicia donde solo hay donosura y ternura hacia el personaje. Porque estoy bien seguro que Virginia López sabe que el secreto de toda obra grande es la ternura del autor por sus hijos de ficción. Regla que explica desde la grandeza de El Quijote, por citar un ejemplo dentro de lo indiscutible, como la de "El bosque animado", de Fernández Flórez, pongamos por caso dentro de lo que se sitúa al otro extremo de la lista de la fama. Visitaba el hijo a la madre "en el peor momento de su carrera: a 16 puntos del Barça en la Liga y con el vestuario incendiado por su decisión de sentar en el banquillo al capitanísimo, Iker Casillas". Me hace sonreir esta creencia tan extendida entre la prensa de que las desventajas en el caso de Guardiola le hacen acreedor a la palma del martirio, que ya ha de ser parte de su representación iconográfica, además de la teta cercenada de Santa Águeda, ya que a sus pechos sólo mamara íntegra la cantera, y que en Mourinho sólo le llevan al descrédito profesional. También la alusión al incendio en el banquillo. Yo, si hay que llevar cubos de agua, entiéndase en sentido literal o en la forma de finiquitos de contratos, me presento voluntario el primero, como bombero o como mensajero, de lo que haya menos efectivos.

Y si la madre es una bastarda, el padre era un conserje con ínfulas, más elegante que el hijo, no se si trepa al lograrse casar con la heredera del dueño de la fábrica de peces. Pero seguro que me vuelvo a dejar llevar por el tono de culebrón o de libelo tremendista del escrito de las narices. "Maria Júlia se crió en una mansión, rodeada de sirvientes e intrigas políticas [...] Tras la caída de Salazar, en 1974, la familia perdió gran parte de sus posesiones". Va a ser que tienen razón los que tachan a Mou de fascista, que su familia prosperó al calor de la versión portuguesa y atenuada de este movimiento político. Y si no fuera por las fechas, que hasta he hecho las cuentas entre la boda  de Félix y Julia y el nacimiento de Mou para poder descartar que fuera de penalti, atribuiría la paternidad a esta bastarda no solo de este monstruo futbolístico del siglo XX, sino la de otros igual de abyectos, como Hitler y Mussolini. Eso explicaría el parentesco, la semejanza en los rasgos de carácter con ambos dirigentes políticos, que tantas veces se le atribuyen desde las páginas de los periódicos. Que lloviera aquella madrugada de 1963 no impidió que naciera Mourinho. Y me alegro al saber que la pequeña bastarda no tuviera que parir en descampado, quizá tras ser echada de casa por su intrigante abuelo por dejarse catar por el conserje de la fábrica. La lluvia no es óbice para que nazca aquel que muestra voluntad férrea desde el primer momento. Nació con un codo mal posicionado, sino se habría deslizado fuera el sólito, sin comadrona ni nada, porque es muy posible que ya estuviera anticipando en el vientre de su madre el brazo estirado para meterle el dedo en el ojo de Tito o la venganza por la agresión de Ballesteros. Una noche entera de parto porque a este tío no hay quien lo aguante ni quien le para sino hay voluntad férrea de bastarda en quien empuja.

En fín, no sigo con la broma. Artículo que hiede en todos sus párrafos. En el que su autora parece pedir perdón cada vez que se le cuela sin querer un elogio: "uno de los mejores -y más polémicos-". -Porque las abubillas son pájaros y con la cola listada, y ni una cosa implica la otra, ni dar un dato obliga a ofrecer el otro-. Que no se indigne el lector si le parece que la semblanza es favorable, que nada más lejos de la intención de la redactora. Escrito en el que se vulnera la voluntad de madre e hijo, que no quieren conceder entrevistas, menos aun al enemigo, por discreción y en virtud de la omertá impuesta a su madre por el entrenador, dice nuestra amiga Virginia. Más bien impuesta por el sentido común, siendo buen ejemplo de lo que pasa cuando siquiera se atiende a la puerta cuando hay un reportero español toca el timbre este mismo artículo. Clan, Omertá, intriga política. Los Mourinho nos son descritos como los Corleone de Setúbal, celosos de su intimidad por la necesidad de esconder muchos secretos -se nos prometen muchos de la madre en la entradilla y como que me he quedado con hambre. O quizá es que ya me escandalizo por muy pocas cosas-, mermada su riqueza tras la caída del dictador, lo mismo que Michael tenía que renunciar a muchos negocios cuando Castro y los suyos completaban el camino desde Sierra Maestra hasta La Habana, en aquella memorable escena del beso de Judas a su hermano Vito en el Padrino II. La rutina de los dos jubilados que son sus progenitores, se vio interrumpida por la llegada de Mou a Setubal. Que se marchó solo dos días después rumbo a Dubai. Molesto y encima mal hijo, por poco cariñoso. Y no se te ocurra, querida Virginia, mencionar que el viaje tenía como principal motivo recoger un premio como mejor entrenador del año, no sea que tengas que volver a pedir perdón a tus lectores, a ese segmento al que te diriges.

Muy mal el señor Ramírez, que es el responsable de este atentado a las buenas formas, a la decencia periodística. Nos preguntó hace pocos días en Twitter si había que apretarle las tuercas a Mourinho o aflojárselas. Si este artículo tan indecente responde a las conclusiones de la encuesta improvisada ya nos podemos ir preparando. ¿Para cuando la vida y milagros, domésticos, de la madre de Exuperanta? Parece mentira que usted participe, siquiera a pequeña escala, en una caza del hombre. Me decepciona, se lo digo en serio. Hasta hace bien poco era un gran admirador suyo. Ojalá me de motivos para rectificar estas palabras. En esa esperanza quedo a la espera de nuevos acontecimientos.

sábado, 29 de diciembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (64) - La prensa del movimiento

La prensa del movimiento

Mi primera colección de cromos de fútbol de la liga española fue la del periódico Nuevo Diario. Oh, sí, ha llovido mucho desde entonces. Es posible incluso que a algunas gotas de agua les haya dado tiempo a dar unas cuantas vueltas al circuito de cross que supone el ciclo hidrológico. Con señalar que dos de los equipos incluidos en el índice del album eran el Sabadell y el Pontevedra queda todo dicho. La colección la recibí completa, ya desde el inicio, porque mi padre era consejero del periódico, o algo parecido. Fui un niño de familia pudiente porque mi padre era hombre con talento. Pero eso es otra historia que no viene al caso. Lo que trataba de advertir de forma tan alambicada con esta entradilla, tanto que he acabado perdiendo el hilo de mi propio argumento, es que cuando indico ya desde el mismo título del escrito que voy a hablar de la prensa del movimiento, no me refiero ni mucho menos a la que sorteaba las trabas que le ponía la censura de Franco, ni tampoco a la deportiva de estos momentos, apodada como Cruzada, que en vez de abducida es más bien abductora. No, de la prensa que quiero hablar es de la que es afín al movimiento que hemos convenido en llamar La Yihad. Porque haberla hayla, y SoyMadridista.com sería un perfecto ejemplo. Es prensa, entendida en sentido amplio, que opera en los márgenes del mercado. O en sus esquinas, no se, "ando pez" en geometría y topología del periodismo. Es marginal si se quiere, con reducido radio de tiro, pero tiene una enorme importancia en su nicho ecológico, que no es otro que el del madridismo comprometido.

Ya dije por ahí en este mismo blog, que el madrileño, también el madridista, está hecho a las críticas de los de fuera, a las chanzas y a las burlas, y que suele reciclarlas para sacarles provecho, adoptarlas cuando pierden la novedad y quedan huérfanas de uso. Merengues y vikingos son apodos que se derivan de insultos, el segundo mucho más fuerte que el primero, que en tiempos del Generalísimo la gente era sumamente educada hasta insultando. ¿Que qué tiene de malo ser vikingo? Yo se lo aclaro gustoso: los cuernos de los cascos. También Yihad es nombre que nos hemos apropiado. Una vez planchado y almidonado hasta tiene prestancia y viste con elegancia. Por eso asumo que a nadie le escandalizará en exceso la broma del título. La Yihad es un movimiento, porque ya está en marcha y es imparable, porque trata de que también lo esté el club venciendo sus inercias. Compuesto por una heterogénea multitud de personas y asociaciones virtuales, aun así tiene postulados propios, unos cauces particulares de pensamiento, unos modos y unos temas recurrentes. No cuesta en exceso anticipar su opinión sobre determinados hechos o asuntos, aunque puedan surgir lógicamente discrepancias en su seno, entre sus miembros. Considerar a la prensa que subsiste en este microcosmos yihadista como prensa del movimiento me divierte como broma, pero también me gusta como apodo. Por supuesto que cada medio de esta prensa tendrá su particular forma de hacer y de opinar. No me cabe otra que pensar que quienes dirigen estos heroicos medios de información son gente de carácter muy marcado porque parten con desventaja respecto a la competencia, que el cuasi amateurismo que les impone el mercado les libra de ciertas servidumbres, incluso las que podríamos imponerles nosotros mismos, sus usuarios, sus más afines en ideas y deseos para nuestro equipo.

No, no trato en este escrito de analizar o evaluar esta prensa. Dios me libre. No se nada de fútbol. Menos de periodismo. Así que en lo que se refiere a prensa deportiva mi grado de ignorancia está elevada al cuadrado. Mi interesa tratar un aspecto concreto, su papel como santuario para un determinado tipo de aficionado, su principal consumidor. Como comprometido lo había calificado antes. Y es que entiendo que el madridista de La Yihad lo es principalmente porque ha descubierto los hilos del titiritero en el quehacer de la prensa supuestamente madridista. Algunos, los más listos o afortunados, lo advirtieron hace tiempo. En mi caso, lo reconozco, es algo de hace muy pocos años. Quizás las nuevas generaciones sean más inteligentes, algo habrá de eso. Pero creo más bien que las tensiones actuales entre club y medios han forzado ciertas tanto las conductas, han exagerado tanto las formas y los argumentos, que amenazan con desencuadernar el manual de estilo del buen periodista. Pongo un ejemplo de lo fácil que resulta captar la farsa: Una semana se nos dice que Mou quiere marcharse. La siguiente que es el club el que quiere a toda costa prescindir de sus servicios. Después que los contactos son frenéticos e infructuoso. Más tarde que presidente y entrenador ya no se hablan, que se les acabó el amor de tanto usarlo. Luego es CR7 el protagonista en los medios con idénticos pasos en su via crucis a los expuestos para Mourinho. Doce si fuéramos puristas. El delirio llega a tal extremo que no es raro que noticias absolutamente contradictorias convivan en el ejemplar de un periódico, o durante una jornada dentro de los diferentes medios de una gran franquicia: PRISA, Unidad Editorial-Marca, ABC-COPE. Más aun, los medios periodísticos nos han reconocido en el horizonte de su supervivencia y disparan a matar cuando hablan de nosotros. Hay tanta mentira interesada en lo que cuentan que ayer, 28 de diciembre, la broma recurrente en Twitter era que como inocentada AS y Marca iban a dar solo noticias veraces. La falsedad y la beligerancia con la elaboran sus portadas, casi un odio palpable, tanto más irritante por provenir de la que se suponía prensa simpatizante, ha convertido la atmósfera en irrespirable para el madridista comprometido, para el que trata de defenderlos y abandona las posturas pasivas. De un tiempo a esta parte uno se pregunta, sin ironía alguna porque la duda es real, con que equipo simpatiza la prensa madrileña. Al final ha terminado cuajando, para sorpresa de todos, la teoría de su compañero de gremio en Barcelona, Lluís Mascaró: El Real Madrid representa el mal y el Barça el bien. ¿Se acuerdan ustedes del artículo en la jornada previa a la final de Copa que disputaran hace dos años ambos equipos? Como nos reímos todos, incluso los pseudos y disfrazados. Pues no, las risas han dado paso al convencimiento. Mascaró es profeta en su tierra y también en la nuestra, ha creado escuela entre los miembros de la Cruzada, y quien no lo vea claro que pida hora al oculista, que sino cualquier día se da de bruces con un artículo de fondo y acaba renegando hasta de Alfredo Di Stefano. A la prensa antaño considerada madridista se les ha ido de las manos el pulso que sostiene con Florentino Pérez.

Por eso tan importante es esta emergente prensa del movimiento. Podrán tener menores posibilidades a la hora de captar noticias, que no me imagino a ninguna de ellas desplazando unidades móviles a las ruedas de prensa de Mourinho. Ojalá, sería fantástico oír preguntas a favor de la información no del enfrentamiento. Preguntas en español, quiero decir, que los periodistas de otras nacionalidades siempre lo hacen con tino. Pero sin necesidad alguna de manipular las noticias, de omitir aquello que se "pega de tortas" con la línea editorial, de convertir la mera conjetura u ocurrencia feliz en confidencia de topo, da la sensación de estar mucho mejor informada. Además, ofrece la noticia de forma menos sesgada, con titulares que no te producen esa sensación de que te están practicando una exploración rectal cuando los lees. La primera intención de los medios de La Cruzada al dar la noticia es conseguir que los madridistas nos sintamos incómodos, que pidamos un cambio drástico en la situación actual: la destitución de Mourinho, la venta de CR7, la dimisión de Florentino, la readmisión de Valdano. Alguna de la cuatro cosas o todas ellas a la vez. Cualquier cosa que propicie una crisis y la vuelta al status quo anterior. De momento la prensa del movimiento no requiere de la complicidad del club para su subsistencia. Si sobrevive es por puro milagro y gracias al entusiasmo de quienes participan en ella. Así que, al menos en mi opinión, no solo proporciona otro punto de vista adicional, sino que ejerce las veces de lugar de remanso al que los yihadistas podemos acceder para informarnos sin tener que traspasar las líneas enemigas, sin vernos sometidos al riesgo del fuego cruzado entre una y otra frontera, sin jugarnos a los dados el buen humor que nos haya procurado el transcurso del día, lo que en él hubiera acontecido, el sueño si accedemos a la web a primera hora de la mañana o tras la siesta. El otro día soñé con Scarlet Johanson, y el buen sabor de boca que traía la mañana se disipó con los tres primeros titulares del Marca: Mucho Messi y mucha misa blaugrana. Podrá parecer tarea poco relevante, pero mantener la salud mental del madridista medio a mi me parece de interés general.

Y todo esto que estoy diciendo es por la sensación que tengo de que algunos medios de este tipo de prensa al crecer su potencial, o por la razón que sea, parecen quererse abrir a nuevas opiniones, a otros puntos de vista. Y puede ser loable, lógico en un medio de comunicación que aspira a mejorar. Pero eso va en contra de su labor como punto de encuentro del yihadismo. Cierto que el pensamiento cuando abusa del contacto endémico, con afines, tiende a estancarse, a contestar a las preguntas con un reducido número de respuestas, haciendo que el pensamiento se haga menos eficiente. Pero la situación actual todos sabemos que es casi de emergencia. Vale, lo digo sin rodeos: ¿que hace Duro firmando un artículo sobre Mou en SoyMadridista? Ha sido como dar entrada a la serpiente en el Paraíso. Leyendo los comentarios de los lectores, entre los que se incluyen los míos, es evidente que muchos han tenido justamente esta sensación. Y, sí, el argumento de que la diversidad de opiniones es bueno. Tanto es así que hay que ser poco menos que un Demóstenes para buscarle una buena réplica. Pero, ¿quien quiere que le insulten cuando abre un periódico? Quizá no es el periodista en sí, aunque haya caído últimamente en el vicio de abusar de las peores mañas del antimourinhismo. Quizá es el tema. Espero que el director de SoyMadridista no se enfade conmigo si desvelo lo que me dijo en respuesta a mi protesta sobre este tema en particular en un artículo anterior, que solo trataba de motivar el debate, de espabilar a sus lectores y sacarles punta a sus neuronas. Cierto es que el yihadismo deberá en algún momento de abandonar las posturas defensivas y pasar al ataque, deberá dejar de rebatir para intentar convencer. Si el piperío está tan extendido, y suponiendo que sea pernicioso o intrínsecamente malo, que yo no lo tengo tan claro, habrá que realizar una labor didáctica con nuestros hermanos de fe, advertirles del peligro que supone a la hora de tomar decisiones, por ejemplo, elegir un presidente, la desinformación a la que nos vemos sometidos. A mis años raro sería que tuviera las cosas claras. Lo crea o no la gente joven, la edad no te procura certezas en casi ninguno de los grandes temas que a todos nos preocupan, y ya sabemos que el fútbol es el que más, más bien dudas donde antes no las había.

Hoy he leído en Twitter una discusión entre un tuitero y otro director de estos medios del movimiento, y la causa de la discrepancia era básicamente la misma. El primero se quejaba de que el medio facilitaba un resumen de la opinión de La Cruzada, de sus diferentes medios, acerca de las últimas andanzas de Mourinho, toda ella muy falaz y agresiva en las formas, huelga decirlo. Argumentaba el tuitero, muy conocido en La Yihad, por otra parte, que no era el tipo de noticias que quería leer en dicha página web. Que si accedía a ella era buscando otro tono, otros temas, otra óptica. Y la queja podrá parecer poco justificada, de hecho era fácilmente rebatida por el segundo, pero entiendo su protesta. Quedan pocos lugares en los que uno se pueda sentir entre los suyos si trata de informarse sobre el Real Madrid. Que alguno de ellos se "contamine" con otro tipo de sensibilidades, llamémosle a esta práctica búsqueda de una postura más plural, más equilibrada, más objetiva, si se quiere, para que suene mejor, pero aunque se venda con buenas palabras causa cierta alarma entre el yihadista, esté justificada o no. En definitiva. Les toca a quienes dirigen estos medios decidir hasta que punto pluralizan su opinión, entornan la puerta para que haya corrientes de aire y se orea la habitación del yihadismo, que quizá sea algo que empiece a ser necesario para que nuestras consignas no empiecen a oler a cerrado. Los extremos son fácilmente identificables. Alfredo Duro canta en SoyMadrista.com bastante, La Traviata y Caballería Rusticana, a capella y las dos de corrido. Pero los términos medios, donde dicen que está la virtud, y por ello quizá no la diversión, cuesta identificarlos en el paisaje bastante más que a Wally tras pasar página. Estoy seguro, así se lo dije a Miguel, que el artículo de Duro ha sido un éxito para SoyMadridista.com, lo más visitado de la página en los últimos tiempos. Salvo, claro está, la botica de @RicharDees, que tanta cura trae a nuestras ánimas cansadas y heridas por tanto antimadridismo punzante. Leer prensa deportiva para un madridista es como correr desnudo por un denso campo de cactus. Que Dios se lo pague. Al creador de "El Radio", se entiende, no a los horticultores del jardín de los horrores.

PD: Me he enterado esta misma tarde que también Alfredo Duro me ha bloqueado en Twitter. Roberto Morales, Juanma Rodríguez, Pedrerol. A este paso la prensa del régimen, más que una elección, se va a convertir en la única alternativa posible si quiero estar informado. Tampoco me apetece visitar lugares en los que soy persona non grata. La prensa del movimiento va a terminar siendo realmente santuario para los proscritos, como las iglesias antaño.

Contestación al comentario de CHJ del 30/12/2012

Acabo de caer en la cuenta, más que nada porque ayer lo vendí, que tu nick coincide, pero de un modo diléxico, con la terminación de la matrícula de mi coche. De mi ex, desde ayer. Estuve durante años escribiendo en las facturas de gasolina (era autónomo y no había más remedio que pedirlas) la matrícula terminando en CHJ. Cada vez que lo hacía, me decía, "Mira, que gracia, como deben hablar los grillos eslavos, chi, pero usando una jota en vez de una i latina". Un día, mientras rellenaba la factura en el mostrador de una gasolinera, caí en la cuenta al refrescar la memoria mirando al coche, que terminaba en CJH, que ni grillos ni nada. Pues contigo me ha pasado al revés. La primera vez que te contesté ignoré el dato que que fueras un grillo polaco o magiar, y lo escribí mal. Cada día estoy más convencido de que tengo algún tipo de dilexia leve.

Algunos bloqueos me los he ganado. Los entiendo. Aunque lo normal es que mis contestaciones sean, en formas y mala baba, proporcionales a lo que dice el periodista. Suelo tirar de ironía más que del insulto o la descalificación. En realidad quienes suelen excederse verbalmente son ellos. Hace poco me comentó una tuitera que un periodista, uno conocido, le había dicho que era mujer y que por eso al menos servía para una cosa. Y me consta que es su estilo en Twitter. Pero los bloqueos no me gustan nada cuando se me pasa el ardor guerrero. Y el último es que simplemente no lo entiendo. Me parece hasta desleal. Me hace sentir estúpido porque me abrí al periodista y trate de hablarle comos e haría a un amigo con el que habías reñido. Me ha hecho sentir ridículo. tengo muy buena opinión de él y no quiero que cambie, así que no le voy a dar más vueltas. Por cierto, rompo una lanza en favor de Manolete. Dice auténticas absurdeces. Creo que no tanto él como el personaje que se ha inventado. Que nos hemos inventado entre todos, oyentes y compañeros de profesión también en parte. Pero es difícil que te haga un bloqueo, que se salga de sus casillas al hablarte, por más que te excedas al menionarle. Creo que eso le honra. Bueno de su Casillas no le sacamos ni a tiros.

Ya te he felicitado en otro post hace un rato, pero por si no entras en él y si en esto, o lees esto primero: Feliz entrada de año. A por la orejona, el éxito profesional, la fortuna monetaria, la gloria en la memoria de los hombres y, sobre todo, Scarlett Johansson.

viernes, 28 de diciembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (63) - El gran "rebotao"



El gran "rebotao"

No, la mili no me hizo un hombre, quiero pensar que ya lo era, o andaba cerca, cuando me subí en aquel tren-correo en la Estación de Atocha cuyo destino era Cartagena. No en vano ya rondaba los 24, después de agotar todas las prórrogas posibles por estudios, y en casi cualquier muestra aleatoria de reclutas tomada al azar entre los que viajaban en los vagones del convoy, yo habría sido el veterano indiscutible. No, no me hizo hombre, pero me proporcionó mucho léxico, un sinfín de palabras, la mayoría de carácter castrense, aunque no todas. Coca, sollado, sardineta, pañol, detall, cetme. Buena parte de ellas surgían de la ficción de que vivíamos embarcados, designando a las estancias y partes de cada cuartel con los mismos nombres que utilizaban los soldados de los tercios de Alejandro Farnesio cuando subían a un galeón, pinaza, carabela, galera o cualquier otra nave de guerra. Y luego estaban las palabras de argot. Podías anunciar, por ejemplo, que te ibas a dormir, lo más importante en una guardia, os puedo asegurar que la necesidad de sueño está muy por delante de cualquier otra, salvo la de estar provisto siempre de papel higiénico, de hasta tres formas diferentes, según lo hicieras como paisano, tronco o infante de marina: "me voy al catre", "me meto en el sobre", "me voy al sollado". ¡Cuanta riqueza verbal! La mili... Perdón, el servicio militar, -si llegase a leer esto mi padre me desollaba la nuca a collejas. Era hijo de militar y no le gustaba nada este "palabro"-, fue todo un curso de psociología avanzada. Adolescentes que llegaban al cuartel sin saber atarse las botas ni afeitarse, víctimas propiciatorias de hasta un simple monaguillo con mala uva, al cabo de 9 meses, un parto bien pesado, acababan ebrios de poder por su capacidad de tiranizar al prójimo. La mili era una cadena humana donde los veteranos se divertían martirizando a los nuevos, que, al cabo del tiempo, se vengaban en quienes llegaban después de ellos. La cadena siempre se rompe por el extremo. En aquel manicomio valías por el tiempo que llevaras enloqueciendo. Y la cúspide de la pirámide de la cadena trófica la ocupaban los "bisas", los bisabuelos, los siguientes en la cola de espera para recibir "la blanca", el papel que certificaba que habías sido licenciado. Los bisas no hacían absolutamente nada de provecho, así que tenían mucho tiempo libre para poder malgastar en su principal afición, hacer sentir su poder a los "pelusos", aquellos en los que aun era visible el trasquilado que te hacían el primer día de instrucción en Cartagena. Y, ay de quien se rebelara, de quien siquiera torciera el gesto al ser el blanco de alguna de sus bromas pesadas. Ay de quien se convirtiera en un "rebotao". Ese se convertía en enemigo declarado y se podía ir despidiendo de dormir tranquilo. ¿Que de qué bromas hablamos? No lo queráis saber. Desde las más livianas hasta las más insospechadas, muy fuera del alcance de vuestra imaginación. Me contaron de uno al que le obligaron a fornicar con una perra, pero tal vez fuera leyenda o exageración. Se de algún rebotado que tuvo que ser protegido. Viví noches de terror ajeno formando parte de la guardia militar en algún cuartel de marinería al que acababa de llegar un nuevo contingente de pelusos. A mi, siendo ya cabo, me llegó al destacamento de guardia, para que lo protegiéramos, un disminuido psíquico, que vaya usted a saber que hacía en el ejército. Era todo bondad e inocencia. Lo cual le valía para que sus botas fueran usadas como orinal cada mañana por sus compañeros. Le obligaban a saltar en marcha de los vehículos para verle deslizarse por el lodo o el polvo de los caminos según el tiempo. Aquel chaval ni siquiera se había quejado, símplemente llevaba aun el pelo rapado al cero y era blanco fácil, carne de cañón ante la pobredumbre del mundo. La miseria humana no tiene límites. La capacidad para autojustificarse tampoco. Aquel tipo era un  "rebotao" de los peores, porque no obedecía con la debida prontitud dada su lentitud mental y, además, no sabía protegerse. Los "cursos", soldados del mismo reemplazo, con la misma veteranía, debían ayudarse entre sí en todo momento y, llegados a bisas, poner de su parte para mantener la tiranía basada en el tiempo de estancia. Puede que lo único decente que haya hecho en mi vida sea intentar subvertir aquel orden establecido. No solo yo, que vive los 365 días del servicio militar en perpetuo cabreo, junto a un grupo de compañeros, muchos de ellos con más mano izquierda. Imagino que tras nuestra marcha las aguas fecales volverían a su cauce, a hacer rebosar la red de tuberías de aguas negras.

Los periodistas de deportes son los bisas que nos toca aguantar a los madridistas. Más bien a los futbolistas. Los canteranos se libran, porque son "cursos", lleven el tiempo que lleven, salvo que se rebelen contra el orden del Cosmos, como Arbeloa con sus cargas de profundidad en Twitter o Callejón cuando interpreta el papel de un hombre llamado caballo. A los bisas en la mili les gustaba tener alguna mascota entre los pelusos, pero debían portarse bien y ser buenos compañeros de borrachera. Cada nuevo fichaje del Real Madrid ha tenido que ganarse el respeto a pulso y aguantar las novatadas de la prensa. Marcelo fue el hazmerreír de los madridistas disfrazados durante casi dos años. Cuanto cachondeo a su costa y a favor de Jesús Navas, jugador que si era curso y cuyo fichaje se exigió a Florentino durante mucho tiempo. También Khedira hubo de esperar a que el pelo le creciera para escuchar buenos comentarios. Se le ve más melenudo en su selección nacional, porque cuando viste la camiseta blanca sigue habiendo reticencias. Mou no lo sabe ubicar, ya lo sabemos. El caso es inventarse problemas para poder buscarles culpables. Coentrao me recuerda a mi amigo de la mili, el del calzado que le olía a orines. Nunca concede entrevistas. Apenas sabemos como es el timbre de su voz. Es curso de Mou, procede incluso del mismo cuartel de origen, así que es bocado predilecto de los vagos con mucho tiempo libre para escribir sus columnas. Recuerdo aquel clásico Real Madrid-Barcelona que hube de oír por la radio porque no había un link decente en internet. Todo se limitaba a escoger entre escuchar la COPE, donde se hacía escarnio del lateral portugués, y Radio Marca, en la que Altintop era el saco de la risa. "Nos estamos cachondeando del turco, y lo cierto es que está cuajando un gran partido", dijo uno de ellos, no recuerdo cual. Y todos rieron con ganas, pero siguieron divirtiéndose a costa del novato que parecía el primo de Lobezno. Las novatadas son sagradas, obligatorias para que jamás se rompa la cadena de mando, la antigüedad como forma de medir el mérito. Y, en este contexto, seguro que ya lo habéis adivinado, Pepe, Képler Laveran Lima Ferreira, es el gran "rebotao" del momento, el paradigma del revolucionario que lo es por haber hecho un gesto de disgusto con la boca. Todo lo señala: ser curso del entrenador, formar parte de la gente de su confianza, no haber asimilado las novatadas con buen humor. Y, hace unos días, haber cometido el gran pecado, haberse quejado a los mandos, a los soldados profesionales, a los que llevan galones, a la prensa portuguesa en definitiva.

El de Pepe y la prensa española es un odio ya viejo. En realidad un odio cojo, porque no parece ser correspondido. Es el luso-portugués tipo muy afable, jovial, propenso a la risa, muy accesible en el trato. Es fácil advertirlo si se quiere. Pero quedó marcado por su lance con Casquero. El jugador portugués maneja muy mal la presión, es propenso a las reacciones drásticas cuando superan su limite. En los dos últimos años parece haber superado este problema hasta convertirse en uno de los defensas más limpios de la liga. Entre sus propios compañeros hay jugadores mucho más duros. Ramos sin ir más lejos. O Alonso, que en situación apurada no duda en meter la pierna, aunque sea con nobleza. Pepe, sin embargo, basa su juego en la anticipación y en el corte. El año de esplendor de Carvahlo daba gusto ver jugar a los dos centrales portugueses, siempre en movimiento, anticipándose a los delanteros, cubriéndose el uno al otro cuando alguno era desbordado, y sin apenas faltas. Esa cualidad la mantiene. El duro de la pareja actual es Sergio Ramos, pero él es curso, mundialista, que es como decir bisa, salvo que Segurola establezca lo contrario, como pasa con Llorente. Y no está marcado. La de Pepe es una mancha que no se lavará nunca, que se recordará siempre. Se le buscarán nuevos síntomas de su locura para poder descartar que haya sanado, no interesa, para no tener que hablar bien de él. Su defecto es de maldad, ya que incluso periodistas de rango no tienen ningún empacho en llamarlo asesino o carnicero. Como David Sánchez, en Radio Marca. Hablo del rango que dan los galones, la nómina, no la profesionalidad y el buen hacer. Jamás escuche a este periodista que cito un solo argumento futbolístico. Empezó haciendo suplencias al tipo que pinchaba discos en la hora de la comida, y ha acabado como gran pope en las tertulias. Su especialidad es ridiculizar cebándose en los puntos débiles de los jugadores, entiéndase del Real Madrid, porque es de los que ejercen de fiscales en el programa Futboleros. Si son defectos físicos mejor que mejor, que este es tipo al que le encanta lucir su bis cómica con las angustias y miserias del prójimo. Lo cual provoca extrañeza. Todos le hemos visto en la pantalla de la televisión, conocemos su careto y sabemos que su rostro es incapaz de mantenerse quieto ni un solo instante, entiéndame quien quiera. Ojalá este hubiera hecho la mili. Creo que le falta un buen rato de cocción para ser persona. Es buen ejemplo de lo abyecto de la prensa deportiva actual, que se vale de mercenarios del insulto y la chanza, sin más conocimiento o ciencia, para tratar de debilitar a los rebotaos del madridismo. Y puede que esa mancha de Pepe quizá merezca que jamás se lo apruebe. Hay quien es contrario a su presencia en la plantilla. Yo mismo tuve mis dudas, llegué a desear su marcha. Es difícil no dejarse influir por el aparato de propaganda del Cuarto Reich, tan poderoso y omnipresente, tan insistente y vociferante. El lance fue inexplicable aunque incruento, duele hasta contemplarlo. Pero, para disgusto de antis, disfrazados y bodegueros del señorío, Pepe se ha convertido en símbolo de madridismo. También en el pulmón del equipo en el terreno de juego. El Madrid ha doblado definitivamente la rodilla esta temporada en la Liga cuando hasta Pepe ha sido víctima del descorazonamiento. Su falta por lesión a principios de temporada fue un auténtico socavón en la alineación titular. Y, aunque se quiera decir otra cosa, no es jugador violento. Ni siquiera sucio. Ni siquiera mal compañero con los rivales.

Pepe ha efectuado unas declaraciones estas Navidades a un medio de su país, en las que denuncia la existencia de una persecución hacia los jugadores portugueses del Real Madrid. No llega a acusar de xenofobia a la prensa, eso lo hacemos la afición porque lo creemos evidente, sino de intentar atacar a Mou a través de quienes se considera que los más afines, los portugueses de la plantilla y el cuerpo técnico. También reconoce sentirse señalado desde siempre. En las declaraciones es visible su abatimiento. Hay cierta vacilación al hablar que delata la emoción al hablar del tema. Pensó en retirarse tras la campaña de linchamiento por la agresión a Casquero, que ni sangró ni hubo de ser sustituido en el partido, no lo olvidemos, que ni siquiera tuvo herida o contusión que mostrar. En una sociedad sana, en un colectivo con el grado de humanidad mínimo exigible, las palabras de Pepe habría motivado una reflexión, al menos un amago de debate, aunque fuera fingido, para mantener las formas al menos. Esperar que se conmuevan tipos que viven de denunciar las flaquezas de los demás, de ejercer la crítica con dardo, quizá sea cosa de ingenuos, pero los argumentos en contra deberían haber tenido al menos una mesura en el tono. La tristeza de Pepe, evidente para cualquiera que tenga ojos en la cara, solo ha provocado las ganas de diversión de los bisas de la prensa, de sus cursos entre los pelusos, que se ganan su respeto agrediendo a rebotaos y yihadistas en el patio de armas de Twitter. Tras torcer el gesto, ante la persecución evidente de que es objeto hace ya unos cuantos años, que todavía estaba Valdano cuando se le ficho, Pepe se ha convertido en el gran rebotao por unas horas, para descanso de Mourinho, que no solo es peluso, sino que se afeita la cocorota cada mañana, como Brando en Appocalypse Now, para que a nadie se le escape que jamás obedecerá a un alto mando de los indigentes mentales. Que tenga Pepe siempre a ojo los mocasines, que cualquier día, si se despista, se los encuentra meados. A mi me pusieron huevos en las botas, que acabaron revueltos con su cáscara en las del bisa que ejercía de oficial de diversiones y festejos.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (62) - Debate conmigo mismo sobre el estado de la nación madridista


Debate conmigo mismo sobre el estado de la nación madridista

Seguramente es porque el día trae sus propias tristezas, pero hoy me he levantado pesimista y, tras ciertos acontecimientos de índole personal, mi visión de las cosas ha empeorado incluso. El caso es que lo veo todo matizado por una bruma gris que le quita lustre a las cosas, que sofoca los motivos de alegría. También en lo que se refiere al fútbol, al Real Madrid se entiende. Trataré de ser todo lo sincero que pueda. A veces, si le pongo especial empeño, hasta reduzco mi nivel de hipocresía a niveles tolerables. Y es que, si uno no puede ya ni hablar con libertad de fútbol, apaga y vámonos... Y echa el cerrojo a la puerta que no creo que volvamos. La omisión de datos a la hora de hablar de conquistas femeninas, quien las logre, que a mi se me dan fatal esos lances. Pero en ciertos temas es absurdo, pedante y pretencioso incluso, tratar de ser discreto escatimar a la hora de revelar los datos que uno cree que conoce. Tampoco es que tenga nada que contar de especial interés. Por otra parte, mi capacidad de impacto sobre la opinión general podríamos cuantificarla entre nula y ridícula. Antes de retomar los temas balompédicos apenas tenía visitas en el blog. Tras hacerlo deben entrar tras cada actualización como medio centenar de personas a ver las novedades. Teniendo en cuenta que algunos pincharán más de una vez en el enlace, que algunos llegarán por error (Serendipity) y que no todos lo que entran leen, calculen mi importancia en el devenir de las cosas.

Cuando llevas ya un tiempo en Twitter, en los corrillos madridistas en concreto, acabas sabiendo quienes tienen capacidad de arrastre, que páginas web cuentan, de cuales informarte y de cuales fiarte. En principio. Aclaro desde ya que las importancias no es que me den igual. No, no es eso. Lo que hacen es aburrirme. Oh, sí, yo también quiero un millón de followers, aunque no se que haría con ellos. Hay gente en Twitter que cuando la hablas ni te contesta. Y cuando es una acción recurrente, que a todos se nos ha pasado una mención alguna vez, e intuyes que si te leen, porque repiten como propia una opinión que les acabas de dar, por ejemplo, más que molestarme me da pereza. Ese tipo de gente, que curioso, suelen formar mini-pandis, y departen mucho entre sí. Si adulas lo suficiente lo mismo te contestan, dan acuse de recibo de tu existencia. Ayer, sin ir más lejos, estuve a punto de bloquear a tres o cuatro de estos. Pero hace tiempo que no hago estas chiquilladas. Sí, antes era muy de mi estilo. Lo cierto es que a algunos se les sigue porque a veces tuitean cosas interesantes, o simplemente están en el cogollo de las cosas que ocurren. Nadar en sus TLs para enterarse de las cosas a medias después de que hayan pasado me parece tontería. Más por causa de la soberbia. La mía me refiero. Ya se que un follow engorda el problema de ego, pero siendo tantos los que lo hicieron antes que tú, mala suerte sería que el tuyo se convirtiera en el punto de inflexión hacia los delirios de grandeza del prójimo. Yo nunca he estado en el cogollo, pero alguna vez lo he contemplado desde la media distancia. Uno crece en prestigio según quien te alabe. No, no todo es hipocresía en Matrix, ni mucho menos, pero la diplomacia es importante. Según quien recomiende un escrito tuyo las entradas pueden ser una docena o hasta medio millar. La cosa es como para pensársela con calma, si es que uno quiere prosperar, acceder a alguna mini-pandi. Lo que pasa, y ahí está el problema, es que cuanto menor es la capacidad de impacto de quien te elogia, de quien te agradece un escrito, más satisfacción causa, porque disminuye el recelo. Y lo agradezco, porque los elogios me aturden, sinceramente.

Pero yo iba a hablar de otra cosa, del estado de la nación madridista. Pues mal la veo, ya os he dicho que hoy me he levantado pesimista y que me he ido ensombreciendo aun más con el correr de las horas. Y es que veo muchas cosas que no me cuadran. Sobre las que no os cuadran a ninguno no pienso extenderme. AS y Marca andan en la tarea de convencernos de que el madridismo está en contra del actual proyecto. Con más ahinco ahora que antes porque ven la victoria en el pulso que sostienen con el club más cerca que nunca, y porque les urge la victoria. Han perdido cuota de mercado. Hace meses que no ofrecen noticias, me refiero a noticias de verdad, esto es, esas afirmaciones que luego se confirman como verdaderas con el paso de las horas, que para especular estamos capacitados todos. Nos hablan más de broncas que de deporte. Y lo que venden los medios de comunicación deportivos es sobre todo ilusión, en especial los madridistas. Sin ella nadie compra diarios. Es fácil de entender, sobre otros temas conviene saber. Pero en lo que es sobre todo entretenimiento, si lo único que te proporciona el estar informado es amargura, irritación, abatimiento, uno se desconecta y procura volverse a enganchar cuando intuya que lo que le rentará es optimismo y alegría. El momento del Madrid no es bueno y una de las batallas que empezamos a perder es la de la información.

Ayer, Pedro Jota Ramírez nos hizo botar en la silla a unos cuentos, a mi desde luego, al preguntar a sus seguidores en Twitter que línea editorial pensaban que debían seguir El Mundo y Marca respecto al ínclito Mourinho. Personaje que se ha convertido en más decisivo para el devenir del país, por lo que parece, que el Ministro De Guidos, el presidente Obama o cualesquiera que a ustedes se les ocurra. El País está patas arriba por su causa, tanto el territorio que llamamos nación como el diario madrileño. A ambos dos, que el de Mou parece que es tema que por lo visto a todos nos atañe, seamos particulares o pertenezcamos a una empresa, colectivo o grupo humano unido por un mismo destino. Seguramente la Unión Europea nos acabe exigiendo, ya lo estoy viendo, que primero solventemos el asunto de su renovación o destitución, antes de pasar a temas más secundarios y menos perentorios, como resolver el problema del déficit o el del paro. Me extraña que el periodista, PedroJota, no tenga ya una opinión al respecto. Pero imagino que quiere sondear a la posible clientela sobre lo que ya ha decidido, para anticipar su impacto o quizá para matizarla en algún punto concreto. Lo cierto es que chocaba mucho la línea editorial del periódico deportivo, una de cuyas prioridades, sino el principal objetivo ahora mismo, es lograr abatir al entrenador, "ponerlo en la frontera", usando los términos de Pedro Pablo San Martín, con la del diario cabecera de Unión Editorial, en el que, sin haber una opinión clara al respecto, predominaban los artículos de opinión y las noticias favorables al portugués y los suyos. El Mundo se había convertido casi en un oasis, que en los últimos días daba síntomas de empezar a secarse. Había falta de coherencia, eso es cierto, y urgía quizá resolverla. Pero querer incluir los juicios personales en la línea editorial de un periódico, sobre todo cuando se alardea de aplicar la libertad de expresión a rajatabla, me parece, sino escandaloso, si al menos llamativo. Porque hablamos de un juicio personal. Sobre lo que preguntó el señor Ramirez fue sobre la conveniencia de ser más favorable o estar en contra de la persona de Mourinho. Y la pregunta me sorprende aun más viviendo de quien viene. Fue por el propio señor Ramirez, no se si a través de sus intervenciones radiofónicas, sus memorias políticas o algún artículo, por quien supe que a El País se le apoda "La trituradora de carne". Por su especial eficiencia a la hora de destrozar imágenes públicas de personas con nombres y apellidos. A veces elegidos al capricho, como fue el caso de José Luis Garci, y otras por ser enemigos de su causa, como el anterior presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo o el propio señor Ramirez. Más aun, en el poco tiempo que seguí a este periodista como tuitero, más de una vez le oí quejarse de la falta de imparcialidad de la prensa al enjuiciar "las cosas" del Real Madrid y de Mourinho. Así que es una pregunta cuya respuesta ya sabe, partiendo de su propia opinión además. Por eso me sorprendió tanto que la formulara ayer, más en un momento en que el apoyo que le dispensaba El Mundo a Mou empezaba a decrecer con la proliferación en el diario de artículos más bien difamatorios. Mucho me temo que la decisión ya esté tomada. Ojalá me equivoque.

Y si es así, ¿por qué razón se produce el viraje?¿Por qué hay tanta unaminidad en la prensa en el asunto Mourinho? Una de las cosas que descubrí hace tiempo es que cuando va a haber cambio de régimen político, vamos a denominar así, aunque sea incorrecto, a la alternancia entre el PSOE y el PP, uno de los primeros síntomas es la pérdida flagrante de apoyos en la prensa. De repente todo el mundo está en contra del gobierno, y este hecho intuyes que va más allá de la lógica, de las opiniones personales, de las respectivas líneas editoriales de los medios de comunicación. Todo el mundo ha de estar preparado para lo que venga, sobre todo quienes no están atados mediante lealtades, más o menos evidentes, a uno de los perpetuos contrincantes. E, incluso estos, habrán de pactar unas condiciones en su armisticio si quieren sobrellevar la época adversa. Por eso me alarma tanto un posible golpe de timón en el Grupo Unidad Editorial. Puede ser solo una mera cuestión de negocios o un indicio de lo que está por venir. Que no sería nada bueno para lo que anhelamos.

Pero los fenómenos paranormales no se limitan a las grandes corporaciones de la información. En los medios de opinión más domésticos también veo cosas extrañas. En uno de ellos, no diré cual, pero es fácil saber a cual me refiero, desde hace unas cuantas fechas colabora el señor Duro, el último en incorporarse a la truope de Punto Pelota. Aclarar antes que nada que no soy en absoluto experto en medios de comunicación. Me suenan algunos periodistas, de alguno soy hasta capaz de decir en que medio trabaja, pero la mayoría me son desconocido. Entre los que más o menos conozco, Duro había sido uno de mis favoritos. Me hacía gracia su modo de expresarse, contundente, muy castizo, en el sentido que tanto irrita a algunos que no son del foro, la chulería y todo eso. Algo bronco en apariencia, pero capaz de tender la mano cuando la cosa amenazaba con pasar a mayores. Muchas veces me he reído con sus peleas, no se hasta que punto simuladas, con Leticia Sabater. Ni se ni me importa cual es la credibilidad del señor Duro. Le he oído algunos vaticinios en los que ha errado el blanco no por centímetros sino por kilómetros. Pero eso da igual hasta cierto punto. Hasta antesdeayer yo diría que sus opiniones trataban de tener una base razonable, pero de un tiempo a esta parte, no se si influido porque ha de hacerse un curriculum como broncas y pendenciero verbal para estar a la altura del resto de contertulios del programa de Pedrerol, su discurso se ha radicalizado y cada vez se apoya más en argumentos difusos. Y una forma fácil, con escaso costo personal para un periodista, en términos de apoyo de la audiencia de los saraos televisivos y en el trato con los propios compañeros, es disparando a matar sobre Mou y los energúmenos de La Yihad. Pues que bien. Y todo fenomenal si uno no se encontrara sus artículos, de golpe y porrazo, en una web supuestamente yihadista, primaveral en lo blanco, desapegada del pensamiento único. Entiendo, y así lo quise hacer entender en un comentario a su último artículo en el blog, sobre Mou, y les recomiendo que lo lean, que muy probablemente quien dirige el blog y el periodista madrileño son amigos. Y hasta creo que le honra a Duro la colaboración con un medio de comunicación tan modesto, dicho con el máximo cariño y respeto. También está aquello de la libertad de expresión, la pluralidad y demás cuestiones que todos ya sabemos. Pero el artículo es una valoración personal de Mourinho basada en lo que sus propias tripas le dicen al señor Duro. Un puro exabrupto que nada tiene que ver con opiniones y si con fobias, naturales o implantadas, personales o prestadas por el gremio. Me parece un error su publicación en cualquier medio, más aun en uno yihadista, ya que tanto nos quejamos de vivir en una atmósfera de persecución inquisitorial.

Y no me entiendan mal, los medios de opinión en internet me merecen el máximo respeto. Páginas de información, blogs de opinión, foros de debate. Hasta los más encumbrados por los internautas se mueven en el ámbito del amateurismo, en el mejor sentido del término. Me consta que la mayoría subsisten por el esfuerzo titánico de quienes los dirigen y de quien en ellos trabajan. A lo peor sin recibir nada a cambio, interfiriendo en su quehacer diario, hasta en su vida privada. Ojalá se hicieran ricos porque se lo merecen. Si obtienen remuneración económica, que ya sabemos que sí, me alegro. Uno no puede dedicarle la mayor parte de las horas del día, incluyendo los fines de semana, a algo que no le sea de algún modo rentable. Se que a veces se hacen concesiones por el bien de la dirección web, por asegurar su subsistencia, y se toman decisiones que a uno le gustan. No creo que sea el caso, pero aunque lo fuera lo entendería. Lo que me preocupa es que mi paranoia me susurre al oído que tal vez este medio de información digital también se prepara para lo que viene, para el día después de la era Mou y la era Florentino. Y si veo que otra de las páginas de referencia en Matrix comienza una especie de campaña de defensa de Casillas mi paranoia deja de susurrarme para empezar a gritarme a pleno pulmón amenazando con romperme los tímpanos. Iker es una figura quemada en lo deportivo y lo institucional. Más en lo segundo que en lo primero. Estoy dispuesto a aceptar como hipótesis de trabajo que pueda recuperar la forma. Pero son tantos sus errores "políticos" que agotaría varias entradas del blog, y ya conoce todo el mundo mi capacidad para enrollarme, describiéndo sus meteduras de pata. Una novia periodista pro-cule y anti-Mou, y con ganas de ganarse una reputación "largando", quizá sea anécdota para muchos, puede que para mí también, pero para ir abriendo boca no está nada mal. Tener amigos periodistas, que alardean de saber mucho del vestuario gracias a tener confidentes dentro, ya nos deja en un punto de no retorno casi. Si a eso sumamos mil actitudes puntuales desacertadas, las manifestaciones torpes por inoportunas, la indolencia a la hora de ejercer la capitanía, los escándalos antiguos y recientes, una opinión periodística volcada sospechosamente en su defensa, la falta de ardor en los desmentidos, que a veces más bien parecen confirmaciones, pues tenemos lo que hay ahora: Un futbolista de pasado glorioso totalmente desacreditado para una parte de su propia afición, aun suponiendo su inocencia. Teniendo buena parte de la culpa de este estado de cosas sus amistades peligrosas. Leer en otro medio yihadista que casillas es el mejor portero del mundo y el mejor capitán posible me causa la misma desazón que cuando jugando al juego de la oca la muerte me obliga a volver a la casilla de salida. Tanta discusión para volver al punto de partida. A veces debatir parece estar de más. Cada uno debería tener uno su propia opinión, guardársela para sí en su cabeza. Y, si acaso, dejar que Diego Torres, el mejor mentalista de la prensa, nos la adivine si a alguien le interesa saberla.

Malos tiempos para la lírica y el madridismo, que vienen a ser lo mismo. Malos tiempos para la gente de ley, aunque carezcan de señorío. No entiendo nada y cada vez menos. Mi estado de opinión y de ánimo va necesitando de los números imaginarios para poder expresarlo y cuantificarlo. Parecen tiempos oscuros y no solo para los profesionales. El madridismo se revuelve contra sí mismo y van escaseando los líderes que nos ayuden a buscar el rumbo perdido tanto en el terreno de juego como en las gradas. El último escalón en la derrota es cuando el instinto de supervivencia se impone. No se si es el caso pero mi pesimismo empieza a imponer su criterio. Toca, me temo, llegar a conclusiones por uno mismo, tratar de no dejarse influir por nadie, por muy yihadista que parezca. Es curioso, ayer mismo le decía a alguien que la victoria era segura en el pulso con la prensa. Hoy digo esto otro. Debo ser bipolar. Cosas de tuiteros.

Contestación al comentario de Ana del 26/12/2012

En otros tiempos, creo, las amistades o, mejor dicho, las relaciones entre futbolistas y periodistas eran más sanas. Entendiendo como sano aquello que no repercute en la labor de cada uno. Me quedo perplejo cuando escucho a Roberto Morales reconocer que da un trato de favor en sus análisis a los amigos. Dice que los amonesta en privado. Pues entonces deja de ser periodista para convertirse en uno más de su séquito. Me parece curiosa tu afirmación de que Florentino es un presidente para tiempos de paz. A primera vista pareces tener razón. Es muy seductora tu afirmación. Puede que tengas razón. Pero creo que las apariencias engañan. Tipos que parecían más guerrilleros, que largaban más, para entendernos, estaban completamente al servicio de la prensa. Como Ramón Mendoza, que al oponerse a José María Garcia creo que propició el primer precedente del antimadridismo en la prensa deportiva madrileña. Sanz y Calderón también vivía bajo el yugo de los periódicos. En realidad ha sido la rebeldía de Florentino la que ha desencadenado esta locura actual, en dejar de alimentar a los buitres. Porque ya ni el darles de comer nos libraba de su mala baba. Han sido ellos los que han roto el pacto en realidad, excediéndose en us atribuciones. Florentino puede parecer un pasmarote, pero estoy seguro que lidia todos los días en el mundo de los negocios con tipos más duros, de mucha más categoría y capacidad de daño que los Relaños y Campillos de la prensa. No te dejes convencer cuando dicen que Florentino dice. A mi me pasa a veces, que me pillo un rebote, hasta que caigo en la cuenta de que me creo mi opinión a través de la información de intermediarios interesados en deformarla. Feliz entrada de año, Ana. El año que viene será mucho mejor. Y este ha sido bueno para el Madrid, aunque se nos olvide a veces.

Contestación al comentario de Adriana del 27/12/2012

Gran debut en este blog. Un honor tenerte aquí. Antes que nada, una pregunta, porque tú lo sabes todo. Resulta, y ya es curioso, que no tengo ningún problema en publicar comentarios en blogs de internet salvo los de mi propio servidor, Bloguer. Es ridículo, pero no puedo contestar como Dios manda a quien me comenta algo. Con lo que me gusta. La única solución que he encontrado es esta tan chapucera. Antes sí podía. Imagino que ha sido un cambio en la configuración o un error en la adscripción a alguno de esos pseudo-ficheros de usuarios, pero soy incapaz de averiguar cual.

El dato que das es muy interesante. Lo razonable es que Florentino acabe pactando con la prensa. La guerra actual es absurda. Al Madrid no le beneficia y a la prensa la está matando. La gran baza que tienen son las elecciones próximas. Pero me cuesta creer que surja una candidatura alternativa sólida. También es verdad que la gente está muy desinformada. Cuando se usa el término "piperío" te reconozco que me molesta un tanto. Sí, yo también lo suso, pero procuro no hacerlo como insulto. Pienso que un aficionado al fútbol no está obligado a ser un guerrero o un ideólogo de su equipo. Comprendo, y me parece muy razonable, que mucha gente vea los partidos sin buscarle tres pies al gato, como hacemos nosotros muchas veces. Y si lo que más oye es que Mou es un inútil y un canalla tampoco se pare mucho a analizarlo y se acabe dejando contaminar por la propaganda adversa. Yo he sido ese tipo de aficionado prácticamente siempre. Quería a mi equipo, quizás incluso más que ahora, pero daba por descartado que la gente no miente a sabiendas y analizaba a partir de los resultados. Además, la prensa no era tan descarada antes. Es algo que ha ido a más, incrementándose año a año.

PedroJota es madridista. Puede que antes que eso sea editor y que los intereses de su grupo editorial piense que chocan con los de un Madrid con Florentino a la cabeza. Creo que ha dado cancha a Marca para que evolucionara con libertad y en su parcela, El Mundo, ha sido el único contrapunto, al margen de la prensa del movimiento, la yihadista, a la corriente dominante, tan dañina para todos. Por eso me alarmó tanto su pregunta del otro día. Pero quizás haya sacado conclusiones demasiado rápido. Es especialidad de la casa, me temo. Suelo cometer muchos errores de juicio por pasarme de listo o correr demasiado rápido a la hora de analizar las cosas.


Contestación al comentario de CHJ del 27/12/2012

No te dejaré que te bajes. Soy como el Emperador del Sur, pero al revés. En vez de cuidar de que nadie se suba al tren lo que hago es impedir que nadie se apee de él. Un saludo, amigo. Tus comentarios le han dado otra dimensión al blog. No, no exagero en absoluto. Feliz 2013.

martes, 25 de diciembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (61) - Intrusismo profesional


El quinto poder
Carlos Toro
Orbyt - Sala de Columnas - Madrid - 24/12/2012

Las redes sociales se han constituido en el quinto poder. O en el cuarto y medio. Hasta hace poco los periodistas éramos los únicos que hacíamos periodismo. Tradicional y, recientemente, informático. Hoy los usuarios de las redes compiten con nosotros en la emisión y análisis de noticias. Bueno, de esa amalgama de mentiras, rumores, insultos, descalificaciones, cotilleos y trivialidades que caracterizan a Twitter, Facebook y demás parientes cuando los utilizan aficionados.

Hordas de comunicadores espontáneos, becarios virtuales con ansias de un protagonismo pueril, saturan la red de opiniones sobre todo lo divino y lo humano. Las emiten desde el culto al subjetivismo, la afición al exabrupto, el desprecio a la reflexión y, en general, la violencia de género ejercida impunemente contra la ortografía y la sintaxis. Algunos informadores, heroicos defensores de la veracidad y la gramática, se resisten a hacerles caso, en la convicción de que existen formas más satisfactorias de perder el tiempo.

Pero siempre dispuestos a bendecir las novedades, y más si vienen investidas del juvenil prestigio de la juguetería tecnológica, los periodistas, especialmente los deportivos, nos hemos dejado llevar por el entusiasmo democratizador y retrocedemos gustosos ante el intrusismo on line. Deseosos de abandonar nuestro aristocrático aislamiento y unirnos a la revolución en marcha, abrimos al pueblo soberano la última frontera informativa y le reservamos espacios en los medios, fidelizándolo a través de la digitalidad triunfante e 'interactiva'. Estamos pasando de ser un puente entre el deporte y su consumidor a un vehículo de infiltración de forofos incendiarios.

Esos nuevos bárbaros que nos invaden y saquean, los tuiteros (o como se llamen), nos llevan ventaja. Los periodistas no nos inmiscuimos en sus profesiones. Pero ellos se entrometen en la nuestra, alterando sus rasgos y suplantándola. Y es que nosotros, ebrios de modernidad y ávidos de descubrimientos que nos potencien o rejuvenezcan, hemos franqueado las puertas de nuestras murallas a un indómito caballo de Troya. Preñado de enemigos, contribuirá a destruirnos.

Intrusismo profesional

Me llamó la atención ayer este artículo, que alguien colgó en Twitter. Y me la llamó porque me recordó a aquellas cantinelas de antaño, tan peligrosas y cargadas de veneno, que casi todos hemos usado alguna vez, para nuestra vergüenza, y que podrían resumirse en esa mítica frase de "Con Franco se vivía mejor". Para los nostálgicos del tardo-franquismo la clave de la frase estribaba en la protesta, implícita en las cinco palabras, del salvoconducto que se había otorgado a la gente que no era decente para que emergieran a la luz del sol. Gente sin educación ni modales, que podía campar a sus anchas para escándalo de las personas de bien, porque la libertad no es capaz de atar en corto a quien la abraza sin reservas. Nada más molesto que los otros. Nada más catastrófico que el prójimo asaltando los club privados, los corralitos de poder, sumándose con desvergüenza a las filas de los que cuentan y hay que escuchar con preferencia sobre el resto. Los libros de "Quien es quien" cuanto más flacos, por exigentes, más completos. Matrix ha tomado al mundo del periodismo por los tobillos, lo tiene colgando de los pies boca abajo y lo agita para sacarle la calderilla de los bolsillos. "Hasta hace poco éramos los periodistas los únicos que hacíamos periodismo", dice el señor Toro, y la frase parece coherente en su denuncia, cargarle de razones para su enfado, si no incluyera en la rápida definición que hace del oficio, poco meditada, me temo, la palabra "análisis". Siente nostalgia el señor Toro de aquellos lectores menos adultos, menos formados, al menos en apariencia, que callaban en las horas lectivas, que leían los artículos y no rechistaban. Todo lo más a través de la sección de "Cartas al director", tan proclive a la censura y tan conveniente para el lucimiento personal, al hacer uso del turno de réplica el interpelado. La última palabra del redactor, del periodista, y punto en boca el mundo entero, que es en esta bancada del hemiciclo donde mueren los turnos de palabra. Y podría estar de acuerdo si las cosas fueran como entonces, como el señor Toro las recuerda, si  no solo hubiera cambiado, para mal, la canalla que lee los periódicos, sino también quienes escriben en ellos y los editan.

Dice el señor Toro que el periodismo es el oficio de difundir y analizar noticias. Sobre la primera función que le asigna, decirle que no se puede ir en contra del progreso. Los medios de comunicación ya no tienen el monopolio de contar lo que pasa. Importa saber qué ha pasado y saberlo cuanto antes, y no sólo crecen de forma exponencial, a velocidades de vértigo, las posibles fuentes, sino también la rapidez en la difusión. Cualquiera puede ser el origen de la noticia si se encuentra en el lugar adecuado y está conectado a una red social para difundirla. Pero este es un debate que se me escapa. Entiendo que controlar las noticias se ha vuelto tarea casi imposible cuando no se controlan las fuentes, que la necesidad de dar la noticia con inmediatez obliga a asumir riesgos, que son inevitables los errores actuando de esta manera, que es posible que estuviéramos mejor informados si los profesionales de la información pudieran controlar mejor su ámbito. Pero lo que me llama la atención, ya lo he dicho antes, es la segunda labor que el señor Toro asigna al periodismo, la del análisis de la noticia. Y lo hace por muchos motivos. Siempre se ha dicho que la máxima aspiración de quienes editan los periódicos es dar a sus lectores los suficientes elementos de juicio para que ellos mismos formen su propia opinión sobre los hechos, sus causas y sus consecuencias. Pero la aparición de las redes sociales ha desmontado esta farsa. Al periodista le molesta no sólo que el lector discrepe, sino que exprese su opinión y que ésta le alcance en su torre de marfil, donde ha de escucharla con desagrada quiera o no quiera. Es fácil comprobarlo en Twitter, donde lo normal es que los periodistas sólo sigan a otros periodistas y, todo lo más, a aduladores especialmente certeros en el elogio. Además, ante la pérdida del monopolio en la difusión de la noticia los medios no han potenciado su capacidad de análisis, sino que la han mermado. Se contrata a opinólogos profesionales, pero utilizando como criterio de selección no sus conocimientos en muchos casos, siquiera su capacidad expresiva, de transmitir y convencer, sino por su pericia para engendrar ruido. Lo digo a menudo porque a si lo creo, por más duros que sean los comentarios que puedan leerse en Twitter, la máxima agresividad siempre procede de las cuentas de los periodistas. Piratas con patente de corso, con autorización para saquear nuestras costas, sembrar la duda y volver a puerto seguro una vez hecho el trabajo. Porque es tarea, oficio, y no pasión o entretenimiento, eso es cierto.

Dice el señor Toro que los tuiteros somos como hordas de bárbaros. La descripción que hace de nosotros no es nada favorecedora. Mejor no mirarnos en el espejo que sostiene ante nosotros este periodista. Dice, entre otras cosas, no ya que carezcamos de capacidad para razonar, sino que despreciamos su práctica. Somos irreflexivos, subjetivos y violentos. Violadores de la palabra, seríamos raperos si supiéramos expresarnos con adecuada ortografía y sintáxis. Da la sensación de que al señor Toro no le gusta la gente. La que no permanece callada mientras él habla, sobre todo. Mientras los últimos defensores de la verdad y la gramática, -perdón si he debido escribir ambos conceptos con mayúsculas, pero es que las que él propone desde su atalaya me parecen sumamente minúsculas-, presentan batalla a la oscuridad, a la sombra que la desinformación extiende sobre el planeta 2.0, ejércitos de trolls ensucian las antaño verdes campiñas del periodismo con sus tuits malolientes y nefandos. Cuando caiga el último de estos heroicos luchadores, que el señor Toro rescata de su lucha anónima  y esforzada para hacerles homenaje, cuando el más postrero de los EREs extinga la palabra en los labios del último de estos guerreros de la luz y las ideas, que quien sabe si será el caballero negro, sir Diego Torres, o el príncipe valiente Forjanes, el adalid de la sala de prensa, venido de las costas del norte, del septentrión, donde la nieve traza la raya del mundo y las nieblas en el cerebro son perpetuas, cuando caiga el último, digo, alumbraran los tiempos una nueva era de miseria verbal y ordinariez en las formas. Potestad para ejercer la libertad de expresión en cada uno de nosotros y un monopolio de la información que nos calle a todos, por borricos y cansones, como dicen en Colombia. Quien posea los medios de comunicación será señor del mundo de las opiniones y a nadie deberá dar cuenta de sus mentiras. Como comprendo al señor Toro cuando expresa su cariño a este monopolio extraviado y lo llama "Mi tesssssoro".

Hordas de bárbaros nos llama y no le rebato. Ni puedo ni quiero. Bárbaros son para el imperio los que habitan más allá de sus dominios, donde no alcanza su ley. Bárbaros eran los persas para los griegos, a pesar de ser vasallos suyos. Lo eran también germanos, galos e hispanos para los romanos. Incluso los cartagineses, que eran civilización más antigua y menos dotada para la guerra. Bárbaros somos para ustedes porque no nos conocen, porque no nos controlan, porque no odedecemos a su ley de "calla mientras yo pontifico". Y me resulta paradójico que quienes viven de conocer y de entender lo que conocen, de sacar conclusiones de los datos, quieran desconocer por propia voluntad a quienes consideran sus enemigos. La diversidad se combate con las palabras, que reduce la carga, el volumen de la ignorancia de quien las pronuncia. Una etiqueta basta, en apariencia, para abarcar lo que no se alcanza ni aunque se abran todo lo posible los brazos. Se autoengaña quien piensa que bautizando lo que ve por primera vez y no comprende puede olvidarlo a sus espaldas. Bárbaros, Yihad, palabras que se usan como sinónimos elevando al cuadrado la cuantía de los errores. Reducir el punto de vista no lo simplifica, lo extravía. Pues bien, le diré si me permite, señor Toro, para su estricta información, volviéndome intruso en su oficio, que hay en las hordas de quienes enfrenta más verdad y emoción, porque no nos mueve el salario, más corazón y poesía, que en las legiones de fanáticos en las que usted se encuadra. Dese un paseo por el universo Matrix, lo que algunos llama 2.0, si se atreve, claro, y verá como no le miento. El oficio en el que usted denuncia intrusismo no es el del periodismo, ni siquiera en la forma en que lo define, sino en el de "tener razón siempre, porque yo lo digo y por que yo lo valgo". Un mundo en el que aprender cosas de los otros, incluso de los bárbaros, no es tan terrible como usted lo supone, yo vivo en él todos los día cuando me conecto a Twitter, y eso que mis fronteras son estrechas y no logre hacer con mi ley imperio alguno.

Pero le diré más. En las postrimerías del imperio más grande de todos, el de los romanos, los ejércitos que se enfrentaban por el dominio del mundo en litigio eran prácticamente indistinguibles, usaban las mismas tácticas, las mismas armas, los comandaban general intercambiables, estaban formados por las mismas personas, un crisol de razas de todas las partes del mundo consideradas en los mapas. Poco nos diferencia a los que formamos las hordas de bárbaros de quienes forman con usted la tropa de caballeros temerosos de Dios y de la sintáxis. Tras la primera gran invasión, la que sobrevino tras la derrota en Adrianópolis, las diferencias eran una cuestión de matices más que de conceptos importantes. Ni costumbres, ni creencias, ni en metas discrepaban los oponentes. Las tribus de godos regaron Europa y la inundaron de forma incontenible tras masacrar un ejército en el que posiblemente predominaban sus hermanos. Y su llegada no obedeció a la codicia sino al miedo. Bárbaros aun más salvajes que ellos los empujaban hacia sur y los obligaban a buscar nuevas tierras de las que alimentarse. Bárbaros venidos de la tundra, donde las posibilidades de alimentar caballos eran ilimitadas. Naciones que engendraban inmensos escuadrones de caballería, donde los jinetes prácticamente nacían sobre la montura, que asaltaban aldeas y poblados por sorpresa, sin dar tiempo a los ejércitos regulares a defenderlos. Y como el mundo es redondo le diré un secreto: Son ustedes los bárbaros de sus bárbaros. Son sus mentiras las que nos obligan a movilizarnos, a expresar nuestras opiniones para defendernos de ellas. "El que calla otorga" era ley inviolable cuando imperaba el silencio en sus lectores. Pero el progreso nos ha dado voz, y su hipocresía nos ha dado propósito. Más en el deporte que en ningún otro campo. Ustedes agreden y nosotros repelemos el ataque. Llámele usted barbarie a lo que sólo es defensa propia. Total, solo ha de rendir cuentas a su redactor jefe y a los periodistas compañeros de camada.

Ir contra la modernidad no es defensa de la pureza sino oscurantismo. La tecnología no rejuvenece, no es cosmética eficaz cuando la piel de un hombre está formada por palabras. Las palabras que el mismo escribe. No hay maquillaje para la mentira que detenga el avance del tiempo. Tarde o temprano todo se sabe. Y le doy un ejemplo para que me entienda. Tras el partido del sábado, en La Rosaleda, se habló de la enorme sorpresa de Florentino Pérez al saber de la suplencia de Iker. Y se difundió una foto en la que supuestamente una periodista mostraba en la pantalla de su móvil la alineación elegida por el señor Mourinho. A día de hoy todos sabemos la verdad, narrada por la propia periodista implicada, en esta tierra de zafios y de bárbaros. Estoy hablando de Twitter, por supuesto. Ella no había sido la informante sino la que había sido informada. El móvil que ambos miraban no era suyo sino del señor Pérez. ¿Intrusismo del señor presidente? La verdad la sabemos todos menos los periódicos, que, a día de hoy, aun se reiteran en la mentira. Ese caballo de Troya que usted teme que haya franqueado las murallas de su baluarte, lo que antes fuera un imperio, el territorio en el que ustedes dominan y en el que atan en corto a quienes discrepan, no está preñado de enemigos sino de verdades. Hace tiempo que lo dejaron entrar, y no fueron sus ansias de mejorar sino por todo lo contrario. Perdido el monopolio de las fuentes de información deberían haber potenciado su capacidad de análisis. Pero han llenado periódicos y cadenas radiofónicas de deslenguados y lenguaraces, gente que usa la palabra sin respetarla o como simple arma blanca para apuñalar con ella. Es convencer con la excelencia, desde el conocimiento del tema que se trata y la persuasión, lo que da la victoria en un debate. Pero ustedes solo agreden y desprecian a quienes desconocen. Son una hueste de ignorantes del fútbol, que ni saben del tema ni les importa. Mucho peor preparados, mucho peores redactores u oradores, se nos enfrentan todos los días para hacer el ridículo cuando se les reta. Ni héroes de la verdad ni de la gramática, ejército cada vez más penetrado por zoquetes reclutados tras cada ERE, que van reduciendo la calidad del periodismo español a ojos vista. Esos son los verdaderos intrusos, los violadores de la palabra. Mándenles a hacer instrucción antes de lanzarlos en contra nuestra. Oblíguenles a obtener el título de educación primaria antes de enviarlos a la guerra. No armen caballeros a tantos Forjanes y patanes. Es consejo de amigo. No lo desdeñe por no saber quien se lo ofrece.